- Conceptualización y enfoques en el estudio del Estrés Social
- Componentes y fases del Estrés
- Estrés Laboral. Generalidades
- Tipos de Estrés en el centro laboral
- Causas del Estrés Laboral
- Síntomas, efectos y consecuencias del estrés laboral
- Control y prevención del estrés laboral
- Normas básicas para prevenir el estrés
- Estrés laboral analizado desde la perspectiva del Recambio
- Bibliográficas
Conceptualización y enfoques en el estudio del Estrés Social
En el mundo de hoy, los seres humanos impulsados por ese natural instinto gregario que a través de la historia los ha hecho construir grandes civilizaciones y la sociedad actual, se han convertido en opresores de sí mismos y opresores de los demás como un todo, exigiéndose cada vez más y más todos los días de sus vidas hasta el punto de acelerar desmedidamente sus ritmos de vida y dejándose consumir por grandes demandas físicas, mentales y emocionales que el medio que los rodea les imponen día a día. Pareciera que en la actualidad está de moda dejarse llevar por este mundo cada vez más globalizado y sumergido en el consumismo que ahora automáticamente realizan las personas sin darse cuenta que esta acelerada rutina diaria trae consigo un alto precio.
El ser humano, por naturaleza, ante un estímulo exterior responde con una reacción, y ante las exigencias que el medio hace diariamente sobre el ser humano, la respuesta obtenida es un conjunto de fuertes emociones negativas producidas en nuestro cerebro que afectan nuestra vida diaria, nuestro cuerpo y todas las tareas que realizamos haciendo que nuestro desempeño no sea el esperado y viviendo a diario un estado de tensión del que no podemos salir. Todos estos problemas producidos debido a las exigencias que enfrentamos diariamente se engloban en un solo término que conoceremos como "estrés".
El término estrés tiene varios significados según el ámbito; por ejemplo en la física y en la arquitectura se refiere a la fuerza aplicada sobre un objeto que puede deformarlo o romperlo (Cano, 2002). Melgaos (1999 citado en Campos, 2006) señala que estrés es un término adaptado al castellano que proviene de la voz inglesa "stress", palabra aparecida inicialmente como "distress" proveniente del antiguo término francés "desstrese". Cano (2002) señala que en la psicología, estrés usualmente se refiere a ciertos acontecimientos que ocurren cuando nos encontramos en situaciones que implican fuertes demandas para el individuo, las cuales pueden agotar todos los recursos de afrontamiento.
El término estrés ha causado controversia desde que fue introducido por el fisiólogo canadiense Hans Selye al campo de la psicología, quien lo definió como una respuesta generalizada del organismo ante cualquier estímulo o agente estresor, y a cualquier situación estresante (Campos, 2006). Ahora, desde el punto de vista de la psicología, el estrés ha sido entendido desde los tres enfoques siguientes: (Cano, 2002)
Como estímulo: El estrés es capaz de provocar una reacción o respuesta por parte del organismo.
Como reacción o respuesta: El estrés se puede evidenciar en cambios conductuales, cambios fisiológicos y otras reacciones emocionales en el individuo.
Como interacción: El estrés interactúa entre las características propias de cada estímulo exterior y los recursos disponibles del individuo para dar respuesta al estímulo.
Entonces, el estrés puede definirse como un proceso o secuencia de etapas, el cual comienza cuando el individuo recibe un conjunto de exigencias impuestas por el medio, y a las cuales el individuo debe adaptarse para dar una respuesta adecuada y rápida usando todos los recursos disponibles a su disposición, provocando que el individuo realice un esfuerzo agotador para lograr tal respuesta.
Esto es justamente lo que ocurre actualmente, no hay nadie que sea ajeno a este trastorno ya que diariamente estamos sometidos a situaciones tensionan tés que nos afectan en todos los aspectos de nuestra vida, siendo el estrés aumentado por el determinismo ambiental orientado a aumentar los problemas en lugar de solucionarlos. Entonces al actuar así lo que se consigue es estresarse aún más en lugar de solucionar los problemas.
El estrés se presenta de distinta manera según el tipo de individuo, pero en forma general es posible reconocer dos tipos de estrés: Eustrés (estrés positivo) y Distrés (estrés negativo) (Santos).
