- Origen de la caña de azúcar
- Origen de la Industria Azucarera en República Dominicana
- Decadencia de la industria azucarera
- Tráfico de esclavos para la América española
- Negros bozales, ladinos y cimarrones
Origen de la caña de azúcar
La caña es originaria de Nueva Guinea, de donde pasó a la India y de allí a China y Oriente Próximo. Con la expansión musulmana, los árabes la introducen por el Mediterráneo hasta la Península Ibérica, de donde pasa a las islas atlánticas próximas (Azores, Madeira, Canarias).
En el segundo viaje (1493), Cristóbal Colón introdujo a la Hispaniola la caña de azúcar, pero no fue hasta el año 1501, después de varios intentos, cuando se logró prender la planta que procedía de las Islas Canarias. Desde la Isla La Hispaniola fue extendida hacia Cuba, Puerto Rico y toda América, convirtiéndose el continente Americano en el mayor productor de azúcar de caña del mundo. Las grandes extensiones de tierras aptas para el cultivo de caña en el Nuevo Mundo, junto al descubrimiento de métodos de refinado del azúcar, proporcionaron el ambiente adecuado para la expansión del producto.
Origen de la Industria Azucarera en República Dominicana
Nuestra industria azucarera nació en un ciclo de apogeo del comercio internacional. Desde los principales centros industriales se demandaban materias primas y se exportaban mercancías y bienes de capital, estimulando en las economías periféricas la producción a gran escala de bienes agropecuarios y mineros de exportación.
Unos de los factores que favorecieron el auge de la producción azucarera en nuestro país fue la guerra de los diez años en Cuba (1868-1878), atrayendo hacia el país a empresarios y técnicos del sector. Otro factor que incidió en la industria azucarera local fue la guerra franco-alemana de 1870, siendo estos de los países mayores productores de azúcar de remolacha y la Guerra de Secesión Norteamericana entre 1861-1865, que provocó efectos devastadores sobre las plantaciones de caña en Luisiana.
En el país, el fin de la Guerra de la Restauración en 1865, el gobierno de los 6 años de Báez (1868-74) y los gobernantes azules que dominaron el último cuarto del siglo XIX, favorecieron esta industria.
A todos estos acontecimientos se sumó el ambiente favorable creado por las autoridades con la creación de leyes para incentivar la inversión de capital en el fomento de explotaciones agroindustriales en gran escala. Entre estas leyes están, exoneraciones de pago de arancel a las maquinarias, implemento de trabajo e insumos productivos, franquicias temporales que eximían el pago de derecho de exportación y concesiones de terrenos estatales.
A los empresarios que decidieron fomentar los ingenios azucareros a gran escala se les dieron facilidades adicionales. Otro elemento a destacar fue la existencia de comerciantes locales vinculados al financiamiento del tabaco y los cortes de madera, dispuesto a invertir en éste sector. Por encima de todo esto el país poseía las condiciones naturales ideales, abundante tierra de excelente calidad con amplia red de irrigación fluvial.
2. La encomienda consistía en la asignación, por parte de la corona, de una determinada cantidad de aborígenes a un súbdito español, encomendero, en compensación por los servicios prestados.
