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No es sólo cuestión de sexo (página 2)


Partes: 1, 2

La segunda intención es que el estudio no solo pretende conocer el léxico sexual empleado por los estudiantes sino que también nos permite analizar una serie de factores (edad, sexo, estrato social y el entorno mediado por sus interacciones sociales y académicas), que inciden directamente en la adquisición y apropiación del lenguaje en los niños y jóvenes de la comunidad de habla en estudio.

Siendo el sexo un tema tabú para ellos y para la población en general, nos permitieron ingresar en su mundo y abordar este tema mediante el uso de un estilo formal (encuesta) y otro más informal como la entrevista, sin el uso de medios de grabación, además de las observaciones directas de sus actitudes y comportamientos sin que ellos se percataran.

Si bien es cierto que las generaciones jóvenes tienden a ser más tranquilas lingüísticamente y, en consecuencia, se inclinan por los disfemismos, también es un hecho real que los eufemismos existen en todas las generaciones y en todos los niveles sociales.

Es por eso que tanto niños, jóvenes, hombres y mujeres sin importar su condición social utilizan indiscriminadamente una serie de términos que son comunes a todos, en el momento de referirse a los órganos sexuales masculinos y femeninos.

A continuación en una serie de cuadros de datos se explicitará la lexicología utilizada por la población objeto de la muestra, que en su contexto social y real nos dejaron entrever su capacidad de invención y adaptación de expresiones a su cotidianidad.

"Existen dos hechos de la lengua que son fundamentales: el primero es que la lengua siempre está en proceso de cambio, en todos sus ámbitos estructurales; el segundo es que la lengua cambia de diferente forma en diversos lugares y momentos" (Brihgt, 1997:81)

La tesis de Brihgt (1997:81) corrobora los resultados del estudio en cuanto a la capacidad de los jóvenes de transformación y cambio del léxico acorde con los momentos culturales y sociales a los que se tiene que afrontar. La sociolinguística de Labov ha explicado que la variación es una realidad psicológica que forma parte de la competencia lingüística de los hablantes. La variación se incorpora a la competencia como información lingüística y social Francisco Moreno Fernández (1998:303).

Se eligió una muestra de 36 estudiantes con las variables mencionadas con anterioridad. Al interrogarles sobre las distintas formas de referirse a los órganos genitales masculinos (pene- testículos) y los órganos genitales femenino (vagina – senos) los resultados nos permiten hacer una serie de afirmaciones y conjeturas con respecto al uso de variaciones lexicales en una comunidad de habla. Además pudimos constatar que así nos hagamos los de la oreja sorda, este lenguaje está inmerso en la comunicación y en los actos de habla de los niños y jóvenes de nuestra comunidad educativa. Es claro que si de hablar de sexo se trata, los jóvenes tienden a ser más despreocupados lingüísticamente y en consecuencia se inclinan por el uso de eufemismos y disfemismos, es decir hacen uso consciente de términos de la manera más indiscreta posible, pero también queda claro que este tipo de expresiones existen en todos los niveles sociales sin distinción de sexo y edad.

A continuación enumeraremos algunas expresiones encontradas y precisaremos sobre los datos registrados (Ver figura N. 1). En el léxico expresado por los estudiantes (entrevista informal), encontramos desde los aceptados por nuestro propio dialecto, hasta los más creativos o disparatados si los pudiéramos llamar de esa forma, además usted como lector puede determinar cuáles de ellos son eufemismos y cuáles son disfemismos:

Léxico encontrado para referirse al Pene: chorizo, chimbo, cabezón, narizón chirimbo, polla, vara, pipí, lombriz, pistola, bombón chito, esnaky, pirulo, chichí, niño, palo, arrugado, cachucha, tranca, verga, chupete, miembro, guama, salchicha, mondá, cacho, salchichón, manguera, pájaro, verga, pepino, plátano, banano, gusano, gladiolo, mercao, care elefante, pepe, guasca, pingo, cacao, monstruo, penetrante, anaconda, guadua, poste, tubo, el casi lo piso, medio metro, guasamalleta, yuca y guineo = 53 términos.

Léxico encontrado para referirse a la vagina: chimba, chocha, cucaracha, cuca, la peluda, asterisco, arepa, la araña, hachazo, cucha, gueco, concha, cosita, el dulce, vejiga, arepona, mueca, pan, visagra, chocho, grosera, césped, tamal, ojal, sapo, sapote, la bruja, pansote, raya, chocolatina, panocha, come cabezas, el panocho, cosota, gallo, chochita, chochota, empanada, paraíso, mahoma, morro, media torta, horrible y caremona = 44 expresiones

Léxico encontrado para referirse a los senos: tetas, teteros, gemelas, limones, naranjas, globos, cueros, pechugas, puchecas, yogures, chupones, tambores, pechos, tetillas, mamas, toronjas, pelotitas, lecheras, pelotas, negras, tetonas, pasteles, botones, mamarias, siliconas, lanzas, teteros, melones, bubis, ubres, chupas, lechitas, lechugas, teteras, montañas, manzanas, guanábanas, sandías, bolas, teterines y bota leche= 41 expresiones

Léxico encontrado para referirse a los testículos: huevas, huevos, bolas, arrugadas, nuevos, guevas, corozos, pelotas, uvas pasas, huevitos, gemelas, limones, papas, pelotas, bombas, manzanas, venudas, peludas, patronas, ojitos, canicas, bolonchos, pepas, chochos, bolitas y ojos = 26 expresiones

Figura N.1

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Lo único que queda evidente hasta el momento, es la riqueza en expresiones de los niños y jóvenes para referirse en distintas maneras hacia lo mismo (ver figura N.2). Más adelante abordaremos los factores sociales que influyen en este fenómeno de invención e innovación lexical. Por ahora mostraremos un análisis estadístico de las expresiones encontradas.

FIGURA N. 2

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(Datos de las expresiones propias y comunes en cada variable)

En la anterior tabla podemos especificar sobre el léxico registrado, con relación a la cantidad de uso. Cuántos son propios de la variable y cuántos son usados indistintivamente en cada una de ellas. Además podemos comparar el comportamiento lexical entre hombres y mujeres, niños y jóvenes, estratos 1-2 y 3-4; lo que nos permitió llegar a la siguiente conclusión:

Los que más inciden en el proceso de variación lexical en el campo de la sexualidad en el Instituto tecnológico de Santa Rosa de cabal, son los jóvenes de sexo masculino entre 15 y 18 años de edad y el estrato social 3 y 4 a diferencia de lo que la mayoría de las personas piensa. Pero es en la variable edad, donde se puede notar una mayor diferencia en cuanto al número de expresiones utilizadas.

A grandes rasgos, y para concluir en esta instancia la discusión al respecto de la relación uso de la lengua/género, podríamos decir que los patrones de crianza han determinado unas formas de uso clasificadas como masculinas y femeninas características de cada comunidad; sin embargo, ahondando un poco más podría asegurarse que no existen estas formas ni en la lengua ni en el habla; sino que la mujer usa unas estrategias comunicativas distintas a las de los hombres, encaminadas a logros funcionales que orientan la manera de desarrollar una topicalización en el discurso. Rafael Aleiza Londoño, Mireya Cisneros Estupiñán y Luis Enrique Tabarez Idárraga

( 2004:42)

Además y para ayudarnos a enfatizar en la aseveración y en los resultados de que es en la variable de la edad donde se observa una mayor diferencia en cuanto al uso lexical, retomamos nuevamente a los autores referidos con anterioridad, quiénes manifiestan los siguiente:

Hoy en día en nuestro contexto, no es posible plantear una división tajante entre una clase social y otra: Desde el punto de vista práctico se hace pausible presentar las clases sociales como un continuum que como veremos más adelante se refleja en los repertorios lingüístico de la sociedad. Rafael Aleiza Londoño, Mireya Estupiñán Cisneros y Luis Enrique Tabares Idárraga (2004:44).

Es en este preciso momento es donde debemos empezar a dilucidar sobre algunos aspectos que influyen para que los jóvenes se conviertan en los líderes en la variación lexical dentro de su comunidad de habla. Podemos inferir sobre su inestabilidad sicológica lo que los lleva a la invención y apropiación de términos para ser aceptados en un grupo o la misma capacidad que tienen de interactuar con los demás, o con las nuevas herramientas de la informática y la comunicación, que les permite dejarse contaminar de diversas expresiones encontradas en la INTERNET. Pero lo que a nosotros nos compete es referirnos a los resultados de nuestra investigación. Es por eso que podemos afirmar que uno de los factores relevantes para explicar este fenómeno es la interacción que ellos tienen a diario con sus pares, a raíz de los lazos de afecto e identificación.

Es por eso que ante la pregunta ¿quién es la persona con la cuál se sienten más en confianza para hablar sobre temas relacionados con la sexualidad?, la gran mayoría respondió que con sus amigos. Es ahí donde se inicia los procesos de invención e innovación lexical porque esos actos de habla sólo están mediados por la espontaneidad y en muchos casos por la trivialidad (Ver figuras N.3 y N. 4).

