Las troponinas cardiacas (cTn) son proteínas que forman parte de los mecanismos de regulación de la contracción del músculo cardiaco, están presentes en las fibras miocárdicas. Las isoformas cardiacas específicas son: Troponina T cardiaca (cTnT) y Troponina I cardiaca (cTnI), que pueden ser medidas en el Laboratorio utilizando sistemas inmunoenzimáticos. La cTnT fue descrita en 1989 y la cTnI en 1992, y en la actualidad son consideradas el estándar de oro dentro de los marcadores bioquímicos para el diagnóstico del daño miocárdico, arrebatándole el título a la CK-MB la cuál no tiene un papel pronóstico para los pacientes con síndrome agudo coronario. La cTnT aparece en el plasma en casos de isquemia o muerte tisular, con una especificidad del 98% para el infarto agudo al miocardio; es un marcador temprano, que refleja datos sobre la extensión y evolución del mismo, también se utiliza en el diagnóstico de microinfartos en pacientes con angina inestable y en la monitorización de la fibrinolisis. (1, 2)
DESARROLLO
BIOQUÍMICA DEL MÚSCULO ESTRIADO
El tejido muscular es el responsable de los movimientos del organismo. Se caracteriza por presentar agregados de células especializadas alargadas y dispuestas en forma paralela, cuya principal función es la contracción. Con la contracción celular se asocian dos tipos de filamentos: finos (6-8 nm de diámetro), compuestos principalmente por actina y gruesos (aproximadamente 15 nm de diámetro), compuestos principalmente por miosina.
El músculo se clasifica según el aspecto de las células contráctiles en: Músculo estriado y Músculo liso. A su vez el tejido muscular estriado, se subdivide según su localización en músculo esquelético (unido al hueso), músculo estriado visceral (tejidos blandos) y músculo cardiaco (corazón).
En el músculo estriado cada célula muscular (fibra muscular), forma un sincicio multinucleado; por fusión de pequeñas células musculares individuales, los mioblastos, durante el desarrollo. Los núcleos de la fibra muscular se localizan inmediátamente por debajo de la membrana plasmática o sarcolema.
El tejido conectivo que rodea cada una de las fibras musculares y a los haces de fibras, es esencial para la transducción de fuerzas. El endomisio es una delicada capa de fibras reticulares que rodea a cada fibra muscular, el perimisio es una capa gruesa de tejido conectivo que rodea a un grupo de fibras formando un haz o fascículo y el epimisio que es la vaina de tejido conectivo que rodea el conjunto de fascículos que forman el músculo. (3)
Las fibras de músculo se clasifican en rojas, blancas e intermedias de acuerdo a su diámetro, contenido de mioglobina, citocromos y mitocondrias.
Las fibras rojas son de diámetro pequeño y contienen gran cantidad de mioglobina y de citocromos y numerosas mitocondrias, que se disponen en filas entre las miofibrillas y en acúmulos por debajo del sarcolema; estas se contraen más lentamente. Las fibras blancas son de diámetro mayor, poseen menor cantidad de mioglobina, citocromos y mitocondrias que se disponen de preferencia, entre las miofibrillas, a nivel de la banda I, estas se contraen rápidamente. Las fibras intermedias tienen tamaño mediano y contienen pigmentos y mitocondrias en cantidad intermedia entre fibras rojas y blancas. (3, 4)
La subunidad estructural y funcional de la fibra muscular es la miofibrilla. Las fibras musculares están formadas por estas subunidades, dispuestas en forma longitudinal. Las miofibrillas se componen de haces de miofilamentos que son polímeros filamentosos individuales de miosina (filamentos gruesos) y de actina y sus proteínas asociadas: tropomiosina y troponina (filamentos finos). Son los elementos contráctiles del músculo estriado. Los haces de miofilamentos que componen la miofibrilla están rodeados por retículo endoplásmico liso, denominado retículo sarcoplasmático, alineado en forma precisa con respecto al patrón de bandeo de las miofibrillas.
Las estriaciones transversales son la principal característica histológica del músculo estriado, que se evidencian como bandas claras y obscuras alternas que se denominan banda A, banda I y línea Z (zona densa que divide en dos a la banda I). Existen además una zona H (que divide en dos a la banda A) y la línea M que se puede ver a la mitad de la banda H. En la zona de unión de la banda A con la banda I el retículo sarcoplásmico se expande para formar las cisternas terminales. Las dos cisternas terminales paralelas se asocian estrechamente a un tubo transverso (T), formando un complejo denominado triada. La contracción de una fibra muscular requiere de la contracción simultánea de todas sus miofibrillas. La forma y distribución del sistema T permite que la onda de despolarización, responsable de la contracción muscular, se distribuya rápidamente desde la superficie celular hacia el interior del citoplasma alcanzando a cada miofibrilla.
El sarcómero es la unidad estructural y funcional de las células musculares estriadas. El análisis de la estructura y composición del sarcómero, permite entender el mecanismo de contracción de las fibras musculares estriadas, basado en el deslizamiento de los miofilamentos gruesos sobre los miofilamentos finos. Los filamentos gruesos formados principalmente por miosina se localizan a lo largo de la banda A y los filamentos finos corresponden a microfilamentos de F-actina; estos se anclan en la línea Z, luego cursan a lo largo de la banda I y penetran en la banda A, donde corren paralelos a los filamentos gruesos, terminando a nivel de la banda H que contiene solo filamentos gruesos. En la banda A se observan puentes que se extienden desde los filamentos gruesos hacia los finos y que corresponden a las cabezas de las moléculas de miosina. A nivel de la línea M cada filamento grueso se asocia a 6 filamentos finos adyacentes, a través de puentes proteicos dispuestos radialmente.
Durante el proceso de contracción los filamentos finos de los sarcómeros adyacentes son empujados hacia el centro de la banda A, lo que produce el acortamiento del sarcómero. Como consecuencia de este proceso, se oblitera la banda H y disminuye la longitud de la banda I, sin que se modifique la longitud de la banda A. El grado de traslapamiento entre los filamentos gruesos y finos explica este fenómeno. (3,4)
ESTRUCTURA MOLECULAR DE LOS MIOFILAMENTOS Y SUS INTERACCIONES
Estructura molecular de los miofilamentos gruesos
La miosina constituye la principal proteína del filamento grueso. La molécula de miosina está formada por 2 cadenas polipeptídicas de 220 KD cada una (cadenas pesadas) y por 4 polipéptidos de 20 KD cada uno (cadenas livianas). Está organizada en tres dominios estructuralmente y funcionalmente distintos: cabeza, cuello y cola. En el extremo amino terminal las dos cadenas pesadas presentan una estructura globular, llamada cabeza, la que se continua en una zona con forma de bastón, de unos 150 nm de largo, cuya porción inicial corresponde al cuello de la molécula y el resto a la cola.
