Conocían muchas plantas cultivadas: maíz de varios tipos, porotos, zapallos, calabazas, mandiocas, batatas, pimientos, maníes, algodón, tabaco y otras más.
A pesar de la gran cantidad de plantas que crecen en la selva, allí el suelo no es bueno para la agricultura y por eso la tierra de los cultivos guaraníes perdía su fertilidad tres o cinco años después de la primera siembra. Entonces, debían abandonarlos y mudarse unos kilómetros más lejos, donde limpiaban nuevas parcelas para sembrar.
Del monte sacaban frutas silvestres, palmitos de palmera, cientos de plantas medicinales, yerba, miel.
Para conseguir carne, cazaban varios animales, con arco y flechas y con trampas: tapires, pecaríes, ciervos, corzuelas, carpinchos, otros roedores más chicos, monos, coatíes y aves. Juntaban huevos y también tenían algunos patos domésticos.
Además, eran grandes pescadores en los abundantes ríos y arroyos que cruzan la selva tropical. Para eso usaban arcos y flechas, anzuelos, y venenos vegetales que echaban al agua para atontar los peces hasta poder atraparlos a mano.
Antiguamente, los guaraníes viajaban mucho por el agua, donde era más fácil desplazarse que en la selva cerrada. Eran buenos conocedores de los ríos, por donde hacían largos recorridos en sus canoas, cada una hecha con un tronco de árbol ahuecado.
Costumbres
· Acostumbraban al cola yuta: sin vestidos.
· Las mujeres usaron taparrabos llamados tanga.
· Más adelante, con la conquista, se impuso el tipoy, una especie de camisola sin mangas con dos aberturas laterales para pasar los brazos.
· Hombres y mujeres se pintaron el cuerpo, por lo general para la guerra, para galantear, etc.
· Los varones usaron plumas en la cabeza, brazos y tobillos.
· Obedecían a un cacique que ascendía hereditariamente.
· Eran polígamos, pero como era obligación dar todas las comodidades a las mujeres, sólo ejercían los más acaudalados.
Viviendas
Al ser sedentarios podían construir casas comunitarias hechas con troncos y hojas y en ella habitaban varias familias relacionadas. Las aldeas se formaban con 4 y hasta 8 casas, y se rodeaban con empalizadas.
En las regiones guaraníes del norte, las casas eran más pequeñas, cilíndricas y con paredes de barro y paja.
Características laborales
Existen dos formas en las que los MBY'A se contratan para prestar servicios:
1- El trabajo individual que puede desempeñar cada individuo en la sociedad, de peón rural.
2- La otra forma es cuando todo el grupo resulta contratado para el cumplimiento de una labor general actuando en ése caso el líder en calidad de encargado para recibir el dinero y luego distribuir entre las distintas familias nucleares que constituyen el grupo.
Dichas prestaciones de servicios están impuestas por el mercado, son los varones adultos los que tienen mayores oportunidades en las tareas agrícolas ocasionales (changas durante las cosechas).
Guerreros
Usaron arco, flecha y macanas. Los arcos eran gigantes, llegaron a medir hasta 2 metros de largo. Las flechas de guerra eran de huesos humanos. Usaron para sus viajes grandes canoas.
Religión
Eran monoteístas y su dios fue Tubá, creador de todo lo existente. También fueron animistas, o sea que el mundo de los vivos estaba rodeado por espíritus buenos o malos que aparecían bajo formas humanas o animales.
Chaman o sacerdote: es el chamán un sacerdote dotado de poderes sobrenaturales, que tiene el poder de hacer llover, adivino, profeta, hechicero, sabio, médico, jefe espiritual de la comunidad y director de danzas y ceremonias. El poder del chamán es muy grande, entra en comunicación con los espíritus buenos y malos y defiende a su comunidad contra aquellos que son malos.
Actualmente, las tribus amazónicas siguen considerando al chamán como una fuente de respeto y poder.
Los cadáveres eran depositados en grandes tinajas de barro; luego ponían sus efectos personales y al final la cerraban con un plato y enterraban la urna.
La religión de los guaraníes actuales puede ser definida como inspiración sacra mentalizada en el canto y la danza dirigida por el cacique o líder.
La religión guaraní, que todavía perdura entre algunas personas, es muy elaborada y se basa en una cantidad de mitos, muchos de los cuales se transmiten en forma de cantos sagrados. Cuentan la historia de la creación de la Tierra; el origen de los animales, las plantas, los hombres, la organización social, y las andanzas de los dioses.
