Estudio retrospectivo sobre embarazo en la adolescencia en el sector Morón (página 2)
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Análisis y discusión de los resultados
Uno de los problemas importantes encontrados en nuestra área es el embarazo y parto en la adolescencia. Durante nuestro estudio, realizado en los últimos 5 años, el total de embarazos en pacientes adolescentes alcanzó un 42%, como se muestra en el gráfico # 1, cifra que se encuentra muy por encima de lo encontrado en la literatura revisada, tanto en estudios cubanos como latinoamericanos. (15, 16, 22, 55) En un estudio realizado en Cuba en los años 2001 y 2002 se encontró un 15.3% de embarazos en adolescentes. (34) En países de América Latina el porcentaje es mayor como lo demuestran datos estadísticos de la oficina central de información en Venezuela, del Centro Latinoamericano Salud y Mujer, y estudios realizados en Argentina, donde plantean hasta un 20% de embarazadas entre 10 y 19 años, aunque en un estudio realizado en el estado Aragua se encontró hasta un 65% de embarazadas adolescentes (15, 17, 19, 23, 65) Pensamos que lo encontrado en nuestra comunidad se deba en parte a la poca orientación que existe en los adolescentes sobre la educación sexual, comprobado por nosotros en el trabajo diario y que posteriormente analizamos.
En cuanto a la distribución de las embarazadas adolescentes según las diferentes etapas en que se subdivide la adolescencia, mostrado en el gráfico # 2, vimos que hubo un predominio de pacientes en la adolescencia tardía, en este grupo tuvimos 28 pacientes para un 76% del total. No tuvimos casos menores de 14 años. Estos resultados concuerdan con estudios de otros autores, donde casi siempre algo más de la mitad de la población estudiada clasifica en este rango de edades. (25, 46, 53, 57) Esto constituye un factor positivo ya que no tuvimos embarazadas muy jóvenes que son de mayor riesgo que las de mayor edad por el menor desarrollo físico y psíquico alcanzado a estas edades.
La tabla # 1 muestra el comportamiento del nivel de escolaridad en ambos grupos de embarazadas. En este aspecto predominó tanto para las adolescentes como para las no adolescentes el nivel de secundaria básica con un 62% y un 51% respectivamente. Esto lo explicamos por la frecuencia con que vemos aquí en Venezuela que las personas dejan de estudiar a edades tempranas, ya sea por la falta de interés para el estudio como por el costo monetario que significa alcanzar un alto nivel escolar. En nuestro país no ocurre lo mismo, ya que el estado cubano brinda gran importancia a la educación del pueblo, no es necesario abonar ninguna cantidad de dinero para poder obtener un nivel medio o universitario, la educación es gratis y está al alcance de todos. Los estudios cubanos demuestran que la escolaridad de las embarazadas adolescentes es inferior a la de las no adolescentes. (34, 46, 57) En Venezuela esperamos que con la implementación de las misiones Ribas y Sucre estos datos mejoren y se logre llevar a un mayor nivel la educación de la población de nivel socioeconómico bajo y medio que es la que predomina en el país y por ende en nuestra área. Esta variable en el análisis no resultó factor de riesgo.
Cuando comparamos el nivel ocupacional (tabla # 2) vimos que el mayor porcentaje lo ocuparon las embarazadas que no estudiaban ni trabajaban, donde se obtuvo un 62% y un 49% en el grupo de adolescentes y no adolescentes respectivamente. Esto está dado por lo mismo que planteamos anteriormente, a pesar de que el estudio es la labor fundamental en esta etapa de la vida, la gran mayoría de los jóvenes dejan sus estudios de forma precoz y se quedan en la casa, por lo tanto no reúnen los requisitos necesarios para obtener algunos empleos, además, en el país ha existido un alto índice de desempleo que ha ido y pensamos que continúe disminuyendo poco a poco con el tiempo. Estos resultados coinciden con estudios de otros autores, donde predomina el grupo de embarazadas adolescentes amas de casa, aunque con cifras mayores. (46, 55)
Las condiciones socioeconómicas influyen decisivamente en la satisfacción de las necesidades básicas y no deben ser ignoradas en el estudio de los riesgos a que está expuesta la embarazada precoz, pues frecuentemente los resultados desfavorables se presentan en los grupos que ostentan mala y regular satisfacción de sus necesidades básicas en contraste con las que no las tienen. La tabla # 3 evalúa el nivel socioeconómico según la satisfacción de las necesidades básicas en las embarazadas, y nos muestra que tanto para las adolescentes como no adolescentes, el mayor grupo presenta un nivel de vida medio seguido por aquellas que tienen un nivel bajo, cifras acordes con autores de otros estudios en países de América Latina, donde se plantea un alto grado de pobreza. Los valores de OR = 2.52 para el bajo nivel socioeconómico lo señalan como factor de riesgo para la aparición de embarazos en la adolescencia.
En nuestro país estos resultados no se comportan de igual forma, ya que según la literatura se ha encontrado un mayor porcentaje de embarazadas adolescentes con un nivel de vida alto y medio. (19, 26, 55, 56)
En relación al estado civil, como observamos en la tabla # 4, prevalecen las embarazadas casadas, ocupando más de un 60% en ambos grupos de la muestra, lo que podemos explicar por el mismo hecho de que dejan de estudiar a edades tempranas y al no tener solvencia económica se unen a un hombre y se dedican a los hijos. En este caso los datos nuestros no coinciden con otras literaturas donde ha sido más frecuente la inestabilidad de parejas y la madre soltera adolescente. En otros trabajos realizados en Venezuela se ha visto que la mujer adolescente embarazada es madre soltera en el 70% de los casos, considerando además que el matrimonio contribuye poco a la estabilidad emocional y social de la adolescente, sobre todo cuando se efectúa bajo presión familiar, repercutiendo luego en un mayor porcentaje de divorcios para las mujeres que contrajeron nupcias antes de los 20 años. (2, 7, 46, 55, 61)
El gráfico # 3 evalúa la presencia de hábitos tóxicos. Aquí podemos apreciar, en ambos grupos de embarazadas, el predominio del hábito de fumar seguido de la ingestión de bebidas alcohólicas. Encontramos un 45% de fumadoras y la cifra de pacientes bebedoras es superior al 30% tanto en adolescentes como no adolescentes. Esto es un rasgo que se observa con frecuencia en nuestra población masculina y femenina y por lo tanto, aparece en las gestantes también. Estos datos son comunes a otras partes de América Latina, sin embargo en Cuba no se comporta de igual forma, ya que existe mayor nivel cultural de la población, y en este caso el mayor porcentaje encontrado en los estudios es de las pacientes sin hábitos tóxicos. (26, 34, 39,45, 52)
En cuanto a la ingestión de drogas, no pesquisamos ningún caso aunque estamos claros de que existe en el área, pero estos datos fueron recogidos en encuestas y no fueron referidos por las encuestadas. Consideramos que esto constituye un subregistro y puede llevar a sesgos en nuestra investigación.
La presencia de hábitos tóxicos en la gestante puede acarrear serias dificultades y complicaciones para la madre y para el futuro niño, y dentro de esto son frecuentes el bajo peso al nacer, el parto pretérmino y la elevada morbimortalidad materna y perinatal. (34, 39, 43, 52) Su presencia durante una etapa tan sensible en la vida de la mujer como es el embarazo, debe hacernos pensar que existen grietas en la labor educativa y que debemos esforzarnos en este sentido para disminuir dichas cifras.
La precocidad de la actividad sexual, el ambiente familiar inadecuado, el no uso de anticonceptivos, la influencia del grupo social donde se desarrolla el adolescente y los escasos conocimientos sobre educación sexual, están relacionados con el actual aumento del riesgo de tener embarazos no deseados, abortos, partos, que en esta edad traen consecuencias adversas. La siguientes tablas y gráficos nos confirman estos datos.
En cuanto a la planificación familiar, como se representa en el gráfico # 4, en nuestro estudio encontramos que la mayoría de los embarazos en adolescentes fueron no deseados, con un 59%, mientras que en las no adolescentes prevaleció el embarazo deseado, con un 63%. Estos resultados son similares a otros estudios latinoamericanos donde es frecuente que el embarazo se presente como un evento no deseado o no planificado, producto de una relación débil de pareja y de desconocimiento de la gestante, lo que determina una actitud de rechazo y ocultamiento de su condición, por temor a la reacción del grupo familiar, provocando un control prenatal tardío o insuficiente. Venezuela, por ejemplo, así como otros países centroamericanos, se encuentran en los primeros lugares de América en cuanto a embarazo no deseado, según datos revisados recientes. Esto nos dice que en Latinoamérica existe un serio problema de salud pública relacionado con los embarazos no planeados, especialmente en adolescentes, y eso tiene consecuencias directas para la salud de los niños que nacen en condiciones desventajosas tanto sociales como sanitarias, según planta el Dr. Samuel Santoyo, gineco-obstetra y miembro de CELSAM. (19, 26, 43, 60)
En el gráfico # 5 se aprecia un resultado similar, en las embarazadas adolescentes es mayor el desconocimiento de sexualidad ( 54 %), y en las no adolescentes existe un mayor conocimiento en este aspecto (51 %), aunque es muy poca la diferencia para ambos grupos ya que en Venezuela y otras áreas de América, como ya planteamos anteriormente, no se ha desarrollado una cultura sexual adecuada por la ignorancia en que han vivido estos pueblos debido a la pobreza existente. (19, 26, 60)
El OR para esta variable fue 1.22, por tanto se considera como factor de riesgo para la aparición de embarazos en la adolescencia.
Esto es un tema preocupante para muchos, la salud sexual y reproductiva. Las Naciones Unidas reconocen los derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos, es decir, constituyen una ampliación del derecho a la salud integral y al desarrollo, a pesar de ello, en general, los adolescentes no acceden a información precisa y sistemática sobre sexualidad y reproducción y sobre sus derechos, especialmente el ejercicio de su sexualidad sin riesgos. La ausencia de programas de educación sexual en las escuelas mantiene como única y/o principal fuente de información a los medios de comunicación masivos, que transmiten valores y estereotipos muy variados e incluso contrapuestos. Esto favorece comportamientos de riesgo, y los expone a embarazos no planeados, enfermedades de transmisión sexual y al VIH/SIDA. (15)
Según la literatura revisada, cerca de la mitad de todos los adolescentes no utilizan anticonceptivos en sus relación sexuales; nuestros resultados superan esta cifra, pero coincidimos con otros autores que plantean el poco uso de anticonceptivos por los adolescentes y la despreocupación ante la protección de la actividad sexual, ( 19, 32, 40, 46, 55, 60) aunque este dato se extiende en nuestra investigación, además, a las no adolescentes, como se aprecia en la tabla # 5, donde más del 50 % de las gestantes no usan ningún método anticonceptivo, y por lo tanto ocurre con frecuencia el embarazo sucesivo en ellas y aumentan las enfermedades de transmisión sexual. Esto es consecuencia del poco conocimiento que existe de planificación familiar, como hemos referido anteriormente.
En la tabla # 6 se muestra la edad de inicio de las relaciones sexuales. Como se aprecia en la misma, un gran porcentaje de nuestras embarazadas comenzaron su vida sexual en la etapa de adolescencia, siendo mayor en el grupo adolescente el inicio precoz antes de los 15 años ( 75 %), mientras que en las no adolescentes esto se extendió un poco más allá, hubo un 62 % que comenzó entre los 15 y los 19 años. Esto ocurre de forma similar en otros estudios cubanos y de América, donde cada vez es más frecuente el inicio precoz de las relaciones sexuales, sobre todo sin protección, lo que trae como consecuencia embarazos en adolescentes no deseados y debido a esto, complicaciones para la madre y el niño. ( 22, 23, 46, 55) El análisis de esta variable no la consideró factor de riesgo.
Varios autores coinciden en que:
La actividad sexual se despierta por causas no sexuales, y en muchos casos la precocidad es una evasión a una realidad que incluye fracasos escolares o de otro tipo que le produce a los adolescentes una baja autoestima. ( 46)
El abuso, el acoso y la violación sexual a menores constituyen una de las formas más comunes y frecuentes de violencia sexual. Según la literatura, el 90% de las madres jóvenes, de entre 12 y 16 años, han sido violadas, en su gran mayoría por su padre, su padrastro o un pariente cercano. (15, 17)
La explotación sexual comercial a niños, está cada día más presente en nuestros países, no existiendo prácticamente procesados en relación a esta temática, a pesar de que con más frecuencia se están denunciando estas situaciones. (6, 7, 15, 17)
En nuestra área, durante la investigación realizada, no obtuvimos datos al respecto, es decir, en ninguna de nuestras embarazadas se recogió este antecedente, como se representa en la tabla # 7, lo cual puede constituir igualmente un sesgo por el subregistro existente en este sentido, ya sea porque no existe todavía una adecuada relación médico-paciente o existen miedos a denunciar estos casos.
Los conflictos familiares tienden a favorecer el embarazo en las adolescentes, aspecto en que coincidimos con otros autores, quienes plantean que el ambiente familiar inadecuado favorece la precocidad de las relaciones sexuales. (34, 46)
La separación de los padres y la crianza de las adolescentes por la madre solamente, favorece la presencia del embarazo en sus hijas con mayor frecuencia. Podemos corroborarlo en algunas investigaciones que concluyen, al señalar, que las familias donde la autoridad moral es débil, pobremente definida, de padres sin casarse, padres múltiples o ausentes, donde las jóvenes han sido criadas por diferentes personas, en diferentes momentos de su vida presentan con más frecuencia embarazos en la adolescencia. Puede explicarse también por la importancia de la figura masculina en la educación de la adolescente, ya sea por el rigor que impone en ocasiones el padre a la hija en la sexualidad, o por la necesidad afectiva de esta, que necesita la figura masculina, y en estos casos tiende a buscarla en otro hombre. (34, 46, 59,61)
Relacionado con esto, el gráfico # 6 nos muestra que en nuestro estudio se encontró un mayor porcentaje de familias disfuncionales en ambos grupos, aunque el grupo de adolescentes superó a las no adolescentes (76 % y 67 % respectivamente), como mismo se observa en la literatura revisada. Esto nos demuestra que la presencia del desempleo, el bajo nivel cultural, los hábitos tóxicos y la pobreza en general que existe en la mayoría de los países de América Latina, donde se incluye Venezuela, influye en la aparición de disfuncionamiento familiar.
El OR = 1.55 para esta variable nos permite interpretar que dicho factor se comportó como de riesgo respecto al embarazo en la adolescencia.
La presencia de alguna enfermedad asociada a la gestación, a menudo la complica y expone a la futura madre y a su hijo a peligros que obligan al personal de salud a mantener un riguroso control para evitar un desenlace trágico de la gestación para cualquiera de los dos, multiplica las posibilidades de morbimortalidad materna y perinatal, mucho más si hablamos de una adolescente.
El embarazo precoz es de alto riesgo y según estudios estadísticos, se presentan con mayor frecuencia los problemas obstétricos en el grupo de las menores de 15 años; pero también se debe tomar en cuenta las repercusiones psicológicas que tiene un embarazo temprano y la capacidad para asumir la responsabilidad. ( 34, 53, 61)
De forma reducida se puede clasificar la morbilidad materna por períodos de la gestación. En la primera mitad se destacan el aborto, la anemia, las infecciones urinarias, y la bacteriuria asintomática; en la segunda mitad los cuadros hipertensivos, las hemorragias asociadas con afecciones placentarias, la escasa ganancia de peso con malnutrición materna asociada, síntomas de parto prematuro (contractilidad anormal) y la rotura prematura de las membranas ovulares. ( 34, 55, 57)
En el período del parto los problemas más frecuentes son las alteraciones en la presentación y en la posición del feto, que se han relacionado con un desarrollo incompleto de la pelvis materna. Esto determina una incapacidad del canal del parto, para permitir el paso del feto; estas distocias provocan aumento de los partos operatorios (fórceps y cesáreas). Otra manifestación del desarrollo incompleto del aparato genital de la madre adolescente es la estrechez del "canal blando", que favorece las complicaciones traumáticas del tracto vaginal. Este hallazgo implica alto riesgo de lesiones anatómicas (desgarros), así como mayor probabilidad de hemorragias e infecciones en un terreno materno que puede estar comprometido por la desnutrición y las anemias previas. ( 34, 45)
En Venezuela, el tercer lugar de muerte en mujeres de 15 a 19 años lo ocupan las causas obstétricas, aborto y otros problemas relacionados. Además, los suicidios son la cuarta causa de mortalidad, que también se relaciona con el embarazo adolescente, ya que dentro de las causas analizadas como predisponentes al suicidio se encuentra el embarazo en jóvenes solteras. (15, 16, 19)
La morbilidad perinatal relacionada con embarazo en adolescentes es de alta incidencia. Lo más frecuente es la prematuridad, bajo peso al nacer, malformaciones congénitas; relacionándose también con una alta mortalidad durante el primer año de la vida. (43, 44, 45)
En los gráficos # 7 y # 8 representamos las enfermedades asociadas y complicaciones del embarazo en la adolescencia tanto para la madre como para el producto de la gestación.
En el gráfico # 7 apreciamos, que la principal complicación encontrada fue la anemia, para ambos grupos de embarazadas, aunque fue discretamente mayor el porcentaje en las pacientes adolescentes (78 %) respecto a las no adolescentes (74 %). En el grupo adolescente le siguen en orden de frecuencia el abandono escolar (38 %) y el parto distócico (30 %). En este último aspecto es donde único no coincidimos con la literatura, ya que en este estudio obtuvimos un ligero aumento de esta patología en las embarazadas no adolescentes (33 %), aunque no es una diferencia significativa, y podríamos explicarla por el hecho de que aquí en Venezuela es frecuente la cesárea, como hemos visto en nuestro trabajo diario, para mujeres de cualquier edad.
En el resto de las consecuencias estudiadas, los resultados se comportaron de forma similar a lo descrito por otros autores, se observa un mayor porcentaje de aparición en las pacientes adolescentes. No tuvimos casos de mortalidad materna. (34, 43, 55, 57)
Aunque no lo describimos, encontramos varios casos de sepsis vaginal y en menos cuantía de sepsis urinaria, pero se comportaban de manera similar en ambos grupos de gestantes, al igual que en estudios de otros autores. ( 34, 43, 55, 57)
Por último, en el gráfico # 8, donde distribuimos las embarazadas según las consecuencias para el producto de la gestación, vimos que lo principal encontrado fue el bajo peso al nacer, para ambos grupos, aunque fue casi el doble en las pacientes adolescentes ( 49 % y 26 % respectivamente).
El parto pretérmino y las complicaciones neonatales también fueron frecuentes en nuestro estudio. Así mismo, hubo pocos casos de malformaciones congénitas, muerte fetal y muerte infantil. De forma coincidente con la bibliografía, estos datos fueron algo más elevados en la adolescencia. (34, 43, 55, 57, 64)
Dentro de las consecuencias de la gestación para la adolescente, seleccionamos las más frecuentes para hallar posible asociación estadística. Para la anemia, encontramos un OR = 1.24, y para el abandono escolar fue de 2.11, lo que nos demuestra que el embarazo en la adolescencia constituyó un factor de riesgo importante para ambas variables, así como también para el bajo peso al nacer, cuyo OR fue 2.76.
Conclusiones
Se encontró una elevada incidencia de embarazos en la adolescencia durante el período estudiado y dentro de ellos el grupo predominante fue la adolescencia tardía.
Predominaron el nivel escolar medio y las amas de casa en ambos grupos de embarazadas.
Prevaleció en el estudio el nivel socioeconómico medio y bajo; y las embarazadas casadas.
En la mayoría de las embarazadas estudiadas encontramos hábitos tóxicos, siendo más frecuente el hábito de fumar y el alcoholismo.
En las gestantes adolescentes predominó el embarazo no deseado, al contrario de las no adolescentes.
Se encontraron como factores de riesgo para el embarazo en la adolescencia el bajo nivel socioeconómico, el desconocimiento previo de sexualidad y el disfuncionamiento familiar.
Predominó en ambos grupos de gestantes el no uso de métodos anticonceptivos.
En las embarazadas adolescentes fue más frecuente el inicio precoz de las relaciones sexuales.
Las enfermedades asociadas y consecuencias de la gestación fueron más frecuentes en las adolescentes.
Se encontró asociación estadística entre el embarazo en la adolescencia y la aparición de anemia, el abandono escolar y el bajo peso al nacer.
Recomendaciones
Continuar el trabajo con el club de adolescentes de nuestra comunidad, para aumentar el conocimiento sobre sexualidad y así, prevenir embarazos en la adolescencia.
Seguir realizando actividades de promoción de salud con el club de embarazadas para evitar enfermedades asociadas al embarazo y consecuencias negativas para la madre y el niño.
Mejorar la relación médico-paciente para lograr un mayor acercamiento a las familias y así influir de forma positiva en el estilo de vida de nuestra población.
Perfeccionar el programa de educación sexual en las instituciones educacionales y extenderlo a los medios masivos de divulgación.
Por la importancia del embarazo en la adolescencia y su repercusión para la gestante y el producto, recomendamos realizar el estudio en otros consultorios de nuestro municipio.
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63) Molina R, Sandoval J, Abreu M. Embarazo en la Adolescencia. En: Perez A, editor. Obstetricia. 3ra ed. Caracas: Mediterráneo; 1999. p. 185-192.
64) Molina R. Embarazo en la Adolescencia En: Ruotti A, editor. Obstetricia. 2da ed. Asunción: EFACIM; 2000. p. 45-50.
65) Esqueda E, Rodríguez Y, Fontenla M. Participación del personal de enfermería en la prevención de embarazos sucesivos de las adolescentes de edad media, en el ambulatorio María Teresa Toro del Distrito Sanitario No. 1, Maracay, Estado Aragua. Rev Enfermería 1999; 7(1):34-41.
Anexos
Anexo 1. Cuestionario que se aplicó en el proyecto.
1. Datos generales de la gestante.
Nombre y apellidos________________
Edad _________
2. Nivel de escolaridad ______________________
3. Ocupación __________________________
4. Estado civil _________________________
5. Nivel socioeconómico:
Bajo ________ Medio _________ Alto _________
6. Funcionamiento Familiar :
Funcional ___________ Disfuncional ___________
7. Hábitos tóxicos:
Hábito de fumar Sí _____ No _____
Ingestión de bebidas alcohólicas Sí _____ No _____
Ingestión de drogas Sí _____ No _____
6. Conocimiento previo sobre educación sexual Sí _____ No _____
7. Uso de métodos anticonceptivos Sí _____ No _____
8. ¿Fue embarazo deseado? Sí _____ No _____
9. Embarazo producto de abuso o violación Sí _____ No _____
10. Edad de inicio de relaciones sexuales _________
11. Antecedentes prenatales y perinatales:
Anemia Sí _____ No _____
Hipertensión gestacional Sí _____ No _____
Edad gestacional en el momento del parto ________
Muerte materna Sí _____ No _____
Parto distócico Sí _____ No _____
Causas_________________
13. Abandono escolar como resultado del embarazo Sí _____ No _____
14. Abandono familiar como resultado del embarazo Sí _____ No _____
15. Consecuencias para el niño:
Peso al nacer ________
Muerte fetal Sí _____ No _____
Muerte infantil Sí _____ No _____
Malformación congénita Sí _____ No _____
Complicaciones neonatales Sí _____ No _____
Cuáles ______________________________________
Tablas.
Gráfico # 1. Distribución de las embarazadas según condición de adolescente o no.
Gráfico # 2. Distribución de las embarazadas adolescentes según etapas.
Tabla # 1. Distribución de las embarazadas según nivel de escolaridad.
Escolaridad | Embarazadas adolescentes | % | Embarazadas no adolescentes | % | Total | % |
Primaria | 2 | 5.40 | 0 | 0 | 2 | 2.27 |
Secundaria | 23 | 62.16 | 26 | 50.98 | 49 | 55.68 |
Bachiller | 12 | 32.44 | 18 | 35.29 | 30 | 34.09 |
Universitario | 0 | 0 | 7 | 13.73 | 7 | 7.96 |
Total | 37 | 100 | 51 | 100 | 88 | 100 |
Tabla # 2. Distribución de las embarazadas según ocupación.
Ocupación | Embarazadas adolescentes | % | Embarazadas no adolescentes | % | Total | % |
Estudiante | 15 | 40.54 | 5 | 9.81 | 20 | 22.73 |
Ama de Casa | 19 | 51.35 | 25 | 49.01 | 44 | 50.00 |
Trabajadora | 3 | 8.11 | 21 | 41.18 | 24 | 27.27 |
Total | 37 | 100 | 51 | 100 | 88 | 100 |
Tabla # 3. Distribución de las embarazadas según nivel socioeconómico.
Nivel socioeconómico | Embarazadas adolescentes | % | Embarazadas no adolescentes | % | Total | % | |
Bajo | 13 | 35.13 | 9 | 17.65 | 22 | 25.00 | |
Medio | 21 | 56.76 | 40 | 78.43 | 61 | 69.32 | |
Alto | 3 | 8.11 | 2 | 3.92 | 5 | 5.68 | |
Total | 37 | 100 | 51 | 100 | 88 | 100 |
OR= 2.52
Tabla # 4. Distribución de las embarazadas según estado civil.
Estado Civil | Embarazadas adolescentes | % | Embarazadas no adolescentes | % | Total | % |
Soltera | 14 | 37.84 | 17 | 33.34 | 31 | 35.23 |
Casada | 23 | 62.16 | 34 | 66.66 | 57 | 64.77 |
Total | 37 | 100 | 51 | 100 | 88 | 100 |
Gráfico # 3. Distribución de las embarazadas según hábitos tóxicos.
Gráfico # 4. Distribución de las embarazadas según la planificación familiar.
Gráfico # 5. Distribución de las embarazadas según conocimiento previo de sexualidad.
OR = 1.22
Tabla # 5. Distribución de las embarazadas según uso de anticonceptivos.
Uso de anticonceptivos | Embarazadas adolescentes | % | Embarazadas no adolescentes | % | Total | % | |
Sí | 11 | 29.73 | 17 | 33.34 | 28 | 31.82 | |
No | 26 | 70.27 | 34 | 66.66 | 60 | 68.18 | |
Total | 37 | 100 | 51 | 100 | 88 | 100 |
Tabla # 6. Distribución de las embarazadas según edad de inicio de relaciones sexuales.
Inicio de relaciones sexuales | Embarazadas adolescentes | % | Embarazadas no adolescentes | % | Total | % |
Antes de los 15 años | 28 | 75.67 | 11 | 21.57 | 39 | 44.32 |
Entre 15 y 19 años | 9 | 24.33 | 32 | 62.75 | 41 | 46.59 |
Después de los 19 años | 0 | 0 | 8 | 15.68 | 8 | 9.09 |
Total | 37 | 100 | 51 | 100 | 88 | 100 |
Tabla # 7. Distribución de las embarazadas según antecedentes de abuso o violación.
Antecedente de abuso o violación | Embarazadas adolescentes | % | Embarazadas no adolescentes | % | Total | % |
Sí | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
No | 37 | 100 | 51 | 100 | 88 | 100 |
Total | 37 | 100 | 51 | 100 | 88 | 100 |
Gráfico # 6. Distribución de las embarazadas según funcionamiento familiar.
OR = 1.55
Gráfico # 7. Distribución de las embarazadas según consecuencias de la gestación para ellas.
OR (Anemia)=1.24 OR (Abandono escolar)= 2.11
Gráfico # 8. Distribución de las embarazadas según consecuencias de la gestación para el niño.
OR (Bajo peso)= 2.76
Autor:
Dra. Dailen Darias Rivera
Tutor: Dra. María Tacoronte García
Especialista de 1er Grado en Medicina General Integral.
Asesores: Dr. Eberto Zamora Méndez
Especialista de 1er Grado en Medicina General
Integral.
Dr. Leovigildo Leyva
Especialista de 1er Grado en Medicina General
Integral.
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
FACULTAD
ESTADO TRUJILLO
Trabajo para optar por el Título de Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral.
Año 2004
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