En el músculo estriado, cada filamento grueso es una estructura bipolar formada por la asociación antiparalela de alrededor de 300 a 400 moléculas de miosina. La región central del filamento está compuesta de un conjunto de colas dispuestas en forma traslapada y antiparalela. Los filamentos gruesos son simétricos a nivel de la región central y su polaridad se revierte a ambos lados de esta zona. Las cabezas protuyen del filamento en un ordenamiento helicoidal a intervalos de 14 nm.
En la molécula de miosina existen dos sitios que pueden experimentar cambios conformacionales: uno a nivel de la unión de la cabeza con la cola y otro a nivel del sitio en que el inicio de la cola se une al cuello de otras moléculas de miosina. Estas modificaciones se relacionan con las interacciones que establece la miosina con ATP y G-actina.
Los filamentos gruesos contienen otras proteínas, estas son proteína C (peso molecular de 140 KD) que se fija fuertemente a la cola de la miosina y está enrollada alrededor del filamento grueso a intervalos regulares. Puede servir para sujetar juntos a los filamentos del haz y la proteína de la línea M, que fija las moléculas de miosina de un filamento grueso a nivel de la línea M. (4,5)
Estructura molecular de los miofilamentos delgados
Estos están formados por actina, tropomiosina y troponinas, proteínas que se relacionan directamente con el proceso de acortamiento del sarcómero. (Fig.1) La actina es una proteína; en ausencia de sales adopta una forma globular (actina G), con un peso molecular de 47 KD, si se añade ATP forma dímeros y en presencia de KCl 0.1 M y ATP se polimeriza para dar fibras de actina F.
Fig. 1 Miofilamento delgado
http://escuela.med.puc.cl/paginas/Cursos/segundo/histologia/HistologiaWeb/paginas/mu31749.html
Los microfilamentos de actina están constituidos por dos hebras proteicas, que se enrollan para formar una estructura helicoidal doble. Cada hebra corresponde a un polímero de moléculas asimétricas de G actina, lo que otorga a los microfilamentos de actina una polaridad definida.
La tropomiosina ( peso molecular de 64 KD) está constituída por dos subunidades, con forma de bastón, de alrededor de 40 nm de longitud, son dos cadenas hélice idénticas, que se enrollan una con respecto a la otra para formar filamentos que corren a lo largo de ambos bordes del microfilamento de la F-actina.
La troponina es una gran proteína globular consiste de un complejo formado por tres subunidades, que se disponen en forma discontinua a lo largo del microfilamento. El complejo está formado por TnT, que se une fuertemente a la tropomiosina, TnC (18 KD) que une iones calcio y TnI (23 KD) que se une a la actina. En los filamentos finos cada molécula de tropomiosina recorre siete moléculas de G-actina y tiene un complejo de troponina unido a su superficie. (4,5)
Las 2 cadenas de actina F, compuesta cada una por monómeros de actina G, están enrolladas entre sí formando los filamentos delgados. (4,5)
El músculo cardiaco (Fig. 2) está formado por células musculares ramificadas, que poseen uno o dos núcleos y que se unen entre sí a través de discos intercalares. (Fig. 3)
Los discos intercalares son los sistemas de unión que asocian a las células musculares cardiacas para formar las fibras del miocardio, estas estructuras se encuentran en regiones de la membrana donde los extremos de dos células se enfrentan y se ubican en lugar de un disco Z. Los discos intercalares presentan una porción transversa, en la cual se ubican dos tipos de uniones intercelulares: la fascia adherens es un tipo de unión propia del corazón, su estructura es semejante a la de las zonas de adhesión de los epitelios. Estas estructuras anclan filamentos de actina a la membrana plasmática y también unen las membranas de células adyacentes; de esta manera se asocian el aparato contráctil de cada célula con el de la célula vecina y la mácula adherens corresponde a desmosomas típicos que se ubican en las porciones transversas y paralelas del disco, anclan filamentos intermedios de la fibra cardiaca y participan junto con la fascia adherens, en la adhesión de las membranas plasmáticas de células vecinas.
Las uniones de comunicación (nexos o gap junctions), corresponden a sitios que permiten el paso de iones y moléculas pequeñas desde el citoplasma de una célula a la célula vecina.
Fig. 2 Músculo cardiaco Fig. 3 Discos Intercalares
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A diferencia del músculo esquelético, las fibras musculares cardiacas corresponden a un conjunto de células cardiacas unidas entre sí en disposición lineal. Las células musculares cardiacas, tienen el núcleo ubicado al centro del citoplasma y presentan estriaciones transversales, similares a las del músculo esquelético. El retículo sarcoplásmico no es muy desarrollado y se distribuye irregularmente entre las miofibrillas, que no aparecen claramente separadas. Sin embargo, las mitocondrias que son muy numerosas, están distribuidas regularmente dividiendo a las células cardiacas en miofibrillas aparentes. Las células están rodeadas por una lámina externa, comparable a la lámina basal de los epitelios.
Estructuralmente, las miofibrillas del músculo cardiaco, son iguales a las del músculo esquelético. Los túbulos T del músculo cardiaco son de mayor diámetro que los del músculo esquelético y se ubican a nivel del disco Z. Los túbulos se asocian generalmente con una sola expansión de las cisternas del retículo sarcoplásmico. La característica del músculo cardiaco son las diadas, compuestas de un túbulo T y de una cisterna del retículo sarcoplásmico. (4)
El músculo cardiaco se contrae de forma involuntaria como el músculo liso. En el corazón existen unas fibras especializadas que producen potenciales de acción espontáneamente, a una frecuencia de 60 por minuto aproximadamente. Estos potenciales de acción se propagan a las demás fibras a través de conexiones eléctricas que comunican a todas las fibras del corazón. En el corazón existe inervación simpática que acelera la contracción y parasimpática que la vuelve lenta.