Los guaraníes creen en un dios creador (cuyo nombre varía según los grupos), que inventó el lenguaje humano, hizo la Tierra y dio vida a cuatro dioses principales que completarían su creación: el fuego, el de la primavera y el rocío, el del sol y el trueno y las lluvias, cada uno con su mujer. A su vez, estas parejas de dioses tuvieron hijos que también fueron dioses.
Creen también un Paraíso y una Tierra Sin Mal, un lugar donde no existe la enfermedad, la muerte ni el sufrimiento (hicieron larguísimas migraciones por la selva buscando esa tierra).
Tienen una gran cantidad de bailes y canciones religiosas para dirigirse a los dioses, y rezos individuales que hacen quienes buscan la perfección del alma
Los guaraníes creen en la vida después de la muerte, por ello proveen al muerto de lo que necesitaría en la otra vida.
Culto a los muertos: para los guaraníes el espíritu de los antepasados y de los héroes míticos están siempre vivos en el seno de la comunidad, no solo simbólicamente, sino realmente habitan en los adornos que los representan; existen relaciones muy estrechas y continuas entre la comunidad de los vivos y la de los muertos, que se manifiesta en la ayuda mutua, los muertos los proveen de alimentos, les enviaban la lluvia, velan por su bienestar y los estimulaban en la guerra, en cambio éstos, aparte de los ritos, ofrendas y vengar a los muertos en honor a ellos celebraban una gran fiesta anual.
GEOGRAFÍA
Los Guaraníes habitan actualmente, al igual que lo hacían en el pasado, el territorio que corresponde al suroeste de Brasil, noreste de Argentina, Paraguay, parte de Bolivia y parte de Uruguay. En el pasado su subdivisión de acuerdo al territorio que ocupaban era la siguiente:
- Guaraníes de las islas o Chandules: se establecieron en las islas del Delta del río Paraná y en ambas costas.
- Guaraníes del Carcarañá: en la actual provincia de Santa Fe, en la desembocadura del río Carcarañá.
- Guaraníes de Santa Ana: los denominaron así los españoles por hallarlos en la región llamada Santa Ana, en el norte de la actual Corrientes.
- Cáingang o Cainguás: del interior de la provincia de Misiones, Corrientes y Entre Ríos; y en Uruguay hasta la altura de la actual ciudad de Concordia.
- Los Chiriguanos: se afincaron en el Chaco salteño y en el territorio boliviano.
Los guaraníes preferían, para la instalación de sus aldeas, los terrenos ubicados sobre las riberas de los grandes ríos, arroyos y lagunas de la región. Eran los sitios más propicios para la pesca y la caza, para la recolección del ñai"ú o arcilla para la cerámica, y fundamentalmente para el aprovechamiento de la fértil capa de humus en las labores hortícolas, mientras que el monte cercano ofrecía sus frutos silvestres y abundante madera.
Los guaraníes conocían y visualizaba con claridad su hábitat geográfico, se sentía parte de él. Su propia lengua identificaba con toda lucidez, con nombres propios, ríos, arroyos, lagunas, cerros, montes, sitios significativos y otros de orden mitológico. La aldea o tavá instalada, por ejemplo junto a la laguna del Iberá, no constituía un hecho poblacional aislado. Todo lo contrario. Era parte de una amplísima red intercomunicada por caminos o tape. En este ámbito las relaciones se establecían por el parentesco, o por alianzas circunstanciales de carácter ofensivo o defensivo.
Los guaraníes sabían la existencia de los cazadores-recolectores que vagaban en torno de su ámbito geográfico, sabía de la existencia del imperio inca y de sus características, y había llegado inclusive hasta sus fronteras. Tampoco se le escapaba el conocimiento de la existencia del océano Atlántico. La geografía guaraní era un espacio racionalmente administrado. En él se conjugaban el hombre y la naturaleza en un armonioso equilibrio. Esto era sentido así por el guaraní. Lo que quedaba fuera de aquella geografía pasaba a ser la "tierra del otro", del no guaraní.
LA COMUNIDAD
La organización interna en todas las comunidades se establece por relaciones de parentesco entre sus miembros, formando familias extensas dirigidas por un jefe de familia (Cacique o Paí).
La base de la organización social la constituye la familia extensa, con un número no mayor de 12 a 15 miembros.
Su actual situación interna está marcada por un agudo conflicto que se manifiesta sobre todo a nivel político. Los conflictos se manifiestan principalmente en los liderazgos de los jefes ya que reconocen la autoridad de uno y otro (Cacique y Paí).
La expresión de estos conflictos es continua, y hay celos entre caciques por las conquistas que obtienen y contribuyen a su liderazgo en sus respectivas comunidades.
Hay grupos que reconocen la autoridad a caciques que se encuentran en nuestra provincia y otros a líderes de países vecinos, ya que para los MBY'A, el cruce de los ríos o limites representa solamente un cambio geográfico y no político.
Función del líder: consiste en dirigir al grupo en sus actividades productivas, en la distribución de los alimentos, en sus contactos con los blancos, en impartir justicia y solucionar los conflictos internos.
Ser jefe, en la actualidad, significa, prestigio ante la comunidad y también frente a los blancos.
Vivían en aldeas, en tribus que ocupaban en los claros de la selva, las familias vivían en casas comunales que tenían su jefe , este tenía su aposento en el centro de la cabaña, que era larga hasta 60 metros, de una sola pieza donde cabían de 60 hasta 120 personas, los jefes de las casa comunales formaban el consejo de jefes, en el que eran tratados y resueltos los principales problemas de la comunidad, la aldea estaba dirigida por un jefe político llamado Mburubichá, y un jefe religioso llamado Shaman , la familia y el matrimonio constituían el núcleo básico de la sociedad.
Ubicación de los distintos aborígenes que habitaron nuestra tierra antes de la llegada de los Españoles
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LENGUAJE
Se distinguían tres grupos con características dialectales;
1.- El amazónico que habla de ñe engatú (lengua hermosa o pulida).
2.- El Tupí o Tupinambá (guaraní de la costa atlántica).
3.- El grupo caracterizado por hablar el avañe-é (lengua del hombre), que comprende los dialectos del Paraguay, Bolivia, Argentina y sur de Brasil, emparentados entre sí.
La primera lengua aprendida por los niños es el guaraní en su variante MBY'A, pero la mas utilizada para establecer relaciones con los blancos es el Yopará o Guaraní paraguayo.
El MBY'A es mantenido como lenguaje primitivo y privado, de relación interna.
La mayor parte de los varones adultos hablan castellano o poseen conocimientos rudimentarios del mismo, los niños lo comienzan a aprender desde la infancia.
LAS ARTESANÍAS
Hoy en día, las mujeres aborígenes aun conservan la tradición, y confeccionan ponchos, mantas, tejidos en general con sus telares, en el noroeste y sur argentino.
Los hombres se dedican a la alfarería en la zona del noroeste y cestería en la mesopotámia en su mayoría.
Las fibras extraídas de las hojas del cocotero, eran torcidas sobre los muslos desnudos para convertirlas en sogas, hilos y piolines. Las raíces de karaguata (cardón), eran utilizadas en múltiples usos, hasta para confeccionar tejidos. Las hojas del yvíra (cardo sin espinas), les sirvieron para atar, hacer bolsos, redes y hamacas. Del piri (junco) y de totoras hicieron cortinas, esteras, alfombras y otros enseres. Las tiras extraídas de la raíz del guembepi, se usaban para hacer esterillas, redes, gruesas cuerdas, aplicaciones ornamentales de otros trabajos y para confeccionar yrupê (cedazo), u otros. El mandyju (algodón), proveía los más finos hilados. Aunque su cultivo, como el del tabaco, no se efectuaba en grandes escalas, la producción cubría sus necesidades. La tacuara, en sus distintos tipos, fueron ideales para la cestería. Las hojas de karanda´i (variedad de palmera), resistentes y durables, se utilizaron en diversos usos.
Confeccionaron hamaca, cordones, mantas, bolsos, cintas, vestiduras, cuerdas para transportar bultos o cruzar ríos. Fabricaron canoas, arcos, flechas, lanzas, macanas y cuantos elementos necesitaran para el descanso, la defensa, el transporte, las comodidades del hogar y adornos. Las hamacas, de diversas fibras, presentaban varios tipos de trama en su tejido, y borlas que adornaban sus costados.
Todos los demás enseres, cacharros, atavíos y armas, se distinguían por el agregado del anónimo artista mediante alguna nueva aplicación que era copiada por otros para quedar establecido su uso en la comunidad.
Los dibujos utilizados en cerámicas, vestidos, mantas, binchas, cesterías y demás, eran sencillos y simétricos. Preferían colores negros con blanco; negro con marrón o todo rojo. También, se pintaban objetos con fondo blanco o crema haciendo que resaltaran el color de los dibujos, rojo o negro. Todos eran de trazos simples, geométricos o tomados de la naturaleza, imitando los diseños de la piel de las víboras u otros animales o flores. Mediante la combinación de sustancias, obtenían la variación de colores de los dibujos.
Otra de las manifestaciones artísticas era la alfarería. Trabajaban arcilla para hacer, de barro cocido, los tazones, jarros, cantimploras, vasijas de todo tipo, elementos para la cocina, ollas , cántaros, etc. Y también los recipientes funerarios con sus tapas.
Los morteros, los mangos para pisar, espátulas, utensilios de cocina y demás útiles y muebles para el hogar, se confeccionaban de madera.
En cerámica, las mujeres cocinaban piezas zoomorfas y figuras para juguetes o adornos para el hogar. Luego, eran puestos a al sombra, para secarlos.
Consiguieron afilar piedras para su uso como hachas y otros elementos cortantes que servían de cuchillos. La carencia de herramientas metálicas y la inexistencia de la escritura fueron lamentables factores negativos para el desarrollo de esta rama artística.
El guaraní es poeta desde niño, porque vive entre poetas, porque su gente es cálida y de hablar poético, por acto de presencia en un entorno natural desbordante y maravilloso que lo convierte en artista. Desde temprana edad, ejercita ese oficio, creando y recreando cantos y danzas, viviendo en permanente adiestramiento de bailes y canciones.
Artesanía cerámica: eran hechas exclusivamente por las mujeres. Fabricaban platos, ollas, vasos, pipas, escudillas, etc; las vasijas, denominadas "yapepó" eran de gran tamaño o mediana y se empleaban para fermentación, como almacenamiento y como urnas funerarias. Utilizaban arcilla negra, las colocaban boca abajo sobre piedras candente para su secado.
Cestería: entrelazado de finas cortezas; hechas por los hombres, confeccionaban canastos y cestos de diferentes formas y para diversos usos; también sombreros y abanicos. Los elementos empleados eran las tacuaras denominadas " tacuapí " y " tacuarembó " e "isipó".
Moldeaban vasijas, usadas para conservar bebidas; en las más grandes se inhumaba a los muertos. Otro elemento ritual: las pipas de cerámica. Confeccionaban cernidores para tamizar productos, canastos y estuches para flechas. En ceremonias, festivales y rituales de curación utilizaban diversos instrumentos musicales, como las sonajas (calabazas con diseños grabados a fuego) o la flauta de Pan.
Vestimenta y adornos corporales: los guaraníes conocían un rústico telar, con el cual fabricaban y que le servía de vestido. Su ornamentación corporal era rica en pinturas, collares, brazaletes, rodilleras (plumas).
La ropa de los antiguos guaraníes era muy sencilla. En los viejos tiempos, mucho de ellos iban totalmente desnudos, especialmente en las zonas más calurosas.
En los grupos de la Argentina, los hombres usaban el chiripá (un delantal de algodón) y las mujeres el tipoy, un vestido de esa misma tela, largo hasta las rodillas. Además, se adornaban mucho, con vistosos tocados de plumas de colores para la cabeza, brazaletes de fibras vegetales y collares de semillas, de plumas o de dientes y garras de animales. Atravesando el labio inferior, los hombres adultos llevaban su tembetá, una especie de botón de madera, piedra o metal, que tenía valor mágico.
Armas y útiles: Los elementos empleados eran: para moler el maíz usaban los morteros de madera cavados en troncos de árboles; para el cultivo el palo de plantar o de sembrar, con punta aguzada; también usaban hachas y rudimentarias piedras de moler. Para hacer el fuego empleaban el taladro o aparato de producir fuego por sistema de frotación. Las armas principales eran: la maza, la macana, el arco y la flecha. Algunos grupos empleaban lanza.
Canoas: Como eran hábiles navegantes, construyeron canoas que alcanzaban 10 metros de longitud eran hechas de un árbol ahuecado; se manejaban con remos.
Instrumentos musicales: Como los dioses son los primeros músicos, los instrumentos musicales son de expresión divina. Usaban el compley o flauta, sonaja o maraca, tambor de madera cascabeles y silbatos.
ASENTAMIENTO GUARANÍ EN FORMOSA
El actual territorio de la provincia de Formosa estaba habitado en el siglo XVI de este a oeste por las siguientes etnias: la llamada por los guaraníes de los payaguás, qom'leks, pilagás, nivaklés y wichis, a estas se sumaban pequeñas poblaciones mixtas como las de los mataguayos y malbalas.
Estas etnias eran llamadas peyorativamente guaycurú por los avá (o guaraníes) que guerreaban contra ellas y trataban de expandirse a lo largo de los ríos Pilcomayo y Bermejo.
LOS MBYÁ
Unos tres mil guaraníes viven actualmente en lo que resta de la selva en la provincia de Misiones.
Los mbyá pertenecen al grupo de los indómitos cainguá o "monteses", aquellos guaraníes que -refugiados en lo profundo de la selva- se mantuvieron lejos del sometimiento de los conquistadores y de la evangelización de los jesuitas.
Los mbyá son quienes conservaron más elementos de la cultura tradicional, en especial el idioma guaraní, que hablan en un dialecto muy antiguo. Hoy están arrinconados en tierras privadas o fiscales, en constante peligro de desalojo. Sus aldeas son pequeñas, y las antiguas malocas fueron reemplazadas por simples casas para cada familia. Siguen trabajando la tierra con el sistema de roza y quema, pero ahora usan machetes, hachas y azadas que compran en las ciudades. De ese modo cultivan las plantas tradicionales y otras traídas por los europeos, como la caña de azúcar. Cuando pueden, pescan, cazan con trampas y armas de fuego, buscan miel silvestre y recolectan en el monte nueces, frutas, huevos y larvas. Pero las plantas comestibles, los peces y otros animales escasean debido a la destrucción de la selva y por la situación de arrinconamiento que impide a los indígenas desplazarse libremente.
Sus principales fuentes de ingresos provienen de la venta de artesanías. También se emplean como hacheros en los obrajes, y para levantar las cosechas.
Como el guaraní es el primer idioma que aprenden, muchos chicos no hablan castellano, tienen escuelas bilingües, pero no siempre se dictan clases en todos los grados.
Su situación sanitaria es normalmente mala, con abundancia de enfermedades debidas a la pobreza y agravadas por la desnutrición.
Los payés siguen siendo responsables de curar con yuyos, atraer las lluvias, adivinar el futuro, propiciar buenas cosechas, dirigir los cantos y danzas rituales y dar un nombre guaraní a los recién nacidos, nombre que mantienen oculto bajo otro, sacado del Santoral Católico.
Los intentos por participar en las sociedades nacionales se ha visto obstaculizado por intereses económicos y actitudes discriminatorias. Existe otro grupo de origen tupí-guaraní: los chiriguanos. Viven mayoritariamente en la provincia de Salta y constituyen una cultura básicamente similar a la de los mbyá.
Otra tribu emparentada con los guaraníes, los tobas, habitan actualmente Chaco, ellos también sufren la discriminación, la pobreza y la disputa de tierras.
Herencia guaraní
La influencia de los guaraníes sobre otros indígenas y sobre los propios conquistadores fue enorme y sigue hasta el presente.
Hoy, hablan guaraní cinco millones de criollos de Paraguay, el Brasil y las provincias argentinas de Misiones, Corrientes y Formosa.
Pero en materia de alimentación, lo más notable es la costumbre guaraní de tomar mate, que se arraigó especialmente entre los criollos del Paraguay, del sur de Brasil, del Uruguay y de la Argentina; en grupos indígenas chaquenses, pampéanos y patagónicos, y luego los inmigrantes europeos. La caá o yerba mate crecía naturalmente y los guaraníes bebían su infusión fría en calabazas, por medio de cañitas acabadas en un filtro de fibra vegetal. Al principio, los jesuitas pensaron que era una "bebida del Demonio" pero pronto advirtieron sus ventajas, comenzaron a cultivarla y se convirtieron en sus grandes divulgadores.
La selva, con sus misterios, siempre fue un lugar propicio para leyendas de apariciones y fantasmas. Con los malignos añás a demonios aborígenes se mezcló la creencia europea de las almas en pena, y se produjo un riquísimo folklore de personajes maravillosos como Yacy Yateré (secuestrador de niños y seductor de muchachas), Caá-Porá (protector de la fauna), Curupí (que ataca a las mujeres), Teyú-Yaguá (con aspecto de yacaré), Pirá-Ñu (pez que vuelca las canoas) y muchos más.
ANEXO
Los criollos del Paraguay y del Nordeste argentino creen en el poder de amuletos y hechizos llamados Payé por su relación con la magia Guaraní, Aunque pueden incluir elementos europeos y figuras de santos católicos (se dice que esta empayesado quien se supone que esta embrujado). A esos payes se les atribuye poder de proteger a su dueño o de causar maleficios. las plumas de Caburé son famosas como talismán para conquistas amorosas (pues dice que esa pequeña ave rapaz atrae con la mirada a los pájaros para comérselos). Por eso se venden en negocios especializado.
COSTUMBRES ABORÍGENES
Los varones Guaraníes usaban, desde la adolescencia, un palito que les atravesaba el labio inferior. Se llamaba tembeta y era una especie de amuleto que los protegía de todos los males.
Trabajo Práctico de Ciencias Sociales
Autora:
Daiana Aylén Del Valle
Escuela nº3 Dr. Luís Sáenz Peña
2008
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