"La mayoría de los profesores enseñan hechos,
los buenos profesores enseñan ideas
y los grandes y excelentes profesores enseñan a pensar" Jonathan Pool
En la introducción: un papel para la historia, del libro de Thomas S. Kuhn, "La estructura de las revoluciones científicas", publicado en inglés en el año 1962, haciendo alusión a la historia de la ciencia, se expresaba ni más ni menos que "Si se considera a la historia como algo más que un depósito de anécdotas o cronologías, puede producir una transformación decisiva de la imagen que tenemos actualmente de la ciencia." (Kuhn, 1998).Ese planteamiento sería similar, si los maestros analizáramos el papel que ha tenido la pedagogía a través de la historia de la humanidad y comenzáramos a verla como algo más que un cúmulo de modelos, autores y fechas, muchas veces descontextualizados y sin el sentido y el significado que tienen. Pues, el sólo hecho de enunciar características, nombres y acontecimientos no adiciona nada al papel que han jugado los maestros y sus reflexiones pedagógicas en el devenir histórico de la pedagogía, más allá de los psicólogos, epistemólogos, pedagogos, quienes han propiciado las bases de los que se ha conocido como Modelos pedagógicos.
Entonces, creo que es pertinente que se comience por el principio. Toda educación, entendida como proceso de práctica social situado, ha buscado organizar todos los elementos que la conforman a través de un mecanismo que la sintetice de manera tal que pueda ser comprendida en su aplicación. Es decir, ha modelado una forma de representar lo que desea para los integrantes de la sociedad.
Esa modelación hace que surjan diferentes percepciones pedagógicas que recogen las teorías que sobre la educación y currículo se tienen en el contexto social. Percepciones filosóficas, antropológicas, éticas, sociológicas, epistemológicas, metodológicas y didácticas que juegan papel importante en la teorización de la acción de enseñanza–aprendizaje acorde a unos intereses hegemónicos de poder o contrario a ellos.
¿Pero qué es un Modelo pedagógico? Se podrán dar diferentes definiciones, sin embargo es bueno intentar una que se salga de los parámetros tradicionales. Considero que un Modelo pedagógico no es más que una representación simbólica tenida de un objeto de estudio – en nuestro caso de la educación- en su forma más sintética de sus características más significativas. Esto es, "destacar aquellos elementos vinculados a un fenómeno que lo caracterizan mejor, para luego establecer los lazos dinámicos que los unen." (Montoya, 2010).
Palabras más, palabras menos, un Modelo pedagógico es la integración de la visión que se posee de los sujetos sociales: maestros, estudiantes, directivos, padres o acudientes, investigadores, funcionarios y sociedad en general, y de lo que se desea alcanzar con ellos y entre ellos, mediados por el currículo. En esa estructura modelada deben aparecen unos componentes congruentes y delimitados, los cuales son, según (Montoya, 2010): una filosofía (Fines últimos); una teoría (Un ordenamiento interno); una política (Su orientación práctica); y, unos procesos y práctica educativa (su puesta en operación).
En ese orden de ideas, antes de iniciar el periplo por la historia de los Modelos pedagógicos, se puede afirmar que la sociedad, acorde a lo deseado para sus individuos, creará un sistema educativo fundamentado en una o más teorías pedagógicas. Lo cual quiere decir que, su sentido y funcionalidad, será la materialización de un sistema educativo que recoja los ideales para una convivencia social armónica, un desarrollo individual y social equilibrado y un desarrollo cultural óptimo, entre otros factores. Sin embargo, para cristalizarlo deben existir unas condiciones mínimas, las cuales serán los elementos constitutivos de un Modelo pedagógico ideal, que se constituirá en la medida en que se concreticen y pulan sus fines, sus objetivos y sus propósitos.
De lo anterior se desprende que los Modelos pedagógicos no son más que las representaciones simbólicas que implican el contenido de la enseñanza y el aprendizaje, el desarrollo del niño y las características de la práctica y la reflexión del docente, cuyo objetivo es hacer que haya un aprendizaje que beneficie al individuo en particular y a la sociedad en general; aprendizaje que se debe objetivar en la interacción en las aulas de clases y, en última instancia, en la sociedad. Asimismo, es un mecanismo de carácter teórico construido para configurar el proceso educativo situado a través de un currículo, ojalá pertinente a las exigencias históricas y socio-culturales. Un mecanismo que interrogue sobre ¿Qué enseñar? ¿A quién enseñar? ¿Para qué? ¿Cómo enseñar? ¿Con qué enseñar?
Como dicen los expertos, el Modelo pedagógico está soportado en una teoría o paradigma sobre el currículo. Esto es, una cosmovisión sistemática e ideal de sociedad, de hombre, de ciencia, de enseñanza, de aprendizaje, de evaluación, de metodología, entre otros elementos. En fin, unos fundamentos epistemológicos bien estructurados a través de la creatividad y de la investigación científica.
De acuerdo a lo anterior, se pude afirmar que los Modelos con mayores perspectivas teóricas en la historia de la sociedad, que han tenido mayor difusión e importancia son: el Modelo tradicional, el Modelo constructivista, el Modelo conceptual y el Modelo marxista. Los cuales se abordarán con el objetivo de realizar una aproximación teórica que permita reconocer su valía y aportes al beneficio cultural y al desarrollo de la civilización.
En ese orden de ideas, comencemos por conocer un poco sobre el Modelo tradicional. Modelo que basa su currículo, en el elemento filosófico de que se educa para la vida y que el conocimiento no es más que verdades universales que deben ser transmitidas al estudiante por un maestro adusto para que las asimile nemotécnicamente y luego deban ser repetidas sin ningún cedazo racional de por medio. Este Modelo es uno de lo que más ha permeado los procesos educativos en las sociedades en todas las épocas.
La verdad, según este Modelo, es inamovible y se recoge en unos libros de textos que sirven como panacea para enseñar y resolver cualquier interrogante que se presente. Aquí, la escolástica tiene la verdad revelada y los estudiantes deben ser sumisos.
Igualmente, este Modelo adquiere, desde la psicología, unos fundamentos teóricos y conceptuales con unas particularidades muy especiales, tales como una teoría del aprendizaje conductual que posibilita la acción estimulo-respuesta sin reflexión; el conocimiento se almacena y se adquiere por los sentidos, puesto que la mente ya posee todas las facultades para ser utilizada por el individuo.
Por otra parte, desde lo antropológico, el Modelo tradicional considera que lo cultural es estático y modela al hombre. De allí la concepción de la transmisión cultural y el ajuste a los ciudadanos a cumplir sin refutar las normas sociales. Pues de esta manera se controlan los procesos de mantenimiento del orden social, político y cultural. Concepción que valida la percepción sociológica de que la educación es privilegio de un reducido grupo social y que el desarrollo socioeconómico debe sustentarse en una mano de obra barata y sometida a la clase hegemónica que detenta el poder político y financiero.
Otro de los Modelos que ha tenido trascendencia en los procesos educativos en las sociedades ha sido el Constructivista. Este Modelo está basado en la pedagogía activa; tiene, entre sus propósitos, permitir al estudiante que actúe y piense, a partir de sus propias experiencias, con libertad y autonomía. En esos procesos él tiene un contacto más cercano con la realidad y la naturaleza, lo cual le posibilita un aprendizaje significativo y con sentido, a la vez del desarrollar sus capacidades individuales.
Los contenidos de este Modelo se desarrollan integrados en torno a ejes globalizadores concernientes a lo conceptual, lo procedimental y lo actitudinal. Contenidos que se secuencian y se organizan, partiendo de lo simple y concreto a lo abstracto y complejo. En él es básico iniciar desde los conocimientos previos de los estudiantes para lograr los objetivos.
El elemento filosófico de este Modelo tiene como principio de que todo conocimiento es relativo y el cambio es la esencia de la vida. Igualmente, los principios románticos de libertad, igualdad y confraternidad son los fundamentos de una educación para catalizar las transformaciones sociales desde el conocimiento. Mientras que su soporte teórico psicológico se fundamenta en las teorías del activismo experimental y la teoría maduracioncita según la cual el aprendizaje es un proceso de desarrollo. No hay que olvidar que este Modelo considera como algo esencial los factores biológicos como interventores en la constitución de la personalidad de los individuos
En sí, este Modelo se desarrolla desde lo sociológico, atendiendo a un contexto social donde existen carencias de escuelas y de maestros, así como desplazamientos del campo a las grandes urbes, lo que genera una inestabilidad socioeconómica y un desequilibrio en la calidad de vida de los ciudadanos. En este modelo los medios de comunicación juegan un papel influyente creando y manejando opiniones, así como formas de ver el mundo. El aprendizaje está inmerso en una búsqueda constante de elementos motivantes para alcanzar unas metas que propicien movilidad social a quienes se preparen para esta sociedad industrializada y capitalista. Los nuevos roles del individuo son atravesados por el consumismo. El concepto que se tiene de cultura, desde la percepción antropológica, es que está en constante cambio, por tanto esa concepción provoca una visión diferente del contexto donde se vive.
Cabe destacar que uno de los Modelos con un impulso bastante inusitado, es el Conceptual. Modelo cuyo propósito principal es promover el pensamiento, las habilidades y los valores, garantizando el aprendizaje de los conceptos básicos de la ciencia y las relaciones entre ellas mediante el desarrollo de operaciones mentales. En él se parte de las nociones, proposiciones, conceptos y categorías hasta alcanzar los niveles más abstractos y formalizados del pensamiento. Pensar, actuar y sentir son la triada que soporta el currículo de este Modelo.
El Modelo conceptual está configurado en lo filosófico por la concepción de que el hombre debe desarrollar su pensamiento e inteligencia de manera armoniosa, mediado por el talento del amor, lo expresivo y lo conceptual. Asimismo, el soporte psicológico que lo fundamenta tiene que ver con la teoría genética desarrollada por Wallon, Vygotsky, Piaget y Merani. Este Modelo basado en los sistemas cognoscitivo, valorativo y psicomotriz plantea desde las perspectivas psicológica y sociológica que la educación no es un elemento pasivo en la práctica social, pues el ser humano puede alcanzar sus logros si pone en práctica el diálogo como elemento fundamental de la interacción social. Tampoco deja a un lado la psicogénesis del aparato psíquico infantil, puesto que es allí desde donde se parte para que se vayan configurando los conceptos más abstractos que subyacen en el desarrollo conceptual de todo individuo en sus etapas de desarrollo individual.
Por último, se puede destacar el Modelo Pedagógico Marxista, soportado en lo filosófico en el análisis de las leyes más generales del desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento que le permiten al ser humano adquirir los soportes para la consecución de sus objetivos. Igualmente, desde lo psicológico este planteamiento pedagógico considera que el progreso psicológico del sujeto, no se encuentra en el individuo mismo, sino en el sistema de sus relaciones sociales. Es decir, en la convivencia y el intercambio dialógico de los saberes con los otros seres integrantes de su entorno socio-cultural.
En el Modelo marxista el ser es considerado como un producto desarrollado históricamente, como parte de un colectivo social. Aquí se estudia la cultura como resultado de la actividad social del ser humano. En fin la teoría histórico-cultural es el fundamento epistemológico del modelo que le permite abarcar las grandes problemáticas que el mundo capitalista ha creado a través de una parte de la historia humana.
En sí, el propósito principal de este Modelo es contribuir a través de la educación en la liberación del ser humano para el cambio social, por medio de contenidos que contemplen y desarrollen la toma y la conformación de la conciencia social progresista y sus relaciones entre ellas. Esto es, que los seres humanos permanentemente estén en la búsqueda de una mejor forma de vida donde el derecho a la igualdad sea permanente y no haya rastros de injusticias entre una clase social hacia otra.
En síntesis, el entorno, los medios electrónicos, los medios de comunicación, el texto, los medios audiovisuales son los recursos óptimos en este Modelo para que los estudiantes adquieran los insumos con los cuales alcanzar los propósitos.
Freire, P. (28 de Septiembre de 2016). https://www.google.com.co/webhp?sourceid=chrome-instant&ion=1&espv=2&ie=UTF-8#q=educacion%20como%20practica%20de%20la%20libertad. Obtenido de https://www.google.com.co/webhp?sourceid=chrome-instant&ion=1&espv=2&ie=UTF-8#q=educacion%20como%20practica%20de%20la%20libertad
Kuhn, T. (1998). Estructura de las Revoluciones Científicas. México: Fondo de Cultura.
Montoya, M. S. (2010). Modelos de Enseñanza y Método de Casos. México: Trillas.
Pedroza, D. E. Ante el fracaso, una educación transformadora. Observatorio académico, Universidad de Baja California, México. Recuperado el 30 de septiembre 2016, http://red-academica.net/observatorio-academico/2015/04/28/ante-el-fracaso-una-educacion-transformadora/.
Pueden leerse del mismo autor, textos relacionados con el tema en el siguiente Link. http://red-academica.net/observatorio-academico/?s=edinson+pedroza+doria
UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO
FACULTAD DE EDUCACIÓN
MAESTRIA EN NEUROPEDAGÓGICA
BARRANQUILLA-ATLÁNTICO
2016.
Docente: Janeth Tovar.
Autor:
Edinson Pedroza Doria.