Figura N. 3

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Figura N. 4

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Por ahora hemos hecho implícitamente alusión por lo menos a dos niveles de usos de la lengua el estándar y subestándar, pero vale la pena resaltar que a pesar del léxico encontrado y el uso indiscriminado de eufemismos y disfemismos, cuando abordamos a los estudiantes mediante el uso del lenguaje a través de un estilo formal (encuesta), las respuestas son bastantes significativas (el 97.3 % utilizo un lenguaje estándar para referirse al léxico propio de la sexualidad), lo que nos corroboró lo expresado por ellos en cuanto a las fuentes de información (ver figura N. 4)

Figura N. 4

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De los anteriores datos podemos concluir que si bien es cierto lo estudiantes no confían en los maestros para abordar de manera espontánea el tema de la sexualidad, ven en ellos su principal fuente de información. Es ahí donde los docentes siendo conscientes de los resultados de la investigación, debemos asumir la misión de organizar estrategias pedagógicas para acercarnos a los estudiantes y podernos comunicar de manera mas familiar en cuanto a los temas de la sexualidad.

Es en los espacios de espontaneidad, de interacción entre sus pares cuando los estudiantes sacan a relucir toda su capacidad de variación lexical y convierten el uso de los eufemismos y disfemismos en elementos cotidianos para su comunicación. Claro está que a pesar de su inmadurez lingüística, diferencian los espacios y momentos para su uso. A continuación presentaremos algunos momentos captados en el contexto del patio de recreo donde ellos hacen alusión indiscriminada de estas expresiones en distintos actos de habla (ver figura N. 6)

Figura N. 6

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EL USO DE CHISTES (leer ejemplo)

Contexto: Patio de Recreo

Población: Grupo de jóvenes de sexo femenino

Ejemplo:

Va una monja a una entidad bancaria a cambiar un cheque, el señor de la ventanilla le dice:

– que pena hermana pero ese cheque está chimbo.

La hermana responde:

– ¡qué lástima! Primera vez que cojo un cheque y me sale chimbo.

Es ahí donde se hace evidente el uso de los eufemismos y disfemismos en las interacciones diarias en cualquier grupo social, donde no sólo se usan para referirse al léxico propio de la sexualidad sino también para manifestar diversos estados emocionales latentes entre los miembros de una comunidad de habla. Por tal razón como sociolingüistas no nos podemos quedar con la intención de sólo abordar el fenómeno para indagar por la amplitud lexical de determinado grupo poblacional o dialectal, sino que tenemos la responsabilidad de trascender y plantearnos los siguientes interrogantes ¿Cuál es el papel social del uso de los eufemismos y disfemismos en una comunidad de habla?

¿Cómo podríamos contribuir a la disminución de la brecha generacional entre jóvenes y adultos?

Ahí les dejo sobre la mesa los anteriores interrogantes como premisas para futura investigaciones sociolingüísticas en nuestra localidad o región.

Somos conscientes que son muchas las preguntas que se generarán a partir de este microestudio y que no pudimos dilucidar en este breve artículo, ya sea por falta de corpus para analizar, de variables lingüísticas puestas a consideración, de la población objeto de estudio o simple y llanamente porque el estudio se abordó más desde el punto lexical, por tal razón quiero presentar unos gráfico estadísticos donde se demuestra que el uso de los disfemismos más que el de los eufemismos son más latentes en el lenguaje popular, coloquial o subestándar del habla juvenil (ver figuras 7-8-9 y 10).

La lexicología aquí presentada es bastante usual no sólo en los jóvenes y a pesar de no tener datos estadísticos para presentar, nos atrevemos a asegurar que la mayoría de ellos están inmersos en todas las generaciones, esferas sociales, géneros y grupos dialectales. Su continúo uso ha logrado que nuestra comunidad de habla no sólo a nivel escolar sino también local halla realizado un proceso de aceptación, acomodación e innovación.

Figura N. 7

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Figura N.8

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Figura N.9

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Figura N.10

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Si de procesos de invención, innovación y variación lexical se trata, queremos terminar el presenta artículo de la manera más irreverente posible, donde nos apoyaremos en una encuesta encontrada en la INTERNET, que nos facilitará el proceso de concluir sobre lo anteriormente expuesto ya que ratifica la posición de los jóvenes y su capacidad de inventiva y creación lexical.

AL BUEN ENTENDEDOR…

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Con el paso del tiempo, cada vez son más las personas que se atreven a hablar 'a calzón quitao' sobre sexo. Sin embargo, ya sea por pudor, por tratar de ponerle un poco de picante extra a la conversación, o simplemente por salpimentarla con un toque de humor, los colombianos utilizan eufemismos para no hablar de sexo directamente. A continuación, un test que le puede servir para enriquecer su vocabulario sexual y para entender lo que alguna vez no comprendió.

1. Si una mujer lo invita a 'chupar piña', usted:

a) Da las gracias, pero dice que no porque le parte la lengua.

b) Se entusiasma y la lleva a la frutería más cercana.

c) Consigue un chicle porque sabe que llegó la hora de besarse.

d) Guarda la calma pero piensa ya en comerse todo el salpicón.

