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El acaparador (‘anal retentivo’) y el llamado ‘síndrome de Diógenes’

Enviado por Felix Larocca

  1. El carácter anal
  2. DSM-5
  3. ¿Qué acumula el acumulador?
  4. Sus causas
  5. La saga de los hermanos Collyer: Acaparadores egregios
  6. Animales acaparadores
  7. En resumen
  8. Bibliografía

A pesar de que parece relativamente nuevo, el Síndrome de Diógenes es un viejo trastorno conocido de los psiquiatras. La observación de casos sucesivos en personas mayores con comportamientos huraños que vivían recluidos en sus propios hogares y rehuían cualquier contacto con otras personas fue lo que motivó, en la década de los 60, la aparición de artículos e investigaciones en las que se detallaba un extraño patrón de conducta. Un perfil caracterizado por personas mayores de 65 años que acumulan gran cantidad de objetos inservibles y basura en sus casas y que se transforman en seres ariscos y aislados de la sociedad. FEFL en: Abecedario: V es por violencia y los síndromes de Estocolmo. Leer más: http://www.monografias.com/trabajos92/abecedario-v-es-violencia-y-sindromes-estocolmo/abecedario-v-es-violencia-y-sindromes-estocolmo#ixzz2x0AJSVsR

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Diógenes de Sinope

El llamado síndrome de Diógenes muy posiblemente se origina en lo que en psicoanálisis se conoce como el carácter anal, el que a continuación se describe:

Freud, describió este tipo de problema en el desarrollo de la estructura del carácter. Lo llamó:

El carácter anal

En sus referencias pansexuales y anatómicas, Freud coloca el comienzo de esta patología en el período del desarrollo que sigue al Oral.

La orientación del niño se centra alrededor de la vejiga urinaria y del recto. Se encuentra entre los 18 y los 36 meses de la vida.

En esta etapa, los niños aprenden a controlar la función de la defecación para molestar y para controlar a sus padres.

Este control, amén de hacer que otros pierdan la razón debido a la obstinación retentiva del niño, asimismo se torna, para él, en placer erótico de índole anal.

El control de sus heces y de las funciones asociadas se transforma en naturaleza secundaria, dando lugar al comienzo de pataletas para añadir efecto a sus demandas.

NUNCA pudiendo estar equivocados se tornan argumentativos y agresivos a la menor provocación.

Se jactan de "dosificar" lo que a los demás proporcionan, aunque lo que retienen les reste ventajas claras.

Se vuelven muy organizados y rígidos de adultos, ya que lo exacto les reduce las ansiedades y les da motivo para quejarse exitosamente de los defectos ajenos.

La novia de Robby lo dejó, porque comprendería que sus métodos de comportamientos lo definieran y porque no deseaba pasar la vida mimando a un niño cuyo lugar residiera en una bacinilla, la que nunca ni usaría ni abandonaría.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos56/solucion-conflictos/solucion-conflictos2#ixzz2xGC6lmAU

Nuestro propósito en esta lección es el estudio del alcance y utilidad clínica de otra categoría diagnóstica dentro de la psiquiatría que puede resultar difícil de manejar y de entender amén de siendo superflua.

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DSM-5

Según la versión más reciente del Diagnóstico y Manual Estadístico de trastornos mentales (DSM-5), trastorno del acaparamiento se describe como un patrón de comportamiento compulsivo que involucra acumulando numerosas posesiones que suelen ser de poco valor a nadie.

Mientras todos tienen posesiones que realmente no necesitamos (por lo tanto, la popularidad de las ventas de garaje), acaparadores compulsivos pueden llevar el problema a los extremos que pueden incluso poner en peligro sus vidas.

Mayores acaparadores, que también pueden tener problemas con demencia, pueden desarrollar una forma más severa de acaparamiento, comportamiento, conocido como síndrome de Diógenes, también conocido como trastorno de miseria senil y estos casos pueden incluir amontonamiento compulsivo de basura, junto con las condiciones de vida peligrosas, el descuido severo, retraimiento social, apatía y falta de autocontrol que conduce a las graves consecuencias para los hacinadores y a sus familias.

Historias de los medios de comunicación de acaparadores compulsivos cuyos cuerpos han sido encontrados en su casa, prácticamente sepultada bajo toneladas de periódicos, basura, etc. no son infrecuentes. Más personas diagnosticadas con un trastorno del acaparamiento también son propensas a tener problemas relacionados con otros trastornos de salud mental, incluyendo depresión crónica, ansiedad generalizada, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), y la ansiedad social.

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Folie à deux…

Aquellos quienes acaudalan basura suelen presentar problemas con familiares, amigos y autoridades locales lo que suele agravar sus problemas. Incluso los hijos de ellos pueden desarrollar problemas emocionales a largo plazo que persisten mucho después de que han dejado la casa de la familia.

Los síntomas del trastorno del acaparamiento pueden incluir:

  • Persistente dificultad para deshacerse de o separarse de sus posesiones, independientemente de su valor real

  • Angustia emocional sobre separación con las posesiones

  • Permitir que las posesiones se acumulen hasta el punto de interferir con el espacio casero, lo que a menudo requiere la intervención de otros

  • Dejar que lo acumulado interfiera en la vida cotidiana, incluyendo los quehaceres usuales o las relaciones con amigos o familiares

  • Que dicho comportamiento no pueda explicarse mejor por otro trastorno mental como lesiones del cerebro, trastorno obsesivo compulsivo o enfermedad mental significativa

¿Qué acumula el acumulador?

Artículos que pueden ser recolectados incluyen correspondencia anticuada, basura, ropa vieja, periódicos viejos, objetos arruinados u otros suvenires olvidados.

Incluso los mismos animales domésticos pueden ser acumulados, lo que puede conducir a graves problemas de salud, tanto para el acaparador como para los animales.

La actividad de colectar puede comenzar temprano en la vida, con comportamientos presenciados en niños de veintidós meses, aunque este comportamiento tiende a empeorar con el tiempo y puede persistir dentro de la vejez.

Las tendencias a acaparar afectan a los varones y las hembras (aunque más frecuentemente son observadas en los varones).

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Cuervo. Animal acaparador por excelencia

El síndrome del acaparador compulsivo se cree que afecta a cerca de dos a seis por ciento de la población general, según encuestas comunitarias en los Estados Unidos y Europa.

Mientras que se ha creído por mucho tiempo que el comportamiento representa una forma del trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno del acaparamiento es a menudo más difícil de tratar y es probable que cause mayores dificultades con discapacidad social y el trabajo

Sus causas

La causa real del trastorno del acaparamiento es debatida. Mientras que Freud sugirió que el comportamiento de acaparamiento era simbólico de la retención anal y esfínteres inusualmente inflexibles e inmutables, las teorías más modernas centran en factores cognitivo-conductuales tales como déficits de procesamiento de la información, evitación del comportamiento esperado y creencias distorsionadas acerca de objetos derivados de traumas y otros problemas de la temprana infancia.

También ha habido numerosos estudios investigando diferentes factores biológicos vinculados a la tendencia de acaparar humana. Esto incluye pruebas neuropsicológicas mostrando problemas cognitivos severos en acaparadores.

Técnicas de visualización cerebral magnéticas han demostrado diferencias significativas en regiones encefálicas específicas entre los acaparadores, personas con TOC y controles humanos.

Las cortezas ventromedial anterior prefrontal, y las cortezas cinguladas han sido identificadas como teniendo un rol importante en algunos tipos de comportamientos de acaparar, aunque no parece que exista un mecanismo cerebral específico involucrado en el proceso de hacer estas decisiones.

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Porque el acaparamiento compulsivo es visto a menudo junto con otras condiciones mentales — como la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo — observando factores bioquímicos vinculados a acaparar, los investigadores han tenido dificultades para encontrar medicamentos que pueden ofrecer una solución eficaz.

Mientras que los inhibidores de la recaptación de la serotonina no tienen ningún efecto sobre el comportamiento de acaparamiento algunas investigaciones sugieren que estimulantes y potenciadores cognitivos como el donezepil puede ayudar a apaciguar algunos de los síntomas.

En cuanto a los factores genéticos, parece que hay evidencia que acaparamiento puede ocurrir en personas que están estrechamente relacionados (incluyendo el caso bien conocido de los hermanos Collyer) aunque no está todavía claro si esto es debido a la herencia o al ambiente. También parece que existe evidencia que vincula la acumulación compulsiva al cromosoma 14 — que también se ha ligado a trastornos tales como la enfermedad de Alzheimer y ciertos tipos de discapacidades mentales.

La saga de los hermanos Collyer: Acaparadores egregios

Los hermanos Collyer, Homer y Langley, fueron dos hermanos estadounidenses que se hicieron famosos por su carácter excéntrico y el acaparamiento compulsivo de objetos desechados.

Cuando la policía entró el 21 de marzo de 1947 en la citada dirección, previamente avisada por los vecinos acerca de que los hermanos no daban señales de vida desde hacía bastante tiempo, no pudo franquear la puerta de entrada al encontrarse con enormes pilas de periódicos que la taponaban literalmente desde el suelo hasta el techo. Solicitada la ayuda de los bomberos de Nueva York, éstos también fracasaron al intentar acceder a la vivienda a través de las ventanas pues también se encontraban absolutamente bloqueadas por ingentes y compactas montañas de papel y otros objetos. No hubo más remedio que realizar un agujero en la azotea del edificio para, por fin, lograr introducirse en la vivienda de los hermanos.

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Después de sólo seis horas de atravesar angostísimos pasadizos a través de todo tipo de objetos inimaginables, se tuvo la inmensa suerte de localizar el cuerpo sin vida de uno de los hermanos, Homer, sentado en una silla. Efectivamente fue "suerte" encontrar en "sólo seis horas" el cuerpo de Homer porque a pesar de que decenas de bomberos y policías trabajaron a destajo, no se pudo encontrar el cuerpo del otro hermano, Langley, hasta 18 días después (8 de abril de 1947). Hubo para ello que remover y retirar 136 toneladas de material diverso. Lo curioso de todo es que el cadáver del segundo hermano apareció a escasos metros del primero, lo que da una idea del infierno en que se había convertido aquella casa.

El cadáver del segundo hermano apareció en gran parte comido por las ratas y bajo una cantidad ingente de miles de libros, periódicos y otros objetos de todo tipo. Falleció aplastado por un derrumbe mientras intentaba acceder al rincón de la casa en donde se hallaba su hermano Homer para darle de comer pues éste era paralítico además de ciego. Nunca llegó pues murió aplastado por el camino. Su hermano Homer, como la autopsia posterior reveló, falleció de hambre y sed en una lenta e interminable agonía.

Solo la enumeración de los objetos que se encontraron enterrados entre miles de otros objetos en esa casa es fascinante (10 pianos de cola, coches, maquinas de rayos X, centenares de miles de periódicos, decenas de miles de libros, miles y miles de discos….)

Los hermanos acumularon todos los periódicos emitidos en la Ciudad de Nueva York durante aproximadamente 3 décadas y media. Si tenemos en cuenta de que en dicha ciudad existían unos quince periódicos diarios, dando un total aproximado de más de 190 mil periódicos. Langley fue en una ocasión preguntado acerca de esa inexplicable manía de acumular periódicos. Contestó que los guardaba para que su hermano, ciego, los leyese cuando recuperase la vista y así se pusiese al día. Langley creía firmemente que Homer recuperaría la vista y a tal efecto suministraba a su hermano unas 100 naranjas a la semana pues creía en ello como procedimiento infalible para lograrlo. Esta no es más que una de las decenas de extravagancias que adornaban a los hermanos.

(Seguir leyendo:

http://es.wikipedia.org/wiki/Hermanos_Collyer)

Animales acaparadores

En los últimos años, muchos investigadores han señalado la similitud entre el acaparamiento en los seres humanos con el tipo de comportamiento análogo a menudo visto en diferentes especies animales.

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Gatos acaparadores

Estos incluyen algunos géneros de primates, carnívoros, roedores, aves e insectos, aunque el tipo de acaparar de los animales de pezuña puede parecer muy distinto el acaparamiento compulsivo en los seres humanos. Aún así, el desarrollo de un modelo animal de comportamiento de acaparamiento nos permitiría comprender mejor las regiones diferentes del cerebro asociadas con los acaparamientos compulsivos y desarrollar posibles nuevos métodos de tratamiento.

Válido, quizás, pero, ¿cómo funciona el modelo animal de acaparamiento? Un panorama completo publicado en Review of General Psychology toma una mirada comprensiva en la evidencia y hace algunas sugerencias sobre modelos animales que podrían utilizarse para estudiar el comportamiento de acaparamiento en los seres humanos. El informe abarca los diferentes estudios genéticos, bioquímicos y neurológicos que compararon la conducta humana y animal de acaparamiento. Aunque los autores reconocen la dificultad en la igualación de comportamientos a través de diferentes especies, hay bastantes similitudes para poder derivar algunas conclusiones sobre por qué este comportamiento ocurre en los seres humanos y animales.

Al menos algunas especies de aves tales como los córvidos (incluyendo los cuervos y los herrerillos) y paridae (incluyendo los tits) se han visto acaparando artículos no alimentarios de la misma manera que suelen almacenan los alimentos. Esto sugiere que las aves pueden desarrollar comportamientos anormales de acaparamiento que se asemejan al acopio compulsivo visto en los seres humanos.

Este mismo comportamiento en los roedores, como ratones, ratas y ratones, también puede aparecer patológico puesto que suelen acumular objetos no comestibles en lugar de alimentos. Las ratas también son más propensas a un comportamiento obsesivo de acaparamiento como resultado de estar expuestas a situaciones que provocan miedo o a ser privadas de comida como infantes, posiblemente haciéndolo como una manera de sentirse más seguras. Los estudios del cerebro en estas ratas sugieren que áreas del cerebro vinculadas a la recompensa pueden influir en comportamientos de acaparamiento.

Lesiones a ciertas partes del hipotálamo y otras regiones del cerebro pueden conducir a mayor acaparamiento en ratas, asimismo como cambios en niveles de dopamina y otros neurotransmisores. A pesar de los comportamientos similares, las diferencias entre cerebros humanos y cerebros de ratas hace extremadamente difícil la comparación directa.

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El to" pa"mí

Investigación de acaparamiento de comportamiento en las diferentes especies de primates es mucho más exigua. Mientras que los primates son los parientes genéticos más cercanos a los seres humanos, el acaparamiento en varias especies de simios tiene poca semejanza con el acaparamiento compulsivo en los seres humanos. En este punto, el consenso parece ser que primates no humanos que relacionan sus comportamientos amontonadores al acaparamiento compulsivo humano requerirá mucha más investigación antes de formular conclusiones definitivas.

En cuanto a la cuestión de si los modelos animales pueden ayudar a explicar acaparamiento compulsivo en los seres humanos, no hay ninguna respuesta simple. Aunque este comportamiento ocurre a través de numerosas especies de animales, desde insectos hasta los primates, vincular este acaparamiento al, visto con frecuencia en muchos seres humanos, no es posible.

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Tit europeo

En resumen

Si un verdadero modelo animal del comportamiento de acaparar llegara a ser aceptado, esto podría significar un nuevo enfoque radical para comprender este comportamiento desconcertante y reconocer cómo es causado. Por ahora, tratar con los amontonadores compulsivos continuará planteando un problema que parece desafiar simple soluciones.

Lo que aun no hemos determinado es el hecho de sí de veras, el acaparador, como la persona tímida (de acuerdo al DSM) padece de alguna patología diagnosticable.

Y, si de veras, padece de la misma ¿En qué ésta consiste, cómo se determina su existencia y, más importante todavía, cómo remediarla?

Hasta ahora carecemos de respuesta acertada utilizando las herramientas que tenemos disponibles para conducir nuestras exploraciones.

La búsqueda de modelos animales para explicar las enfermedades emocionales no ha sido particularmente fructífera a pesar del optimismo con que algunos investigadores califican los resultados obtenidos con animales de laboratorio modificados genéticamente.

Nobel laureado Eric Kandel en su famosa disertación: Mice Men and Mental Illness — Animal Models of Human Mental Disorders hace una descripción optimista del potencial existente en la utilización de los métodos pertinentes al uso de las adaptaciones necesarias para aplicar modelos animales de psicopatología a la condición humana,

El único problema es que sus radiantes palabras — aunque llenas de promesas — no son, al final, ni conclusivas ni convincentes. (Para el video:

http://www.veoh.com/watch/v1130875w8Bj3yba?h1=Mice%20Men%20and%20Mental%20Illness%20–%20Animal%20Models%20of%20Human%20Mental%20Disorders).

A propósito del optimismo de Kandel, en la conclusión de mi artículo: Psicosis mono-sintomática, la lexicografía, y el nacimiento de un diccionario, expreso las siguientes ideas:

El diagnóstico diferencial y la conclusión de esta lección

Los síntomas que los enfermos mentales manifiestan conforman a las características que las épocas, donde viven, representan.

Muchas enfermedades, consideradas psiquiátricas, como fueran la clorosis, la anorexia mirabilis, la astenia y la histeria. Parece ser, que luego de haber agotado su curso, se archivan en los recovecos oscuros de la historia en espera de algún académico que las rescate, les remueva el polvo del desuso y las utilice en sus disertaciones, como sucederá en esta ocasión.

Leer más: /trabajos88/psicosis-mono-sintomatica-lexicografia/psicosis-mono-sintomatica-lexicografia#ixzz2xJbXvBxB

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Enfermedad como metáfora: Frida Kahlo

Podemos concluir serenamente expresando nuestro escepticismo acerca de ésta y otras categorías diagnósticas que DSM-ETC nos impone para confundirnos a todos.

Abandonémosla por el bien común…

Fin de la lección.

Bibliografía

  • Larocca, FEF: Abecedario: V es por violencia y los Síndromes de Estocolmo  en monografías.com, academia.edu y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Conflictos: Resolución y lecciones en monografías.com, academia.edu y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Cuatro estaciones en la vida del hombre en monografías.com, academia.edu y researchgate.net

  • Larocca, FEF: El trastorno cognitivo leve, su tratamiento psicoterapéutico: Presentación de un caso en monografías.com, academia.edu y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Psicosis mono-sintomática, la lexicografía, y el nacimiento de un diccionario en monografías.com, academia.edu y researchgate.net

  • Larocca, FEF: DSM5: Ilusión sin futuro en monografías.com, academia.edu y researchgate.net

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Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca