La activación para el autor Bagdasaro v A (1980), tiene dos aspectos que la caracterizan [4]
El primero tiene relación o proviene directamente de las peculiaridades de la actividad psíquica, y es que la activación no solo se manifiesta como actividad externa, sino también como interna, mental del estudiante Es decir, que es insuficiente con estimular la actividad externa, para que esta sea señal de una verdadera activación tiene que conllevar a la correspondiente actividad interna. Actividad desarrollada por el alumno a través de acciones y operaciones mentales y que en la mayoría de los casos está motivada por la solución de problemas, de tareas que enfrenta el escolar y que regularmente plantea la realización de esfuerzos mentales.
El segundo aspecto se relaciona con lo siguiente: Para que se considere una verdadera activación, esta tiene que conllevar al desarrollo del escolar. Esto se debe a que la activación del alumno en el proceso de aprendizaje, tiene que conllevar transformaciones en él, que evidencien el desarrollo bajo la forma de adquisiciones intelectuales (métodos racionales de obtención de conocimientos, hábitos y habilidades) y de adquisiciones en la formación de la personalidad, (actitudes positivas, convicciones morales) que a la vez son, en sí mismas adquisiciones importantes, que se convierten en la base del desarrollo futuro en esas áreas.
De tal manera es importante señalar, que pedagogos como Alicia Minujin, Gloria Mirabent y Zaida Valdés (1989) se refieren a que la activación de la enseñanza se basa en dos principios fundamentales de la psicología y la pedagogía Marxista-Leninista:[5]
Todos lo procesos psíquicos que conforman la personalidad se forman y se desarrollan mediante la actividad.
La fuerza motriz del desarrollo psíquico es la contradicción que surge entre las exigencias que plantea el medio social y las posibilidades del sujeto.
Tanto Bagdasarov en su concepción, como las autoras de referencia, tienen un denominador común en sus concepciones: la teoría del conocimiento y en particular, lo referido a la correlación de la activación con el proceso de enseñanza-aprendizaje en el cual se concreta: la socialización de la enseñanza y las contradicciones (no antagónicas) a las que se les dará respuesta en el propio proceso y que actúan como el impulso del desarrollo.
Bagdasarov considera además, que la activación está marcada por condicionantes o requisitos que se relacionan a continuación:[6]
La unidad de las tareas cognoscitivas, educativas y desarrolladoras.
La creación de las condiciones favorables de la situación docente, por ejemplo el local, el puesto de trabajo, los libros, entre otros.
El carácter emocional del trabajo.
De hecho, queda claro, el necesario nivel de afectividad que conlleve a una atmósfera y estado de ánimo propicios en las relaciones profesor-estudiante, estudiante – estudiante; de manera que los intereses individuales no estén por encima de los intereses colectivos a partir de la exposición de los materiales Es de vital importancia el dominio y uso de la caracterización de sus estudiantes que haga el profesor a partir de un diagnóstico psicopedagógico eficiente, con el objetivo de conocer las particularidades y características de cada discípulo en cuanto al nivel de motivación, intereses, necesidades, ritmo de aprendizaje, nivel de cansancio que muestra en la realización de los ejercicios, indiferencia; entre otras cuestiones de interés.
El control sistemático, análisis y evaluación del trabajo de los estudiantes, de sus conocimientos, habilidades y hábitos.
De este aspecto es importante tener en cuenta que si el estudiante no se siente continuamente controlado, si no recibe su evaluación por la actividad que desempeña entonces se sienten desinteresados y dejan de trabajar activamente.
La organización del trabajo independiente.
Empleo permanentemente de los medios técnicos y visuales.
Los anteriores requisitos deben ser atendidos sistemáticamente y comprender que ellos ayudan a los estudiantes, pues lo más importante es despertar y mantener el interés hacia el estudio.
Para despertar el interés es necesario que la persona sienta la necesidad de adquirirlos, si es así, elevará su interés por conocer, lo que activará su aprendizaje.
En tal sentido G. I. Shukina [7](1978) plantea tres vías:
Material docente de contenido e interés nuevo para que el mismo sea interesante a los alumnos.
La organización de las diversas formas de trabajo docente independiente y creador del alumno.
Las buenas relaciones creadoras entre el docente y el alumno.
La activación depende en gran medida de la objetividad con que el maestro desarrolla sus actividades. Por tanto, es importante que tenga en cuenta los siguientes aspectos según Shukina:
Explicación amplia, detallada con hechos complementarios no expresados en los libros de textos y la incorporación de aspectos interesantes de la vida.
Dar lo fundamental en la clase y dejar otros elementos para el estudio independiente, con la consecuente orientación.
Considerar el enfoque polémico para la estructuración de los ejercicios.
De acuerdo con esta misma autora, se deben tener presentes para lograr el interés de los estudiantes los siguientes requisitos didácticos:
Plantear el objetivo de forma clara y exacta, precisar las tareas y la importancia del problema.
Presentar la exposición del sistema de conocimientos con un hecho, narración que promueva el interés.
Resaltar lo complejo e importante de la actualidad del problema motivo de estudio.
Al tener en cuenta lo expuesto, es importante que el profesor mantenga una buena comunicación con sus estudiantes, sobre la base de un adecuado uso de la lengua materna, en lo oral y en lo escrito, así como de los recursos no verbales, tales como: gestos, mímica, entonación, uso de la voz, y otros elementos que enriquecen y propician la motivación de los estudiantes, que propenden una adecuada atención.
El docente debe, además, tener el mejor tacto, la mejor forma, el mejor método que le permita controlar y mantener la atención de los estudiantes. En este sentido es primordial partir de la información que brinda la caracterización como resultado del diagnóstico, para así atender las esferas afectivo motivacional y del conocimiento con mayor eficiencia.
Los autores de la investigación señalan, que lo antes expuesto es la máxima aspiración, no alcanzada aún pues el análisis del registro de horizontales así como los controles a clases evidenció, la falta de creatividad de los maestros por despertar el interés de los estudiantes por el estudio. La causa casi nunca está en los estudiantes, sino en la vía apropiada para que los mismos sean sujeto de su propio aprendizaje.
Al respecto V. I. Lenin planteó "(…) debemos comprender que la vieja escuela libresca, la vieja enseñanza memorística y el viejo adiestramiento autoritario deben ser sustituidas por el arte de asimilar de tal modo que nuestro comunismo no sea algo aprendido de memoria, sino algo pensado por nosotros mismos, como una conclusión que se impone necesariamente desde el punto de vista de la instrucción moderna"[8]
Las palabras por V. I. Lenin, revelan la necesidad de cambiar la enseñanza tradicionalista e introducir vías que permitan, a las nuevas generaciones, buscar soluciones creativas a los disímiles problemas que enfrentamos.
Por esta razón, en los últimos años se ha incrementado el número de investigaciones en el campo de la pedagogía, con la intención de poner en prácticas vías que propicien un proceso de enseñanza-aprendizaje activo, donde los estudiantes son protagonistas de su propio aprendizaje mediante la búsqueda consciente de conocimiento que respondan a los problemas que se presentan en la vida diaria. De esta manera se lograría un aprendizaje más duradero y que responda a los intereses de la sociedad.
Por esta razón, en los últimos años se ha trabajado en distintas teorías pedagógicas y psicológicas dirigidas a aumentar la activación del proceso de aprendizaje y llevar a efecto una enseñanza desarrolladora. Ejemplo de ellas son: la teoría de la Formación por Etapas de las Acciones Mentales elaboradas por P. Ia. Galperin y N. F. Talízina; la teoría de la Enseñanza Diferenciada, aplicada por N. A. Menshiskaia; y la teoría de la Enseñanza Problémica por M. I. Majmutov; todas con un enfoque: propiciar la producción cognoscitiva.
Una de las teorías que mejor ha fundamentado y explicado la necesidad de una Enseñaza Problémica es, precisamente, la concepción histórico cultural del desarrollo psíquico, pues esta es una síntesis compleja del conocimiento filosófico materialista dialéctico, el pedagógico, el psicológico y en general de las ciencias humanas y sociales.
L. S. Vigostky dejó claro en su obra Pensamiento y Lenguaje que la enseñanza necesita de una dirección, intencionalidad y planificación consciente del adulto y además, una participación activa, independiente de la persona que, aprende y se desarrolla, también concebida y prevista por el "otro" (al que ayuda a aprender) que enseña, que es portador de este contenido de la cultura.
En esta concepción se insiste en el papel activo del sujeto en el proceso de formación y desarrollo. El papel de la zona de desarrollo próximo y la utilización del sistema de los diferentes niveles de ayuda que recomendó L. S. Vigostky para que el sujeto pasara a otro nivel de desarrollo real, mediante la participación de un adulto o coetáneo más avanzado, como portador de la cultura y mediador del desarrollo, donde el "otro" promueve, facilita que el sujeto alcance un nivel de realización, una apropiación y un aprendizaje que permite un nivel de desarrollo de las estructuras que están comprendidas o cristalizadas en el conocimiento aprendido.
Los niveles de ayuda, en función de promover el desarrollo próximo, se constituye en algo importante para el proceso de enseñanza y la educación en su sentido más amplio, lo cual explica porqué la enseñanza no puede o debe ser explicativa, verbalista, demostrativa, sino de carácter problémico, heurístico, científico e investigativo, o sea que el estudiante tenga una activa e independiente participación en el proceso acorde con lo que posee formado o en el proceso de formación.
La concepción histórico-cultural determina que una Enseñanza Problémica debe incluir la intención del que enseña y de manera consciente y planificada la participación independiente, autónoma y activa del sujeto, así como el carácter de utilidad o inutilidad de un concepto, está dado por el valor que tenga para el estudiante, por el sentido y significado que para él posea. Para que el aprendizaje se constituya en fuente para el desarrollo del alumno, es necesario que él redescubra y construya de nuevo y de forma particular los conocimientos.
BIBLIOGRAFÍA
( Alba Castellanos O. Material en soporte electrónico: Metodología para la activación del proceso de enseñanza-aprendizaje de las asignaturas técnicas en la Enseñanza Técnica y Profesional. Ciudad de Santiago de Cuba, 2004. p 3.
( Azcuy Lorenz L. Tesis de maestría: Una alternativa metodológica para la activación del proceso de enseñanza-aprendizaje de la Química General II, en el ISP "José Martí" Ciudad de Camagüey, 2001. p 15.
( Bagdasarov A. Notas de clases. Ministerio de Educación. Instituto de Perfeccionamiento Educacional. – La Habana, 1980. (Material Mimeografiado.)
( Estrada Cimadevila L. Material docente: Sistema de tareas docentes para la activación del proceso de enseñanza-aprendizaje de la Química en la Facultad Obrera y Campesina "Cándido González Morales" Ciudad de Camagüey, 2008. p 27.
( Lenin.V. I. Tareas de las Juventudes Comunistas. Editorial Progreso. Moscú, 1972. p.19
( Minujin Zmud, A. y Mirabent Perozo G. ¿Cómo estudiar las experiencias pedagógicas de avanzadas? Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1989. p.23.
( Shukina, G. I. Los intereses cognoscitivos en los escolares. Editorial de libros para la Educación. La Habana. 1978. p.56.
( VIGOTSKY, L. S. Historia de las funciones psíquicas superiores. Editorial Ciencias Técnicas. La Habana, 1987.
( —–. Obras Escogidas. Tomo I. Editorial Visor. Madrid, 1980.
( —–. Pensamiento y lenguaje. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 1981.
Autor:
Lidia Aguilar Álvarez
Luis Azcuy Lorenz
[1] Azcuy Lorenz L. Tesis de maestría: Una alternativa metodológica para la activación del proceso de enseñanza-aprendizaje de la Química General II, en el ISP "José Martí" Ciudad de Camagüey, 2001. p 15.
[2] Estrada Cimadevila L. Material docente: Sistema de tareas docentes para la activación del proceso de enseñanza-aprendizaje de la Química en la Facultad Obrera y Campesina "Cándido González Morales" Ciudad de Camagüey, 2008. p 27.
[3] Alba Castellanos O. Material en soporte electrónico: Metodología para la activación del proceso de enseñanza-aprendizaje de las asignaturas técnicas en la Enseñanza Técnica y Profesional. Ciudad de Santiago de Cuba, 2004. p 3.
[4] Bagdasarov A. Notas de clases. Ministerio de Educación. Instituto de Perfeccionamiento Educacional. – La Habana, 1980. (Material Mimeografiado.)
[5] Minujin Zmud, A. y Mirabent Perozo G. ¿Cómo estudiar las experiencias pedagógicas de avanzadas? Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1989. p.23.
[6] -Bagdasarov A. Notas de clases. Ministerio de Educación. Instituto de Perfeccionamiento Educacional. – La Habana, 1980. (Material Mimeografiado.)
[7] Shukina, G. I. Los intereses cognoscitivos en los escolares. Editorial de libros para la Educación. La Habana. 1978. p.56.
[8] Lenin.V. I. Tareas de las Juventudes Comunistas. Editorial Progreso. Moscú, 1972. p.19
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