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Sociedad Nuestra Señora de los Dolores; El negro en la sociedad colonial lajera


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Sociedades de Socorros Mutuos, instrucción y recreo
  3. Sociedad Nuestra Señora de los Dolores (1881-1911)
  4. Conclusiones
  5. Recomendaciones
  6. Anexos

Introducción

Tras analizar el fondo documental existente acerca de las sociedades de pardos y morenos[1]en el municipio de San José de las Lajas. y constatarse la carencia de información existente sobre el tema en cuestión , se procedió a realizar una investigación al respecto .Encontrándose solamente alguna mención en varios trabajos realizados por investigadores locales que, más que ahondar en el tema, solo hacen mención de la existencia de alguna sociedad en el pasado ,casi siempre haciendo alusión ,únicamente ,a la Sociedad "Dolores", llegándose a la conclusión de que la información acerca de esta temática era casi nula o se encontraba insertada de forma aleatoria en otros temas estudiados.

Dada la importancia que posee el conocimiento de esta parte de la sociedad tan segregada a través de los tiempos en relación a nuestro municipio; se procedió a aunar esfuerzos, para develar esa parte de la historia que aun se encontraba velada a nuestros ojos. Y que constituía información obligada para el estudio de la sociedad negra en la localidad.

Una vez planteado el objetivo, se procedió a recopilar la información que referente al tema existía; consultando, tanto el patrimonio atesorado en el museo municipal como algunos trabajos de investigadores locales.

Para un mejor desenvolvimiento de este trabajo fue necesario dividirlo en etapas comenzando por las sociedades en la época colonial y prosiguiendo con la Etapa Republicana.

Al estudiar las sociedades en la época colonial, y dada su lejanía en el tiempo, fue imposible utilizar como método la entrevista a informantes claves; procediendo entonces a la tarea de escudriñar, en los libros de actas y tesorería de algunas sociedades, así como la lectura y análisis exhaustivo de varios artículos publicados en la prensa de la época; para de este modo, conocer la vida dentro de las instituciones a analizar. El desarrollo del tema, en lo que a época republicana atañe, fue apoyado por el uso de la entrevista a varios miembros y descendientes de estos; elaborando algunos testimonios, y continuando a su vez, con el estudio de la prensa y el fondo documental del museo.

Para poder realizar un pesquizaje científico, en relación a la fundación, disolución, desarrollo y estudio de algunas fechas notables; se hizo imprescindible la visita al Archivo Nacional, para de esta manera, poder documentar científicamente algunos hechos y fechas históricas, tomadas como absolutas. Refutando de esta manera algunos datos tomados de la tradición oral, y repetidos por varios historiadores, sin antes hacer un previo análisis de dicha información.

En esta investigación se trata de abarcar en lo posible la mayor cantidad de sociedades de pardos y morenos, que, a través del tiempo, fueron pasando por las calles lajeras; absorbiendo a su vez, las localidades de San Antonio de las Vegas, y el vecino pueblo de Tapaste, por constituir parte del territorio municipal y estar vinculadas, indisolublemente, sus poblaciones. Estudiando solamente las sociedades de Socorros Mutuos, Instrucción y Recreo; dejando a un lado, otras sociedades de diferentes acepciones [2]

Esta primera etapa del desarrollo de la investigación, contempla un exhaustivo análisis de la sociedad Nuestra Señora de los Dolores, comprendiendo un periodo de existencia que va desde la etapa colonial hasta principios de la república; en este análisis se profundiza en la vida dentro de la institución así como el impacto sociocultural en la comunidad lajera de la época.

La finalidad que este estudio pretende alcanzar ,no es más que servir de apoyo al análisis de una parte activa de la población lajera ,a la largo del tiempo; a través de sus formas de asociación, engrosando en lo posible ,el archivo histórico de la localidad. Y servir, en lo adelante, como referente obligado para la realización de investigaciones posteriores.

Capitulo 1:

Sociedades de Socorros Mutuos, instrucción y recreo

Para explicar el funcionamiento de las sociedades de socorros mutuos, instrucción y recreo, primeramente se debe realizar un breve esbozo de las formas de asociación anteriores a esta; es decir los cabildos y cofradías de pardos y morenos; que funcionaron en todo el país como una forma de sobrevivencia de la ancestral cultura africana y sus descendientes en el nuevo mundo.

