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Fundamentos gnoseológicos del ritmo de carrera en la especialidad 400 metros con vallas


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. Conclusiones
  5. Bibliográficas consultadas

Resumen

El ritmo de carrera es determinante en el resultado deportivo de la especialidad 400 metros con vallas, sin embargo hoy día queda, en el aspecto poco estudiado de la formación vallistas pues la concepción del entrenamiento revela su carácter simplista, además en la teoría existente sobre la temática no se abordan de forma integral los elementos que han de tenerse en cuenta para su entrenamiento; ello condujo a considerar que se debe perfeccionar el entrenamiento del ritmo de carrera, basado en una fundamentación teórica que sustente los elementos necesarios para la dirección del proceso pedagógico deportivo desde una perspectiva contemporánea.

Introducción

Las tendencias contemporáneas que caracterizan el deporte de alto rendimiento, constituyen motivo de análisis en la comunidad científica de la rama sobre la aplicación de vías y formas más racionales de entrenar a los deportistas con vista al alcance y estabilidad de altos resultados deportivos en competencias a diferentes niveles; razones que predisponen indudablemente a la utilización de la ciencia en pos de atemperarse a las exigencias y demandas actuales.

En virtud de lo descrito Castro, F. (2009) planteó: "… hay que aplicar métodos más técnicos y científicos en el desarrollo de nuestros deportistas"; más adelante señalaba "… hay que revolucionar los métodos de preparación y desarrollo de nuestros atletas, no sólo en la pelota, sino en todas las disciplinas deportivas."

El Atletismo, conocido como el deporte "Rey", es practicado universalmente dadas sus actividades naturales y los pocos medios necesarios para ejercerlo; asimismo, sus especialidades exigen superar no solamente los adversarios sino también las facultades individuales de los atletas en relación con el tiempo, la distancia o la altura en cada salida al escenario competitivo.

Las carreras, constituyen la mayor parte de las pruebas de este deporte, varían desde los 60 metros planos, pruebas con vallas, obstáculos hasta la carrera de maratón, las que llevan un programa de competencias internacionales entre las que se destacan por su relevancia, los Campeonatos del Mundo y los Juegos Olímpicos.

La especialidad 400 metros con vallas requiere, por sus características, un constante cambio en las concepciones de la preparación y en la conducta ante la competencia, por ello resulta imprescindible crear condiciones para el desarrollo multifacético sobre la base de las direcciones de entrenamiento que condicionen y determinen el resultado deportivo.

En esta dirección Bravo, J. (1996) considera como punto de partida para el entrenamiento en esta especialidad, el desarrollo de cualidades básicas tales como: "técnica y ritmo de carrera, adaptado a las particularidades de cada atleta completado con el desarrollo de otras cualidades físicas."

Lo anterior precisa un minucioso estudio del componente técnico- táctico, pues el entrenamiento en la especialidad se ha sustentado básicamente en la comparación de parámetros físicos; no así en determinar, cómo dotar a un atleta de los recursos necesarios para la victoria a partir del perfeccionamiento de éste componente sobre la base de su condición física.

El perfeccionamiento técnico-táctico en la distancia 400 metros con vallas se basa en un equilibrio entre el tiempo de diferencia de la carrera con vallas y plana; así como en la adecuada sincronización de los movimientos durante el ciclo carrera- pase de vallas; lo que redunda en la ejecución eficiente del ritmo de carrera.

Sobre este último aspecto, estudios realizados por Grossocordón, J. (1985), Bruce, L. (1995), Bravo, J. (1996), González, L. (1998) y Béla, S. (1999), coinciden en prestar especial atención en la especialidad 400 metros con vallas, por representar un factor decisivo del rendimiento, sin embargo; sus publicaciones adolecen de elementos que permitan enfrentar el entrenamiento del ritmo de carrera en esta distancia, teniendo en cuenta las particularidades individuales de los vallistas y las exigencias de la distancia competitiva en función de alcanzar un rendimiento deportivo más objetivo.

Investigaciones realizadas por Gil, F. (1994), señalan guías que orientan al profesor deportivo en relación con la estatura y la longitud de los pasos como aspectos a tener presente para entrenar el ritmo de carrera en los 400 metros con vallas, no así a cómo organizar la preparación de este componente durante el ciclo de entrenamiento.

En los estudios de González, L. (1998), se abordan elementos que caracterizan la prueba; muestra ejercicios para entrenar el ritmo de carrera y tablas de tiempos parciales de atletas finalistas en competencias internacionales como patrones a seguir por el profesor deportivo en tal propósito.