Los músculos transforman la energía química del ATP en fuerza o movimiento. En el músculo existen filamentos finos (formados por actina, troponina y tropomiosina) y filamentos gruesos (formados por miosina) que forman haces que se entrelazan entre sí. (Fig. 4)
Fig. 4 Filamentos finos y gruesos
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Cuando llega un potencial de acción por los axones de los nervios motores se libera el neurotransmisor acetilcolina en las sinapsis de estos axones con las fibras musculares. La acetilcolina se une a receptores, que producen un potencial de acción en la fibra muscular estimulando la liberación de calcio desde las cisternas del retículo sarcoplásmico. El calcio liberado se une a la troponina de los filamentos finos lo que modifica la posición de la tropomiosina que descubre la región de la actina en la que esta proteína se puede unir con la miosina. La miosina se une con la actina, y establece puentes entre los filamentos finos y gruesos haciendo que estos se deslicen entre sí, lo que produce acortamiento de la fibra muscular.(Fig.5) El calcio es rápidamente recaptado por las cisternas del retículo sarcoplásmico y la fibra muscular se relaja. (6)
Fig. 5 Mecanismo de la contracción en el músculo esquelético
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BASES MOLECULARES DE LA CONTRACCIÓN MUSCULAR
La cabeza de miosina que carece de un nucleótido unido, se encuentra estrechamente unida al filamento de actina. La unión de ATP a la cabeza de la miosina, reduce la afinidad de esta por la actina. La hidrólisis parcial del ATP (durante la cuál ADP + Pi permanecen unidos a la miosina), activa la cabeza de la miosina que experimenta un cambio conformacional y se desplaza respecto del filamento fino. La miosina activada hace contacto con una molécula de actina y se une a ella produciéndose liberación de Pi. Una vez unida a la actina, la miosina experimenta un nuevo cambio conformacional que se traduce en desplazamiento del filamento fino y en la liberación de ADP. De esta manera cada cabeza de miosina se desplaza hacia el extremo positivo del filamento fino adyacente. Mientras la concentración de calcio sea alta y exista ATP disponible, los ciclos de formación de puentes actina-miosina continúan y el sarcómero se contrae. En ausencia de ATP el complejo actina-miosina se estabiliza. (4)
La contracción muscular está regulada por variaciones en los niveles citosólicos de Ca++ , lo que afectan las interacciones entre las cabezas de miosina y los filamentos de actina a través de las dos proteínas accesorias asociadas a la actina en el filamente fino: tropomiosina y troponina.
En el músculo en reposo la concentración citosólica de Ca++ es de 10-7 M, la miosina no puede asociarse a la actina debido a que los sitios de unión para las cabezas de miosina en la G-actina, están bloqueados por la tropomiosina. Al aumentar las concentraciones citosólicas de Ca++ a 10-5 M, la subunidad TnC de la troponina une Ca++, produciéndose un cambio conformacional en la molécula de troponina y el desplazamiento de la molécula de tropomiosina hacia la parte más profunda de la hendidura de la hélice de la actina. Como resultado, los sitios en la G-actina, capaces de interactuar con las cabezas de la miosina quedan libres.
Las variaciones en las concentraciones de Ca++, se producen en respuesta a los estímulos nerviosos que inducen la contracción muscular y que actúan desencadenando la liberación de Ca++ desde el retículo sarcoplásmico hacia el citosol. (4)
PRUEBAS QUE SE UTILIZAN PARA DIAGNOSTICAR UN INFARTO AGUDO AL MIOCARDIO (IAM)
Electrocardiograma (ECG)
Es el primer auxiliar del que disponemos y aunque con limitaciones, es de indudable valor. Tomado aisladamente puede tener baja sensibilidad para IAM en las primeras horas, en el que puede no ser diagnóstico en el 50% de los casos. Es bueno recordar que este es el tiempo en el que por lo general se tienen que tomar decisiones, a pesar de no tener una seguridad mayor, que solo se basen en la clínica y en el trazado. También tomado aisladamente es el primero en diagnosticar IAM en las primeras tres horas, luego de las cuales es mayor la sensibilidad de las enzimas, y aún mayor si se combinan. (7)
El electrocardiograma (ECG) mide y registra la actividad eléctrica del corazón. Es el primer paso diagnóstico a realizar y ante la sospecha de un infarto, el paciente se monitoriza de forma continua con un ECG. Es útil tanto para determinar la gravedad del problema como para el tratamiento óptimo inmediato. También es muy importante el papel que desempeña en otras situaciones graves. La activación eléctrica secuencial del músculo cardiaco da lugar a las ondas P, QRS y T en el ECG. La onda P representa la despolarización auricular, el complejo QRS representa la despolarización ventricular, y la onda T, representa la repolarización ventricular. El patrón electrocardiográfico más importante y que determina el tratamiento en un infarto es el denominado "elevación del ST y onda Q".
La elevación del segmento ST indica que la arteria de una zona del miocardio está obstruida y el músculo cardíaco está sufriendo. En muchos pacientes, esto evoluciona a un infarto completo, lo que se denomina médicamente "infarto de miocardio con onda Q". La elevación del segmento ST (la fase entre la despolarización y repolarización ventricular) es un buen indicador para la realización de tratamientos agresivos (fármacos trombolíticos o angioplastia) para reabrir los vasos sanguíneos. En algunos casos, sin embargo, los pacientes con un ST elevado presentarán solo un "infarto de miocardio sin onda Q o infarto no Q", lo cual, generalmente, reviste menores consecuencias.
El segmento ST no elevado indica una obstrucción parcial de la arteria y ocurre en alrededor de la mitad de los pacientes con otros signos de enfermedad cardiaca. En estos casos, las pruebas de laboratorio son necesarias para determinar la extensión, si existe, de lesión cardiaca. En general, se pueden dar una de las tres situaciones siguientes:
Angina (los resultados de los análisis de sangre u otras pruebas no muestran graves alteraciones y el dolor en el pecho ser resuelve). La mayoría de los pacientes con angina pueden volver a casa.
Angina inestable (los análisis de sangre no muestran marcadores positivos de infarto pero el dolor en el pecho persiste). La angina inestable es potencialmente grave.
Infarto no Q (los análisis de sangre sugieren que se ha producido un infarto pero, en muchos casos, la lesión en las arterias es menos grave que en un infarto completo).
La angina inestable y el infarto no Q son dos formas de lo que se denomina conjuntamente Síndrome coronario agudo, porque se tratan de manera diferente que un infarto establecido. La depresión del segmento ST representa un problema potencial muy grave. (8)
Marcadores en sangre
Se trata de otro gran auxiliar para el diagnóstico de IAM en las primeras horas. Casi todas tienen gran sensibilidad y especificidad, pero también tienen limitaciones.
Cuando las células cardíacas se dañan, liberan diferentes enzimas y otras moléculas en el torrente sanguíneo. Los niveles elevados de estos marcadores de lesión cardiaca en sangre pueden ayudar a predecir el infarto en pacientes con dolor torácico importante. Algunos de estos factores incluyen a los siguientes:
Troponinas. Las llamadas Troponina I y troponina T se liberan cuando se lesiona el músculo cardíaco. Ambas son la mejor prueba diagnóstica que indica un infarto de miocardio. Troponina T: es un marcador específico del músculo cardíaco; es de fácil acceso a la información por el método rápido, pero para el diagnóstico de IAM tiene los mismos inconvenientes en cuanto a que no es un marcador más temprano. Contrariamente a otras enzimas ofrece información adicional que es útil a la hora de evaluar la repercusión del dolor torácico. Ajustando el umbral de dosificación (0,1 mg/ml) se puede detectar daño celular en pacientes con angina inestable, aún en aquellos que no sufrieron IAM, este dato es de singular importancia ya que permite descubrir el posible origen isquémico en pacientes con dolor torácico atípico. El otro gran aporte que hace este marcador es que es un excelente indicador pronóstico per se desde la primera dosificación, estratificando riesgos de eventos fatales a los 30 días.