Los cabildos y cofradías fueron las primeras formas de socialización que tuvieron tanto los blancos como los negros libres en la sociedad colonial, alcanzando una apreciable envergadura en la mitad del siglo XIX siendo acreditadas por las autoridades a lo largo de su arraigada presencia ,pasando a ser esencialmente criollas primero, y cubanas después (Barcia, María del Carmen pp. 48-49). Sin perder su titulo de cabildos de nación a pesar de existir una gran disminución del componente oriundo africano.

El termino cabildo proviene del latín Capitulum significando junta, cuerpo o reunión, y denominando, por extensión, a las asociaciones que de afro descendientes, formaban las congregaciones de una misma etnia o tribu. Utilizándose esta acepción del término, solamente en la América Hispana. Este cabildo era regido por su rey y reina los que determinaban cada paso a seguir dentro del mismo y en relación a los cofrades que lo componían.

En cuanto a las cofradías la investigadora cubana Carmen Montejo Arrechea nos remite a la Enciclopedia Jurídica Española donde se recoge el término de la siguiente manera:

Se denomina cofradía a las asociaciones o hermandades de fieles canónicamente constituidas, que regidas por la autoridad eclesiástica competente se propone la perfección de la vida cristiana mediante el ejercicio de obras especiales, ya de culto divino, ya de caridad para el projimo;frecuentemente tenia el nombre de congregación.cuando estas tienen la facultad de poder agregar así otras cofradías de la propia índole o nombre erigida ya, y de comunicarle sus peculiares gracias y privilegios se denominan archicofradías o congregaciones primas o primarias.(Montejo Arrechea, Carmen V.p17)

Si analizamos ambos términos, llegaremos a la conclusión, de que siendo ambas, formas de asociación, la primera respondía a intereses propios de sus componentes, y la otra respondería a los intereses eclesiásticos y a su labor proselitista y evangelizadora.

En cuanto a las sociedades de Socorros Mutuos, Instrucción y Recreo se comienzan a instituir en una etapa posterior al fin de la Guerra de los Diez Años(1868-1878) cuando, debido a los estatutos que contemplaba el documento firmado en el Pacto del Zanjón[3]10 de febrero de 1878), quedarían libres los esclavos que lucharon en las maniguas cubanas y se autorizaría el derecho de reunión ,siempre y cuando no atentase contra los intereses de la metrópoli .Marcando este hecho todo un cambio socio cultural, sobre todo para los esclavos y sus descendientes. Por otra parte los antiguos terratenientes se convierten en colonos; dando paso a un incremento del campesinado y el proletariado en todo el país

Las sociedades de negros se constituirían en respuesta a la discriminación ejercida por los círculos sociales de blancos, que le negaban el acceso a los negros, así como la exigencia de la Metrópoli hacia la desintegración de los llamados cabildos afrocubanos y su paso a sociedades de ayuda mutua y socorro, utilizando para ello el patrón de las sociedades de blancos. (Montejo Arrechea, Carmen V, p34)

Otro fenómeno que contribuyó a la formación de sociedades de pardos y morenos seria la aplicación en Cuba de la Constitución de 1876[4]que regia en España desde la imposición de la monarquía constitucional del rey Alfonso XII. Marcando ya en la década del ochenta una nueva etapa en la sociedad cubana, cuando basados en los artículos 12 y 13 de dicha constitución se proclaman varias leyes que coadyuvarían al desarrollo de las sociedades de pardos y morenos .

Ya el 13 de febrero de 1880 se promulga la llamada Ley de Abolición de la Esclavitud o Ley de Patronato, y la Ley de Derecho de Reunión (1881),[5]y en 1887 se proclama la Ley de Asociacion.rigiendo estas últimas la forma en que deberían registrarse todo los habitantes de la colonia para tener derecho a reunirse y asociarse.

Dos fenómenos que incidieron positivamente en el desarrollo de las sociedades fueron la creación en 1912 del Directorio Central de las Sociedades de la Raza

de Color, por la directiva de Juan Gualberto Gómez(1854-1933),y que constituyo un poderoso baluarte ,que lucho denodadamente frente al prejuicio racial, por la superación cultural, económica, social y política de los negros, en favor de la unión de todos los cubanos y por la libertad de Cuba. Esta aglutino en su seno a las sociedades de socorros, cabildos y gremios de color en una sola forma de asociación

Otro elemento aglutinador lo constituyo la creación del Club Atenas el 21 de septiembre de 1917,en el domicilio del Sr. Industrial General Lauza, sito en la calle Escobar No. 78, siendo la sociedad para personas de la raza negra mas clasista, exclusiva y aristocrática de todas las instituciones de este tipo en Cuba, teniendo, según su reglamento ,como fines elevar el nivel cultural y el refinamiento, así como hacer énfasis en la importancia del matrimonio, el cual era considerado como la base esencial de la familia. Vale la pena señalar que esta institución poseía una revista llamada Atenas[6]en la cual colaboraron varias mujeres de la zona habanera e intelectuales de renombre de la época

Estas sociedades en el transcurso de su desarrollo fueron pasando por diversos procesos de organización, cambiando muchos de sus objetivos a través de los años, pasando de religiosas a laicas, de patrióticas a cívicas y sin dejar de hacer patentes en todos los procesos el de la unión y ayuda ante una sociedad que mantenía gran división entre las clases sociales.

Ya a partir del triunfo revolucionario cubano, el sistema gubernamental se encamino a crear el bienestar de todos los ciudadanos del país, considerando que estas sociedades constituían una forma de segregación racial. Se decide eliminarlas paulatinamente, creando a su vez los llamados círculos sociales, dónde tanto los negros como los blancos podían disfrutar del esparcimiento, sin temor a ser marginados por el color de su piel.

Capitulo 2:

Sociedad Nuestra Señora de los Dolores (1881-1911)

La población negra de San José de las Lajas se veía inmersa en todo un proceso sociocultural a nivel nacional pues, en varios poblados del país ,el llamado elemento de color comenzaba a aglutinarse en sociedades ,que al igual que las pertenecientes a los blancos ,serian regidas por un reglamento y servirían a los intereses de la raza, logrando afianzar los lazos fraternales y hacer más llevadera la opresión a que estaban sometidos; creando a su vez un mecanismo de ayuda mutua tanto en la salud como en el desarrollo socio cultural.

2.1 fundación y desarrollo

Basándose en la experiencia adquirida por algunas sociedades del cercano poblado de San Julián de los Güines, así como por otras instituciones de la Capital, los pardos y morenos del territorio lajero deciden fundar una sociedad de instrucción recreo y ayuda mutua, comenzando de esta manera a fraguar ideas acerca de sus alcances y objetivos reales.

Toda sociedad para poder funcionar como tal debía dirigir una carta acompañada de un proyecto de reglamento ,al Gobierno Civil de la Provincia quien lo elevaba posteriormente a la Secretaría del Gobierno General de la Isla, único facultado para otorgarles el permiso; dichos documentos debían ser muy explícitos en cuanto a objetivos, fines, cuerpo directivo, denominación racial, entre otros.

Este expediente fue entregado a la Junta General de Beneficencia de la Isla de Cuba, el 29 de noviembre de 1881 y fue promovido a instancias del pardo Francisco Lorite y otros vecinos de San José de las Lajas solicitando autorización para constituir una Sociedad de Socorros Mutuos, bajo el amparo de la Santísima Virgen de los Dolores, la cual constituida en fecha del 12 de diciembre del mismo año. [7]Pero no es hasta Abril de 1882 que se funda oficialmente bajo la denominación de "Nuestra Señora de los Dolores". Acogiendo a los pardos y morenos del territorio lajero.

Comprendía entre sus objetivos fundamentales la protección monetaria en caso de enfermedades; asistencia médica; medicamentos; funerales, y préstamo de dinero en casos que así lo meritasen, dándole a esta institución su carácter de ayuda mutua y socorro.

Su primera junta directiva estaría compuesta por el Sr José María Hernández como presidente, el Sr Francisco Lorite como tesorero y el Sr Fermín Hernández como su contador; teniendo en su creación un saldo en caja de 248 pesos, por concepto de 5.00 pesos donados por el cuerpo de bomberos, 54 cuotas sociales a 1.50 pesos, y 54 cuotas de admisión a razón de 3.00 pesos. Ascendiendo su membrecía a 54 miembros fundadores. [8]Y radicando en un local situado en la calle Concepción No 10(Martí) (actual calle 64).

La Sociedad Dolores, como seria conocida a lo largo de su vida útil, conlleva al planteamiento de una hipótesis acerca de su posible origen, ubicándola en algún antiguo cabildo, pues si se analizan algunas de sus características ,tomando para ello como referente el registro histórico de la época, se puede constatar su carácter religioso: pues dentro de sus actividades se contemplaban la realización de procesiones, el uso de estandartes e insignias alegóricas del cristianismo, así como el contraste entre el origen de su nombre eminentemente católico en comparación con el de otras instituciones con carácter laico . Otro dato que corrobora lo antedicho lo demuestra el hecho de que a lo largo de la investigación realizada en el libro de actas de la sociedad [9]se encontró, reiteradamente, el uso de calificativos como Cófrade, Mayordomo, Procurador entre otros que refieren la posible fundación de un cabildo o cofradía de negros.

Dicha sociedad realizaba festividades de carácter religioso como las procesiones del Viernes de Pasión, viernes anterior al viernes santo, día de la celebración de los Siete Dolores de la Virgen María, que bajo la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, y las correspondientes a la festividad de San José (19 de marzo), santo patrono del pueblo; éstas marchas iban precedidas por un estandarte, una imagen católica de busto y el uso de cuatro báculos uno para cada ejecutivo, los miembros seguían la procesión utilizando varios faroles a la usanza de la época. La imagen católica partía desde el local social de la institución hasta la parroquia de la villa, morando en la misma hasta la víspera de la festividad; participando, sus asociados, al día siguiente, de los santos oficios.

Se puede constatar que la compra o construcción de los útiles o activos usados por la sociedad en sus actividades fue lográndose paulatinamente; pues en este periodo la membrecía no ascendía a más de cien miembros, entre fundadores y numerarios; de estos bienes solo se pudo rescatar el primer estandarte utilizado en sus desfiles. Este pendón constituye la pieza más significativa de esta sociedad, siendo elaborada en el año 1884 por los socios fundadores, llegando a ascender su costo hasta los 210.50 pesos según consta en actas.[10]

A continuación se presenta una tabla sobre los elementos del estandarte de la sociedad:

Listado de útiles adquiridos por la sociedad de Nuestra Señora de los Dolores para la confección del estandarte

Fecha

Concepto

No recibo

Precio devengado

Marzo/1883

3 bolas u orbes

5

$ 13.50

" "

6 varas de cordón borlas

5

$ 25.00

" "

41/2 varas cordón oro fino

5

$ 11.25

" "

13/4 varas flecos oro fino

42

$7.00

" "

Cordoncillo de oro fino

3

$ 8.00

" "

Porta estandarte

6

$ 40.00

Abril/1883

Varios no consignados

9

$ 42.30

Junio/1883

2 vidrios para la urna

28

$ 12.00

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Urna

29

$ 17.00

" "

Presente donado a Bordadora

32

$ 34.00

total

$ 210.50

Fuente: Libro de tesorería, Sociedad "Ntra. Sra. de los Dolores", fondo patrimonial, sección documentos, Museo municipal "Arturo Echezarreta Ruiz".

El estandarte consiste en una pieza rectangular negra terminada en dos puntas o farpas rodeado a su vez por una orla o cenefa de cinta amarilla dorada colgando de la parte inferior de las puntas ,estas poseen flecos de hilos de oro y colgando del ángulo interior de las mismas, una borla de cordoncillo trenzado y desflecado. En el centro del rectángulo se haya pintado al óleo el rostro de Nuestra Señora de los Dolores en actitud de oración y con una espada sobre el corazón, cómo es usual en este tipo de representación mariana, rodeado de la tradicional mandorla ovalada, elaborada con dos cordoncillos y rematada en sus puntas por un detalle tejido en forma de cadeneta y relleno de tejido de algodón amarillo. En la parte inferior central del estandarte y bajo la mandorla se halla un bordado liso de realce, realizado con hilos de oro y lentejuelas plateadas, representando un lazo del que sobresalen seis espigas de trigo; a ambos lados partiendo del lazo y de forma ascendente sobresale un tema vegetal consistente en un tallo ondulante del que nacen diferentes hojas carnosas, flores de jazmín, trébol y azucenas de las que salen seis espigas de trigo rematadas con lentejuelas doradas. Entre las cuatro esquinas o enjutas que quedan libres, entre la mandorla y el recuadro de la cenefa ,rodeando todo el tema central, partiendo de izquierda a derecha y de extremo a extremo del detalle inferior, se ven bordadas en oro las letras que componen el nombre de la sociedad, encima se puede leer "Ntra. Sra. de los Dolores" y en la parte inferior de todo el bordado, con las mismas letras se lee "Socorros Mutuos". Desde ambas puntas superiores cuelgan a su lado sendos cordones de tres hilos, dos negros gruesos, serpenteados por uno dorado más fino rematados a su vez por una borla igual a la ubicada en el ángulo inferior.

