- Prefacio
- Introducción
- Propósito y alcance
- Concepto
- Objetivo del don de mando
- Fundamentos del don de mando
- Porte
- Principios del don de mando
- Profesionalismo y ética
- Disciplina
- Resumen
- Valores y actitudes
- Necesidades humanas
- Motivación
- La tensión
- Punto de sobrecarga
- Proceso de tomar decisiones
- El asesoramiento
- Limitaciones del consejero
- El líder eficaz
- El bautismo de fuego
- Las tensiones: sus causas y efectos
- El espíritu de cuerpo
Prefacio
La historia está llena de ejemplos de hombres quienes en los tiempos de necesidad de sus países, han guiado exitosamente a sus Fuerzas Armadas en los conflictos que se han suscitado por todo el mundo. Sin importar como llegaron estos hombres a ser buenos lideres (jefes en el sentido correcto de la palabra), sus acciones reflejaban ciertas verdades fundamentales sobre el Don de Mando. Estas verdades se han convertido en lo que hoy hemos llegado a conocer como los principios del Liderazgo o Don de mando, que son lineamientos que han resistido la prueba del tiempo.
Pese a la trascendencia en el tiempo de estos lineamientos, las técnicas por medio de las cuales se aplican no pueden permanecer inalterables. Se deben revalorizar, modificar y mejorar sistemáticamente si es que hemos de comandar seres humanos en forma efectiva. El marino de hoy (Oficiales y tripulantes) no es igual al de ayer, y el marino del mañana también será distinto. Las técnicas del don de mando que apliquemos deben reflejar un reconocimiento y una comprensión incrementados de este hecho, y tomar plenamente en consideración el nivel de instrucción cada vez mayor del marino de guerra de la actualidad, sus cambiantes actitudes y valores y las complejas presiones sociales que tiene que afrontar.
Esto no implica que nuestras metas sobre el don de mando hayan cambiado. Nuestra Armada ha estado y siempre debe estar orientada hacia una misión. En consecuencia, nuestro objetivo final; Nuestra primordial meta de mando debe continuar siendo el logro de la misión. Esta meta, sin embargo, es plenamente compatible con un enfoque del don de mando que incluya consideración de los hombres que se manden.
Cualquier organización orientada al cumplimiento de una misión opera en base de la autoridad otorgada a personas específicas. El verdadero don de mando, sin embargo, es el arte de ejercer influencia sobre otros sin el ejercicio de la fuerza física y sin depender demasiado de la autoridad. Dicho en otra forma, es la habilidad para hacer que otros acepten gustosamente metas específicas como suyas propias y que trabajen de todo corazón para el logro de estas metas. Un factor que afecta la habilidad de una persona para tener influencia sobre los demás es la posición que ocupa dentro del grupo, junto con la autoridad que conlleva esa posición. Sin embargo, este es tan solo un elemento en toda la ecuación del don de mando. El don de mando que se base principalmente en la posición y autoridad y que carezca de empatia, a la larga resultará ineficaz.
El líder naval es responsable de cualquier decisión que se tome. Debe además tomar en consideración los factores de la situación que ejercen influencia sobre el logro de la misión. En consecuencia, hay momentos en los cuales la relación que se enfoca necesariamente debe ser de mandato. Como las misiones las llevan a cabo las personas, el éxito o el fracaso dependen generalmente de la habilidad del líder, comandante o jefe (aunque no me gusta mucho el empleo de esta palabra) para identificarse inteligentemente con los demás, comprender el "por qué" del comportamiento humano y traducir ese entendimiento a técnicas apropiadas de mando. Un comandante no tiene que ser psicólogo, pero debe tener una clara y válida compresión de sus subalternos y de sus actitudes, aspiraciones y motivaciones. Para mandar bien debe tratar constantemente de mantener el mejor balance posible entre la consideración de las necesidades y metas de su unidad y las necesidades y metas de las personas que la componen.
En las últimas dos décadas ha habido una gran cantidad de investigaciones efectuadas en el campo del liderazgo militar y dirigencia empresarial (el llamado liderazgo empresarial, indiscutiblemente tiene sus bases en el liderazgo militar y don de mando aplicados, aunque en la actualidad esta en boga la aplicación de los mandos horizontales en el liderazgo de empresas) y debido a estas investigaciones, hoy sabemos mucho más sobre el comportamiento individual y de grupo, las fuerzas que motivan a las personas, las relaciones humanas y la influencia que debe ejercer el líder sobre sus subalternos. El estudio diligente y el análisis cuidadoso de este cúmulo de conocimientos proporcionarán muchas ideas para el mejoramiento e innovación de las técnicas mediante las cuales empleamos los principios del don de mando aplicado (que es el liderazgo). Preparado de esta forma, el líder de hoy confiará mucho menos en el enfoque de "prueba y error", que sus predecesores.
