Las condiciones económicas del Departamento de Nariño-Colombia frente al Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos de América (página 2)
Enviado por Diego Mauricio D�az Vel�squez
Aunque es bueno que incurramos en competencia y capturar mercados en donde nuestros productos son fuertes, es menester del gobierno, de los grupos dirigentes y las elites empresariales, contribuir para que aquellos beneficios obtenidos por la libertad comercial se logren redistribuir para cambiar la vida de la población.
Cabe entonces, hacer un análisis sobre lo bueno y lo malo del TLC para Nariño, y con base a ello, decidir que es lo más recomendable hacer como región y cual deben ser el posible compromiso de la nación con el departamento.
En un estudio realizado por el CEDRE sobre el Producto Interno Bruto, del Departamento de Nariño para el periodo 999-2001, indica que el sector con mayor crecimiento durante el periodo analizado fue el de Servicios Sociales Comunales y Personales, que paso a representar para finales de los noventa un 31%, aunque en el promedio no desplazo al sector Agropecuario, Silvicultura, Caza y Pesca siendo el mayor generador de valor agregado en el Departamento, con una participación en el periodo analizado del 32.2% del PIB regional.
Claramente se puede observar como la estructura productiva del Departamento se ha transformado a las distintas necesidades del mercado del siglo XXI, en nuestra actualidad la terciarización de la economía es lo que genera mayor valor agregado en los países y sobretodo en los desarrollados, la producción manufacturera de gran escala ha pasado ya a un segundo plano, este fenómeno denominado por Alvin Toffler como la "Tercer Ola" de la economía capitalista, nos muestra como las sociedades se encuentran en una etapa donde los servicios de turismo, transporte, telecomunicaciones, financieros, asesorías empresariales, y producción tecnológica sean los sectores lideres para el desarrollo del sistema. A pesar de todo, Nariño sigue siendo un departamento netamente agrícola, donde todo el valor agregado se genera en las distintas, veredas y municipios con que cuenta la región.
Haciendo una investigación sobre el sector externo del Departamento, su balanza comercial fue positiva hasta el año de 1995, después de este año, se torno negativa hasta alcanzar los US$ 120.547.146 Millones para el año 2005, siendo la cifra déficit más alta jamás presenciada. Observamos que el primer comprador de Nariño son los Estados Unidos, seguido por España, Japón, Perú, Ecuador y México, se considera al Departamento como un neto exportador en Grasas, Pescado, Piedras Preciosas, Mariscos y confecciones de cuero. Teniendo un crecimiento de las exportaciones de manera anual durante el periodo 1991-2003 de 0.7%, y excluyendo petróleo y café para hacer un análisis exhaustivo del sector sin incluir los productos tradicionales se obtienen un crecimiento anual de 8.8%, donde observamos el muy buen comportamiento que ha visto la Palma africana, que para el año 2003, se convirtió en el primer renglón de exportaciones del Departamento, en productos no tradicionales.
El índice importador de Nariño muestra una faceta creciente y con una proporción mucho mayor con respecto a las exportaciones, entre el periodo 1993-2003 las importaciones del departamento crecieron en un promedio de 35.8% anual, donde las importaciones más importantes correspondieron a alimentos y materias primas para el sector agroindustrial. Las transacciones se realizan en primera instancia con el Ecuador, que para el año 2003 representan del 92%. Un dato curioso es la importación de trigo que realiza el departamento, el cual se encuentra en el quinto lugar dentro de la tabla de los principales 20 productos importados por Nariño,
Recordando que no mucho tiempo atrás, la región, fue el prominente emporio productor de trigo y cebada, el cual se caracterizaba por ser el principal proveedor al resto de Departamentos en el país y a la empresa cervecera Bavaria.
Eso fue años antes de la reforma económica optada por el gobierno de Cesar Gaviria Trujillo, después de adoptarse las medidas liberales del mercado hacia la competencia exterior. La producción de trigo y cebada se acabo por completo, debido aparentemente a la competencia arrolladora que tuvo la producción Estadounidense y Canadiense sobre el sector, aunque observando detenidamente, las importaciones de estos productos no se hacen en su mayoría con los países del norte sino del Ecuador. Entonces, ¿será erróneo afirmar que aquellos productos fueron abolidos en la producción departamental debido a la aplastante competencia realizada por los países del norte?, ¿O tuvo mucho que ver la competencia que realizó nuestro país vecino para que la producción de aquellos productos desaparezca?
Ante este tipo de casos de tal magnitud, el Gobierno nacional establece que todos los productos agrícolas procedentes del exterior que hayan sido objeto de ayudas internas a la producción o subsidios a la exportación o políticas monetarias o económicas, con impacto de distorsión en los precios, generan competencia desleal a la producción nacional al ingresar al país. Por estas razones, Colombia deberá establecer un tratamiento especial según el caso, incluyendo políticas arancelarias para aquellos productos en los cuales las distorsiones externas perjudiquen a los productores nacionales en detrimento de su ingreso y del empleo nacional.
Adicionalmente, el programa Agro Ingreso Seguro (AIS) permitirá que el sector agropecuario y campesino cuente con recursos reales dentro del presupuesto anual del Gobierno. El programa busca que nuestros campesinos enfrenten la competencia subsidiada del resto del mundo en mejores condiciones, permitirá fortalecer su capacidad competitiva, fomentar la capitalización rural, mejorar las inversiones en ciencia y tecnología del sector agropecuario y generar las condiciones para aprovechar los nuevos mercados que se abren con el TLC.
Con respecto al comercio que sustenta el Departamento de Nariño con los Estados Unidos, sus exportaciones han caído en los últimos 6 años; para el 2003, estas reportaron US$ 3.7 millones, en donde los estudios de ventaja comparativa indican que los crustáceos, los cuales se componen de concha calcificada, antenas, y un número considerable de patas como son los cangrejos o langostas, el pescado fresco y el filete de pescado tienen ventaja comparativa absoluta.
Cabe resaltar la importancia tan grande que tiene el pacífico Nariñense para conseguir el desarrollo de nuestra región, Tumaco y los demás municipios aledaños son ricos con una gran biodiversidad, son capaces de producir Palma africana tan indispensable para realizar aceites que conserven la vida de la gente en la diaria alimentación, y obtienen de frutos marinos los cuales son tan exclusivos, gustosos y nutritivos y que tienen tan buena aceptación por parte de los países desarrollados y por Estados Unidos en particular.
Lamentablemente nuestro pacífico Nariñense, vive sumido en una corrupción sin precedentes por parte de los gobernantes de las distintas localidades, los cuales no buscan el bienestar de su población hacia el futuro, sino tienen la visión de hacerse ricos de manera inmediata usurpando los recursos públicos con los cuales pueden incentivar la producción el desarrollo del municipio a través de la conformación de una infraestructura vial adecuada, brindar servicios públicos de calidad y una educación decente para los habitantes.
Él pacífico de Nariño padece diariamente un problema de orden público incontrolable que se hizo presente en los últimos años por la gran migración de mafias narcotraficantes hacia la región por sus cualidades productivas vírgenes y de buen desempeño, adicionalmente la mafia consiguió la llamar la atención de grupos alzados en armas para dar mayor funcionamiento, control y protección del negocio ilícito, mientras que las fuerzas públicas también han sido actores directos, enfrentando con el uso de la fuerza todo tipo de acción realizada por los mafiosos y los grupos terroristas o por los sobornos en los que ellos se encuentran implicados.
Similar cuidado cabe hacer en el frente de la adecuación de tierras, es decir inversiones públicas, mixtas y privadas en irrigación, control de inundaciones y drenajes. De las ciento catorce millones de hectáreas que ocupa su territorio continental, Colombia posee un área técnicamente apta para irrigación con propósitos agrícolas de no más de ocho millones, de la cual apenas una décima parte se encuentra efectivamente aprovechada. Y no es posible pensar en la reconversión de la agricultura, ni en la ampliación y acondicionamiento competitivo de su capacidad de absorción parcial de las familias desplazadas por la violencia y la erradicación de los cultivos de uso ilícito, además de los desmovilizados que provengan de los procesos de paz y de quienes eventualmente se vean forzados a abandonar modalidades tradicionales de la producción primaria como resultado del TLC, sin el uso del recurso hídrico al servicio de su modernización y competitividad.
