Introducción
Esta política educativa de desarrollo con inclusión de los recursos naturales, lleva implícita la participación ciudadana en la defensa de su medio ambiente. Sin embargo, referido a la participación ciudadana lo más acuciante estaría relacionado con el nivel de conciencia ambiental que debiera tenerse para no seguir deteriorando el medio ambiente. Sin duda alguna, la respuesta a ese nivel de conciencia ambiental podría encontrarse en la educación ambiental, pues ella brinda la estructura básica que permite abordar la transversalidad de los conceptos estimulando la voluntad de actuar en forma individual o colectiva para la resolución de los conflictos ambientales presentes y futuros.
El objetivo general del trabajo fue sistematizar experiencias exitosas en educación popular con pobladores de la Región de Puno, a través de la aplicación de talleres como herramientas metodológicas de educación ambiental, los cuales fueron realizados en las trece provincias de la región. Las actividades desarrolladas estuvieron comprendidas entre los meses noviembre de 2014. El tipo de estudio que se abordó fue investigación descriptiva transversal con un enfoque histórico hermenéutico y critico social. Las variables analizadas en cada uno de los talleres pertenecieron a escalas cualitativas nominales. Se aplicaron como instrumentos de medición para la confiabilidad de los resultados el escalamiento tipo Likert y diferencial semántico. Dentro de los principales resultados obtenidos, el mayor número de experiencias correspondió a la actividad de reciclaje, la que representó. De igual forma, fue significativo el bajo número de participación universitaria o su representación en las provincias para orientar y o contribuir sobre la base del conocimiento científico al éxito de las experiencias ambientales de la región, representó solo, Finalmente se concluyó, que la población en general, es quien deberá rectorar y tomar las decisiones para el desarrollo de los programas de educación ambiental.
Intergubernamental de la celebrada, fue definida por primera vez, la naturaleza, objetivos y principios pedagógicos de la educación ambiental y donde se mencionó que "la educación ambiental es el proceso que consiste en reconocer valores y aclarar conceptos con el objeto de fomentar las actitudes necesarias para comprender y apreciar las interrelaciones entre el hombre, la cultura y medio biofísico. Asimismo, fue mencionado que la educación ambiental entraña también la participación en la toma de decisiones y en la propia elaboración de un código de comportamiento con respecto a las cuestiones relacionadas con el medio ambiente". De la misma manera, en el capítulo 36 de la Agenda 21 promulgada en la Conferencia de Río de Janeiro-Brasil y reconocida como Cumbre de la Tierra, consigna que "la educación es fundamental para adquirir conciencia, valores y actitudes, técnicas y comportamientos ecológicos y éticos en consonancia con el desarrollo sostenible…". El concepto de desarrollo sustentable, el cual se hizo tangente en la propia Conferencia de Río, hace referencia a la satisfacción de las necesidades de nuestra generación mediante la utilización conservacionista de los recursos naturales pero teniendo en cuenta, que es un préstamo que tomamos de las generaciones venideras.
Esta política de desarrollo con inclusión de los recursos naturales, lleva implícita la participación ciudadana en la defensa de su medio ambiente. Sin embargo, referido a la participación ciudadana lo más acuciante estaría relacionado con el nivel de conciencia ambiental que debiera tenerse para no seguir deteriorando el medio ambiente. Sin duda alguna, la respuesta a ese nivel de conciencia ambiental podría encontrarse en la educación ambiental, pues ella brinda la estructura básica que permite abordar la transversalidad de los conceptos estimulando la voluntad de actuar en forma individual o colectiva para la resolución de los conflictos ambientales presentes y futuros.
Según (Marco, 2009), los problemas ambientales del mundo contemporáneo son esencialmente problemas de orden educativo, por lo que la nueva educación debe incidir en la formación de un ciudadano o ciudadana que respeta toda forma de vida (principio de respeto), considera las consecuencias sociales y ambientales de su acto (principio de responsabilidad), valora el modo de ser de otras sociedades y culturas (principio de tolerancia, (Pujadas, 1998), plantea que debido a los resultados de la educación tradicional, por su carácter jerárquico y antidemocrático surge como respuesta la educación popular, quien apuesta por un modelo educativo que conduzca a la transformación de una sociedad más justa, igualitaria, democrática y participativa; sirviendo así como instrumento de empoderamiento social de los sectores marginados.
El propio Pujadas señala que alrededor de los años 70, surge en Brasil un movimiento educativo impulsado por Paulo Freire; el cual viene a considerarse el antecedente a lo que actualmente se concibe como educación popular, refiere que la ha sido con frecuencia considerada solamente como una modalidad de educación o una propuesta didáctica basada en la aplicación de métodos y técnicas activas y participativas. Sin embargo, Gallardo aborda que por sus fundamentos ético-políticos, propuestas pedagógicas, diversidad y riqueza de experiencias así como extensa bibliografía producida en torno a la EP, ésta conforma una gran corriente educativa que incluye diversas modalidades y abarca múltiples niveles de prácticas educativas encontrándose las comunitarias, grupales, formales, no formales, personas adultas, niños y niñas, jóvenes, etc, señala que en la Región Andina (Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia y Venezuela), el reto es hacer lecturas adecuadas y oportunas de los hechos y situaciones de la región que permitan asumir posiciones públicas y llevar a cabo procesos efectivos de incidencia. Igualmente, reta a estudiar, analizar e interpretar las formas en que incide el comportamiento dinámico global en cada contexto nacional y regional. Menciona además que, una mirada integral desde lo cultural, geográfico, ideológico e histórico permite a su vez, identificar las realidades locales de cada uno de los países con todas sus complejidades y especificidades que permiten reconocer las historias y coyunturas locales, respetar las diversidades culturales y actuar en consecuencia de ello.
En el caso particular de la Región de Puno en el Perú, las actuales prácticas de vida en sus provincias, distritos y centros poblados están cambiando de forma perjudicial su interacción con el medio ambiente, haciendo que cada vez más se pierdan costumbres nacidas de la sabiduría andina, por lo que la gran preocupación entonces es conocer qué tipo de gestión ambiental, posibilitaría cambiar las actitudes.
El trabajo estuvo basado en el Proyecto ¨Desarrollo de capacidades humanas para la conservación y uso sostenible de los recursos naturales de la región Puno¨ correspondiente a la Gerencia de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente del Gobierno Regional de Puno. Para ello fueron realizados talleres como herramientas metodológicas de educación ambiental, los que fueron ejecutados en las trece provincias de la región. Las actividades desarrolladas estuvieron comprendidas entre los meses noviembre de 2012 y junio de 2013.
El tipo de estudio que se abordó fue investigación descriptiva transversal, ya que tuvo ocurrencia en tiempo y espacio. La esencia descriptiva identificó cada uno de los rasgos que caracterizaron el problema establecido en el contexto de estudio, así como la explicación de la relación causa-efecto del problema. El enfoque que se abordó fue histórico hermenéutico y critico social. Lo histórico hermenéutico fue por la esencia fenomenológica del estudio, ya que se accedió a la recolección de información procesada no estadísticamente sino de forma categórica. Este procesamiento estratégico, brindó la posibilidad de hacer el ejercicio interpretativo de la información, es decir, de la valoración del fenómeno desde su trascendencia hasta sus connotaciones sociológicas, históricas, filosóficas, psicológicas y pedagógicas; mientras que el enfoque crítico social, fue debido a que el estudio no solo se limitó a establecer la esencia materia del objeto de conocimiento, sino su trascendencia e impacto social con el propósito de que a través del trabajo realizado en los talleres, se pudiera contribuir a la transformación social (Rodríguez et al., 2002).
Se presumió que el número poblacional para la realización exitosa de los talleres en cada provincia fueran 30 personas, aunque la asistencia fluctuó por cada localidad, debido principalmente al tiempo y a las distancias geográficas entre la sede de los talleres y la localidad de residencia de los participantes, definiéndose el comportamiento de la muestra de pobladores asistentes como de tipo probabilístico por racimos y; considerando que la cantidad de asistentes fue mayor a 7 en cada taller, entonces los mismos fueron considerados como válidos: basado estadísticamente en una desviación típica de la distribución normal o sigma asumida igual a 1.0, nivel de confianza de 95% y estimación o tolerancia deseada de la media las variables analizadas correspondieron a las experiencias sobre educación ambiental y al tipo de actores identificados, siendo ambas operacionalizadas mediante análisis estadístico descriptivo, cumpliéndose las condiciones de ser exhaustivas y excluyentes (Colectivo de autores, 1987).
Antes de la recolección de información, en cada taller se manejaron los mismos conceptos o definiciones como paradigmas de la educación ambiental los cuales correspondieron a:
Medio ambiente
Educación
Educación ambiental
Conocimiento popular
Sabiduría tradicional
Ética ambiental
Conflictos socio-ambientales
Participación
Proyectos de desarrollo
Responsabilidad ambiental
Solidaridad
Posteriormente, dentro de las técnicas aplicadas en cada localidad y teniendo en cuenta que los talleres correspondieron a la investigación cualitativa de tipo social (no se enmarcó solo en la esencia objetiva del problema, sino que lo llevó hasta su trascendencia), fueron aplicados tres tipos de técnicas para la recolección de los datos: observación (descriptivos y narrativos), entrevista (en profundidad o focalizada) y grupo de discusión o debate. Los tipos de instrumentos de medición aplicados para la confiabilidad de los resultados fueron los siguientes (Hernández et al., 2010):
1. Escala de Likert (consistió en un conjunto de ítems presentados en forma de afirmaciones o juicios, ante los cuales se evaluó la reacción de los sujetos).
2. Diferencial semántico (consistió en la validación de los talleres).
En cuanto a las experiencias ambientales recogidas en la región de Puno, la mayoría de experiencias correspondió a la actividad de reciclaje (86), la cual representó el 26.88% demostrando, conciencia sobre lo que representa la existencia de desechos en el ambiente. Este resultado pudo estar condicionado por las actividades de charlas y talleres los que ocuparon una segunda posición, representado por el 20.31%. Por el contrario, la menor frecuencia de actividades fue referida a los programas radiales (5), atribuible al 1.56% interpretándose en este caso particular, que existe muy baja difusión de las actividades ambientales a través de este De la misma manera según (Maneja, 2006), la educación ambiental debe garantizar que los seres humanos afiancen e incorporen en su vida, conocimientos, actitudes, hábitos y valores que les permitan comprender y actuar en la conservación del medio ambiente, trabajar por la protección de todas las formas de vida y por el valor inherente de la diversidad biológica.
La educación ambiental puede llegar a través del sistema educativo formal (escuelas, facultades, institutos de capacitación) o bien, mediante un sistema no formal como son los medios masivos de comunicación (televisión, radio, periódicos) o bien a través de las acciones de organizaciones intermedias.
Es preciso mencionar que existe un Programa Latinoamericano y Caribeño de Educación Ambiental (PLACEA), que tiene como objetivo general: establecer un mecanismo regional permanente que impulse la coordinación de políticas, que estimule el desarrollo de programas y proyectos, fomente la comunicación, el intercambio y el apoyo mutuo entre los gobiernos regionales, así como entre éstos y otros actores sociales involucrados en el desarrollo de programas de educación ambiental (Trélles, 2006). Esta información precisa destacar, que no debe faltar en un plan de educación ambiental y si éste es de carácter regional será mucho mejor. La educación ambiental se debe trabajar como un proceso y no como una idea, voluntad o acompañamiento político, pensarse con la gente involucrada-actores, realizar una lista de fortalezas y debilidades, conocer las características de la región (tipo de municipio/comunidad, organizaciones de base, medios para difusión de información, geografía de la zona, entre otras), conocer la actividad que motoriza el crecimiento económico y por último, definir los instrumentos a utilizar.
La aplicación objetiva de los talleres en la Región de Puno, permitió observar que aún prevalecen enfoques y aproximaciones muy limitadas frente al complejo problema ambiental, las cuales permanecen como visiones focalizadas sin poder trascender a niveles superiores e integrados.
Estas visiones se traducen en propuestas que suelen responder puntualmente a los perfiles de proyectos solicitados por las fundaciones y organismos de financiamiento, ajustados a políticas ajenas a nuestras circunstancias como realidad y que desconocen, las dificultades para poner en marcha acciones de educación ambiental en condiciones de severas carencias de satisfactores. Asimismo, la aplicación de los talleres posibilitó que en el futuro se requiera de un nuevo enfoque metodológico cualitativo distinto y que necesariamente tenga que contemplar la observación in situ, así como la aplicación de técnicas e instrumentos que en esta ocasión no estuvieron dentro de las posibilidades económicas del estudio.
– Se evidenció que la educación ambiental es un instrumento de gestión ambiental informativo que permitió visualizar la búsqueda de soluciones a la problemática ambiental tanto a nivel local como regional, expresando resultados con valores indicativos para la recuperación detallada y a profundidad de realidades particulares.
– Se evidenció la necesidad de revalorar la sabiduría tradicional de los pueblos quechua y aimara para integrarla en la educación ambiental basándose en el diálogo y construcción colectiva multicultural, sin la mera transferencia del conocimiento científico al pueblo, sino como una construcción colectiva entre el conocimiento tradicional y el conocimiento científico.
– Se consiguió generar una reflexión sobre la situación ambiental que enfrenta la región con la urgencia transformadora de actuar, ya que fue reconocido el trabajo institucional sobre la educación ambiental a nivel local, identificándose puntos de interés común para realizar un trabajo en conjunto o sinergia.
COLECTIVO DE AUTORES. 1987. Bioestadística y computación. Ed. Pueblo y Educación. República de Cuba. pp 32.
Freire P. 2005. Pedagogia da autonomia. Saberes necessários à prática educativa, São Paulo, Paz e Terra.
Gallardo H. 2006. Ciclo de conferencias: Sujeto y cultura política popular en América Latina, San José, Costa Rica.
González G.E. & Lorerenzetti L. 2009. Investigação em Educação Ambiental na América Latina: mapeando tendências", en Educação em Revista. Vol. 25, No.3, pp. 191-211.
Hernández S.R., Fernández C.C. & Baptista L.P. 2010. Metodología de la investigación. Quinta edición. Ed. Mc Graw Hill. pp 245-258. ISBN 978-607-15-0291-9.
Malito I. 2012. El Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe, y los retos que se nos plantean. La Piragua. Revista Latinoamericana y Caribeña de Educación y Política. No 37.
Autor:
Isidro Ccacasaca Quispe