2. Si en una fiesta conoce a un hombre que le parece atractivo, pero luego su amiga le dice que él 'atiende por ambas ventanillas', usted:

a) Le pide el teléfono porque siempre ha soñado casarse con un banquero.

b) Pierde el impulso porque se lo imagina detrás del mostrador de un almacén de comida rápida.

c) Se sorprende al descubrir que le gustan tanto las mujeres como los hombres.

d) Se anima más porque la derriten los hombres trabajadores. 

3. Si alguien le propone 'hablar por la voz del Guamo', usted:

a) Se excusa aduciendo que aparecer en radio le provoca pánico escénico.

b) Aunque no sabe de qué tema hablará, empieza a realizar ejercicios de vocalización para no cometer errores.

c) Se indigna porque sabe que le están proponiendo una felación.

d) Busca ropa ligera porque el calor en la cabina del Guamo, Tolima, debe ser infernal.

4. Si oye por el teléfono a su hijo hablando con una amigo diciéndole que 'se estaba jalando el cable', usted:

a) Supone que tenía problemas con la conexión de Internet y la estaba arreglando.

b) Imagina que le estaba robando la señal de televisión al vecino.

c) Habla con él sobre el tema de la masturbación.

d) Cree que es una jerga propia de jovencitos y se despreocupa.

5. Si le chismosean que a su vecina le gusta 'de sal y de dulce', usted:

a) Le prepara unas empanadas y unos churros para darle gusto.

b) No se asombra, es más, dice que a usted también le fascina comer así.

c) Ahora entiende porqué recibe tantas visitas de hombres y de mujeres.

d) Descubre que el regalo perfecto para Navidad es un salero y un pimentero.

6. Si un amigo le comenta que él 'se lo empacó' a la cajera del supermercado, usted debe entender que:

a) Le compró un regalo y lo tiene listo para entregárselo. 

b) Le ayudó un día que no tenía quien guardara los productos en las bolsas.

c) Tuvieron relaciones sexuales.

d) Le metió una sorpresa en la caja registradora.

7. Y si acto seguido le dice que la cajera es un 'excelente catre', usted entiende que:

a) Tiene una cama muy cómoda.

b) Le gusta dormir hasta tarde.

c) Es una amante inigualable, lo que aumenta su envidia.

d) Es perfecta para el 'arrunchis'.

8. Si alguien le dice que vieron a su hija 'dándose queso' con el novio, usted:

a) Se extraña porque ella no tolera los lácteos.

b) Se imagina que estaban en una degustación de Alpina.

c) Se horroriza al pensar que su hija y el novio se estaban manoseando en público.

d) Se alegra porque su yerno demostró que la puede alimentar.

9. Si la empleada de su casa le dice que cuando fue a despertar a su hijo esta mañana lo encontró con tremendo 'calambre llanero', usted cree que:

a) La falta de potasio en la dieta de su hijo es lo que produce la contracción de sus músculos.

b) Su empleada llamo así al calambre porque es oriunda de Acacias.

c) Que la erección mañanera de su hijo es común en la pubertad.

d) Su hijo ya está muy grande para que la empleada lo despierte.

10. Si le cuentan que a su compañero de oficina se 'le moja la canoa', usted:

a) Considera que es normal que todas las canoas se mojen en el agua.

b) Se extraña porque no conocía que a su colega le gustara navegar.

c) Respeta que a su compañero le gusten los hombres y no las mujeres.

d) Empieza a insinuarle que se vayan juntos a navegar a Tominé.

Evaluación:

De 0 a 2. Usted está perdido. Si la palabra sexo no es utilizada en una frase, no se le pasa por la cabeza que estén hablando del tema. Sus hijos ya saben que pueden charlar frente a usted porque sufre de 'sordera sexual'.

 De 3 a 6. Algo sabe pero todavía hay comentarios que se le escapan. Por ejemplo todavía no entiende por qué el vecino se agarró a puños en una discoteca cuando 'le rayaron el taxi', si él lo que tiene es un Mégane. 

 De 7 a 9. Usted es un Pequeño Diccionario Ilustrado de los Eufemismos Sexuales. Más de una vez le ha tocado explicar en reuniones sociales sus frasecitas con una alta dosis sexual porque nadie más las comprende.

 10. Ya se sabe quién es el que se inventa dichos como 'se la echaron al plato'. También le encanta ofrecer 'avena en pitillo de cuero' o 'sobrebarriga con capul'. Ojo, que de chistoso está pasando a guache.   

Que la variación lingüística de los jóvenes no se convierta en el principal obstáculo para aumentar la brecha generacional y que sea este tipo de estudios la disculpa para acercarnos a ellos y conocer más sobre la apropiación del lenguaje informal o estándar que ellos utilizan en diversos actos de habla y en los diversos contextos en los que se desenvuelven.

 

 

 

 

 

 

Autor:

Héctor José López Quintero

Junio 27 de 2009.

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