- Justificación
- Desarrollo de los postulados de la fenomenología y racionalismo crítico
- Síntesis de compatibilidades e incompatibilidades de ambas teorías
- Conclusiones relevantes
- Bibliografía
Husserl y Popper jamás hubiesen pensado que una persona no especializada en materias filosóficas, de una sureña ciudad de Chile, muchos años después de que ellos profundizaron en sus teorías, los elegiría para por medio de un ensayo repensar sus planteamientos con el serio desafío de poder interpretar el carácter de la coyuntura filosófica en la actualidad y su importancia para conocer la realidad.
Siempre me dijeron, por formación, que la filosofía estaba vedada para cierta elite o grupo de personas, que no era aplicable a la cotidianeidad, que las crisis de la sociedad eran producto de malos pronósticos instrumentales. Sin embargo, creo firmente luego de haber sido parte del módulo de epistemología de las Ciencias Sociales que estas crisis nos exigen un encuentro entre filosofía y vida común para poder explicar los problemas actuales.
¿Por qué elegir a Popper y a Husserl?
Si consideramos los siguientes puntos a continuación mencionados puedo afirmar que tanto Popper como Husserl me facilitan la tarea de conocer la realidad por medio de sus postulados, esto se percibe en las siguientes abstracciones de los párrafos:
Para obtener el conocimiento se parte de una etapa sensorial; es decir, captar por medio de los sentidos los fenómenos, procesos y objetos de la naturaleza. (Fenomennología). Luego, generar las conceptualizaciones, el conocimiento racional del mundo exterior. Por último, para calificar como verdaderos los juicios teóricos, éstos deben comprobarse en la práctica. (Racionalismo Crítico).
El enfrentamiento con la realidad se realiza con base en métodos e instrumentos debidamente seleccionados. (Racionalismo Crítico)
La investigación es esencial en el proceso del conocimiento, porque no basta con percibir. Es necesario comprender y explicar, para poder predecir. (Fenomenología y Racionalismo Crítico)
Al investigar se parte del supuesto de que no puede haber conocimiento al margen de la práctica. Esta constituye el único criterio de verdad en cuanto al conocimiento del mundo exterior. (Fenomenología y Racionalismo Crítico)
Desde el momento de la elección del problema de estudio, en el análisis de la información y en la selección de técnicas para la investigación, se verá reflejada la postura ideológica del sujeto. (Racionalismo Crítico)
En ciencias sociales, la investigación debe guardar una autonomía tal que los resultados lleven a la obtención del conocimiento verdadero, sin deformar la realidad, v sí, en cambio, ofrezcan bases para transformarla. (Fenomenología)
Este ejercicio manifiesta que una vez que he determinado los pasos para generar una investigación que me permitan contribuir al conocimiento he familiarizado a la teoría que me permitiría realizar esta tarea. A continuación profundizo en los fundamentos que he expuesto anteriormente y que me permitieron definir mi elección.
III. DESARROLLO DE LOS POSTULADOS DE LA FENOMENOLOGÍA Y RACIONALISMO CRÍTICO
Racionalismo Crítico
Para el racionalismo crítico de Popper, las teorías son "redes que lanzamos al mundo" con la intención de acceder más fácilmente a su funcionamiento y a su manejo o control, pero no mediante referencias ubicadas en el mismo mundo (objetivas), sino mediante esquemas socialmente compartidos (intersubjetivos), del mismo modo en que se comparten los esquemas de la lengua o de la interacción personal. Para el racionalismo que utiliza el método deductivo, las teorías se crean, y, luego, los hechos particulares deben tratar de enmarcarse en la teoría. El Racionalismo Crítico comienza el retorno al "sujeto" que será el rasgo distintivo del "constructivismo", pero no visto como sujeto pensante, a lo Descartes, sino en cuanto base de toda actitud crítica. Esto supone, según Popper, que hay que considerar desde una perspectiva y concepto de lo que es "crítica" y de lo que es "racionalidad científica" el trabajo o actividad de las ciencias reales cuya tarea básica consiste en elaborar sistemas de afirmaciones reales (no analíticas en que el juicio sólo infiere o desglosa el contenido de los términos analizados sin añadir más contenido, sino sintéticas, es decir: juicios que añaden un contenido nuevo).
