Descargar

La urgencia del pensamiento en la formación universitaria de enfermería (página 2)


Partes: 1, 2

  1. Nuevos tópicos filosóficos en la enseñanza de la enfermería.

2.1. Filosofía, enfermería y la persona. Fundamentos de la persona enferma.

2.1.1. La persona en enfermería.

La definición de persona según el modelo de Virginia Henderson es el siguiente:

La persona es un ser integral, es decir, con componentes biológicos, psicológicos, socioculturales y espirituales que interactúan entre sí y tiende al máximo desarrollo de su potencial

Los dos primeros postulados o asunciones científicas de este modelo son:

1. La persona es un todo complejo con 14 necesidades básicas.

2. La persona quiere la independencia y se esfuerza por lograrla.

Ambos términos son la base de la definición de la persona dentro del campo de la enfermería.

Lo primero que hemos de decir es que, según los datos formativos recogidos, hay una sobredimensión de unos componentes personales sobre otros. En las aulas de enfermería, se defiende que la persona es un ser bio-psico-social y espiritual. Normalmente el término espiritual queda apartado en la definición como un añadido que, en ocasiones, se olvida en las clases. Defendemos esta posición no sólo por una experiencia personal en clase sino basándonos en los programas docentes de enfermería.

  1. Analítica de la persona desde los programas de formación enfermera.

A continuación hemos recogido los programas de curriculares de tres escuelas universitarias de enfermería españolas para cotejarlos con la definición de persona anterior.

Escuela de Enfermería de Enfermería – Unidad Docente Virgen Macarena – Universidad de Sevilla

Curso 1º Troncales

  • Ciencias Psicosociales aplicadas.- 7 Créditos: 5 Teóricos y 2 Prácticos
  • Enfermería Comunitaria I.- 7´5 Créditos: 5´5 Teóricos y 2 Prácticos
  • Estructura y Función del Cuerpo Humano. Aspectos Morfológicos.- 5 Créditos: 4 Teóricos y 1 Práctico.
  • Estructura y Función del Cuerpo Humano. Aspectos Funcionales.- 5 Créditos: 4 Teóricos y 1 Práctico.
  • Fundamentos de Enfermería.- 14 Créditos: 6 Teóricos y 8 Prácticos.

Curso 1º Obligatorias

  • Microbiología Clínica y Sanitaria.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos.
  • Evolución de los Cuidados en Enfermería.- 4´5 Créditos: 4 Teóricos y 0´5 Prácticos
  • Bioquímica.- 4´5 Créditos: 4 Teóricos y 0´5 Prácticos.

Curso 1º Optativas

  • Problemas Bioéticos en los Cuidados de Enfermería.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos.
  • Principios de Fisioterapia aplicados a la Enfermería.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos.
  • Procesos Psicológicos en los Usuarios del Sistema de Salud.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos.
  • Metodología Diagnóstica en Enfermería.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos.

Curso 2º Troncales

  • Enfermería Comunitaria II.- 7´5 Créditos: 5´5 Teóricos y 2 Prácticos
  • Enfermería Materno-Infantil.- 16 Créditos: 6 Teóricos y 10 Prácticos-
  • Enfermería Médico-Quirúrgica I.- 30 Créditos: 10 Teóricos y 20 Prácticos.
  • Farmacología.- 5 Créditos: 4´5 Teóricos y 0´5 Prácticos
  • Nutrición y Dietética.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos

Curso 2º Obligatorias

  • Semiología y Propedéutica Clínica.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos

Curso 2º Optativas

  • Psicología Social de la Salud. – 4.5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos.
  • Enfermería Ginecológica y Planificación Familiar.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos
  • Enfermería Pediátrica Social.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos

Curso 3º Troncales

  • Administración Servicios Enfermería.- 7 Créditos: 4 Teóricos y 3 Prácticos
  • Enfermería Comunitaria III.- 14 Créditos: 5 Teóricos y 9 Prácticos.
  • Enfermería Geriátrica.- 7 Créditos: 3 Teóricos y 4 Prácticos.
  • Enfermería Médico-Quirúrgica II.- 25 Créditos: 9 Teóricos y 16 Prácticos.
  • Enfermería Psiquiátrica y Salud Mental.- 7´5 Créditos: 3´5 Teóricos y 4 Prácticos.
  • Legislación y Ética Profesional.- 2´5 Créditos: 2´5 Teóricos.

Curso 3º Obligatorias

  • Enfermería Clínica.- 4´5 Créditos: 4Teóricos y 0´5 Prácticos.

