El proceso de razonamiento aplicado al fenómeno OVNI (página 2)
Enviado por Eugenio Mart�n Ganduglia
19. La República Argentina fue el único país en la historia moderna que reconoció oficialmente la existencia de OVNIS. El hecho ocurrió en la década del 60 cuando un objeto volador no identificado hizo saltar todos los magnetómetros y otros instrumentos científicos en una base de la Marina de Guerra Argentina en La Antártida.
Comencemos con el viejo método de un pensador:
Hay dos, y solo dos, posibilidades:
1. O los OVNIS no existen…y
2. O los OVNIS sí existen.
Vamos a razonar sobre la primera posibilidad:
1. Los OVNIS no existen:
Si supusiéramos como válido el hecho de que no existen seres ET ni OVNIS, entonces el tema se agota en sí mismo. Quedaría por ver si el origen de tales fenómenos es humano o natural, pero eso ya es otra historia. El problema se plantearía más o menos así: No existen seres ET ni OVNIS, el problema es de entre casa.
Aún así, podríamos presuponer que, siendo tan concretas las pruebas de avistamientos de OVNIS, deducimos que: Al no ser los OVNIS de origen ET, o bien es un fenómeno natural (ilusiones ópticas, fenómenos meteorológicos, etc.), o bien es un fenómeno no natural (tecnología humana secreta, trucos de filmación, etc.). Pero cualquiera sea la causa, la explicación es totalmente racional y terrena…y termina acá. Veamos ahora esas dos posibilidades:
1. a. Los OVNIS no existen, lo que se ve es un fenómeno natural: Espejismos, efectos de la luz sobre los equipos de filmación, ilusiones ópticas, fenómenos meteorológicos, fenómenos climáticos, meteoros, etc., etc.
1. b. Los OVNIS no existen, lo que se ve es un fenómeno no natural: Trucos de filmación, tecnología humana, proyectos secretos militares, basura espacial, armas secretas, vuelos espías, prototipos de aeronaves, etc., etc.
En ambos casos la cuestión no redunda en fenómenos alienígenas.
Punto final.
Pasemos a la segunda posibilidad:
2. Los OVNIS sí existen:
Si los ET y OVNIS existen y son reales, entonces el problema se definiría más o menos así: ¡Cuidado!, hay realmente otro poder superior al poder de los gobiernos o sistemas económicos de la tierra. De lo que se desprende la primera conclusión lógica basada en la historia y experiencia de la raza humana: El choque de nuestra civilización con otra cultura o civilización tecnológicamente superior, produciría la desaparición de la cultura menos desarrollada (o sea, la nuestra). Podríamos, a partir de la primera, inferir una segunda conclusión: Si nuestra civilización o cultura está en peligro de desaparecer por el choque cultural, entonces los gobiernos o poderes de la tierra detienen o, al menos, demoran tal encuentro. La inferioridad en el desarrollo tecnológico obligaría a los mandatarios humanos a una cautela extrema al respecto. Pues somos la cultura tecnológicamente menos desarrollada. Esta precaución se vería acentuada si consideramos que los ET (siempre suponiendo que sí existan) jamás han dado muestras o actitudes claras de actos de buena fe. Sus conductas para con la raza humana dejan mucho que desear. Si no lo creen así, entonces piensen: Los actos delictivos fueron y son delitos o crímenes en cualquier época de la historia y en cualquier civilización humana antigua o moderna.
La intrusión en los espacios aéreos de países soberanos por parte de naves exteriores, es un agravio a los gobiernos mundiales. Este suceso, cuando se produce entre los seres humanos, es hasta un acto de provocación o de guerra. Esto se refuerza con el hecho de que los OVNIS no dan señales de amistad o acercamiento. Al penetrar en la casa ajena, se debe llamar, pedir permiso y, si nos dejan entrar, entramos. De lo contrario, si entramos sin permiso, no somos más que intrusos, con todos los agravantes que estos actos poseen. Cuando un OVNI se ve en el cielo, no solamente se percibe una tecnología superior. Lo que también se ve, es que mi gobierno no le dio permiso para entrar, se ve que circulan sin autorización por los espacios aéreos de las naciones de la tierra, que los estados nacionales no pueden impedir tales intromisiones exteriores, que ante la duda mejor no se los provoca, al menos hasta desarrollar una tecnología que permita tratarlos de igual a igual. También se puede inferir que, si los gobiernos no pueden impedirles el paso, tampoco nos pueden proteger de los ET.
Podemos deducir de lo anterior que, o bien los ET son seres malvados de intenciones oscuras para con los humanos, o bien son seres de una constitución psíquica muy diferente de la nuestra, con otro tipo de moral. Por lo tanto, para lo que los seres humanos es un delito, para ellos no (o sí, según como se vea). No puedo explicar de otro modo el hecho de que, si en una civilización comparativamente menos desarrollada en tecnología como la nuestra (respecto a la de los ET), tanto el rapto, el secuestro, como así también la intrusión en territorios ajenos son delitos, como es posible que los ET secuestren personas violando las soberanías nacionales y las leyes de los estados. Las sometan a sesiones de exámenes físicos contra su voluntad. Inclusive hasta derriben en ocasiones aeronaves terrestres en claros actos de hostilidad o de guerra. Si su civilización es superior a la nuestra (como lo demuestra la tecnología que poseen), saben y tienen bien en claro que lo que hacen con los humanos está mal.
Algo se desprende de estas consideraciones: no obran en forma transparente ni vienen a la tierra de buena fe. Los gobiernos humanos hacen bien en precaverse de lo desconocido y de lo dañino. Si se está trabajando en forma secreta para alcanzar el nivel tecnológico de los ET, es muy prudente que se lo mantenga oculto. Razones de mismísima supervivencia de la raza humana así lo exigen. Si una nave humana penetrara en un planeta desconocido y descubriera una civilización con sus leyes propias…primeramente darían a conocer el hecho a las autoridades terrestres pertinentes, luego, ¿No deberían presentarse ante aquellos seres?, ¿Pedir permiso?, ¿Mostrar actitudes transparentes?, ¿Respetar la libertad de esas gentes?…Si no se hiciera así, estaríamos repitiendo viejas lecciones de historia humana, como la conquista de América. Sabemos lo que pasó en esa ocasión con la cultura más atrasada: desapareció. Por lo que lo anterior no solamente son suposiciones…son hechos ciertos en la historia humana. Remitámonos nuevamente al viejo pensador, porque si suponemos que los OVNIS existen, son reales, visitan nuestro planeta y sobrevuelan los cielos de la tierra, entonces nos preguntamos: ¿Porqué no se dan a conocer?…hay dos posibilidades lógicas:
a. No pueden, o
b. No quieren…Analicemos ambas:
2. a. Los OVNIS existen, visitan la tierra, pero no pueden darse a conocer.
En este caso, también hay dos posibilidades: No pueden
2. a. 1) Por razones propias o
2. a. 2) Por razones ajenas.
2. a. 1) Los OVNIS existen, visitan la tierra, pero por razones propias no pueden darse a conocer.
Sobre las razones propias que motiven a los ET a no darse a conocer a los seres humanos, solo podemos especular, aún así, podríamos definir dos posibilidades:
2.a.1)a) Razones de origen o
2. a.1)b) Razones de destino.
2. a.1)a)Los OVNIS existen, visitan la tierra, pero por razones propias nacidas en el seno de su origen, no pueden darse a conocer.
No olvidemos que, si los ET realmente existen, su origen desde una civilización tecnológicamente superior queda probado por el solo hecho de que ya están aquí. En tanto miembros de una raza más desarrollada que la nuestra, deben tener sus normas propias que regulen el contacto con los seres de otros planetas. Las normas que avalen tal conducta tendrían sustento en razones que probablemente podrían ser: éticas, legales, jurídicas, de seguridad, biológicas, etc. En este punto llegamos a la conclusión que vienen a la tierra con consignas previas de no entablar contacto alguno con los terrícolas. Y no lo hacen, solo se limitan a observar y accionar. Luego plantearemos la cuestión de si esa conducta es cuestionable o no. Pasemos a la otra posibilidad:
2 .a.1)b)Los OVNIS existen, visitan la tierra, pero por razones propias nacidas en el seno de su destino, no pueden darse a conocer.
En este punto, deducimos que, al llegar a destino (la Tierra), los ET se encuentran con poderosas razones de algún tipo que impiden a los OVNIS entablar contacto alguno con los seres humanos. Estas razones podrían ser: biológicas, de seguridad, prohibición de los gobiernos terrestres de entablar contacto alguno con los seres humanos, agresión hacia los ET de parte de los estados de La Tierra, daño o conmoción hacia los seres humanos producto de su presencia, etc. En todos esos casos la resultante es el no contacto entre civilizaciones planetarias. Pasemos al punto siguiente:
2. a.2) Los OVNIS existen, visitan la tierra, pero por razones ajenas a ellos no pueden darse a conocer ni entablar contacto con los humanos.
No podemos aclarar este punto sino con especulaciones. Las razones ajenas a los ET que les impidan a ellos entablar contacto con los humanos podrían ser, a modo de ejemplo, algún impedimento normativo de origen universal. Algún pacto interplanetario entre civilizaciones extraterrestres. Leyes de alguna hipotética federación que fundamenten la prohibición de entrometerse en los asuntos internos de otras razas, civilizaciones o planetas. La existencia de algún poder superior a ellos mismos que les impida entablar contacto. Prohibiciones universales. Aún así, nos preguntamos: ¿Porqué nos visitan?…se infiere que los ET saben que su intromisión en la tierra sin autorización de los gobiernos locales es un delito, lo tienen bien claro ya que se escapan, ocultan y esconden de los humanos negando el contacto.
Por lo tanto en ésta posibilidad y, desde esta óptica, su ingreso a la tierra no solo es una trasgresión a las normas o leyes locales, sino a las suyas propias también.
Veamos la siguiente consideración:
2. b. Los OVNIS existen, visitan la tierra, pero no desean darse a conocer.
Este punto reviste importancia por cuanto, de ser cierta esta posibilidad, los seres humanos estaríamos frente a un peligro potencial. Si alguien, cualquiera sea, obra de buena fe en sus actos, no tiene reparos en manifestarse y darse a conocer, más aún, si de ingresar a casa ajena se trata. No es así en el caso de los OVNIS. Sus incursiones furtivas por los cielos de la tierra impresionan como un acto de espionaje descarado. Pero continúa surgiendo la pregunta: ¿Porqué no desean darse a conocer? Muchas posibilidades pueden surgir a esta cuestión, pero la razón más probable que encontré, después de descartar lo ilógico, lo improbable, lo fantasioso y lo místico, es: Nos tienen miedo…¿Miedo a nosotros?…no, mejor sería decir pánico…eso es, nos tienen pánico. Sólidos fundamentos me llevan a esta conclusión. Razones que ahora veremos. Si esto llegara a verificarse como válido, entonces se desprendería una segunda posibilidad aún más temeraria: Existe posibilidad concreta de un conflicto armado con los ET, por lo tanto, ante el desnivel tecnológico, la raza humana estaría en peligro de extinción ante un ataque alienígena. Luego, surge la contrapartida: los seres humanos no son tontos y de la misma manera que cualquiera que piense un poco puede llegar a esta conclusión, los más altos niveles de poder mundial ya lo habrían hecho mucho antes. Por lo que, los hombres, hace tiempo se estarían armando y preparando en secreto para la confrontación. Los gobiernos líderes de la Tierra mantendrían cautela y reserva absoluta sobre el tema. Y deben hacerlo, pues nuestra supervivencia como raza estaría en juego.
Veamos si podemos abordar el tema desde la razón: Los seres humanos nos levantamos de la nada por un proceso de selección natural llegando a erguirnos como la raza dominante en el planeta. Hemos pasado por los diversos estadios de evolución Darwiniana hasta ser lo que somos. Esto implica, según las leyes de Darwin, que los seres humanos contemporáneos son el producto de incontables generaciones de hombres y mujeres producto de la selección natural. Los más fuertes y mejores adaptados al medio. Recién en el último siglo, los avances en la tecnología aplicada a la salud permitió salvar algunos miembros débiles, enfermos o mal conformados de la raza humana que, de lo contrario, habrían perecido sin dejar descendencia como señalan las leyes del gran científico inglés. Este fenómeno, el de la supervivencia de los individuos débiles, fue analizado por Malthus y reglamentado en sus leyes. Sostiene que la aplicación de la tecnología le permite al ser humano salvar las limitaciones que impone el ecosistema para el sostén de los individuos débiles o peor adaptados de cualquier forma de vida.
Pero el fenómeno de la tecnología y revolución industrial es tan reciente para la historia humana que no supone un debilitamiento genético para el hombre. Somos, hoy día, los más y mejores adaptados al medio. Los más fuertes en su ascendencia y descendencia. Los más resistentes a las enfermedades. Los más dominantes y mejor preparados para afirmar su progenie. Los sobrevivientes de guerras y catástrofes. Los más aguerridos. Los mejores.
Hemos evolucionado en una dirección determinada.
Más aún, nos hemos convertido en raza guerrera.
Desde los comienzos de la historia y civilización humana hemos hecho un culto de la guerra. Desde pueblos atrasados hasta civilizaciones avanzadas la han practicado. Hemos practicado la guerra en todas sus formas contra un único enemigo: nosotros mismos. No hay otro enemigo. No hay en el planeta otra especie contra la cual podamos guerrear. En estos mismos momentos varias guerras se están librando en el planeta. Gran parte de la economía mundial depende de que los hombres se maten en guerras. Cada estado, por más pequeño que sea, tiene un ejército listo para una guerra. En tiempos antiguos existían dioses de la guerra. No existe período de historia de la humanidad que no haya sido marcado por guerras. La guerra se libra tanto entre tribus como entre estados nacionales. Los más significativos adelantos y desarrollos tecnológicos del mundo moderno fueron pensados para ser aplicados en la industria bélica o de defensa. El estado natural del hombre es el de la guerra, aunque mal nos pese. Hemos conquistados territorios, domesticado los animales cuando no extinguido. Civilizaciones enteras cayeron por obra de la guerra contra otros seres humanos. Hemos doblegado a la geografía, avanzado en el desarrollo tecnológico, la informática. Llegamos a la etapa que nos sitúa frente a los portales del espacio exterior…todo lo que está vivo en el planeta y no es humano vive también en los zoológicos que hemos creado, para observar a los no-humanos, como objetos de curiosidad.
Somos, como raza, guerreros y conquistadores.
Más aún, recién en esta época las máquinas están complementando al hombre en la guerra. En la historia de la humanidad, es el propio hombre con su cuerpo y su persona quién va a la guerra. Arriesga su propia existencia en la guerra. Juega su vida…y no le importa. Los ejércitos profesionales están formados por hombres que eligieron esa actividad. Porque les gusta. Aman la guerra. La guerra no es más que la expresión colectiva y social, de la naturaleza violenta individual del hombre.
Me pregunto…si yo fuera un ser de otro planeta, y observara lo que pasa en la tierra…¿Qué pensaría de los seres humanos?…¿Querría contactarme con ellos?…¿Tendría miedo o aprensión por esta raza?…¿Me preocuparía si salen al espacio exterior?…¿Confiaría en una raza que es capaz de atomizar con bombas nucleares a sus propios hermanos, invadirlos, quemarlos, exterminarlos con gases, hundirlos, lancearlos, masacrarlos con bombas o ametrallar a la cultura de la que forma parte?. Desde una óptica simple, no es aventurado afirmar que, si yo fuera un ET, miembro de una raza evolucionada y una civilización floreciente, tendría pánico de los seres humanos. Les temería. Lo peor que podría pasarme es pensar que existe la posibilidad de que una raza tan belicosa y dañina pudiera avanzar sobre el universo. Lo más probable que piense es que, si los humanos son capaces de hacerle todo eso a sus propios congéneres…¿Qué no serían capaces de hacerme a mí?…¿Qué cosa no me harían?…si yo fuera un ET y descendiera en la tierra…¿No me robarían la nave los gobiernos de la tierra para copiar la tecnología?…¿No me encerrarían para estudiarme, sacarme secretos e información?…¿No me harían la autopsia?…¡Claro que lo harían!. Teniendo en cuenta eso, tendría una cautela y aprensión extrema hacia los humanos, evitaría todo contacto con ellos. Luego, los estudiaría, espiaría, me metería furtivamente en sus territorios para obtener información, secuestraría algunos ejemplares humanos para estudiarlos, sabiendo que lo que hago está mal pero es algo que necesito hacer para saber más de esta raza tan peligrosa.
Los gobiernos de la tierra estarían al tanto de estas actitudes concretas y guardan cautela sobre el tema.
También, a su modo, recaban información sobre los OVNIS, buscan pruebas, derriban naves espías, copian su tecnología, conservan cuerpos de ET para estudiar su morfología. El resultado es un espionaje desde ambas partes. Por tal motivo, de verificarse lo anterior, no es descabellado afirmar que los seres humanos se encuentran en un estado de pre-guerra frente a los ET. No lo sabe el público en general. Lo saben y manejan los más altos niveles de poder mundial. No puede alertarse a la población de la tierra hasta no tener toda la información pertinente, porque eso provocaría quién sabe qué: la inmediata represalia de los ET al verse descubiertos…o el caos…o el pánico…o un crack en la economía mundial…lo más probable es que eso lo sepan los más altos mandatarios de las potencias mundiales…y aún no estamos preparados para enfrentarlos. Aún no poseemos la tecnología necesaria para efectivizar tal confrontación. Pero estaríamos en guerra…en guerra fría…ya la frontera no es el muro de Berlín…ahora la frontera, la línea roja, es el espacio exterior…"El Espacio Vital". La raza humana encontraría su destino de grandeza en el cosmos. Ya no existen continentes para conquistar, mejor dicho, existen en el planeta Tierra, zonas geográficas todavía inaccesibles para la colonización humana…por ahora. Como ser: los desiertos, el fondo del mar, la Antártida, las cadenas montañosas. Y Ahora existe el desafío del espacio sideral. Como raza se hallaría un paradigma superior en el inconsciente colectivo de la humanidad: La conquista espacial ( cuando digo raza lo hago en término genérico y sin ninguna connotación racista Hitleriana, me refiero a la raza humana como un todo). Los humanos se despegaron de la tierra con el viaje a la luna y la estación espacial internacional. En este punto no sería imposible de pensar que, aunque los ET consideren nocivos los avances humanos al espacio exterior, el hecho concreto es que los hombres "ya han avanzado" sobre el universo…colocaron satélites en órbita, mandaron sondas a Marte, habilitaron estaciones espaciales y visitaron la Luna. ¿Acaso los ET lo han permitido?…no me parece probable. Pienso que el motor de la historia no se detiene. Menos aún el de la historia universal, la historia del plan de Dios en la creación. El hecho es que ya ha ocurrido…entonces…¿Porqué aconteció sin enfrentamientos?
Lo que parecería más oportuno mencionar es que, siendo los ET una civilización avanzada, ya han pasado por todos los estadios de evolución social que la humanidad todavía no alcanzó. Han superado etapas de diferencias internas y guerras. El desarrollo tecnológico les habría permitido avances inimaginables en sus estadios económicos y sociales. La globalización de su sistema y economía sería un hecho cierto y superado. Los estadios de moral y paradigmas de su civilización tendrían un sentido aún no vislumbrado por los hombres. Su reproducción sería selectiva. Es probable que, al mirar hacia atrás en su historia, vean con aprensión oscuras semejanzas con los seres humanos de hoy.
Porque si hoy día están tan adelantados, es de suponer que alguna vez no lo estuvieron tanto.
En algún momento de su historia y evolución habrían estado en etapas comparativamente atrasadas a la actual. Pero nada es perfecto. Ellos deben tener sus diferencias internas. No descarto que llegasen a contar con facciones opositoras a sus políticas más agresivas. Seres ET que no comparten la acción armada sobre nuestro planeta. Fuerzas políticas internas en ellos mismos que obrarían como dique de contención a los deseos de ataque a La Tierra. Movimientos pacifistas internos. Logias contrarias a las políticas de agresión. Organizaciones antibelicistas. Las posibilidades son muchas. Solo menciono algunas. Por otra parte, en cuanto a los problemas sociales que reinan en La Tierra, la conquista espacial permitiría a los humanos el desarrollo de nuevas relaciones sociales, nueva economía, un despegue tecnológico y económico sin precedentes. En la historia de la humanidad, el descubrimiento y conquista del continente americano consolidó la primera acumulación de capital que permitió iniciar el proceso de la revolución industrial y el avance del sistema capitalista. Fomentó el crecimiento de las naciones más avanzadas de entonces. ¿Porqué pensar que no sería de un efecto similar sobre la raza humana la conquista espacial?
Pero también exportaríamos nuestras contradicciones al cosmos. Nuestros conflictos. Nuestras enfermedades, nuestra basura…¿y nuestras guerras tal vez?.
Si, como se prevé, el orden social y la economía mundial tiende hacia la globalización, porqué no puede inferirse que la conquista espacial sería un disparador de las globalizadas fuerzas económicas de los seres humanos. Un puntapié para el desarrollo industrial y tecnológico inimaginables. Una catapulta planetaria. Si existe una raza no humana en el espacio exterior…un conflicto bélico con los ET acentuaría ese proceso. La guerra contra otra civilización o raza sería un agente catalizador de la agresividad innata del ser humano… y un motivo de unión y cohesión mundial de los gobiernos de La Tierra en la guerra contra los ET. Un disparador del progreso de la humanidad y del crecimiento de su economía. Partiendo de esas consideraciones, una guerra interplanetaria no solo no sería malo para los humanos, sino que favorecería el crecimiento del producto bruto mundial y marcaría el fin de las guerras entre los hombres…lo que no es poco.
Lo que también podría interpretarse como el fin de la historia tal como la conocemos.
Los ET (siempre teniendo en cuenta que sí existen) tendrían buenas razones para preocuparse de ello. Y de evitar el conflicto.
En otro orden de cosas, el caudal de conocimientos e información que los seres humanos disponen actualmente es enorme. Tan enorme es, que hemos llegado a un punto en que ningún ser humano podría abarcar jamás la totalidad de conocimientos al alcance de la humanidad. Es más, ni siquiera la especialización más profunda en cualquiera de las innumerables ramas de la ciencia permitiría a un hombre alcanzar el todo en los conocimientos y saberes de la especialidad que elija. La vida temporal del hombre es demasiado breve en años como para abarcar todo el saber existente. Lejos quedó la época en la cual un individuo podía llamarse sabio o filósofo, ya que en él se encontraba todo el conocimiento que podía hallarse en su tiempo. Sócrates, Platón, Aristóteles, fueron sabios en su época, sabían todo lo que podía saberse en ese entonces. Su vida les alcanzó para estudiar todo lo que podía estudiarse en su época. Y encima les sobraba tiempo para meditar y filosofar acerca de sus conocimientos. Lo más destacable de esa situación era que, si un sabio de esos moría, era como si se perdiera todo el caudal de sabiduría y conocimientos existentes en ese momento. Salvo que tuvieran discípulos que los continuasen, cosa que ocurría en la práctica.
Esos grandes sabios para su época…¿pudieron haberlo sido en ésta?…¿Pudieron haber sido Sócrates o Aristóteles grandes sabios en todo el saber existente en la actualidad?…lo dudo…no tendrían suficiente tiempo de vida para incorporar todo el conocimiento existente. Se deduce que en este momento histórico, la muerte de cualquier eminencia científica no provoca la amenaza de la desaparición de sus saberes. El todo del conocimiento no se concentra en ninguna persona en especial. Más bien se ramifica en todos los estratos de la sociedad. Hago una comparación con la raíz de un árbol añoso. A medida que profundizamos en las disciplinas y saberes, el conocimiento, la raíz, se abre y se ramifica. En esta época un hombre no puede abarcar más que las últimas ramificaciones del árbol del conocimiento. El todo escapa a sus posibilidades físicas y temporales…Vivimos demasiado poco para ello…por lo tanto, para el saber no somos imprescindibles. Podemos morir siendo el especialista más destacado de nuestra profesión, que al instante nuestro trabajo tendrá un nuevo reemplazante, y se continuará igual o mejor en la generación siguiente, aún más actualizada que la nuestra…más capacitada:. Somos una sociedad donde todos ocupamos un nicho determinado por la cultura y la economía…pero no somos imprescindibles. Podemos dejar de existir hoy mismo que un número enorme de individuos estaría en condiciones de ocupar nuestro puesto o nuestro lugar sin mayores dificultades. Un grupo étnico podría desaparecer, al igual que un país o un continente…pero los conocimientos no se perderían. En ese aspecto llegamos a un punto de no retorno en los avances científicos y tecnológico. La universalización de la educación y la globalización de las comunicaciones implican un hito cultural en la humanidad: desde aquí solo se puede avanzar, nunca retroceder. A la colmena de las abejas o las colonias de hormigas, se les debe exterminar en su totalidad para lograr extirparla. Pues la desaparición de un grupo de miembros no afectaría su desenvolvimiento. Aún si se mata a la reina, la propia colmena procura otra de inmediato. La raza humana ni siquiera tiene ese problema. No hay reinas reproductoras en la raza humana. La reproducción parte del seno mismo de la sociedad en cada uno de sus miembros. Para una raza ET, la raza humana es un peligro potencial en sí misma. Para anularla debería exterminársela por completo, pues de lo contrario, por más pequeño que sea el grupo sobreviviente seguiría reproduciéndose. A la vez que no dejaría de contar con la sucesión de caudal de información y saberes disponibles en la actualidad. De concretarse una guerra contra la humanidad, los ET deberían encararla con el objetivo de destrucción total. De lo contrario no produciría la anulación de la amenaza. Más bien la potenciaría en el tiempo. Los seres humanos aprenden mucho de las guerras, tanto si ganan como si pierden. El rencor y resentimiento contra los ET después de una guerra contra ellos, no haría más que acentuar el peligro que se cerniría sobre los ET luego de que los humanos alcancen su mismo nivel tecnológico. Una guerra de los hombres contra los ET poseyendo los seres humanos naves OVNIS y su misma tecnología, haría que los que estuvieran en peligro de extinción fuesen los alienígenas. Y de que terminen algunos ejemplares ET en los zoológicos terrestres como curiosidad. De ser verdad que en la famosa Área secreta de EEUU se está copiando tecnología ET, debe mantenérselo en absoluto secreto, sobre todo a la prensa amarillista. Los hombres deben prepararse primero para defender el planeta de los seres que entran sin permiso en La Tierra. Antes de dar la voz de alarma, debemos estar en condiciones de soportar el embate ET, primero, y de contraatacarlos, invadirlos y destruirlos, luego.
Vamos a sintetizar las posibilidades que se manejaron en este ensayo.
1. Los OVNIS no existen
a. Es un fenómeno natural
b. Es un fenómeno no natural
2. Los OVNIS sí existen.
a. No pueden darse a conocer
1) Razones propias
a) De origen
b) De destino
2) Razones ajenas
b. No desean darse a conocer. Dentro de ésta posibilidad mostramos los ítems más relevantes:
1. Evolución humana proclive a la guerra.
2. Posibilidad de choque de culturas.
3. Miedo o aprensión de los ET hacia los seres humanos.
4. No reconocimiento de los gobiernos de avistamientos.
5. Globlización de los sistemas económicos mundiales.
6. Desarrollo tecnológico terrestre.
7. Sociedad colmena humana.
8. Posibilidad de expansión humana al espacio exterior.
9. Potencial peligro para los ET.
10. Unión humana frente a una guerra contra los ET
11. Probable destrucción de los ET
Conclusiones
No hay conclusiones. Solo se plantearon las hipótesis que la razón me dictó como probables. Al no tener acceso a la información real, solo pudimos razonar para arribar a un número limitado de probabilidades. Un gran filósofo afirmaba que, aunque él creyera o no en Dios, su existencia no podía demostrarse en forma científica. En el caso de los ET sucede algo parecido. Con los elementos disponibles no puede probarse la existencia o inexistencia de OVNIS. Aún así, la posibilidad de que el último punto que se analizó pudiera ser el real, es de tal relevancia y gravedad que hace necesario considerarlo seriamente para prevenirse. Yo no deseo que me vengan a liberar seres de otro planeta. Ni soportaría la idea de que me vengan a invadir. Solo desearía acceder a la tecnología que me permitiera a mí, ser humano, protegerme de ellos. Si el conflicto armado es inevitable, la propia existencia de la raza humana exige avanzarlos y destruirlos primero.
Muchas gracias.
Autor:
Eugenio Ganduglia
Analista de Inteligencia
Trabajador Social Perito
Profesor en Disciplinas Industriales
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |