Capítulo 4
Bernardo le dijo que si quería saber quién era Miranda y lo dirigió a un lugar abandonado en el que lo incorporaron como miembro de una hermandad en la que todos tenían que batallar por su país, en el todos los seres eran iguales no les importaba la raza ni el color, todos estaban con Miranda; esto causaba confusión a Fernando por que aun no entendía si Miranda era un traidor o no. Los jóvenes le explicaron que no, ya que Miranda luchaba por la patria, le contaron sobre la bandera amarilla, azul y roja que trajo Miranda en su primera expedición, le hablaron sobre la democracia y que esta sería la felicidad de los pueblos.
Capítulo 5
Fernando tuvo que volver a "El Altar" porque su padre había muerto y tenía que hacerse cargo de él; mientras iba de camino hacia el comenzó a hablar con el esclavo que los estaba escoltando y le preguntó sobre quien se estaba encargando de la hacienda, él le dijo que el mayordomo Presentación Campos, también le preguntó sobre su hermana Inés. Al llegar a El Altar lo recibieron calurosamente excepto el mayordomo, Fernando se acercó a él y le dijo que esperaba que pudiera estar con él como con su padre.
En caracas pasaron muchas cosas, el 19 de abril se destituyó al capitán General Emparan; el 5 de julio de 1811 se proclamó la independencia de Venezuela y comenzó la guerra. Miranda había regresado al país. El 26 de marzo de 1812 hubo un terremoto y se destruyeron varias casas en el país, las personas pensaban que era castigo de dios por rebelarse a los españoles. Fernando seguía apasionadamente los sucesos y quería alistarse en el servicio de la república sin que Inés se lo negara. Presentación Campos le preguntó que por qué no se metía en la guerra, Fernando por la muerte de Luiz en el terremoto decía que no iba a ir por que recordó las enseñanzas de su amigo.
Capítulo 6
El capitán David sentía simpatía por el mayordomo, pero Fernando le dijo que no había bien al darle confianza, el capitán David sabía que el mayordomo era malo con los esclavos pero no se atrevía a acusarlo. Presentación Campos llevó al capitán David a un lago en el cual este se baño y regaló una pistola inglesa a presentación para que se acordara de él. Fernando le dijo al Ingles que hizo mal en regalarle la pistola ya que le sube la pretensión. Llego Inés y el inglés le pidió que tocara algo, y este le dio las gracias, ella amaba las confidencias del inglés nostálgico ya que en su vida sólo conocía a su padre, a su hermano y al mayordomo. Él le hablaba sobre Inglaterra, sus libros, las guerras y le contaba cuentos. El capitán David le dijo a Inés que aprendiera el idioma, para así cuando él volviera a Inglaterra le mandara todas las cosas de Shakespeare y que jamás volvería a sentirse sola.
Durante el almuerzo Fernando y el capitán David hablaron sobre la guerra en el país y de cómo Boves había cogido todo el llano. Después del almuerzo Fernando fué al trapiche y el capitán David e Inés fueron caminando a un bosque que dominaba la colina en el que la esclava de la mama le contaba los cuentos. Él le dijo que tenía dolor de vivir, dolor de morir y de acordarse de cosas que nunca más volvería a ver, Inés sintió ganas de llorar, ella lo dejó solo y fue a su alcoba a llorar, ella quería que el capitán David la consolara.
En la noche llegó el esclavo que trajo los informes de Bernardo, que decía que había reunión en el pueblo y que iban en mayoría dueños de haciendas de los alrededores y que contaban con aproximadamente con 1000 hombres, y que por el camino se incorporaría mucha gente. Al día siguiente Fernando y el capitán David salieron rumbo al pueblo donde se realizaría la reunión.
Capítulo 7
Presentación Campos odiaba a Fernando porque era su amo y con el simple hecho de ser mandado no podía soportarlo, porque él había sido hecho para mandar; Presentación mandó a tocar la campana para que se reunieran todos, Espíritu Santo le trajo su pistola y su machete, Campos dijo que todos eran sus soldados y que se prepararan para ir a la guerra; todos los negros estaban preparándose pero uno le dijo que él sólo era el mayordomo y que él no podía llevarlos de la hacienda, campos lo mató de un machetazo. Improvisó a 5 oficiales pero en lo alto de la casa Inés dijo que por que había reunido a la gente y quien había matado a ese hombre, Campos le dijo que no tenía que darle explicación a ella ni a nadie y se volteo para irse, en esa Inés comenzó a gritar. Campos se bajo del caballo y fue hasta donde ella estaba, la comenzó a golpear, la desnudó y la violó.
Luego campos mandó a los esclavos a que quemaran la casa y los tablones, el fuego se extendía rápidamente. Se pusieron en marcha, llegaron a las proximidades de una aldea, Campos solo iba a la guerra pero ignoraba si sería realista o republicano; empezó a discutir con los esclavos que eran sus oficiales para ver a qué bando se iban a unir, en eso llega el espía que había mandado a inspeccionar la aldea cercana, decidieron ir a asustar a las pocas personas que habían. Llegaron a una plaza y Campos mandó centinelas a llamar a los vecinos para que le dieran caballos, dinero, armas y comida. Ellos aceptaron a cambio de que no le hicieran daño; al día siguiente Campos reclutó a los jóvenes que le sirvieran para ir a pelear, al tiempo después de partir de la aldea uno de los oficiales que iba adelante se volvió a correr y le dijo a Campos que venía un tropa con bandera colorada perteneciente a los realistas, Campos detuvo sus tropas y fue a ver y estos le preguntaron quien vive y este respondió ¡viva el Rey!
Capítulo 8
En casa de Bernardo Lazola en compañía del capitán David se reunieron varios hombres, la mayoría eran adinerados, pero la reunión estaba basada en que estos participaran en la guerra tanto en su persona como económicamente, pero estos no querían arriesgar su dinero, entre ellos se encontraba Fernando el cual se sentía satisfecho por la actitud negativa de estos hombres, él prefería su vida cómoda en "El Altar". De golpe entró un negro y dijo que solicitaban a Don Fernando Fonta; era un esclavo de "El Altar". Fernando salió apresuradamente y vio a Espíritu Santo angustiado y desesperado, le preguntó qué sucedía este le dijo que Presentación Campos había quemado la hacienda y que violó a la niña Inés. Fernando se sintió enloquecer, desesperado, ahora comprendía que los hombres se exterminaban en la guerra; ahora odiaba. Agarro al negro por el cuello, lo levantó apretándolo casi hasta dejarlo sin respirar y este empezó a gritar; al escuchar los gritos salieron Bernardo, el inglés y unos hacendados en ayuda de Espíritu Santo, Fernando rompió en llanto.
Todos se fueron a la hacienda al llegar encontraron todo quemado y destruido menos el repartimiento de los esclavos y la habitación del mayordomo, solo encontraron a 10 negras llorando. Comenzaron a buscar a Inés por todas partes, el inglés recordó a Inés casi con ternura. La imaginaba frágil entre los brazos brutales de campos, se dió cuenta que sentía algo por ella, se acercó a Fernando que estaba tendido y sollozando, y le pidió la mano de su hermana para casarse con ella; él le dió las gracias y le dijo que no valía la pena. Bernardo y el inglés le dijeron que no podría hacer mas nada y lo invitaron al pueblo, Fernando les dijo que él se iba para la guerra, ellos le dijeron que lo acompañaban; Fernando se alejaba, las esclavas salieron, él les grito que estaban libres que se podían ir, ellas le dieron las gracias y la bendición. Se fueron hacia el llano donde se encontraba Boves, se dirigieron a Magdaleno para pasar la noche y al día siguiente seguir el camino.
Al llegar a Magdaleno se acercaron a la pulpería donde había varios hombres tomando, ninguno era negro puro. Bernardo para ganársela simpatía de estos les mando a servir un trago por su cuenta, un zambo que estaba cerca de ellos era el único que no les tomo el trago, protestaba los llamó pilas de muerto de hambre. Bernardo les dijo que eran hacendados y estaban buscando ganado para comprar, el zambo se sorprendió de que estuvieran comprando ganado y en Magdaleno, ya que el ganado se compraba en los llanos; Bernardo se encontró acorralado, socorriéndolo Fernando les dijo que pensaba comprar ganado por esos lados por que en los llanos estaba en guerra. Los que estaban allí reunidos comenzaron a decir sobre la guerra, que eso era lo que ellos buscaban, en verdad estaban buscando para saber exactamente el lugar donde se encontraba Boves con sus tropas. De golpe entro un indio y todos se quedaron callados y salieron del local. El indio se dirigió a los 3 forasteros y les dijo que él era mayordomo y estaba buscando a unos esclavos que se les fueron. Este se retiró. El posadero llevó a los 3 a su habitación, al levantarse no encontraron sus caballos y al posadero mal amarrado y sin signos de violencia, según él, por el indio y los republicanos, ellos dudaron del posadero, este los envió a casa de su compadre Nicanor a comprar caballos para poder seguir su camino.