Curso 3º Optativas

  • Sociología de la Salud y los Sistemas Sanitarios.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos.
  • Evaluación de las Intervenciones de Enfermería en la Comunidad y Programas de Salud.- 4´5 Créditos: 0´5 Teóricos y 4 Prácticos.
  • Atención de enfermería a los Aspectos Psíquicos del Enfermar Humano.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos.
  • Enfermería en Situaciones de Urgencias y Emergencias Sanitarias.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos.
  • La relación Profesional Enfermería-Paciente.- 4´5 Créditos: 3 Teóricos y 1´5 Prácticos.

Si desglosamos las asignaturas según el tipo de asignaturas ofertadas encontramos lo siguiente:

  1. Asignaturas de incidencia biológica-médica: 13 asignaturas (54%).
  2. Asignaturas de incidencia psíquica: 5 asignaturas (20%).
  3. Asignaturas de incidencia social: 5 asignaturas (20%)
  4. Asignaturas de incidencia espiritual y filosófica (no ética): 0 asignaturas (0%).
  5. Asignaturas de incidencia ética: 1,5 asignaturas (adviértase que "bioética" sólo es optativa) (6%).

Escuela de Enfermería de la Universidad de Barcelona

CODI

ASSIGNATURA

CRÈDITS

242017

Estructura i funció del cos humà

10'5

242020

Fonaments d'Infermeria

13'5

242001

Ciències Psicosocials

4'5

242003

Infermeria de Salut Pública

7'5

Segon Semestre

CODI

ASSIGNATURA

CRÈDITS

242010

Introducció a la Infermeria Medicoquirúrgica

9

242004

Infermeria Comunitària I

7'5

242002

Infermeria Psicosocial i Salut Mental

6

242019

Nutrició i Dietètica

4'5

242018

Farmacologia Clínica

4'5

242021

Història de la Professió

4'5

Tercer Semestre

CODI

ASSIGNATURA

CRÈDITS

242011

Infermeria Medicoquirúrgica I

9

242000

Administració de Serveis d'Infermeria

7

242008

Infermeria Maternoinfantil I

7'5

242009

Infermeria Maternoinfantil II

7'5

242022

Legislació i Ètica Professional

4'5

242013

Pràcticum introductori

7

Quart Semestre

CODI

ASSIGNATURA

CRÈDITS

242012

Infermeria Medicoquirúrgica II

10'5

242005

Infermeria Comunitària II

10'5

242016

Infermeria Psiquiàtrica i de Salut Mental

6

242007

Infermeria Geriàtrica

6

Cinquè Semestre

CODI

ASSIGNATURA

CRÈDITS

242014

Pràcticum Hospitalari

20

Sisè Semestre

CODI

ASSIGNATURA

CRÈDITS

242006

Pràcticum Comunitari

15

242015

Pràcticum Cures Especials

6'5

MATÈRIES Optivas

1

Origen i evolució de l'home

2

Informació, documentació i comunicació en ciències de la salut

3

Mètodes estadístics i càlcul numèric

4

Psicofarmacologia i drogodependències

5

Salut i condicions i estils de vida

6

Nutrició i salut alimentària

7

Factors psicosocials de la salut

8

Intervenció psicosocial

9

Càncer

10

Malalties cardiovasculars

11

Malalties de l'aparell respiratori

12

SIDA i altres malalties infeccioses

13

Salut mental i malalties neurològiques

14

Salut, persona i edat

15

Salut bucodental

16

Biofísica i tecnologia biomèdica

17

Metodologia analítica en ciències de la salut

18

Medicament i innovació farmacològica

19

Serveis de salut i àmbits d'intervenció

20

Bioètica

21

Teories i models d'infermeria

22

Treball pràctic

Si desglosamos las asignaturas según el tipo de asignaturas ofertadas encontramos lo siguiente:

1. Asignaturas de incidencia biológica-médica: 9 asignaturas (+9 asignaturas optativas) (60%)

2. Asignaturas de incidencia psíquica: 3 asignaturas (+2,5 optativas) (20%)

3. Asignaturas de incidencia social: 2 asignaturas (+1,5 optativas) (13%)

4. Asignaturas de incidencia espiritual y filosófica (no ética): 0 asignaturas (¿es una excepción la asignatura optativa "Origen i evolució de l'home"?)

5. Asignaturas de incidencia ética: 1 asignatura (+1 optativa) (7%)

Escuela de Enfermería de la Universidad Complutense de Madrid

Si desglosamos las asignaturas según el tipo de asignaturas ofertadas encontramos lo siguiente:

1. Asignaturas de incidencia biológica-médica: 13 asignaturas (72%).

2. Asignaturas de incidencia psíquica: 2 asignaturas (11%).

3. Asignaturas de incidencia social: 2,5 asignaturas (14%)

4. Asignaturas de incidencia espiritual y filosófica (no ética): 0 asignaturas (0%).

5. Asignaturas de incidencia ética: 0,5 asignatura (3%).

Con estos datos, confirmamos la distancia que media entre la definición teórica de la persona en la enfermería y la formación que se ofrece a los alumnos.

Por una parte, no se da una equiparación en la formación enfermera de cada una de las dimensiones de la persona. Se maximizan sus dimensiones biológicas y psicológicas, mientras las filosóficas, espirituales o culturales casi no aparecen.

Por otra parte, se desintegra la definición del concepto de persona puesto que en ella se dice que la persona es un ser integral con diversas dimensiones. Hay una posibilidad para salvarla: decir que en más del 50% el hombre se reduce a su biología y que lo psicológico y social cubre el resto. Sin embargo, ¿dónde queda lo espiritual? ¿Dónde lo filosófico? ¿No es más coherente hablar de ausencias formativas que intentar justificar una formación espiritual a través de asignaturas de otra índole? ¿No es justo decir que la enfermería mantiene una concepción teórica que no se corresponde con la formación recibida en las escuelas de enfermería? ¿No empieza esto a demandar cambios en los programas docentes?

  1. Crítica al concepto de persona.

No vamos a alargarnos en este punto, que requeriría una investigación completa, sólo vamos a desgranar algunas cuestiones críticas para futuros trabajos.

El concepto de persona procede del griego prosopon, un concepto griego que apuntaba al personaje que "tenía voz" a través de una máscara. Esta máscara en el teatro griego servía para dar personalidad al artista y para aumentar el sonido de la voz del mismo. Con lo cual la persona, desde sus inicios, está muy relacionado con tener una voz que pueda ser escuchada.

En el ser humano esa voz suele expresar una interioridad (o un vacío) que manifiesta algo (alegría, dolor, sufrimiento, un pensamiento, una reflexión), algo que pertenece al sujeto. La voz y la palabra humana es un medio por el cual se relaciona las dimensiones biológicas y psicológicas de la persona. Por ejemplo, la voz de un sujeto relaciona el dolor de una herida y el sufrimiento por una incapacidad permanente que se percibe como una reducción de la dignidad de un paciente. La voz podría manifestar también una relación entre las dimensiones biológicas y filosóficas. Ante una minusvalía de origen anatómico, el sujeto sufre por resultar una carga para sus cuidadores y clama por esta circunstancia la falta de sentido de seguir viviendo. Análogamente, se podrían establecer relaciones con lo social y lo biológico: la voz y la palabra hablan desde la sociedad y lenifican o aumentan el nivel de dolor.

Por tanto, una definición de la persona podría ser la del ser que habla. Cuando damos tal definición, hemos dado, por vez primera vez, una definición. La definición de Henderson de la persona no es una auténtica definición sino un catálogo de 5 dimensiones de la persona: biológicos, psicológicos, sociales y personales. Según el Diccionario de la Real Academia Española, una definición es una "proposición que expone con claridad y exactitud los caracteres genéricos y diferenciales de algo material o inmaterial" (segunda acepción), sin embargo, el concepto de persona implica una naturaleza tal que demanda que en la definición se integren elementos que trascienda sus límites. La persona es trascendencia. Esto es ya hacer filosofía.

Quizás lo más llamativo de la definición enfermera de la persona es que no se explica, surge de la nada y funciona a modo de axioma indiscutible. Ya hemos discutido que el contenido no se ajusta a los programas docentes de las universidades españolas. Ahora hemos de añadir que la misma definición muestra una anomalía importante: la falta de una crítica sobre el concepto y la exposición de un entramado de sus diversos sentidos a lo largo de la historia. Esto pone de manifiesto, nuevamente, la urgencia de un componente filosófico en la formación enfermera. Mantenemos que debe haber axiomas primeros sobre los cuales se construye una teoría y que un axioma primero no es sino punto de partida, no obstante, ha de justificarse por qué se ha elegido ese axioma (en este caso esa definición) y no otro.

A lo largo de la historia, se han recabado otras definiciones que nos permiten acercarnos a una concepción más adecuada del trabajo enfermero. Podemos ir desde concepciones medievales como la de Boecio, es decir, la persona como una sustancia individual de naturaleza racional, a otras más contemporáneas como la de María Zambrano para la cual la persona implica dos características: querer serlo y un intento de poner siempre en práctica esta voluntad. ¿Cómo? Mediante una racionalidad que incluya presupuestos psicológicos y también de índole filosófica.

Hay más, pensemos en la riqueza que puede aportar la definición de animal político de Aristóteles a la dimensión social que aludiera Henderson, la ampliación de miras que supone el cuidado del alma en los filósofos helenos o en el mismo Foucault para la dimensión espiritual, lo lejos que puede llegar un enfermero conociendo las diferentes tipologías psicológicas desde Dilthey (psicología comprensiva) a Freud (psicoanálisis) pasando por la terapia racional emotiva cuya base es el filósofo Epícteto. Lo mismo podríamos aseverar en la relación entre sociedad y filosofía política.

No dejaremos de lado otras críticas a la definición enfermera de persona. Partimos de que los cuidados de enfermería se dirigen a las personas. Ahora bien, constituye parte de la esencia de las personas (en la definición de Henderson) sus dimensiones sociales, entre las cuales se incluye una suerte la inter-actuación a distintos niveles. Por tanto, cabría preguntarse si un paciente en coma con una merma total de sus capacidades de inter-actuación tendría lugar dentro de esta definición. Si no es persona, según la definición no sería competencia de la enfermera, ¿implicaría esto por coherencia el abandono de los cuidados de enfermería?

Todo esto, lejos de suponer una toma de postura con respuestas, lo hace respecto a la necesidad de hacerse preguntas en la misma formación de los futuros enfermeros. Quien no conoce no puede preguntar, el que no pregunta es porque no ve y no ver algunas cuestiones determinará la base de las actuaciones personales. En síntesis, la concepción que se tenga de la realidad dependerá de la práctica profesional que mantenemos en relación a ella.

2.2. Filosofía, enfermería y necesidades espirituales.

2.2.1. Las necesidades espirituales desde la necesidad décimo primera.

Señaladas las deficiencias formativas de los futuros enfermeros en los aspectos espirituales y filosóficos, éstas se radicalizan al detenernos más pormenorizadamente en las necesidades del modelo de necesidades de Virginia Henderson.

El modelo de Virginia Henderson se basa en la analítica, suplencia y/o desarrollo de la autonomía del paciente en torno a catorce necesidades. La décimo primera necesidad es la que se relaciona con el ámbito espiritual, "actuar de acuerdo con creencias y valores". Las ausencias filosóficas formativas conducen a identificar esta necesidad con aspectos religiosos. Así, en la obra clave de Virginia Henderson Principios básicos de los cuidados de enfermería se identifica esta necesidad con el patrón/necesidad "profesar su religión". Un poco más adelante se expande el patrón quedando como "ayudar al paciente a practicar su religión o a actuar de acuerdo con sus ideas del bien y del mal" y se añade:

el personal médico está obligado a atender de la misma manera al "santo" que al "pecador" (…). En algunos países se viene observando un movimiento hacia el desarrollo de una mayor cooperación entre el personal médico y los sacerdotes (…). Se han publicado asimismo, varios libros escritos en colaboración por sacerdotes y médicos (…). En los grandes hospitales hay capellanes residentes, de las religiones a que pertenecen la mayoría de los pacientes (…). Si las prácticas religiosas son esenciales para el bienestar del hombre en estado de salud son todavía más indispensables en caso de enfermedad

Si bien hay muchos pacientes que tienen necesidades religiosas a cubrir en el hospital y el centro de salud, abandonar esta dimensión sólo a la religión es abandonar el tratamiento, el trabajo con todos aquellos que no están adscritos a una religión. Esta necesidad, así manifiesta, es deudora de una ideología religiosa de la autora. Esa ideología y sobre todo los resultados teóricos de la misma, son criticables no por lo que afirma sino por lo que olvida. La religión no abarca toda la dimensión espiritual de la persona ni siempre se refiere a ella.

Según Virginia Henderson las actividades más importantes del enfermero con el paciente aquí son:

Ayudar al paciente a ir al oratorio, hacer que el sacerdote de su religión lo visite, darle facilidades para que pueda hablar con el sacerdote y permitirle que reciba los sacramentos que forman parte de su vida religiosa

Terry Potter actualizaba el patrón a contextos más abiertos en 1996. Defendía que el patrón se vinculaba con "necesidad de actuar según sus creencias y valores" (actualizado también en el formulario "Recogida de datos sobre el perfil del cliente para la planificación de cuidados" del Departamento de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad de Sevilla) asumiendo la siguiente definición del mismo

Actuar según sus creencias y sus valores es una necesidad para todo individuo; hacer gestos, actos conformes a su noción personal del bien y del mal y de la justicia, y la persecución de una ideología

Sin embargo nueve de las doce manifestaciones de independencia de este patrón se vuelven a referir a cuestiones religiosas como "asistencia a ceremonias religiosas, utilización de objetos religiosos (medallas, capillas, imágenes, etc.), observación de reglas de una religión, etc…

El resumen final de esta necesidad repiten su interés en un tipo específico de actividades: las religiosas.

Después de la recogida de datos, la enfermera observa las manifestaciones de independencia del individuo y las interacciones de esta necesidad con las otras necesidades. La enfermera puede planificar actividades religiosas con el cliente e informarle de los servicios ofrecidos por la comunidad

Acabemos con más confusiones en este punto. Según Potter, la búsqueda de un sentido a la vida y a la muerte o el deseo de comunicar con el ser supremo o el cosmos pertenecen a los factores psicológicos de esta necesidad. Por supuesto, tales cuestiones poseen componentes psicológicos, ahora bien la cuestión del sentido ha sido a lo largo de toda la historia una pregunta filosófica y/o religiosa. Por tanto, se da una subversión, o si se me apremia total confusión, de los contenidos y el significado de las dimensiones creenciales y espirituales del sujeto.

2.2.2. La dimensión espiritual de la persona como dimensión de cada una de las catorce necesidades de Virginia Henderson.

Cada una de las catorce necesidades del modelo de Virginia Henderson se pueden dividir en las cinco dimensiones de la persona vistas con anterioridad: biológica, psíquica, social, y espiritual (se añade la cultura que se une a la espiritual). Con lo cual cada necesidad tiene su descripción y un conjunto de ámbitos a cubrir en relación con cada uno de estos cinco grupos.

Resulta reseñable que cuando autoras como Riopelle y Leduc-lalonde se detienen a esbozar los elementos de cada necesidad a incluir en cada dimensión, la dimensión espiritual presenta una escasez palpable de ítems. Estos son algunos ejemplos:

  1. Necesidad de alimentarse y respirar: 2 ítems para aspectos biofísicos, 4 para psicológicos, 3 para sociológicos y 2 para culturales y espirituales.

  2. Necesidad de eliminar: 5 ítems para aspectos biofísicos, 5 para psicológicos, 2 para sociológicos y 1 para culturales y espirituales.

  3. Necesidad de moverse y conservar buena postura: 3 ítems para aspectos biofísicos, 6 para psicológicos, 2 para sociológicos y 2 para culturales y espirituales.
  4. Necesidad de actuar de acuerdo con sus creencias y valores: 1 ítem para aspectos biofísicos, 4 para psicológicos (uno de ello es asombrosamente el ítem filosófico-religioso "concepción personal de la vida y del más allá"), 2 para sociológicos y 2 para culturales y espirituales.

Destacable es el último dato: se reseñan el doble de ítems psicológicos que espirituales en la necesidad relacionadas con el aspecto espiritual.

Si nos detenemos a leer los factores culturales-espirituales de cada necesidad, advertimos que la mayor parte son de índole cultural y/o religiosa, en lugar de aspectos espirituales o creenciales (y ajenos a religión alguna). Algunos ejemplos: En la necesidad de alimentarse se citan como aspectos culturales y espirituales "restricciones religiosas. Ayunos. Costumbres familiares"; en la necesidad de eliminar "valor que se da a la higiene en determinadas culturas"; en la necesidad de moverse "valor que se concede a los deportes y al ejercicio, dentro de la familia y de la cultura" y "posturas aceptables en una cultura"; en la necesidad de vestirse y desnudarse, "límites aportados por la religión y por la cultura"; en la necesidad de dormir y reposar "valor que se da al trabajo y al descanso en cada cultura", etc…

2.2.3. Conclusiones críticas.

El tercer postulado del modelo de Virginia Henderson señala que cuando una necesidad permanece insatisfecha el individuo no está "completo", "entero", "independiente". Una necesidad no puede ser satisfecha adecuadamente si el enfermero desconoce el significado de la misma.

La espiritualidad no es exclusivamente una necesidad religiosa. Así, las capacidades de trascendencia del ser humano, el sentido de su vida, el sentimiento que proyecta a la realidad, la pertenencia que siente con respecto a toda la realidad, la esperanza sustentada en una concepción inmanente o trascendente de la existencia o la perdida de todo ello puede ser intuidos y afrontados desde una perspectiva religiosa o bien desde una perspectiva secularizada. Así diversos grupos han desarrollado espiritualidades particulares sin necesidad de apego a deidad alguna (budismo, hinduismo, etc…). Por otra parte, han existido grupos filosóficos que han trabajado en una dirección existencial sin requerir referencias divinas o, quedando éstas en un segundo plano respecto a su espiritualidad (escuelas helénicas), se han definido conceptos o espiritualidades filosóficas de las que se puede extraer una lectura espiritual sin apego a religión alguna (María Zambrano, Baruc Spinoza,…).

Para hacer una distinción de este tipo es necesario, nuevamente, aludir a conceptos filosóficos que nos aclaren el sentido de lo que sería la espiritualidad. Añádase a esta urgencia filosófica la siguiente.

Ortega y Gasset diferenciaba en pasado siglo, en una de sus obras, las "ideas" de las "creencias". Las ideas son algo que poseemos y que podemos cambiar con cierta facilidad. Las creencias son la base de nuestra existencia, como diría Ortega, en las creencias se está, las ideas se poseen. Una creencia puede ser la fe en una figura religiosa o la seguridad personal de que no moriremos hasta que no hayamos cumplido los setenta u ochenta años. Por eso cuando a una persona se le anuncia una enfermedad terminal sus creencias se cimbrean. Una crisis personal acarrea una quiebra de las creencias sobre las que vivimos y un periodo de incertidumbre hasta que conseguimos otras que sustituyen a las anteriores.

El análisis del concepto creencia ha estado vehiculado por pensadores como el mencionado Ortega y Gasset o el filósofo inglés Charles Peirce. Ha sido un tema que ha poblado la literatura de la teoría del conocimiento y de la filosofía de la religión.

Desgraciadamente, esta concepción de creencias es ajena al Diplomado Universitario en Enfermería actual.

Podría resultar llamativo que en el patrón cuarto de la taxonomía de la NANDA aparezcan sólo 2 diagnósticos enfermeros frente a los 44 del patrón primero. En el patrón cuarto se aglutinan los escasos diagnósticos referidos a la dimensión de espiritualidad: "Sufrimiento espiritual" y "Potencia de aumento de bienestar intelectual". Por tanto, siguiendo nuestra costumbre contable de este artículo, hemos de decir que hay dos diagnósticos de la dimensión espiritual frente a los ciento veintinueve de las otras 3 dimensiones. Podríamos responder a esto aseverando que el individuo suele presentar menos problemáticas en este aspecto. Defiendo que la razón de esta ausencia es otra: la falta de claridad mental para percibir diagnósticos en enfermería en esta dimensión. Este déficit es palpable en conceptos como: "creencias", "fundamentos personales", "espiritualidad", "espíritu", "conflicto de creencias", "dimensiones de la espiritualidad en el individuo", "técnicas para el manejo de creencias", "realidad", "apariencia", "re-presentación", "sentido de la vida", "concepciones de la muerte", etc…

Una mayor formación en estos puntos podría conducir a que, el día de mañana, fuese posible leer en la NANDA diagnósticos como "Manejo inefectivo de las creencias", "Deterioro de adaptación: "crisis de creencias", "Afrontamiento espiritual inefectivo", "Riesgo de crisis del sentido de la vida", etc… En resumidas cuentas, fuese posible ofrecer un servicio enfermero más coherente con lo que pretende en la teoría y de mayor calidad y atención al paciente.

Esta formación añadida permitiría complementar las evaluaciones y tratamiento de cada diagnóstico con los factores espirituales asociados, así como añadirlos a las intervenciones sanitarias, la educación sanitaria pertinente o al refuerzo del ambiente terapéutico, es decir, que la dimensión espiritual termine asumiendo realmente y no sólo en la teoría en los diagnósticos enfermeros de la NANDA.

Concluyendo, los conocimientos filosóficos propuestos no sólo prometen la mejora de un único patrón de la NANDA, de una de las dimensiones de Virginia Henderson o de una de sus catorce necesidades sino una optimización de todo el proceso de enfermería.

2.3. Filosofía, enfermería y valores.

2.3.1. Los valores en la taxonomía de la NANDA.

Sería interesante seguir analizando el resto de cuestiones en las que la formación de enfermería precisa una base filosófica, demanda que, como vemos, no es baladí sino que su ausencia determina paradojas internas o, lo que es peor, problemas para el desarrollo de una profesión universitaria.

Si la enfermería se redujese al rol de suplencia, actividades en las que colabora con el médico, no tendría sentido esta ponencia. Consideraciones de tipo filosóficos para un Ayudante Técnico que no trabaja con la persona sino con constantes vitales, órganos y sistemas son un añadido superfluo. La existencia de un rol de autonomía en el Diplomado Universitario en Enfermería (DUE) basado en los diagnósticos señalados en la taxonomía de la NANDA, en la concepción de una persona que supere el ámbito de lo biológico o en el modelo de la catorce necesidad de de Virginia Henderson promueve que, quebrados estos tres últimos, se quiebre la posibilidad o se disminuya la capacidad del desarrollo del rol autónomo del enfermero.

Recordamos que todo lo que aquí exponemos y lo que nos queda por tratar pretende paliar estas deficiencias y no hacer una crítica estéril. Nos dirigimos ahora al concepto de valores.

Ya lo hemos señalado en dos ocasiones: Frente a más del centenar de diagnósticos incluidos en los otros ocho patrones de enfermería el patrón cuarto intitulado, valores, apenas tiene dos diagnósticos.

Por razones ya aducidas con anterioridad reproducimos conclusiones análogas. Una mala comprensión, por falta de formación filosófica, de qué es un valor provoca que el enfermero encuentre mayores dificultades para dilucidar diagnósticos referentes a este patrón.

Una enfermedad grave suele provocar un conflicto de valores motivado por la necesidad de cambios en los hábitos de la vida. El manejo efectivo de este conflicto, es decir, la generación de una jerarquía de valores distinta a la mantenida hasta ahora puede ser origen de comportamientos contrarios a la salud como el abandono de la medicación.

Diagnósticos generales como "Manejo inefectivo de la jerarquía de valores", "Conflicto entre valores terapeúticos y medio familiar", "Riesgo de conflicto de valores", "Riesgo de conflicto entre valores sociales y valores terapéuticos", "Potencial de mejora y aumento de valores sanitarios" o bien otros más específicos como "deterioro de la adhesión al valor de salud", "manejo inefectivo del valor de cumplimiento de la toma de medicación", "abandono de la adhesión al valor de la calma o armonía personal", podrían estudiarse para ser incluido en ese patrón. Para todo ello, es preciso antes conocer qué es un valor, cuáles son sus constituyentes, cuál su tipología (valores intelectuales, valores éticos,…) y sobre todo capacitar al futuro enfermero para detectarlos en situaciones profesionales cotidianas.

Por otra parte es frecuente encontrar diagnósticos que deberían incluirse en el patrón de valores incluidos en otros distintos. Éste es el caso del diagnóstico "desesperanza" incluido en el patrón de percepción. La esperanza es un de los valores recurrentes en la vida de las personas. Ese patrón (percepción) aloja también el diagnóstico de autoestima. Si la autoestima es la estima de sí mismo esto es claramente un valor y su opuesto un disvalor.

2.3.2. Los valores en la teoría enfermera de Virginia Henderson.

El modelo de Henderson se funda en tres postulados y tres valores. Los tres valores son los siguientes:

1. La enfermera tiene funciones que le son propias

2. Cuando la enfermera usurpa la función del médico, cede a su vez sus funciones propias a un personal no cualificado

3. La sociedad espera de la enfermera un servicio especial que ningún otro trabajado le puede prestar

Desde luego, la formulación es poco cercana a la de un valor. Aunque, admitimos, que pueden ser valores o que pueden ser convertidos (al menos los dos primeros) en tales: el primero sería autonomía del trabajo enfermero y el segundo responsabilidad y coherencia en su trabajo.

Sin negar estos valores, se echan en falta la concurrencia de otros propios de las profesiones sanitarias, por ejemplo humanismo, respeto por el paciente, coherencia profesional, honestidad, etc… Me pregunto si nuevamente la ausencia de formación conduce a la confusión o a la miopía intelectual.

    1. Comienzos inacabados.
  1. Propuesta para una fundamentación filosófica en la formación de los futuros enfermeros.

En todo lo anterior, sólo hemos alzado un poco más la punta de iceberg de una deficiencia formativa de los actuales profesionales de enfermería. Ya avisamos que no íbamos a quedar en una crítica huera y encorsetada en los márgenes academicistas sino que íbamos a concluir con una propuesta activa. Esta propuesta responde al intento de mi artículo de hace algunos años: el avance de la identidad del enfermero y la profundización en su práctica evitando paradojas y ausencias irresponsables.

Ni que decir tiene que podríamos haber bosquejado otras fallas. A título demostrativo: según la profesión enfermera, en el rol de suplencia se ha de intentar suplir la fuerza, conocimientos y/o voluntad del paciente. Para ello, hay que ayudarlo a comprender por qué ha de hacer lo que debe hacer. Esta tarea puede apelar al plano de las ideas por lo que se hace necesario un buen conocimiento de la teoría de la argumentación. También se puede llamar la necesidad del conocimiento de qué es una creencia. Si alguien no quiere escuchar razones porque van contra sus propias creencias personales, es inútil intentar argumentar, tanto como pedirle a un sordo que nos escuche sin facilitarle un audífono. Dejamos aquí la crítica para ir a la propositiva: un esquema posible de una asignatura que integre las ausencias aquí expuestas y algunas más.

1. Conceptos filosóficos básicos implicadas en los fundamentos de enfermería:

1.1. Teoría.

a. Analítica y crítica del concepto de persona.

b. Analítica y crítica del concepto de creencia.

c. Analítica y crítica del concepto de valor.

d. Analítica y crítica de la teoría del conocer humano.

e. Analítica y crítica del concepto de voluntad.

f. Analítica y crítica del concepto de espiritualidad.

g. Disyuntiva mente-cuerpo.

1.2. Prácticas preclínicas y clínicas.

a. Evidenciación clínica de los conceptos arriba indicados (prácticas clínicas).

b. Conclusiones prácticas que extrae el estudiante de la teoría anterior (preclínicas).

2. Conceptos implicados en el tratamiento con el paciente.

1.1. Teoría.

a. La muerte como expectativa final.

b. El sentido de la vida.

c. La enfermedad como debilidad y la enfermedad como posibilidad.

d. La vida (aquí se puede incluir breve reseña a los conflictos bioéticos básicos como el aborto, la eutanasia, el manejo de dilemas genéticos, etc…).

e. Pérdidas personales en el hospital.

f. La autonomía ante las minusvalías y la valía personal.

g. La verdad.

h. La soledad y la interacción.

i. La comunicación como valor enfermero.

1.2. Prácticas preclínicas y clínicas.

a. Discusión en clase (preclínicas).

b. Conclusiones prácticas, corroboradas con casos reales, que extrae el estudiante de la teoría anterior (prácticas clínicas).

3. Estrategias de pensamiento crítico filosóficas.

1. Teoría.

a. Critical Thinking. Técnicas de pensamiento crítico (por ejemplo las de Toulmin, Richard Paul, Robert Ennis,…).

b. Teoría de la argumentación y de la reflexión (Por ejemplo la de Jesús Mosterín).

c. Estrategias de evaluación de valores (por ejemplo la de Ramón Queraltó o la de Tim Lebon).

2. Prácticas preclínicas y clínicas.

a. Puesta en práctica en clase de las estrategias (preclínicas).

b. Puesta en práctica y trabajo en la clínica (prácticas clínicas).

Bibliografía básica

● BARRIENTOS RASTROJO, J.: "Licenciatura en enfermería. De la emancipación del objeto a las inmediaciones de la persona", Monografías, on-line (http://www.monografias.com/trabajos10/lienf/lienf.shtml), 2001.

● HENDERSON, V.: Principios básicos de los cuidados de enfermería. CIE, Ginebra, 1971.

– The Nature of Nursing. MacMillan Publishing Co., Nueva York, 1966.

● LUIS RODRIGO, T. (ed): Diagnósticos enfermeros. Un instrumento para la práctica asistencial. Harcourt Brace, Madrid, 1998.

● POTTER, T.: Fundamentos de enfermería. Teoría y Práctica. Mosby Doyma, Madrid, 1996.

● RIOPELLE, L. & LEDUC-LALONDE, L.: Individualisation des soins infirmiers: modèle conceptuel. Mc Graw Hill, Montreal, 1982.

Los itinerarios curriculares analizados pueden encontrarse en las siguientes websites:

○ Universidad de Sevilla

○ Universidad de Barcelona

http://www.ub.edu/infermeria/infermeria/itinerari.htm

○ Universidad Complutense de Madrid

http://www.ucm.es/centros/webs/euenfer/pags.php?tp=Diplomatura%20en%20Enfermería&a=estudios&d=muestratit4.php&idt=36

○ Universidad de Navarra

http://www.unav.es/enfermeria/_eue/02a_ofacademica.php?subseccion=6&act=2 (último acceso 25 de Enero de 2007)

Biografía de José Barrientos Rastrojo

Diplomado en Enfermería y Licenciado en Filosofía por la Universidad de Sevilla y, actualmente, finaliza su tesis doctoral. Es miembro del grupo de investigación "Filosofía Aplicada: Sujeto, Sufrimiento y Sociedad" (Reconocido por la Junta de Andalucía), una de cuyas líneas de investigación enlaza el mundo sanitario con la filosofía. Ha co-organizado las IV y V Jornadas de Filosofía y Medicina en la universidad mencionada. Autor de ocho libros y más de una treintena de artículos en España, Portugal, México, Francia o Estados Unidos. Entre sus contribuciones a la fundamentación de la enfermería, destaca "Licenciatura en Enfermería. De la emancipación del objeto a las inmediaciones de la persona" (puede descargarse en www.monografías.com)

 

José Barrientos Rastrojo

http://investigacion.us.es/sisius/sis_showpub.php?idpers=12063

Diplomado Universitario en Enfermería – Licenciado y DEA en Filosofía

Becario Consejo Superior de Investigaciones Científicas

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente