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La delincuencia como fenómeno social y su prevención


  1. Introducción
  2. La delincuencia
  3. La prevención como limitador de la delincuencia
  4. Conclusiones
  5. Bibliografía

Introducción

La Criminología es la ciencia que tiene por objetivos principales la determinación de las causas, tanto personales como sociales, del comportamiento delictivo, así como el desarrollo de los principios válidos para el control social del delito. Para la obtención de los resultados afines con estos objetivos, investiga a partir de los descubrimientos de otras disciplinas interrelacionadas con ella en especial la Psicología y la Sociología, muy útiles en el tratamiento del tema. Se puede destacar que los aspectos que integran el fenómeno objetivo específico de la criminalidad en sus dos dimensiones esenciales, son la delincuencia como fenómeno y procesos implícitos y las formas particulares de reacción social ante ella[1]

La delincuencia se constituye como proceso inmanente del fenómeno criminal, objetivo fundamental de la Criminología como ciencia, que prioriza entre sus temas de investigación la prevención de la delincuencia y de los comportamientos antisociales concretos. La Criminología se caracteriza por su complejidad y multidisciplinariedad en el campo de la investigación teórico experimental sobre el estudio del delito, el delincuente, las conductas socialmente desviadas, la victima del delito, los medios de control social, los procesos de criminalización, y la prevención[2]

"La prevención es una preocupación permanente y actual de la Criminología, infaltable en los programas de la ciencia criminológica. Debemos considerar que cuando hacemos referencia a la prevención y pretendemos definirla nos encontramos que es un concepto de larga tradición, bastante amplio y si se quiere ambiguo"[3].

Problema de investigación:

¿Cómo viabiliza la prevención la reducción del índice de delincuencia en la sociedad?

Objeto:

La delincuencia.

Objetivo General:

Valorar la efectividad de la prevención como límite al desarrollo progresivo de la delincuencia en la sociedad actual.

Objetivos Específicos:

  • 1. Analizar la delincuencia en su aspecto teórico doctrinal.

  • 2. Valorar el impacto de la prevención en el desarrollo gradual de la delincuencia.

Métodos:

  • 1. Histórico-lógico: posibilitó conocer la naturaleza, esencia y características que la distinguen, para analizar su proyección y reflejo en la sociedad.

  • 2. Análisis y sistematización de la bibliografía. Mediante este método se pudo conocer y estudiar los criterios doctrinales sobre el tema.

  • 3. Dialéctico- materialista. Dicho método aportó la posibilidad de un análisis más profundo que llevó a la integración del resto de los métodos empleados, proveyendo de elementos para dar solución a las contradicciones actuales presentes en el tema.

Capítulo I.

La delincuencia

  • Definición.

Fuera del plano jurídico la delincuencia es concebida como quebrantamiento de la Ley y el delincuente como el que delinque. Sociológicamente hablando puede examinarse como los procesos y fenómenos que integran una forma particular de la conducta social humana que transgrede el funcionamiento de un sistema social dado y que representa para él dañosidad de mayor o menor nivel. Finalmente, en el ámbito jurídico está integrada por relaciones sociales antagónicas a lo preceptuado por la Ley Penal y evidencia contradicciones sociales, diferencias y desproporciones en el desarrollo social definidos como procesos y comportamientos de carácter delictivo. En general la delincuencia constituye un conjunto o sistema de conductas delictivas o determinadas infracciones grupales o individuales de la Ley Penal[4]

  • Causas de la delincuencia.

Las causas de la delincuencia han variado con el paso de los años y con el desarrollo de las sociedades, de ahí que los criminólogos se hayan hecho eco de diversas corrientes para darle explicación a este fenómeno, en ocasiones contradictorias entre sí.

El desarrollo del pensamiento criminológico pudiéramos distinguirlo como tradicional, contemporáneo y de control social. La distinción se basa en grandes rasgos respecto al enfoque de las diferentes etapas investigativas de las ciencias criminológicas en aras de estudiar la naturaleza, extensión y causas del crimen; las características de los criminales; los problemas de detención y castigo de los delincuentes; operatividad de las prisiones y de otras instituciones carcelarias; la rehabilitación de los convictos, tanto dentro como fuera de la prisión; la reinserción social de los ex reclusos y la prevención del delito.

La perspectiva tradicional se basaba en el estudio de las causas del delito considerándolas individuales, morfológicas, psicológicas-biológicas y antropológicas en su primera etapa. En un segundo momento advirtió la importancia del medio o entorno que rodea al individuo (económico, religioso, familiar, escolar).

La visión contemporánea analizó el origen de la criminalidad en quienes hacen, aplican y ejecutan la Ley. Por último el control social viene a desplegar sus funciones en aras de la disminución de las causales delictivas a través de las instituciones como la familia, la escuela, el Estado, entre otras.

Con un enfoque técnico se puede concebir a la delincuencia como un fenómeno social histórico mutable, cuyo estudio puede abordarse relacionándolo con determinadas contradicciones sociales como son las derivadas del incipiente desarrollo de la economía y de la vida social y particular de los individuos. Siempre ha estado condicionada por diversos factores, los que han variado en la medida en se profundiza en la investigaciones, encabezando hoy los estudios criminológicos los factores sociales.

La delincuencia como fenómeno social negativo solo podemos analizarla a través del conjunto de fenómenos que esta representa, en un período de tiempo. Se expresa en un número específico de delitos, llevados a cabo por sujetos, dentro de una sociedad determinada que sancionará tal comportamiento con posterioridad. Ello expresa la contradicción social que genera un hecho delictivo, tras la no aceptación de la sociedad amenazada por la peligrosidad social del hecho. La existencia del fenómeno delictivo tiene fundamento en un grupo de causas, las que se gestan por determinadas condiciones, es decir, solo podemos hablar probabilísticamente cuando nos referimos a las razones generales de la delincuencia.

El análisis de la delincuencia en el Capitalismo se basa en las relaciones capitalistas de producción. Los criminólogos burgueses buscan cada día más fórmulas para centrar el análisis de los delitos lo más alejado posible de las relaciones de producción de ese sistema. Entre las concepciones burguesas podemos encontrar la tendencia biológica, que fundamenta las causas de los delitos en las aberraciones de naturaleza humana, partiendo de la herencia de la información genética, apreciándose ello como una maldad innata del ser humano.

Algunas teorías psicológicas de los capitalistas explican la conducta delictiva a través de la "teoría de los bajos instintos reprimidos", caracteriza universalmente el fenómeno delictivo al aceptar que la conducta humana está dirigida por elementos irracionales.

El análisis de la delincuencia en el Socialismo estuvo asociado a un comienzo con los remanentes del pasado. Al unísono reconocemos la importancia del desarrollo social, asegurando para ello la propiedad social sobre los medios de producción y la igualdad de todos los individuos ante el trabajo. Más no podemos obviar que las necesidades, intereses y motivaciones de cada hombre se gestan independientemente del curso de su formación personal. Pese a la igualdad que brinda este sistema, existen, desafortunadamente, diferentes micro-medios en los que se desenvuelven los individuos, cuyas características pueden propiciar la actividad delictiva. En manos de la Familia puede quedar la disposición de un sujeto a la comisión de actos tanto honestos como contrarios a ellos y en ocasiones contrarios al orden social y legal.

La delincuencia como toda conducta humana es resultado de la interacción constante con el medio que le rodea, enfrentando el sujeto la realidad externa con la manifestación de una posición determinada. La valoración personal de una decisión a toma se expresa en la conducta concreta del individuo. De todo esto se infiere que el estudio del hombre delincuente tiene que partir de la correlación entre las circunstancias, objetivas que no dependen de él, como su formación y aquellas otras que él puede variar o modificar como pudiera ser la decisión del sujeto de llevar a cabo determinada acción para satisfacer una necesidad personal y esta puede ser correcta o no.

  • Factores sociales que la condicionan.

Los factores sociales que condicionan la delincuencia, sobresalen con respecto a otros, dada la continua acción del hombre en la sociedad y la interacción entre los sujetos que en ella se desarrollan, conviviendo a diario bajo los mismos patrones de conducta y similares hábitos. Dentro de estos factores sociales se tiene:

El espacio social:

Aquellos factores estáticos que se relacionan con una cultura y un medio geográfico determinado. La cultura comprende hechos sociales de una sociedad determinada con un uso reiterado. Llega a crear costumbres, sentar creencias y patrones sociales, así como concebir técnicas, incluso se concibe como fundamento y contenido de las normas jurídicas. En este parámetro se analizan las zonas criminógenas, concebidas como aquellos territorios proclives a que la actividad delictiva se realice en ellos. Incluso según las características de una zona serán los hechos delictivos que se realicen en ellos. Incluso, según las características, serán los hechos delictivos que se realicen, tenemos de referencia la diferencia entre una ciudad y una zona rural.

El barrio:

Comprendido como el límite político establecido por las autoridades, o bien el entorno en que se mueve cada persona a diario, a pesar de que el círculo social en que se interactúe sea fuera de este territorio. El barrio influye en el número, tipo y calidad de los delitos que se cometen, teniendo en cuenta cuanto facilita o dificulta el control de las autoridades y la protección que pueda dar esta y los habitantes del territorio. En este espacio territorial existen intereses comunes, normas aceptadas en las relaciones sociales o económicas y algunas instituciones sociales, donde existe la interacción constante y generalmente una solidaridad dinámica; lugares entre ellos primordiales que facilitan el vínculo: la escuela, la casa de residencia y el vecindario.

El alojamiento:

El hogar y la convivencia interna complementan en gran medida los factores sociales que condicionan la delincuencia. Es un factor en estrecha relación con la familia y la educación que de esta recibe.

La educación:

La educación fundamental es dada por los padres, la escuela complementa la formación del individuo. La educación recibida por el delincuente tiene una profunda relación con su peligrosidad, es decir, con la posibilidad de reiteración criminal, pues los que han crecido en un medio de vicio o criminalidad lo toman como cosa normal, aunque lo repruebe la sociedad. Incluso los conocimientos técnicos y científicos adquiridos por la educación son utilizados para perfeccionar sus actividades criminales. Por otra parte, la desorganización en la escuela tiene la negativa principal de convertir al educando en una persona indisciplinada, enemiga del orden.

Moralidad de los delincuentes:

Los delincuentes no están desprovistos de moral, sino solo excepcionalmente, prueba de ello es que los asesinos, los violadores o abusadores sexuales y los ladrones se desprecian mutuamente por su baja moralidad, desde su visión de la vida.

Religiosidad:

Algunos delincuentes intentan justificar sus actos con la creencia religiosa que los ha motivado a realizarlos, existiendo, inclusive, sectas religiosas destinadas a tales efectos.

Economía:

Las condiciones materiales son indudablemente condicionantes de espirituales y es en este plano que la economía juega su rol como factor condicionante de la delincuencia. Son las condiciones económicas de vida del individuo las que lo impulsan en múltiples ocasiones a adentrarse en la delincuencia como alternativa a las problemáticas de la vida cotidiana.

Se podría mencionar otros tantos como el abandono, la ignorancia, la ocupación, la composición de la población, la alimentación, los centros de diversión. El análisis demuestra que la delincuencia se caracteriza por la integridad, complejidad y diversidad como fenómeno social.

  • El sujeto delincuente.

Antes del surgimiento del Estado, desde las formas pre-estatales, existían personas que, tanto por imprudencia, desconocimiento o en pleno conocimiento del alcance de sus actos, llevaban a cabo acciones que iban en contra de los intereses de una sociedad.

Este individuo es el conocido sujeto comisor, sujeto activo de la acción antisocial. Para conocer la profundidad de su acción tendremos en cuenta diferentes elementos, desde una visión criminológica, comenzando con el crimen, acción que todos conocemos en primera instancia y luego concretan sus autores.

El sujeto comisor será entendido como aquella persona que no acata el orden social establecido en una disposición normativa de obligatorio cumplimiento, violándolo en determinadas ocasiones.

Dentro de la denominación mencionada solo podemos agrupar aquellas personas que hayan actuado contrario a las exigencias legales, refiriéndonos tanto a personas naturales como jurídicas. En el caso concreto de las personas naturales, estas han de ser penalmente responsables.

El menor de edad  que actúe contrario a las exigencias legales, tipificando alguna conducta delictiva, se clasifica como un  menor transgresor. El menor no es penalmente responsable a la luz del Código Penal cubano, es decir se exime de responsabilidad penal, ya que no posee la capacidad plena de discernir entre el bien y el mal e incluso no puede medir ni analizar con profundidad el resultado de su actuar.