Aunque comparando dentro de la nación en el ámbito de productividad empresarial para el año 2003, Nariño, se ubica en el 14vo lugar, siendo un indicador muy bueno entre los 1000 municipios existentes, y estando un lugar por debajo del ranking de las 13 ciudades más importantes del país. La dinámica de productividad laboral, eficiencia de los factores utilizados y de los procesos empresariales se han mantenido en constante crecimiento, dado el caso por la creatividad empresarial que se gesta en la región ante las calamidades o oportunidades que brinda el mercado.
Del lado infraestructural Nariño ocupa el puesto 15 a nivel nacional, en donde se evaluaron, cubrimiento en vías pavimentadas, inversión en tecnologías de información para su construcción y el grado de intervención del sector privado en las mismas.
Para el mejoramiento de la capacidad productiva de la región, ante las economías en donde ahora son más abiertas, que exigen altos niveles de calidad, eficiencia y inteligencia en la operatividad de los mercados, el gobierno nacional ha brindado oportunidades de ayuda para mejorar las condiciones de las empresas que configuran el sector productivo de las regiones del país, este ha tratado de brindar créditos blandos al sector productivo, y ha diseñado el programa de Colombia Compite para mejorar la productividad y competitividad de las diferentes cadenas productivas, en donde empresarios de la región se encuentran actualmente subscritos a convenios de competitividad en las áreas de, Piscicultura, Café, Lácteos y sus derivados, Papá entre otros, y se han firmado acuerdos personalizados para afianzar la cadena del cuero y su manufactura en los municipios de Pasto y Belén.
También se pretende fomentar las empresas pequeñas y familiares, incentivar la asociatividad, compartiendo mercados y beneficios, ayudando a impulsar avances en recomposición estructural tecnológica y incentivar la subcontratación ante actividades que se dedican a atender pero las cuales no tiene tienen experiencia en su manejo y desperdicia todo tipo de recursos para su atención.
Nariño debe mejorar en el lado de su internacionalización, en donde todavía sigue adjudicando un carácter conservador ante la recepción de culturas diferentes, los niveles de búsqueda y exploración de mercados son los más bajos existentes hasta el momento, las políticas de comercio exterior no son impulsadas por ningún ente público o privado y no existe la visión para diversificar mercados. En la parte financiera, a pesar de que existe una mayor accesibilidad a los recursos bancarios por parte de las empresas Nariñenses y una gran respuesta ante sus compromisos por su alto grado de liquidez, no se garantizan facilidades para realizar transacciones o transferencias inmediatas, se carece de cajeros automáticos o tecnologías que coloquen en la puerta del hogar la interacción con el sistema financiero.
Del lado educativo y desarrollo de ciencia y tecnología la región cuenta con gente talentosa y preparada, Nariño es uno de los Departamentos con gran cantidad de profesionales altamente calificados a nivel de doctorado ocupando el 6to lugar en competitividad a nivel nacional, no obstante, hace falta producción y compromiso por parte de la academia, la cobertura universitaria en la región es escasa, donde la única institución pública con que cuenta la región es la Universidad de Nariño, la que se destaca por la gran competencia para acceder a cualquiera de los programas que la integran.
Con respecto al sector público, quedan por hacer grandes tareas aunque a nivel Departamental, la Gobernación de Nariño ha quedado completamente saneada, ello debido a la implementación por parte del ente público en el año 2000 de la ley de intervención económica, mejor conocida como Ley 550 de 1999 y la Ley 617 de 2000, esto implico inmediatamente que los ingresos de la Gobernación aumentaran drástica, para el año 2000 la entrada de recursos financieros fue de 27.064 mil millones de pesos, mientras que para el año 2002 se registro un ingreso de 62.780 mil millones de pesos en pesos corrientes.
De acuerdo a la intervención económica y con las estipulaciones establecidas en el convenio de reestructuración financiera, el Departamento de Nariño se comprometió con el pago de la deuda acumulada de 134.894.217 mil millones de pesos, en un lapso de tiempo de 14 años, o para expresarlo en otros términos, la deuda se pagará hasta el 2014, aunque de manera inmediata se pago cumplidamente a trabajadores y jubilados a los cuales se le debía 8 y 14 meses de sueldo respectivamente, además se cumplió con otro tipo de obligaciones laborales como cesantías, vacaciones, auxilios funerarios etc.
Con respecto al medio ambiente, Nariño se ubica nuevamente en los últimos lugares en competitividad nacional, por la falta de conciencia de la población hacia los recursos existentes, el sector privado no ha hecho ningún tipo de inversión y el público ninguna regulación a cualquier clase de actividades que atentan con la naturaleza.
Es común encontrar veredas, cabildos y municipios que conviven de manera directa con los residuos emanados por las empresas agroindustriales, o por los mismos desechos fisiológicos de la población a causa de una mala infraestructura que no garantiza la recolección y destrucción de los mismos.
Es justo reconocer que el comercio y las inversiones pueden ser fundamentales para lograr un desarrollo sostenible, reducir la pobreza y satisfacer los derechos básicos de los ciudadanos. Sin embargo, tal como están orientados actualmente no conducen a ninguna de esas metas. Esta contradicción es producto de las reglas injustas que rigen el comercio y la inversión internacional, pues los países ricos y sus grandes empresas definen sus propios términos de integración con la economía global, en detrimento de los más pobres.
Por último, el nivel de desempleo de mano de obra de la región es uno de los más altos a escala nacional, alcanzado el valor del 16 % y de subempleo de 30.7% para el 2004.
Aunque al parecer Nariño obtendrá mayores desventajas que ventajas si la nación firma el TLC, es bueno aclarar que las importaciones realizadas por el departamento desde Estados Unidos, solo han representado en los últimos años apenas el 1.5% del total, mientras que con el vecino país del Ecuador las negociaciones llegan hasta el 92% en el año 2003, lo que implica de manera directa, que los grandes competidores no son los americanos. La posibilidad de un TLC hará viable a los empresarios de la región poder capacitar su planta productiva con recursos tecnológicos más sofisticados que garanticen una mayor producción en las ramas en las cuales se encuentran especializados, hará que todos los paquetes de tecnologías de información lleguen a nuestra región a precios razonables que motiven a los microempresarios a afianzar y adentrarse en los procesos de calidad en los negocios.
Por el lado de la educación, hará posible que el material académico llegue con un precio más razonable, claro esta que ello depende si las casas comercializadoras colombianas están dispuestas a hacer sentir el cambio de precios debido a su costumbre de obtener grandes beneficios por la comercialización de este material.
Al traerse tecnologías de información como son los nuevos paquetes de software o herramientas físicas de alto grado de tecnología, hace posible una interacción de la universidad con estas invenciones para generar interés en buscar todo tipo de funcionalidad y programabilidad de aquellos elementos.
Pero es también bueno realizar una campaña en procura de un comercio con justicia, que contribuya a cambiar el marco negativo de las reglas internacionales, especialmente aquellas en discusión en el seno de la OMC, como es el caso de las que rigen las inversiones, la propiedad intelectual y los subsidios a la producción agrícola. Además se deben dar cambios que permitan que se tome en cuenta las necesidades de soberanía alimentaría y la producción de los pequeños productores; poner fin al dumping, conseguir equidad de poder en el mercado, para que los países puedan disponer medidas de apoyo a los pequeños productores, regular el comportamiento monopólico de las corporaciones agrícolas transnacionales; regular la inversión extranjera y ponerla en función de los intereses de desarrollo nacional; medidas que contribuyan a asegurar el desarrollo de la capacidad productiva local.
Diego Mauricio Diaz Velásquez
ESTUDIANTE UNIVERSIDAD DE NARIÑO
8VO SEMESTRE DE ECONOMÍA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y ADMINISTRATIVAS
PASTO – NARIÑO – COLOMBIA – SUR AMERICA
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |