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Barcos fantasmas (página 2)


Partes: 1, 2

La vida no era otra cosa que un largo camino hacia el olvido y los barcos abandonados fueron leídos como signos del fatalismo por venir. Con los románticos, y su gusto por la muerte, lo ruinoso adquirió un carácter fúnebre. Tal vez sea por eso que los barcos sin alma pasaron a ser una clara muestra de la impermanencia de todas las cosas y un ejemplo evidente de la pérdida y lo desconocido, cargándose de poesía y reflexión, gracias a la imaginación que se les supo imprimir en textos y dibujos.

Así pues, desde mediados del siglo XVIII y las primeras décadas del siglo XIX, nuevos temas se impusieron tanto en los escritores como entre los pintores. Castillos, templos, ciudades perdidas, exóticas esculturas rescatadas de la oscuridad de las selvas tropicales y barcos abandonados flotando misteriosamente en el mar, empezaron a ilustrar decenas de libros de viajes, novelas y artículos periodísticos.

PARTE 4

El crucero de las ratas

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El crucero Lyubov Orlova

Botado por la ex-Unión Soviética en 1976.

EL JUEVES 21 de febrero de 2013 el diario La Nación publicó en su página Web la siguiente noticia:

"ALERTA POR UN CRUCERO FANTASMA A LA DERIVA EN EL ATLÁNTICO NORTE.

PARÍS.- Un enorme crucero de fabricación rusa, que años atrás solía hacer viajes de Ushuaia a la Antártida, se encuentra desde hace un mes a la deriva en el Atlántico norte, con ratas como únicos pasajeros, y sin ninguna autoridad internacional en condiciones de abordarlo. La asociación ecologista francesa Robin des Bois alertó ayer sobre la "amenaza inminente para el medio ambiente" que constituye el carguero Lyubov Orlova, abandonado a su suerte por Canadá desde el 23 de enero pasado. Si el barco llegara a colisionar, naufragar o tener alguna avería, "liberaría inmediatamente o a mediano plazo hidrocarburos […] y otros líquidos técnicos tóxicos", además de otros materiales contaminantes, indicó Robin des Bois en un comunicado. El crucero, construido en la Unión Soviética en 1976, mide 90 metros de largo, tiene capacidad para 110 pasajeros y estaba equipado para resistir los duros golpes del hielo antártico. Pero un mes atrás abandonó el puerto canadiense de Terranova con destino a República Dominicana, donde iba a ser desguazado. Fue en ese momento cuando se rompió el cable que lo unía al remolcador. Desde entonces, está a la deriva. Las autoridades canadienses intentaron recuperarlo cuando amenazaba con chocar una plataforma petrolera, pero las condiciones meteorológicas no permitieron completar la operación de rescate. Luego, el barco entró en aguas internacionales. Según Robin des Bois, se desconoce el paradero exacto de la nave, sin tripulación, luces ni balizas de localización, pero podría estar siguiendo "la trayectoria contraria a la que efectuó el Titanic" y dirigirse hacia Irlanda. En esa situación, el crucero corre el peligro de chocar contra un iceberg o, debido a su mal estado de conservación, sufrir una avería y hundirse, advirtió la asociación. En el caso de un barco a la deriva con pasajeros a bordo se podría aplicar la Convenio Internacional para la Seguridad en el Mar, pero no hay ninguna normativa para barcos vacíos. La nave "está en una especie de vacío y de monstruosidad jurídica", dijo el vocero de la asociación ambientalista, Jacky Bonnemain. Michel Quimbert, abogado francés especializado en derecho marítimo, estimó que, a falta de una policía internacional, correspondía a los responsables de la deriva del barco (la empresa de remolque, el país de bandera, el propietario o la compañía de seguros) hacerse cargo de la situación. Pero no existe una autoridad que pueda obligar a los responsables a actuar, "salvo su propio interés", ya que si se produjera un accidente, podrían ser demandados judicialmente. Pero "fuera de las aguas territoriales, es difícil" obligarlos a intervenir, señaló el abogado. "No hay policía internacional ni fondos internacionales de intervención" que puedan ser movilizados, añadió."[28]

Es más que claro que la nota precedente no alude a un barco fantasma del estilo del Holandés Errante. Lejos estamos de las proyecciones espectrales de las que nos hablan las ciencias ocultas o los cuentos de la era victoriana. No hay en el Lyubov Orlova ninguna tétrica tripulación de esqueletos o almas en pena condenadas a vagar en un limbo marítimo. En realidad, y con el afán de ser exactos, la noticia hace referencia, concretamente, a un barco abandonado. Un navío sin nadie a bordo, ni destino prefijado, que "está ahí", que es algo concreto, pero que se ha perdido en la inmensidad del Atlántico. No hay nada paranormal en el asunto. Pero el hecho de que La Nación y todos los demás medios del mundo hayan titulado del modo en que lo hicieron, es un ejemplo claro de sensacionalismo, cuyo único objetivo era llamar la atención, romantizando el tema.

Un barco fantasma es difícil de obviar. Muy pocos dejarían pasar por alto una noticia de ese tipo, sin al menos darle una ojeada; y, como hemos visto en el capítulo 1, muchos son concientes de ello. Caso contrario no hubieran lanzado la falsa primicia del SS. Cotopaxi, ni ésta levantada por tantos periódicos y sitios Web, viralizándose por Internet.

Pero el asunto del barco ruso no quedó ahí.

Pasaron los meses y a casi un año del accidente, el Lyubov Orlova seguía sin ser encontrado pero con toda una nueva carga de fantasías morbosas en su cubierta.

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Según algunos diarios sensacionalistas el Lyubov Orlova

estaría invadido por "ratas caníbales"

Hacia fines el mes de enero de 2014, los siguientes (y otros muchos) titulares condimentaron la historia original con tétricos detalles:

  • "Un barco fantasma lleva a las costas del Reino Unido hordas de ratas carnívoras".[29]

  • "Barco fantasma cargado de ratas caníbales se aproxima a Gran Bretaña".[30]

  • "Temor por barco fantasma ruso, tripulado por ratas, a la deriva."[31]

Una vez más la noticia recorrió el mundo a la velocidad de la luz. Por algunas horas cundió el pánico entre los más crédulos. Que asquerosos roedores hubieran puesto proa hacia las costas del otrora Imperio Británico no era una noticia que pudiera descartase; a menos, claro, que se conociera la fuente original de la misma: el tabloide inglés The Sun.[32] Un periódico sensacionalista que, desde 1964, se caracteriza por publicar noticias inventadas haciendo gala del fino humor anglosajón.[33]

Pero no todos se tomaron el trabajo de comprobar la veracidad de los dichos y por un tiempo la noticia fue tomada por cierta.

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La amenaza mediática no tardó en propagarse a través de

periódicos de todo el mundo, ilustrada (como se observa) con terroríficos dibujos y fotos.

La imagen de un antiguo crucero de más de 100 metros de eslora, desguasado en parte, sin nadie a bordo y en completa oscuridad, vagando en solitario por el mar e invadido de ratas "carnívoras" y "caníbales", no es algo fácil de olvidar. Nos retrotrajo a uno de los episodios más terribles de la historia occidental, la peste negra; aquella mortífera epidemia desatada por la bacteria yersinia pestis (peste bubónica) que, proveniente de la zona del Mar Negro en navíos italianos, azotó a la población europea desde 1348 produciendo una de las mayores mortandades registradas en el continente.[34]

Como puede observarse, también por aquel entonces la amenaza venía de afuera. Llegaba en barco y montada en hordas de ratas infectas, cuyas pulgas serían el vector de contagio que desataría la catástrofe en el "mundo civilizado".[35]

Sin que jamás hubiera sido imaginado por los armadores soviéticos, el Lyubov Orlova asumía el mismo rol que aquel otro terrible navío de la ficción, la goleta Demeter, en la que Bram Stoker, en su novela Drácula (1897), traslada al vampiro transilvano hasta las costas británicas; y que el director alemán Friedrich Murnau, en 1922, llevara al cine en una maravillosa adaptación expresionista, titulada Nosferatu.[36] En la película (no tanto en la novela), la asociación entre la peste y las ratas es más que explícita.[37] Legiones enteras de roedores desembarcan de una nave abandonada, esparciendo la muerte y el terror.

Imágenes fuertes, máxime para una Europa que, desde la primera década del siglo XXI, se siente xenofóbicamente invadida por refugiados.

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Ratas y refugiados en el imaginario xenófobo y racista de nuestros días.

Izquierda: El crucero de las ratas carnívoras a la deriva y en dirección a Europa.

Derecha: barca con refugiados intentando alcanzar las costas del Viejo Mundo.

Pero el Lyubov Orlova no llegó.

Por alguna razón que los especialistas desconocen, el barco siguió vagando por el mar y, hasta el día de la fecha (mediados de mayo de 2016), aún no ha sido encontrado.[38]

En enero de 2014, Cris Reynolds, de la Guardia Costera de Irlanda, aseguró a los medios de comunicación:

"Lo más probable es que se haya hundido. Hemos gastado dos o tres meses el año pasado [2003] para buscarlo, usando satélites y los aviones del Cuerpo Aéreo, (…) sin hallar nada".[39]

Por su parte, la BBC de Londres publicó:

"Puede parecer que en la era de Google Maps sea fácil encontrar un barco del tamaño de la mitad de un campo de fútbol. Sin embargo, hasta que no se sepa exactamente dónde buscar, las cámaras de los satélites espaciales no pueden ayudar".[40]  

Atiborrados de tecnología satelital, GPS y radares de última generación, podríamos llegar a creer que la existencia de barcos perdidos en los océanos del mundo es cosa del pasado; pero la experiencia nos dice que no es así.

El mundo sigue siendo algo inmenso y aún hoy las historias de barcos desafortunados, al garete, que navegan en solitario desde hace años, es un hecho que, de tanto en tanto, impacta nuestro adormecida capacidad de asombro.

En el fondo, la confianza que depositamos en nuestros avances tecnológicos no deja de ser más que una expresión de deseos. Meros salvavidas que mantienen a flote la racionalidad, ante un mundo lleno de extrañezas.

Elusivo como un fantasma, el Lyubov Orlova seguirá flotando en el imaginario hasta que alguien lo encuentre, o algún periódico inescrupuloso lo haga regresar del limbo, como hicieron con el SS. Cotopaxi.

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Lyubov Orlova (1902-1975)

Popular actriz y cantante soviética.

Considerada la Marilyn Monroe rusa.

Palabras finales

EL TRIÁNGULO de las Bermudas (1974) de Charles Berlitz, así como los libros de Martin Ebon[41]Patrice Gaston[42]y Marcus Silverman[43](entre tantísimos otros, incluso algunos escritos en el ámbito local) fueron los principales responsables de instalar el tópico del misterio de los barcos abandonados en el imaginario colectivo de finales del siglo XX.

Estos best-sellers de carácter internacional (de los que se vendieron millones de ejemplares) expandieron la temática más allá de los puertos y de los marinos profesionales. Cualquier hijo de vecino, aún aquel que jamás se había asomado a una costa, empezó a nutrirse de historias inquietantes sobre tripulaciones desaparecidas y enormes barcos encontrados a la deriva sin haber sufrido, a primera vista, ningún daño serio.

De alguna forma, habían tocado una fibra sensible de la sociedad, explotando la supuesta presencia de ovnis y extraterrestres en un contexto de Guerra Fría y tensión permanente.

Para algunos, la amenaza de una hecatombe nuclear estaba a la orden del día. Muchos auguraban un futuro no demasiado promisorio para la especia humana. La Espada de Damocles pendía sobre nuestras cabezas y la posibilidad de que toda la "raza" desapareciera se anunciaba en revistas y diarios con letra de molde.

Tanto esfuerzo para nada, decían. Por eso, tener acceso a historias de barcos enormes, sin nadie a bordo, con toda la tecnología inútilmente expuesta a los elementos, era una ventana que nos asomaba a un futuro pesimista. Cada pátina de herrumbre que esos navíos exhibían (vista o imaginada en las páginas de los libros) era el anticipo de una batalla que se daba por perdida. Una especie de tumor color ocre que fagocitaba aquello que había sido símbolo de lujo, placer, trabajos infatigables y Progreso. Ni siquiera sus pomposos nombres podían minimizar esas estampas de gigantes vacíos. Convertidos en mohosos cadáveres, los barcos abandonados denunciaban sin pudor el destino de un mundo en decadencia.

Pero también estaban los optimistas ingenuos. Aquellos convencidos de que la humanidad sería salvada por seres venidos del espacio exterior. Un milenarismo remozado y secularizado que aún perdura en el movimiento de la Nueva Era (New Age). Los autores arriba nombrados (salvando detalles mínimos) fueron parte de todo ello; al punto de que la temática de los barcos abandonados terminó convirtiéndose en un subproducto del universo de la ufología. Un spin-off que agregó y acomodó las viejas historias de fantasmas del mar a la era de los viajes espaciales.

Así, púes, los extraterrestres estaban raptando tripulaciones enteras. Llevándoselas a otros planetas, a otras dimensiones o mundos paralelos. Eran los salvadores. Los nuevos Noé, aunque el arca estuviera propulsada por energías desconocidas.

La sugerencia era audaz, sin pruebas de ningún tipo. Meras especulaciones que, aún así, captaron la atención de mucha gente. Detrás de la posible catástrofe se vislumbraba una esperanza y, en un mundo sin angelitos de la guarda, bienvenidos eran los bondadosos alienígenas.

Los sabios que, como Charles Berlitz, anunciaban el nuevo evangelio, tenían las respuestas al enigma, aún mucho antes de plantearse las preguntas. Por eso no se amilanaron a la hora de inflar el misterio. Recurriendo a hipótesis descabelladas, fantásticas, pero atractivas al público, que buscaba evadirse de los problemas y generar esperanzas, por más "locas" que éstas fueran. Y las encontraron en las revistas y artículos de divulgación científica.

El misterio no los amilanó. Todo lo contrario. Exaltó la capacidad de especulación e hicieron de ello un gran negocio. Supieron leer las necesidades de su tiempo. Y, en una década como la de 1970, en que la gente desaparecía como helados al sol por cuestiones políticas, que grupos enteros de marineros se desvanecieran de la cubierta de sus barcos cobró notoriedad. Era algo actual. Aunque romantizado, el drama se filtraba es esos libritos de gran tirada; secularizando lo que supuestamente ocurría después de la muerte. Tras el desvanecimiento, las personas (como antes la almas del Purgatorio) podrían estar a la espera en algún limbo controlado por fuerzas de otras galaxias.

Una década más tarde, durante los "80 (y entrando los "90) las misteriosas desapariciones colectivas en el mar dieron paso a un marcado individualismo. Los extraterrestres se volvieron más oscuros (grises para ser concretos) prefiriendo dejar los barcos para empezar a asomarse en los dormitorios durante las noches. Las abducciones se pusieron de moda. La gente empezó a desaparecer por unidades (aunque con una gran diferencia: los abducidos eran regresados, tras traumáticas experiencias de ¿laboratorio?).

Así todo, los barcos abandonados siguieron acicateando la curiosidad y el morbo. Si bien el investigador serio sabía que detrás de esas historias no había otra cosa que accidentes, desidia, piratería, tormentas y errores humanos, quedaban muchas preguntas por responder. Fue así que, a los apasionados de la ciencia ficción, les siguieron los fanáticos de Agatha Christie. Y no por ello las explicaciones fueron ciento por ciento plausibles.

El encanto morboso que tienen los barcos abandonados es, justamente, la incertidumbre por el destino de sus tripulantes. ¿Qué pasó con ellos? ¿Se tiraron al agua? ¿Los tiraron? ¿Abandonaron la nave en los botes salvavidas y luego la perdieron por algún motivo? ¿Fueron asesinados por modernos piratas? ¿Resultaron ser víctimas de un motín, en el que los amotinados luego huyeron en otras embarcaciones? ¿Una tormenta los borró de la cubierta? ¿Querían evaporarse del mapa por algún motivo personal o policial?

Todas y cada una de estas explicaciones son mucho más lógicas de las dadas por Berlitz y su troupe.

Pero las quimeras no se disuelven de un día para otro.

Se nos ha dicho que en la inmensa soledad del mar puede pasar de todo, y nos gusta creerlo.

Niebla. Oscuridad. Tormentas. Condiciones climáticas inestables y poco propicias para el claro discernimiento. Tragedias y misterio. Nos fascinan. Un barco al garete, sin tripulación ni pasajeros, es algo turbador y, para cualquier periodista de raza, algo digno de ser destacado en una portada.

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El Jian Seng (izquierda) y el Bel Amica (derecha)

Fueron encontrados abandonados y desiertos en 2006.

En el año 2006, un buque tanque, el Jian Seng, y un enorme velero, el Bel Amica, fueron avistados y abordados, encontrándolos completamente desiertos. El primero muy cerca de las costas de Queensland (Australia). El segundo en aguas vecinas a las costas de la isla de Cerdeña. En ambos casos no había un alma a bordo, pero investigaciones posteriores probaron que no se debía recurrir a secuestros de extraterrestres, o extraños vórtices marinos, ni mucho menos a puertas que llevan a otras dimensiones. El asunto se debía a cuestiones mucho más prosaicas: robos y evasión fiscal.[44]

El Jian Seng, por ejemplo, era un nombre falso pintado sobre el original del buque (totalmente ilegible). Por ende nadie lo reclamó como propio. El Bel Amica había sido abandonado por su dueño (un millonario de Luxemburgo) con la intensión (según dijo más tarde) de recuperarlo después. Todo indica que quería evadir los impuestos impagos de su velero. Resultaba menos oneroso perder el barco que saldar las deudas con la dirección general impositiva.

En abril de 2007, otro navío, un catamarán, el Kaz II, zarpó de Airlie Beach (Australia). Tres días más tarde fue encontrado a la deriva sin nadie a bordo, pero (según reza en la exagerada crónica periodística,) con la comida servida sobre la mesa, una notebook prendida y todos los chalecos salvavidas en su sitio. Era como reeditar la historia del Mary Celeste, famosa goleta encontrada en similar situación en 1872. Respecto de este caso se han escrito kilómetros de tinta. Es el barco fantasma más famoso; y si bien aún se desconocen las causas de la desaparición de todos sus pasajeros y tripulantes, se sabe que los sucesos más impactantes (entre ellos el de la comida aún caliente sobre la mesa de la goleta) fue un invento literario publicado y difundido por un joven escritor que empezaba a dar sus primeros pasos: Arthur Conan Doyle [quien unos años más tarde crearía a su personaje más famoso: Sherlock Holmes].[45]

En cuanto al Kaz II la historia no resultó ser tan taquillera como la del Mary Celeste; y aunque se supone que fue la piratería la causante de la desgracia, no faltan los especialistas en misterios que pretenden convertirla en uno de los grandes enigmas del universo.

El listado de barcos abandonados en el mar es más abultado de lo que suponemos.

Allí están, navegando a ciegas. Sin ser rastreados ni encontrados. Descascarándose por el viento y la sal. Mutando en carcachas oxidadas e intimidantes. Despertando, siempre, la veta de interés romántico y asombro que todos conservamos muy dentro de nuestro.

FJSR

MAYO 2016

 

 

Autor:

Fernando Jorge Soto Roland*

[1] V?ase una excelente compilaci?n de leyendas de este tipo en: Cohen, Daniel, ?Apariciones de venganza, advertencia y crisis?, en La Enciclopedia de los Fantasmas, Edivisi?n, M?xico, 1989, pp.149-173

[2] Al respecto recomiendo la lectura de un libro excelente: Quereilhac, Soledad, Cuando la ciencia despertaba fantas?as. Prensa, literatura y ocultismo en la Argentina de entresiglos, Editorial Siglo XXI, Buenos Aires, 2016.

[3] V?ase: Falacia del experto. Disponible en Web: https://es.wikipedia.org/wiki/Falacia

[4] V?ase: Bulo. Disponible en Web: https://es.wikipedia.org/wiki/Bulo

[5] History Channel, bajado de noticiasald?a.com. disponible en Web: http://ar.tuhistory.com/noticias/despues-de-90-anos-reaparece-un-barco-extraviado-en-el-triangulo-de-las-bermudas . Asimismo, v?ase el fantasiso video (que reproduce la noticia): https://www.youtube.com/watch?v=4UmQ-0tpoto

[6] Berlitz, Charles, El Tri?ngulo de las Bermudas, Editorial Pomaire, Buenos Aires, 3? edici?n en castellano, 1975.

[7] Randi, James [1982]:?Fraudes paranormales. Fen?menos ocultos, percepci?n extrasensorial y otros enga?os?[Flim-flam! Psychics, Esp, unicorns and other delusions]. Prologado por Isaac Asimov. Trad. de Alejandro G. Tiscornia. Tikal Ediciones (Col. "Eleusis"). Gerona 1994. XVI + 347.

[8] V?ase: Heuvelmans, Bernard, Tras la estela de los monstruos marinos, C?rculo Amigos de la historia, Espa?a, 1976.

[9] Kusche, Lawrence David, El misterios del tri?ngulo de las Bermudas solucionado, Editorial Sagitario, Barcelona, edici?n castellana 1977.

[10] Berlitz, Charles, Sin Rastro. Los ?ltimos descubrimientos acerca del Tri?ngulo de las Bermudas, Editorial Pomaire, Barcelona, 1977.

[11] Nota: Berlitz vendi? un aproximado de 18 millones de ejemplares del Triangulo de las Bermudas.

[12] V?ase: Spencer, John Wallace [1975]:?El limbo de lo perdido. Casos actuales de misterios marinos?[Limbo of the lost today]. Trad. de Consuelo Gonz?lez Castresana. Editorial Plaza & Jan?s (Col. "Realismo Fant?stico", N? 81). Barcelona 1980. 240 p?ginas.

[13] Nota: Berlitz propon?a dos teor?as: que los ovnis hayan estado "secuestrando aviones y barcos durante varias generaciones" o que todo se deba a una "antigua, e incluso actual, actividad atlante en la zona" [Berlitz, 1974 y 1977]. V?ase: G?mez, Luis Alfonso, Charles Berlitz: desapariciones misteriosas. Disponible en Web: http://web.archive.org/web/20080705044635/http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2004/05/15/el_hombre_que_volvio_del_limbo_de_lo_per

[14] Berlitz, op.cit., p.67.

[15] Recuerdo una experiencia personal vivida en el mes de julio de 1979 cuando, a bordo de un Boeing 707 con destino a Nueva York, el avi?n, tras una escala t?cnica en Nassau (Bermudas), sobrevol? la zona. El comandante a Aerol?neas Argentina y varios pasajeros, no sin cierta iron?a, hicieron referencia expresa al por entonces famos?simo mar de las algas. Risas nerviosas recorrieron el avi?n y muchos fuimos los que nos asomamos por las ventanillas para ver ese misterioso sector del Atl?ntico (con la secreta esperanza de ver all? varados decenas de barcos de todas las ?pocas). No vimos nada, l?gicamente.

[16] Berlitz, op.cit., p.69.

[17] Robeson, Kenneth, Doc Savage, El Ogro del Mar de los Sargazos, Centro Aut?nomo de Trabajos Editoriales, Barcelona, 1983. Nota: es interesante consignar que en estas novelas, a pesar de los t?tulos y tramas en principio sobrenaturales, siempre hab?a explicaci?n racional hacia el final

[18] Para una visi?n general sobre el tema, v?ase: Le Braz Floch, Sergio, Recopilaci?n y estudio de mitos y supersticiones en el ?mbito mar?timo. Disponible en Web: http://upcommons.upc.edu/browse?type=author&value=Le+Barz+Folch%2C+Sergio

[19] Citado por: G?mez Gallego, Domingo, ?El Mar de los Sargazos? en Sobre Leyendas. Disponible en Web: http://sobreleyendas.com/2008/06/10/el-mar-de-los-sargazos/

[20] V?ase el film Barco Fantasma (Ghost Ship), dirigida por Steve Beck, 91 minutos, a?o 2002. G?nero: terror/ fantasmas. Disponible en Web: http://www.peliculaschingonas.org/ver-ghost-ship-barco-fantasma-2002/

[21] Cohen, Daniel, La Enciclopedia de los Fantasmas, Edivisi?n, M?xico, 1989, pp. 231-234.

[22] V?ase: Smyth, Frank, Espectros y Fantasmas, Editorial Noguer S.A., Barcelona, 1976, p?g. 65.

[23] Ib?dem, p. 66.

[24] Nota: El inefable Charles Berlitz consigna en Sin Rastro (1977) que El Holand?s Errante fue visto en la zona del Tri?ngulo de las Bermudas en 1881 (por el Rey de Gran Breta?a Jorge V, cuando era pr?ncipe y viajaba en el H. M. S. Inconstant) y en una fecha tan cercana como 1946 (por un navegante de la United Fruit Company).

[25] Barlett, Xavier, El Fen?meno de los Barcos Abandonados. Disponible en Web: https://somniumdei.wordpress.com/2015/10/01/el-fenomeno-de-los-barcos-abandonados-1a-parte/

[26] Lourerio, Manuel, El ?ltimo Pasajero, Editorial Planeta, Barcelona, 2013, p. 174-175.

[27] V?ase: Soto Roland, Fernando Jorge, El viajero del romanticismo. El siglo XIX y la experiencia sensible del viaje. Disponible en Web: http://www.edhistorica.com/pdfs/VIAJEROS_Ilustrados_y_Romanticos_siglo_XVIII_XIX_.pdf

[28] V?ase: ?Alerta por un crucero fantasma a la deriva por el Atl?ntico norte?, en Diario la Naci?n, 21/2/2013. Disponible en Web: http://www.lanacion.com.ar/1556468-alerta-por-un-crucero-fantasma-a-la-deriva-en-el-atlantico-norte

[29] V?ase: RT. Disponible en Web: https://actualidad.rt.com/actualidad/view/117826-barco-fantasma-ruso-reino-unido-ratas

[30] V?ase: Vista al Mar Noticias. Disponible en Web: https://www.vistaalmar.es/recursos/actualidad/3788-barco-fantasma-cargado-de-ratas-canibales-se-aproxima-a-gran-bretana.html

[31] V?ase: Diario Popular. Disponible en Web: http://www.diariopopular.com.ar/notas/147309-temor-barco-fantasma-ruso-tripulado-ratas-la-deriva

[32] Para una brev?sima noticia sobre The Sun v?ase: https://es.wikipedia.org/wiki/The_Sun

[33] V?ase el video que The Sun subi? a Internet refiriendo el tema del buque y las ratas. Disponible en Web: http://www.thesun.co.uk/sol/homepage/news/5395463/Ghost-ship-with-packs-of-cannibal-rats-is-heading-for-UK-coastline.html

[34] V?ase: Crosby, Alfred, Imperialismo Ecol?gico. La expansi?n biol?gica de Europa, 900-1900, Editorial Cr?tica, Barcelona, 1988. Y el trabajo de Watts, Sheldon, Epidemias y Poder. Historia, enfermedad, imperialismo, Editorial Andr?s Bello, Barcelona, 2000. Adem?s de la maravillosa reconstrucci?n de ?poca hecha por Tuchman, B?rbara, Un Espejo Lejano. El siglo XIV ?poca de calamidades, Javier Vergara Editor, Barcelona, 1978.

[35] Asimismo, en buques arribaron las invasiones. Normandos, sarracenos y piratas de distinto origen arrasaron puertos y villas, acarreando dolor, muerte y pestilencias.

[36] Nota: La palabra Nosferatu es el t?rmino que los polacos usan para denominar al vampiro en la novela de Stoker, pero llama la atenci?n el parecido que tiene al t?rmino griego ?nosophoros?, traducible como ?portador de plagas? [Por otra parte, Grecia ha sido uno de las pa?ses europeos en los que la creencia en vampiros estuvo m?s extendida durante los siglo XVII y XVIII]. Para poder disfrutar el film de Murnau v?ase: Disponible en Web: https://www.youtube.com/watch?v=LFOUUFvUFnA [ver desde el minuto 53? la secuencia que nos interesa en este trabajo].

[37] Otra versi?n cinematogr?fica de Dr?cula, en la que ratas, peste y muerte quedan explicitadas claramente es la realizada por Francis Ford Coppola en 1992. V?ase Bram Stoker?s Dr?cula. Disponible en Web: http://www.dailymotion.com/video/x2n6upm

[38] El barco fue avistado por ?ltima vez en el mes de abril de 2013, a la deriva en aguas internacionales. Por ende, hace m?s de tres a?os que no se tienen noticias de ?l, a pesar de las intensas b?squedas que despleg? en su momento el sistema de guardacostas brit?nico y algunos caza-recompensas, que esperaban denunciar el barco como propio en caso de hallarlo (se calcula que podr?a sacarse una ganancia de un mill?n de d?lares por lo que queda sano del Orlova).

[39] V?ase: El barco fantasma Lyubov Orlova. ?Realidad o ficci?n? Disponible en Web: https://actualidad.rt.com/actualidad/view/118015-barco-fantasma-orlova-urss-internet

[40] Ib?dem: https://actualidad.rt.com/actualidad/view/118015-barco-fantasma-orlova-urss-internet

[41] Ebon, Martin, El Enigma del Tri?ngulo de las Bermudas, Editorial Aura, Barcelona, 1977.

[42] Gaston, Patrice, Desapariciones Misteriosas, Editorial Plaza & Jan?s, Barcelona, 1978.

[43] Silverman, Marcus, La pir?mide sumergida del Tri?ngulo de las Bermudas, Mart?nez Roca, 1984.

[44] V?ase: El misterio de las barcos fantasmas en aguas de Australia. Disponible en Web: http://www.cabovolo.com/2008/03/el-misterio-de-los-barcos-fantasma-en.html

[45] Para el caso del Mary Celeste, v?ase el buen an?lisis de Xavier Bartlett. Disponible en Web: https://somniumdei.wordpress.com/2015/10/01/el-fenomeno-de-los-barcos-abandonados-1a-parte/

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