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El desarrollo de la democracia (parte I) (página 2)

Enviado por Jos� L�pez


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 Finalmente, tras el concepto de democracia también subyace la idea de la preponderancia de la mayoría sobre las minorías (pero a la vez el respeto de éstas). Como decía Spock en una de las películas de la mítica serie de ciencia ficción Star Trek "El bienestar de la mayoría supera al bienestar de la minoría o de uno solo". Esta frase podría considerarse como la ley básica de supervivencia de cualquier sociedad. La democracia debe buscar el bienestar de la mayoría (por lo menos) de la sociedad, como garantía de supervivencia a largo plazo de ésta. El "sálvese quien pueda" es propio de la ley de la jungla, es la garantía de extinción, tarde o pronto, de una sociedad. Como dijo Aristóteles, la verdadera diferencia entre democracia y oligarquía es la pobreza y el bienestar. Los ricos son pocos y los pobres son muchos… cuando son los pobres los que gobiernan, eso es democracia. En este sentido la democracia también tiene MUCHO "camino" por delante que recorrer.

 La democracia no sólo se tiene o no se tiene, se tiene en mayor o menor grado. Desarrollo democrático significa que la democracia no debe ser algo estático e inamovible, sino que por el contrario debe ser algo dinámico y en continuo proceso de evolución en el tiempo, mediante una sucesión de reformas prácticas, mediante una evolución de su modelo teórico (de cómo llevarla a la práctica con mayor eficacia e intensidad), con el fin de corregir sus defectos, con el fin de adaptarse a los tiempos, con el fin de avanzar. Así como la sociedad cambia, también debe hacerlo la democracia (no tanto sus principios básicos, no tanto su filosofía fundamental, pero sí sobre todo su puesta en práctica). Salvo honrosas excepciones, en la mayor parte de los países que se declaran "democráticos", el desarrollo democrático está completamente estancado, cuando no en claro retroceso. El desarrollo de la democracia es PRIMORDIAL para la humanidad. Estamos en un momento crítico de nuestra historia en el que se hace urgente el desarrollar métodos eficaces y justos que permitan por un lado resolver los conflictos existentes y por otro un desarrollo equilibrado de todos los seres que habitamos el planeta Tierra (un desarrollo con tantos desequilibrios como el actual es intrínsecamente inestable y por tanto peligroso para nuestra propia subsistencia como especie).

 El desarrollo de la democracia debe tener lugar, por un lado en cuanto a la "técnica" aplicada para la toma de decisiones en cualquier grupo humano y por otro lado en el ámbito de aplicación de la misma (en qué tipos de grupos humanos aplicarla). Dependiendo del tipo y sobre todo del tamaño del grupo humano, tendrá más sentido aplicar una técnica u otra. A su vez, el desarrollo tiene una componente teórica (es necesario desarrollar los modelos teóricos de democracia) y una componente práctica (es necesario llevar a la práctica dichos modelos de forma eficaz). Ambas componentes (teórica y práctica) están obviamente relacionadas y necesitan "realimentarse" mutuamente mediante la práctica del "método científico".

Por otro lado, el espíritu democrático del pueblo debe fomentarse no sólo aplicando las reglas "técnicas" de la metodología democrática, sino que sobre todo mediante una educación basada en el respeto, el debate, el análisis, el espíritu crítico y libre, la libertad de pensamiento, la libertad de expresión. La educación es el elemento clave para que la democracia se vaya implantando en la sociedad y tenga un futuro asegurado, permitiendo no sólo adquirir los conocimientos básicos necesarios (capacidad de elección entre distintas opciones con pleno conocimiento, pensamiento pluralista, capacidad de entender las ideas y de expresarlas correctamente, etc.) para desenvolverse en una sociedad donde la participación debe ser la norma, sino que también para adquirir los principios básicos filosóficos sobre los que se asienta la democracia (tolerancia y respeto a los derechos humanos fundamentalmente).

 Evidentemente las ideas que se resumen en este artículo son más o menos utópicas (más o menos viables en las condiciones actuales), son discutibles (algunas más que otras) y en muchos casos son desarrolladas con mayor profundidad en diversos trabajos de otros autores como Francisco Badarán en su libro La Democracia en España: Engaño y Utopía que se centra en el desarrollo de la democracia representativa (particularmente en España), como Marno Ridao en su ensayo La Democracia Digital que plantea un modelo de democracia directa electrónica basada en Internet, como David Schweickart en su ensayo Democracia Económica que plantea un modelo de democracia en la empresa, es decir en el ámbito de la economía, como Armando Fernández Steinko en su ensayo Herramientas para un chequeo de la dinámica democrática donde se amplía el concepto de democracia a todos los ámbitos de la vida en sociedad y donde se habla de un proceso de democratización equivalente a lo que se plantea aquí como desarrollo democrático. Todos estos trabajos son de lectura muy recomendable para quienes quieran profundizar en dicho proceso de desarrollo. En este artículo se pretende dar una visión global y resumida de lo que puede ser el desarrollo de la democracia y se aportan también ciertas ideas y opiniones propias como contribución al imprescindible debate para, entre todos, conseguir avanzar en democracia.

 1) Desarrollo de la "técnica" democrática

 El desarrollo de la "técnica" democrática tiene como objetivo básico aumentar y mejorar la participación del conjunto de personas que forman el grupo humano y hacer que dicha participación sea más eficaz aumentando y mejorando el control de los asuntos públicos del grupo.

 a) Democracia representativa

 En la segunda parte de este artículo se explicará en qué consiste el desarrollo de la democracia representativa.

 b) Democracia participativa y democracia deliberativa

 Se puede ver una exhaustiva descripción de estos tipos de democracia en la Wikipedia. Aquí nos limitaremos a indicar que la democracia participativa y la democracia deliberativa pueden considerarse como una evolución natural de la democracia representativa donde el grupo de humanos donde se aplica tiene mayor participación en la toma de decisiones (no sólo en la elección de las soluciones sino que también en el proceso de elaboración de las mismas, así como en el planteamiento de los problemas a resolver). Es obvio que este tipo de democracia es muy difícil de aplicar en grandes grupos, por lo que su ámbito de aplicación debe ser los grupos humanos de menor envergadura (más cercanos a las problemáticas inmediatas de cada ciudadano). En este caso el desarrollo de esta técnica democrática debe ser tanto teórico como práctico (en algunos países ya se está llevando a la práctica en la actualidad).

 c) Democracia directa

Según la Wikipedia, la democracia directa, también denominada democracia radical o democracia cara a cara, es un mecanismo en el que cada una de las personas asociadas a determinada agrupación pueden exponer en igualdad de condiciones sus puntos, iniciativas y propuestas actuando directamente sobre ella y dirigiéndola en equipo. Hace énfasis en la decisión y el cumplimiento común de acuerdos mutuos, siendo entonces una forma de democracia en la que los miembros de una asociación (laboral, empresarial, ciudadanía local) participan directamente en el proceso de toma de decisiones políticas, cada asociado representándose a sí mismo en igualdad de derechos y obligaciones. Por lo tanto es una democracia sin representantes, que no está esmerada en elegir gobernantes o dirigentes sino en los mismos asociados o ciudadanos elegir o construir propuestas y desarrollar su potencial. Cada persona perteneciente a una asociación, debería estar allí por su propia causa o su propio interés, por lo que no tiene necesidad ni sentido ser representado por otros.

Al oponer democracia directa a democracia representativa, se rechaza a todo representante que pretenda hablar en nombre de otros, actuar en su lugar o peor aún en su interés. Algunos métodos de democracia directa pueden dar a los ciudadanos poderes legislativos y ejecutivos a la vez, aunque la mayoría propuestos o practicados dan a los ciudadanos la dirección del proceso legislativo, dejando la función ejecutiva a delegados sin mayor poder deliberativo que el de asociados, es decir como encargados y no como autoridades.

 En la Wikipedia puede verse una descripción exhaustiva de este tipo de democracia.

 Aquí nos limitaremos a decir que la democracia directa se presenta como el ideal utópico de la democracia (hacia el que debería evolucionar ésta). Hoy por hoy es muy difícil aplicarla a grandes grupos humanos, aunque el uso de los medios de comunicación modernos (como Internet) pueden hacer viable progresivamente la democracia directa a grupos humanos de cada vez mayor envergadura. Pero por lo pronto nada impide ser aplicada ya a pequeños grupos humanos (ámbito local), como ya se está empezando a hacer. Las experiencias prácticas reales de democracia directa en países como Suiza o Canadá pueden proporcionar antecedentes muy interesantes para su desarrollo a nivel mundial. En este caso también el desarrollo de esta técnica democrática debe ser tanto teórico como práctico.

 2) Desarrollo del ámbito de aplicación

 Si admitimos que la democracia es el mejor método de convivencia de cualquier grupo de personas, es inevitable llegar a la conclusión de que debe ser aplicada en TODOS los grupos posibles. En este sentido cabe distinguir entre dos tipos de grupos humanos: aquellos que tienen que ver con la obligación de convivencia (es decir donde el individuo pertenece inevitablemente a un grupo no por voluntad propia sino que por necesidad o por imposición "externa", como por ejemplo un país, una región, un municipio, una empresa, una comunidad de vecinos) y aquellos que tienen que ver con la (más o menos) libre elección del individuo de pertenecer a ellos (un club privado, un grupo religioso, una sociedad mercantil, etc.).

En el primer caso, dado que el individuo está obligado a pertenecer al grupo, es imprescindible que éste se rija democráticamente y en estricto cumplimiento de los derechos humanos, en el segundo caso si el individuo no está de acuerdo con las normas de funcionamiento (y el Estado debería aquí advertir de qué derechos humanos se incumplen) siempre puede no pertenecer a él . En definitiva, se deben garantizar los derechos humanos pero no se puede obligar a asumirlos en caso de libre elección, siempre que esto no afecte a los de otras personas que no deseen renunciar a ellos. En principio, quedan descartadas aquellas organizaciones donde no tiene sentido aplicar la democracia por cuestión de eficacia operativa (ejércitos, tripulaciones de aviones o barcos, etc.). Aunque tampoco habría que descartar ir implantando progresivamente la democracia en aquellas partes de dichas organizaciones donde sea posible hacerlo. Por ejemplo, no hay razón para pensar que un ejército no se pueda dirigir mediante un sistema democrático de elección de oficiales y mandos por los mismos soldados.

En este caso, tendríamos un sistema "mixto" donde los mandos se elegirían de forma democrática pero donde éstos, una vez elegidos, ejercerían su autoridad mediante la disciplina castrense "tradicional" (es decir, no democrática)

La democracia debe extenderse del ámbito político, al económico, al social, al cultural, etc. De hecho, ya existen empresas autogestionadas democráticamente (cooperativas, comunas) y han resultado ser en muchos casos más eficaces que las empresas capitalistas tradicionales equivalentes. Es justo, es posible y probablemente produciría un desarrollo económico más equilibrado y sostenible que el actual modelo capitalista (basado en la "tiranía" empresarial, en la inexistencia de democracia dentro de la empresa). El "atasco" en el desarrollo democrático (que contrasta enormemente con el desarrollo tecnológico y científico por ejemplo) probablemente sea una de las causas de un desarrollo económico con altibajos tan pronunciados como el que tenemos actualmente (desarrollo un tanto artificial, basado sobre todo en la sobreexplotación, en una política agresiva de "quemar" todos los recursos, materiales y humanos, en un mercado que lejos de ser libre está dominado por los poderosos (que se han hecho poderosos muchas veces por subvenciones estatales, es decir, al margen de la libre competencia), ahogando las posibilidades de verdadera competencia al imposibilitar la igualdad de oportunidades, en la especulación, etc.) e incluso sea una de las causas de cierta ralentización del desarrollo científico y tecnológico (seguramente no es casualidad que los importantes avances que se produjeron en el siglo XIX coincidieran con una época de importantes cambios políticos y sociales, con una auténtica eclosión ideológica como la que se produjo en dicho siglo, como consecuencia de la Ilustración y la Revolución francesa del siglo anterior). La reactivación del proceso democratizador puede suponer el "catalizador" de un verdadero desarrollo humano más sólido y estable (y por supuesto más justo y equitativo).

 Es más, como bien expresa Armando Fernández Steinko, para conseguir plena democracia, para conseguir democracia total, es imprescindible que se aplique en TODOS los ámbitos de la sociedad (en el político, en el económico, en el acceso al saber y a la información, en el medio ambiente). La democracia en un ámbito no puede existir si no existe en todos los demás (en todo caso sólo puede existir parcialmente o escasamente). La democracia es un todo indivisible.

 Por tanto, cuando hablamos de desarrollo del ámbito de aplicación, nos referimos a llevar la democracia a los distintos TIPOS de grupos humanos (políticos, económicos, sociales) por un lado y a grupos humanos de distintos TAMAÑOS (comunidades de vecinos, asociaciones de barrio, municipios, regiones, países, organismos internacionales) por otro. La democracia debe existir desde el ámbito más local al más internacional. La democracia, como "herramienta" de convivencia, tiene que existir allá donde haya convivencia. Es necesaria una "globalización democrática", la democracia debe ser universal (como universales son los derechos humanos). La democracia debe llegar también al ámbito internacional. Es necesario desarrollar la Declaración Universal de los Derechos Humanos para corregir los flancos abiertos (faltas de concreción, posibles contradicciones, etc.) y para actualizarla. Es necesario que dicha declaración tenga carácter de ley de obligado cumplimiento para que deje de ser una mera declaración de principios que finalmente se queda en "papel mojado". Y a su vez es imprescindible que los organismos internacionales de todo tipo funcionen de forma escrupulosamente democrática.

En particular, la ONU debe democratizarse (impidiendo la existencia de países con más voz y voto que el resto, es decir eliminando de su Consejo de Seguridad el carácter permanente y el derecho a veto de ciertos países poderosos, etc.), debe potenciarse dicho organismo para que sea el árbitro efectivo en todos los conflictos y problemas internacionales, para garantizar la paz y el bienestar mundial (potenciando el poder del Tribunal Internacional de Justicia, potenciando sus fuerzas de paz, etc.).

 Es fundamental democratizar el acceso al saber y al conocimiento. La experiencia ha demostrado que la supuesta "vanguardia intelectual" de la sociedad, lejos de servir a ésta, ha servido en demasiadas ocasiones al poder. No se debe delegar el conocimiento del pueblo en una élite que lo controle (o ayude a controlarlo). El propio pueblo debe poseer dicho conocimiento. El pueblo debe pensar por sí mismo, es la mejor garantía de evitar su control, su alienación. En esto está la clave de la verdadera emancipación de la humanidad, emancipación que es en el fondo el fin último de la verdadera democracia, de la democracia hasta sus últimas consecuencias.

Se puede necesitar cierto liderazgo, pero éste debe ser limitado y transitorio. Por consiguiente, el desarrollo democrático debe hacerse sin excesivos protagonismos personales, sin excesivos liderazgos, debe ser sobre todo un movimiento popular coordinado y organizado a nivel mundial (aunque enraizado en movimientos locales). Evidentemente sería pecar de ingenuos pensar que esto se va a conseguir de la noche a la mañana, se necesitará una progresiva democratización del propio proceso de democratización, inicialmente deberá ser un movimiento inevitablemente liderado por una minoría "vanguardista", pero ésta deberá tener claro que su papel debe ser transitorio, que no deberá suplantar al pueblo, que deberá intentar contar con él siempre que sea posible. Esto que puede parecer utópico, de hecho ya está empezando a ocurrir, ya hay organismos internacionales que propugnan el desarrollo de la democracia mundial.

 Dicha democratización del saber debe hacerse mediante la potenciación de unos medios de comunicación de calidad (permitiendo el acceso de todo tipo de ideas, es decir la democratización de los medios, fomentando la cultura, los debates, la difusión del saber), mediante un sistema educativo accesible a toda la población (con una enseñanza gratuita y de calidad, no sólo en las primeras etapas de la educación de las personas, sino que hasta el final, hasta la universidad, enseñanza que dé prioridad a la calidad frente a la cantidad, que permita aprender a razonar y pensar bien más que a memorizar datos, que permita aprender una actitud de duda metódica, de método científico, que fomente la curiosidad en vez de reprimirla), mediante la potenciación de la política cultural (buscando una actitud activa del individuo, buscando más su "producción" cultural que su simple "consumo" pasivo), mediante la potenciación de las bibliotecas públicas (fomentando su uso, aumentando sus recursos, permitiendo acceder a todo tipo de ideas), mediante la potenciación del acceso a Internet (facilitando la alfabetización digital, promocionando páginas web especialmente interesantes para el saber, promocionando los foros de debate, promocionando prensa alternativa), etc. En definitiva, potenciando la libertad, la participación activa, la curiosidad, la actitud crítica, la filosofía democrática en todos los ámbitos de la sociedad, especialmente en aquellos relacionados con la educación y la cultura.

 La democratización del saber y del conocimiento no sólo debe proporcionar la "semilla" con la que la democracia debe arraigar, sino que además puede suponer la aceleración del desarrollo humano global (en todos los frentes, en la ciencia, en la tecnología, en la economía, etc.). ¿Cuántos "Einsteins" habrán sido desaprovechados a lo largo de la historia por la falta de las necesarias condiciones económico-sociales para que surjan, por la falta de igualdad de oportunidades? ¿Cuántos genios no habrán podido "fructificar" por la imposibilidad de salir de una existencia centrada exclusivamente en la supervivencia, en la satisfacción de las necesidades básicas? La democratización del saber puede suponer para la humanidad el paso de la adolescencia a la edad adulta (en todos los aspectos) puesto que implica la "democratización de la inteligencia" (nacemos con más o menos inteligencia, pero ésta se desarrolla más o menos mediante la educación y el aprendizaje continuo, siempre que nuestras necesidades básicas estén satisfechas y podamos dedicarnos a ello).

El desarrollo democrático puede suponer el desarrollo de la "inteligencia potencial" de la humanidad (al aumentar el número de "cerebros" que pueden trabajar conjuntamente, como ocurre en una red de ordenadores con muchas máquinas que trabajan coordinadamente y aumentan la capacidad neuronal global de la misma), y a su vez, el desarrollo de la "inteligencia aplicada" al fomentar la creatividad (al fomentar la expresión de las ideas, su "exteriorización", su intercambio) por el aumento de libertad que supone.

Conclusiones

 La democracia debe ser dinámica (como la sociedad misma), debe aumentar tanto en intensidad (desarrollando la "técnica" democrática, es decir el cómo aplicarla y el cuánto aplicarla) como en universalidad (desarrollando el ámbito de aplicación, es decir dónde aplicarla). Hay que salir de la situación de estancamiento (o retroceso) actual, del "subdesarrollo democrático". Hay que recuperar el "rumbo". En función del ámbito de aplicación (sobre todo del tamaño del grupo de personas) se puede emplear o desarrollar la técnica más adecuada.

Por ejemplo, es posible en pequeños grupos humanos implantar modelos de democracia más avanzados como la democracia participativa, deliberativa e incluso directa (de hecho ésta ya existía, con ciertas limitaciones, en muchas sociedades primitivas). La tecnología incrementa cada vez más las posibilidades de ir implantando estos modelos avanzados a grupos de mayor envergadura. Probablemente en el futuro se llegará a soluciones mixtas donde a nivel local se tenga democracia directa, a niveles intermedios democracia participativa y a niveles más globales (nacionales o internacionales) democracia representativa. Por esto es muy importante que todos estos modelos no se vean como mutuamente excluyentes y se desarrollen en paralelo (tanto en su vertiente teórica como en su vertiente práctica). Así como es fundamental fomentar los valores democráticos en la educación y en los medios de comunicación, también es fundamental democratizar el acceso al saber y a la información, estos aspectos son la "semilla" de la democracia del futuro.

 Una posible "hoja de ruta" hacia la plena democracia sería, por un lado, empezar a practicar en organizaciones de tamaño reducido los modelos avanzados de democracia (como ya se está haciendo, aunque tímidamente), y por otro lado "forzar" a la clase política internacional a desarrollar el modelo de democracia representativa (denunciando claramente sus carencias, concienciando sobre la posibilidad y necesidad de mejorarla, y dejando de colaborar "ciegamente" con ella hasta que no se produzcan mejoras sustanciales). El camino será largo y difícil pero por lo menos sabemos que "técnicamente" es posible ir, sabemos a dónde queremos ir y sabemos cómo ir. Como tantos problemas, la principal dificultad es la VOLUNTAD, la resistencia de los grupos poderosos que controlan las democracias actuales a perder dicho control y la PASIVIDAD de la mayoría de la gente.

Pero no hay que olvidar que dicho control es imposible sin la complicidad (consciente o inconsciente) del pueblo. El desarrollo democrático debe ser un proceso dinámico, flexible, abierto y progresivo (paso a paso). Habrá que ir refinando dicho desarrollo, modificando las teorías a aplicar en función de los éxitos o fracasos de su implementación (como se hace con otras disciplinas científicas, económicas o sociales). Hay que huir de dogmatismos y hay que ser pragmáticos (aunque sin renunciar nunca a los principios básicos de la democracia).

 Así como la humanidad se ha esforzado tanto por desarrollarse científica y tecnológicamente, es imprescindible que también lo haga social y políticamente. No nos sirve de nada un desarrollo económico que genera más riqueza si ésta no se distribuye, si sólo la disfrutan unos pocos, si no la disfruta el conjunto de la sociedad, si la riqueza de unos pocos es a costa de la pobreza (o del "estancamiento") de la mayoría. No nos sirve de nada tener más tecnología, más medios, si no nos hace más felices, si no nos hace más libres (si al contrario nos aliena más), si no somos capaces de convivir en paz. No debemos confundir los medios con el fin.

La verdadera libertad (no se puede ser absolutamente libre pero se puede tener más o menos libertad), es condición necesaria (aunque no suficiente) para conseguir la auténtica felicidad, y dicha libertad (dentro de la vida en sociedad) no puede existir sin justicia, sin igualdad de oportunidades. No puede haber felicidad sin paz, en todos los ámbitos, sin paz individual (sin paz interior), sin paz social (no confundir con paz aparente o con "guerra social" pospuesta, la lucha de clases es un tránsito hacia una situación de paz social), sin paz entre los pueblos, sin paz entre los estados, etc. Y no puede haber paz sin justicia. Como dijo Eugenio Pacelli, la paz es obra de la justicia. En definitiva, hay que "democratizar la felicidad", todos tenemos derecho a intentar ser felices (además de a poder sobrevivir en condiciones dignas), pero para eso necesitamos que se den las condiciones prácticas para que sea posible (el desarrollo democrático).

 Todo esto que ahora nos suena a utopía quizás algún día no lo sea, es más, es necesario que no lo sea, porque sino los seres humanos (y probablemente el resto de los seres vivos) tenemos los días contados en este planeta. El ocaso de las ideas, de las ideologías (ocaso realmente deseado por los que no desean perder sus privilegios, por los que quieren evitar perder el control, por los que quieren evitar el desarrollo de la democracia, por los que fomentan su degeneración, su "desnaturalización"), sólo puede llevar al ocaso de la civilización. Nos enfrentamos al peligro de nuestra autoextinción y la única salida con futuro que nos queda es el desarrollo democrático. Es muy peligroso el contraste actual entre el desarrollo tecnológico y científico por un lado, y el ("subdesarrollo") social y político por otro.

En un momento en que nuestra tecnología es capaz de destruir nuestro planeta varias veces, se hace urgente aprender a convivir en paz, en un momento en que nuestra especie tiene una población tan numerosa y un desarrollo económico tan "agresivo", se hace urgente un desarrollo equilibrado, estable, justo y sostenible. Hay que evitar nuestra autodestrucción (ya sea repentina y definitiva mediante un holocausto nuclear, peligro que sigue latente, ya sea "lenta" o progresiva, como ya lo está siendo casi sin darnos cuenta), y esto sólo es posible mediante el desarrollo de la democracia. Redirijamos nuestra inteligencia y voluntad hacia este objetivo prioritario para nuestra subsistencia y para la del resto de los seres vivos de la Tierra, es nuestra responsabilidad, de todos nosotros depende. Como dice aquel famoso lema de mayo del 68 (frase que también se atribuye al Che) Seamos realistas, exijamos lo imposible.

 Continuará…

 En la segunda parte de este artículo se recopilarán numerosas ideas de cómo puede mejorar notablemente la democracia representativa (modelo en el que se basan la mayoría de los países llamados "democráticos" en la actualidad).

 

 

 

 

 

Autor:

José López

Partes: 1, 2
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