Creatin quinasa (CK-MB). La CK-MB ha sido el marcador estandar, pero no el más preciso ya que sus niveles elevados pueden aparecer en personas sin daño cardíaco. Ciertas formas de CK-MB puede mejorar la especificidad de esta prueba en la lesión cardiaca.
Mioglobina. La mioglobina es una proteína que se encuentra en el músculo cardíaco. Se libera precozmente en el corazón dañado y puede ser útil en combinación con las CK-MB y las troponinas.
Fibrinógeno. El fibrinógeno es una proteína involucrada en la coagulación sanguínea.
Proteína C reactiva. La proteína C reactiva es un producto del proceso inflamatorio. Los marcadores que muestran una respuesta inflamatoria intensa en pacientes con angina inestable pueden ser importantes indicadores para realizar un tratamiento agresivo. (7,8)
Angiografía
La angiografía es una prueba invasiva que puede realizarse en los pacientes que tienen una angina muy incapacitante y que no responde a tratamiento médico.
Se inserta un tubo muy estrecho en una arteria, normalmente en la pierna o el brazo, y el tubo se desliza hasta las arterias coronarias.
Se inyecta una sustancia de contraste en un tubo y una radiografía registra su recorrido por las arterias.
Este proceso ofrece un mapa de la circulación coronaria, lo que revela cualquier área obstruida.
De gran importancia es un estudio que indicó que las mujeres con dolor torácico pueden tener angiogramas normales pero continuar teniendo evidencia de enfermedad coronaria si se realizaban otras pruebas.
Técnicas de imagen
Ecocardiograma. Los ecocardiogramas son útiles en los pacientes con sospecha de infarto de miocardio; es particularmente importante en el diagnóstico de la lesión del músculo cardíaco y la insuficiencia cardiaca congestiva.
Resonancia magnética. Las mejoras de software informático de técnicas de resonancia magnética, que no es radiactiva, hacen que esta prueba actualmente nos facilite información muy fiable sobre el flujo de sangre arterial, incluyendo aquellos vasos sanguíneos tan pequeños que no se pueden detectar mediante la angiografía. (8)
MARCADORES BIOQUÍMICOS DE DAÑO MIOCÁRDICO
Historia de los marcadores de daño miocárdico: GOT/AST primera vez descrito en 1954; CK en los 60’s; mioglobina y LDH en los 70’s; a principios de los 80’s CK-MB. Características de un marcador ideal: 1. tener suficiente especificidad como para permitir un diagnóstico de daño miocárdico aún con la coexistencia de daño muscular; 2. ser altamente sensible como para detectar un daño miocárdico intermedio; 3. ser liberado rápidamente del miocardio dañado; 4. aparecer en cantidades proporcionales a la extensión del daño; 5. permanecer en el plasma durante horas, para dejar una ventana diagnóstica; 6. ser fácil de medir técnicamente. (13)
Cuando se necrozan las células del tejido miocárdico pierden la integridad de la membrana celular y las macromoléculas intracelulares difunden hacia la micro- circulación y a los linfáticos. Eventualmente estas macro moléculas se detectan en la circulación periférica y constituyen los marcadores bioquímicos que nos permiten establecer el diagnóstico y cuantificación del IAM. Nuevos marcadores de daño miocárdico como las sub-formas de la CK-MB, las Troponinas I y T, la mioglobina han adquirido gran popularidad. Tradicionalmente se emplea en el diagnóstico de IAM la determinación de CPK, LDH y AST.
Elevaciones seriadas de la Creatin-fosfokinasa y de la fracción MB han sido utilizadas para el diagnóstico del Infarto durante muchos años.
Creatinin Kinasa (CPK): la actividad plasmática de ésta enzima aumenta entre las 4 y 8 hs del comienzo del infarto, pero hay que recordar que dicho aumento se observa también en el 15 % de pacientes con enfermedades musculares, intoxicación alcohólica, diabetes sacarina, traumatismos de músculos esqueléticos, ejercicio violento, convulsiones, inyecciones intramusculares, síndrome braquial, embolia pulmonar, de manera que pueden obtenerse falsos positivos. (9,10)
En busca de aumentar la especificidad surge la determinación de una isoenzima de la CPK llamada CPK MB.
Cratinin Kinasa MB (CPK MB): Isoenzima de la CPK que se encuentra en el músculo cardíaco y en menor medida en intestino delgado, lengua, diafragma, útero y próstata. Su determinación aumenta la especificidad diagnóstica para IAM comparada con la CPK total. Sin embargo una única determinación al ingreso no es suficiente para un correcto diagnóstico. Las mediciones seriadas de CPK-MB presentan una sensibilidad y una especificidad de alrededor de 92 y 98 % respectivamente, pero la sensibilidad y especificidad de una muestra inicial aislada no se asocia con el mismo valor predictivo. Bakker y col. Evaluaron a 290 pacientes consecutivos y confirmaron el diagnóstico de IAM en 153. La primera muestra tomada de CPK-MB al momento del ingreso de los pacientes resultó positiva solo en el 35 % de los casos. Aunque la sensibilidad y la especificidad relativas cambian según el momento de presentación después del comienzo de los síntomas, ninguna determinación inicial de un marcador aislado posee el valor predictivo negativo suficiente como para excluir definitivamente el diagnóstico de IAM. (10)
La CK-MB existe en una sola forma en el tejido miocárdico pero en diferentes sub-formas en el plasma. Una es CK-MB1 (Plasma) y CK-MB2(tisular). En las primeras 6 horas de la evolución de un infarto, un nivel absoluto de CK-MB2 > 1.0 U/lt y una relación de CK-MB2 a CK-MB1 > 1.5 es más sensible y específica para el diagnóstico de IAM que la CK-MB.
Deshidrogenasa Lactica (LDH): su aumento es tardío ya que excede los valores normales entre las 24 y 48 hs después de iniciado el infarto y además es muy inespecífica ya que se observan resultados falsos positivos en pacientes con hemólisis, anemia megalobástica, leucemia, hepatopatías, congestión hepática, nefropatías, varias neoplasias, embolia pulmonar, miocarditis, enfermedades del músculo esquelético y shock.
Aspartato Aminotransferasa (AST): ya no es utilizada dado su alto índice de falsos positivos y a que el tiempo que transcurre entre la elevación y la caída es intermedio entre el de la CPK y la LDH.
Troponinas: constituyen un complejo de proteínas estructurales y regulatorias del músculo cardíaco y esquelético. Los niveles séricos de troponinas son habitualmente muy bajos y en circunstancias normales resultan indetectables. Por lo tanto son altamente sensibles y específicas. Su elevación se produce a partir de las 3 o 4 hs de iniciado el IAM. Katus y col. determinaron una sensibilidad del 100 % para diagnóstico de IAM y una especifidad del 78%, significativamente menor que el 92% comunicada para CPK-MB.
El complejo de las Troponinas consiste de tres sub-unidades: Troponina T, Troponina I y Troponina C. Ambas troponinas TnT y TnI están presentes en el músculo esquelético y cardíaco, sin embargo por ser codificadas por diferentes genes y tener diferente secuencia de aminoácidos producen anticuerpos diferentes que permiten ser detectados independientemente. Varios estudios han demostrado su utilidad en el diagnóstico y pronóstico de los Síndromes Coronarios Agudos. Dado que la troponina I es muy sensible para la detección temprana de lesión miocárdica se utiliza para evaluar pacientes con el Síndrome de Dolor Torácico Agudo. Los pacientes que no presentan elevación del segmento ST durante el período de dolor y teniendo dos muestras de TnI negativas (por lo menos 6 hrs después del inicio del dolor) tienen un riesgo muy leve de IM o muerte (0.3%) y pueden ser externados del servicio de observación. La elevación de las Troponinas cardíacas en los Síndromes Coronarios Agudos ha llevado al Dr Braunwald ha modificar la clasificación de angina propuesta por él en 1989. Publicada recientemente en Circulation en Julio de este año propone dividir a la angina en reposo con menos de 48 hrs de evolución Clase 3B en un grupoTnT positiva y otro TnT negativo. El riesgo de infarto o muerte en el primer grupo es entre 15-20% comparado con el segundo que es de menos del 2%. (9,10)
Mioglobina: una proteína de peso molecular relativamente bajo presente en el músculo cardíaco y esquelético, es liberada con rapidez desde los miocitos necróticos y por lo general puede ser detectada en el suero dentro de las dos horas posteriores al comienzo del IAM, con un valor pico entre 3 y 5 horas. Las muestras seriadas mejoran la capacidad diagnóstica. Gibler y col. Estudiaton a 59 pacientes con dolor de pecho y en 21 diagnosticaron posteriormente un IAM. Entre las muestras iniciales 13 fueron positivas para mioglobina, mientras que solo 3 lo fueron para CPK-MB; las muestras obtenidas a las tres horas fueron positivas para mioglobina en los 21 pacientes, mientras que solo 19 fueron positivas para CPK-MB. (10)
Las mioglobinas se elevan muy tempranamente en el IAM pero no son específicas para músculo cardíaco y se pueden encontrar elevadas cuando hay daño en el músculo esquelético.
Puede concluirse entonces que si bien estas enzimas son sensibles para el diagnóstico de IAM son muy poco específicas.
Multimarcadores
De acuerdo con lo anterior se hace evidente que cada marcador posee sus ventajas y desventajas. Esto motivó el estudio de la determinación seriada de 2 o mas marcadores para el diagnóstico de síndrome coronario agudo y su beneficio queda demostrado en el reciente estudio de Kristin y col. que concluye que el empleo de multimarcadores (CPK-MB, mioglobina y troponina I) identifica mejor y mas tempranamente, y provee una mejor estratificación de riesgo de muerte para pacientes con síndromes coronarios agudos que el empleo de un solo marcador. (9,10)
TROPONINA MARCADOR BIOQUÍMICO ESPECÍFICO
Los filamentos delgados del músculo estriado, además de estar formados por actina, contienen dos proteínas principales accesorias, que ejercen una función reguladora, controlando la construcción y la ruptura de los puentes transversales entre los filamentos gruesos y delgados, así como la producción de energía mecánica. Una de ellas es la tropomiosina , molécula fibrosa que consta de dos cadenas, alfa y beta que se adhieren a la actina F en el surco entre los dos polímeros, representa del 10 al 11% de la proteína contráctil total del músculo; fue aislada por primera vez en forma cristalina por K. Bailey en la década de los 40. Las moléculas de tropomiosina se asocian por los extremos y cuando cristalizan forman un retículo cuadricular. Tiene un peso molecular de 64,000 daltons
Las largas y delgadas moléculas de tropomiosina están dispuestas de extremo a extremo en las poco profundas ranuras de los filamentos arrollados de actina F, de forma tal, que cada molécula de tropomiosina está en contacto con solo uno de los dos filamentos de la actina F. Cada una de las moléculas de tropomiosina se extiende a lo largo de siete monómeros de actina G. Las moléculas de tropomiosina no están en posición fija, sino que pueden moverse a lo largo de ranuras que existen entre las hebras de actina F.
La segunda proteína reguladora importante es la troponina, proteína globular de gran tamaño descubierta por el bioquímico japonés S. Ebashi y sus colaboradores en 1965; tiene un peso molecular de 78,000 daltons. La troponina contiene tres subunidades polipeptídicas, cada una de las cuales tiene una función específica.
La subunidad fijadora de Ca++ de la troponina es la TnC, tiene un peso molecular de 18,000 daltos. Cada molécula de TnC enlaza fuertemente a dos iones Ca++, y simultáneamente experimenta un cambio de conformación.
La subunidad inhibidora de la troponina es la TnI, tiene un peso molecular de 23,000 daltons y posee un centro de unión específico para la actina; su función consiste en inhibir la interacción de la actina con los puentes cruzados de la cabeza de la miosina. La subunidad TnI es fosforilada por la fosforilasa-quinasa, que normalmente activa a la fosforilasa b transformándola en la fosforilasa a, activa.
El tercer componente de la troponina, TnT, es la subunidad fijadora de tropomiosina, tiene un peso molecular de 37,000 daltons.
La molécula completa de la troponina tiene forma globular y contiene una de cada una de las subunidades TnC, TnI y TnT. (Fig. 6)
Fig. 6 Representación esquemática del filamento delgado de las miofibrillas del músculo estriado
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Cada Molécula de troponina está fijada al filamento delgado por dos centros de unión, uno de ellos específico de una hebra de actina, y el otro específico para una hebra de tropomiosina. La unión a la tropomiosina, parece que tiene lugar en un punto fijo, pero la unión al filamento de actina experimenta su formación y ruptura dependiendo de la unión de Ca++. A lo largo de un filamento delgado, se encuentra una molécula de troponina cada 40 nm, así que por cada siete monómeros de actina G, existe una molécula de tropomiosina y otra de troponina. (11)
Cuando se da algún daño en el tejido muscular es cuando se podrían encontrar en el torrente sanguíneo algunos de los componentes proteicos que tienen que ver con el proceso de contracción- relajación. Las troponinas son marcadores bioquímicos que pueden ser utilizadas para la detección de daño celular. Las subunidades T, C e I de la troponina son proteínas del aparato contráctil que se presentan en diversas isoformas, dependiendo del músculo específico de que provengan. La determinación de estas sustancias junto con otros marcadores bioquímicos abre nuevas posibilidades diagnósticas en diversas patologías, en especial en el infarto agudo del miocardio.
El valor diagnóstico de la troponina ha sido ampliamente discutido en tiempos recientes. La determinación que se mantuvo en boga por cierto tiempo fue la medición de la troponina T (TnT). Sin embargo, recientemente se ha insistido en que es la troponina I (TnI) es la que posee mayor sensibilidad y eficiencia en el diagnóstico del infarto agudo del miocardio. Las referencias que existen al respecto son numerosas y se han descrito comparaciones con otros parámetros: las isoenzimas de deshidrogenasa láctica (LDH), creatina kinasa (CK) y sus isoenzimas como la CK-MB, mioglobina e incluso con la misma TnT. Con estas comparaciones se ha llegado a la conclusión de que es la TnI la mejor opción para el diagnóstico del infarto.
La conclusión a la que se ha arribado es que la TnI es el marcador de elección para el diagnóstico del infarto agudo del miocardio, porque aparece rápidamente después del accidente coronario y se mantiene por mucho tiempo en la circulación. Se prefiere la TnI y no la TnT porque esta última se expresa en otros músculos aparte del corazón. Sin embargo, se ha indicado que en las dos primeras horas después de ocurrido el infarto aparece primero la mioglobina, aunque esta no es específica del músculo cardíaco.
La TnT se ha identificado como un dato de mucho valor en los pacientes con la elevación del segmento electrocardiográfico ST, mientras que la TnI se ha visto como un medio para evaluar el riesgo de los pacientes con problemas coronarios del segmento Q y angina inestable. También se ha sugerido el uso de anticuerpos que reconozcan en conjunto a la TnI junto con las otras dos subunidades, ya que se ha descrito que la TnI se libera al torrente sanguíneo, en algunas ocasiones libre y en otras formando complejos con las otras subunidades tropónicas. Existen únicamente tres isoformas de TnI: la del músculo esquelético rápido, la del músculo esquelético lento, y la del músculo cardiaco (cTnI). Las tres isoformas están codificadas por genes diferentes y tienen una variación del 40% en sus secuencias de aminoácidos. La cTnI tiene un residuo adicional de aminoácido en su extremo N-terminal, lo que hace que éste sea un excelente analito, muy específico para el músculo cardiaco. (12)
Finalmente, aunque se recomienda el uso de la TnI como prueba diagnóstica, la evaluación de la CK-MB y la mioglobina son otros parámetros útiles, en especial para la determinación de la fase de daño y la toma de decisión terapéutica. El primer analito que se altera es la mioglobina, la cual se eleva en aproximadamente una hora; la TnI aparece en unas cuatro horas, ligeramente después de la CK-MB. La TnT aparece primero que la TnI, pero aquella presenta la limitación de no ser tan específica como la última. (12) (Fig. 7)
Figura 7: Marcadores séricos en el infarto agudo de miocardio.
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La liberación de Troponina T (TnT) es típicamente bifásica: el primer pico aparece en el 50% de los pacientes a las 4 horas ( CK sólo el 25%), máxima a las 12-24 horas; ésta primera oleada se corresponde con la liberación del complejo terciario por daño de las miofibrillas, que posteriormente se degrada a complejo proteína C-cTnI + cTnT libre junto con la cTnT liberada del pool citosólico; y un segundo pico el el día cuartro, sobre todo en los pacientes que han sido reperfundidos.
La presencia de cTnT en plasma no es específica de la cardiopatía isquémica, sino que se libera en casos de IC (por lesión de los miocitos); por el contrario, hay estudios hechos en cerdos bajo remodelación VI importante tras un IAM, en los que los valores de cTnI y cTnT están disminuidos entre un 40-80% de lo normal, debido a una pérdida crónica de troponinas en un miocardio dañado en el que no hay suficiente capacidad de re-expresar los genes que aumentarían la síntesis proteica. (13)
Su vida media es de 120 minutos, pero puede detectarse proteína circulante hasta 21 días después de un IAM debido a la degradación de las miofibrillas (hasta una semana más que la CK). Presenta una especificidad de órgano muy alta, por lo que una elevación de su concentración en sangre indica claramente necrosis células miocárdicas. Es un marcador de daño miocárdico.
La Troponina I cardíaca (cTnI) es una proteína contráctil presente exclusivamente en el músculo cardíaco. Su papel fisiológico consiste en inhibir la actividad ATPasa del complejo actina-miosina en ausencia de calcio y por consiguiente, en impedir la contracción muscular.
Se han identificado tres isoformas específicas de tejido:
La troponina I rápida y la troponina I lenta con pesos moleculares de 19,800 D cada una, expresadas respectivamente en fibras contráctiles de músculo esquelético rápidas y lentas.
La cTnI de 24,000 D de peso molecular, tiene un residuo adicional de 31 aminoácidos en el extremo N-terminal.
La secuenciación de la cTnI de mamíferos ha desvelado diferencias importantes entre las formas cardiaca y esquelética . Cada una de las isoformas de troponina I está codificada por genes distintos. La cTnI humana presenta una homología de secuencia aminoacídica del 52 y el 54% respectivamente con las troponinas I esqueléticas humanas rápida y lenta. Asimismo, se ha demostrado que el músculo esquelético no expresa cTnI ni durante su fase de desarrollo ni como respuesta a estímulos. Por consiguiente, la cardioespecificidad absoluta de la cTnI permite distinguir entre lesiones cardíacas y lesiones esqueléticas, y permite el diagnóstico de infarto de miocardio diferente de lesiones musculares (rabdiomiólisis, politraumatismo) y la cirugía no cardíaca. También se han demostrado niveles elevados de troponina I en casos de angina inestable e hidropesía cardíaca. Los niveles de cTnI en infarto agudo de miocardio (IAM) muestran pautas de elevación y disminución similares a las encontradas en la creatincinasa CK tipo MB. Se recomienda la recogida de al menos tres muestras de sangre durante el período inicial. La cTnI es 13 veces más abundante en el miocardio que la CK-MB y normalmente no circula en la sangre, por lo que la señal de tasa de ruido es más favorable para la detección de necrosis miocárdica. Los datos acumulados a partir de diversos estudios indican que los niveles de troponina I son detectables (por encima de los datos indicados para muestras no-IAM) transcurridas 3–6 horas desde la aparición del dolor de pecho. Los niveles de troponina I alcanzan su nivel más alto aproximadamente a las 12–16 horas y pueden mantenerse elevados durante 4–9 días después del IAM. Estos mismos estudios indicaron que el tiempo para alcanzar el nivel más alto de concentración de cTnI fue más prolongado en los pacientes que no habían recibido terapia trombolítica. Se ha demostrado en estudios recientes que la forma de cTnI predominante presente en la sangre de pacientes tras sufrir IAM es el complejo binario de troponina IC con cantidades más pequeñas del complejo ternario ITC, del complejo binario IT y de la troponina libre cTnI. El reconocimiento diferencial de las formas de cTnI, en su forma libre o acomplejada, es común en la mayoría de los métodos comerciales. En algunos ensayos las respuestas relativas a las diversas formas de cTnI son prácticamente equivalentes, mientras que en otros ensayos muestran una diferencia sustancial. Esto último puede llevar a cálculos por encima y por debajo de la concentración real de troponina I en un entorno biológico complejo. La unión equimolar definida como la capacidad de reconocer igualmente ambas, la forma libre y la forma compleja de cTnI, permite la determinación objetiva de la cTnI total presente en muestras del mismo sujeto en el curso de un IAM. (14)
Existen diversos métodos disponibles para la determinación de TnT y TnI, entre los cuales se destacan la inmunocromatografía, ELISA, la quimioluminiscenia, Inmunoensayos enzimáticos de micropartículas (MEIA) y otros. Todos los procedimientos involucran el uso de anticuerpos monoclonales. Existe abundante literatura en la que se describen, comparan, evalúan y validan estos métodos. Se han estudiado también las características de estas sustancias no solamente en el infarto agudo, sino también en otras situaciones clínicas, como en la angioplastía coronaria, en pacientes con fallo renal agudo sometidos a hemodiálisis, en personas con trauma de músculo esquelético y en otras patologías. (12)
Para la determinación de la TnT y la TnI; hay técnicas inmunocromatográficas rápidas que son semicuantitativas y también inmunoensayos cuantitativos (ELISA). Recientemente se ha manufacturado una técnica inmunocromatográfica para la determinación de CK-MB y mioglobina, ambas en una misma unidad de prueba, facilitando la medición de estos parámetros que antes sólo podían ser determinados por técnicas más sofisticadas. Existe además una prueba inmunocromatográfica para la determinación de anticuerpos anti-estreptoquinasa, la cual permite la selección temprana de un adecuado tratamiento trombolítico. La utilización de estos métodos y determinaciones será una excelente opción para apoyar la evaluación de los pacientes que presentan problemas cardíacos agudos o crónicos. (12)
Métodos de medición: Existen técnicas automáticas y test rápidos con sangre; métodos de primera generación, medidos por ELISA cTnT, basándose en utilizar anticuerpos monoclonales; métodos de segunda generación: enzimoinmunoensayos sin reactividad cruzada con TnT del músculo esquelético (ENZYMUN-Test Cardiac T con system analyzer Boehringer Mannheim). Incluyen nuevos anticuerpos monoclonales (M7 y M11.7) que reconocen exclusivamente los aminoácidos terminales de la isoforma de la TnT cardiaca; los epítopos de unión de estos Ac sólo están separados por 6 aminoácidos residuales, lo que reduce la probabilidad de dividir la TnT cardiaca en dos sitios de unión no específico para proteasa plasmáticas. El límite superior de referencia es de 0,1 ng/ml para IAM-angina inestable (inapropiado para cardiopatía isquémica (IC), que suele corresponderse con valores de corte de 0,2 ng/ml). No deberían dar falsos positivos, pero hasta en un 10-20% de los pacientes con insuficiencia renal (IR) y sin cardiopatía de base, tienen esta prueba positiva de manera inexplicable.
La sensibilidad para estos métodos diagnóstico varía en función del tiempo de medición: 50% a las 4 horas (umbral entre 0,1 y 0,2); 89% a las 6 horas; 100% a las 10-12 horas. La especificidad a las 6 horas es del 84%. De una manera global y según las series, presenta una especificidad que varía entre 46-98% y una sensibilidad algo menor del 100%. (13)
El ensayo Access AccuTnI permite reconocer los complejos de troponina binaria IC o IT o troponina terciaria ITC y la troponina cTnI libre de igual manera. Asimismo, este ensayo es sensible en igual medida a ambas formas del complejo de cTnI, la fosforilada y la desfosforilada. La cTnI es muy propensa a experimentar lisis o modificación enzimática. Se produce degradación considerable tanto in vivo como in vitro. El extremo C terminal de la molécula tiende a perderse antes, seguido después de la pérdida del extremo N-terminal. En el ensayo Access AccuTnI se utilizan anticuerpos monoclonales que se dirigen contra la zona más estable de la molécula y se ve por ello menos afectada por la degradación de la cTnI. (14)
Pruebas rápidas para la determinación de cTnT en sangre como la que ofrece la Roche (TropT sensitive Test rápido), que puede ser empleado ante la sospecha de una lesión miocárdica (por ejemplo, infarto agudo de miocardio, angina de pecho inestable, contusión cardiaca). La troponina T se libera en la sangre a partir de 2 a 8 horas tras la lesión del miocardio y empiezan a declinar sus valores a los 14 días.
Un resultado positivo significa que la concentración de cTnT supera el valor umbral del test de 0.1 ng/ml, lo que implica una lesión miocárdica. Debido a la cinética de liberación de la troponina, no es posible excluir con seguridad un infarto de miocardio ante un resultado negativo en las primeras 8 horas después de la aparición de los primeros síntomas. Si existe sospecha se recomienda repetir el test.
Esta prueba utiliza dos anticuerpos monoclonales específicos de la troponina T cardiaca, uno de ellos está marcado con oro y el otro con biotina. Si la sangre contiene cTnT , los anticuerpos forman un complejo emparedado con ella. Después de la separación de los eritrocitos, el plasma pasa por la zona de reacción, en la que gracias a la fijación de los complejos sándwich marcados con oro aparece la señal positiva en forma de una línea rojiza. La aparición de una línea de control indica el funcionamiento correcto del test. (15)
La Troponina I es un marcador bioquímico considerado altamente específico de isquemia miocárdica. Apoyado por varios estudios comparativos con otros marcadores como la CK-MB, se concluye que la Troponina I presenta una especificidad superior a la CK-MB (97.37% vs 89.5%) cuando se determina en pacientes sin sospecha de enfermedad cardiaca. El 13.5% de los pacientes ingresados por insuficiencia cardiaca sin patología coronaria previamente documentada han mostrado, elevación de Troponina I. Los pacientes ingresados por angina sin necrosis, han mostrado una gran variabilidad en las cifras de Troponina I y CK-MB. La Troponina es un marcador de necrosis miocárdica más persistente que la CK-MB, encontrándose elevada al sexto día en más de la mitad de los pacientes con infarto agudo al miocardio.(18)
Winter, en 309 pacientes con sospecha de infarto de miocardio, efectuó controles de Mioglobina, CK-MB y Troponina T, observando que en las primeras cuatro horas del comienzo de los síntomas la sensibilidad de estos marcadores es menor, comenzando a mejorar luego de las 6 horas, siendo lo Mioglobina el marcador más sensible durante las primeras horas. (19)
Troponina I cardiaca en los pacientes con angina inestable: Galván y cols. De Forli, Italia y St. Louis, Missouri, estudiaron a 106 pacientes con angina inestable para determinar el valor pronóstico de las mediciones de cTnI. La evidencia electrocardiográfica de la isquemia miocárdica y los valores normales de CK sérica durante las 16 horas iniciales de observación y las molestias torácicas en reposo a las 48 horas del ingreso caracterizaban a estos pacientes. El punto final primario del estudio fue la muerte o el IAM no fatal a los 30 días, y el punto final secundario fue la incidencia de episodios cardiacos al año. Se tomo sangre cada 8 horas durante 3 días. Al año solo el 68% de los pacientes con TnI elevada carecieron de episodios cardiacos, comparados con el 90% de los carentes de estas elevaciones. Estos datos indican que la troponina I es una variable pronóstica útil en los pacientes con angina inestable y predice el pronóstico tanto a corto como a largo plazo. (21)
La Troponina T identifica a los pacientes con arteriopatía coronaria inestable; en un estudio realizado por Lindahl y cols, en Suecia propusieron que en los pacientes con aumento de troponina T, la oclusión temporal por un trombo rojo pudiera ser el principal mecanismo que responde a la heparina de bajo peso molecular. Por el contrario los pacientes sin aumento de troponina T responderían menos a este tipo de tratamiento. Así pues, un aumento de troponina T podría ser útil en la selección de una estrategia terapéutica a largo plazo para los pacientes con arteriopatía coronaria inestable. (21)
En pacientes con síndromes coronarios inestables la existencia de niveles elevados de TnT y PCR son un potente predictor del desarrollo de eventos cardiovasculares alejados (muerte cardiovascular). Estos marcadores de riesgo constituyen predictores independientes de las variables clínicas de empleo tradicional para la estratificación de riesgo y otorgan un valor incrementado y aditivo (entre sí y respecto a los marcadores clínicos y ECG) para la identificación de sujetos en alto riesgo de desarrollar eventos cardiovasculares mayores en un periodo de seguimiento alejado. (20)
La medida de CK-MB junto con la realización de una prueba de esfuerzo es la estrategia inicial más coste-efectiva para los pacientes jóvenes y para aquéllos con una baja o moderada probabilidad de infarto de miocardio. La medición de Troponina I puede ser un segundo test coste-efectivo en pacientes de mayor riesgo en los que el nivel de CK-MB es normal y a los que no se les puede realizar un test temprano de ejercicio. (16)
Se realizó un estudio para evaluar la utilidad de la troponina T cardiaca (TnT) en la decisión de ingreso o alta del hospital y el impacto de su empleo en los costos de internación en 90 pacientes que consultaron por angor en el Departamento de Emergencia, con al menos un factor de riesgo coronario y que no tenían sobreelevación del ST en el ECG. De acuerdo a la clínica, el ECG y la fracción CK-MB del ingreso, se planteó la internación o el alta, pero el paciente permaneció en observación. A las seis horas del ingreso se dosificó la TnT y si el valor era <0,01 ng/ml, el paciente era dado de alta; si era mayor, ingresaba al hospital. En los 20 pacientes para quienes se había planteado el alta inicial, la TnT fue negativa. Entre los 70 pacientes para quienes se planteó el ingreso, 10 tuvieron TnT positiva, por lo que fueron ingresados. Otros 24 pacientes de este grupo también fueron ingresados por el médico tratante, a pesar del resultado negativo del test. En los 30 días siguientes nueve pacientes presentaron eventos isquémicos agudos (dos muerte y siete angor recurrente) entre los 10 pacientes con TnT positiva, y tres pacientes presentaron angor recurrente entre los 78 con TnT negativa. El valor predictivo negativo del test fue de 96,2% y el valor predictivo positivo fue de 90,0%. El empleo del test de TnT significó un ahorro de U$S 105.304, que podría haber llegado a U$S 137.280 si todos los pacientes con TnT negativa hubieran sido dados de alta. El test de TnT es una herramienta de diagnóstico altamente efectiva en el Departamento de Emergencia en pacientes con angor sin sobreelevación de ST, pues permite optimizar su manejo y reducir los costos de hospitalización, por lo que debería ser el marcador estándar en los servicios de emergencia. (17)
Los cálculos han demostrado que el uso de las pruebas de Troponina I para el diagnóstico del infarto del miocardio (IM) y el daño en el músculo cardíaco, pueden mejorar no solo los resultados médicos, sino que reducen la estancia hospitalaria en los hospitales en más del 8%, a la vez que disminuyen los costos anuales asociados en las unidades de cuidado coronario en más del 7%.
De acuerdo con Robert Parson, un bioestadístico clínico de Beckman Coulter, Inc. (Fullerton, CA, EUA), empresa que mercadea la prueba AccuTnI troponina I, en un departamento de emergencia típico con una unidad hospitalaria de cuidado crítico (UCC) las pruebas de Troponina I pueden representar ahorros de cerca de US $1 millón por año. Parson cita dos factores principales con implicaciones financieras significativas en las salas de emergencia hospitalarias relacionados con el diagnóstico de la enfermedad cardíaca. Estos factores son, las admisiones hospitalarias innecesarias, y las salidas inadecuadas de las salas de emergencia. El primer factor lo causan los pacientes que son admitidos al hospital con una sospecha de enfermedad cardíaca, pero en el 50% de los casos se encuentra que no tienen problemas cardíacos o de riesgo, y son dados de alta. El segundo factor es causado por pacientes a quienes se da de alta como casos no cardíacos, pero con un diagnóstico errado, habiendo tenido un infarto del miocardio agudo. Por lo tanto, las salas de emergencia que puedan identificar a los pacientes cardíacos de manera más rápida y exacta, tienen un mejor control de costos, mejoran el cuidado del paciente, optimizan los resultados clínicos y usan los recursos de manera más eficiente. Los estudios muestran que los marcadores de troponina son las herramientas más efectivas para el diagnóstico del IM y del daño muscular cardíaco. Por lo tanto, la determinación de los niveles de troponina I, puede acortar la estancia hospitalaria, y reducir las admisiones a las unidades de cuidado crítico de los pacientes que no las requieren. "Debido a su sensibilidad y especificidad clínicas, los análisis de troponina I son el método de selección para identificar a los pacientes con dolor anginoso con daño cardíaco, IM e isquemia", dijo Parsons. (19)
1.-Owen Avril. Cardiac troponins: improved diagnosis and cost benefits. 2001. Clinical Laboratory International. Volume 25. No. 8. p.14-15.
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3.-Ross Michael, Romrell, Lynn y Kaye Gordon. Histología. Texto y Atlas color.1997. 3a. edición. Editorial Médica Panamericana. Capítulo 10. p. 212-227.
4.-
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12.- http://cariari.ucr.ac.cr/~gacetapc/TROPONIN.HTM
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14.- http://www.galenica.cl/bioquimica/access_troponina_i.html
15.- http://www.roche.com/poc
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17.- http://www.suc-uruguay.org/Revista/v16n3/htlm/pag_editor.htm
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19.- http://pcvc.sminter.com.ar/fec/foros/interv/05oshea/index.htm
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21.-Willerson, James T; Roberts, William; Rackley, Charles, Graham, Thomas; Mason, Dean y Parmely, William. Cardiología. 1998. 1ra. Ed. Editorial Futura Publishing Company, Inc. Tomo II. Pp. 140-141.
María Teresa Croda Todd
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