En la investigación de Rawlins, G. (2004), se analiza la relación entre la preparación física y técnica respecto al ritmo de carrera de una muestra de vallistas cubanos y, demuestra que los resultados deportivos y el mejoramiento de éstos, se afecta porque no disponen de un ritmo de carrera ajustado a sus características individuales.

Los autores citados han analizado el problema del ritmo de carrera desde diversos puntos de vista, sin embargo; aún no se brindan sólidos argumentos que avalen el entrenamiento para el mismo a partir de las particularidades individuales que caracterizan al vallista y las exigencias de la especialidad.

Indagaciones empíricas realizadas por el autor de la presente investigación a profesores deportivos y vallistas cubanos revelaron lo siguiente:

  • Existen deficiencias técnicas en el pase de las vallas con la pierna no dominante y pérdidas de velocidad fundamentalmente en los intervalos 6ta y la 8va valla.

  • No se logra una continuidad lógica y coherente en la cantidad de pasos que utilizan en el recorrido de la distancia, pues se evidencian diferencias de tiempo entre las carreras con vallas y planas, que se contraponen con el desarrollo de la condición física que exhiben los vallistas.

  • Se determinó un carácter reductor en la concepción del entrenamiento para el ritmo de carrera debido al empleo de contenidos que contribuyan a éste, desde la etapa de preparación especial; así como la poca utilización de variantes de ritmos de carrera según el momento de la preparación.

  • Generalmente no se planifican ejercicios que propicien trabajar en condiciones similares a la competencia y, para el desarrollo de las direcciones de entrenamiento determinantes no se utilizan medios específicos de la especialidad.

  • Los programas de preparación del deportista no revelan las indicaciones metodológicas necesarias que orienten cómo dirigir el entrenamiento del ritmo de carrera en la distancia 400 metros con vallas, aún cuando se reconoce que constituye un factor decisivo para el resultado deportivo; de ahí la búsqueda de conocimientos para enriquecer la práctica en aras de nutrir la acción didáctica del profesor deportivo.

En virtud de lo descrito, el autor considera para proyectar el entrenamiento del ritmo de carrera en la especialidad estudiada en consonancia con las exigencias que demanda esta disciplina atlética y, las tendencias actuales que caracterizan el deporte de alto rendimiento; analizar los elementos teóricos que desde una concepción contemporánea contribuyan a orientar en la práctica los procedimientos necesarios para el diagnóstico, planificación, organización, ejecución, control y evaluación del ritmo de carrera en los 400 metros con vallas.

Desarrollo

El vertiginoso desarrollo y constante aparición de récord mundiales que muestra el deporte de alto rendimiento, constituye un reto y una constante motivación de los investigadores deportivos en aras de encontrar vías más asequibles a los profesores deportivos y atletas en función del cumplimiento del propósito por el cual entrenan cada temporada.

Para penetrar de manera independiente en la problemática objeto de estudio de la investigación se abordarán las cuestiones particulares referidas a la preparación técnica y táctica deportiva en la distancia por separado, aunque en el caso de la presente se asume el componente técnico- táctico en su unidad dialéctica.

La preparación técnica constituye el componente primario de la preparación del deportista, pues la perfeccionada ejecución de la misma, determina, en gran medida, el resultado deportivo en los deportes, Morales, A. (2000) señala que además de ser la que provee al deportista de posiciones, movimientos y acciones, dentro de todo el sistema "es la esencia, la razón de ser de los deportes, su identidad, el núcleo integrador, es la preparación a la que todas deben rendir tributo".

La preparación técnica es definida según la interpretación de cada autor y el tipo de especialidad deportiva; no obstante, la técnica específicamente, no queda a la saga de lo anterior y, se hace necesario definirla a partir de la esencia de los deportes individuales.

Los deportes individuales según Parlebás (1986) (citado por Blázquez, D. 1999) son "aquellos en los que el practicante se encuentra solo en un espacio, donde ha de vencer determinadas dificultades, superándose a sí mismo con relación a un tiempo, una distancia o ejecuciones técnicas que pueden ser comparadas con otros que también las ejecutan en igualdad de condiciones."

Para Blázquez, D. (1999) los aspectos técnicos en los deportes individuales están basados en:

  • La mejora de las cualidades físicas.

  • La adquisición de gestos técnicos (automatizados).

  • El estilo técnico, es decir la adaptación de los aspectos técnicos de base a las características del sujeto (edad, condición física, biotipología).

  • La estabilidad de la técnica frente a modificaciones intensas como el cansancio o el desequilibrio psicológico, o frente a modificaciones externas como el ambiente o las características de la instalación.

La técnica es definida por Meinel, K. (1990) (citado por Blázquez, D. 1999) como "procedimiento que conduce de una manera directa y económica a la consecución de altos resultados." Según Boutier, J. (1978) (citado por Briñones, A. 2006) la técnica "designa una adquisición gestual conforme a un modelo determinado por las reglas o la experiencia."

Para Fidelius (citado por Blázquez, D. 1999) "la técnica deportiva es el modo de consecución de un objetivo motor señalado por la táctica, que tiene en cuenta el nivel de desarrollo de las características motrices y psíquicas."

Por su parte Ozolin, N. (1983) señala que el logro de mejores resultados en el deporte requiere de una técnica perfeccionada, es decir, "…el modo más racional y efectivo posible de realización de ejercicios."

Los autores citados coinciden al plantear que la técnica se expresa en un procedimiento, la ejecución de acciones a partir de un modelo, las reglas de los deportes, las normas establecidas por la metodología de enseñanza y las características de los atletas; no obstante, cuando de la técnica se trate no se puede generalizar al expresar que existe una ejecución universalmente válida que constituya un modelo para todos los atletas; sino que sólo la individualidad de cada atleta representa un ejemplo para sí y no para los demás.

Para Verjoshanski, Y. (2002) la técnica deportiva es el "sistema de movimientos organizado para la resolución de una tarea motora concreta, que en una serie de modalidades deportivas está fuertemente determinada por las reglas de la competición"; más adelante él señala que éste es un concepto muy estrecho y que constituye objeto de estudio de la biomecánica.

La definición más acertada y cercana a solucionar por la Teoría y Metodología del Entrenamiento Deportivo que propone este mismo autor, la cual se asume para esta investigación se refiere a la "maestría técnico-deportiva como la habilidad del atleta para aprovechar de forma efectiva su potencial motor en condiciones de entrenamiento y competición."

Las particularidades individuales que desde el punto de vista antropométrico, psicológico y físico presentan los atletas, provocan contradicciones en la ejecución técnica entre las normas fijadas por la teoría y la realización de las acciones de este tipo en la práctica de acuerdo con las potencialidades de cada deportista, lo que dista de un acercamiento a los postulados objetivamente formulados.

Los pedagogos deportivos hoy día han de proyectarse en pos de buscar el hilo conductor que oriente de manera eficaz el logro de una técnica individualmente óptima que revele su racionalidad y sustente la consecución a mediano y largo plazo del propósito final por el cual se entrena; el alcance del más alto resultado deportivo. Para ello es necesario a lo largo de todo el proceso de entrenamiento iniciar temprano el tratamiento de la técnica para alcanzar en un nivel cualitativamente superior la ejecución de ésta en la actividad competitiva.

La continua evolución de la técnica deportiva, permite que la concepción de su tratamiento responda a un proceso a largo plazo, Meinel, K. (1977) señaló que dicho proceso es de perfeccionamiento ininterrumpido, se desarrollan en la práctica, se transforman con ella, se corrigen continuamente, perfeccionándose o siendo en parte superada.

El perfeccionamiento de la técnica deportiva constituye una constante en el sistema de preparación, siempre respaldado del creciente potencial motor desarrollado por el deportista a lo largo de la temporada; en este sentido Verjoshanski, Y. (2002) establece criterios de perfección de la técnica deportiva que son asumidos en esta investigación, aún cuando ésta constituya un elemento cambiante, teniendo en cuenta lo expuesto con anterioridad.

La técnica deportiva puede considerarse perfecta si:

  • Se corresponde con las particularidades individuales del deportista.

  • Garantiza un empleo eficaz y al mismo tiempo económico del potencial energético del deportista.

  • Se reproduce de forma estable en condiciones extremas, no se ve alterada ante una velocidad máxima de ejecución y alta potencia de los esfuerzos.

  • Se conserva en estado de agotamiento y elevado estrés psíquico durante la competición.

  • Es suficientemente flexible en situaciones cambiantes.

En aras de perfeccionar la técnica de los vallistas en el escenario de entrenamiento deben reorganizarse los componentes no personológicos del proceso en pos de estimular la creatividad de los atletas; así como entrenar de forma objetiva en función de lo que será controlado; de esta forma en cada una de las actividades específicas para el ritmo de carrera, el atleta experimenta las sensaciones que se manifiestan en la competencia.

La reorganización de los componentes no personales del proceso debe ser racional, o sea funcional y accesible a los atletas, que conduzca de manera económica a la obtención de elevados resultados deportivos acordes a las exigencias de la especialidad en correspondencias con sus aptitudes individuales.

Al hablar de la evolución de la técnica en la carrera 400 metros con vallas, se tienen que diferenciar dos grandes aspectos: el primero de ellos puramente técnico y principal, que lo componen el pase de las vallas y el número de pasos a utilizar entre cada intervalo con los obstáculos; el otro, son los medios auxiliares que han ido apareciendo a través de las diferentes etapas y han servido para influir o variar pequeños detalles técnicos.

El análisis de la técnica en la carrera de los 400 metros con vallas requiere el estudio de la evolución de la misma en las carreras de las vallas cortas, 100 y 110 metros, las cuales han servido de guía para marcar las diferentes pautas, naturalmente con pequeñas modificaciones, debido a su altura, la menor agresividad de la pierna de ataque, menor inclinación del tronco, más abandono en la fase de vuelo, equivalente a una mayor economía del movimiento con menor amplitud e intensidad.

Desde la evolución de las carreras con vallas se tienen evidencias de seis etapas trascendentales que han caracterizado la técnica del pase de las vallas y éstas han cambiado en el transcurso de la historia específicamente a partir de las individualidades de cada vallista en su época.

En el caso de la especialidad 400 metros con vallas es importante no olvidar un factor que es la elección de la pierna guía (o de ataque) y la necesidad del dominio de ambas, aunque en la actualidad este problema parece estar en vías de solución aún con sus irregularidades, el vallista moderno tiende a ser ambidextro.

El dominio de ambas piernas ofrece un equilibrio más uniforme para el cambio de pasos de una valla a otra, así como una total confianza para el atleta, sobre todo de cara a la última valla, factor importante a tener en cuenta. En este sentido Gil, F. (1998) señala, la enseñanza de las carreras con vallas se debe regir por tres niveles fundamentales:

1er nivel: Enseñanza global con vallas de iniciación: insistiendo en la opinión de que primero hay que aprender a correr bien y después hay que aprender a correr con vallas.

2do nivel: Enseñanza analítica con vallas aisladas o que no respetan la estructura rítmica: reforzar la enseñaza anterior aislando las acciones de cada pierna empleando el número de apoyos precisos para perfeccionar acciones concretas de impulsión, recobro, carrera; entre otros. Estas mejoras irán dirigidas a la forma y a la velocidad de la ejecución.

3er nivel: enseñanza global y analítica respetando la estructura rítmica de las carreras con vallas: los gestos técnicos, globales o analíticos se supeditan a la velocidad de varios segmentos corporales, y de los desplazamientos. Además de la observación de los gestos técnicos, también se puede evaluar la eficacia de la técnica y el ritmo, comparando la diferencia entre las carreras planas.

Los criterios sostenidos por el citado autor no son asumidos para el entrenamiento en la especialidad estudiada, para ello se coincide con Rius, J. (2005) destaca, las vallas representan un movimiento cíclico rítmico, que precisa de un mayor sentido del ritmo, capacidad de control y modificación de los pasos. El momento de iniciación para el ritmo será anterior a la enseñanza del pase de las vallas, e integrándolo en la enseñanza de la técnica de carrera; para ello el trabajo general para el ritmo inicia con obstáculos variados, luego separados uniformemente y finalmente alejados a una distancia variable que permita correr en frecuencia y longitud del paso.

El entrenamiento específico de los atletas en función de lo que percibe en la distancia competitiva permite un acercamiento a las respuestas, que en el recorrido de la carrera será capaz de realizar sustentado en el nivel de entrenamiento y preparación que éste posea; así como la rapidez de elaborar y seleccionar la solución más adecuada para tal momento, ello es posible cuando se ha entrenado un plan táctico ajustable a las peculiaridades del vallista.

Al respecto Blázquez, D. (1999) plantea…"cuando en la competencia las fuerzas están igualadas, ganan aquellos que realicen el plan táctico preparado de antemano con rapidez, mayor elasticidad y mayor creatividad, para ello es necesario saber evaluar la situación y elegir rápidamente la solución y aplicarla sin demora."

La táctica constituye el componente que garantiza el empleo de la técnica en las diversas condiciones y situaciones que se presentan en la competencia de forma exitosa; además en la misma se materializan en un todo el desarrollo de los restantes componentes de la preparación del deportista.

Al referirse a la táctica Álvarez, A. (2003) expresa que es el "proceso en que se conjugan todas las posibilidades físicas, técnicas, teóricas y psicológicas para dar una solución inmediata a las disímiles situaciones imprevistas y cambiantes que se crean en condiciones de oposición."

Al respecto plantea Utkin, L. (1988) que la táctica es "el conjunto de forma y procedimientos de la lucha por el triunfo en la competencia. El sentido de la táctica consiste en utilizar tales procedimientos de forma que permita al atleta realizar con la mayor eficacia sus posibilidades y vencer con pérdidas mínimas la resistencia del contrario."

Para el investigador Blázquez, D. (1999) la táctica "constituye el modo pensado, racionalizado, económico y planificado de competir, la táctica enriquece la competición con la cultura intelectual y conduce con mucha mayor eficacia a la victoria."

Los autores citados coinciden en que la táctica es un proceso en el cual se logra, el aprovechamiento de los restantes componentes de la preparación del deportista en función de solucionar de forma efectiva y racional las diversas situaciones que se manifiestan en el escenario de competencia, siempre que la misma haya sido entrenada, simulando las particularidades reales de la competencia y la posible incidencia de los factores externos que puedan afectar el resultado deportivo.

Las características distintivas de esta especialidad predisponen al dominio de las habilidades técnicas en los diferentes momentos de la carrera, a partir de las potencialidades que posea el atleta desde el punto de vista físico, psicológico e intelectual, de manera que éste logre la sincronización de dichos componentes en el transcurso de la distancia, lo que redundará en la elección de una táctica deportiva efectiva y óptima, a partir de la diversidad de variantes que domine el vallista.

Al referirse a la táctica en las especialidades energéticas Fung, T. (1999) señala que se basan en la lucha contra la fatiga, la resistencia que imponen los implementos deportivos y las posibilidades propias del atleta en la superación de las posibilidades ajenas; así como al ordenamiento de los ejercicios técnicos de mayor dificultad o al uso efectivo de las reservas físicas.

La utilización racional de la misma en el recorrido de la distancia depende del nivel de entrenamiento que posea el atleta, la forma deportiva que disponga en el momento de la competencia y el entrenamiento sistemático de las variantes de ritmo de carrera que empleen, según los factores inherentes a la carrera y los factores externos que también pueden repercutir en ello.

Una variante táctica es racional según Utkin, L. (1988) cuando se comparan valores medios de los resultados mostrados por una gran cantidad de deportistas; pues a partir de éstos valores promedios, tomados como punto de referencia se pretende adiestrar a los deportistas noveles.

El autor de la presente investigación al analizar los criterios expuestos con anterioridad, señala que la racionalidad de la táctica en la distancia 400 metros con vallas está dada en la disminución de las diferencias de tiempos en cada intervalo con vallas y entre la carrera plana con respecto a la distancia competitiva, en este caso los 400 metros con vallas; las características de los contrarios, los momentos en que se realicen los cambios de pasos y las variantes de ritmos de carrera que utilicen los vallistas en la distancia competitiva.

En relación al primero de los aspectos señalados Hernández, F. (1999) plantea: la diferencia de tiempo permisible entre la carrera 400 metros con vallas y los 400 metros planos debe ser entre los 2,5– 3,0 segundos para los atletas de alto nivel y, entre los 3.0– 3.5 segundos para atletas principiantes, en este caso juveniles, pues a partir de esta categoría es que los atletas inician la especialización profunda en los 400 metros con vallas.

Sin embargo; análisis comparativos realizados por el autor de esta investigación a 25 atletas de alto rendimiento en relación con las diferencias mostradas entre los 400 metros con vallas y su homólogo planos, difiere en gran medida de lo expuesto por la teoría hasta este momento, lo que permite establecer una escala de tiempos en segundos, en pos de objetivamente comparar en los atletas, el estado real con respecto a los mejores vallistas del mundo; así como determinar el índice de calidad técnica individual.

En la carrera de los 400 metros con vallas de acuerdo con estudios realizados por el autor, la táctica en relación a su definición y su tratamiento en la preparación de los vallistas ha quedado a la saga debido a que, generalmente, teniendo en cuenta criterios de varios profesores deportivos del país, este componente es igualado en cuanto a su concepción, con el desarrollo de capacidades físicas que condicionan el resultado en la distancia, las que en realidad constituyen elementos básicos a tener en cuenta para la dirección del proceso de entrenamiento de esta prueba.

En este sentido Verjoshanski, Y. (2002) cuando señaló: "la pregunta de los profesores deportivos de qué es más importante o qué es lo principal en el entrenamiento, si la técnica o la preparación física está injustificada. La preparación física especial siempre debe anteceder al trabajo técnico y disponer la base para el perfeccionamiento de la misma".

El análisis de la afirmación del citado autor permite agregar además que, sustenta el empleo de la táctica en la actividad competitiva; ello se relaciona con los criterios de Nogalk (citado por Blázquez, D. 1999) cuando indica: "el objetivo específico de la táctica en los deportes individuales consiste en la distribución racional de las fuerzas durante todo el desarrollo de la competición."

Al respecto Utkin, L. (1988) plantea: la búsqueda de una variante óptima de la totalidad posible de la táctica se denomina optimización; para ello los momentos que requiere optimizarla están representados en criterios que son utilizados para estimar distintas alternativas tácticas y la selección de la mejor entre ellas como pueden ser velocidad, precisión y calidad de estética, entre los más significativos y; factores como propiedades internas y externas al deportista que puedan afectarlo como el aspecto morfofuncional.

Por lo anterior, una táctica es efectiva cuando es individualmente óptima, es decir, que objetiva y funcionalmente se ajuste a las particularidades inherentes a cada atleta; de esta forma, es necesario el conocimiento de las características del individuo para incidir positivamente en la educación de la variante táctica más adecuada para enfrentar la competencia.

La racionalidad de la táctica en la distancia 400 metros con vallas, requiere la realización de comparaciones de valores promedios de resultados mostrados por atletas de alto nivel, para tomarlos como referencia al entrenar vallistas jóvenes de manera que permitan, adquirir un ritmo de carrera en el que predominen de forma horizontal, tiempos en cada intervalo con vallas que no provoquen grandes pérdida de velocidad en la distancia; utilizándose para ello la óptima longitud y frecuencia de los pasos entre las vallas.

Al estudiar el ritmo de carrera es preciso analizar diversos enfoques respecto a la definición del mismo, Ruiz, A. (1985) plantea que el ritmo esta contemplado dentro del grupo de las capacidades coordinativas especiales.

El autor Fierro (1998) (citado por Rodríguez, V. 2004) define el ritmo como "… la estructura dinámica de un movimiento, es decir, la alternación periódica de tensión y distensión que está en la base del mismo."

Para Diatchkov (1955) (citado también por Rodríguez, V. 2004), "en el deporte debe entenderse por ritmo tanto la relación temporal de los distintos elementos y fases del ensamblaje total del movimiento, como la cadencia armónica de los impulsos dinámicos, característicos de igual modo para las fases del movimiento."

El autor asume los criterios de Fleitas, I. (1992) cuando en su obra "Teoría y Práctica General de la gimnasia" al referirse al ritmo plantea: "representa la distribución relativamente correcta de los esfuerzos en tiempo y espacio."

En la tesis de Rodríguez, V. (2004) expresa que el ritmo es la capacidad de organizar cronológicamente las prestaciones musculares con relación al tiempo y al espacio. La relación cronológica en las estructuras de cada componente dentro del complejo de las capacidades coordinativas, está determinada, a su vez, por el modelo de rendimiento específico de cada especialidad.

Los criterios de los autores citados coinciden al referirse al ritmo, a la relación existente entre las fases que conforman una acción determinada en correspondencia con el tiempo y el espacio; indicadores éstos que se ajustan a las características específicas de la carrera 400 metros con vallas.

Independientemente de lo descrito el autor considera indispensable abordar lo que recoge la literatura especializada de la distancia respecto al ritmo de carrera; para Bedini, R. (1996) en los 110m con vallas entiende por rítmica "la sensibilidad al ritmo, a la musicalidad de los tres pasos entre las vallas y al intervalo de pausa producido por la pasada de las mismas."

El entrenador Hernández, F. (1999), señala al referirse al ritmo: el corredor de 400 metros con vallas tiene la misión, después de un adecuado número de pasos, pasar las vallas sin interrupción, aprovechando en ello lo mejor posible sus conocimientos técnicos.

Las definiciones dadas por estos autores se aproximan a las realidades del ritmo de carrera para la distancia estudiada, sin embrago es preciso señalar que el pase de las vallas debe considerarse un paso más de la carrera en su ejecución con ciertas modificaciones, de modo que se logre una relación análoga entre la carrera plana y la carrera con vallas, a partir del dominio absoluto de los movimientos del cuerpo, elemento esencial para la corrección postural inmediata por parte de los atletas, en ocasión de un imprevisto en el recorrido de la distancia.

Sobre la tremenda importancia del ritmo de carrera, es conveniente significar, en entrevista concedida al rotativo Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, Félix Sánchez, consagrado atleta de la especialidad expresó el 2 de julio de 2009, entre otras cosas: "Estoy empezando mi temporada, pero buscaré mi ritmo en los 47 ó 48 segundos que yo tenía antes."

Al analizar las definiciones citadas anteriormente se puede apreciar que no se logra una clara explicación del ritmo de carrera, sino que cada autor ofrece nociones generales que le permiten interpretarlo desde sus puntos de vista; no obstante en aras de contribuir a enriquecer los basamentos teóricos relacionados con la temática que se aborda, el autor de la presente investigación define el ritmo de carrera como: la correlación temporal relativamente estable que se logra entre los indicadores cualitativos que tipifican la especialidad y el tiempo realizado en la distancia.

Es una correlación temporal relativamente estable porque está determinada por las características de los segmentos de la carrera, condiciones y nivel de preparación que posea el atleta; así como la optimización de los indicadores cualitativos tales como dominio del pase de las vallas con ambas piernas en condiciones de competencia; adecuada utilización y mantenimiento de la longitud de los pasos en las diversas situaciones de la carrera: viento a favor o en contra, carrilera por donde se corra y la distribución del esfuerzo.

Todo lo anterior teniendo en cuenta las características individuales de cada atleta, de modo que se logre una articulación análoga entre el tiempo de la carrera plana y con vallas, en pos de mejorar el índice de calidad técnica que garantice, la continuidad en el recorrido de la distancia.

En esencia, la ejecución del ritmo de carrera persigue, entre los aspectos más significativos en el recorrido de la distancia, los siguientes: mantener una velocidad óptima, respetar y aprovechar la distancia de impulsión y recobro de las vallas, modificar y estabilizar la longitud y frecuencia de los pasos, emplear eficientemente los recursos técnicos del pase de las vallas; pues en la realización del ritmo de carrera la sincronización de todos los factores indispensables determinan el alcance del objetivo propuesto para la distancia.

Para concretar los indicadores implícitos en la definición del ritmo de carrera en la especialidad 400 metros con vallas, es preciso analizar inicialmente en el siguiente cuadro sinóptico, los ritmos de carrera utilizados por varios atletas en los años que se describen, lo cuales han caracterizado el desarrollo de esta especialidad atlética, desde la aparición en el escenario competitivo.

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Como se ha podido constatar en el cuadro anterior, el ritmo de carrera utilizado por los vallistas a lo largo de la historia no ha sido estable, sino que en cada momento profesor deportivo y atleta, solucionaron este tema de acuerdo con las características del entrenamiento en su época y el desarrollo de la condición física, nivel de preparación técnico- táctica y estado de la forma deportiva de cada uno de los corredores.

Lo más significativo es que siempre existió una tendencia generalizada de correr la distancia con números de pasos impares teniendo en cuenta la preferencia de la pierna izquierda en el ataque de las vallas en curva, lo cual favorece en varias variantes de ritmo de carrera a garantizar la estabilidad del mismo en el trayecto de la distancia. Al respecto González, L. (1997) señala que las posibilidades rítmicas en el recorrido de la distancia quedan determinadas de la siguiente forma:

  • Mantener el mismo número de pasos: no es la mejor rítmica, pues el atleta al final de la carrera reduce la longitud del paso por el cansancio acumulado.

  • No mantener el mismo número de pasos y cambiar a dos pasos más, (ejemplo 13 a 15 pasos o 14 a 16 pasos): tampoco es la rítmica correcta, es consecuencia de un defecto técnico con la otra pierna.

  • Cambiar a un paso más, (ejemplo de 13 a 14 pasos, 14 a 15 pasos o 15 a 16 pasos): se considera la rítmica correcta, pues permite una distribución adecuada del esfuerzo.

  • Realizar dos cambios a un paso más (ejemplo 13 a 14 pasos, 14 a 15 pasos ó 14-15-16 pasos): tampoco es la rítmica correcta, es consecuencia de un error de estrategia, se considera correcta si se utiliza como paso progresivo al ideal; es decir, un cambio a un paso más.

Lo descrito revela la necesidad de promover cambios en la concepción de la preparación específica de los vallistas, teniendo en cuenta el contenido de la tercera de las posibilidades rítmicas y las particularidades de cada atleta, de modo tal que puedan correr con mayor eficiencia; para ello el entrenamiento debe dirigirse en función del aprovechamiento de las potencialidades individuales, para, de esta forma, erradicar las debilidades que surjan durante la preparación.

El ritmo de carrera constituye uno de los aspectos fundamentales en el proceso de entrenamiento de la carrera 400 metros con vallas, tradicionalmente la enseñanza del mismo parte de dos direcciones fundamentales, la primera de ellas las carreras de distancias cortas con vallas, pues éstas garantizan el desarrollo de habilidades técnicas en la carrera y el pase de las vallas en los atletas, en tanto la segunda, se relaciona con los 400 metros planos por constituir la base principal para conocer el rendimiento en los 400 metros con vallas a partir del tiempo de diferencia que realice el vallista.

El trabajo sobre estas direcciones permite la disminución de las deficiencias que se presentan en los análisis hechos a la prueba tales como: igual tiempo que en los 400 metros planos, ritmo de carrera con un cambio a dos pasos más, tiempo de diferencia con respecto al plano superior a los 4.09 segundos y deficiencias en la relación frecuencia y longitud de los pasos.

Estas carencias a su vez representan variables a controlar durante el proceso de entrenamiento del ritmo de carrera, por su trascendencia en el resultado de la distancia competitiva y entre estas variables se enmarcan los principales problemas en la distancia estudiada, por ello el entrenamiento para el ritmo de carrera debe tener un balance en los contenidos de estas dos pruebas con modificaciones aplicables a la distancia competitiva.

El análisis de estas causas propicia el estímulo de entrenamiento en correspondencia a las condiciones de la actividad competitiva, tanto en la estructura de los movimientos como en el mecanismo de producción de la energía determinante para la competencia.

Solo así se logra una mayor objetividad en la preparación de los vallistas de la distancia estudiada y a su vez reafirma lo expresado por Verjoshanski, Y. (1990) cuando plantea: "la carga de entrenamiento debe tener un carácter específico".

Para dotar a los vallistas de un óptimo ritmo de carrera en la distancia competitiva es necesario posean una adecuada estructura técnica de carrera y características anatómicas, fisiológicas y antropométricas que les permitan vencer la distancia sin grandes pérdidas de velocidad. Existen guías que correlacionan la estatura con la longitud de los pasos de los atletas, aún éstas se consideran insuficientes para el trabajo de los profesores deportivos debido que la práctica ha demostrado muchos vallistas hoy día, en múltiples ocasiones, rompen estos esquemas y alcanzan resultados que no se relacionan con los datos contenidos en dichas guías.

En este sentido una de las variables poco tratadas en el entrenamiento del ritmo de carrera en la distancia estudiada resulta el antropométrico, específicamente la relación que se establece entre la estatura- longitud de los pasos- longitud de miembros inferiores, el cual a criterio del autor de la investigación confiere una mayor objetividad para la selección de los atletas y posteriormente para la determinación del contenido de entrenamiento referido al ritmo de carrera.

En la carrera 400 metros vallas Rius, J. (2005), señala, el ritmo entre vallas está condicionado por otros aspectos como el metabólico (la potencia anaeróbica láctica y la resistencia a la fuerza explosiva y elástica), el control del ritmo y el antropométrico-mecánico (longitud de los pasos). El nivel de entrenamiento que posea el atleta condicionará el número de apoyos que debe realizar entre vallas (salvo excepciones), a medida que crece la fatiga, aumenta el número de pasos que realizan entre vallas.

El número de apoyos entre vallas a lo largo de la temporada no tiene siempre la misma secuencia, varía en función del estado de forma del atleta o de factores externos como el viento, de ahí, sea necesario conocer la longitud de los pasos de los atletas en varias etapas de la preparación, en aras de ajustar los acentos de trabajo de manera objetiva.

Sobre lo anterior Gil, F. (1998) señala: "los 17-18 años se corresponde con la etapa de especialización; ahora se trata de dominar eficazmente las diferentes partes de la técnica de las vallas en la mayor velocidad posible, sobre los obstáculos y en la carrera. Hay que vincular la mejora de la técnica con la mejora de las cualidades físicas".

Al respecto Bruce, L. (1995) indica, con el atleta joven o de poca experiencia es conveniente hacer trabajos con vallas con la mitad de la distancia; así como utilizar ejercicios con ambas piernas alternadamente; éste señala que el progreso de lo anterior se refuerza con un buen acondicionamiento básico.

El trabajo con distancias oficiales debe introducirse en la etapa de preparación especial, pues aquí es donde se corre con el ritmo requerido y la técnica que exige el régimen de competencia. Es conveniente incrementar progresivamente el número de vallas y pasos a utilizar, para así desarrollar de forma interrelacionada la condición física con ejercicios específicos del ritmo de carrera.

Conclusiones

El análisis teórico realizado permiten concluir que:

Partes: 1, 2
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