- Introducción
- Situación problémica
- Marco teórico referencial
- Métodos y procedimientos
- Análisis e interpretación de los resultados
- Programa de actividades para fortalecer el valor responsabilidad en niños con edades entre 9 y 10 años
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
Introducción
Inculcar en los niños el valor responsabilidad es darles el mejor regalo por parte de sus padres y educadores. Esta virtud les dará la capacidad de cuidar de sí mismos y ser adultos responsables en su vida futura.
Pero muchos padres se preguntarán: ¿Qué edad debe tener un niño para empezar a educar su sentido de la responsabilidad? La respuesta es: lo más pronto posible. En cuanto un bebé empieza a gatear, a manipular objetos pequeños y a entender cosas sencillas del lenguaje hablado, se le debe enseñar a que recoja sus juguetes o a que no toque ciertos adornos de la casa.
A medida que el niño va creciendo y de acuerdo a sus capacidades, se le debe desarrollar la sensación de poder, para que se pueda apropiar de sí mismo. Esto le dará confianza suficiente para desarrollar las tareas que le sean asignadas. En la medida en que aumenta su grado de conocimientos y habilidades, serán necesarias nuevas responsabilidades.
Según los autores Harris Clemes y Reynold Bean en su libro: Como enseñar a ser responsable, plantean que un niño es responsable si:
1. Realiza sus tareas en el hogar y el colegio sin que haya que recordárselo en todo momento.
2. Puede razonar lo que hace.
3. No echa la culpa a los demás sistemáticamente.
4. Es capaz de escoger entre diferentes alternativas.
5. Puede jugar y trabajar a solas sin angustias.
6. Puede tomar decisiones que difieren de las que otros niños toman en el grupo en que se mueven.
7. Respeta y reconoce los límites impuestos por los padres y profesores sin discusiones inútiles.
8. Puede concentrar su atención en tareas complicadas (según su edad) durante cierto tiempo sin llegar a situaciones de frustración.
9. Lleva a cabo lo que dice que va a hacer.
10. Reconoce sus errores y trata de corregirlos sin armar un lío (1)
Esther Baxter afirma que ¨ desde el punto de vista filosófico la palabra valor constituye una compleja formación contenida no sólo en la estructura cognitiva, sino fundamentalmente en los profundos procesos de la vida social, cultural y en la concepción del mundo del hombre. (2)
Los valores como formaciones psicológicas expresan:
La orientación del sujeto en su actuación.
La unidad de lo cognitivo y lo afectivo.
La unidad de lo interno y lo externo.
El valor responsabilidad debe constituir un elemento central en la personalidad, por lo que debe desarrollar conjuntamente con este, la educación de la responsabilidad requiere enfrentar cada día nuevos desafíos y con exigencia cada vez mayores. El dominio y actualización del profesor en este proceso social es una estrategia fundamental para potenciar la formación de valores, en lo político-ideológico, cultural y humanista de la comunidad, la familia y la escuela.
Los caminos lógicos del pensamiento científico resultan imprescindibles para el desarrollo de las capacidades cognoscitivas. Desde este punto de vista es necesario considerar tantas actividades didácticas sean requeridas para dar respuestas a los principales problemas que se presentan hoy en la comunidad.
A partir de los años 90 tuvieron lugar cambios internacionales que transformaron el mundo, como fue el derrumbe del campo socialista y por consiguiente, el desarrollo vertiginoso de la globalización neoliberal, así como la unipolarización en el planeta. En Cuba se produjo además, un recrudecimiento del bloqueo y la lucha ideológica de Estados Unidos contra Cuba.
Para poder enfrentar los retos en el nuevo milenio; resulta primordial la educación del hombre como principal protagonista de su propio desarrollo en correspondencia con los valores que sustentan la sociedad.
El primer intento en América Latina de acercarse a la teoría general de los valores desde una perspectiva marxista, fue realizado en (1969), por Adolfo Sánchez Vázquez (n.1915), pero no se tienen referencias de investigaciones realizadas, acerca de la formación de valores mediante juegos en niños de una comunidad.
Los que han abordado esta temática coinciden en que los valores, como cualidad formada o en formación, juegan un papel insustituible en el desarrollo de la personalidad del individuo y en su comportamiento general, porque son los que orientan y regulan su conducta y determinan, consecuentemente, sus actividades y formas de actuar.
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