Capítulo 9
Bajo la bandera colorada, el coronel español Zambrano cabalgaba al lado de presentación Campos. El coronel agradeció a Campos por el aporte de hombres y víveres que traía al campamento, dándole su confianza y le conservó el mando de su facción. Presentación Campos se creía capaz de llegar a ser como Monteverde, Bolívar o como Boves. Avanzaban con precaución por estar casi toda la región en poder de los republicanos, se orientaban hacia el sur de Aragua por ser la región más segura para los realistas. Entraron a un pequeño caserío donde no parecía haber guarnición; de repente de lado a lado de la calle por las ventanas de las casa rompieron disparos de fusiles, estos sorprendidos, algunos cayeron y otros salieron corriendo, pero fueron alcanzados por Zambrano y por Campos, viendo que caían más y más de sus hombres, dió la orden de asaltar las casas sólo con machetes y lanzas. Los defensores fueron cercados por los hombres de Zambrano.
Fueron cayendo de ambos bandos, Campos fue herido y ayudado por una mujer, "La Carvajala". La degollina duró hasta que sólo quedaron cadáveres, los soldados saquearon todo. Presentación Campos al despertar y observar como había quedado el pueblo se sintió orgulloso de sus fuertes músculos, de sus destructoras manos y su vida rebelde. Al alejarse del pueblo se llevó con él a La Carvajala.
Capítulo 10
Boves invadía con 7000 lanceros, más de la mitad de la guarnición había sido destacada precipitadamente hacia San Juan de los Morros. Los pobladores abandonaban sus tierras por miedo. En la sabana de la Villa, algunos hombres de todos los extremos del país, reunidos para la destrucción de la guerra. Contaban sus historias recordando con amor sus lugares de origen. Fernando, Bernardo y el capitán inglés se acercaron a caballos a la población y un centinela les preguntó que quien vive, uno de ellos respondió republicanos, fueron llevados ante el coronel Roso Díaz, se presentaron y dijeron que ellos estaban buscando al ejército libertador para reincorporarse. El inglés le dijo que él había venido a luchar por la libertad. A colaborar con el general Bolívar. Roso Díaz al escuchar el nombre del general Bolívar, su expresión cambio instantáneamente y les dijo que las cosas estaban feas, que Boves venía empujando con una caballería invencible y si no se para, se podía perder la República, que si Boves los derrotaba no iba a quedar nadie que lo contara. Por el cansancio se quedaron dormidos; al amanecer llegó un hombre sudoroso, a la carrera se dirigió al coronel y les dijo orden del cuartel general; le entregó un pliego. Era una orden para que le enviara todos los refuerzos tan pronto como fuera posible, sólo le quedaban 60 hombres y le dijo que se llevara 40. Iban rumbo a la muerte. Fernando se dio cuenta del peligro que corría, lo invadió una lluvia de angustia, hasta ese momento se había ido fuera de la realidad, el dolor, el deseo de venganza, le habían impedido el pleno gozo de su conciencia. El capitán inglés David fué llevado a la iglesia para su atendido de la fiebre alta que presentaba. Fernando nervioso pensaba que para que luchaba, el había perdido todo, su hacienda, su hermana, podría haberse ido a vivir tranquilo a cualquier lugar de las Antillas. La guerra era buena para aquellos animales, Presentación Campos, Roso Díaz, Boves. No quería morir; dejaron a David y se regresaron con el coronel Roso Díaz, que les dijo que en ese momento se estaba tirando nuestro dado. Boves estaba atacando en la puerta. La suerte de ellos estaba en manos de otros hombres que podían perderla; mientras Boves contaba con 7000 hombres ellos sólo tenían 3000. Esta afirmación lleno de angustia incontenible a Fernando. Sentía miedo desatado, sus ojos ardían como si fuera a llorar, Le parecía entrever la muerte inminente sobre ellos, gritó, nos van a sacrificar, comenzó a gritar y decía cosas, el coronel Díaz pensó que estaba loco, decía que quería vivir, después empezó a llorar infantilmente, sentía odio contra todos, hasta contra Dios.
El coronel trató de calmarlo. Un hombre entró, agitado y sudoroso, le dijo que tenía una orden del general Campos Elías, que alistara a su gente y que protegiera la entrada del pueblo que Boves venia cargando duro, necesitaba un caballo para seguir para la Victoria para llevar unos despachos. El coronel mando a alistar 2 caballos con el pretexto de que tenía que enviarle unos papeles al general Rivas, mandó a Fernando; este le agradeció y se fue con el posta. El coronel distribuyo a sus 20 hombres en el poblado aparecieron varios hombres con signos de guerra, heridos, venían derrotados de la puerta, buscaban reposo y seguridad en la villa, pero fué grande su decepción al saber que no habían fuerzas, decidieron quedarse y ayudar en la defensa, ya contaban con 70 hombres, estaban pendientes de cualquier ruido, al medio día se escuchó un grito que decía que ahí estaban y que venían; llegó Boves con 7000 lanzas, atacó y acabó con casi todos los soldados y los habitantes, entró Boves a la iglesia; entre los escoltas Bernardo vio al indio que les robo los caballos. Boves mando a fusilar a Bernardo y al inglés.
Capítulo 11
La Carvajala por primera vez se sentía respetada por todos, era la mujer de un jefe, estaba triste. Presentación Campos le decía que él haría real la guerra. Le dijo que Boves había vencido en la puerta e iba a atacar la Victoria, que iban a derrotar al vagabundo de Bolívar, ella había escuchado decir que Bolívar se había hecho muy rico con los saqueos. Las calles de Garabato se encontraban solitarias, de pronto vio a una mendiga con una cicatriz en la cara de una quemadura; la invito a entrar, le ofreció agua y algo de comer, de pronto le preguntó a la Carvajala que donde se encontraba presentación campos, la mendiga le relató su vida y todo lo que le había sucedido y que quería matar a Campos. La Carvajala se aterrorizó casi sentía como ella, que la destrozaban y nadie venia a ampararla; pero ella no traicionaría a su amado le indicó a la mendiga un camino contrario al que se había ido campos, ella le dio las gracias y se alejó.
Capítulo 12
En la plaza de la Victoria se encontraba el general Ribas esperando que de un momento a otro los realistas atacaran, todos estaban en movimiento, alistándose para defenderse, Fernando al llegar a la Victoria se sintió salvado; después le comenzó el mismo miedo y las corazonadas que lo habían atormentado en la Villa. Se dio cuenta de su cobardía al huir de Boves. El quería conocer al general Bolívar, su presencia le hubiera infundido una confianza ciega. Desde la campana el centinela observó en el fondo del valle la maza del enemigo desplazándose, la invasión se aproximaba. Los tiradores acostados en los techos, todos estaban preparados para la llegada de Boves; desde la plaza el general Ribas disparaba sus ordenes y veía la acometida que llegaba acelerando. Se acercaban, al frente Boves, mas allá, el coronel Zambrano y a su lado Presentación Campos.
De uno a otro lado se tejían los alaridos de las cornetas, gritos que retumbaban entre los cerros, se metían por las calles; de los cerros los cañones desataban su trueno repetido; caían jinetes y los caballos libres se dispersaban. La avalancha irrumpió por todos lados. El general Ribas comprendió la situación crítica. No se atrevía a dejar salir su caballería, temía sacrificarlos. Pero de súbito bajo la bandera amarilla, divisa un cuerpo de caballería que atacaba a los godos, Ribas da la orden para que salga la caballería, estos se incrustan en el movimiento de la caballería enemiga, luchan cuerpo a cuerpo con lanzas, la sangre corre.
Fernando vió, y el alcohol, la borrachera de la sangre, le encienden las venas, ve con asombro a los indios luchar con su arcos y flechas. La batalla llevaba 2 horas, Boves comenzó a impacientarse. A Fernando la angustia le va ganado y piensa si Boves vence la república se pierde. Lo sabe pero no puede pelear, algo lo mantiene inmóvil. Fernando se obsesionó con lo que estaba observando y sin darse cuenta estaba entrando en ella, se le llenó la cabeza de recuerdos, ya estaba en la batalla pero continuaba como si estuviese en un quieto paseo. Sin darse cuenta estaba rodeado por 3 hombres a caballos y 3 lanzas que fueron hacia su cuerpo inerte, cayó al suelo. Boves fue herido, Presentación Campos se siente envuelto por los gritos y la confusión, los republicanos toman la victoria, pero él no se da cuenta de los que huyen ni de la derrota. Persiguiendo a un lancero quedó casi dentro de la ciudad. Va desbocado sobre los soldados, como un solo tiro estallan 10 disparos y Campos cae con la lanza apretada en el puño.
Capítulo 13
Presentación Campos escuchaba voces que no entendía, luego escuchó que Bolívar venia, estaba herido, no oía gritos, ni tiros, la sola idea de estar herido y preso lo exasperó, el dolor le hizo perder el sentido, al despertar llamó a Carvajala, recordaba El Altar, olía igual que ahora, estaba en el repartimiento de los esclavos de El Altar, escuchó que lo llamaban esclavo cobarde. El amo era él, podía violar mujeres, incendiar casas, matar hombres, era un macho. Muchas cosas pasaron por su mente, escuchó voces que decían, ¡viva el Libertador! Venía ese hombre que lo ha obsesionado, iba a pasar junto a él, podría verlo pasar. Estaba en cuclillas en el suelo, sus dedos verdosos de palidez se cierran entre los barrotes, lo estaban viendo. Continuó el esfuerzo, sube, ya va a llegar, ya sus ojos rozan el borde de la ventana, el sótano se llenó de colores vertiginosos, llamó a Don Fernando, Doña Inés, a Carvajala, ya iba a ver al Libertador; sintió un gran frio, dejó resbalar la mano de la reja y se desplomó, muerto.
Autor:
Argenis_Bouzas
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