Descargar

Chile 1982

Enviado por encinaorellana


    Chile 1982

    1. Contexto de la época
    2. Factores Internos.
    3. Factores externos
    4. Desarrollo de la crisis
    5. Políticas cambiarias
    6. Políticas monetarias
    7. El esperado ajuste
    8. ¿Y que exigencias teníamos que cumplir?

    Contexto de la época

    Para lograr una correcta apreciación de la situación vivida en el año 1982 primero debemos situarnos en su contexto.

    En el año 1973 la situación económica en que se encontraba el país era nefasta, con un crecimiento económico promedio anual de – 4.3%, un sin número de incoherencias de política monetaria donde finalmente se aumentó la liquidez de la economía por sobre el 400% y que tuvo como principal y más grave consecuencia el incremento desmesurado de la demanda agregada desatando una inflación superior al 600%, acompañado de un crecimiento negativo de los salarios reales (debido a esta altísima inflación). Todo esto generó un marcado malestar social y un gran descontento de la clase empresarial, que contribuyó en gran medida al término abrupto de la democracia en el país y dio paso a los 17 años de gobierno militar.

    En el año 1969 fue fundado el centro de estudios socioeconómicos (CESEC, el primer centro de estudios neoliberal de chile), aquí es donde nombres como Sergio de Castro, Emilio Sanfuentes, Pablo Barahona, Manuel Cruzat y Sergio Undurraga comienzan a jugar un papel clave en el futuro económico post- golpe de la nación, tres años más tarde en 1972 y a petición de alto mando de la Armada quien les encomendó la tarea de elaborar un proyecto que pudiese sustentar económicamente el pronunciamiento militar, surge el "plan alternativo económico" que luego se complementa con el "estudio de situación económica" anteriormente encargado a el CESEC por la SOFOFA, la fusión posterior de ambos pasó a denominarse popularmente como "El Ladrillo", documento que contenía un detallado diagnostico de la economía del momento y un esquema de medidas a aplicar algunas en calidad de urgente y otras de forma progresiva.

    "El Ladrillo" trata de presentar un análisis coherente y congruente, que contuviera las políticas económicas específicas que Chile debía adoptar para superar su aguda crisis. El propósito final de esta nueva forma de política económica a adoptarse era "alcanzar tasas altas y sostenidas de desarrollo económico, considerado como la única forma de mejoramiento social y humano," para ello se partió de un diagnóstico de la situación Chilena a principios de la década de los 70`s.

    El diagnóstico detallada los principales y más serios problemas de la economía chilena: Baja tasa de crecimiento, un estatismo exagerado, una marcada escasez de empleos productivos, inflación y la existencia de condiciones de extrema pobreza en importantes sectores de la población. Estos problemas fueron los causantes de efectos como; una mala asignación y una baja tasa de crecimiento de los recursos productivos, el limitado desarrollo del sector externo, déficit fiscal, frecuentes cambios en las políticas económicas, mal uso del poder político y déficit de abastecimiento alimenticio.

    Las metas específicas que se fija el programa, fueron las siguientes:

    • Una tasa de desarrollo económico alta y estable dentro de un régimen democrático.
    • Erradicar la extrema pobreza.
    • Garantizar la igualdad de oportunidades especialmente en la educación de modo que el acceso a ella dependa de la capacidad y del potencial creativo de cada individuo, se incluye en este objetivo el acceso a la salud, a la seguridad social y al empleo.
    • Pleno empleo de factores, a través de actividades productivas que contribuyan al desarrollo económico nacional.
    • Obtener estabilidad en el nivel de precios y en la aplicación de políticas económicas.
    • Descentralización del sistema económico, traspasando parte importante de las responsabilidades en la producción de bienes y servicios al sector privado lo que dinamizaría a la economía.

    Surge así en Chile entonces una nueva forma de enfocar la senda económica, ahora en manos de jóvenes economistas vinculados a las enseñanzas de Milton Friedman y a Larry Sjastaad destacados Maestros de la Universidad de Chicago, Universidad que se caracterizaba por su concepción ultra liberal de la economía. La era de los denominados "Chicago Boys" con Sergio de Castro a la cabeza de ellos comenzaba.

    En palabras de P.Melller: Militares y Economistas de Chicago comparten el mismo proyecto, el cual era salvar a Chile, los militares se sienten protectores del país y los economistas se sienten poseedores de los conocimientos para maximizar el bienestar social y transformar a chile en un país desarrollado.

    De Castro primero, como asesor del ministerio de Economía y luego como Ministro de Hacienda fue el principal responsable de llevar al país en este nuevo camino. Así en el periodo 1973 a 1976 comienza el ajuste de la economía chilena donde se establecen durísimas medidas como; la liberación de los precios, devaluación y fijación del tipo de cambio con el objeto de fomentar las exportaciones, reducción de aranceles hasta dejarlos parejos en un 30%, una drástica reducción del gasto fiscal, creación del IVA (20%), liberación de las tasas de interés, facilitar la creación de nuevas instituciones financieras y la apertura del mercado de capitales.

    Esto en un principio no da el resultado esperado ya que la inflación se mantuvo en el orden del 600%, así el programa planeado de forma gradual tuvo que ser cambiado por uno de "choque" que hizo que el PIB llegase a contraerse hasta un -12% en 1975 (severas políticas monetarias y fiscales), pero, que consigue reducir la inflación, esto se logra entre otras cosas, devaluando paulatinamente el tipo de cambio para fijarlo en $39 pesos por dólar y usándolo como "ancla nominal", de esta manera, la inflación cae finalmente en 1981 a 9,9%, dando origen a un periodo de esplendor en la historia economía Chilena llamado poéticamente como la época de "el milagro económico", caracterizado por una baja inflación, altas tasas de crecimiento promedio anual( del orden del 8%), aumento de hasta 4 veces en las exportaciones con respecto al año 1973, aumentos de las reservas internacionales del Banco Central, superávit fiscal de hasta un 5,5% y aumentos reales del salario (del orden del 9%).

    El año 1978 comienzan a entrar una gran cantidad de divisas (petrodólares) a todos los países que no eran productores de petróleo y en especial a Latinoamérica, paralelamente chile, el año 1979 logra un superávit fiscal lo que trajo un gran prestigio en el ámbito financiero, pero, existía un obstáculo el cual era; el riesgo cambiario, entonces fue cuando se toma la decisión de fijar el tipo de cambio, se institucionalizó el superávit fiscal (base y sustento de una paridad cambiaria fija), generando con estas medidas una gran confianza de el sector financiero.

    La época del milagro económico asociado a la fijación del tipo de cambio generó un verdadero Boom Importador (tasas de crecimiento anual de hasta el 21%) y un Boom especulativo en el cual tiene un papel preponderante el sector financiero, quien sostiene y fomenta el crédito fácil a los agentes económicos, la propaganda y el sentimiento de bienestar transformó el pensamiento de los Chilenos, común fue en esta época el: "compre hoy y pague mañana", además, hay que considerar el deslumbramiento social ante la variada oferta de bienes importados, lo que explica este Boom del consumo, que era financiado, finalmente mediante el endeudamiento externo y que duraría hasta el año 1982 donde se redujo este crédito externo de forma dramática.

    En el año 1981, se produjo un recalentamiento de la economía norteamericana, frente a esto Estados Unidos decide incrementar fuertemente las tasas de interés con el objeto de calmar el proceso inflacionario creciente que estaba viviendo, esto produjo una fuga de capitales desde Chile, paralelamente el precio del cobre cayó y el precio internacional del petróleo se incrementa, el conjunto originó fuertes presiones de devaluación en el tipo de cambio siendo esto el génesis de la crisis de 1982. Por lo tanto se puede afirmar que la crisis tuvo su origen en una mezcla de factores tanto internos como externos.

