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La urgencia del pensamiento en la formación universitaria de enfermería


Partes: 1, 2

    1. Resumen
    2. Nuevos tópicos filosóficos en la enseñanza de la enfermería
    3. Propuesta para una fundamentación filosófica en la formación de los futuros enfermeros
    4. Bibliografía básica

    A Eva, que siempre me animó a responder a la enfermería desde la filosofía y a Antonio, recuerdo de mis orígenes enfermeros

    Resumen

    El presente trabajo analiza las necesidades filosóficas en los actuales estudios de enfermería.

    La ausencia de una concepción clara de la idea de persona, así como la incongruencia entre sus definiciones y la práctica enfermera, limita la creación de un marco claro desde el que desarrollar los cuidados del paciente. Por otra parte, el vacío de significación de conceptos filosóficos básicos en el enfermero (como "valor" o "espiritualidad") promueve que los diagnósticos enfermeros sobrevaloren unos patrones sobre otros o sean incapaces de detectar problemáticas reales en relación a estas cuestiones. Por último, una formación disciplinar profunda en lo que ha venido en denominarse pensamiento crítico y en la teoría de la argumentación, redundaría en beneficios palpables en la gestión de los cuidados del paciente.

    Sentadas estas bases, establecemos la urgencia de conocimientos filosóficos (axiología, espiritualidad, crítica y analítica conceptual) desde la propuesta de una asignatura enfermera a instituirse en los planes de estudio de nuestra profesión.

    1. Prolegómenos.

    1. Mi interés por la relación entre filosofía y enfermería comienza hace más de siete años. En aquel momento finalizaba mis estudios de Enfermería en la Escuela de Enfermería del Hospital Universitario Virgen Macarena y los simultaneaba con algunas asignaturas en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Sevilla. Tener una doble filiación formativa me permitía percibir ciertas lagunas en mi educación enfermera. Allí, como en la mayor parte de las escuelas de enfermería nacionales, se impartía una docencia de calidad que incluía diversas disciplinas: medicina, psicología, sociología, fisioterapia, gestión y administración, deontología, etc… Sin embargo la ausencia, o escasez, de la formación filosófica debilitaba sus bases. Cuando acabé la carrera sobrevolé sobre esta circunstancia en mi artículo "Licenciatura en enfermería. De la emancipación del objeto a las inmediaciones de la persona". Curiosamente este texto se ha convertido en texto base en la asignatura en algunas escuelas de enfermería españolas.

      A principios del milenio, se discutía la creación de una licenciatura en enfermería, idea que hoy mengua tras la declaración de Bolonia. En mi artículo incidí en el concepto de persona frente al de objeto enfermo como elemento destacado para el estudio y configuración de la carrera. Esto, como veremos a continuación, es sólo una punta de iceberg de una necesidad a colmar en los estudios de enfermería, en los futuros estudios de grado universitario.

    2. Ubicación de la cuestión.
    3. La filosofía en el ámbito formativo sanitario.

    En general, la enfermería cuenta con dos tipos de formación filosófica:

    1. Incluyen el estudio de algunos conceptos filosóficos en la asignatura de Fundamentos de Enfermería. Por ejemplo: "persona", "salud y enfermedad", "valores", "disciplina", "ciencias inductivas y deductivas", etc…

    2. Estudios transversales.
    3. Estudios específicos.

    Asignaturas "Legislación y ética profesional", "bioética",…

    En los dos grupos o bien, no se incluyen definiciones completas de los términos usados (por ejemplo "persona") o bien, cuando aparecen, constituyen visiones reductivas de los conceptos que, en la práctica, implican mermas profesionales en el enfermero. Por ejemplo, la ausencia de una definición cabal del concepto de valor implica que, en el patrón de diagnósticos enfermeros de la NANDA, aparezcan sólo dos diagnósticos en el patrón "valores" frente a los cuarenta y cuatro del patrón "intercambio", los diecisiete del patrón "elección", los trece del patrón "sentimientos o sensaciones". Mantenemos que esta ausencia diagnóstica en este patrón, tan filosófico, se debe la debilidad formativa filosófica de los futuros enfermeros.

    Haremos una crítica basada en hechos y datos. Uniremos a ella, una propuesta formativa filosófica que complete las lagunas causantes de la desorientación del futuro profesional. No ponemos en duda la utilidad y la necesidad de los estudios de bioética que se imparten en las escuelas universitarias mas, reducir la formación filosófica de los enfermeros a las cuestiones éticas básicas del trabajo sanitario, es hacerle un flaco favor a la profesión. Sin conocimientos de otras áreas filosóficas, se impide un verdadero desarrollo de la enfermería. Este artículo podría ser el primer punto (no el último) para pensar en las modificaciones curriculares, acordes a Bolonia, que deban imponerse en el futuro graduado en enfermería.

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