1.4 La delincuencia juvenil.

Si una acción delictiva es llevada a cabo por un joven penalmente responsable, estaremos frente al fenómeno nombrado como delincuencia juvenil. Para ellos la ley penal concede algunos privilegios, pues estos sujetos se exponen a cambios biológicos, físicos y psíquicos. Además, su responsabilidad social y su posición en relación a los adultos hacen que esta etapa de la vida sea más fluctuante e insegura en cuanto a la consolidación de la motivación de sus acciones.

La delincuencia en la mayoría de estos jóvenes se debe a lagunas en el proceso educativo, así como la deficiencia que se engendra en el plano organizativo por los cambios que se producen, constantemente, en la construcción de una sociedad. Se consideran mero resultado de un proceso educativo deficiente de la familia o la escuela.

Para los criminólogos los aspectos a tener en cuenta para medir la variabilidad de los índices de la delincuencia, que permiten investigar a profundidad sus causas y tomar las medidas preventivas acorde con este fenómeno son:

• Edad

• Sexo

• Escolaridad o nivel cultural

• Reincidencia o peligrosidad social

• Actividades delictivas proclives

En las sociedades socialistas los comisores de delito poseen un nivel cultural bajo y mayoritariamente, son responsables por delitos contra los derechos patrimoniales (robo, hurto); delitos contra la vida y la integridad corporal, como es el caso particular, más frecuente, el delito de lesiones, estos sujetos no tienen vínculo laboral estable.

Capítulo II.

La prevención como limitador de la delincuencia

  • Relación de la Delincuencia con el Delito.

Para desarrollar lo relativo a la prevención de la delincuencia se hace necesario establecer su relación con el delito, dado que esta se manifiesta a través de los delitos concretos. El concepto delincuencia se utiliza en aquellos casos en que se refiere a un conjunto estadístico de delitos, comportándose este como el más sencillo enfoque conceptual en relación con la definición de la delincuencia.

El fenómeno de la delincuencia no es una simple suma mecánica de delitos sin relación de unos con otros, sino que entre estos se establece una correspondencia de lo general y lo particular. Es por ello que se plantea la necesidad de que durante el análisis de la delincuencia se deban estudiar las características de los delitos por separado, por tipicidades, y descubrir en ellos lo individual y lo irrepetible. Es importante al mismo tiempo considerar las interrelaciones de distintos delitos y sus comisores, pero también estimar que en estas interacciones aparecen nuevas características de la delincuencia, que no se encuentran en el delito tomado aisladamente, pues en conclusión, la delincuencia es un fenómeno cualitativamente distinto al delito y como fenómeno social debe analizarse en el contexto de los vínculos y relaciones sociales, desde el registro de los cambios sociales.

2.2 Prevención de la delincuencia y el delito.

La Criminología como ciencia tiene como tema clave la esfera de las relaciones sociales en cuanto a la realización de la actividad preventiva, es así que la prevención de la delincuencia y los métodos de su estudio componen una parte independiente de esta en su consideración como disciplina académica.

La Criminología tiene como concepto principal el de prevención de la delincuencia y el origen de este parte del sentido de "prevenir, que significa tomar medidas para hacer tempranamente que no continúen los procesos que desvíen negativamente y obstaculicen el desarrollo social y tomar la delantera en la realización de nuestro proyecto social"[5].

En sentido amplio, la prevención de la delincuencia se puede examinar como un concepto general que incluye otros conceptos acerca de todas las direcciones y tipos de estos procesos, abarcando la prevención de los delitos concretos y el comportamiento delictivo ilegal o antisocial. En sentido estrecho o limitado se considera la prevención de la delincuencia como la actividad dirigida hacia la prevención solo de la delincuencia en conjunto como un fenómeno social único.

En el ramo son muchos los criminólogos que definen dicha prevención como "un amplio complejo de medidas interrelacionadas creadas y aplicadas por los órganos estatales y las organizaciones sociales"[6].

La disciplina social se presenta como meta a alcanzar por la actividad de la sociedad para consolidar la regulación moral y jurídica, en cuanto a la educación de la conciencia moral y jurídica de la personalidad. Es por tanto el enfrentamiento consecuente y directo de las indisciplinas sociales una contribución importante en evitación de la más dañina y peligrosa de sus manifestaciones, la delincuencia como fenómeno social.

Un primer acercamiento en la investigación criminológica ha presupuesto la proyección de la prevención en cuanto a los problemas teóricos del control social. El control existe como fenómeno social. En cualquier sociedad organizada estatalmente este refleja los intereses de clase, que constituyen una de las formas de dirección política, una de las funciones del Estado y de las relaciones sociales, uno de los atributos del poder estatal y social.

Otro tema de vital importancia es el relativo al control social, considerado un sistema complejo de actividad de los sujetos sociales y estatales en nuestra sociedad. Su principio más importante es la indisoluble unidad de los principios estatales y sociales que aseguran la amplia participación de los miembros de la sociedad en la dirección. Teóricamente hablando el control social coloca la acción de los sujetos en determinados marcos correspondientes a las exigencias de la disciplina social que establece el nivel de la tolerancia en cuanto a las transgresiones de las disposiciones de nuestra moral y nuestro derecho. Dicho concepto toma en consideración la unidad económica, política, moral, jurídica, socio-psicológica y de otros aspectos de la actividad de control de la sociedad, dirigida a la prevención de manifestaciones antisociales.

"El desarrollo del control social participa como premisa necesaria y como importante factor del perfeccionamiento consecuente de la actividad dirigida a la prevención de manifestaciones conductuales, inmorales y delictivas, lo que convierte al control social en uno de los más importantes medios de trabajo profilácticos de los delitos y contravenciones"[7].

Las especificidades de la determinación en el medio social definen lo singular de las causas de las conductas antisociales y delictivas. Las causas de la delincuencia poseen todos los rasgos generales de la causalidad social, expresando lo específico, determinante de los fenómenos antisociales. Los fenómenos antisociales pueden examinarse como elementos negativos de la vida social y como dificultades u obstáculos en el funcionamiento del sistema social. Las causas de dichas dificultades u obstáculos tienen también un carácter social, por ello no podemos buscarlas fuera de los marcos de la sociedad en la que se producen los comportamientos antisociales. La delincuencia es siempre un fenómeno social, sus causas, como las de otras transgresiones legales, tienen un carácter social[8]

2.3 Delincuencia y prevención del delito en Cuba.

La actividad delictiva en Cuba antes de 1959 mostraba gran peculiaridad de los delitos de estafa, el juego prohibido, a pesar de la existencia del juego legal y el seudolegal. Estos hechos delictivos eran más de 10000 anuales y las modalidades de los delitos contra la propiedad conjuntamente con los delitos contra la integridad personal alcanzaban el 60% de los hechos delictivos conocidos. En esta etapa se incrementaron los niveles de corrupción con el florecimiento de la prostitución. La sociedad en aquellos momentos tenía como condicionantes el nivel de pobreza, el analfabetismo, el desempleo, así como la discriminación racial, males sociales que operan como factores condicionantes de la delincuencia.

Luego del Triunfo de la Revolución se incrementó la persecución de las actividades delictivas y comienza el uso de las instituciones del estado peligroso y las medidas de seguridad contra las conductas antisociales. Así, paulatinamente, fueron disminuyendo las tasas de las actividades delictivas existentes.

Desapareció desde entonces el llamado crimen organizado o delincuencia organizada, la cual responde a una actividad de grupo, o sea, grupos de poder que se asocian para desarrollar una actividad criminal mediante la explotación, mercado y consumo de bienes para obtener beneficios.

En la actualidad existe un incremento de las tendencias por las conductas desviadas, que consisten en la violación de normas sociales, desde las simples normas de convivencia social, hasta la norma de Derecho y la moral, entre ellas la drogodependencia, consistente en la adicción a sustancias introducidas en el organismo por cualquiera de las vías de administración. Produciendo una alteración en el sistema nervioso central del individuo, así como dependencias psíquicas, físicas o ambas. El individuo adicto al crear la dependencia se vincula generalmente a actividades relativas al comercio ilícito de estas sustancias.

Estas adicciones con la excepción del Tabaquismo, se relacionan directamente con conductas violentas y delictivas e indirectamente favorecen la inadaptación social y la delincuencia, en ocasiones, de las personas que rodean al adicto, como los niños. A las acciones violentas podemos asociar acciones de lesiones, daño, desorden público, desacato, resistencia, entre otros casos están las consecuencias derivadas de accidentes del tránsito producidos en estado tóxico. El alcoholismo es la adicción que más abunda en el país.

Entre las particularidades criminológicas de los comisores de delitos por codicia como el robo y el hurto, se encuentran las necesidades mal educadas, relacionadas con procurar un nivel de vida por encima de sus ingresos, a costa de ganancias ilegales y el predominio de manifestaciones egoístas e individualistas sobre los intereses sociales.

La prevención de la delincuencia, de las transgresiones legales y de los comportamientos antisociales constituye la esencia de una actividad estatal específica que se realiza jurídicamente protegida en Cuba por el Decreto-Ley No. 95 de 1986. En atención a este aspecto se estableció un sistema en el que participan los órganos estatales, las organizaciones sociales y ciudadanos activistas que de conjunto participan en la revelación y eliminación de las causas de la delincuencia y de los delitos. Se trabaja además en la finalidad de contribuir a la eliminación o disminución de las desfavorables condiciones de vida y de educación que pueden cimentar la base de procesos de socialización de carácter negativo en los niños, adolescentes y jóvenes, obstaculizando o creando dificultades para alcanzar el desarrollo sostenible.

Los criminólogos de nuestro país en la actualidad otorgan atención al problema de las cuestiones teóricas de la prevención de la delincuencia, en correspondencia con las tareas de afirmación necesaria de nuestro sistema social, teniendo en su base el consecuente perfeccionamiento del modo de vida al que aspira nuestro modelo para asegurar que prevalezcan los intereses del país en el clima de justicia social y solidaridad humana que han caracterizado estos años difíciles.

El consecuente perfeccionamiento del control social en las condiciones de construcción del socialismo en Cuba está relacionado con la elevación de la efectividad de la actividad de control de los órganos estatales y no estatales en el sistema de dirección, y simultáneamente, en cuanto a la prevención de los elementos de desorganización del mecanismo de regulación jurídica, estatal y social.

Gran importancia tiene predecir la conducta que se espera de un individuo en el futuro y también establecer los determinantes situacionales teniendo en cuenta las condiciones concretas de vida que le gravan una variación en su conducta futura.

Se puede examinar un sujeto, detectarlo y poner al descubierto sus particularidades morales negativas y no por ello estamos frente a un delincuente, tan solo es el motivo para aplicar medidas preventivas, tratando de neutralizar las fuentes de influencias negativas. Salvar un hombre de la comisión de acciones antisociales es brindarle una nueva forma de vida y a cada ciudadano la preciada seguridad colectiva.

Conclusiones

  • La Criminología como ciencia desarrolla el estudio de la delincuencia como fenómeno social con el objetivo de realizar su consecuente prevención.

  • La delincuencia al ser un fenómeno social condicionado por factores sociales, necesita para su prevención de la acción de los organismos estatales en estrecha coordinación con las organizaciones sociales.

  • La sociedad cubana como sociedad socialista prioriza el proceso educativo en la formación de valores como limitador del fenómeno delincuencial.

Bibliografía

  • COLECTIVO DE AUTORES: Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana, 2006.

  • VASALLO BOMUTA, Norma: La conducta desviada. Un enfoque psico-social para su estudio, Editorial Félix Varela, La Habana, Cuba. Tomado de EcuRed Portable.

 

 

Autor:

Tatiana Moreno,

Heidy Medina,

Laura Macias.

 

[1] Vid. Colectivo de Autores, Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana, 2006, p.

[2] Vid. Vasallo Bomuta, Norma: La conducta desviada. Un enfoque psico-social para su estudio, Editorial Félix Varela, La Habana, Cuba. Tomado de EcuRed Portable.

[3] Colectivo de Autores, Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana, 2006, p. 27.

[4] Vid. Colectivo de Autores, Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana, 2006, p. 29.

[5] Colectivo de Autores, Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana, 2006, p. 34.

[6] Colectivo de Autores, Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana, 2006, p. 35.

[7] Colectivo de Autores, Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana, 2006, p. 37.

[8] Vid. Colectivo de Autores, Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana, 2006, p. 45.