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La Gestión Ambiental un reto empresarial hoy


    1. Resumen
    2. Desarrollo
    3. Conclusiones
    4. Bibliografía

    Resumen

    El desarrollo que requieren hoy los países subdesarrollados esta asociado a la concepción de sostenibilidad. Las empresas, por su responsabilidad en la problemática ambiental, deben lograr un desempeño que revierta la situación de conflicto entre medio ambiente y desarrollo económico-social. El modelo y principios que adopte la empresa para gerenciar el reto ambiental es crucial, de el dependen los resultados que se alcancen en la mitigación y eliminación de los impactos ambientales.

    Introducción

    Nunca como hoy los países subdesarrollados demandan desesperadamente el desarrollo económico y social. El interés de gobiernos, partidos, organizaciones sociales y ciudadanos es lograr cambios trascendentes que eviten las desigualdades sociales que aquejan al mundo. Los esfuerzos de nuestros países en este sentido se hacen evidentes en mayor o menor grado, pero este empeño se desarrolla hoy en un contexto poco favorable desde el punto de vista ambiental. Los principales problemas ambientales globales necesarios tener en consideración son:

    • Agotamiento de la capa de ozono estratosférico.
    • Aumento de la contaminación.
    • Cambios climáticos.
    • Degradación del suelo.
    • Perdida de la diversidad biológica.

    Por tanto, todos reconocen que el desarrollo económico requerido, pensando en las generaciones futuras, debe estar acompañado de avances en lo social con un mínimo de afectación a la naturaleza, es decir el desarrollo debe ser sostenible.

    Las empresas juegan un papel esencial en tales exigencias, ya no se trata solo de producir bienes y servicios en cantidad y calidad necesaria, generar empleos y ganancias. La prioridad debe mantenerse en tales aspectos, pero contextualizándolos en un entorno que requiere de protección y cuidado. En ello nos va la vida como especie.

    No obstante, las estructuras y actividades empresariales no siempre están diseñadas y preparadas para dar respuesta a las exigencias de un desarrollo sostenible. Toda organización debe tener un sistema de gestión global o gestión estratégica empresarial, con el objetivo del cumplimiento de la misión, esta debe estar sustentada sobre la base de varias gestiones estratégicas y operativas: de los recursos humanos, financiera, comercial, de la información, del aprovisionamiento de materiales, de la tecnología, de la seguridad industrial, de la calidad y por supuesto del medio ambiente.

    Ante los requerimientos legales, de organizaciones ambientalistas y de otra índole, de ser cuidadosos con la naturaleza, el desafío se encuentra en buscar la armonía entre las actividades de la organización y el medio ambiente, el reto está en la gestión ambiental. Cualquiera sea la forma o modelo de gestión que adopte la empresa, debe incorporar la dimensión ambiental, como única vía posible de enfrentar tal desafío.

    Desarrollo

    La empresa cubana, involucrada en un proceso de perfeccionamiento de su gestión, en el que la dimensión ambiental no queda al margen, y urgida de una inserción exitosa en los mercados foráneos, muestra hoy en día un creciente interés por mejorar su desempeño ambiental, dar a conocer sus logros y obtener a corto plazo un reconocimiento de su positivo accionar con relación al entorno que lo rodea.

    En Cuba la Ley 81 Del Medio Ambiente (ANPP, 1997) define la gestión ambiental como: el conjunto de actividades, mecanismos, acciones e instrumentos, dirigidos a garantizar la administración y uso racional de los recursos naturales mediante la conservación, mejoramiento, rehabilitación y monitoreo del medio ambiente y el control de la actividad del hombre en esta esfera. La gestión ambiental aplica la política ambiental establecida mediante un enfoque multidisciplinario, teniendo en cuenta el acervo cultural, la experiencia nacional acumulada y la participación ciudadana

    Esta definición abarca todos los esfuerzos y acciones que dentro de una organización deben realizarse en cada uno de sus procesos, para materializar la política ambiental, en el marco de la planificación, la implementación y el control ambiental. Las actividades dentro del ámbito en cuestión deben planificarse desde un punto de vista estratégico, con un plan de seguimiento y evaluación, encaminado a mantener la mejora continua del medioambiente.

    En el caso cubano se destacan los resultados alcanzados en la temática ambiental, evidentes desde 1959, fundamentalmente en las esferas de la salud, educación y deportes, que elevaron las condiciones ambientales y la calidad de vida de la población. También se pueden señalar como resultados positivos: el incremento de las áreas boscosas nacionales, la implementación del sistema nacional de áreas protegidas, el trabajo de ordenamiento territorial y evaluación ambiental de las inversiones más importantes, la introducción de resultados científicos para la solución de muchos problemas del medio ambiente; el proceso de educación ambiental en todas las vías posibles y el fortalecimiento de la gestión ambiental. Todos estos logros se sustentan en una legislación ambiental amplia y abarcadora de todos los aspectos ambientales más importantes.

    No obstante, es criterio de este autor que aun con los logros obtenidos, subsisten dificultades dadas fundamentalmente por: el insuficiente compromiso y educación ambiental en los distintos niveles organizacionales, que redunda en una endeble gestión ambiental institucional; la limitada aplicación de la legislación vigente en el campo de las contravenciones; insuficiente introducción de la dimensión ambiental en las estrategias empresariales y el limitado acompañamiento de la ciencia y tecnología en la solución de los problemas ambientales.

    Es preciso reconocer que sobre algunas de estas insatisfacciones gravita la escasez de recursos materiales y financieros, influenciados por el bloqueo económico en que se encuentra el país por parte de Estados Unidos de América.

    La gestión ambiental dentro de las organizaciones ha sido un lento aprender- haciendo, que adquirió una dinámica distinta a partir de la Cumbre de la Tierra, con un punto significativo con la promulgación de la Ley 81 Del Medio Ambiente (Asamblea Nacional del Poder Popular, 1997) donde se define esta y se establecen los instrumentos que permiten llevarla a vías de hecho.

    En términos de gestión ambiental, esta debe abarcar todos los elementos de la organización, ello significará establecer un sistema integrado que considere la atención al medio ambiente como un factor de competitividad. Esta debe formar parte indisoluble del sistema de gestión general de cualquier entidad, la cual, apoyada en un modelo de mejora continua, guiará a la entidad hacia el cumplimiento o mantenimiento de su política ambiental.

    A partir de un modelo, como representación simbólica y simplificada de un fenómeno u objeto de la realidad, se puede establecer un procedimiento que indique la solución a los problemas presentes en esa área de la realidad. La gestión no es ajena a las bondades que los modelos brindan para estructurar formas de actuar. Algunos de los modelos de gestión ambiental de los que este autor ha tenido referencia son:

    Modelo de Excelencia Mediombiental (M.E.M), de Miguel Ángel Rodríguez-Badal y Joan Enric Ricart (1998):

    Este modelo tuvo su origen en la idea de que el medio ambiente era, a las puertas del siglo XXI, un gran reto cuya buena gestión debía tener un tremendo impacto positivo en la capacidad de las empresas de adaptarse y afrontar con éxito las cambiantes y crecientes demandas de la sociedad. En este sentido, el M.E.M nace a imagen y semejanza de los modelos que, en el ámbito de la calidad total, están siendo usados por compañías líderes de todo el mundo como importantes motores de la mejora de su gestión.

    Este modelo constituye un marco de referencia en el que las empresas llevan a cabo procesos de autodiagnóstico de su gestión medioambiental en las diversas áreas o acciones que se desarrollan, que culminan con el desarrollo e implantación de los correspondientes planes de mejora.

    Análisis Total de Stakeholders (T.S.A) de Marc J. Epstein (2000):

    Es un modelo de gestión que parte del análisis completo de los impactos o la influencia de las decisiones sobre los grupos de interés de la organización (stakeholders). Esto requiere identificar, medir y reportar los beneficios y costos para los diferentes grupos de interés de los impactos ambientales de los procesos, productos o servicios que genera la organización.

    Modelo de Gestión de las ISO 14001 (2004):

    Es uno de los sistemas de gestión ambiental más difundidos, muy influenciado por las ISO 9000. Se basa en filosofías de mejora continua y enfoque estratégico y de sistema. Es aplicable a todos los tipos y tamaños de organizaciones, con las correspondientes adecuaciones. Un sistema de este tipo permite a una organización establecer y evaluar los procedimientos para declarar una política y objetivos ambientales, alcanzar la conformidad con ellos y demostrar la conformidad a otros.

    El objetivo general de este modelo es apoyar, la protección ambiental y la prevención de la contaminación en equilibrio con las necesidades socio-económicas. Aunque no aparece la realización de un diagnóstico ambiental como requisito para la certificación de esta norma si se considera importante para poder establecer los planes de mejora.

    Resolución 135 del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (2004):

    Esta Resolución establece el Reconocimiento Ambiental Nacional, esta no incluye un modelo de gestión pues carece de un enfoque integrador y de sistema que aporte a todo el proceso de gestión. Lo planteado dificulta la sistematicidad en el análisis de las diferentes aristas de la gestión, que es una manera de asegurar que las empresas puedan mejorar continuamente su gestión ambiental. No obstante, se incluye en esta relación, por la importancia que brinda al diagnóstico y los indicadores que establece para lograr el reconocimiento y su congruencia con los que establecen las ISO 14000. Trabajar en su implementación constituye un gran paso para lograr una adecuada gestión ambiental.

    Como se aprecia son rasgos, que se pueden declarar como invariantes en estos modelos:

    1. pueden ser aplicables a cualquier tipo de empresa haciendo las adecuaciones pertinentes
    2. necesidad del diagnóstico para conocer los impactos generados por la empresa
    3. utilización de indicadores claves para el diagnóstico y gestión ambiental que desarrolla la organización.
    4. implementación de planes de mejora del desempeño ambiental.

    Estos aspectos esenciales deben enmarcarse dentro de la gestión estratégica de la organización, e integrarse con los niveles tácticos y operativos del medio ambiente. La retroalimentación sistemática de los resultados de la gestión en cada uno de estos niveles, llevará al buen funcionamiento del sistema, aclarando la necesidad en la organización de una estrecha interrelación horizontal y vertical. Los procesos de la gestión estratégica ambiental son coincidentes con los procesos de la gestión estratégica empresarial, es decir, se puede plantear que existen en los procesos de planificación estratégica, de implementación estratégica, de control estratégico y de mejora estratégica, ya que no es un elemento aislado, sino una parte muy importante de la gestión empresarial.

    Respecto a la planificación estratégica del medio ambiental, se debe considerar como una parte de la planificación de la empresa, aquella que incluye solo lo ambiental. No obstante, deberá seguirse la secuencia de actividades ya identificadas para la planificación estratégica de la empresa, a saber:

    • Establecer objetivos amplios.
    • Determinar las acciones necesarias para alcanzar los objetivos.
    • Asignar claras responsabilidades para la realización de esas acciones.
    • Suministrar los recursos necesarios para el desarrollo de esas responsabilidades.
    • Prever la necesaria formación.
    • Establecer los medios para comparar el desempeño logrado con los objetivos.
    • Establecer un sistema de recompensas en función de los resultados.
    • Establecer un proceso para la revisión periódica de los resultados en comparación con los objetivos.

    El empeño de eliminar o mitigar los impactos ambientales y con ello responder positivamente a las exigencias de los miembros de la organización y la comunidad, debe estar dentro de los objetivos importantes de las empresas. Para dar cumplimiento a estos objetivos es necesario realizar una gestión estratégica ambientalmente sensible, con una estructura conceptual y métodos para llevarla a vías de hecho. Pues no se trata de una mera planeación estratégica en lo alto elaborando misiones y metas; las organizaciones tienen que tener métodos concretos para implementar sus políticas.

    La planificación estratégica ambiental debe basarse en principios que garanticen la ejecución de la política que se trace.

    Según fuentes citadas por Córdova y Sigarreta (2003) y Zalazar Velázquez (2004) algunos principios que debe cumplir el proceso de Gestión Ambiental en cualquier organización son:

    1. Adaptación a los requisitos legales y normativos establecidos dentro y fuera de la organización.
    2. Desarrollar el compromiso de la dirección y de los trabajadores para la protección del medio ambiente.
    3. Estimular la planificación ambiental durante el ciclo de vida de los productos o de los procesos.
    4. Proporcionar recursos apropiados y suficientes, incluyendo la capacitación, para alcanzar los niveles de desempeño fijados sobre una base continua.
    5. Evaluar el desempeño ambiental respecto a la política.
    6. Alentar a los proveedores y contratistas para implementar un sistema de gestión ambiental.
    7. Priorizar la corrección sobre la corrección.
    8. Reducción y utilización de los efluentes.
    9. Conocimiento de la situación ambiental y de su evolución.
    10. Establecer los canales y medios de comunicación ambiental.
    11. Eficacia ambiental en la relación objetivo-recurso-calidad.
    12. Introducción del sistema de gestión ambiental en todos los elementos de la organización empresarial.
    13. Integración al sistema de gestión general.

    Sin lugar a dudas, el mecanismo de gestión que se adopte para garantizar los outputs de la organización tiene una importancia singular, y no debe dejar de considerarse en el los procesos, actividades y tareas que se desarrollan para lograr esos resultados.

    La evaluación de los proceso debe partir de un diagnóstico que permita determinar los principales problemas ambientales que afectan sus resultados, para ello se deben diseñar y/o establecer indicadores que permitan medir su desempeño.

    Parafraseando a Velázquez Zaldivar (2004), en esencia, el perfeccionamiento de la gestión ambiental se logra por la conjugación de cinco elementos: la planificación ambiental de la organización como expresión de insatisfacción con lo actual y del grado de disposición al cambio, la formulación del estado deseado y compartido, una estrategia ambiental como proceso para salvar la brecha y guiar la puesta en práctica, el liderazgo orientado al cambio como arquitecto y coejecutor de obra y la implicación creciente de las personas en el proceso de cambio.

    Conclusiones

    La gestión ambiental debe ser analizada como parte de la gestión de cualquier institución, pues constituye la base para la mejora del desempeño ambiental de las organizaciones. En Cuba se han dado pasos que conducen al perfeccionamiento de la gestión ambiental, sobre todo con la introducción del enfoque estratégico en ella. Esto ha conducido a hacer valer el carácter proactivo en el enfrentamiento a los problemas ambientales.

    Lo modelos de gestión referidos poseen rasgos que se pueden declarar como invariables, estos son: la necesidad del diagnóstico para conocer los impactos generados por las empresas, la utilización de indicadores claves para el diagnóstico y gestión ambiental que desarrolla la organización y la implementación de planes de mejora del desempeño ambiental.

    Los principios de gestión ambiental enunciados es imprescindible tenerlos en consideración para la orientación de la gestión a realizar en la mitigación y eliminación de los impactos ambientales negativos.

    Bibliografía

    1. Asamblea Nacional del Poder Popular (1997). Ley 81 Del Medio Ambiente. En Gaceta Oficial de la Republica de Cuba. 11 de julio de 1997, año XCV, número 7. Ciudad de La Habana. 40p.
    2. CITMA (2004). Resolución 135. Reconocimiento Ambiental Nacional del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente. Ciudad de La Habana. 9p.
    3. Koontz y Weihrich (1990). Elementos de Administración. E. Meleraw. México. 342p.
    4. Mark J. Epstein (2000). El desempeño ambiental en la empresa. Prácticas para costear y administrar una estrategia ambiental. ECOE Ediciones. Colombia. 295p.
    5. ISO 14001 (2004).Sistemas de Gestión Ambiental. Requisitos con orientación para su uso. Oficina Nacional de Normalización. Suiza. 36p.
    6. Ortiz Chávez, Yunelsy (2005). Propuesta metodológica para la Gestión Ambiental en Instituciones de Educación Superior. TD. Universidad de Holguín. Holguín. 64p.
    7. Rodríguez, Miquel A.; Joan Enric Ricart (1998). Dirección Medioambiental de la Empresa. Gestión Estratégica del Reto Medioambiental: Conceptos, Ideas y Herramientas. E. Gestión 2000, S.A. Barcelona. 185p.
    8. Rodríguez Córdova, R. y Sigarreta S. (2003). Integración de la Gestión Ambiental en el proceso de Perfeccionamiento Empresarial. Ponencia presentada en la I Conferencia Científica Internacional de la Universidad de Holguín. Holguín. 12p.
    9. Velázquez Zaldivar, Reynaldo (2004). La Gestión Universitaria: herramientas de avanzada para su perfeccionamiento. Universidad de Holguín. 53 p. Digital
    10. Zalazar Velásquez, Isbel Yanelis (2004). Integración de la Gestión Ambiental en el proceso de Perfeccionamiento Empresarial en la Empresa Constructora de Obras de Ingeniería no. 17 de Holguín. TD. Universidad de Holguín. 80p.

     

     

    Ing. Roberto Marrero Arias

    Ingeniero Industrial por la Universidad de Holguín "Oscar Lucero Moya", Cuba 1987; Profesor Auxiliar (Universidad de Holguín, 2005), Vicedecano de Universalización la Facultad de Ingeniería Industrial de la Universidad de Holguín. Es colaborador del Departamento de Ingeniería Industrial y del Centro de Estudios Turísticos (CETUR). Realiza su trabajo profesional vinculado a la Gestión Ambiental y la Seguridad y Salud en el Trabajo. Actualmente trabaja en la preparación de la tesis de maestría y doctorado.