Actividades físicas recreativas para la prevención de un estilo de vida sedentario
Enviado por josé Luis Moreno Moncada
Resumen
En la actualidad uno de los retos de la cultura física es la prevención y el tratamiento del sedentarismo y aunque se han elaborado programas que responde a ello, generalmente las condiciones y las acciones locales en las escuelas y comunidad no satisfacen la prevención de las conductas sedentarias. En consecuencia se realiza un estudio en la comunidad de San Josecito II y se delimitó una población de 48 niños de 10 a 11 años y se escogieron como muestra 25 de manera aleatoria representando el 52,08%. Se empleó como metodología entrevistas a profesores, la observación y las encuestas de modo que se lograron concebir un conjunto de acciones dirigidas a la prevención del sedentarismo. Se expresa como objetivo: elaborar un programa de actividades físicas recreativas para la prevención de un estilo de vida sedentario en niños de 10 a 11 años de la comunidad "San Josecito II". Se determinó la factibilidad de la propuesta a través del criterio de especialistas y la aplicación parcial, de modo que se corroboró su impacto a través de los juegos con intenciones educativas, bailoterapia infantil, actividades físico recreativas y charlas educativas con los padres acciones que permiten desarrollar la prevención ante el riesgo de padecer las consecuencias de una vida con bajo nivel de actividad física en los niños de 10 a 11 años de la comunidad en estudio.
Introducción
Si bien en la infancia no se puede hablar directamente de niños sedentarios por las particularidades físicas, biológicas y psicológicas de esta franja etaria, no se debe descuidar la prevención del sedentarismo propiamente dicho o de conductas sedentarias, ya que esta etapa del desarrollo bio-psico-sociológico del individuo es clave para el desarrollo de hábitos, conductas y valores que repercutan positivamente en el estado de salud del individuo y su formación integral.
La sociedad moderna con sus adelantos científicos y tecnológicos le proporciona al hombre y en especial a los niños y niñas un sin número de opciones de entretenimiento que afectan y limitan de una u otra forma la realización de actividades físicas, influyendo negativamente en el desarrollo de las capacidades (rapidez, resistencia, fuerza, etc.), lo que incide significativamente en la aparición cada vez más alarmante y generalizada de patrones de vida sedentarios.
Estas transformaciones de hábitos de vida han ocurrido a lo largo de la historia de la humanidad estrechamente relacionados con los cambios socio-culturales, los avances técnicos, científicos y el desarrollo económico; es así, que desde tiempos remotos la supervivencia del ser humano ha dependido de su capacidad de llevar a cabo una actividad física sostenida; pues, la fuerza, velocidad, resistencia y agilidad eran las principales cualidades que debía poseer el hombre primitivo para conseguir el sustento de cada día y defenderse de posibles agresiones de sus congéneres o de animales. La capacidad de desarrollar actividades físicas vigorosas fue fundamental en la vida de hombres y mujeres desde las primeras etapas de la historia de la humanidad hasta la revolución industrial. Desde entonces, hasta nuestros días, se han producido cambios significativos en los patrones de actividad física de la población, adoptando progresivamente estilos de vida cada vez más sedentarios. (1)
El aumento del sedentarismo en los países desarrollados ha incrementado a su vez la prevalencia de la obesidad y ello ha dado lugar a que se afecte o disminuya la forma física de un importante sector de esa población. Numerosos estudios epidemiológicos llevados a cabo en las últimas cuatro décadas han demostrado los efectos negativos de la inactividad física y los beneficios que la práctica regular del ejercicio físico representa para la salud física y mental de la población. (2) (3) (4) (5)
En la sociedad moderna, el ejercicio, la actividad física, la educación física y el deporte no siempre reciben la atención que merecen. La urbanización y el creciente tráfico de vehículos han limitado el juego activo libre y espontáneo. El vivir en pisos, en edificaciones multifamiliares reducidas ha limitado el espacio en el que los niños pueden mostrarse activos. Para poder trazar estrategias y planificar acciones efectivas que estén encaminadas a la erradicación del comportamiento sedentario en la población, se deben tener en cuenta algunos aspectos:
-El sedentarismo afecta tanto a niños y adolescentes al igual que a la población adulta.
-El sedentarismo es frecuente tanto en países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo.
-El sedentarismo es un factor de riesgo importante para las enfermedades crónicas no transmisibles.
Ahora bien, se ha comprobado que el mejor tratamiento para cualquier problema es la prevención del mismo, y este tema de investigación se identifica plenamente con la conocida frase: "es mejor evitar (entiéndase prevenir) que tener que lamentar".
Según la Enciclopedia Encarta 2009 (9) se conoce como prevención la preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo. La prevención del sedentarismo debe comenzar desde la infancia y es una estrategia prioritaria de la salud pública y del profesional de la cultura física y requiere del apoyo y la participación activa y sistemática de otros sectores de la sociedad. Cuanto más temprano sea su inicio, los beneficios a corto, mediano y largo plazo serán más importantes, manifiestos y duraderos. Las medidas preventivas deben iniciarse lo antes posible con el fin de involucrar a la familia en la corrección de hábitos dietéticos y en el estilo de vida.
En la comunidad de San Josecito II se constató que existen una serie de factores que promueven en los niños y niñas la adquisición de una conducta pasiva frente a la actividad física debido a la apatía hacia la parte deportiva y recreativa ya que muy poco las ponen en práctica pues se han dedicado por completo a otras actividades no tan sanas como ver televisión, internet, juegos tecnológicos las cuales ocupan la mayor parte del tiempo libre de los 48 niños en total que habitan en el dicho sector. Esta problemática permite plantear el siguiente problema científico: ¿Cómo prevenir el riesgo de padecer las consecuencias de una vida con bajo nivel de actividad física en los niños de 10 a 11 años de la comunidad "San Josecito II"?
Para darle solución al problema planteado se tiene como objetivo elaborar actividades físicas recreativas para la prevención de un estilo de vida sedentario en niños de 10 a 11 años de la comunidad "San Josecito II".
Desarrollo
El sedentarismo es un problema mayor de salud pública porque causa múltiples enfermedades crónicas y millones de muertes prematuras cada año. La diabetes es un ejemplo de síndrome de muerte sedentaria que puede ser prevenida con actividad física. Existen muchas enfermedades cuya incidencia aumenta por falta de actividad física. En el contexto infantil el sedentarismo afecta tanto a niños como a niñas dejando consecuencias en ocasiones irreversibles, dentro de las cuales se pueden señalar:
sobrepeso y obesidad.
colesterol y triglicéridos elevados.
aumento de la glicemia con predisposición a diabetes.
hipertensión arterial.
baja capacidad aeróbica.
menor fuerza y resistencia muscular.
falta de coordinación y agilidad.
mayor índice de lesiones.
menor participación en actividades deportivas escolares.
mayor ausentismo escolar por enfermedades.
arterioesclerosis: la degradación de grasas del aparato circulatorio es frecuente a medida que avanza la edad.
El hábito de hacer ejercicio físico puede ser parte de una educación negativa y devaluada que no reconoce el ejercicio físico como una actividad humana importante. Todo esto demuestra hasta qué punto una vida sedentaria influye de manera negativa en la calidad de vida de un individuo.
Para este estudio se determina la relación que existe entre el sedentarismo y la obesidad. La obesidad tiene una etiología multifactorial, donde la libre disponibilidad de alimentos, los cambios en los hábitos alimentarios, el sedentarismo o los factores psicológicos y sociales tienen una importancia fundamental (19). Los estudios epidemiológicos sugieren que las causas principales están relacionadas con los cambios ambientales y de los estilos de vida ocurridos en las últimas décadas (20).
La falta de actividad física influye más que los hábitos alimenticios en el sobrepeso y la obesidad infantil. Más de la mitad de los niños con edades comprendidas entre los 3 y los 14 años "realizan actividades deportivas esporádicas", y son precisamente estos niños los que presentan un mayor riesgo de padecer sobrepeso, obesidad o colesterol alto. Las investigaciones científicas han demostrado que un niño obeso tiene alta probabilidad de ser un adulto obeso por lo que resulta importante su prevención desde edades tempranas.
En la mayoría de los países ha aumentado de forma paralela la prevalencia de la obesidad al aumento del sedentarismo asociándose a esta como un fenómeno de causa-efecto. Esta asociación sedentarismo-obesidad ha sido objeto de estudio de numerosas investigaciones.
Existe un alto contraste entre el sedentarismo y el sobrepeso, generalmente los obesos se mueven poco. A medida que aumenta el sobrepeso menos se mueven porque cada vez les cuesta más. Al disminuir la actividad física consume menos calorías y lógicamente aumentarán los triglicéridos o grasas acumuladas en diversas partes del cuerpo. Esa es una de las razones por las que es cada vez más difícil contrarrestar la obesidad. Es un círculo vicioso del que debe salir lo antes posible. Eso no quiere decir que un individuo obeso se abocará de un día para otro a realizar una serie de ejercicios. Su cuerpo está adaptado a moverse poco, su corazón también.
Los músculos del cuerpo tienden a aplanarse, a perder fuerza y a endurecerse si no se los trabaja correcta y periódicamente. Se comporta de forma similar a la flexibilidad: si no se quiere perderla hay que ejercitarla sistemáticamente. Lo ideal antes de iniciar un plan de ejercicios es hacerse un chequeo con su médico. Si usted es obeso por mucho tiempo puede ya haber desarrollado alguna enfermedad relacionada.
Una vida sedentaria, que suele ir acompañada por una mala alimentación y un mal descanso, desemboca irremediablemente en un deterioro del organismo y, en muchos casos, en una enfermedad crónica, y las enfermedades cardiovasculares son enfermedades crónicas degenerativas, fuertemente asociadas a las condiciones de vida.
El aumento del volumen de grasas en el organismo implica también el colesterol en el cual las arterias y venas se vuelven también almacenes de grasas inutilizadas, lo que hace que el flujo sanguíneo hacia el corazón sea menor y por lo tanto tenga que hacer un doble esfuerzo.
La inactividad física es un factor de riesgo significativo para la enfermedad coronaria, lo mismo cuando existen otros factores de riesgo asociados. En conjunto, los estudios sugieren que la inactividad en sí duplica el riesgo de enfermedad coronaria, un efecto similar en magnitud al de tabaquismo, presión alta o del colesterol.
En cuanto a preferencias deportivas, las de quinto grado son más dispersas en sus gustos y prefieren el béisbol (36,7%) con predominio de la fuerza de brazos y rapidez de traslación, mientras que en sexto grado el (56,7%) apuesta por el voleibol en el que predominan la rapidez de reacción, de desplazamiento, fuerza de piernas y brazos y resistencia anaeróbica y aeróbica.
En cuanto a los tipos de juegos de sus preferencias no existen diferencias considerables, aunque en ambos casos un porciento considerable se interesa más por los juegos de mesa, mostrando similitudes en una de las manifestaciones constatables de las conductas sedentarias. Los niños de 10 y 11 años muestran más interés en todas las capacidades consultadas, excepto en la rapidez donde son ligeramente aventajados por los de sexto grado, por lo que es un indicativo al incremento de futuras tendencias sedentarias si no se previenen y se educan a los escolares a tiempo.
En cuanto al cansancio físico y los dolores en músculos y articulaciones la afectación es similar, así como el nivel de preparación física y la atención que prestan a las clases en el aula, por lo que se precisa prevenir en ambos grados e incluso se podría ampliar la investigación a otras edades.
Si se realiza una comparación entre niños y niñas, los primeros realizan más actividad física cuando llegan a sus casas (25,9%) que las niñas (15%). Esto no es alarmante ya que se conoce que generalmente las niñas son más proclives a los juegos pasivos en sus casas.
Las niñas tienen un menor número de padres y madres obesos(as) (57,5%) con respecto a los niños (70,3%). Ellas prefieren dentro de sus comidas (de forma escalonada) el arepa, pizzas y pastas (99%), seguida de los dulces y cuestiones fritas (90,9), luego los jugos, frescos (87,7%) y por último los vegetales con un 30,3%, mientras que en los niños sus preferencias se desglosan de la siguiente manera, dulces (95%), seguido por los frescos con un 87%, continuando con el arepas, panes, las pizzas y pastas (85,3%) y por último los vegetales con un 26,3%. En ambos grupos no se observan diferencias significativas, ya que en ambos se evidencia claramente la preferencia por comida de alto contenido energético y la llamada comida chatarra, así como el desconocimiento o pobre incorporación de alimentos tan saludables y necesarios en el desarrollo normal del niño como lo constituyen los vegetales, pescados y mariscos, frutas y jugos naturales, evidenciando una pobre cultura alimentaria que es típica de la población venezolan a pesar de los esfuerzos por cambiar esta realidad en los medios de comunicación social .
En consecuencia, se aprecia que existe una relación estrecha en cuanto al orden de las preferencias de los niños y las niñas, por lo que se hace necesario trabajar en base a crear hábitos alimenticios sanos en ambos sexos.
Los niños tienen más conocimiento de las consecuencias de no realizar ejercicio físico (51,8%) que las niñas (21,2%), y estos asumen como consecuencias la obesidad (29,6%) y el cansancio (37%), mientras que las niñas asumen el cansancio (18,2%) y la obesidad (12,1%). Este resultado debe tenerse muy en cuenta a la hora de tocar temas en las clases o charlas educativas y/o actividades que se realizan en la comnidad sobre el sedentarismo y sus consecuencias.
Las niñas tienden a comer en el día más veces que los niños (63,6%) y (33,3%) respectivamente, lo que es significativo si asumimos que son los niños los que más actividad física realizan en el día.
Las niñas prefieren ir a la escuela en auto (63,6%) más que los niños (59,2%), mientras que ir a pie a la escuela lo prefieren sólo un 18,7% de niñas aumentando en los niños a un 22,2%, por lo que no existen diferencias significativas en cuanto al carácter activo de sus actividades cotidianas en ambos sexos.
Las niñas pasan más tiempo que los niños frente a la TV, dedicando más de tres horas el (45,5%) mientras que en los niños la cifra es menor (29,6%). Es decir, que las niñas pasan en el día más horas en actitud pasiva (sentadas) que los niños.
Los niños cuentan con mejor atención de sus padres en cuanto a las actividades físicas que realizan que las niñas, aproximadamente un 30% contra un 9% respectivamente. Mientras, el porciento de padres que realiza actividad física junto con sus hijos es de 22% en los niños y de 8% en las niñas. Una vez más el juego de roles que se la ha inculcado a los niños es un elemento cultural en contra del desarrollo de hábitos sanos que contribuyan a prevenir el sedentarismo.
Los profesionales de la salud reconocen que la realización de ejercicio físico es fundamental para el equilibrio psicológico y como prevención de numerosas enfermedades, sin embargo el estrés de la vida moderna hace que la mayoría de las personas no tengan tiempo suficiente para desarrollar algún tipo de actividad física, y con los adelantos tecnológicos existentes cada vez resulta más fácil no moverse, ni para hacer la compra.
Actividad física es todo movimiento corporal producido por los músculos y que requiere un gasto energético.
Cuando el movimiento es programado, estructurado, repetitivo y es realizado para mejorar o mantener uno o más de los componentes del estado de forma física, lo denominamos ejercicio físico.
Cuando la cantidad de actividad física no alcanza el mínimo necesario para mantener un estado saludable, se habla de sedentarismo.
Más allá de la mera ausencia de enfermedad, un estado saludable o de buena salud es aquel que nos permite disfrutar de la vida y enfrentarse a los desafíos de la vida diaria. Por el contrario, una mala salud es la que se asocia a mayor posibilidad de caer enfermo y en último extremo a muerte prematura.
Aunque durante la infancia y adolescencia la mayoría mantiene un nivel de actividad física más que suficiente a través del juego y de diferentes actividades deportivas, las oportunidades y la motivación para realizar ejercicio físico se reducen a medida que avanza la edad.
Para evitar que esta tendencia desemboque en el indeseable sedentarismo, resulta esencial que los hábitos relacionados con una vida activa se consoliden en las dos primeras décadas de nuestra vida. De ahí en adelante será preciso poner al alcance de los adultos de cualquier edad, los medios necesarios para que puedan mantener un cierto nivel de actividad física diario.
Desde hace algunos años se recomienda cada vez más la práctica de ejercicio de forma regular. Esto es debido a que el cuerpo humano ha sido diseñado para moverse y requiere por tanto realizar ejercicio físico de forma regular para mantenerse funcional y evitar enfermar.
Llevar una vida físicamente activa produce numerosos beneficios tanto físicos como psicológicos para la salud:
disminuye el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares.previene y/o retrasa el desarrollo de hipertensión arterial, y disminuye los valores de tensión arterial en hipertensos.
mejora el perfil de los lípidos en sangre (reduce los triglicéridos y aumenta el colesterol HDL).
disminuye el riesgo de padecer Diabetes no insulino dependiente.disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer (colon, mama).
mejora el control del peso corporal.
ayuda a mantener y mejorar la fuerza y la resistencia muscular, incrementando la capacidad funcional para realizar otras actividades físicas de la vida diaria. ayuda a mantener la estructura y función de las articulaciones, por lo que puede ser beneficiosa para la artrosis.
ayuda a conciliar y mejorar la calidad del sueño.
ayuda a liberar tensiones y mejora el manejo del estrés.Ayuda a combatir y mejorar los síntomas de la ansiedad y la depresión, y aumenta el entusiasmo y el optimismo.
en adultos de edad avanzada, disminuye el riesgo de caídas, ayuda a retrasar o prevenir las enfermedades crónicas y aquellas asociadas con el envejecimiento. De esta forma mejora su calidad de vida y aumenta su capacidad para vivir de forma independiente.
sin embargo aun conociendo los numerosos beneficios posibles y a diferencia de generaciones precedentes, cada vez somos menos los que realizamos, ya sea en el trabajo o en el tiempo de ocio, actividades que impliquen algún tipo de esfuerzo físico. Hasta un 66% de los adultos europeos no llegan a alcanzar los 30 minutos de actividad física diaria recomendados, y 1 de cada 4 no realizan actividad alguna.
Acciones
Charla educativa
"Mejorando la nutrición en los niños".
Los padres escogen los tiempos para las comidas, no los niños.
Proveer una amplia variedad de comidas nutritivas tales como frutas y vegetales en vez de comida alta en energía y baja en nutrientes como aperitivos salados, helado, comidas fritas, galletas y bebidas endulzadas.
1 Poner atención al tamaño de la porción; servir proporciones adecuadas para el tamaño de los niños y su edad.
2 Utilizar productos diarios sin grasa o bajos en grasa como fuentes de calcio y proteína.
3 Limitar los refrigerios durante las conductas sedentarias o en respuesta al aburrimiento y particularmente restringir el uso de bebidas endulzadas como refrigerios (por ejemplo, jugo, refresco, bebidas deportivas)
4 Limitar las conductas sedentarias, con no más de 1-2 horas al día de pantalla de video/televisión y no colocar televisores en las habitaciones de los niños.
5 Permitir la auto-regulación de la ingesta calórica total en la presencia de IMC o de peso para la talla normales.
6 Tener comidas familiares regulares para promover la interacción social y modelar el papel de la conducta relacionada con la comida.
6. ¿CÓMO TRATO A MI HIJO/HIJA CON CONDUCTA SEDENTARIA?
El tratamiento consiste en:
DIETAEJERCICIO1. La acción inicial más importante, es el reconocimiento.
2. Para un niño con sobrepeso, el tratamiento, además de la pérdida de peso, es diseñar un programa de alimentación y ejercicio que le permita perder grasa pero no músculo porque se detendrá su crecimiento y se alentará su entrada a la pubertad.
3. Actividad física moderada a vigorosa la mayoría de los días de la semana, por al menos una hora al día.
4. Los niños deberán de aprender de los padres costumbres de alimentación (cantidad, calidad, tiempos, entre otros hábitos) al igual que sus hábitos recreativos (ejercicio).
5. Los padres decidirán el tiempo para comidas y colaciones al igual que los tipos de comidas y bebidas a ingerir. Los niños, por su parte, deberán escoger la cantidad que consumirán.
6. Dieta con cierto contenido de calorías pero completa, equilibrada, variada e individual.
7. Se deben preferir alimentos elaborados en casa a los industrializados, evitando los ricos en harinas y grasas y las bebidas azucaradas.
8. Se deben evitar más de 3 horas diarias de actividades sedentarias y se debe supervisar la realización de ejercicio durante 80 a 90 minutos a la semana.
¿PORQUÉ ES MI HIJO/HIJA OBESO?
Las razones fundamentales por la cuál un niño es obeso incluyen:
1. sobrealimentacióna. el aumento en el consumo de hidratos de carbono refinados y de grasas saturadas que se encuentran contenidos en refrescos, otras bebidas, botanas y golosinas.b. la falta de preparación de alimentos en el hogar, dando lugar al aumento desmedido del consumo de alimentos industrializados.c. falta de supervisión por parte de los padres para controlar raciones y calidad de alimentos.d. Horarios alterados de alimentación y tiempo dedicado para sentarse a comer.f. Tipo de bebidas ingeridas (con alto contenido de azucares: jugos, refrescos, etc.).h. Falta de conocimiento para decidir tipos y porciones adecuadas de alimentos. Menor consumo de alimentos altos en fibra como frutas y verduras.i. Aumento del consumo de sal.
2. Sedentarismoa. disminución de la actividad física
b. el incremento en el tiempo destinado a la televisión, computadora y juegos electrónicos y de video, reduce actividades recreativas que implican actividad física.c. aquellos que realizan actividades sedentarias por más de tres horas al día.
3. Factores hederitarios
Se sabe que los hijos de padres obesos tienen mayor probabilidad de ser obesos, especialmente si ambos padres lo son .
4. Situación hormonal
En menos del 5% de los casos la obesidad es secundaria a enfermedades endocrinas o genéticas específicas.
5. Situación psicosociales y ambientales
a. Los hijos de familias en las que ambos padres trabajan.b. Hogares de padres solteros.
c. Los niños con aislamiento social y problemas afectivos.d. Los que realizan ejercicio de gasto energético alto menos de tres veces a la semana.e. Padres con largas jornadas de trabajo o que están alejados de casa por periodos largos.
Conclusiones
– El sedentarismo constituye una epidemia de la humanidad y la prevención de la misma mediante actividad física sana y divertida y la promoción de hábitos y estilos de vida saludables, en conjunto con el desarrollo de una educación para la salud que involucre a padres y la utilización racional del tiempo extraescolar, están entre las principales tendencias para la prevención de conductas sedentarias.
– Se constataron en los niños estudiados la manifestación de tendencias sedentarias, diferentes estadísticamente en aspectos esenciales entre niñas y niños, deben ser corregidas en la infancia para prevenir el desarrollo de un estilo de vida sedentario en el entorno comunitario, así como las consecuencias desfavorables de las mismas.
– La instrumentación de las acciones que conjuga el desarrollo de la actividad física en interacción con lo lúdico y lo educativo, constituye una propuesta que aborda las aristas básicas para la prevención y el tratamiento del sedentarismo en los niños y niñas con un alcance comunitario.
Bibliografía
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Autor:
Lcdo. José Luis Moreno Moncada
Ocupación: Docente