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Coro durante la Guerra Federal (página 2)


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Tirso Salavarria (Coro, Edo. Falcón, 1821 – †Coro, Edo. Falcón, 15 de julio de 1901), fue un militar venezolano que con el grado de teniente coronel participó en el Comité Revolucionario que el domingo 20 de febrero dio el grito de «Federación» en la ciudad de Coro, iniciándose de esta manera la Guerra de los Cinco Años o Guerra Federal. Al incorporarse al movimiento desde Curazao, el general Ezequiel Zamora proclamó como Estado Independiente a Coro y nombró al comandante Salaverría jefe de la plaza, del castillo de La Vela y de las tropas federalistas del estado. Como consecuencia del avance de las fuerzas gubernamentales comandadas por el general León de Febres Cordero, Salavarría tuvo que abandonar la ciudad, aunque tiempo después fue hecho prisionero. Al lograr su libertad, se reincorporó al movimiento federalista en San Felipe, siendo nombrado por el general Juan Crisóstomo Falcón comandante militar del Estado Independiente del Yaracuy. Posteriormente, en 1860, enfrentó en Canoabo un grueso contingente de fuerzas centralistas y, en enero de 1862, con el título de general de brigada, participó en la batalla de Pururuche, en la cual resultó herido.

Diputado por Coro ante la Asamblea Nacional de 1863, figuró entre los firmantes de la Constitución de 1864, año en que el mariscal Falcón, presidente de la República, decretó concederle una espada de honor por los servicios prestados a la causa de la «Federación». En cuanto a su actuación luego de este reconocimiento, tenemos que se desconoce por lo menos hasta julio de 1884, fecha en que fue designado primer comandante del resguardo de La Vela (Edo. Falcón).

La Toma de Coro el 20 de febrero de 1859 fue el hecho que dio inicio a la Guerra Federal. El comandante Tirso Salaverría ocuparía el cuartel de Coro, apoderándose de unos 900 fusiles. Al día siguiente lanzaría el Grito de la Federación. Dos días más tarde desembarcaría Ezequiel Zamora junto a los demás líderes federales que habían sido exiliados a las antillas.

El escudo de Venezuela posee el 20 de febrero junto al 19 de abril en memoria a la importancia que tuvo el episodio para la historia de Venezuela, como fue el inicio de la Guerra Federal.

Manifiesto inicial de la federación

Proclama del coronel Tirso Salaverría el 21 de febrero de 1859

Jefe Provisional de la plaza de Coro y de las tropas federalistas

de la Provincia

¡Corianos! ¡Compatriotas!

La revolución de marzo ha sido inicuamente falseada. Atraídos por los encantos de su programa fascinador, concurrieron a consumarla todos los venezolanos; y su triunfo no ha producido otros gajes que el entronizamiento de una minoría siempre retrógrada, siempre impotente en su caída, siempre ávida de satisfacer innobles venganzas. Aceptáronla de buena fe los mismos que, fieles a sus compromisos, sostuvieron el poder recientemente derrumbado; y con criminal violación de las protestas de echar al olvido lo pasado, se les persigue sin causa, y sin fórmula de juicio se les condena a una proscripción indefinida; sin que haya bastado a dar treguas a este abuso la voz de la nación que de todos los ángulos se alzara reclamando la amnistía.

Proclaman la libertad en las elecciones; y nunca las elecciones se han verificado más a expensas de la libertad del pueblo. Invócase como el garante más seguro de la soberanía popular el voto universal en las mismas elecciones; y lo que hemos visto ha sido el escarnio del voto universal, otorgando ese derecho a la fuerza armada sometida a la voluntad de jefes establecidos ad hoc, para llenar los designios proditorios de un club dominador.

Bajo esa tutela depresiva tuvieron lugar las elecciones para la Convención Nacional. ¿Y cuál había de ser el resultado? Otra vez la centralización del poder contra el querer de los pueblos paladinamente manifestado; otra vez el dejar sometida la suerte del país a la voluntad de un hombre y su partido; otra vez el abrir anchuroso campo para perpetuarse en el poder público, uno con algunos, con ultraje de los principios preconizados en esta misma Carta central.

Por fin los abusos consecuentes a tan funesto orden de cosas; por fin las escandalosas infidencias del Jefe provisional del Estado, tantas veces falaz y perjuro cuantas bajo la religión del juramento ha protestado desprendimiento, abnegación y patriotismo; por fin las injusticias y arbitrariedades de sus agentes en las provincias, siempre garantizados con la impunidad, han rebosado la copa de nuestra indignación y roto los diques del sufrimiento para realizar un pensamiento ídolo de nuestro corazón, y que la prudencia nos había obligado hasta ahora a mantener en el terreno de la opinión. Este pensamiento mágico, regenerador; ese símbolo de fe política de todos los venezolanos; ese refugio salvador, único que el cielo nos depara en la deshecha tormenta que las pasiones azuzadas por los desmanes de un poder arbitrario han descargado sobre nosotros, es la reorganización de Venezuela en República eminentemente Federal.

¡Compatriotas! Mi corazón abunda en sentimientos de júbilo que mi débil voz puede apenas explicar. Sin derramarse ni una sola gota de sangre, sin vejámenes ni tropelías de ningún género, sin que nadie pueda lamentar una injuria que de palabra o de derecho le arrogaseis; sin más armas que vuestro valor y sin más esfuerzos que los de vuestras voces, me acompañasteis anoche en la grave empresa de desarmar la fuerza y apoderarnos de las armas con que un esbirro, remedo de gobernador del general Castro, nos oprimiera, y con que se prometía realizar el designio de su amo, de perpetuarse en el dominio del país, a despecho de la voluntad general. ¡Hazaña memorable la vuestra, compatriotas! ¡Arranque de singular patriotismo y valentía! ¡Rasgo espléndido de moderación, de orden y moralidad en medio del tumulto de una ciudad conmovida y en los momentos en que se hallaban a vuestra discreción la vida y la libertad de vuestros propios opresores! ¡Compatriotas! Por el concurso unánime de vuestras voluntades me elegisteis Jefe provisional para la empresa de la santa causa de la Federación en esta Provincia; y heme aquí a la cabeza de este honroso movimiento, resuelto con toda la abnegación del patriotismo, con toda la energía y ardor de un alma libre, con todo el noble orgullo de un militar ciudadano idólatra de su patria, dispuesto a arrostrar alegre y sereno a vuestro lado los azares de la campaña que hoy se abre a nuestros esfuerzos. ¡Feliz yo, camaradas, si como lo espero de la Divina Providencia, triunfáramos de nuestros dominadores! Feliz yo siquiera exhale a vuestro lado mi último suspiro en nombre de la libertad y la Federación de mi patria.

¡Corianos! No temáis. La Federación es el gobierno de todos. La Federación es el gobierno de los libres, y Venezuela obtendrá el lauro de la Federación. No hay un solo venezolano, con excepción del reducido club que hasta hoy nos ha dominado, cuyo corazón no lata de entusiasmo al impulso de esa voz mágica y arrobadora. La República entera está conmovida. Las localidades más importantes han dado simultáneamente el golpe que nosotros, y las demás se aprestan aceleradamente a secundarnos. La opinión nos favorece, la gente de armas nos sobra, y cuantos elementos pudiéramos necesitar están a nuestra disposición. ¡Corianos todos! No desconfiéis de nuestras protestas: no son las de aquel que infiel al gobierno que servía, ha sido más y más infiel a la nación que en mala hora le confiara sus destinos. Nuestro programa exclusivo es la Federación de Venezuela; el medio de realizarlo es la unión de todos los venezolanos; y en consecuencia las distintas y odiosas denominaciones de bandos políticos serán para siempre relegadas al olvido.

¡Viva el movimiento federalista de Coro!¡Viva la Federación de todas las Provincias de la República!¡Viva el general Juan C. Falcón, primer Jefe del movimiento federalista nacional!

Dado en el Cuartel General de Coro, a 21 de febrero de 1859.

Los negros de la Independencia

José Leonardo Chirino (Curimagua, Falcón, 25 de Abril de 1754 – Caracas, 10 de Diciembre de 1796) fue un zambo revolucionario Venezolano. Lideró una fallida insurrección en busca del establecimiento de la República en el país y la eliminación de la esclavitud. Aunque fue un hecho de carácter local, un levantamiento que obedeció a una situación específica, propia de las condiciones sociales generadas por la esclavitud, tuvo inspiración en las insurrecciones que tenían lugar en Santo Domingo y también en la Revolución Francesa. El movimiento no se propagó más allá de una parte del occidente del país, pero logró provocar una seria alteración del orden colonial en Venezuela.[1

El 10 de mayo de 1795 el movimiento se gesta y comienza a expandirse en una hacienda llamada Macanillas, cerca de Curimagua; los alzados buscan tomar algunas propiedades de la zona, con la idea de incorporar hombres a la revuelta antes de llegar a Coro, como lo hacen en efecto bajo el mando de un Juan Cristóbal Acosta, pues Chirino se queda para organizar otro grupo.

Los insurgentes proclamaron abiertamente sus objetivos:

  • La aplicación de la "Ley Francesa", significando el establecimiento de una república democratica;

  • La libertad de los africanos esclavizados y la abolición de la esclavitud;

  • La supresión de tributos pagados por los indígenas (demora) y los impuestos como la "alcabala";

  • La eliminación de la aristocracia blanca.[4]

El dominio ejercido por la sociedad criolla en las regiones tomadas por los alzados entra en crisis; en las haciendas que caen en poder de estos se impone la supresión de la esclavitud, la eliminación de los privilegios y de los impuestos de alcabala.

La idea inicial de llegar a Coro sufre un primer contratiempo luego de los éxitos iniciales, ya que los alzados deciden permanecer en las zonas tomadas. En el entretiempo, la sociedad criolla tiene oportunidad de organizarse y de conseguir refuerzos, enteradas las autoridades de que las armas que en el llano, al sur de Coro, tomaron posiciones; llevaban, además de otras armas de fuego, 2 cañones pedreros. Cuando los negros acometieron desordenadamente, sus columnas fueron destrozadas. En la corta refriega murieron 25 negros y quedaron 24 heridos.[3]

Consecuencias

Este movimiento, de hondas raíces sociales, llamó la atención de las autoridades coloniales sobre las diferencias existentes y las injusticias, particularmente en lo tocante al cobro de impuestos a las clases humildes. Aunque fracasó, no fue estéril, porque a la postre se redujeron los impuestos y se cobraron con sentido más humano.[5] Además esta insurrección es considerada como el primer movimiento preindependentista de Venezuela, que abrió el paso para los movimientos de José María España y Manuel Gual, Francisco de Miranda y hasta para el de Simón Bolívar.ademas que fue encarcelado y maltratado hasta ser condenado a pena de muerte.

Ejecución de Chirino

José Leonardo Chirino quien no llegó a tiempo para participar en el combate, al saber la derrota se internó en la serranía, trata de reorganizarse. Escribe al cacique y a los indios de Pecaya, pidiéndoles incorporación a la lucha y prometiéndoles que no pagarían demora, esto es, un tributo especial de los indígenas y que ahora se les cobraba en dinero efectivo. Pero, tres meses después la traición de un antiguo compañero facilita su captura y traslado hacia Caracas, donde la Real Audiencia lo condena a muerte por delito de subversión. Se le condena "a muerte de horca que se ejecutará en la plaza principal de esta capital adonde será arrastrado desde la Cárcel Real, y verificada su muerte, se le cortará la cabeza y las manos y se pondrá aquella en una jaula de fierro sobre un palo de veinte pies de largo en el camino que sale de esta misma ciudad para Coro y para los Valles de Aragua, y las manos serán remitidas a esa misma ciudad de Coro para que una de ellas se clave en un palo de la propia altura y se fije en la inmediación de la aduana llamada de Caujarao, camino de Curimagua, y la otra en los propios términos en la altura de la sierra."[6]

Su hija Viviana fue vendida por 200 pesos y a sus dos hijos los vendieron por 120 y 150 pesos respectivamente. Y como última medida se incluye en el escudo de la ciudad de Coro las tres cabezas degolladas y sangrantes de José Leonardo y sus lugartenientes, como pública advertencia a quienes tuvieran pensado levantarse contra Dios y el Rey.[7]

La condena es realizada conforme a la tradición colonial y en concordancia con los agravios infligidos por el alzado a los sectores dominantes. El 10 de diciembre de 1796, Chirino es inmolado en la horca, en plaza pública y su cuerpo fue descuartizado y colocadas sus partes en distintos lugares.

Pedro Camejo – El Negro Primero

Pedro Camejo nació en San Juan de Payara, Estado Apure en 1790. El apodo de Negro Primero que le distinguía se había inspirado en su bravura y destreza en el manejo de la lanza. Vecino de Achaguas o de San Juan de Payara. Había sido esclavo de Vicente Alonzo, de Apure.

Pedro Camejo o Negro Primero era una persona de escasa preparación intelectual, aun cuando poseía una mente ágil y despierta. A comienzos de la Guerra de Independencia formó parte del ejército realista. En 1816 sentó plaza en las filas republicanas en las fuerzas que mandaba el general José Antonio Páez en Apure.

En 1816, el teniente Camejo y el presbítero Trinidad Travieso intercedieron ante el general Páez, en favor del teniente José María Córdoba (más tarde general de división), quien había sido condenado a muerte por un Consejo de Guerra, por el delito de deserción.

En 1818, cuando el general en jefe Simón Bolívar llegó a San Juan de Payara, durante el desarrollo de la campaña del Centro, vio a Camejo por primera vez. La corpulencia del guerrero y las referencias que le dio el general Paez, despertaron en Bolívar su interés y en la breve charla que sostuvieron, Bolívar le formuló algunas preguntas, las cuales fueron respondidas por Camejo con ingenuidad y sencillez; al explicar la razón que le llevó a sentar filas en el ejército republicano, dijo que fue inicialmente la codicia; pero que luego comprendió que la lucha tenía otros propósitos más elevados.

Fue uno de los 150 lanceros que participaron en la batalla de las Queseras del Medio (2 de abril de 1819) y en esa ocasión, recibió la Orden de los Libertadores de Venezuela. En la batalla de Carabobo (24 de junio de 1821) era integrante de uno de los regimientos de caballería de la primera división de Páez; allí rindió la vida.

Eduardo Blanco, en Venezuela Heroica, narra el momento cuando, herido de gravedad, Camejo compareció ante el general Páez y con voz desfalleciente le dijo: Mi general, vengo a decirle adiós porque estoy muerto.

Historia del Estado Falcón

Historia

Durante épocas coloniales el actual territorio del estado Falcón formó parte de la antigua provincia de Venezuela, o como también se le conoció durante una época, provincia de Coro, por ser Coro la primera capital de esta provincia del Imperio Español en América. Luego al ceder la capitalidad a Caracas, el territorio pasa a integrar la Provincia de Caracas o Provincia de Venezuela como una ciudad subordinada.

En 1815 se restaura la Provincia de Coro, e integra el territorio actual de los estados Falcón, Lara y Yaracuy. En 1821 al ser liberada por la heroína Josefa Camejo durante la lucha de Independencia aparece como provincia del departamento del Zulia de la República de la Gran Colombia. En 1830, con la separación de Venezuela de esta república se conforma en una de sus provincias. En 1856 se le confirma su categoría de provincia integrada por los cantones de Coro, San Luis, Casigua, Costa Arriba, Cumarebo y Paraguaná. En 1859, luego de los acontecimietos de la iniciación de la Guerra Federal, que se dieron el 20 de febrero en Coro, es declarado el Estado Independiente de Coro. En 1864 pasó a ser estado federal integrante de los Estados Unidos de Venezuela, como pasó a llamarse la confederación. En 1872 se le cambió el nombre por el de Estado Falcón, en honor al líder de la Guerra Federal Juan Crisóstomo Falcón. En 1879, junto con Lara y Yaracuy, menos el departamento de Nirgua, formó parte del Estado Norte de Occidente. Entre 1881 y 1890 formó con Zulia el Estado Falcón-Zulia. En 1891 nuevamente aparece como estado independiente con el nombre de Falcón. En 1899 sufre un cambio de nombre, recobrando por un periodo corto de tiempo su denominación histórica de Estado Coro; volviendo en 1901 con el nobre que se le conoce en la actualidad.

Geografía Falcón

Clima

El clima semiárido de precipitaciones escasas domina en el litoral Occidental y en la península de Paraguaná. En Coro se registran 417 mm. de lluvia al año, que suele descender en años secos, con una temperatura media de 28,4°, mientras que en Punto Fijo se registran 316 mm. de precipitaciones anuales con temperaturas medias de 27,6°. Las condiciones desérticas de sequedad extrema, con precipitaciones menores de 300 mm., se reconocen en los litorales occidentales corianos y sobre todo en el Istmo de Los Médanos de Coro, con temperaturas anuales promedio entre 28° a 29°. En los sectores litorales orientales va aumentando la pluviosidad de 800 a 1.200 mm. anuales, siempre con altas temperaturas. Algo más favorables, con temperaturas entre los 25° a los 27°, se distinguen las condiciones climáticas de los piedemontes serranos, reconociéndose un clima subhúmedo en las altitudes mayores de las Sierras de San Luis y Churuguara, con precipitaciones anuales de 1.300 mm. y temperaturas medias de 22°.

Relieve

Estribaciones de la Sierra de San Luis, en el Falcón. La Sierra de San Luis tiene la máxima altura de todo el sistema de cuencas de dicho estado; pero son alturas muy modestas ya que no pasan de 1.500 metros. Presenta una diversidad de paisajes que van desde las llanuras costeras en su parte caribe, cordilleras, formadas por valles y serranías, en una zona de relieve de transición entre los dos grandes sistemas montañosos del país.

Hidrografía El lago subterráneo más largo de Venezuela se encuentra bajo la Sierra de San Luis, en la Cueva del Toro. Ríos principales: Río Tocuyo, Aroa, Guigue, Hueque, Matícora, Mitare, Pedregal, Remedios, Ricoa, San Luis. Lagunas: Bajo la sierra de San Luis en la Cueva del Toro se encuentra un lago subterráneo, el más grande conocido en Venezuela, denominado "rio acarite".

La hidrografía del estado es más bien pobre, todos los ríos desembocan en el norte, ya sea en el mar Caribe o en el golfo de Venezuela. Sin embargo el principal río venezolano de la cuenca del Caribe, el Río Tocuyo baña una gran zona del estado desembocando en el Caribe en la Costa Oriental del estado, luego de recorrer 423 Km. El otro río digno de mención que desemboca en el Caribe es el Aroa con 130 km. de recorrido. De la cuenca del golfo de Venezuela, los principales son el Matícora (201 km.) y el Mitare con 120 Km.

Flora y fauna

La flora y fauna del estado es tan variada como sus paisajes.

La flora marina es muy rica. Hay una gran diversidad de algas en los litorales rocosos y en los fondos arrecifales. El potencial pesquero de sus aguas es enorme y entre las especies que se extraen están el camarón, el pulpo, el calamar, el carite, el corocoro, la lisa, el jurel, el lebranche y el cazón. Otras epecies requieren protección como las tortugas marinas y el caimán de la costa. Este habita en los manglares costeros de Morrocoy, Cuare y el istmo, junto a la tijereta de mar, garzas, corocoras, alcatraces y el flamenco.

En los cardonales y espinares que ocupan las zonas bajas predominan las plantas fuertemente armadas con espinas. Son comunes el Cují Yaque (árbol emblemático de Falcón), la retama, el yabo, el espinito, las tunas y los cardones. Dispersos en la región se observan cultivos de zábila y sisal. En este ambientes destacan los murciélagos, el conejo sabanero, el zorro común, los ratones silvestres, iguanas y lagartijos; y entre las aves se encuentran el cardenal coriano y la paraulata llanera o chuchube.

En las laderas altas de las montañas dominan los bosques nublados donde crece una enorme variedad de helechos y palmas. En las formaciones calizas de la sierra se encuentra el guácharo, además de interesantes aves como el pájaro campanero herrero y el tucán pico de frasco esmeralda, y reptiles como la tortuga mordelona, una especie endémica de las montañas del sistema coriano.

Geografía Urumaco

El Municipio Urumaco es uno de los 25 municipios que forman parte del Estado Falcón, Venezuela. Sus límites son: al Norte: el golfo de Venezuela y el mar de las Antillas; al Sur: Municipio Democracia; al este: Municipio Miranda y al Oeste: Municipio Buchivacoa. Su capital es la población de Urumaco. Tiene una superficie de 752 km² y se estima que para 2010 su población sea de 8.140 habitantes. Éste municipio está conformado por 2 parroquias, Bruzual y Urumaco.

Está ubicado en la región occidental del Estado Falcón, de norte a sur presenta una variación gradual desde los 0 metros en el Mar Caribe hasta superar los 500 metros de altura cerca de la Serranía de Las Palomas. La hidrografía del municipio está representada por los ríos: Urumaco, Cauca, Lagarto o Mide, entr otros. La región posee un relieve suave con colinas bajas, El clima de la región es árido y semiárido, con escasa pluviosidad la mayor parte del año y una temperatura promedio que oscila entre los 27°C y los 30°C, con vegetación xerófita.

 

 

Autor:

Alfredo Enrique Gil Rondon

Partes: 1, 2
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