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Gabriel René Moreno "El príncipe de las letras bolivianas" (página 2)

Enviado por Oswaldo Roca A.


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Poco antes de asumir la legación había hecho un viaje a la patria donde consiguió material que le permitió culminar trabajos que ya tenía iniciados: Proyecto de una Estadística Bibliográfica de la Tipografía Boliviana y no mucho después, Biblioteca Boliviana.

Por aquel tiempo se dio la ruptura de relaciones entre Chile y Bolivia, por la cuestión marítima, con guerra incluida. Llega la situación en que se trama una coyuntura para que Bolivia arreglase lo suyo (sin tomar en cuenta a Perú) sin afectar sus intereses, más a espaldas del aliado y en su desmedro. Cabildeos de por medio, que no fueron ajenos al propio presidente Daza, dieron por resultado que el gobierno de Chile formulase a éste proposiciones de paz, que contemplaban el reconocimiento de lo ya ganado en campaña, debiendo Bolivia resarcirse de lo perdido con territorios costeros del Perú, cuya alianza abandonaría para tomar la del proponente y presunto vencedor.

La situación de Moreno se volvió embarazosa, más por punto de honra y dignidad que por lesiones en su persona. Renunció a la biblioteca, y estaba por abandonar Chile, pese a las recomendaciones en contrario, que demostraban el afecto de los chilenos hacia el, sobre todo de los hombres de letras.

A punto de emprender viaje, se le sorprendió pidiéndosele ser portador del secreto pliego con las proposiciones de paz, para entregarlas al mandatario boliviano. Se negó a desempeñar una comisión tan delicada como poco honorable por el contenido. Finalmente fue convencido. Quien lo logró fue un boliviano que mantenía relaciones con el Presidente Daza, emisario ante el gobierno de La Moneda, aduciendo que, por intermedio suyo, el propio gobierno boliviano se lo demandaba y anotaría en su haber como vehemente muestra de patriotismo.

Moreno finalmente aceptó sin percatarse del engaño, y cumplida su misión partió a Buenos Aires, donde se enteró del sesgo que se daba a las cosa y de lo que contra él se levanta con tan flagrante injusticia.

Volvió al país herido en su honorabilidad y en sus fibras más íntimas de su espíritu ciudadano para vindicarse con cuantos medios tenía a mano.

Se lo tachaba de traición, y como culpable de una guerra perdida.

Cuando arribó a Sucre, fueron implacables desde la prensa con él, pero aún así había gente que seguía reputándolo como el justo e irreprochable ciudadano.

Se defendió por la prensa, y pidió que un tribunal juzgara sus actos. El tribunal de honor que solicitaba lo formó el presidente de la Corte Suprema, el arzobispo metropolitano y otras ilustres personalidades, el veredicto no pudo menos de ser favorable a Moreno y hasta dignificante.

Aunque Campero, a la sazón nuevo presidente de Bolivia, oficializó someramente el fallo diciendo: "No es justo atribuir infidencia ni deslealtad para con Bolivia al señor Gabriel René Moreno.

Medianamente satisfecho con los resultados de su gestión para lavar su nombre, viajó por Europa, a su regreso lo hizo por Lima, luego Buenos Aires donde se reunión con connotados hombres de la cultura como Mitre, Trilles, Andrés Lamas, Ricardo Palma.

En 1883 regresa al llamado de sus amigos a Chile, donde había pasado sus mejores años y que por azares de la política había abandonado. Se le encargó nuevamente la dirección de la Biblioteca, y así mismo la cátedra de literatura en el Instituto Nacional. Esto por encargo del gobierno chileno.

Volvió a lo suyo, sus investigaciones le valieron en ésta época culminar con el Catálogo del Archivo de Mojos y Chiquitos, el tratado de Literatura Perceptiva, los gruesos tomos de la Biblioteca Peruana, y otros. Siguió asimismo escribiendo para periódicos y revistas.

Con los achaques propios de la edad pasó los últimos días sin renunciar a la vida de célibe empedernido y el amoroso cuidado de los libros. Fue a Valparaíso por prescripción médica, donde se le agravó su dolencia, luego esperó con serenidad la llegada de lo inevitable.

Dispuso en testamento de su modesta casita en Santiago, de su Biblioteca y de sus parvos menesteres, concluyendo por pedir en el mismo que sus restos fueran a reposar en Santa Cruz de la Sierra, la ciudad de su nacimiento.

Es considerado como el más eminente de los escritores nacionales, historiador y crítico de los hechos y de la cultura, llevo una vida solitaria y fecunda.

OBRAS

Como historiador y escritor crítico Gabriel René Moreno, llamado "el príncipe de las letras bolivianas"; tiene entre sus obras más importantes: "Estudios de literatura Boliviana", "Introducción al Estudio de los Poetas Bolivianos",  "Daza y las Bases Chilenas de 1879", "Ultimos Días Coloniales en el Alto Perú: Documentos Inéditos de 1808", "Elementos de Literatura Perceptiva", "Biblioteca Boliviana",  "Poetas Bolivianos: Biografía de Néstor Galindo", "La Matanza de Yañez" entre otros. 

Segun Enrique Finot es: "El príncipe de los escritores bolivianos y uno de los mas altos valores de las letra hispanoamericanas, es el primer historiador de Bolivia en el siglo XIX y en todos los tiempos".

Ya dijimos que su gran obra es la historia y la literatura, pero a nosotros en la materia nos interesa analizar su filosofía.

LA FILOSOFÍA BOLIVIANA

Se cuestiona si verdaderamente existe una filosofía nacional boliviana. Bolivia por ser culturalmente un país de una muy acentuada variedad cultural, está específicamente determinada por una independencia sui generis de conocimientos nuestros.

Bolivia tiene una mínima razón filosófica pura, y original y lo mismo pasa con toda la filosofía latinoamericana, que sigue caminos parecidos: El amor a la tierra, la naturaleza, la filosofía andina y la mística nacional, que si bien aportan al desarrollo filosófico, lo cierto es que aún nuestra filosofía no ha podido despojarse de la fuerte influencia greco-europea, de las escuelas filosóficas del conocimiento rutinario y del saber científico.

Cuando se analiza la filosofía boliviana por ejemplo encontramos la idea expresada de Francovich, que al igual que Mario Bunge sostienen que: "Las etapas históricas del pensamiento boliviano son esencialmente las misma que en el resto de Latinoamérica, teólogos, ortodoxos, clérigos, iluministas, enciclopedistas, eclécticos, positivistas, marxistas, etc". Bunge dice que "esta mística de la tierra", es consecuencia de un irracionalismo contemporáneo, importado a Bolivia, el que fue adaptado y asimilado a las condiciones nacionales, producto de un racismo y existencialismo heideggeriano, fundado en la tierra y en la sangre. Se reduce al final de cuentas a un crudo materialismo. Como Franz Tamayo, explica que en lugar de endiosar a la raza aria, endiosó naturalmente al indígena boliviano (la raza de cobre) o la "raza de bronce" de Alcides Arguedas. Pensamiento contrario al racismo de Gabriel René Moreno.

FILOSOFÍA DE G. RENÉ MORENO

De su intelecto se ha dicho es Universalista, por cuanto tiende a abarcar una gran parte del conocimiento humano. Con el no pudo la presión aplastante del especialismo.

En su pintoresca y combativa biografía de Nicomedes Antelo, vierte serios conceptos de Antropología, analizando así mismo complejos problemas de genética, según los alcances a que estas ciencias habían llegado en la época.

Muy estudioso, meticuloso, apuntador de libros y manuscritos, a los que siempre le ponía su punto de vista estimativo, sus impresiones que le sugieren y las ideas que le nacen en derredor del tema en cuestión. De tal inclinación surge la digresión erudita que, a la vez, ilustra y engalana el registro de catalogación. Su acotación bibliográfica es algo suyo, muy personal, original, un género literario propio. Tales apuntaciones son el modo de expresión más corriente de sus ideas y la cátedra en que se dictan sus eruditas lecciones de humanista.

Resulta difícil condensar el pensamiento de Moreno y hacer un esbozo de sus corrientes ideológicas ya por la variedad y la dispersión en múltiples trabajos de todo matiz.

Positivista en filosofía, considera que el conocimiento de la verdad está exclusivamente basado en la observación del hecho y en el fijar por análisis e inducción las leyes que lo rigen

Sigue a Tayne (lo hace cuando narra la historia) en el concepto de que únicamente lo observado, experimentado y demostrado son pasibles de atención. Cuando al hombre mismo, participa de la doctrina hegeliana de que éste es la idea evolucionad en el orden de la naturaleza. Aunque un si es no es paradójico, por repetidas veces se manifiesta no sólo contrario al materialismo ateo, sino más bien deísta, y a veces hasta creyente cristiano.

Estos principios que sustenta, sin aferrarse a ellos con la exclusividad del intemperante, se vierten en sus escritos de especulación particularmente en los históricos y sociológicos.

RACISMO

No escribió René Moreno ningún tratado sistemático sobre el problema de las razas en Bolivia, sus conclusiones acerca de él, se hallan diseminadas a lo largo de sus diversos libros de historia, bibliografía o de lo que él llamaba Notas. Con respecto a los puntos principales del problema, se hallan planteados y juzgados con bastante amplitud en el estudió biográfico que dedicó a Nicomedes Antelo, cruceño también y con quien compartía Moreno todas sus convicciones sobre etnografía nacional, con muy pocas diferencias de detalle. Sobre lo que llamaríamos la sociología del indio de los llanos de Mojos son admirables las páginas que escribió como introducción al catálogo de archivo de esas misiones, en su conocido volumen.

Sus estudios de biología y antropología le hicieron adquirir la idea de que hay grupos humanos mejor dotados que otros y más capaces por ende, para subsistir. Cualidad tal estriba, a su concepto, en la unidad de progenie, dicho en otros términos, en la pureza racial, y la atribuye con cierta exclusividad al grupo blanco caucásico.

Juzga el problema social como de raza, y lo expone con vehemente franqueza al referirse en concreto a la sociedad boliviana. Considera al aborigen, sea de la montaña o de la llanura, como inepto por infradotado y consiguientemente como destinado a desaparecer por la fuerza de la superioridad moral y física del blanco. Cuanto al mestizo, estima que en él la concurrencia de los progenitores indígena y blanco produjeron un tipo menos apto por la mutua anulación de los elementos biológicos de las dos razas.

Sus ideas raciales adquieren su máxima nitidez cuando se refieren a su tierra natal cruceña. Ya hace años que fue señalada al influencia del "carácter cruceño, engreído de su pura estirpe española", en aquellas ideas, nos parece que hay algo más: Moreno construyó una especie de paradigma con la peculiaridad racial de Santa Cruz de la Sierra. Examinándolo podremos percibir mejor aleación de baja ley de doctrinarismo e historia, lo que a su vez nos permitirá poner a prueba sus quilates científicos.

Moreno formuló la sobredicha "peculiaridad cruceña" en su ensayo sobre Antelo, además de dejar innumerables rastros dispersos por otros escritos (en particular en su Catálogo de Mojos y Chiquitos). He aquí un texto transparente:

"Una de las cosas que más lamentaba Antelo era ver que su amada Santa Cruz…estuviese hoy mestizando sus habitantes de pura raza española, dándose sin género de selección a encastar con los indígenas o con los que tienen algo de indio en sus venas…Antelo contaba con los dedos de una sola mano las viejas familias patricias cuyos vástagos no estuviesen ya bastareados en la ciudad. En general, la clase media y la superior están hoy emparentadas con quichuistas o aimaristas. Lo propio acontence desde algunos años atrás a los ocho mil blancos de la provincia Vallegrande".

En otra parte señala la "sociabilidad muy diferente" de los cruceños respecto de los bolivianos, tan diferente que los habitantes de las llanuras orientales "nada tienen en común con los altoperuanos". La manida peculiaridad camba reside, para Moreno, en su intacta pureza racial, no mancillada con el nefasto mestizaje.

En la biográfía de Nicomedes Antelo, dice de los indios con marcado escepticismo.

Más pese al mejor conocimiento que hoy se tiene de sus ideas y de que los hechos sucesivos no son los indicados para probar que anduvo equivocado, sus contrarios quedan todavía inconformes con esas ideas, que sólo refutan con razones abstractas y argumentos de valor más que todo especulativo.

Hace más de cien años, el historiador Gabriel René Moreno descubrió que el pueblo boliviano era "celularmente incapaz". El había puesto en la balanza el cerebro indígena y el cerebro mestizo, y había comprobado que pesaban entre cinco, siete y diez onzas menos que el cerebro de raza blanca.

Sostenía: Ha pasado el tiempo, y el país que no existe sigue enfermo de racismo. Pero el país que quiere existir, donde la mayoría indígena no tiene vergüenza de ser lo que es, no escupe al espejo. Esa Bolivia, harta de vivir en función del progreso ajeno, es el país de verdad. Su historia, ignorada, abunda en derrotas y traiciones, pero también en milagros de esos que son capaces de hacer los despreciados cuando dejan de despreciarse a sí mismos y cuando dejan de pelearse entre ellos. Hechos asombrosos, de mucho brío, están ocurriendo, sin ir más lejos, en estos tiempos que corren.

MUERTE

Gabriel René Moreno falleció en Chile el 28 de abril de 1908, asistido en los últimos instantes por su hermana Clemencia, sus restos fueron traídos a su natal Santa Cruz. El siguiente es un relato sobre la llegada de su cuerpo:

"Una mala tarde de 1918, cuando en Europa empezaban a apagarse las hogueras de la Primera Guerra Mundial y el viejo cupesí de la esquina del Colegio Nacional Florida ya era demasiado viejo como para dar frutos, un grupo de jinetes floridistas levantando el polvo triste de las calles cruceñas con las patas de sus bestias, escoltaban el cuerpo muerto de Gabriel René Moreno. Luego, en ceremonia de duelo, le colocaron una lápida de honor en el patio del primer colegio de Santa Cruz, y desde allí, los restos de Moreno serían testigos de la historia que vendría después.

CONCLUSIÓN

Hemos conocido en parte, facetas de la vida, obra y pensamiento de éste boliviano, cuya existencia fue austera y siempre dedicada al servicio de Bolivia, aunque en su momento se lo insultó de manera grosera y rencorosa, por la vil mentira a la que fue expuesto. Toda su obra fue para el país, Chile tan solo recibió un libro didáctico, a Bolivia le dio toda su creación, pero aún así en aquel país honran su memoria del profesor y hombre de letras, y si se hubiera entregado a Chile entero, como se dijo, de seguro no dudarían en hacerle un monumento junto a Andrés Bello.

Todavía en 1894 el Congreso boliviano le instauró un juicio por traición a la patria, del que resultó absuelto, por se extemporánea la acusación. "nadie es profeta en su tierra", adagio que bien puede aplicarse a nuestro personaje, así le pagó nuestro país hasta ese entonces, más luego se enmendó el grave error, aunque ya en ausencia del ilustre boliviano honrando su memoria por ejemplo con la designación de la Universidad Pública de Santa Cruz de la Sierra con su nombre, esto sucedió en 1911 o el de declarar en 1973 el "año Moreno en las Universidades del país".

Sin duda las obras de Moreno son el más sano, nutritivo y sabroso manjar para espíritus hambrientos de verdad y de clásica belleza. Pudo nuestro personaje brillar en la literatura, como poeta, o como un gran novelista, pero optó por las sendas más difíciles y menos frecuentadas. Se dedicó a hacer luz en el enmarañado bosque de hechos y cosas de América y de Bolivia su patria. El día que un hombre surja y reúna verdaderas condiciones de historiador en Bolivia, tendrá irremediablemente que consultar y estudiar los trabajos del cruceño, nuestro personaje.

ANEXOS

ANEXO 1

Partida de Bautismo del Dr. Gabriel René Moreno. (Copia).

"En el año del Sor. De mil ochocientos treinta y cuatro a siete de Febrero. En esta ciudad de Sta. Cruz yo el Teniente de Cura Presto. José Igno. Baca bauticé solemnemente puse óleo, y crisma a Gabriel René de un día de nacido hijo legítimo del Sor. Juez de primera instancia D.D. Gabriel José de Moreno, y de Da. Sinforosa del Rivero vecinos de esta Ciudad. Fueron Padrinos el C. José Manuel Cuéllar y Da. Clotilde Velasco vecinos de esta misma a quienes advertí su obligación y parentesco espiritual, lo que firmo para que conste.-

José Igno. Baca".

ANEXO 2.

Titulo de Bachiller otorgado por la Universidad de Chile.

(Escudo nacional de Chile)

El Rector de la Universidad de Chile,

Por cuanto don René Moreno ha acreditado haber rendido todos los exámenes y cumplido los requisitos prevenidos por los estatutos de esta Universidad para obtener el grado de Bachiller en la Facultad de Filosofía y Humanidades y por cuanto en la sesión que celebro en Consejo el día nueve del corriente le conferí dicho grado declarándole en el goce de todos los derechos y prerrogativas que como a tal bachiller le corresponden.

Por tanto he mandado estenderle el presente título de Bachiller en la Facultad de Filosofía y Humanidades, firmado de mi mano y refrendado por el Secretario General de la Universidad de Chile. Sala de Sesiones de la Universidad, en Santiago enero nueve de mil ochocientos cincuenta y ocho.

Andrés Bello

F.Vargas Ponterilla

Secretario General.

ANEXO 3.

Versos en homenaje a Gabriel René Moreno, bajo el retrato del mismo en la Universidad.

"Gabriel René Moreno fue un varón justo y bueno,

Noble por su alma y noble por su abolengo hispano,

Jamás mintió su boca, y su mirar sereno

Fue siempre el fiel reflejo de un corazón bien sano.

Por salvar a Bolivia del abuso chileno

D. René mucho hizo, pero afánose en vano.

Las turbas inconscientes arrojáronle cieno.

El varón probo supo del ultraje villano.

Y dijo: "Yo me llamo Gabriel René Moreno".

Templó el maestro el noble idioma castellano

Y lo esgrimió con calma (los rayos sin el trueno…)

Y esgrimiendo el idioma cual hierro toledano,

El noble boliviano Gabriel René Moreno

Ostentóse en defensa del Honor Boliviano".

BIBLIOGRAFÍA.

– BARNADAS, Joseph M., DRAMA Y GLORIA DE UN BOLIVIANO, Ed. Altiplano.

– SANABRIA, Hernando F., ESTUDIOS SOBRE GABRIEL RENE MORENO, Ed. Casa de la Cultura Raúl Otero Reiche.

– AKAMINE N., Miriam, INTRODUCCION A LA FILOSOFIA, Ed. Akamine a la Kumbre.

– ROCA, José L., GABRIEL RENÉ MORENO. EL HISPANOAMERICNO.

– CONDARCO, Ramiro, GRANDEZA Y SOLEDAD DE MORENO.

http://www.ensayistas.org/filosofos/mexico/zea/pla/2-6.htm

http://www.eldeber.com.bo/brujula/2007-04-14/nota.php?id=2752

 

Oswaldo Roca Añez

Santa Cruz de la Sierra – BOLIVIA

Mayo 2007

Partes: 1, 2
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