Este texto no pretende ser la respuesta final a la aplicación del don de mando en la Armada, sino a servir como instrumento aplicativo para todos aquellos oficiales, guardiamarinas y tripulantes que aspiren ser líderes verdaderos y puedan construir una Armada y una Patria mejor.
CPFG. EM LENIN SANCHEZ MINO
COMANDANTE DE GUARDIAMARINAS
Introducción
La institución necesita líderes profesionales con altas normas, que posean gran pericia en sus funciones, que lideren con el ejemplo y que estén dispuestos a estudiar el comportamiento humano y aprender de cada día en su carrera, buscando el mejoramiento continuo y la superación personal, como miembro de la marina de guerra y como ser humano, para de esa forma, aprovechar su pleno potencial. Ser un buen oficial ha sido siempre un trabajo duro, exigente aunque bien galardonado debido a las altas normas y responsabilidades involucradas. Recuerde que ser malo o mediocre es lo mas simple, puesto que para ello hay que guiarse por la ley del mínimo esfuerzo; de ahí que es condenable y debe ser erradicada de la Armada esa actitud de ocio y pobreza de espíritu, caracterizada en frases perniciosas como: "La Marina no paga sobre tiempo", "Ni te ofrezcas ni te niegues","No te van a dar una medalla, porque ya se acabaron". El desafío al cual se enfrenta el líder de hoy es mayor que nunca.
Los rápidos cambios tecnológicos y sociales han creado un papel de líder, comandante o jefe altamente complejo para el marino de guerra profesional. Aún cuando el joven tripulante de hoy es tan efectivo como combatiente como cualquier otro capacitado y entrenado por nuestro País, mandarlo constituye un mayor desafío por dos razones:
(1) la complejidad de las destrezas que se le deben enseñar para que ejecute sus obligaciones; y (2) sus variantes valores y actitudes, que han sido causados por la rapidez con la cual se han suscitado los cambios sociales y tecnológicos en los últimos 15 a 30 años. Los adelantos tecnológicos en todos los medios de comunicación, particularmente la televisión, y la Internet, han hecho que el joven militar de hoy sea un conocedor de lo que sucede en el mundo al instante. También se le ha enseñado en la escuela a pensar más por si mismo y a dudar de todo lo que no esté claramente basado en la lógica y la razón. Finalmente, el joven actual es el producto de una sociedad opulenta; que le ha proporcionado más cosas materiales y le ha dado más libertad de acción que nunca antes.
Todos estos factores indican que un líder debe tener una mejor comprensión del conocimiento individual y de grupo y ser más eficiente en la ejecución de sus responsabilidades totales. Un profesionalismo así se desarrolla en muchas formas, pero un elemento clave es estar dispuesto a aprender y estudiar cada día mas acerca de lo que es en realidad su profesión: "Marino de guerra".
Propósito y alcance
El propósito de este manual es proporcionarle al oficial, guardiamarina o tripulante una referencia básica para el estudio del comportamiento individual o de grupo así como los principios y técnicas del Don de mando aplicado. No hay ninguna solución estándar para convertirse en un buen líder, y ninguna se presentara aquí. El don de mando o liderazgo es intangible, difícil de medir y difícil de describir. Sin embargo, comprendiendo y aplicando lo que se presenta aquí, el líder comprenderá lo que motiva a sus subalternos y desarrollara un "marco personal" para su don de mando, su "estilo de liderazgo", siendo así no solo un jefe, sino un líder (que es lo que la Armada requiere y exige)
Una comprensión básica del comportamiento humano es un requisito previo para un buen don de mando. Aún cuando el estudio de los buenos lideres es de utilidad y puede proporcionar un antecedente para ayudar a la formación de un estilo individual de don de mando, cada hombre o mujer, debe reconocer que no puede adoptar completamente un estilo, método o actitud de otra persona y esperar ser totalmente efectivo. En años recientes, mucha información en el campo del comportamiento humano se ha desarrollado a través de los esfuerzos de organismos militares y civiles. El material de lectura y consulta que se presenta en este manual y el orden establecido para el mismo, obedecen a la experiencia acumulada en casi tres décadas a bordo de la Armada, para que sea aplicado por quien lo considere útil, en la difícil pero hermosa tarea de liderar seres humanos, que en el futuro serán los conductores de los destinos de la Armada, y porque no de la Patria, si su capacidad y trayectoria lo acredita.
Tengo la certeza absoluta de que los principios en los que se basa el liderazgo y don de mando militar, habrán de mantenerse inalterables en su esencia, lo que puede haber cambiado es ….su envase de presentación, sin embargo estoy consciente de que es necesario preparar mejor a nuestros hombres y mujeres en el entendimiento del comportamiento y motivación humana, de modo que los principios del don de mando, ayudarán a cada hombre o mujer a cargo de un grupo humano a lograr las altas normas que se requieren hoy en nuestra Armada y el mundo.
Concepto
El concepto del don de mando se basa en el logro de la misión a la vez que se preserva la dignidad del hombre. Esto requiere que se haga un esfuerzo continúo para mantener un balance apropiado en todo momento entre el logro de las metas de la Armada y las necesidades y metas de sus miembros. La aplicación del don de mando debe ser, por tanto, flexible en su técnica y personal en su aplicación para motivar al subalterno, promover y mantener un alto estándar de disciplina y efectividad, y desarrollar una unidad efectiva para el combate, porque nuestra tarea es sencillamente esa……"Estar preparados para ganar la guerra".
El objetivo final del don de mando en una organización militar siempre será el logro satisfactorio de la misión. Al tratar de lograr esta meta, el líder debe asumir la compleja responsabilidad personal por todas sus decisiones y debe evaluar continuamente el ambiente de la situación en la cual opera. Pueden surgir situaciones en las cuales el comandante debe asumir el mando total o limitarlo en grados variantes el punto hasta el cual sus subalternos participan en el proceso de tomar decisiones. Aún entonces las necesidades y metas de los oficiales y tripulantes no se deben pasar por alto. El buen líder debe siempre debe tener en mente que las misiones de la unidad son llevadas a cabo por las personas que componen la misma. Si han de contribuir voluntaria y completamente al logro de esas misiones, el comandante siempre debe esforzarse por considerar sus necesidades y satisfacerlas.
Por otra parte, el don de mando efectivo es aquel que cumple con la misión con un gasto mínimo de tiempo y esfuerzo y un balance apropiado entre las necesidades y metas de la unidad, del grupo y de los individuos.
Objetivo del don de mando
Desarrollar la habilidad del don de mando es una tarea doble. La primera tarea que es aprender los principios y técnicas del don de mando y los aspectos del comportamiento humano, se puede lograr en un ambiente académico por medio de uso de libros, de textos, estudios de casos, y ejercicios de simulación. La segunda tarea -aplicar lo que se ha aprendido- puede ocurrir solo en un ambiente del mundo real. Las dos tareas se complementan y se refuerzan mutuamente. El líder, después de estudiar, puede aplicar su conocimiento en su unidad, ya sea en campaña o en guarnición, abordo o en tierra. Si surgen situaciones que le presentan dificultad, debe regresar a los textos, obtener guía de sus superiores, y discutir el problema con otros. Solo en esta forma podrá sacar plena ganancia de su experiencia y alcanzar el máximo mejoramiento.
Al mismo tiempo que aprende más sobre el comportamiento humano y como aplicar ese conocimiento, el buen líder siempre debe procurar el mejoramiento continuo y por tanto aumentar su habilidad táctica y técnica.
Fundamentos del don de mando
REFLEXION:
En el uso militar al igual que en el civil, las funciones del comando, administración, y don de mando se convierten en una cuestión de interpretación debido a su interrelación. Para permitirle a cada líder comenzar el estudio de don de mando con una base común, es necesario entender estos términos, sus definiciones y sus relaciones en la institución.
COMANDO:
"EL COMANDO ES LA AUTORIDAD QUE UNA PERSONA EN EL SERVICIO MILITAR EJERCE LEGALMENTE SOBRE SUS SUBORDINADOS EN VIRTUD DE SU GRADO Y ASIGNACION O POSICION".
¿Que significa esto para el oficial guardiamarina o tripulante? Proporciona la base legal para el ejercicio de amplias actividades de don de mando y de administración y se deriva de la posición a la cual se le asigna. El comando se basa primordialmente en la autoridad delegada a través de la vía jerárquica. La autoridad es el poder legitimo de una persona para dirigir a aquellas personas que son sus subalternos o para tomar acción dentro del alcance de su posición. La responsabilidad es parte integral de la autoridad del comandante. Todos los subalternos son responsables moral y legalmente de sus actos. Además, los comandantes son responsables de ejercer su autoridad para cumplir su misión.
Las pautas sobre la responsabilidad y la autoridad ejercida por los oficiales, guardiamarinas y tripulantes provienen de reglamentos, manuales, órdenes, y otras directrices; pero estas no cubren todas las situaciones. En ocasiones usted deberá decidir sobre un curso de acción de entre varios posibles. En estas situaciones la pauta para el ejercicio de la autoridad del comandante es exclusivamente su habilidad para juzgar lo que es correcto. Ejerce entonces la responsabilidad y la autoridad basadas en sus juicios y experiencias personales.
¿Cuál es la relación del líder con respecto a la responsabilidad y la autoridad? A todos los niveles del comando, el comandante es responsable por lo que hagan o dejen de hacer sus subalternos. Dentro de la cadena de mando es responsable en órdenes descendentes por sus subalternos y en orden ascendente para el logro de la misión. Tiene la autoridad para dirigir las acciones de sus subalternos hacia el logro de la misión asignada por los superiores, y para generar actividades tales como, instrucción y mantenimiento que prepararan a su unidad para el cumplimiento de sus misiones. La autoridad y responsabilidad del comandante sin embargo, difieren en grado dependiendo de su posición. Si solo se considera la proporción de recurso, es obvio que entre más alta sea la posición, mayor seria la responsabilidad y en consecuencia, habrá más autoridad para hacerle frente a esta responsabilidad. Como resultado del sistema de ascenso el aumento de responsabilidad y autoridad van de la mano, con un mayor grado de experiencia y un mayor rango.
El comandante es responsable por el logro de las numerosas metas de su organización. Para lograrlas, debe utilizar técnicas basadas en el respeto y el ejemplo, al tratar con sus subordinados y buenas técnicas de administración para organizar y proporcionar los recursos necesarios para cumplir la misión.
ADMINISTRACION
La administración se define como: "El proceso de planear, organizar, coordinar, dirigir, y controlar recursos tales como, materiales, tiempo, y dinero para cumplir la misión de la organización"
Como se puede ver de esta definición el comandante esta involucrado en todas las actividades de la organización. Cuando un comandante no puede supervisar personalmente cada actividad, delega su autoridad utilizando así a sus subalternos para que lo ayuden en el cumplimiento de la misión.
RECURSOS DE LA ADMINISTRACION
De los recursos del administrador las personas constituyen el más importante. Este recurso es la base para el empleo de otros recursos. El administrador utiliza el empleo del don de mando para controlar este recurso crítico.
DON DE MANDO
El termino "don de mando" tiene muchas definiciones. Estas definiciones tienen dos elementos comunes: El cumplimiento de una misión o tarea o la influencia de una persona, -el comandante- sobre una persona o grupo de personas. Si estas definiciones se combinan en una que directamente aplique al don de mando militar, podemos decir que: EL DON DE MANDO MILITAR ES EL PROCESO DE EJERCER INFLUENCIA SOBRE LOS SUBORDINADOS EN FORMA TAL DE CUMPLIR CON LA MISION.
El don de mando involucra la relación personal de una persona con otra; la habilidad del comandante de utilizar su personalidad para influir directamente sobre sus subalternos en el cumplimiento de la misión.
Idealmente, el proceso del don de mando recibiría la cooperación voluntaria de los subalternos a través de la preocupación no significa que el líder toma un voto para determinar el curso de acción de la unidad o que su decisión queda abierta a discusión por parte de sus subalternos. Quiere decir que, debido al juicio sólido, conocimiento y relaciones personales del comandante con sus hombres, puede dirigir las actitudes de estos por la homogeneidad de ideas, hacia el logro de las metas de la organización. Debido a la misión principal de la Armada, que es la de estar lista para el combate y vencer, el don de mando persuasivo de por sí, talvez no sea efectivo. A veces es necesario aplicar una forma más autoritaria del don de mando en combinación con la persuasión.
¿Cómo se relacionan el don de mando y la administración? En niveles inferiores, los jefes dirigen primordialmente mediante relaciones directas con sus subordinados. Son también administradores, pero casi todos los recursos físicos que utilizan se controlan desde un nivel superior dentro de la cadena de mando. Por ejemplo el jefe de una unidad menor dedica casi todos sus esfuerzos a "influir" sobre las personas y solo una pequeña parte de ellos a administrar materiales y tiempo.
A medida que usted avanza en la cadena de mando, aumenta el tamaño de su unidad pero disminuye su influencia directa sobre las acciones de la unidad. Por ejemplo es difícil para el comandante de una unidad mayor, influir personalmente sobre todos los tripulantes de su unidad. Sin embargo, puede ejercer influencia sobre su unidad para que cumpla con su misión, trabajando a través de su plana mayor y sus jefes subalternos. Utiliza el don de mando al tratar con sus mandos subordinados, influyendo personalmente sobre sus acciones. A través de sus acciones consigue que se hagan las cosas.
A medida que una persona sube de posición, es necesario que use todos los recursos para mantener eficacia de su unidad. Por ejemplo, el comandante de un batallón de Infantería de Marina es responsable de una gran cantidad de materiales de diversos tipos. No puede personalmente supervisar todos los aspectos del programa del mantenimiento para asegurarse que todas las armas están listas para operaciones de combate. Sin embargo, trabajando a través de sus oficiales y otros subalternos, se puede asegurar que a los materiales se les dé el mantenimiento debido. El comandante del batallón administra sus recursos a través de la cadena de mando y su plana mayor, que a su vez supervisan a los tripulantes que son en realidad quienes prestan el mantenimiento. El comandante del batallón se asegura que esto se haga, mediante comprobaciones personales; de manera similar ocurre con el comandante de una corbeta misilistica, aunque el numero de hombres abordo es mucho menor que el de un batallón, existen sistemas de armas muy modernos y costosos, que requieren mantenimiento controlado a través de los jefes subordinados.