Santos, al respecto señala que:
El EUTRES es el estrés positivo, el cual es una respuesta a una situación adecuada; se considera la sal de la vida, ya que constituye con frecuencia una alternativa frente al aburrimiento e indiferencia, proporciona motivación y energía para enfrentar los obstáculos que podrían dañar la felicidad y autoestima. Y el DISTRES es el estrés negativo, en el que la reacción de excitación es mantenida cuando no es necesaria, ya que existe la amenaza real.
Cuando las personas reaccionan de una manera afirmativa y positiva frente a las exigencias, resolviéndolas objetivamente hablamos de eustrés. Pero, caso contrario, cuando la reacción es negativa debido a demandas excesivas y falta de recursos para solucionarlas estamos frente al distrés o estrés negativo, el responsable de que generemos emociones negativas.
Componentes y fases del Estrés
Según Melgosa (1999 citado en Campos, 2006) el estrés tiene dos componentes básicos:
Los agentes estresantes o estresores.
La respuesta al estrés.
Los llamados agentes estresores son todas las situaciones que ocurren a nuestro alrededor y que nos producen estrés, siendo estas situaciones provocadas por personas, grupos o conjuntos de grupos.
Al respecto, Santos (2004) llama estresores a todos los factores que originan estrés y es enfático en que el nivel de activación del individuo se estima como el nivel inicial de una condición de estrés.
Según Peiró (1992), los estresores se pueden identificar en las siguientes categorías:
Estresores del ambiente físico: Ruido, vibración, iluminación, etc.
Demandas estresantes del trabajo: Turnos, sobrecarga, exposición a riesgos.
Contenidos del trabajo: Oportunidad de control, uso, habilidades, variedad de tareas, feedback, identidad de tarea, complejidad del trabajo.
Estrés por desempeño de roles: Conflicto, ambigüedad y sobrecarga.
Relaciones interpersonales y grupales: Superiores, compañeros, subordinados, clientes.
Desarrollo de carrera: Inseguridad en el trabajo, transiciones, estresores en diferentes estadios.
Nuevas tecnologías: Aspectos ergonómicos, demandas, adaptación a cambios, implantación.
Estructura organizacional.
Clima organizacional.
Estrés por la relación trabajo y otros ámbitos de la vida (familia, etc.): Parejas en las que los dos trabajan.
La respuesta al estrés puede entenderse como la reacción que presenta el individuo frente a los agentes estresores causantes de tal estrés. Esta respuesta presentada por el individuo frente a una situación estresante puede ser de dos tipos: (Campos, 2006)
Respuesta en armonía, adecuada con la demanda que se presenta.
Respuestas negativa, insuficiente o exagerada en relación con la demanda planteada, lo cual genera desadaptación.
En este punto se pueden notar significativas diferencias individuales, ya que mientras para unas personas unas experiencias resultan agotadoras, difíciles o con un fortísimo efecto negativo sobre el organismo, para otras personas estas vivencias resultan solo ligeramente alteradoras y no ocasionan daños en el sistema nervioso y en ninguna parte del organismo.
Como se definió anteriormente, el estrés es un proceso, y como tal implica una secuencia de etapas o fases para que se desarrolle totalmente y llegue a su máxima expresión implicando muchas consecuencias negativas. Cabe mencionar que el estrés puede detenerse en cualquiera de estas etapas, lo que implica que el estrés puede aliviarse o empeorarse hasta alcanzar su pleno desarrollo.
Según Melgosa (1999 citado en Campos, 2006) las fases por las que pasa estrés son las siguientes:
Fase de Alarma: Fase donde ocurre el aviso o se detecta la presencia de un agente estresor.
Fase de Resistencia: Fase generada cuando el sujeto enfrenta y trata de resolver la situación que produce el estrés. Si el sujeto logra resolver la situación el estrés no logra concretarse.
Fase de Agotamiento: Fase producida cuando el sujeto no logra resolver la situación de estrés, causando una disminución en la capacidad de respuesta y en el organismo del sujeto principalmente fatiga, ansiedad y depresión.
Estrés Laboral. Generalidades
El estrés en el trabajo aparece cuando las exigencias del entorno laboral superan la capacidad de las personas para hacerles frente o mantenerlas bajo control (Banchs, González & Morera, 1997).
Entonces, ¿qué es el estrés laboral? Cano (2002) señala que "hablamos de estrés cuando se produce una discrepancia entre las demandas del ambiente, y los recursos de la persona para hacerles frente". El estrés es una respuesta adaptativa por parte del individuo, que en un primer momento nos ayuda a responder más rápida y eficazmente a situaciones que lo requieren.
Nuestro cuerpo se prepara para un sobreesfuerzo, somos capaces de procesar más información sobre el problema y actuamos de forma rápida y decidida. El problema es que nuestro cuerpo tiene unos recursos limitados y aparece el agotamiento.
Relacionado con el estrés laboral, aparece el Síndrome de Burnout o "estar quemado". Éste ha sido entendido como una respuesta emocional y cognitiva a ciertos factores laborales e institucionales, o como consecuencia del estrés (Cano, 2002).
Es posible que la preparación de un determinado grupo de profesionales para afrontar el estrés no siempre es suficiente para resolver situaciones habituales de su trabajo, dando lugar a la aparición de dificultades emocionales y conductuales que conllevan un sentimiento de fracaso personal e/o incapacidad para el ejercicio de la profesión.
El estrés, en su forma de estrés laboral, es capaz de causar en los trabajadores muchas consecuencias que quizá en los individuos nunca se habían presentado, hasta que entraron al mercado laboral y éste comenzó a exigir más y más recursos causando un desequilibrio.
Desde este punto de vista, puede considerarse al estrés laboral como el factor que desencadena o libera efectos tanto físicos (consecuencias físicas) como psicológicos (consecuencias psicosociales) en los individuos.
El estrés laboral desencadena cambios en: la percepción, las respuestas emocionales y afectivas, la apreciación primaria y secundaria, las respuestas de afrontamiento (Peiró, 1992).
Tipos de Estrés en el centro laboral
Dependiendo del trabajador o individuo, y según como sea su carácter y otras características personales, así será la respuesta que presentará ante una situación de estrés y este estrés será diferente para cada individuo, ya que ciertas situaciones muy estresantes para unos pueden ser poco estresantes para otros.
Según Slipack (1996, citado en Campos, 2006) existen dos tipos de estrés laboral:
El episódico: Es aquel que ocurre momentáneamente, es un estrés que no se posterga por mucho tiempo y luego de que se enfrenta o resuelve desaparecen todos los síntomas que lo originaron; un ejemplo de este tipo de estrés es el que se presenta cuando un trabajador es despedido de su empleo.
El crónico, que se puede presentar cuando la persona se encuentra sometida a las siguientes situaciones:
1) Ambiente laboral inadecuado.2) Sobrecarga de trabajo.3) Alteración de ritmos biológicos.4) Responsabilidades y decisiones muy importantes
El estrés crónico es aquel que se presenta varias veces o frecuentemente cuando un trabajador es sometido a un agente estresor de manera constante, por lo que los síntomas de estrés aparecen cada vez que la situación se presenta y mientras el individuo no afronte esa exigencia de recursos el estrés no desaparecerá.
Causas del Estrés Laboral
En la actualidad, el estrés es considerado como un proceso interactivo en los que influyen tanto los aspectos de la situación (demandas) como las características del sujeto (recursos)(Cano, 2002). Cuando las demandas superan a los recursos la tendencia será a producir una situación de estrés en la que, para cubrir las demandas, el sujeto intentará producir más recursos llegando el estrés en ocasiones hasta su fase final que es el agotamiento del sujeto.
Esta situación de demandas – recursos está directamente relacionada con los factores psicosociales que inciden en el estrés laboral. Estos factores psicosociales se consideran en múltiples acepciones: como riesgos, consecuencias, fuentes de vulnerabilidad, recursos y estrategias o barreras para la prevención (Peiró & Salvador, 1992). Entonces, al considerarse estos factores psicosociales como fuente de riesgos, producen consecuencias psicosociales que afectan directamente al individuo.
Entonces, como causa directa del estrés laboral se tienen los factores psicosociales íntimamente relacionados por un lado con el tipo de trabajo, actividad, o profesión que el individuo ejerza y por otro lado con el ambiente laboral que rodea al individuo y la cantidad de recursos que se demanden a cada trabajador. Esto puede afectar a cada trabajador de distinta forma, ya que las exigencias son dictadas para todos independientemente de sus diferencias individuales.
Algunos ejemplos de exigencias en los trabajos de hoy en día son: prisa, inmediatez, exactitud, precisión, gran esfuerzo físico, gran esfuerzo mental, gran responsabilidad en el sentido de que las consecuencias de un error pueden ser vitales, etc. (Cano, 2002). Las exigencias varían según el trabajo, por lo que se puede deducir de lo anterior que existen profesiones más estresantes que otras.
Cano (2002) señala que "cualquier situación o condición que presiona al individuo en su actividad laboral puede provocar la reacción de estrés". En consecuencia, aunque se hiciera un muy detallado y exhaustivo listado de factores psicosociales que pueden causar estrés, este listado siempre será incompleto.
Algunos factores psicosociales que causan estrés laboral son: (Cano, 2002)
Exceso y falta de trabajo.
Tiempo inadecuado para completar el trabajo de modo satisfactorio para nosotros y para los demás.
Ausencia de una descripción clara del trabajo, o de la cadena de mando.
Falta de reconocimiento o recompensa por un buen rendimiento laboral.
No tener oportunidad de exponer las quejas.
Responsabilidades múltiples, pero poca autoridad o capacidad de tomar decisiones.
Superiores, colegas o subordinados que no cooperan ni apoyan.
Falta de control o de satisfacción del trabajador por el producto terminado fruto de su trabajo.
Inseguridad en el empleo, poca estabilidad de la posición laboral.
Verse expuesto a prejuicios en función de la edad, el sexo, la raza, el origen étnico o la religión.
Exposición a la violencia, a amenazas o a intimidaciones.
Condiciones de trabajo físico desagradables o peligrosas.
No tener oportunidad de servirse eficazmente del talento o las capacidades personales.
Posibilidad de que un pequeño error o una inatención momentáneos tengan consecuencias serias o incluso desastrosas.
Cualquier combinación de los factores anteriores.
Síntomas, efectos y consecuencias del estrés laboral
El estrés supone una reacción compleja a nivel biológico, psicológico y social. La mayor parte de los cambios biológicos que se producen en el organismo cuando está sometido a una reacción de estrés no son perceptibles para el ser humano y se precisan procedimientos diagnósticos para determinar el nivel de la reacción. Sin embargo, a nivel psicológico muchos síntomas producidos por el estrés pueden ser fácilmente identificados por la persona que está sufriendo dichos cambios. La reacción más frecuente cuando nos encontramos sometidos a una reacción de estrés es la ansiedad.
Los síntomas de ansiedad más frecuentes son: (Cano, 2002)
1. A nivel cognitivo-subjetivo:
Preocupación,
temor,
inseguridad,
dificultad para decidir,
miedo,
pensamientos negativos sobre uno mismo,
pensamientos negativos sobre nuestra actuación ante los otros,
temor a que se den cuenta de nuestras dificultades,
temor a la pérdida del control,
dificultades para pensar, estudiar, o concentrarse, etc.
2. A nivel fisiológico:
Sudoración,
tensión muscular,
palpitaciones,
taquicardia,
temblor,
molestias en el estómago,
otras molestias gástricas,
dificultades respiratorias,
sequedad de boca,
dificultades para tragar,
dolores de cabeza,
mareo,
náuseas,
tiritar, etc.
2. A nivel motor u observable:
Evitación de situaciones temidas,
fumar, comer o beber en exceso,
intranquilidad motora (movimientos repetitivos, rascarse, tocarse, etc.),
ir de un lado para otro sin una finalidad concreta,
tartamudear,
llorar,
quedarse paralizado, etc.
El estrés, además de producir ansiedad, puede producir enfado o ira, irritabilidad, tristeza-depresión, y otras reacciones emocionales, que también podemos reconocer.
Pero además de estas reacciones emocionales podemos identificar claramente otros síntomas producidos por el estrés, como son el agotamiento físico, la falta de rendimiento, etc.
Finalmente, si el estrés es muy intenso y se prolonga en el tiempo, puede llegar a producir enfermedades físicas y desórdenes mentales; en definitiva problemas de salud.
Los instrumentos utilizados para evaluar el estrés en las organizaciones están englobados en alguna de las siguientes tres categorías (Cano, 2002):
* Listados ("Checklists").
* Datos administrativos.
* Cuestionarios.
Los listados son los instrumentos más útiles para evaluar aspectos concretos de una pequeña compañía. En muchas ocasiones se diseñan "ad-hoc" para evaluar el contexto organizacional. La dificultad que presentan estos instrumentos es la falta de baremación y por tanto contrastación con otras muestras.
Instrumentos para medir el estrés laboral
Evaluación del Estrés Laboral
Control y prevención del estrés laboral
El énfasis en el control y la prevención de riesgos psicosociales incorpora una nueva consideración del tiempo en la investigación sobre el tema del estrés.
Según Peiró (1992) "la apreciación del estrés no se debería estudiar solo desde una aproximación presentista, sino como una perspectiva anticipatoria y orientada al futuro". Se debe analizar además de las demandas, las amenazas, las oportunidades y los retos que conlleve.
Es importante continuar la investigación sobre el estrés como vía más productiva para mejorar la actuación profesional competente en prevención y control del mismo.
Para la prevención de riesgos psicosociales, es necesario seguir ciertos aspectos importantes propuestos por Peiró (1992) como son:
Necesidad de identificar tipos de estresores, en especial los emergentes.
Importancia de distinguir facetas del eustrés y del distrés en el análisis de los riesgos laborales.
Aportaciones de la investigación sobre los procesos de actuación de un estresor.
La consideración del estrés compartido y colectivo
Necesidad de una aproximación previsora y preventiva.
Importancia de continuar la investigación sobre el estrés como vía más productiva para mejorar la actuación profesional competente en prevención.
Esta intervención se lleva a cabo con mayor frecuencia y consiste en entrenar individuos para que puedan manejar y controlar el estrés mejorando sus recursos y habilidades.
Se pretende además con este método desarrollar técnicas que permitan a las personas controlar y reducir sus actitudes de ira y ansiedad.
Este método planteado por Cano (2002) consiste en una presentación inicial individual y una evaluación pre-tratamiento; posteriormente se pasa a una sesión informativa o educativa donde se da información al individuo sobre el estrés laboral, el síndrome de burnout, las posibles respuestas emocionales y físicas, la ansiedad y la ira; luego se pasa a técnicas de relajación muscular progresiva basadas en la técnica de Jacobson en la versión arreglada de Wolpe, unidas a un entrenamiento en respiración abdominal; se pasa a una reestructuración cognitiva detectando y cambiando las creencias, ideas y pensamientos irracionales que provocan estados emocionales negativos como la ansiedad, la ira y la depresión; luego se dan autoinstrucciones dirigidas a implantar ideas y verbalizaciones racionales adecuadas para un afrontamiento adoptivo; llegando a este punto se pasa a la solución de problemas entrenando en cinco pasos sistemáticos a dar para buscar soluciones eficaces; el siguiente paso es controlar la ira y la asertividad cambiando las respuestas negativas de la ira en expresiones adecuadas de sentimientos de desagrado mediante las técnicas de relajación aprendidas; después como último paso se realiza la evaluación post-tratamiento al individuo, comparando ésta con la evaluación pre-tratamiento y estableciendo la mejora lograda en el individuo luego de culminar el tratamiento.
Normas básicas para prevenir el estrés
Algunas medidas preventivas son:(Banchs, 1997)
Facilitar una descripción clara del trabajo que hay que realizar, de los medios materiales de que se dispone y de las responsabilidades.
Asegurarse de que las tareas sean compatibles con las capacidades y recursos de los individuos.
Controlar la carga de trabajo.
Establecer rotación de tareas y funciones en actividades monótonas y en las que entrañan una exigencia de producción muy elevada
Proporcionar el tiempo que sea necesario para realizar la tarea de forma satisfactoria, evitando prisas y plazos de entrega ajustados.
Favorecer iniciativas de los individuos en cuanto al control y el modo de ejercer su actividad.
Explicar la función que tienen el trabajo de cada individuo en relación con toda la organización
Diseñar horarios laborales que no entren en conflicto con las responsabilidades no relacionadas con el trabajo
Evitar ambigüedades en cuestiones como la duración del contrato de trabajo y el desarrollo de la promoción profesional
Fomentar la participación y la comunicación en la empresa a través de los canales que sean más idóneos para cada organización.
Estrés laboral analizado desde la perspectiva del Recambio
Santos (2006, p. 1) define Recambio como un "mapa de posibilidades para la acción, disponible para las personas, grupos y organizaciones urgidos por alcanzar resultados dramáticos en un escenario tapizado por quiebres".
La obvia realidad en este caso es el estrés laboral, pero cada individuo es diferente e interpreta una determinada situación ya sea como un problema que le traerá graves consecuencias, o como un reto personal a superar para demostrar y desarrollar sus capacidades y aptitudes para encontrar la solución óptima que le proporcionará los resultados esperados.
Es importante considerar que la actitud de cada trabajador frente a las exigencias de su entorno laboral es primordial para evitar el estrés laboral, ya que dependiendo de la actitud tomada el trabajador será capaz de levantarse cuando haya caído frente un quiebre, o de sumergirse más en la ira, ansiedad y depresión producidos por el estrés laboral.
Por tal razón, la aplicación del recambio traerá consigo la única solución posible o el milagro que el trabajador espera como salida o respuesta al desequilibrio entre demandas y recursos que los individuos afrontan, y mayor capacidad para manejar de manera efectiva y eficaz las situaciones que le generan distrés y le representan impedimentos en su total desempeño laboral y social.
En nuestros días, el estrés en el entorno laboral representa una amenaza para la salud de los trabajadores, esto ha traído como consecuencia el desequilibrio de la organización de las empresas.
El estrés es un problema creciente, inhabilitaste y con un coste personal, económico y social muy importante. Son numerosos los índices de ausentismo, la baja productividad en la empresa, los accidentes de los trabajadores y la poca motivación en el trabajo, que se refleja en la empresa en forma de pérdidas y gastos.
En psicología, estrés suele relacionarse con ciertos acontecimientos en los que al individuo se le exigen fuertes demandas que agotan sus recursos de afrontamiento.
Se puede aceptar el significado de estrés como una interacción entre las características del estímulo y los recursos del individuo. Por lo que el estrés se produce como consecuencia de un desequilibrio entre las demandas del ambiente (laboral, social, etc.) y los recursos disponibles (muchas veces limitados) del sujeto. Donde estas demandas deberán ser satisfechas con una respuesta inmediata y adecuada de la persona.
Cuando la demanda es excesiva frente a los recursos de afrontamiento que el individuo posee, este desarrolla ciertas reacciones adaptativas, de movilización de recursos, que implican activación fisiológica. Esta reacción de estrés provoca otras reacciones emocionales negativas y desagradables como la ira, la ansiedad y la depresión.
El organismo del ser humano está dotado de ciertos mecanismos de protección ante las situaciones que puedan producirnos estrés.
Esta reacción al estrés tiene por finalidad conservar el equilibrio del cuerpo. Todo trabajo debe generar un cierto grado de estrés para que no se torne aburrido y monótono, siendo este el que pondrá un toque estimulante y gratificante en nuestro trabajo, y que gracias a el se puedan desarrollar actitudes que no se conocían del individuo; ya que en ocasiones se sobresale más cuando se trabaja bajo presión que cuando se tiene todo el tiempo del mundo.
Por lo que responder ante estas situaciones con estrés no es negativo, al contrario, permite descubrir más recursos que en el futuro se dispondrán frente a otras situaciones que generen estrés.
Bibliográficas
Cano, A. (2002). La Naturaleza del Estrés. Extraído el 16 de marzo, 2007 de http://www.ucm.es/info/seas/estres_lab/index.htm
Peiró, J. M., Salvador, A. (1992). Desencadenantes del Estrés Laboral (1ª. ed.). España: Editorial UDEMA S. A.
Banchs, R. M., González, P., Morera, J. (1997). Estrés Laboral. ERGA – Formación Profesional, Suplemento Especial, 3-4.
Campos, M. A. (2006). Causas y efectos del estrés laboral. San Salvador: Universidad de El Salvador, Escuela de Ingeniería Química.
Santos, J. A. Diccionario del Retcambio.
Santos, J. A. (2006). Retcambio: Un Contrafuego de Posibilidades. San Salvador, El Salvador: Acción Consultores.
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