    Factores Internos.

    Desde el año 1977 se presenta un creciente déficit por cuenta corriente, alcanzando el 11% del PGB el año 1981, en este periodo las importaciones se han triplicado con respecto a lo que fueron el año 1977, pero, este déficit era compensando con creces por un superávit de la cuenta capitales financiado gracias a la masiva entrada de créditos externos, mostrando una balanza de pagos en superávit y de paso llenando de reservas internacionales al banco central. La causa principal del déficit comercial fue la política cambiaria aplicada en esta época donde el tipo de cambio fijado en 1979 (39 pesos por dólar) fomentó el consumo de bienes importados y deterioró al sector exportador y que dentro del contexto del marco teórico del enfoque monetario de la balanza de pagos se debe fijar un tipo de cambio correcto para el tipo de economía, esta política tiene como fundamento el mantener baja la inflación y es potenciada con la liberación de la balanza de pagos en su componente cuenta de capitales, endogenisando de paso la oferta monetaria. Así es el tipo de cambio quien determina la inflación interna (importando la inflación) convirtiéndose en el principal mecanismo de control de precios (La inflación tiene dos componentes uno producido por los bienes no transables internacionalmente y otra parte respecto a los bienes transables internacionalmente, en una economía pequeña y abierta lo esperable es que los precios de los bienes transables se igualen a los precios internacionales -más bajos- y disminuya la proporción de transacciones de los bienes no transables, finalmente la inflación debe por fuerza igualarse a la internacional). Al aplicar esta medida se supuso que la convergencia de inflación interna con la externa sería rápida, así, la deuda externa no se incrementaría y no se perdería la competitividad, pero, esto no sucedió debido a la gran entrada de capitales extranjeros que aumentó la masa monetaria y repercutió en un aumento desmedido del gasto interno que presiono al alza los precios de los bienes no transables, de esta forma el control inflacionario funcionaba muy lento. Esto produjo un fuerte deterioro del tipo de cambio real, afectando directamente al sector exportador y por ende, disminuyendo las exportaciones (ya que el retorno que sector exportador obtiene es cada vez menos al traspasarlo a moneda nacional por efecto de la inflación) y fomentando la demanda de importaciones en desmedro de la producción nacional. Así este deterioro del tipo de cambio real se tradujo finalmente a que en el periodo 1979-1982 la pérdida de competitividad fuese del orden del 30%. Finalmente cuando en 1982 se logró la convergencia de la inflación nacional con la internacional, el deterioro del tipo de cambio real no fue revertido aduciendo que la paridad era de equilibrio (en 1982 estaba 30% sobre valorado con respecto al año 1979).

    Así en la época del milagro económico, se presentan una serie de características; una sobre-valuación del peso, altas tasas de crecimiento, una gran facilidad por conseguir créditos que fomentaron directamente el consumo de bienes tanto nacionales como extranjeros y producto de la abundancia económica -y de agentes especuladores- un juego especulativo que aumenta el precio general de las acciones en un 84%, motivando aún más a los agentes económicos a endeudarse para entrar en esto. Así la gran revaluación del tipo de cambio real coincide con un aumento del gasto interno que estimuló la producción y el empleo y como consecuencia de esto la economía presenta señales de un recalentamiento que en el año 1981 se manifiesta con la gran brecha entre el Gasto interno que era 10.3% más alto que el PGB.

    Entre los años 1977 y 1981 las entradas netas de capital eran cada vez mayores, se hace manifiesta la necesidad de una devaluación real del tipo de cambio para de esta manera lograr aminorar o bien anular el déficit comercial (fomentando las exportaciones), lo que equilibraría los mercados.

    Existen otros hechos de especial importancia con respecto a las causas que explicarían la profundidad de la crisis del año 1982, como es la excesiva liberación del sistema financiero nacional –uno de los objetivos de el modelo era fomentar la creación del mercado intermediador llegando a existir 45 bancos y 15 financieras en 1981 – ya que no existía ni el elemento humano ni tecnológico adecuado para velar por el correcto uso de los recursos financieros, así, tanto las operaciones bancarias como de las financieras prácticamente no fueron supervisadas, lo que ocasionó que en el período 1976 al 1981 el crédito al sector privado creció en más de 600%, con tasas reales muy altas que afectaron finalmente la solvencia de las empresas que incumplen los pagos afectando la solvencia de los bancos acreedores que en un intento desesperado por evitar sus quiebras y reconocer pérdidas, les conceden más créditos, esto sólo produjo el hundimiento definitivo de ellas y sólo un transitorio postergar de las inminentes perdidas de la banca nacional. Este hecho quizás pueda entenderse analizando la estrecha relación entre la propiedad de las empresas y los bancos e instituciones financieras ya un gran porcentaje de ellos eran empresas relacionadas de grandes grupos económicos.

    Factores externos

    El país experimenta varios Shock externos desde el año 1980 en adelante.

    • Términos de intercambio se deterioran en un 20% entre el año 1981 y 1982 producto de la inflación internacional, encareciendo nuestras importaciones.
    • El precio del cobre baja 20 centavos en 1981 y luego 12 centavos más en 1982. (Cada centavo representa 12 millones de dólares menos para las arcas del país).
    • Aumento de la tasa de interés internacional, en un 14 % nominal afectando de forma directa la liquidez nacional (comienza la emigración del capital, quienes demandan más divisas, que el Banco Central por ser garante de la mantención del la paridad, debe proveer retirando dinero de la economía y asumiendo el costo de la presión del tipo de cambio) y en un 5,3% real que afecta la carga del "servir" la deuda externa.
    • Disminución del crédito internacional de 4.300 millones en el año 1981 a 831 millones en 1982 y 376 millones en 1983.

    A comienzo de la década de los ochentas el sistema económico Chileno se sustentaba en el libre mercado, la libre determinación de los precios, un sector externo liberalizado con aranceles uniformes del 10%, un tipo de cambio nominal fijo, un mercado financiero desregularizado donde las tasas de interés eran determinadas libremente y con muy pocos o nulos controles sobre movimientos de capital, predominaban dos principios fundamentales: (1) Neutralidad de la política económica (un profundo Laissez-faire) y (2) conducción mediante reglas permanentes (Tipo de cambio nominal fijo, Presupuesto fiscal equilibrado y Oferta monetaria endogenizada) los cuales eran inmodificables pasara lo que pasara. Así el conductor de las políticas no juega un papel real sólo vela por que se cumplan estas reglas.

    Esto orienta de alguna forma el camino elegido por las autoridades en el origen de la crisis que tiene como resultado para el país una recensión costosa, prolongada y grave (sólo en 1987 se recupera el PGB de 1981).

    Desarrollo de la crisis

    Los hechos comienzan a presentarse durante el segundo semestre de 1981:

    1. Producto de la gran entrada de capitales el Banco Central había aumentado sus reservas internacionales durante los 13 trimestres anteriores luego pierde 300 millones de dólares, luego 600 y siguió perdiendo por seis trimestres más.
    2. El índice de precios de las acciones comienza a descender continuamente a partir del tercer trimestre de 1980, a fines del tercer trimestre de 1981 había bajado cerca del 33%.
    3. A partir del segundo semestre de 1980, el número de empresas que se declaraba en quiebra superaba más de cien por trimestre.
    4. El Banco Central debió intervenir 4 Bancos y 2 Financieras.

    El dogmatismo y la fe de las autoridades en el modelo juegan un rol importantísimo ya que la escénica del modelo se basa en la existencia de un mecanismo automático de ajuste, por lo que en teoría no era necesario aplicar ninguna medida ya que sería el mercado quien se auto-ajustaría, a demás, se consideró que devaluar la moneda no era una solución, ya que era el ancla nominal del sistema, además de ser el símbolo del éxito, la confianza y la continuidad del modelo económico.

    Al ser el compromiso de la autoridad el mantener del tipo de cambio, la base monetaria es endógena, es decir, está en función de las necesidades de divisas del mercado, de esta forma, cuando existe una sobre demanda de divisas, el banco central tiene la obligación de suministrar ese diferencial, deshaciéndose de sus reservas y "cambiando dólares por pesos" , así, retira dinero de la economía y genera una pérdida de liquidez, por lo que los agentes económicos comienzan a retirar fondos depositados y así neutralizar esta iliquidez. Ante la escasez de "depósitos" la tasa de interés tiende subir para captarlos nuevamente, al aumentar, hace que el costo de oportunidad de la inversión sea más alta y sea más conveniente depositar que invertir, al depositar disminuye el dinero que circula en la economía afectando directamente a la demanda agregada y por ende todos sus componente, entre ellos el consumo tanto en bienes nacionales como importados y esto debería producir que la cuenta corriente se balancease con la cuenta capitales originando una balanza de pagos con saldo cero.

    Así se permitió que la tasa de interés nominal fuese el único mecanismo de ajuste durante el segundo semestre de 1981 y el primer semestre de 1982. A pesar de que el mecanismo operó correctamente y la tasa de interés interna estaba en perfecta concordancia con el alza en la tasa de interés internacional hubo disminución en la entrada de capitales y la oferta de créditos externos, de esta forma, la suma de estos factores incontrolables hizo que el mecanismo de ajuste del modelo tuviese un efecto perjudicial sobre el sector productivo y el empleo del país ya que la producción de bienes no transables debería haber disminuido y aumentado la producción de bienes transables, pero, la operación del mecanismo desalienta ambas industrias.(nunca se debió confiar ciegamente en sólo el mecanismo de ajuste, se debió acotar el incremento de la tasa de interés). Para recuperar la competitividad debió haber ocurrido una deflación de casi un 30% en el precio de los bienes no transables, además, cuando se tiene un país riesgoso los capitales extranjeros no entran a pesar de tener una tasa de interés alta. Todo esto debió haberse previsto, pero, el dogmatismo excesivo no los dejo ver insistiendo que el mecanismo debería por fuerza funcionar y solo era cosa de tiempo, tiempo que fue muy lento y a un costo social muy elevado, con un alto desempleo, baja producción, con un gran numero de quiebras y problemas en el sector financiero, todo esto hizo que socialmente se dudara del sistema, duda que se agudizo aun más con la salida de De Castro del ministerio y la devaluación posterior.

    El dólar a 39 pesos era el icono del modelo como antes se mencionara, pero, a pesar de la insistencia de los Chicago Boys, finalmente se tomo la decisión de devaluar, esto fue un verdadero caos ya que la gente se sintió engañada y repercutió en la credibilidad de las autoridades. En mayo de 1982 casi el 50% de las deudas estaba expresado en dólares, el riesgo de esta devaluación lo asumen directamente los deudores pero debido a las dificultades para responder, la banca y las financieras se ven indirectamente implicadas. Luego de la devaluación hubo un vuelco de 180 grados en las autoridades económicas que de tener como ley la de no intervención tuvieron que pasar a políticas económicas activas.

    Políticas cambiarias

    Entre junio y septiembre de 1982 hubo cuatro tipos de políticas cambiarias.

    1. Junio: devaluación de 39 pesos por dólar pasó en un solo día a 46 pesos por dólar, se acordó además, una devaluación gradual de 0.8% mensual y la creación del un tipo de cambio compuesto por una canasta cambiaría.
    2. Agosto: se determina un tipo de cambio totalmente libre.
    3. Seguido de una flotación sucia.
    4. Septiembre: se lleva a cabo otra devaluación del orden del 40%, seguido de una política de devaluación gradual basándose en el diferencial de inflación externa-interna.

    Políticas monetarias

    Antes de la devaluación de junio la base monetaria había disminuido en un 10% con respecto a 1981, esto era parte del mecanismo de ajuste automático (Política monetaria de extrema neutralidad), luego de la devaluación teóricamente la balanza comercial debía mostrar una recuperación, además, debía producirse un aumento de las reservas internacionales y por lo tanto un incremento de la base montería, pero, esta devaluación sólo trajo expectativas de más devaluación y los agentes tratando de maximizar sus ganancias demandaron más dólares producto de esto el banco central redujo sus reservas y disminuyó la base montería, paralelamente existían agudos conflictos sociales, pues, el desempleo había llegado a 25% y existía una brusca recensión en la economía. Era urgente, entonces, tomar medidas ya que ni el mecanismo automático ni la devaluación había servido para levantar a la famélica economía chilena. Así el banco central anuncia que tomara medidas más activas y que aumentará la base monetaria en un 11% por los próximos seis meses, así pasa a una política monetaria de neutralidad activa. Pero, se utilizó como base para el prometido aumento junio de 1982 y no 1981 y junio era ya un 10% menos que 1981. Luego en Agosto se cambia a una política monetaria autónoma, de esta forma la base monetaria aumenta en un 12%, aumento insuficiente ya que la base estaba 14% más bajo que 1981, así el banco central era incapaz de controlar la base monetarias, sobre esto se produjo un cambio de ministro y de presidente del banco central quienes cambian a una política monetaria activa, de esta forma la base monetaria se aumenta a niveles equivalentes a 1981 superior al 20% real, pero, estas medidas tampoco surtieron el efecto y se conoce y reconoce que una política monetaria activa tampoco es capaz de reactivar a la economía cuando existe una gran recesión y una gran libertad en el mercado de capitales.

    Finalmente las autoridades se convencen que lograr la credibilidad del país era un requisito previo para una reactivación, pero, en este intento se cometen graves errores; negándose a reconocer los graves desequilibrios externos y cambiarios existentes, con la primera devaluación se mantuvo el libre acceso de capitales al país, luego para evitar las corridas ante un peso cada vez más débil se levantaron restricciones a movimiento de capitales a corto plazo, pero todo se dio al revés, la devaluación fue tardía y genero expectativas de más devaluaciones, el libre mercado de capitales estimulo la fuga de ellos. Las numerosas políticas cambiarias y los intentos de controlar la masa monetaria sólo provocaron más desconfianza y a fines de 1982 el Banco Central había perdido el 30% de las reservas internacionales, se hace necesario introducir controles cambiarios e imponer serias restricciones a los capitales, además, los aumentos reales de tasas de interés y la brusca devaluación del tipo de cambio, la contracción del PGB y la disminución del crédito externo pusieron en serios problemas al sector productivo y financiero, así, la gran mayoría de los deudores no pudieron responder, abusos e inconsistencias del sector financiero convirtió a la deuda en un problema crítico, el Banco Central debió salir al rescate de la banca evitando el completo colapso del sistema financiero, intervino y otorgó el crédito (deuda subordinada) dando liquidez a los Bancos Comerciales para que pudiesen seguir operando, creó además un tipo de cambio preferencial (más bajo) a los deudores en dólares, debió comprar la cartera mala de los Bancos, se condonaron deudas, multas e interese vencidos, con el consiguiente gran costo para el Banco Central y en el fondo para el país.

    El esperado ajuste

    Se adopta la política de "inversión en reputación", así, se decide cancelar a cualquier costo las deudas externas, confiados que cumpliendo se recuperaría la confianza exterior y el acceso a los mercados de capitales, este proceso de ajuste se hace de forma gradual entre los años 1987 y 1989 y tuvo un final exitoso:

    1. Pasar de un déficit comercial equivalente a un 70% de las exportaciones del año 1981 al superávit, equivalente al 20% de las exportaciones del año 1981.
    2. Crecimiento 5.5 veces superior a 1981.
    3. Disminuir las tasa de desempleo.
    4. Superar el problema de la deuda externa.
    5. Se sientan las bases de la "saludable economía chilena" de la década de los noventa.

    Esto se logra en tres etapas:

    1. 1982-1983: aplicación de políticas fiscales recesivas para eliminar las brechas existentes entre Gasto y Producto interno.
    2. 1984: políticas expansivas para disminuir el desempleo que llegó a ser superior el 30%.
    3. 1985: políticas de ajuste de precios relativos, ante la percepción que los desequilibrios externos eran solucionables solo a largo plazo.

    De esta forma

    1982-1983: Fueron los peores años de recensión desde la década del los años treinta, en este periodo el PGB cae el 15%, la industria y la construcción caen en un 20%, el desempleo efectivo llega al 30%, se triplica el numero de empresas quebradas, el Banco Central pierde el 45% de sus reservas y la cartera mala triplica el capital de los bancos comerciales.

    1984: Se logra cerrar la brecha Gasto- Ingreso, ya se había devaluado, entonces las medidas más drásticas estaban tomadas, se asume que la economía ya estaba en condiciones de empezar a tomar una ruta de crecimiento. Así las políticas logran un aumento del PGB de un 6,3%, se expande la industria en un 10%, cae el desempleo al 25%, pero, se aumenta el desequilibrio externo, que origino el pensamiento que este desequilibrio era sólo solucionable en el largo plazo y se requiere de un gasto interno austero.

    1985: El objetivo fue la disminución del requerimiento de crédito externo, se devalúa nuevamente, y se plantea que las exportaciones debían ser el motor del crecimiento económico.

    Chile se suscribe a un programa de tres años de facilidad cumplida con el Fondo Monetario Internacional y otro de tres años con el Banco Mundial (se logra el anhelado financiamiento).

    ¿Y que exigencias teníamos que cumplir?

    FMI: Exigió el pago completo y puntual de la deuda externa, además, en materia fiscal controlar el déficit, en materia monetaria la restricción del crédito, evitando y eliminando el gran subsidio a la banca y en materia salarial se debió eliminar la indexación salarial y disminuir el piso salarial utilizado en las negociaciones colectivas.

    Con esto el FMI entrego el financiamiento y lo más importante sirvió de carta de presentación para obtener financiamiento de organismos internacionales como el banco mundial y el internacional. Y entregó la credibilidad necesaria a la autoridad. Se debió devaluar nuevamente ya que el pago de la deuda no era un problema de liquidez, sino, de tipo cambiario, ya que la única forma era aumentar las exportaciones que permitirían servir a la deuda de manera más segura y ordenadamente.

    Banco Mundial: Lo más importante fue la exigencia de la creación de un fondo estabilizador del precio del cobre (Aumentos en el precio del Royalty generarían fuertes presiones devaluadoras, así con este fondo se anulan estas presiones) para así mantener el tipo de cambio elevado por muchos años, el cobre representaba el 45% de los montos obtenidos por chile por concepto de exportaciones.

    Con estos acuerdos se logran 760 millones de dólares anuales (desde 1983 a 1987) estos montos equivalían al 40% de los intereses de la deuda externa.

    Así la decisión de una devaluación real significativa fue clave en la disminución de los desequilibrios. Se logra aumentar las exportaciones y la competitividad del sector de esta forma se soluciona el desequilibrio externo, además aumentan los aportes del sector exportador al sector público y se disminuye con esto el déficit fiscal, disminuyen las presiones inflacionarias y contribuyen a la solución de los desequilibrios internos.

     

     

     

    Autor:

    Francisco Andres Encina Seguel

    Familia Encina Orellana. Concepcion