A partir de 1520 se instalaron los primeros ingenios como centro de producción con su primera exportación hacia la metrópoli en 1521 por los puertos de Santo Domingo Y Puerto Plata. Iniciando de esta manera el comercio y auge de la industrialización del azúcar. Para la primera década del siglo XVI se van insertando cambios cualitativos en la sociedad tales como, la introducción de negros esclavos, el levantamiento de los aborígenes, el maltrato, el hacinamiento, las cimarronadas, la disminución de las ganancias, la formación de diferentes estructuras sociales, el mestizaje, el sincretismo, la elevada mortalidad y el surgimiento del hato ganadero
3. Los padres Jerónimos durante su gestión dentro de la industria azucarera tomaron una serie de medidas favorables para el desarrollo de la misma tales como: la exoneración del pago de los impuestos por la importación de las maquinarias, reparto de tierras e indios, importación de negros esclavos entre otros. La mayoría de los ingenios del siglo XVI estaban concentrados en la región sur, entre Santo Domingo y Azua, tratando de mantener un control sobre los ataques de piratas y cimarrones.4. Un trapiche es un molino, se utilizaba para extraer el jugo de determinados frutos de la tierra. El trapiche es un molino movido por la fuerza animal. Lleva tres rodillos amarrados a una rueda, los animales mueven la rueda y así se mueven los rodillos y un hombre va metiendo las cañas de azúcar.El ingenio es un molino movido por la fuerza del agua. El agua con su fuerza, mueve una rueda con palas y esa rueda mueve todo el mecanismo y eso hace que un hombre pueda meter la caña en los rodillos y así se extrae el jugo y lo que sobra se lleva a la prensa y alli se saca lo último que queda.Las primeras noticias sobre la presencia al-Andalus de este cultivo se remontan en el siglo X en las costas granadinas. Desde entonces la caña de azúcar se extendió por buena parte del litoral mediterráneo aprovechando las condiciones climáticas y medioambientales.TRAPICHE:Se utilizaba la fuerza animal para la extracción del jugo.INGENIO:Se utilizaba la energía del agua para la extracción del jugo.Su proceso era similar al del trapiche, pero ya era más rápido, porque utilizaba la energía del agua.
5. A fines del Siglo XVI eran conocidos varios de los minerales más importantes de oro y plata; los centros mineros más importantes fueron: Zacatecas, Sombrerete, Fresnillo, Nombre de Dios, Santa Bárbara, Guanajuato, Tasco, Tlalpujahua, Pachuca, Oaxaca, etc. En el Siglo XVII las minas más importantes que se descubrieron fueron las de San Luis Potosí, y en el Siglo XVIII, las de Real de Catorce. Ganadería. La caballada y el ganado vacuno, traídos de España, se propagaron rápidamente. Lo mismo ocurrió con la cría de ovejas, cerdos y gallinas, aún entre los conquistados. A fines del Siglo XVI existían manadas de toros y caballos sin dueño. Se inició también un comercio muy intenso de ganado vacuno y de productos de los mismos. Los cueros se enviaban a España con el objeto de aprovecharlos en las industrias. La agricultura. La base de la alimentación en esta época fueron los cultivos indígenas: el maíz, el fríjol y el chile, que se producen en casi todo el país. Muy importante también fue el cultivo del maguey de pulque, pues la embriaguez se extendió de manera alarmante entre los autóctonos después de la Conquista. En cambio los conquistadores aclimataron nuevas plantas: el trigo, que prosperó en las tierras templadas y frías; el plátano, el arroz y la caña de azúcar se extendieron en la tierra caliente. La plantación de árboles frutales traídos de España se difundió rápidamente, aun entre los nativos, debido a los misioneros. El cultivo de la morera y la cría del gusano de seda adquirieron enorme importancia en el Siglo XVI, pero luego fueron prohibidos, así como el cultivo de la vid y el olivo. Otros cultivos coloniales preferidos fueron los de la cochinilla, insecto que se cría en los nopales y produce un color púrpura; el de la vainilla, el añil y el tabaco. Las causas del atraso en la agricultura en la época colonial mexicana fueron las siguientes: La mala distribución de la tierra, que originó el latifundismo; los mayorazgos, cuyos poseedores estaban ausentes o no tenían interés en sus propiedades; los bienes de manos muertas, que dejaban sin cultivar grandes extensiones; la falta de buenos sistemas de irrigación, y la prohibición para ciertos cultivos. Aunado a esto, los españoles, los mestizos y los criollos consideraban a la agricultura una ocupación inferior, por esta razón las haciendas estuvieron en manos de capataces negros, los dueños se conformaron con tener una renta anual sin que les interesara realizar mejora alguna. El comercio. Los artículos principales que España enviaba a México, por medio de flotas que anualmente hacían su recorrido, eran aceites, aguardientes, objetos de hierro, lencería, telas manufacturadas en Holanda e Inglaterra, jarcias, papel, vajillas, etc., además de los productos procedentes de las Filipinas que la Nao de China traía al puerto de Acapulco. Este último acontecimiento fue motivo de interesantes ferias, a las que concurrían comerciantes de distintas partes de la Nueva España para comprar perlas, especias, muebles, perfumes, ámbar, telas de seda, seda cruda, floja y torcida. Las prohibiciones al comercio exterior impidieron el comercio directo entre Nueva España y las Filipinas, entre nueva España y Buenos Aires, entre Perú y Nueva España, pues el comercio autorizado sólo podía efectuarse a través de los únicos puertos habilitados de España: Cádiz y Sevilla; y los de América: Veracruz, Panamá y Cartagena.
Decadencia de la industria azucarera
Para 1580 se inició la decadencia de la industria azucarera en la colonia debido a varios factores como serían: el monopolio que ejercía la Casa de Contratación de Sevilla, la crisis de la navegación por el atlántico, la reducción de la mano de obra esclava, y la competencia que generó la producción de jengibre. Así se va deteriorando la industria azucarera del siglo XVI. La muerte del Cardenal Cisneros, quien fue sustituido por Carlos I en España y la ruptura entre los jerónimos y el padre Las Casas, fueron los factores que provocaron que el gobierno de los padres Jerónimos fuera sustituido por el de Rodrigo de Figueroa.
La industria azucarera colonial decayó a finales del siglo XVI por la concurrencia de distintos factores. La lucha de clases era intensa en torno a la industria azucarera, tomando a veces forma de enfrentamientos sangrientos que hizo que la inseguridad se adueñara de los ingenios. Los esclavos rebelados se hacían participes de los mismos para aumentar sus fuerzas y servirse de las provisiones que les eran necesarias.
La competencia desigual entre los azucares que producía la colonia y los procesados en Europa que se obtenían a menor precio y el contrabando con los holandeses, portugueses, ingleses y franceses afectaron significativamente la industria azucarera colonial. En todo estoy hay que tomar en cuenta el monopolio comercial que mantenía España con sus colonias porque limitaba las posibilidades de obtener mejoresmercados para su producción.
El siglo XVII fue considerado un periodo de generalización de la pobreza en la colonia. La decadencia definitiva de la industria azucarera, las despoblaciones de Ozorio, la presencia de epidemias, fenómenos naturales de gran espectro, el monopolio comercial agravado, los corsarios y piratas, el inicio de la perdida de la parte occidental de la isla, que fue quedando en manos de Francia, las migraciones de las personas con mayor posibilidad económica en su mayoría, el incremento de los mestizos, y la imposición del situado fueron las características de este siglo.
Tráfico de esclavos para la América española
El tráfico de esclavos en Africa, que primero habían dominado los árabes para vender su mercancía en los mercados mediterráneos, comenzó a caer bajo el control de los europeos durante el s. XV.
Empleo de esclavos en América: Como mano de obra más apta se utilizó en toda América al negro esclavo. España fue la que menos se dedicó al tráfico negrero, limitándose a conceder licencias de entrada, inicialmente a los genoveses, después a las compañías alemanas y a los portugueses, y por último a franceses e ingleses; éstos obtuvieron la exclusiva en 1713 por el "derecho de asiento", hasta que se concedió la libertad en 1789. Aunque la entrada de esclavos negros fue general para todos los reinos y provincias de la América española, su número fue mayor en el área del Caribe y golfo de México, tanto por razones climáticas como por el rápido descenso de la población indígena en estas zonas.
Sustitución de la población diezmada en las Antillas: La Española fue la isla más rápidamente colonizada y explotada. En 1502 Ovando implantó el sistema de los repartimientos, de consecuencias fatales para la población indígena, que fue diezmada por el trabajo forzado y por las enfermedades. Las discordias entre los colonizadores y la rápida extinción de los indígenas, dirigieron a los españoles hacia Cuba, cuya ocupación metódica había emprendido el adelantado Diego Velázquez (1510). En la primera mitad del siglo XVI imperó en Cuba una economía basada en la minería intensiva del oro, a base del trabajo forzado. Cuando en 1540-1550, agotados los yacimientos, fue suprimido el régimen de repartimientos, la población de las Grandes Antillas estaba aniquilada y tuvo que ser sustituida por mano de obra esclava. Igual suerte corrieron los indios de Trinidad y las Bahamas, donde de momento no hubo establecimientos coloniales permanentes, pero que sufrieron las incursiones de los cazadores de esclavos.
Fue en las colonias francesas (Haití, Martinica, etc.) y en las inglesas (Jamaica, Virginia, Carolina, Georgia y en general en el Sur de las Trece Colonias) donde el empleo de esclavos alcanzó mayor densidad.
La concesión de los asientos en la América española: Los asientos fueron muy frecuentes en la América española hasta bien entrado el s. XVIII. Se aplicaban a materias muy diversas: la venta de determinados artículos (bebidas, tabaco, etc.), el abastecimiento de una población, las exportaciones mineras, etc. El más conocido e importante fue el asiento de negros, esto es, el monopolio de introducción de esclavos africanos en la América española. Aunque la primera concesión de este asiento fue hecha a favor de una compañía genovesa (1516), puede decirse que hasta 1640 sus beneficiarios exclusivos fueron los portugueses, sustituidos a partir de entonces por los neerlandeses, que explotaron este monopolio hasta 1695. Apenas subido al trono, Felipe V lo concedió a la Compañía real de Guinea (1701), empresa comercial francesa en la que tenía intereses su abuelo, Luis XIV. Una de las concesiones más importantes obtenidas por Gran Bretaña en la Paz de Utrech (1713), que puso término a la guerra de la Sucesión española, fue precisamente la de asiento, que se arrendó a la South Sea Company (Compañía del Mar del Sur). Los ingleses se comprometían a enviar a América un total de 144.000 negros en 30 años, a razón de 4.800 por año. El tratado autorizaba a la compañía a introducir las mercancías necesarias para el sustento de los negros en los puertos de desembarco: amparados en esta cláusula, los ingleses desembarcaron y vendieron gran cantidad de mercancías de primera calidad, que no estaban destinadas al consumo de los esclavos negros. El acuerdo de la Compañía del Mar del Sur fue renovado en 1748, por el tratado de Aquisgrán; pero en 1750 el soberano británico abandonó el derecho que había obtenido, mediante una fuerte compensación económica.
Período de decadencia del corso: El corso euroamericano y mediterráneo entró en plena decadencia paralelamente a la de las viejas políticas económicas. También cesó el apoyo, al constituirse sus propios imperios coloniales por parte de los estados que fueron excluidos de la repartición del Nuevo mundo efectuada por el papado en beneficio de españoles y portugueses. El gran corsario se hizo entonces negrero, mercader o marino, mientras el corsario de poca monta se hizo pirata o contrabandista; las bases terrestres de bucaneros y filibusteros en las Pequeñas Antillas aceleraron su transformación en colonias de explotación normales -inglesas, francesas y neerlandesas- sin dejar de ser trampolines para toda clase de tráfico ilegal con los puertos coloniales del Caribe.
Duras condiciones del transporte (s.XVII): El padre Alonso de Sandoval relata como testigo que los negros "van de seis en seis encadenados por argollas en los cuellos, asquerosos y maltratados, y luego, unidos de dos en dos con argollas en los pies. Van debajo de la cubierta, con lo que nunca ven el Sol o la Luna. No se puede estar allí una hora sin grave riesgo de enfermedad. Comen de 24 en 24 horas una escudilla de maíz o mijo crudo y un pequeño jarro de agua. Reciben mucho palo, mucho azote y malas palabras de la única persona que se atreve a bajar a la bodega, el capataz". Sobre un cómputo de 29 barcos llegados a las Indias de forma consecutiva, de los 7.143 esclavos en las lejanas costas de Africa, sólo 5.551 llegaron vivos. La travesía duraba 50 días desde Angola a Cartagena de Indias y 40 desde Guinea. Debido al elevado número de muertes se autorizó al principio un recargo del 20 por ciento sobre el numero de cabezas autorizadas por la licencia, en concepto de demasía para pasar más tarde al 40 por ciento. En los almacenes de destino fueron frecuentes las epidemias, incluidas las de viruela. Los esclavos continuaban viaje con destino a minas y plantaciones. De Veracruz a México aún quedaba un viaje de 17 días en mula. Desde Cartagena embarcaban para Buenos Aires, Tucumán y Potosí. La ruta a Chile era la más penosa. Comenzaba desde Portobelo a Panamá y después de cruzar el istmo se embarcaba en Callao.
Los barcos de la trata: Los costos de la operación negrera resultaban elevados (licencias, registros, mercancía de trueque). Existía la obligación de armar el barco debido a la piratería para revender ilegalmente esclavos tomados como presa. Un patache de 30 toneladas debía llevar ocho mosquetes y dos arcabuces, tres arrobas de pólvora y dos de plomo. Si el barco es de 100 toneladas son obligatorias cuatro piezas de artillería, 150 balas, 15 mosquetes, 12 picas, un quintal de plomo y pólvora. Para amontonar el mayor número posible en las bodegas se hacían distintos sollados de madera, donde sólo cabían tumbados. De vez en cuando se les subía a cubierta donde eran obligados a realizar violentos ejercicios físicos para evitar que la inactividad menguase demasiado el tono muscular, del que dependía el precio de venta.
Dimensiones del más grande de los comercios de esclavos: Hacia 1818 casi la mitad de la población de Brasil, que se componía de 4.000.000 de habitantes, era de esclavos, en 1847 más de la mitad de los 9.000.000 cubanos eran esclavos. Los franceses también se comprometieron en este comercio y llevaron muchos negros esclavos a Haití, donde en 1950 sólo 2000 de los 3.500.000 habitantes de la isla eran blancos y el resto eran descendientes de esclavos. En 1560 John Hawkins introdujo en Inglaterra el negocio esclavista. Durante el s. XVII la English Adventure Trading Company utilizaba la mano de obra de esclavos negros en su industria de la caña de azúcar en las Indias Occidentales. En el período 1700-86 unos 610.000 negros fueron transportados a Jamaica y 2.130.000 a otros lugares de las Indias Occidentales Británicas. El estallido de la Guerra de Independencia norteamericana dio fin, por algún tiempo, al comercio británico de esclavos en Norteamérica, donde los esclavistas habían ya transportado 500.000 personas. Pero el tráfico prosiguió y en 1800 había alrededor de 1.000.000 de esclavos negros en Estados Unidos, que en 1860 se convertirían en 4.500.000 dentro de una población total de 30.000.000 de individuos.
Holanda y Dinamarca: Los holandeses, que asolaban el Africa, vendían la mayor parte de los esclavos capturados a los españoles, y en el s. XVII, al conquistar Indonesia, esclavizaron a su población. Ambos países actuaron de forma intensa, aunque Dinamarca lo hizo por poco tiempo. Holanda, con la disculpa de sus colonias en Oceanía compró esclavos en Costa de Oro y Guinea, para trasladarlos a sus posesiones en el archipiélago de la Sonda. Dinamarca sin ningún motivo especial, organizó una sociedad autorizada que actuó de forma tan atroz que pronto le prohibieron seguir (1754). Holanda llegó a obtener una especie de monopolio de la trata en el Indico hacia Nueva Guinea principalmente.
Participación de esclavos negros en la exploración americana: Los españoles comenzaron a utilizar los servicios de esclavos negros en América en una fecha tan temprana como 1501. Cierto número de ellos participaron activamente en la exploración del continente. Y, a pesar de las tristes condiciones en que se les capturaba, transportaba y mantenía, muchos descollaron incluso desde el principio en la ingente tarea de la conquista del nuevo mudo. Así, hallamos mención de la presencia de esclavos negros en las expediciones realizadas en Guatemala, Chile, Perú yVenezuela; en las aventuras de Ponce de León en Florida; en la expedición de Ayllón, con Cabeza de Vaca y fray Marcos der Niza en el sudoeste de los actuales Estados Unidos. Con Alarcón y Coronado en Nuevo México y con De Soto en el Misisipí. Nuño de Olano se distinguió como fiel compañero de Balboa en el camino hacia el océano Pacífico. En el lugar donde actualmente se alza Jamestown (donde en 1526 los españoles establecieron un fuerte, al que llamaron San Miguel de Gualdape) los esclavos negros desempeñaron un papel primordial en el establecimiento de la colonia, que finalmente, debido al trato cruel de que eran objeto, no prosperó. Quizás el personaje más destacable de entre los africanos, que colaboraron con los españoles en la exploración y conquista de América, fue Estebanico, verdadero explorador de lo que es hoy Nuevo México y Arizona. Nacido hacia 1500 en Azamor (Marruecos), era esclavo de Pánfilo de Narváez y como tal participó en la infortunada expedición que éste realizó a las costas de Florida. Tras embarrancar las naves en las costas de Texas y caer todos los miembros de la expedición como esclavos de las tribus indias, Estebanico acabó con unos pocos supervivientes que lograron volver a pie a las costas mexicanas. Por su valor y sus decisivas pruebas de inteligencia, convertido ya en compañero del tesorero de esta primera expedición, Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Estebanico fue elegido para ir en busca unas famosa siete ciudades de Cibola. Pereció en el intento, pero su colaboración y el respeto demostrado por los jefes españoles, era un signo de las peculiares relaciones que, por aquellos años, se iban estableciendo entre los tres grupos de pueblos.
Negros bozales, ladinos y cimarrones
Bozal, era el nombre con el que se designaba a los negros recientemente traidos de Africa, los cuales no comprendian nada, en referencia al idioma, costumbres y ordenes que se les daba. Asimismo, los negros bozales se caracterizaban por ser muy fuertes y resistentes al trabajo.
Los negros Ladinos, eran aquellos que ya hablaban el castellano y que habian asimilado la cultura española.
9. El primer grito de libertad de los negros se produjo en la Española el 27 de diciembre de 1522, precisamente en el ingenio perteneciente al gobernador de la isla donde se le dio muerte a nueve colonos españoles. La rebelión no progresó porque fueron alcanzados por Don Melchor de Castro luego de cruzar el río Nizao en el cual perecieron luego de la batalla desigual que libraron los esclavos en contra de sus amos los colonos. A este hecho se le sumaron luego las llamadas "cimarronadas" que eran las huidas constantes que hacían los negros hacia las escarpadas montañas de la isla desde donde luego regresaban en grupos para hacer saqueos en los ingenios.
Cimarrones. Los que se fugaban de manera individual y se establecían en los montes para, desde allí, atacar las unidades productivas y a los colonos aislados. Estos ataques eran llamados "cimarronadas". • Apalencados. Los fugitivos que se concentraban en número importante en un lugar determinado, con fines de levantarse en armas. • Manieles. Comunidades de negros que se establecían en las montañas sin fines agresivos. Solo querían vivir tranquilamente al margen de la opresión esclavista. Fijaron sus propias reglas y hábitos culturales. Sus lugares favoritos para poder vivir protegidos eran San Nicolás, en la Cordillera Septentrional; Ocoa y Rancho Arriba, en la cordillera Central; Punta de Samaná; el Cabo de Higüey, y Sierra de Bahoruco. Líderes negros. Entre los más famosos líderes africanos que comandaron las revueltas y fugas de esclavos se pueden mencionar: • Juan Vaquero. Se alzó con un grupo en 1537. Andaban por las sierras del sur y atacaban a los colonos de las zonas aledañas. • Diego de Guzmán. "Cimarrón' de San Juan de la Maguana que atacó dicha comarca. • Diego del Campo. Se había mantenido alzado por los alrededores de La Vega por cerca de 10 años. Al final se entregó a los españoles y, a cambio de su vida, se prestó a la persecución de sus antiguos compañeros. • Lemba. Quince años había durado alzado en armas en Higüey, junto con otros 150 personas que le seguían. Se le atrapó y quitó la vida en 1548.
10. La rápida exterminación de los aborígenes permitió la introducción de esclavos africanos. Los primeros eran « LADINOS » nacidos en España y cristianizados, pero la demanda era tanto que tuvieron que importar esclavos « BOZALES », directamente de África. En ARTE CULINARIO (COCINA): Hemos heredado de los africanos la comida basada en plátanos: fritos, mangú, mofongo y tostones. También tenemos el SANCOCHO, EL LOCRIO Y EL MORO. Los africanos aportaron el trabajo humano, el color, el ritmo y una serie de tradiciones y costumbres que todavía conservamos.
Autor:
John David Morla Cedeño