En resumen un comandante debe usar "dos sombreros" debe usar tanto el de jefe como el de administrador. No tendrá éxito si no ejerce el don de mando cuando trata con sus subalternos, y si no administra debidamente los recursos de su organización. Demostrando su capacidad para emplear materiales y dineros, y a la vez ejercer influencia sobre sus subordinados para lograr la misión de la organización. Un líder no solo se debe adherir al principio del don de mando, sino que debe comprender los "cómo" y "porqué" del comportamiento de los subalternos, y del suyo propio. Este manual enfatizará los aspectos del don de mando del marino de guerra.
CARACTERÍSTICAS DEL DON DE MANDO
CARACTERISTICAS
Asumamos que se ha efectuado el estudio de las personalidades de un grupo de jóvenes exitosos y que se identificaron muchas características que posee el grupo en común. La posesión de estas características de por si, no garantiza el éxito. Sin que las características que se mencionan a continuación sean todas, son las mas deseables y son:
PORTE INTEGRIDAD
CORAJE MORAL Y FISICO JUICIO
AUTORIDAD DECISIVA JUSTICIA
CONFIABILIDAD CONOCIMIENTO
RESISTENCIA LEALTAD
ENTUSIASMO TACTO
INICIATIVA ABNEGACION
Porte
El porte de un oficial, guardiamarina o tripulante es su apariencia general, su comportamiento su proceder y su conducta. El porte y presencia de quien esta al mando, establece la norma que afecta a subalternos, compañeros y superiores. Siempre debe estar erguido y su apariencia general y las condiciones de su vestuario y equipo deben ser ejemplares. Su apariencia y manera deben reflejar interés, energía, competencia firme y continua sobre los que lo rodean. Pocas cosas pueden mantener mejor la moral de un grupo que sabe que su comandante, con pleno conocimiento de las dificultades de una situación, ni parece preocupado ni actúa como si lo estuviera. Los buenos comandantes saben que su aparente confianza en sí mismos, en sus hombres, en el equipo y en resultado de una situación se refleja en sus subordinados.
La frecuente irritación, pérdida de la paciencia y la vulgaridad en el hablar indican una falta de auto control o de auto disciplina. Un oficial, guardiamarina o tripulante que no se puede controlar a sí mismo no puede esperar poder controlar a otros. El trabajo de un ser humano que lidera a otros, frecuentemente requiere que haga correcciones verbales, si utiliza lenguaje profano u obsceno o si les habla despectivamente a los subalternos, particularmente al dar órdenes, corre el riesgo de fricción, resentimiento, discusiones aún insubordinación. Los subordinados se resienten si los superiores jerárquicos los insultan. Consideran y con justa razón, que el lenguaje sin moderación es muy frecuentemente una expresión de disgusto dirigida en su contra.
Evite la condenación verbal de todo un grupo. Es poco probable que un comandante, tenga toda una unidad que merezca una reprimenda o castigo general. El sentimiento creado en los subalternos que se ven injustamente incluidos en las acciones disciplinarias masivas hace de ésta una práctica poco recomendable.
Al igual que las palabras profanas, el sarcasmo y la ironía frecuentemente dejan a los subalternos dudosos en cuanto a qué quiere decir exactamente el oficial, guardiamarina o tripulante que se dirigió a ellos. Ni aún al tono de ° tomadura de pelo" se debe utilizar con frecuencia. Al mismo tiempo, un líder sabrá que en algunas circunstancias los momentos de humor sirven de ayuda. En períodos de agotamiento y de desaliento, el buen humor puede impartir confianza o aliviar la tensión. Frecuentemente el buen humor es bien recibido como una forma de implicar simpatía o cooperación en medio de una dificultad. Este método es muy efectivo cuando lo emplean los comandantes que proyectan o irradian gran dignidad.
La dignidad es además otro elemento esencial que no se debe menospreciar en el porte del oficial, guardiamarina o tripulante a cargo de un grupo humano. Implica ser honorable y requiere el control de las acciones y emociones. Un oficial, guardiamarina o tripulante que exhibe su manera vulgar al hablar, se caracteriza por abuso en la bebida, etc., rápidamente pierde el respeto de sus hombres para desarrollar un porte inadecuado. El líder debe concentrarse en lograr y mantener las normas más altas en cuanto a apariencia y conducta.
CORAJE
El coraje es una cualidad mental que reconoce el temor al peligro o a la crítica, pero que le permite a una persona proceder con calma y firmeza al enfrentarse al peligro.
Es una cualidad de la mente que le da una persona el control sobre el temor, permitiéndole aceptar responsabilidad y actuar debidamente e en una situación de amenaza. El coraje existe en un sentido moral al igual que físico. El coraje moral significa saber lo que es correcto y defenderlo, aún ante el repudio popular. Un líder que tenga coraje moral admitirá sus errores pero hará cumplir sus decisiones cuando está seguro de que está en lo correcto. Para ayudar a lograr y demostrar el valor, el líder debe estudiar y comprender sus reacciones al miedo y controlar su miedo desarrollando auto-disciplina y calma. Su proceso de pensamiento debe de ser ordenado, debe defender lo que es correcto, aún ante el desacuerdo popular, y debe aceptar la culpa cuando la tenga.
AUTORIDAD DECISIVA
El líder debe tomar decisiones rápidamente y expresarlas en una forma clara y enérgica. Muchas situaciones tienen más de una solución. El líder sensato obtiene todos los hechos, los pondera unos a otros y luego calmada y rápidamente toma una decisión apropiada. La autoridad decisiva es mayormente asunto de práctica y experiencia. El líder debe además tener en mente que muchas ideas buenas se originan en los niveles subalternos. Debe además solicitar las opiniones de sus subalternos cuando sea apropiado. Un enfoque positivo, el juicio adecuado del tiempo, la objetividad, el análisis oportuno y las evaluaciones sólidas, de las opiniones de otros contribuyen al desarrollo de la autoridad decisiva en el líder.
CONFIABILIDAD
La confiabilidad (la seguridad de la debida ejecución) es una cualidad que el líder debe desarrollar. Se puede depender de un jefe confiable para efectuar cualquier actividad con un esfuerzo voluntario. Este apoyo dispuesto y voluntario de las políticas mandantes escucharán las sugerencias de sus subalternos, pero una vez que el comandante toma la decisión final, el subalterno le debe dar su completo y enérgico apoyo.
El líder con un alto sentido del deber continuamente dedicará sus mejores esfuerzos al logro de las más altas normas de ejecución. Además subordinará los intereses personales a los requerimientos militares.
RESISTENCIA
La resistencia, el vigor mental y físico medido para resistir el dolor, la fatiga la tensión y las penalidades, es semejante al coraje. Es una cualidad importante del don de mando que los jefes deben tener si han de merecer el debido respeto de sus subalternos. Los subalternos pueden considerar la falta de resistencia en una situación de combate como cobardía. De igual forma, la falta de resistencia del comandante, puede convertirlo en una carga en vez del elemento del éxito que debe ser. El comandante fija las normas para una unidad en forma más efectiva por medio del ejemplo. El jefe debe demostrar un nivel de resistencia aceptable, sino superior. Puede desarrollar su resistencia y vigor mediante la demostración regular en actividades físicas y mentales rigurosas. Las pruebas frecuentes administradas por sí mismo pueden darle al líder una medida de su nivel de resistencia. La auto disciplina y la fortaleza son esenciales para desarrollar y mantener la resistencia.
ENTUSIASMO
El entusiasmo es la demostración de interés y celo sincero en la ejecución de los deberes. Esto requiere que el líder sea optimista y jovial. En consecuencia, el líder debe aceptar gustosamente los retos de su profesión y decidirse a hacer el mejor trabajo posible. Esta actitud cuando se desarrolla, ayuda a crear una buena unidad. En adiestramiento o combate, las unidades entusiastas son de mucha utilidad para lograr la misión. Un paso muy importante para producir entusiasmo en los subalternos dados es explicarles el "por qué" de las acciones del líder. Si los subalternos creen y comprenden una misión, generalmente hacen lo mejor posible para lograrla. El entusiasmo es contagioso y nada lo desarrollará más que el éxito de una unidad o de un individuo.
INICIATIVA
A menudo se requiere que los comandantes empleen su iniciativa, o que tomen una acción a falta de órdenes pertinentes. Los subordinados sienten respeto y confianza por un comandante que se enfrenta a nuevas e inesperadas situaciones con una pronta acción. Una forma de alentar la iniciativa en los subalternos es asignarles tareas que estén de acuerdo con su grado y nivel de experiencia. Esto les permite determinar los detalles del caso y realizar las tareas. Este método libera al comandante de una serie de detalles, de modo que pueda dedicarle más tiempo a vigilar las actividades por las cuales es responsable. Estrechamente asociada con la iniciativa está la integridad, es decir, la habilidad para manejar una situación cuando no hay recursos o métodos normales. En condiciones de combate, generalmente hay que enfrentarse a lo inesperado. En situaciones, es inexcusable no actuar. Cuando los recursos normales no apoyan una situación, se debe buscar otro método para resolver el problema.
La habilidad para anticiparse a las misiones futuras de la unidad es también importante. Un comandante que le dedica demasiado tiempo a reaccionar ante las situaciones o a "apagar los fuegos y planear por adelantado" frecuentemente encuentra que no puede dirigir eficientemente su unidad.
La cautela y la solidez de los principios morales, la veracidad y la honestidad describen la integridad. En el mundo militar, las vidas de miles de hombres se colocan en las manos de unos pocos (pero recordemos siempre que la guerra es una decisión política al mas alto nivel, los militares solo somos los ejecutantes de ella). Estos líderes deben tener una integridad absoluta. La honestidad, el sentido del deber y los principios morales se deben colocar sobre todo lo demás. Los informes del comandante de unidad pequeña para los comandos superiores deben contener hechos reales debido a que un informe aparentemente sin importancia podría tener un gran efecto. Los cálculos y planes apropiados a niveles superiores resultan imposibles sin información exacta suministrada a través de la cadena de mando. Un comandante que no es confiable o que tiene una integridad dudosa no tiene ningún lugar en la vida militar.
JUICIO
El juicio es la habilidad para ponderar hechos lógicamente y las posibles soluciones sobre las cuales basar decisiones sensatas. Anticiparse a las situaciones, evitar decisiones apresuradas y aplicar el sentido común asegurarán el éxito en la mayoría de las situaciones que confronta un comandante de cualquier unidad.
El conocimiento técnico juega un importante papel en muchas situaciones de juicio. La falta de conocimiento técnico en una situación determinada puede convertir en un desastre lo que ordinariamente sería una decisión atinada.
El comandante que parece tomar decisiones sensatas es el que tiene el conocimiento personal o la acertada predisposición para consultar a expertos sobre las materias de las cuales no tiene conocimiento. Frecuentemente una señal de buen juicio es saber cuándo hacer una pregunta. Muchos sin experiencia caen víctimas del antiguo dicho "Si hace una pregunta tonta, recibirá una respuesta tonta". Sería más correcto adherirse al dicho "La única pregunta tonta es la pregunta que no se hace".
JUSTICIA
El verdadero líder otorga premios y castigos según sea el caso. Es necesario ser imparcial en todas las situaciones que requieran un juicio. No se puede aceptar prejuicios de ninguna clase. Cada decisión que toma un líder o persona a cargo, es una prueba de justicia observada por subalternos y superiores por igual. Un error por descuido puede destruir una reputación de ser justo que haya tomado meses o talvez años establecer. Cuando se vea confrontado con una situación que requiera justicia, usted debe ser: justo, consciente y rápido. En casos que incluyan disciplina, se le debe dar consideración individual a cada caso. Aún cuando los casos pueden ser parecidos, no hay dos que sean exactamente iguales. Las personas, situaciones y circunstancias son peculiares en cada caso. En algunas situaciones, el castigo masivo puede parecer la solución más sencilla. No lo haga. Aún el caso en que cada miembro del grupo tenga culpa, el asunto se debe manejar individualmente en todo momento.
La justicia tiene además un efecto positivo en forma de premios y condecoraciones. El comandante o jefe efectivo no deja de reconocer a los subalternos merecedores de condecoraciones o premio. El comandante o jefe que sólo utiliza el castigo destruirá la moral de su unidad. Además, el jefe que tiene "favoritos" es tan destructivo para la moral de la unidad como el que solamente castiga.
CONOCIMIENTO
El comandante de una unidad debe desarrollar un programa de aprendizaje para estar al corriente de los mas recientes adelantos en su especialidad naval militar, en las políticas de comando y en lo que acontece en las comunidades locales y mundiales. Las leyes, los manuales, las ordenes, directivas de la Institución, revistas, periódicos y seminarios son ayudas valiosas hacia esta meta. La discusión seria, la investigación y la experiencia también constituyen a ampliar el conocimiento del comandante.
LEALTAD
La lealtad es la fidelidad al país, a la institución, a los superiores, a los subordinados y a los compañeros. La confianza y el respeto que se puede obtener de los superiores y subalternos es insuperable. En forma contraria, el daño que resulta de una falta de lealtad es inconmensurable. La reputación de un líder se disemina a todo lo largo y ancho cuando estaba basada en sus acciones para proteger a sus subalternos del abuso y sin embargo, ese mismo hombre puede perder ese respeto si discute un problema personal de un subalterno sobre el cual ha tenido conocimiento durante una sesión de consejería. La lealtad a un comandante se considera erróneamente con frecuencia como algo "incondicional". Estar totalmente de acuerdo con todas las órdenes es algo que raras veces sucede durante una carrera militar. El verdadero líder no permite que su opinión personal interfiera con su misión, ni da la impresión de estar en desacuerdo con las órdenes cuando se las imparte a sus hombres. Considera las órdenes como el método de sus superiores para manejar la situación y las apoya de todo corazón. Como comandante es importante pues, que cada acción suya refleje lealtad hacia sus subalternos, la unidad sus superiores, etc. Nunca olvide aquel profundo y hermoso pensamiento de Hubbart acerca de la lealtad
"Si usted trabaja para alguien, por Dios trabaje para el, hable bien de el y sea fiel a la institución que el representa. Recuerde que una onza de lealtad vale por una libra de talento. Si usted tiene que murmurar, condenar o encontrar faltas constantemente, entonces es mejor que renuncie a su puesto y cuando este fuera de el, de rienda suelta a la maldad de su corazón. Pero mientras sea parte de la institución, no la censure, pues si lo hace l primera ráfaga de viento que pase, se lo llevara y usted probablemente sabrá por que"
TACTO
Tener tacto es la habilidad para tratar con otros en forma respetuosa. El marino que tiene tacto al tratar con superiores y subalternos alienta al tratamiento cortés en reciprocidad. Generalmente esta práctica no es difícil. En condiciones de tensión, o al criticar a un subalterno, el uso del tacto se convierte más en desafío. Exigir cortesía en lo militar no implica debilidad. Desdichadamente, algunas personas, consideran equivocadamente que la cortesía hacia un superior es "servilismo" así como equivocadamente se piensa que no se puede ser cortés con los subalternos, por ejemplo: Cuando un subalterno retorna a reportar el cumplimiento de una orden recibida y el Jefe o Comandante, le dice gracias…..puede retirase. Esta contestación cortes por parte del superior jerárquico lo ubica como un caballero de costumbres. Generalmente, un enfoque calmado, cortés y firme recibirá el grado esperado de cooperación sin crear resentimientos. Las órdenes abruptas y enérgicas pueden ser deseables en las emergencias, debido al tiempo que se ahorra y la urgencia de la situación. Hay otras situaciones que requieren tono y acción enérgicos, pero aún así no hay razón para la descortesía.
ABNEGACION
El comandante abnegado es aquel que evita ver y preocuparse por su propia comodidad y mejoramiento personal a expensas de los demás. La comodidad, placer, y recreación de los subalternos se deben colocar antes que los de los jefes. Es difícil respetar a un jefe que busca su propia comodidad sobre la de sus subordinados o un jefe que es mezquino con el crédito por el logro hecho posible por los subalternos. El verdadero líder se coloca a sí mismo de último en cuanto a prioridades y comparte los peligros y dificultades con sus subordinados.
Estas características significan poco o menos que se apliquen en una forma efectiva. Los principios del don de mando pueden ayudar en esta aplicación.
Los principios han resistido la prueba del tiempo y han guiado la conducta y la acción de los buenos comandantes en el pasado. A través de la historia, estos principios en grados variantes, han tenido su influencia sobres las acciones de cada jefe exitoso. El hecho de que todos los jefes no hayan hecho pleno uso de estos principios no los hace menos valiosos. Aún cuando su aplicación puede variar con la situación, un jefe que los pasa por alto se arriesga al fracaso. Estas alineaciones son los principios del don de mando:
Principios del don de mando
1. Conózcase a si mismo y busque el auto mejoramiento
2. Sea eficiente tanto técnica como tácticamente.
3. Busque y asuma la responsabilidad por sus acciones.
4. Tome decisiones atinadas y oportunas
5. De el ejemplo
6. Conozca a sus hombres y preocúpese por su bienestar
7. Mantenga informados a sus hombres.
8. Desarrolle el sentido de responsabilidad en sus subalternos
9. Asegúrese que se comprenda, se supervise, y se ejecute la tarea
10. Adiestre a sus hombres a trabajar en equipo
11. Emplee su unidad de acuerdo con sus capacidades
Los principios de don de mando sirven de guía a todos los seres humanos que tienen el privilegio de comandar a otros. Estas guías no son nuevas, se basan en un enfoque de sentido común para el logro de la misión. Si el comandante comprende los principios y reconoce la necesidad de un conocimiento práctico del comportamiento humano para aplicar estos principios, tendrá las herramientas básicas para ser un líder.
Aunque los principios son sólidos aún, su uso requiere que cada uno de nosotros los vuelva a examinar de modo que pueda aplicarlos mejor, para su crecimiento personal como líder y para beneficio institucional.
CONÓZCASE A SI MISMO Y BUSQUE EL AUTO MEJORAMIENTO
La auto evaluación honesta para determinar sus propias fuerzas y debilidades es de importancia vital para cada miembro de la Armada. A través de este proceso puede determinar sus capacidades y limitaciones. Además, el conocimiento de su persona, combinado con el del comportamiento individual y de grupo, le permitirá evaluar cómo afectan sus acciones y comportamiento a sus subordinados. Este proceso también proporciona a cada uno el conocimiento necesario para desarrollar aún más sus puntos fuertes y fortalecer sus debilidades.
Algunas de las técnicas para aplicar este principio son:
a.- Analizar objetivamente para determinar sus cualidades personales, así como sus fortalezas y debilidades.
b.- Solicitar, de ser apropiado, las opiniones honestas de sus contemporáneos o superiores sobre cómo puede mejorar el ejercicio del liderazgo.
c.- Sacar provecho del estudio de situaciones, de éxito o fracaso de otros hombres al mando de grupos humanos, en el pasado y en la actualidad.
d.- Desarrollar un interés genuino en las personas; para adquirir el "toque humano"
e.- Escribir y hablar correctamente
f.- Practicar las relaciones amistosas con los miembros de otras unidades, fuerza y con los civiles.
g.- Desarrollar una filosofía de la vida el trabajo, basada en hacer por los demás, lo que desearía que ellos hagan por usted.
SEA EFICIENTE TANTO TÉCNICA COMO TÁCTICAMENTE
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