Todo el estandarte está trabajado sobre tela de paño y los bordados están hechos con hilos de oro; los macizados son a punto de cadeneta y los detalles se perfilan con cordoncillo. El mismo se encuentra pendiente de un porta estandarte compuesto por una varilla transversal de madera de pino rematada en sus puntas por un orbe de bronce; cabe notar que todo el trabajo de bordado estuvo acometido por la Sra. Matilde Díaz de Navea[11]a la que en premio a su gran trabajo le serian donados 34 pesos del Cuño Español.[12].Encontrándose actualmente en la antigua casa del Sr Alejandro Cardonell, quien fuera presidente de la misma en el año 1903, sito en calle 82 No 6305 e/ 63 y 65; en poder de su nieta María Amelia Reyes Cardonell, Conservándose en su urna original, y siendo custodiado con celo como un legado familiar de gran valor[13]

En relación a la imagen de Nuestra Sra. de los Dolores , icono que según referentes bibliográficos de la época ,precedía las procesiones realizadas por esta institución, se fue perdiendo paulatinamente su ubicación .Conociéndose en la actualidad solamente el hecho de que constituyó la primera pieza adquirida por la sociedad y que en octubre de 1882[14]fue sometida a una pequeña restauración consistente en la aplicación de una fina capa de barniz, no siendo posible establecer su ubicación real en la actualidad, aunque varios investigadores especulan sobre una posible donación a la parroquia local en un periodo anterior a 1892, ya que en inventario realizado por la sociedad en este año no se hace mención alguna a la tenencia de una imagen católica .

La institución a pesar de tener establecido su reglamento desde 1881, instaura el 15 de julio de 1888, un nuevo reglamento derogando al anterior, con el fin de renovar su licencia de funcionamiento como Sociedad de Socorros, Ayuda Mutua, Instrucción y Recreo[15]El nuevo estatuto en su capítulo noveno plasmaba como quedaría establecida la junta directiva en lo adelante, estableciéndose nueve categorías a saber: presidente, vice-presidente, director, secretario, vice-secretario, contador depositario,vice-contador,seis vocales propietarios y cuatro vocales suplentes, quedando elegido como presidente de ese año el Sr Teodoro de la Rosa y como secretario el señor José Borroto.

Para pertenecer a la junta directiva era requisito indispensable saber leer y escribir, haber sido miembro desde al menos seis meses antes de la candidatura y ser poseedor de una moral intachable; por otra parte para lograr pertenecer a la sociedad era imprescindible poseer un buen estado de salud ,el cual era confirmado mediante la realización de un chequeo médico previo, realizado por algún facultativo designado por la directiva para tal efecto; una vez comprobado este acto, el nuevo candidato era presentado a la junta administrativa por dos miembros activos, la cual sometía a valoración de otro comité creado al efecto la posible admisión del candidato ,estando en sus manos el aceptar o denegar la entrada del mismo a sus filas.

Una vez admitida la afiliación, el candidato abonaría la suma de tres pesos plata como derecho de admisión y una mensualidad de un peso cincuenta en plata por adelantado. Podían beneficiarse los hijos de los miembros que comprendieran una edad entre los 7 y hasta los 20 años, así como,esposa,padres y hermanos comprendidos entre 20 y 50 años de edad, a los que una vez admitidos se les dispensaba el pago de la cuota de admisión.

En cuanto a los miembros en general se clasificaban en Socios Fundadores a aquellos que habían fundado la sociedad y formaban parte de la junta directiva; Socios de Numero a aquellos que se inscribían con posterioridad, Socios de Merito a los que realizaban alguna labor relevante en beneficio de la sociedad y los Socios Benefactores que no eran más que aquellos blancos o negros que ayudaban a sostener la institución mediante donativos.

El periodo comprendido desde su fundación hasta el año 1888 constituiría una etapa de fomento y establecimiento de la misma. Según datos de la junta celebrada por la Sociedad Dolores el 3 de agosto de 1890, quedaban establecidos: 67 miembros numerarios y 4 miembros honorarios, se recaudaron de enero a junio: 638 pesos, 60 centavos; gastando 593 pesos ,85 centavos; quedando en caja 904 pesos ,80 centavos y pendientes de cobro solamente 95 pesos.

La membrecía iba en aumento vertiginoso, contando para el año 1891, con 111 miembros activos y 8 miembros honorarios.

El día 22 de marzo del propio año se recibe por parte del Comité Central de Sociedades de Color una correspondencia en forma de manifiesto exhortando a participar en una junta extraordinaria a celebrarse los días 23,24 y 25 de julio del corriente, con el objetivo de crear el directorio central de las sociedades de color. Se acordó crear una comisión que estaría a cargo de elegir los que asistirían a una junta magna celebrada por dicho comité. Los miembros escogidos fueron: los señores Agripino de la Rosa, Teodoro de la Rosa y José Borroto. Lográndose la participación de los mismos en dicho evento, que culminaría con la creación del Directorio Central de las Sociedades de Color bajo la directiva de Juan Gualberto Gómez (1854-1933),quien ostentaba desde el día 15 de junio del mismo, el cargo de socio de honor y presidente honorario de la sociedad Nuestra Señora de los Dolores; dicho directorio se dedicaría desde entonces a aglutinar a las sociedades de pardos y morenos bajo una única institución que los rigiera y defendiera ante cualquier eventualidad; tratando de unificar, paulatinamente, al llamado elemento de color .

En 1892 se toma el acuerdo de dispensar la cuota de entrada de los candidatos para incrementar de este modo la membrecía que en este momento se hallaba muy limitada, también para tal efecto se produjo un canje de los fondos existentes en billetes del banco por plata al 249 por ciento, para de este modo tratar de mantener el funcionamiento de la institución. [16]

En cuanto a la integración de la mujer en la Sociedad, estaba establecido que las señoras podían pertenecer a la asociación, pero solo poseían voz, no la capacidad del voto, aunque gozaban de los mismos privilegios que los socios hombres; no es hasta el 23 de julio de 1893, que en junta administrativa, celebrada por la sociedad, que la socia Cecilia Pau hace una moción para la formación de un Comité de Damas, con el fin de ayudar al adelanto de la Sociedad y del colegio. Y solicita apoyo para la creación de un aula para niñas, solicitando el cargo de maestra de la mismas .En correspondencia a su propuesta se nombró al socio Federico Valdés como delegado para la formación de dicho comité, el que quedó establecido el día 31 de julio del mismo año. Se aprobó un reglamento al respecto y se contó con una directiva de señoras elegidas por la junta administrativa, la cual nombró una presidenta, quien a su vez, designó una secretaria y todos los miembros que ella entendiese. La admisión sería posible por un arreglo al artículo nueve del reglamento oficial. Fijándose una cuota de un peso plata. Facilitándose a todo lo largo del mes de agosto un incremento considerable de la membrecía femenina.

El 16 agosto de 1895 siendo presidente el señor José Borroto y tesorero el señor Teodoro de la Rosa, estalla en toda Cuba la guerra, por lo que la directiva de "Nuestra Señora de los Dolores" decide cerrar la sociedad hasta nuevo aviso, procediendo a repartir los muebles y útiles de la misma entre los miembros que podían conservarlos hasta la culminación de la contienda. Los miembros designados para ello serian: Teodoro de la Rosa, Antonio Borroto, Eleuterio de la Rosa, Leocadio Llorente, José Borroto, Manuel Vidal y Juan Arencibia. La caja fue cerrada con la suma de 85 pesos, 55 centavos, quedando los fondos en poder del tesorero.

El día 30 de julio de 1899, tras la culminación de la guerra independentista (1895 – 1898), se procede a la reorganización de la Sociedad, dando cuenta el tesorero del dinero que había en la caja en el momento de su cierre, y constando en esta fecha con la siguiente junta directiva:

Presidente: Aurelio Borroto.

Director: Adriano Hernández.

Tesorero: Teodoro de la Rosa.

Vicetesorero: Fermín Hernández.

Secretario: Indalecio Marín.

Vicesecretario: Bernardino Borroto.

Vocales: Alejandro Cardonell, Victoriano Rocabruno, Flores Puentes, Víctor Reyes, Aurelino O"Farril, Sebastián Urrutia y Juan de Dios Salgado.

En esta ocasión las cuotas de admisión serian bajadas a 25 centavos por admisión y 40 centavos por las mensualidades. Contando para su funcionamiento con un local rentado en Independencia No 72 (actual avenida 47), propiedad del Señor Garabito Esboces, sesionando en la misma hasta abril de 1900 ,en que traslada su local social para la casa propiedad del Señor Pedro Gil, en Independencia No 17[17]En noviembre del mismo año la sociedad, respondiendo a una propuesta hecha por el señor Teodoro de la Rosa en junta administrativa, adquiere una bandera cubana, la que fuera obtenida por compra al señor Ignacio Ravelo por el módico precio de un peso plata del Cuño Español, presidiendo desde ese momento todas las sesiones. Aquí se declaró el pleno carácter laico de la institución.[18]

El año 1901, sería muy importante en la vida de esta sociedad que, hasta la fecha, había estado funcionando en los salones alquilados de la vivienda del señor Pedro Gil, el que hubo de subir los precios del alquiler a diez pesos mensuales. Esta situación provocó que se tomaran dos acuerdos el primero de estos seria hacer un aumento en el cobro mensual de los miembros, para poder pagar la renta del inmueble. Anteriormente se pagaban 25 centavos por admisión y 40 centavos de mensualidad, ascendiendo ahora la cuota de admisión a 60 pesos plata del Cuño Español [19]El segundo consistió en realizar las juntas con un carácter quincenal Esto ocurrió siendo presidente el Sr Adriano Hernández.

Bajo la presidencia del Sr Fermín Hernández, se recibe una invitación de la sociedad "La Fraternidad" a la directiva de la Sociedad Dolores, para que asista con su estandarte a la procesión que se efectuaría el día 24 de febrero de 1902, en conmemoración al Grito de Baire en San José de las Lajas, Por lo que en respuesta se toma el acuerdo de elaborar un nuevo estandarte, sustituyendo el fondo negro por uno amarillo, y la imagen de la virgen por una cruz de sanidad morada en el centro, supuesto que el que poseía no era el apropiado para una procesión cívica; dicho estandarte fue costeado del fondo de la sociedad y elaborado por una comisión formada por los Sres. Adriano Hernández y Teodoro de la Rosa, costando el género y las puntas utilizadas para su confección 2 .03 pesos [20]

Otro acuerdo tomado en este año sería el de enviarle una carta de felicitación al primer presidente electo de la república Don Tomás Estrada Palma(1835-1906), saludándole en nombre de la sociedad, carta que fue respondida por el mismo en fecha de 15 de junio de 1902, dando repetidas gracias por haber tenido a bien enviarle una felicitación.

Transcurría el año 1905 y el señor Pedro Gil aumenta nuevamente el precio de su local a quince pesos, lo que conlleva a tomar medidas rápidamente creándose una comisión integrada por los Sres. Alejandro Cardonell, Rocabruno y el Sr Marrero para ventilar la posibilidad de mudanza, llevándose a cabo esta, hacia los predios de Independencia esquina a Laguna (Actual ave 47 esq. a 48) local que poseía además una cantina que sería atendida por su conserje y reportaría ganancias a la sociedad, además el dueño del local solo exigía un alquiler de dos centenes. Es en este local donde funcionaria hasta su disolución.

2. 2 Educación, cultura y patriotismo dentro de la sociedad

Dentro de los objetivos de la sociedad se hallaba el de elevar el nivel educacional de sus miembros por lo que el día 11 de mayo de 1882 recién fundada la sociedad se efectuó un baile con la finalidad de coadyuvar a la creación de una escuela pública para niñas y recaudar fondos para la compra de los enseres necesarios para el buen funcionamiento de la misma, esta escuela impartiría clases de primera enseñanza a las niñas, y posteriormente iría extendiendo sus enseñanzas a los demás miembros que quisieran realzar su nivel educacional .

Ya en el periódico autonomista "La Fraternidad", de fecha 7 de julio de 1884, se les informaba a los padres de familia, socios de Ntra. Sra. de los Dolores, que en sesión celebrada el lunes 28 de junio había sido nombrado profesor de la escuela, el Sr Don Enrique Córdova y Lebrija, comenzando a impartir clases de instrucción primaria elemental, al módico precio de un peso mensual y en el horario comprendido de 7 a 9 de la noche.

Ya en 1890 se acuerda por la directiva establecer clases de primera enseñanza, de día para los hijos de los asociados y de noche para los socios adultos.[21] Se estableció una escuela gratuita para los hijos de los socios y quedo prorrogado el contrato de inquilinato del local que le servía de sede.

El 11 de mayo de 1892 se nombra al señor Gil Arambarri como maestro. Asignándosele para ello un sueldo de 50 pesos en billetes del Banco Español y una donación, para que pudiese trasladarse desde la capital hasta San José de las Lajas; Él 17 de ese mismo mes, se toma el acuerdo de celebrar otro baile esta vez con la finalidad de adquirir fondos que serian utilizados en la adquisición de enseres necesarios para el mejor funcionamiento de la escuela; dicho baile tendría lugar el 28 de mayo del mismo año, siendo amenizado, por los maestros de música y miembros de la sociedad, los señores Fermín Hernández, Bernardino Borroto y José Borroto, recaudándose como resultado del mismo 70 pesos billetes del cuño español; una vez retirados los gastos propios de la festividad quedarían 46 pesos destinados a la adquisición de los útiles, este fondo se incremento además con la contribución monetaria de varios miembros y pueblo en general.

Las cuotas de admisión a la sociedad eran de tres pesos plata desde su creación y a partir de agosto de 1892 y en lo adelante serian de 1.50 más un gravamen de 10 centavos que serian utilizados para el sostenimiento de la enseñanza,[22].quedando establecida, desde el día 1 de septiembre, una escuela de niñas bajo la dirección de la Srta. Amelia Capote Iturbe, primera maestra negra graduada del municipio. Quien pidió los salones de la sociedad para impartir clases de primera enseñanza a las niñas, contando para ello con la ayuda de los maestros: Arturo R. Díaz, Gil Arambarri, Cecilia Pau y Enrique Córdova Lebrija.

Ya en la Sociedad Dolores se venían fraguando sentimientos de patriotismo, surgiendo de entre sus filas un grupo de cubanos desafectos al colonialismo español. Dada esta situación, la metrópoli considero que esta sociedad, al igual que otras, fuese de condición conspirativa y en consecuencia fuese observada desde entonces con recelo. Esto se vio propiciado por el hecho de la visita, el 11 de septiembre de 1892, a una velada literaria de la sociedad del patriota Juan Gualberto Gómez, velada que termino con un baile sin otra consecuencia.

El 1 de octubre del año 1892 se celebró, en el nuevo local de la Sociedad, ,ubicado en San Roque, esquina a San Mariano (General Aguirre, esquina a Invasión ;actual calle 74 ,esquina a 70) ,una velada patriótica donde hicieron uso de la palabra ,los señores Medín Arango, León Quesada y Juan Gualberto Gómez[23]En esta época la Sociedad dejó su carácter religioso para ir transitando paulatinamente a otro de tipo laico .Esto traería como consecuencia la incorporación de los miembros de esta institución a la política del momento.

Esta situación ocurrió siendo presidente el señor Juan Arencibia, que sería relevado de su cargo, tras renuncia, el 28 de agosto, por el señor Fermín Hernández. [24]

La educación dentro de la sociedad sufriría un gran revés pues, En septiembre de 1894 ocurrió en el municipio una epidemia de difteria, que causó entre otros desastres, el cierre provisional de la enseñanza hasta que el 31 de diciembre, se acuerda cerrar definitivamente el colegio y pasando entonces la cuota del real que se cobraba por su servicios, para el alquiler de la casa donde sesionaba la asociación, dicho inmueble era propiedad del señor Villageliú, [25]quien obtenía un pago mensual de 50 centavos por concepto de arrendamiento

Las veladas patrióticas constituyeron un elemento común de la sociedad en esta época ., Dadas a conocer por la prensa local, ponían de manifiesto los sentimientos patrios de sus asociados, muestra de ello sería la celebrada el 10 de junio de 1894 en el teatro de la sociedad, a beneficio de la hija del ilustre José Antonio Saco y de algunas instituciones locales, entre las que se contaban los colegios de la localidad, nuevamente participaría como invitado de honor el insigne patriota Juan Gualberto Gómez, esta vez con el objetivo de recaudar fondos entre las sociedades de color para la creación de un monumento en honor al poeta Gabriel de la Concepción Valdés "Plácido"(1809-1844), en conmemoración del 50 aniversario de su fusilamiento(27 de junio de 1844), quedando la Sociedad Dolores entre las que apoyara este loable suceso con una mayor contribución monetaria..

Juan Gualberto Gómez llego a San José de las Lajas precedido de una gran cabalgata, en esta ocasión los miembros de la sociedad portaban estandartes con lemas alegóricos, siendo recibido, Gualba, a la entrada del pueblo con gran algarabía. Posteriormente, siendo pasadas las 8 de la noche, se celebró un banquete, pronunciándose en el mismo enérgicos discursos, que expresaban las aspiraciones de librar a Cuba de la opresión a la que estaba sometida[26]

La prensa local anunció en sus páginas la realización de otra velada política, esta vez el día 15 de julio del mismo año, contando en dicha ocasión con la participación de personalidades importantes de la época como: Alfredo Zayas, Morúa Delgado, Dolz y del lajero Dr. Cándido Menció; a pesar de los esfuerzos realizados para lograr el buen desenvolvimiento de esta actividad, hubo de ser cancelada hasta nuevo aviso debido a las inclemencias del tiempo[27]

Juan Gualberto Gómez, cumpliendo los objetivos del Partido Revolucionario Cubano, bajo la orientación de José Martí, incita al pueblo a la guerra necesaria contra el colonialismo español. Algunos valiosos miembros de la Sociedad Dolores entraron en la contienda. A continuación se presenta una lista, mediante tabla, de los que, por investigación, se ha podido comprobar, que participaron en la misma.

Miembros de la Sociedad Nuestra Señora de los Dolores que participaron en la Guerra de 1895

Partes: 1, 2
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