La investigación científica tendría como meta y problema central el crecimiento del saber científico, y Popper, diferenciándose de la tesis central del positivismo lógico no cree que para estudiar tal desarrollo del saber sea suficiente (y posible) reducirse al estudio de los lenguajes artificiales, o al de los cálculos lógicos desarrollados en ellos, a que habría que traducir sus tesis para constatar si poseen o no sentido lógico. Tales estudios reduccionistas dejarían intocado el problema central del "crecer" del saber. Los científicos caen el error de "creer" generar conocimiento utilizando métodos inductivos donde a partir de algo singular pueden inferir conclusiones a nivel general y eso es imposible; La observación pura no existe, sino que es una interpretación de hechos a la luz de una teoría.
En el "positivismo lógico", la ciencia se construye sobre sillares elementales: los enunciados elementales basados en evidencias suministradas por los sentidos. Pero Popper señala que tales enunciados sólo son justificables por otros enunciados, y que toda percepción es también "interpretación". Por lo tanto, el saber es, desde su comienzo mismo, algo conjetural, hipotético, revisable.
Existe una tensión entre el conocimiento y la ignorancia que genera problemas y a ensayos de solución. Así, entonces, el origen del conocimiento son siempre los problemas; y la observación se transforma en un medio para un fin que es develar los problemas.
Según su tesis Decimoséptima, Popper afirma que la deducción transmite la verdad de las conjeturas a la conclusión y además retransmite la falsedad de la conclusión a al menos una conjetura. Por lo que la lógica deductiva se convierte en una teoría de la crítica racional. Ahora bien, al aplicar el método deductivo a la comprobación de teorías empíricas hay que distinguir previamente dos cuestiones:
Una teoría, como sistema de proposiciones, se formula aunque ni sea verdad o no exista un camino racional desde ella a la observación. Puede responder a una ocurrencia, etc. Lo comprobable serían las hipótesis.
Los enunciados científicos sólo serían pues ensayos, esbozos arbitrariamente creados, con mero valor de conjetura, que sólo podrían tener valor científico tras una comprobación. Pero dado que tal comprobación no puede ser exhaustiva en su VERIFICACIÓN, (mostrar la verdad), sólo queda el método de la FALSACIÓN, es decir, el "refutar" las afirmaciones de esa teoría contrastándolas con los datos empíricos.
Una vez rechazado el imposible camino de la "inducción" se toma pues el de la "deducción". En lugar del principio de la "verificación" se aplica el principio de la falsación.
Las ciencias humanas también deben someterse, según Popper, al método científico. Para él, el concepto de conocimiento científico es "uno". Existe un monismo metodológico.
Por ejemplo, una teoría sobre relaciones humanas de ejercicio de dirección de personas puede constar de una serie de proposiciones universales en sentido estricto, en que se formulan afirmativamente determinados efectos de diversos estilos de dirección, que se darían siempre que se presentaran determinadas condiciones. Una proposición de este género sería la que afirma que 'la aplicación de un estilo de dirección autoritario (fundado carismática, tradicionalmente o de otra posible forma) tiene como efecto una mayor insatisfacción sobre personas de alto nivel de cualificación que la aplicación de un estilo también autoritario pero más funcional.
Contenido empírico
Es contra de esta suposición central en el Racionalismo Crítico, que postula una total "objetividad de la investigación" en el campo de lo social, donde el mismo instrumental empleado por el científico social para comprobar sus afirmaciones o formular sus problemas venía con una pre-carga valorativa. Y esta dimensión valorativa afecta a las mismas reglas presuntamente neutrales del Racionalismo Crítico.
Fenomenología
La fenomenología es el estudio de las esencias, y todos los problemas, según ella, se reducen a definir esencias: esencia de la percepción, esencia de la conciencia, por ejemplo. Pero la fenomenología es también una filosofía que vuelve a colocar las esencias en la existencia y considera que no se puede comprender al hombre y al mundo sino a partir de su "facticidad". Una confusión del mismo género enturbia la noción de "esencias" en Husserl. Toda reducción, dice Husserl, a la vez que trascendental, es necesariamente eidética. Ello quiere decir que no podemos someter a la mirada filosófica nuestra percepción del mundo sin dejar de formar unidad con esta tesis del mundo, con este interés por el mundo que nos define, sin retroceder más acá de nuestro compromiso para hacerlo aparecer como espectáculo, sin pasar del hecho de nuestra existencia a la naturaleza de nuestra existencia, del Ser-ahí a la esencia. Pero es claro que la esencia no es aquí el fin, es un medio, y que nuestro compromiso efectivo en el mundo es justo lo que importa comprender y traer a concepto y lo que polariza todas nuestras fijaciones conceptuales. La necesidad de pasar por las esencias no significa que la filosofía las tome por objeto, sino, por el contrario, que nuestra experiencia está demasiado estrechamente apresada en el mundo para conocerse como tal en el momento en que a él se lanza, y que tiene necesidad del campo de idealidad para conocer y conquistar su facticidad.
Para la fenomenología de Husserl, el término adquiere un sentido diferente, donde lo que importa es la "comprensión". A partir de allí, se postula el carácter de "crítica social" que han de tener las teorías, postula que existe una visión práctica de la cotidianeidad que denominó "mundo de la vida" (Lebenswelt), y que no es más que la realidad empírica, la experiencia cotidiana, práctica, inmediata e irracional de los hombres.
La fenomenología intenta hacer una descripción directa de nuestra experiencia tal cual es, y sin ninguna consideración de su génesis psicológica y de las explicaciones causales que el especialista, el historiador o el sociólogo puedan dar; La fenomenología sólo es accesible por medio de un método fenomenológico. Podemos decir que se generan tres estados de conciencia: la natural donde existe el acto de percibir lo que hay a nuestro alrededor, es una actividad que el Hombre realiza solo por existir, decir que es natural o común no significa que sea simple, ya que se presenta como un estadio inagotable de actos de las formas más diversas. Luego se nos presenta la conciencia intencional que describe como los objetos son ofrecidos a la conciencia, no se me da una y la misma cosa de idéntica manera cuando la imagino que cuando la recuerdo; el modo como es el objeto para la conciencia no es igual cuando la percibimos que cuando la buscamos porque se nos ha extraviado. Una y la misma cosa puede ser objeto intencional de muy diversos actos concientes. Una descripción fenomenológica de la conciencia intencional suficientemente amplia y detallada resultará ser entonces una especie de listado de las diferentes capacidades mediante las cuales nos damos cuenta del mundo y de la manera en que se nos hace presente para cada uno de nosotros. Mientras nos mantengamos en los dos niveles antes descritos no lograremos justificar ningún hecho por medio de otro, pues cada uno está sujeto a duda: puede se ilusorio, erróneo, susceptible de refutación. Esto nos indica que debemos llegar a otro estadio, que es la conciencia pura, por medio de la reducción eidética que nos permitirá reducir el hecho a su esencia, eliminando para esto todos los elementos causales, contingentes para no enturbiar la capacidad de ver las cosas como realmente son; y de la reducción filosófica que nos permite librarnos de toda doctrina tradicional, de las enseñanzas recibidas e iniciar el estudio de los problemas que queremos resolver libres de todo sesgo anterior. La «reducción fenomenológica» —la epojé: poner el mundo entre paréntesis— husserliana del yo no supone una entelequia por encima de las vivencias del sujeto. Es una síntesis que aglutina, dotándolas de coherencia, las diversas manifestaciones en el proceso discursivo del conocer. Esto supone una visión dinámica al concatenarse este conocer con el mundo en una sucesión sintético-relacional donde la conciencia es siempre conciencia de algo; para pasar a desvanecerse cuando ésta se vuelve sobre sí misma.
Intentemos, pues, anudar deliberadamente los famosos temas fenomenológicos tal como se han anudado espontáneamente en la vida. Tal vez comprenderemos entonces por qué la fenomenología ha permanecido durante tanto tiempo en un estado de incipiencia, de problema y de anhelo. Se trata de describir y no de explicar o analizar. Esta primera consigna que Husserl dio a la incipiente fenomenología de ser un volver "a las cosas mismas", es ante todo la desaprobación de la ciencia. Yo no soy el resultado o entrecruzamiento de las múltiples causalidades que determinan mi cuerpo o mi "psiquismo", no puedo pensarme como una parte del mundo, como un simple objeto de la psicología y de la sociología, ni cerrar sobre mí el universo de la ciencia. Todo lo que sé del mundo, aun científicamente, lo sé a partir de una perspectiva mía o de una experiencia del mundo sin la cual los símbolos de la ciencia no querrían decir nada. Todo el universo de la ciencia está construido sobre el mundo vivido y si queremos pensar en la ciencia misma con rigor y apreciar exactamente su sentido y su alcance, nos es menester despertar ante todo esta experiencia del mundo de la que la ciencia es la expresión segunda. La ciencia no tiene y no tendrá jamás el mismo sentido de ser que el mundo percibido, por la simple razón de que es una explicación o determinación del mismo. No soy un "ser vivo" o siquiera un "hombre" o incluso "una conciencia", con todos los caracteres que la zoología, la anatomía social o la psicología inductiva reconocen a estos productos de la naturaleza o de la historia, soy la fuente absoluta, mi existencia no proviene de mis antecedentes, de mi ambiente físico y social, sino que va hacia ellos y los sostiene, pues soy yo quien hago ser para mí (y, por ende, ser en el único sentido que la palabra puede tener para mí) esta tradición que elijo reasumir o este horizonte cuya distancia en relación conmigo mismo se evaporaría, puesto que no le pertenece en propiedad si no estuviera yo allí para recorrerla con la mirada. Las perspectivas científicas, según las cuales soy un momento del mundo, son siempre ingenuas e hipócritas, puesto que sobrentienden, sin mencionarla, esta otra perspectiva, la de la conciencia, por la que de inmediato se dispone de un mundo en torno mío y comienza a existir para mí. Volver a las cosas mismas, es volver a este mundo anterior al conocimiento y del que el conocimiento habla siempre, y frente al cual toda determinación científica es abstracta, significativa y dependiente, como la geografía con relación al paisaje en que hemos aprendido por vez primera qué es el campo, las montañas, los lagos etc.
La reflexión no se retira del mundo hacia la unidad de la conciencia como fundamento del mundo, sino que toma su distancia para ver brotar las trascendencias, distiende los hilos intencionales que nos ligan al mundo para hacerlos aparecer, y sólo es conciencia del mundo porque lo revela como extraño y paradójico. Husserl dijo una vez que era necesario perder el mundo para que, después de recuperado, lo poseyéramos de verdad.
IV SINTESIS DE COMPATIBILIDADES E INCOMPATIBILIDADES DE AMBAS TEORÍAS
- COMPATIBILIDADES
En contra del positivismo
Ambos rechazan el positivismo y esto me hace mucho sentido ya que Popper se distancia de los positivistas al declarar la imposibilidad del principio de verificación empírica. A la vez, crítica el hecho de colocar lo empírico como punto de partida de nuestro conocimiento; porque pretendemos que lo que la ciencia afirma se encuentra empíricamente fundado. Esto evidentemente, no es posible, ya que las proposiciones de la ciencia no se fundan en lo empírico. Así, Husserl, por otra parte, se opone muy fuertemente a lo que denomina como la inundación del positivismo, los acusa por la parcialidad de sus principios ya que manifiesta que no hay separación tácita entre realidad y conciencia, supone que ambos aspectos son formas de un mismo modo de manifestación del ser.
Afirma que el positivismo se basa en una "perspectiva natural" donde solo existe lo fáctico, lo objetivo, sin embargo, al prescindirse de lo subjetivo, la propia actividad científica deja de comprenderse.
En contra de la Psicología
Husserl afirma que la psicología al separar lo corporal de lo mental, comete el error de tratar lo mental como algo corporal ya que se apoya en un concepto de ciencia que toma como modelo la física. La Psicología no puede estudiar la mente en lo que es esencial: en cuanto remite a un yo que actúa y sobre el que actúa. No existe en ella un análisis exterior y que se concentre en el análisis del quehacer interno desde la conciencia, desde la subjetividad. El mundo no es un objeto del cual posea la ley de su constitución por intermedio de mi yo, es el medio natural y el campo de todos mis pensamientos y de todas mis percepciones explícitas. La verdad no "habita" solamente en el "hombre interior", o mejor dicho, no hay hombre interior, el hombre es en el mundo, y es en el mundo donde se conoce. Cuando vuelvo en mí a partir del dogmatismo del sentido común o del dogmatismo de la ciencia, encuentro no un foco de verdad intrínseca, sino un sujeto destinado al mundo. Con ello se hace visible el verdadero sentido de la célebre reducción fenomenológica.
Popper concuerda con Husserl en rechazar a la psicología ya que es incompatible con ciertos resultados posibles de la observación, ya que como parte de la observación puede generar una verificación de distintas teorías para una misma conducta humana. Postula, entonces, por el contrario, que si la observación muestra que es efecto predicho está claramente ausente, entonces la teoría simplemente queda refutada. La psicología presume conceptos sociales; lo cual muestra que no es posible explicar la sociedad exclusivamente en términos psicológicos. Afirma Popper que en las Ciencias Sociales existe un método objetivamente comprensivo que analiza la situación de los Hombres que actúan lo suficiente como para explicar su conducta a partir de la situación misma, sin más ayudas psicológicas.
Presencia De Intersubjetividad.
La más importante de las adquisiciones de la fenomenología consiste, sin duda, en haber unido el extremo subjetivismo y el extremo objetivismo en su noción de mundo o de racionalidad. La racionalidad es exactamente medida a las experiencias en las cuales se revela. Hay racionalidad, es decir, las perspectivas se recubren, las percepciones se confirman, aparece un sentido. Pero no debe ser puesta aparte, transformada en Espíritu absoluto o en mundo en sentido realista. El mundo fenomenológico no es el ser puro, sino el sentido que transparece en la intersección de mis experiencias y las del otro, por el engranaje de las unas en las otras, es pues inseparable de la subjetividad y de la intersubjetividad que integran su unidad por la reasunción de mis experiencias pasadas en mis experiencias presentes, de la experiencia del otro en la mía. La conformación del pensamiento/conocimiento se estructura a partir de la acción e interacción humana, al ser un producto social; determinado por las relaciones sociales y de producción material.
La Existencia De Un Método Para Conocer La Realidad
Husser no concuerda con Popper en trabajar con teoría e hipótesis para conocer la realidad, la fenomenología se basa en la existencia de la conciencia pura incapaz de contaminarse, la conciencia sigue mentando, refiriéndose a objetividades, continúa siendo intencional o dirigida a algo, pero ese algo ha cambiado, ha sido modificado por la reducción: ya no interesa su existencia o inexistencia, si el mundo tiene un carácter puramente fenoménico después de la reducción, se atiende a lo que se muestra sin tener que hacer suposiciones o hipótesis sobre los aspectos escondidos u oscuros de su tema o sobre las relaciones menos aparentes que pudiera tener con otras cosas no dadas actualmente.
Se trata de describir y no de explicar o analizar. Esta primera consigna que Husserl dio a la incipiente fenomenología de volver "a las cosas mismas", es ante todo la desaprobación de la ciencia. Yo no soy el resultado o entrecruzamiento de las múltiples causalidades que determinan mi cuerpo o mi "psiquismo", no puedo pensarme como una parte del mundo, como un simple objeto de la psicología y de la sociología, ni cerrar sobre mí el universo de la ciencia. Todo lo que sé del mundo, aun científicamente, lo sé a partir de una perspectiva mía o de una experiencia del mundo sin la cual los símbolos de la ciencia no querrían decir nada.
Abandonarse a La Conciencia Pura
Lo trascendental de Husserl no es lo trascendental de Kant, y Husserl reprocha a la filosofía kantiana ser una filosofía "mundana", puesto que utiliza nuestra referencia al mundo, que es motor de la deducción trascendental, y hace al mundo inmanente al sujeto, en vez de quedarse perpleja ante él y de concebir al sujeto como trascendencia hacia el mundo. Todas las confusiones entre Husserl y sus intérpretes, con los "disidentes" existenciales y finalmente consigo mismo, vienen de que, justo para ver el mundo y aprehenderlo como paradoja, es preciso romper nuestra familiaridad con él, y que esta ruptura no puede enseñarnos sino el surgimiento inmotivado del mundo. La mayor enseñanza de la reducción es la imposibilidad de una reducción completa. De ahí que Husserl se interrogue siempre de nuevo sobre la posibilidad de la reducción. Si fuéramos el espíritu absoluto, la reducción no sería problemática. Pero puesto que, por lo contrario, somos en el mundo, puesto que aun nuestras reflexiones tienen su lugar en el flujo temporal que intentan apresar (puesto que ellas mismas fluyen, como dice Husserl), no hay pensamiento que abarque todo nuestro pensamiento. Ello quiere decir que nada da por adquirido de lo que los hombres o los científicos creen saber. Ello quiere decir también que la filosofía misma no debe tenerse por adquirida en lo que haya podido decir de verdadero, sino que es una experiencia siempre en renovación de su propio comienzo, y que consiste por entero en descubrir este comienzo, y finalmente que la reflexión radical es consciente de su propia dependencia con relación a una vida irreflexiva que forma su situación inicial, constante y final. Lejos de ser, como se ha creído, la fórmula de una filosofía idealista, la reducción fenomenológica lo es de una filosofía existencial: el ser-en-el-mundo de Heidegger no aparece sino sobre el fondo de la reducción fenomenológica.
Husser afirma en contraposición de Pooper que la racionalidad no es un problema, no hay detrás de ella algo desconocido que tengamos que determinar deductivamente o probar inductivamente a partir de ella: asistimos en todo momento a este prodigio de la conexión de las experiencias y nadie mejor que nosotros sabe cómo se hace, puesto que somos este nudo de relaciones. El mundo y la razón no son problemáticos; digamos, si se quiere, que son misteriosos, pero este misterio los define, no podría intentarse disiparlo por alguna "solución", está más acá de las soluciones. La verdadera filosofía consiste en aprender de nuevo a ver el mundo, y en este sentido contar un cuento puede significar el mundo con tanta "profundidad" como un tratado de filosofía. Nos hacemos cargo de nuestra suerte, nos hacemos responsables de nuestra historia por la reflexión, pero también por una decisión en que comprometemos nuestra vida, y en los dos casos se trata de un acto violento que se verifica al ejercitarse. La fenomenología, como revelación del mundo, reposa sobre ella misma, o más aún, se funda a sí misma. Todos los conocimientos se apoyan sobre un "suelo" de postulados y finalmente sobre nuestra comunicación con el mundo como primera instauración de la racionalidad. La filosofía como reflexión radical se priva en principio de este recurso. Como también ella es en la historia, utiliza ella también el mundo y la razón constituida. Será pues menester que se dirija a sí misma la interrogación que dirige a todos los conocimientos; se desdoblará, pues, indefinidamente; será, como dice Husserl, un diálogo o una meditación infinita, y en la medida misma en que permanece fiel a su intención, no sabrá nunca adónde va. El inacabamiento de la fenomenología y su cariz incoativo no son el signo de un fracaso, eran inevitables porque la fenomenología se prescribe como tarea revelar el misterio del mundo y el misterio de la razón. Si la fenomenología ha sido un movimiento antes de ser una doctrina o un sistema, ello no es un azar ni una impostura. Es laboriosa por la misma exigencia de conciencia, por la misma voluntad de aprehender el sentido del mundo o de la historia en su estado naciente. Se confunde desde este punto de vista con el esfuerzo del pensamiento moderno.
Lo social se manifiesta en lo «interior» del actor social por medio de las agencias de socialización y de la pregnancia que el sujeto vive como certeza del único mundo posible, de la única realidad accesible, constituyendo un absoluto que opera como organización interior, como sistema autocontenido o conjunto de relaciones estructurales pertenecientes a la realidad privada del actor social. Es decir, lo exterior volcado en y constituyendo la conciencia es vivido por el individuo como la «realidad». El desconocimiento profundo de lo interior que opera tanto en las capas conscientes como inconscientes de ese individuo posibilita la dominación. Esto supone la posibilidad y el hecho fáctico del control social y por ende de la gobernabilidad de una sociedad a través de una serie de instituciones y de la dirección ejercida como regulación a partir de determinadas instancias (Gobierno, Estado, etc.). La dominación se hace posible por medio del desconocimiento, la desinformación, la información tergiversada, el mito o el puro y simple engaño social donde los poderes dirigen la conducta y modelan el carácter de los sujetos.
La relación de los componentes que manejamos es posible esquematizarla en unos pocos rasgos:
Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior
Figura:. Esquema general de interacciones
Fuente: elaboración propia
Sobre esa conciencia se ejerce la alienación. La mente resulta alienada como producto de la dominación. El individuo deja de ser autónomo con respecto al pensamiento y la acción para pasar a ser heterónomo con respecto a la capacidad de autonomía. El mundo social se revela al análisis profundo como «apariencia inducida». El mismo conocimiento se presenta como intento de certeza. En este sentido se tiende a producir una coherencia informacional acorde con la estructura de esquema de conocimiento latente antes de la incorporación del nuevo saber.
Desde la óptica de los diversos saberes, los actores social, pertenezcan a la comunidad científica o no, tiende a la confirmación de la hipótesis de partida.
Considerando lo anterior, ¿Cuál es nuestro rol como futuros investigadores de las ciencias sociales?
La respuesta no es simple, intervenir la realidad para generar conocimiento debe transformarse en una actitud o forma de vida, conocer los paradigmas de acción que se presentan en la realidad en el país y en el mundo representan un gran desafío que teorías como la de Popper o la de Husserl se nos brindad como herramientas facilitadoras de nuestra acción rescatando la rigurosidad de Popper por medio de su proceso de falsación y por la habilidad de la fenomenología para aprehender los objetos como se me presentan. La tarea es generar prácticas diarias que permitan conocer los hechos sociales y construir saberes, y estos saberes considerando la trilogía del saber, saber ser y saber hacer.
No debemos olvidar nunca que todo conocimiento está siempre sujeto a un plano de limitación temporal. Está en un estadio o momento del devenir procesual que supone el conocer. Siempre es posible agregar nuevos conocimientos que permitan una nueva cosmovisión, tanto del mundo, como de los paradigmas científicos que sostienen y estructuran los presupuestos epistemológicos de la ciencia, sus métodos y finalidad.
Rescatar en Popper la generación de conocimiento a partir de un problema y utilizar la observación como medio para lograr la falsación y dar origen a otros problemas; y considerar a Husserl para trabajar en el campo de los fenómenos a partir de la conciencia natural donde la esencia es el medio para lograr la abstracción de la conciencia pura que es una unidad de sentido con el mundo, asumiendo que si generamos una práctica habitual de estos postulados considerando que el futuro está determinado por lo que serán nuestros nuevos descubrimientos y conocimientos ya habremos dado el primer paso.
(2) © Noviembre de 1993. Petra Eufracia González Rivera
(3) Popper,Karl: En Busca de un Mundo Mejor: Barcelona, Paidós:1996.
(4) Popper, Karl: El Mito del Marco Común: Barcelona, Paidós:1997.
Popper,Karl: En Busca de un Mundo Mejor: Barcelona, Paidós:1996. (Tesis Quinta)
Popper, Karl: Conjeturas y refutaciones: Barcelona, Paidós:1983.
Husserl, Edmund: La Filosofía en la Crisis de la Humanidad Europea: Evanston, 1970.
Cordua, Carla: La Fenomenología de Husserl: 2002
Gómez de Liaño, Ignacio: La mentira social: imágenes, mitos y conducta. Tecnos, Madrid, 1989.
Sandra Ríos Núñez
Ingeniero Comercial; Dirección de Planificación y Estudios Universidad de Los Lagos.
Osorno, Chile