- Los problemas que existen hoy
- Bogotá está cercada ambientalmente
- Visión prospectiva Bogotá
- Una ciudad productiva, competitiva e incluyente
- Una ciudad turística
Los problemas que existen hoy
Para construir la Bogotá que queremos o soñamos en el futuro, es necesario tener claro y presente los problemas que hoy la aquejan y que las soluciones que se adopten y se pongan en marcha podrían, en el mejor de los casos, avanzar solo parcialmente en la obtención de esta meta de ciudad. Significa lo antes dicho que los planes, estrategias, programas y proyectos que se deban poner en marcha no necesariamente para lograr la meta ciudad no necesariamente serían los más apropiados para resolver de manera aislada los graves problemas que afectan el desarrollo económico de la ciudad. Más exactamente, los planes, programas y proyectos que se deberían adoptar para convertir a Bogotá en una ciudad moderna, competitiva e incluyente, no necesariamente serían los mismos que deben igualmente adoptarse para resolver los problemas particulares que hoy claramente identificamos; de todas maneras, parte de la solución de estas problemáticas serán muy probablemente el punto de arranque hacia la obtención de los objetivos superiores. En este contexto, abordemos, de manera resumida, la identificación de los principales problemas que reconocemos padece la ciudad. Los problemas que existen hoy son sintomáticos sobre lo que "se puede hacer" del "deber ser", es decir, los problemas que existen aterrizan los posibles escenarios que se puedan construir a futuro, y de su solución depende el logro de una Bogotá moderna, competitiva e incluyente.
a. En cuanto al desarrollo productivo y la competitividad
La posibilidad de enfrentar los problemas de bajo crecimiento, alto desempleo y empleos de baja calidad depende, en gran medida, de la capacidad que tenga la ciudad para impulsar la inversión privada, la productividad y la competitividad, así como de la forma de cómo se distribuyen los beneficios de la aglomeración y del crecimiento económico que ésta genera.
Para avanzar en esta perspectiva, se deben reconocer las limitaciones con las que hoy cuenta la ciudad como son la heterogeneidad productiva y el reducido tamaño de sus empresas que, bajo determinadas restricciones tecnológicas y competitivas, afectan su capacidad de financiamiento en condiciones óptimas, de innovar, competir y exportar[1]
Cabe recordar que Bogotá tiene más de la mitad de su población ocupada en actividades de muy baja productividad y de bajos ingresos[2]razón por la cual el mercado interno no tiene el adecuado dinamismo para atraer e impulsar la inversión privada en bienes transables, ni para contribuir al crecimiento sostenido de la economía. Ello sin mencionar los problemas de competitividad que afronta la ciudad derivados de la inadecuada estructura de los precios básicos a nivel nacional (particularmente tasa de cambio y tasa de interés).
Otra restricción importante reside en las brechas existentes en la educación y la formación de la fuerza de trabajo. Por tanto, se impone el objetivo de potenciar el vínculo entre la inversión en capital humano y el crecimiento, a través del círculo virtuoso de mejorar los niveles educativos, crear fuerza de trabajo más calificada y producir bienes más sofisticados en Bogotá, elementos que serán más reales de cumplir en el marco de un clima de inversión adecuado, por cuanto la demanda de trabajo calificado, y con ello la elevación de retribuciones sociales de la educación, está determinada por las oportunidades de las empresas de acceder a nuevas tecnologías y nuevos mercados, condición que tampoco es independiente de las políticas macro, pero que es uno de los campos en los que la administración distrital tiene un importante margen de intervención.
b. En cuanto al desarrollo territorial
Uno de los problemas del ordenamiento territorial de la ciudad, visto desde la óptica económica, ha sido que la planificación ha estado siempre reducida a lo físico y lo arquitectónico y en consecuencia se ha caracterizado por el divorcio entre el desarrollo urbano y el desarrollo económico.
De otra parte, una de las causas de la segregación, en términos del ordenamiento territorial, ha sido la poca inversión pública en las zonas y suelos donde habita la población menos favorecida, resultado de lo cual no se dispone de suficientes equipamientos en las UPZ de mejoramiento, es deficitario el acceso a los servicios públicos, y son insuficientes las vías y escaso el mejoramiento de la malla vial.
Adicionalmente, se debe establecer cómo se entiende la ciudad en relación con la región. En términos económicos, es fundamental que se defina entre distribuir más equitativamente en el territorio la población y las actividades económicas o, más bien, distribuir equitativamente los beneficios de la aglomeración derivados de una distribución desigual en el territorio de la población y de la actividad económica.
c. En cuanto al desarrollo turístico
Tradicionalmente se pensaba que Bogotá no era un espacio apto para desarrollar el turismo; no obstante, en los últimos años esta actividad se ha venido posicionando y ganando en importancia a través del desarrollo del turismo de negocios, empresarial y de servicios de salud. Sin embargo, hace falta proyección, definición de zonas según los usos del suelo, apoyo económico y desarrollo de infraestructura.
En este sentido, los obstáculos que se presentan en la actualidad para el desarrollo de esta actividad económica son los siguientes:
Bajo nivel de integración entre los actores que participan de la actividad turística, entre los sectores público y privado y, entre instituciones públicas, y a nivel geográfico.
– Carencia de un sistema de información sectorial (estadística y de investigación) que provea información requerida para la toma de decisiones, a niveles público y privado.
– Mala imagen de la ciudad por la percepción de inseguridad, no coincidente con los indicadores que reportan diferentes organizaciones.
– Ausencia de una "marca de ciudad" que facilite el posicionamiento claro y continuo de la ciudad en mercados nacionales e internacionales.
– Carencia de un plan de mercadeo turístico para la ciudad, para la identificación de mercados potenciales en los cuales enfocar los esfuerzos de la oferta turística.
– Oferta atomizada de los atractivos turísticos. Como consecuencia del desconocimiento de mercados, no se aplican estrategias de priorización.
– Deficiencia en la planificación territorial que incluya la actividad turística, que afectan (POT).
– Inadecuada infraestructura para la prestación de servicios de transporte turístico (acceso de autocares turísticos a terminales, zonas de parqueo especiales, facilidad de acceso a visitantes con limitaciones físicas, etc.).
– Déficit en infraestructura para la realización de grandes eventos acordes con la magnitud del mercado empresarial.
– Prestadores de servicios turísticos (personas) con bajo nivel de formación técnica.
– Alto nivel de informalidad de los prestadores de servicios turísticos.
– Alto nivel de desconocimiento de la ciudad, de su potencial turístico y de su importancia, por parte de la ciudadanía en general.
– Bajo nivel de sentido de pertenencia, cultura ciudadana, compromiso ciudadano.
d. En cuanto a aspectos de género, inclusión y derechos
Se resaltan tres obstáculos visibles, sensibles, cada uno de ellos a su vez compuesto de diversos factores interrelacionados entre sí, que alejan a los y las habitantes de Bogotá del disfrute de una vida con las condiciones básicas para su bienestar. La política de desarrollo del Distrito se puede dirigir a remover progresivamente por lo tanto los obstáculos estructurales y otros que no siendo tan estructurales son igualmente significativos y necesarios para sembrar la esperanza de los cambios.
Bogotá está cercada ambientalmente
Están acabados los paisajes, bosques y montes naturales, las aguas profundas, los ríos, páramos, como resultado de la intervención urbanizadora, las actividades industriales o económicas, o de infraestructura, fuera de control y sin sostenibilidad ambiental, social y económica. Esta amenaza es un cinturón de fuerza para Bogotá que sólo puede romperse, desarrollando de manera horizontal con los municipios circunvecinos el concepto de región y de complementariedad, de planeación regional integral y de ordenamiento territorial regional por encima de la fragmentación municipal. Una de las razones por las que se da este desorden ambiental y territorial que amenaza los derechos de las personas y su futuro, es el hecho que los Planes de Ordenamiento Territorial – POT, no reconocen como a Bogotá como ciudad región, sino que la legislación les dio vida de manera fragmentada a nivel municipal. Así es difícil construir sólidamente Región.
1. La pobreza y la indigencia son aún significativas, a pesar de que la ciudad y la aglomeración generan oportunidades para su significativa reducción, como se observa al comparar las cifras de Bogotá con las de otras ciudades del país y más aún con las de las zonas rurales. Dar pasos hacia la universalidad de los derechos humanos y hacia la equidad en los recursos y bienes materiales, en la participación en lo público y en el poder político, es urgente y posible. Se requieren políticas, acciones afirmativas que toquen desde lo estructural, lo económico, lo cultural hasta lo social y demás ámbitos necesarios. Universalidad de los derechos versus discriminación y exclusión por cualquier causa y razón.
2. En Bogotá, a pesar de los importantes avances en materia de diversidad y no discriminación, todavía persiste la resistencia a comprender que no somos uniformes sino diversos y plurales. No se ha incorporado en la conciencia colectiva el concepto de nación establecido en la Constitución: nación diversa y multicultural. Se trata de revertir la condición de arrinconamiento de la participación por una participación social amplia, libre, éticamente responsable, cualificada, con poder y significativa.
De otra parte, en los significativos niveles de pobreza e indigencia de la ciudad, la presencia relativa de las mujeres es alta: las mujeres jefas de hogar en promedio en Bogotá son el 33%, y entre los hogares en situación de pobreza son el 37% (ECVB 2007).Uno de los mayores obstáculos para el bienestar de los hogares con jefatura femenina pobres, es el acceso a una vivienda digna.
La movilidad continúa representando uno de los mayores problemas de la ciudad, el cual se acrecienta en el caso de las mujeres pobres que trabajan fuera de su hogar, dada la carga de responsabilidades del hogar; por lo tanto, el tiempo de movilidad se les incrementa así como los costos de transporte. Adicionalmente, los equipamientos de servicios son muy reducidos o no existen en el mejor de los casos, pero que son una necesidad absoluta para aliviar las responsabilidades que les han sido asignadas.
Las violencias de género, tanto en el hogar como en la calle, que afectan a las mujeres por su condición de tales, tienen un alto grado de tolerancia en la ciudad, y se reproducen por la permisividad de estos comportamientos.
En el futuro cercano, la ciudad de Bogotá será eje articulador y polo de desarrollo de la industria y de los servicios avanzados de la nación; soportado en la investigación, la innovación, talento humano de alto nivel, productivo y con valor agregado, social y ambientalmente sostenible y conectado con el país y el mundo.
Este objetivo se logra a partir de la confianza, cooperación y respeto colectivos a las normas establecidas. La sociedad bogotana ha logrado construir consensos alrededor del propósito común de transformar y dimensionar su tejido productivo, y de elevar la productividad y la competitividad de su economía como medios para mejorar el bienestar de sus habitantes.
Los bogotanos disfrutan una ciudad sostenible, un buen vividero, de próspera economía, de Buen Gobierno, una ciudad atractiva para los tomadores de riesgos bancarios, bursátiles, comerciales y de inversión directa. Una ciudad, en fin, capaz de ofrecer oportunidades para que la ciudadanía bogotana se apropie de ella, que es uno de los bienes colectivos más importantes del mundo para el disfrute, para la adquisición de conocimientos y para la generación de ingresos. Una ciudad que es la dínamo de aglomeración más eficaz en la lucha de la sociedad colombiana contra la pobreza y la desigualdad.
El objetivo central será la disminución de la pobreza y de la desigualdad. La pobreza, en el estándar internacional de ingresos, afecta al 10% de los hogares de Bogotá. Este número es alrededor de la cuarta parte del que la capital registraba hacia 2010. No hay hogares en condición de indigencia.
Bogotá goza de una alta calidad de vida en materia ambiental, como resultado de una gran variedad de acciones públicas (en el sentido de acciones del Estado y de acciones del público).
Tres elementos han sido fundamentales en este universo de acciones:
La ciudad cuenta con un borde urbano – rural apacible y bien definido. A mediados de la década del diez cesó la expansión horizontal del área metropolitana.
La ciudad logró imponer un estricto universo de reglas de uso del suelo.
La ciudad resolvió, en lo fundamental, los innumerables conflictos que afectaban el mundo de la movilidad a comienzos de este siglo.
Bogotá cuenta con un sistema integrado de transporte público colectivo que combina el metro, los buses articulados, los buses tradicionales y el tren de cercanías, para crear una unidad bien regulada en lo logístico, lo técnico y lo financiero. Los bogotanos tienen un sistema público de transporte a costos razonables, financieramente viable y con un servicio de alta calidad. Por otra parte, los peatones y los ciclistas tienen absoluta prioridad sobre cualquier otro medio de transporte.
Se dispone de peajes urbanos para los vehículos privados (de carga y pasajeros) que utilizan las vías de alta velocidad o que entran al centro histórico de la ciudad. Se cuenta con transporte gratuito al interior del centro de la ciudad, lo que ha permitido peatonalizar una parte importante del área central. Los subsidios, de diferente tipo, que se otorgaban a los espacios destinados a parqueaderos fueron abolidos al inicio de la segunda década.
Bogotá genera en 2038 cerca de la tercera parte del PIB de Colombia. Es una ciudad de servicios de alta productividad y de industrias de alto contenido tecnológico. Las pequeñas y medianas empresas están cada vez más articuladas alrededor de la industria y los servicios de mayor tamaño, como proveedoras de insumos y servicios. Existe, sin embargo, un creciente número de pequeñas unidades empresariales directamente vinculadas al mercado nacional y a los mercados globales y que fundamentalmente prestan servicios de alto valor agregado.
Bogotá es una ciudad universitaria, que atrae matriculados del resto del país y de la región latinoamericana. Es universal la cobertura de los servicios de educación hasta el último año de la educación media. La universidad pública ha mantenido su participación en la matricula de los estudiantes universitarios.
Se tiene un Buen Gobierno a escala distrital. Los métodos clientelistas y rentísticos de la política electoral distrital se han mantenido bajo control, si bien no han desaparecido del todo del escenario. La burocracia distrital es competente y el manejo financiero de la ciudad ha garantizado continuamente la sostenibilidad de la deuda pública. Es fácil hacer negocios y emprender iniciativas generadoras de ingresos.
En consecuencia, Bogotá es una ciudad altamente satisfactoria para sus ciudadanos: para el bogotano permanente, que reside habitualmente en ella porque nació o decidió vivir en ella, pero también para el bogotano transitorio, que la visita sistemática o eventualmente. En ese sentido, Bogotá es una ciudad:
Segura: Donde el bogotano camina libre y desprevenidamente por sus calles, y su vivienda, sitio de trabajo, y el sitio por el que transita, no le representa motivo de incertidumbre, miedo o rechazo.
Respetuosa y amable: El bogotano, como parte de la cultura ciudadana, se siente respetado, protegido, es cordial y diligentemente tratado por sus autoridades, por sus servidores, por los prestadores de servicios públicos y por sus propios conciudadanos.
Entretenida: El bogotano tiene acceso, según su preferencia, a espectáculos artísticos y culturales, servicios de distracción y entretenimiento, de posibilidades y facilidades de reunión social, de calidad.
Atractiva: El bogotano percibe su ciudad bien organizada urbanísticamente, con áreas públicas abundantes y verdes, avenidas amplias y seguras, arquitectónicamente bella y bien amoblada, además de contar con acceso a servicios de salud adecuados y el entorno protegido y ambientalmente sostenible.
De fácil acceso: El bogotano puede desplazarse rápida y cómodamente, a cualquier parte de la ciudad, en sistema de transporte público o particular, según condición o preferencia.
Asequible: El bogotano común y corriente puede con sus ingresos, incluso si son pocos, alimentarse sanamente, vestirse decorosamente, educarse, prevenir su salud y curarse satisfactoriamente y habitar en una vivienda digna, así como acceder a sus servicios, entretenimientos y espectáculos de calidad de forma regular.
Una ciudad productiva, competitiva e incluyente
Bogotá aplicó una estrategia en la que el ordenamiento territorial jugó un papel muy importante para la productividad de la ciudad, pues las condiciones físicas concernientes a la infraestructura vial, aeroportuaria, servicios, etc., determinaron un alto nivel de las capacidades y fortalezas para exportar, prestar servicios a gran escala y la producción de bienes en general. La ciudad contempla los usos del suelo y un ordenamiento territorial en general de manera estratégica, para la realización de negocios y la producción de bienes y servicios. Estas actividades dependen en alto grado de las condiciones de los suelos y del aprovechamiento que las normas permitan.
Se ha logrado el equilibrio en la distribución de los beneficios de la aglomeración en las zonas de la ciudad, mediante el fortalecimiento de las centralidades y las inversiones en equipamientos. Es una ciudad que contempla oportunidades para todos, y en consecuencia es una ciudad que impide la segregación social mediante estrategias de todo tipo.
Bogotá priorizó el tipo de obras e infraestructura a desarrollar. Impulsó el transporte masivo y articulado en la ciudad y la región, y aprovechó al máximo el Aeropuerto como una estrategia de desarrollo y competitividad.
La ciudad generó las condiciones físicas, sociales, políticas y culturales para que las empresas que alberga y las que atrae, sean competitivas. Esto es, que pueden preservar sus mercados de la competencia externa y, colocar sus productos en mercados, bien de otras regiones del país u otros países. Éste proceso de expansión económica estuvo acompañado de un proceso de inclusión social y de respeto por el entorno. La ciudad incluyente garantiza a sus moradores el derecho a la ciudad para todos.
Se logró el consenso de que las actividades de innovación son una de las principales fuentes de crecimiento de las economías. Se estructuró una red de innovación para Bogotá y la región con la participación de: a) los empresarios, b) los gremios, c) las universidades, d) el Gobierno Distrital. El Gobierno Distrital actúa como coordinador de la red, convoca a los gremios y a las empresas otorgando incentivos fiscales y subsidios a los estudiantes de doctorado, y ayudando a la identificación de temas y problemas claves para el desarrollo de la ciudad y su periferia.
La ciudad, a través de un proceso complejo de negociaciones entre la administración, el sector privado, la academia, el mundo sindical y otras organizaciones de la sociedad civil, construyó un conjunto de facilidades de distinto tipo que permitieron el desarrollo de un grupo de sectores industriales y de servicios de mediana y alta tecnología generadores de alto valor agregado muy competitivo que jalonan el crecimiento económico de la ciudad.
La nueva estructura productiva de la sociedad fue posible, en buena medida, a los resultados de la educación en la ciudad. Se amplió la cobertura y la calidad de la educación pública, todos los niños y jóvenes, en edad escolar, reciben, independiente de su origen social, una educación de calidad. Se garantiza la educación gratuita hasta el grado 11 y el grado cero está ampliamente generalizado. La educación secundaria se acompaña de una formación para el trabajo y/o de apropiación de la cultura académica que permite un tránsito más fluido a los estudios post secundarios.
De la misma manera, en la ciudad se ha desarrollado un sistema de ciencia y tecnología de alta calidad. Bogotá, como ciudad universitaria, genera una oferta de personal altamente calificado, en una amplia variedad de campos del saber, y de investigación e innovación tecnológica que ha permitido la consolidación de los sectores manufacturero y de servicios de mediana y alta tecnología muy competitivos.
La eficiencia del sistema tributario para cobrar los impuestos y captar los distintos tipos de plusvalía, más una planeación rigurosa de los programas de inversión y una juiciosa supervisión, por parte del Concejo Municipal, de los gastos de la administración le han permitido a la ciudad llevar a cabo un conjunto de políticas que han dado lugar a una ciudad competitiva, incluyente y respetuosa del entorno. Lo ha hecho sin recurrir a un endeudamiento excesivo y manteniendo sus bonos en los máximos niveles por parte de las agencias de calificación.
Bogotá ha desarrollado varios tipos de turismo, para lo cual necesitó que tanto las políticas como las estrategias territoriales definieran zonas urbanas y rurales con usos de suelo afines y actividades encaminadas a fomentar los servicios complementarios.
Se ha logrado conformar una ciudad cosmopolita con:
– Gran afluencia de visitantes nacionales y extranjeros de alto gasto (ampliación significativa de cuota de mercado en el país y en Latinoamérica).
– Oferta variada y posicionada de tipologías de turismo (que en el imaginario colectivo, la ciudad no esté posicionada exclusivamente como destino de turismo de negocios).
– Alto posicionamiento en el continente y en el imaginario colectivo de sus gentes (efectivo citymarketing).
– Oferta de servicios turísticos variada, calificada y diferenciada con énfasis en asuntos de salud
– Altos índices de seguridad, accesibilidad y comodidad para viajeros.
– Alta generación de empleos a través de la cadena productiva del turismo.
– Oferta turística directa y complementaria integrada a la región.
– Modelo de turismo sostenible.
– Efectiva integración, coordinación y articulación de los componentes de la cadena productiva.
– Alta organización y regulación de la actividad turística y actividades complementarias (Institucionalidad, competencias y normas).
– Adecuada dotación y mantenimiento de infraestructura y servicios concordantes con su vocación turística.
– Ciudadanía conocedora y comprometida con los objetivos y estrategias de la ciudad.
Finalmente, las políticas de desarrollo económico se han desarrollado desde un enfoque de inclusión social, que toma en cuenta la situación y las condiciones de sus pobladores y pobladoras, y de esta manera ha evitado las desigualdades de los beneficios del desarrollo. El modelo de desarrollo valora las diversidades de los diferentes grupos poblacionales que la constituyen.
La ciudad brinda condiciones de seguridad ciudadana con enfoque de género.
Las mujeres cuentan con acciones afirmativas y las estrategias estimulan el mejoramiento de la productividad y competitividad en el tipo de actividades productivas que desarrollan y se acompaña de equipamiento ciudadano, como guarderías, comedores comunitarios, que les facilita destinar tiempo a las actividades generadoras de ingresos.
De otra parte, se cuenta con un observatorio y sistema de información de ciudad que permite el seguimiento y evaluación de las políticas públicas, desagregado, entre muchas otras variables, por sexo.
Se cuenta con una ciudad ejemplo, respetuosa de los derechos humanos, que protege la vida y la integridad de sus habitantes y vela por la igualdad de oportunidades y posibilita la autonomía.Una ciudad donde se respeta, vive y recrea la igualdad y la participación social libre y significativa junto con la multiculturalidad, la diversidad, vida digna, libertades y bienestar. Una ciudad con una amplia participación social con formas de participación directa como también representativa, y también intercultural. Una participación éticamente responsable.
Autor:
Jose Orlando Morera Cruz
[1] La importancia de las micro, peque?as y medianas empresas como creadoras primarias de empleo y producto en la ciudad es altamente reconocida por las diversas fuentes de informaci?n: Por escala de personal ocupado, el 91% de los establecimientos de la ciudad son microempresas (1 a 10 trabajadores) y el 5.2% son pymes (11 a 200 trabajadores). (DANE- Censo de Unidades Productivas 2005).
[2] La informalidad en Bogot? en octubre-diciembre de 2008, alcanzaba el 54% (DANE-GEIH)