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Diferentes dosis de humus de lombríz en la elaboración del sustrato


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Revisión Bibliográfica
  4. Materiales y métodos
  5. Resultados y discusión
  6. Conclusiones
  7. Recomendaciones
  8. Bibliografía

Resumen

La Investigación se realizó en el período comprendido entre los meses de enero y abril del 2011, llevándose a cabo en el vivero de Vicana Abajo perteneciente al área de manejo de Santa María de la UEB Silvícola, Media Luna, Granma. El mismo se realizó con el objetivo de evaluar 3 dosis de humus de lombriz en la preparación del sustrato para determinar la más adecuada. En la investigación se evaluaron las variables relacionadas con el sistema radical, grosor del tallo, altura y follaje, con mediciones a partir de los 30 días después de la germinación hasta los 90 días, para ello se utilizaron instrumentos como cinta métrica, regla graduada y pie de rey además del método visual, los datos fueron procesados con el paquete informático ESTATISTICA con un análisis de varianza doble, donde se pudo comprobar la norma más eficiente que posibilitó una mejor estructura y textura del sustrato, permitiendo una mejor supervivencia y calidad de las posturas. Lo cual arrojó que el sustrato formado por humus de lombriz al 30 % con tierra al 70 % mostró los mejores resultados con una supervivencia de un 97 % y un mejor comportamiento en cuanto al grosor del tallo, además se logro un mayor potencial de desarrollo en el tratamiento 3, obteniéndose plantas que cumplen con los requerimientos técnicos en cuanto a la altura, el grosor, la cantidad de hojas y tamaño de la raíz.

Summary

The research was conducted in the period between the months of January 2010 to April 2010, and was carried out in the nursery at Vicana below belongs to the area of management of Santa Maria of the EVANGELICAL USE Forestry Crescent ranma. The same was carried out with the objective of evaluating 3 doses of earthworm humus in the preparation of the substrate in order to determine the proper. In the research were evaluated the variables related to the root system, stem thickness, height and foliage with measurements from 30 days after germination and 90 days, were used as instruments measuring tape, graduated ruler and vernier in addition to the visual approach, the data were processed with the software package ESTATÍSTICA With an analysis of variance double, where it could verify the more efficient rule that allowed a better structure, and texture of the substrate, allowing for a better survival and quality of the positions. Which showed that the substrate composed of earthworm humus to the 30 with land to the 70 % bankrupt daewoo motor the best results with a survival of 97 % and with a better behavior in terms to the thickness of the stem and in addition are achieving greater growth potential in the treatment 3. Obtaining plants that meet the technical requirement with regard to the height, thickness, the amount of leaves and size of the root.

Introducción

El descubrimiento de la Caoba hondureña (Swietenia macrophyllai) se remonta a la primera mitad del Siglo XIX, cuando se desarrolló una agresiva actividad comercial por parte de varias empresas mercantes inglesas que se expandieron a todo lo largo y ancho del corredor costero conformado por Honduras, Honduras Británica -hoy Belice- y península de Yucatán, con la misión específica de buscar, encontrar y explotar todas las maderas preciosas que encontraran, especialmente la auténtica "West Indies mahogany" o Caoba Antillana (Swietenia mahagoni), la cual jamás hallaron pues sólo se encuentra en Las Antillas y en el extremo sur de lo que hoy es Florida. (Whitmore, 1983).

En su lugar esta expedición encontró selvas enteras de una nueva especie forestal cuyo árbol y madera se asemejaban en grado sumo a la anterior especie, por lo que para evitar confusiones fue bautizada y reconocida como Honduras Mahogany o Caoba Hondureña.

El nombre Caoba se emplea para una gran variedad de árboles porque cualquier madera con este nombre es bien recibida por el consumidor. La Caoba Blanca, la Caoba Filipina, la Caoba de Pantanos y la Caoba Real, entre otras, provienen de árboles muy distintos de los que proviene la Caoba que crece en Puerto Rico: Caoba Dominicana (Swietenia mahagony), Caoba Hondureña (S. macrophylla) y el híbrido entre ambas, conocido como Caoba Híbrida o Caoba Santa Cruz. La Caoba es un árbol caducifolio, grande, capaz de alcanzar los 150 pies de altura, con tronco de 6 pies de diámetro. La Caoba Hondureña crece más rápido que la dominicana, la que con el tiempo alcanza un gran tamaño. Se caracteriza por su copa densa, extendida, en la Caoba Hondureña y redondeada en la dominicana; su corteza grisácea y agrietada que se desprende en placas; sus hojas compuestas por hasta 12 hojuelas; abundantes florecitas amarillas verdosas que perfuman el aire; sus frutas capsulares duras. La Caoba Hondureña tiene hojas grandes y el híbrido las tiene intermedias, lo mismo sucede con las frutas y las semillas. Las hojas se tornan amarillas hacia finales del otoño; con la caída de la mayoría de las hojas, las frutas se abren para liberar las semillas, que se dispersan con el viento girando como aspas de helicóptero. Después aparecen las hojas nuevas, seguidas por las flores. Las Caobas del Recinto Universitario de Mayagüez completan este proceso generalmente entre enero y abril.

La Caoba Hondureña es el árbol nacional de Belice. (Whitmore, 1983). La Caoba Hondureña (S. macrophylla King), que es nativa del continente de América, especialmente tropical. Se reproduce en regiones húmedas tropicales desde alrededor de los 22° de latitud N en el lado atlántico de México a través de Centroamérica y de Sudamérica hasta alrededor de los 22° de latitud S en Bolivia. Es actualmente la fuente principal de madera, pero en la Florida se encuentra ocasionalmente y solamente como un árbol de espécimen. La Caoba del Pacifico (S. humilis Zuccarini) se distribuye al lado de las áreas costeras pacíficas de México hasta Costa Rica (Snook, 1993).

Las Caobas verdaderas son quizás los árboles maderables tropicales más importantes del mundo. La madera se usa principalmente como madera de gabinete. Durante la época de la colonia en el Caribe, la Caoba Antillana fue explotada extensivamente y después la Caoba Hondureña. La misma es la especie forestal latifoliada del bosque húmedo tropical más fuertemente explotada tanto de manera legal, como ilegal, a su vez es un ecosistema rico en composición florística y biodiversidad y juega un papel estratégico como parte integral del Corredor Biológico Mesoamericano (CBM). Este corredor conecta las dos grandes masas continentales del norte y sur de América. Atlántico de Honduras. (Salas, 1993).

Cuba cuenta con las condiciones climáticas necesarias para fomentar el desarrollo de esta especie, se encuentra dentro de las prioridades de las especies a reforestar, por sus bondades y las características que posee. En la provincia Granma, particularmente en el municipio de Media Luna, el cual cuenta con las condiciones óptimas para su desarrollo existen deficiencias para el manejo en viveros , por tal razón el autor de esta investigación se propone resolver el siguiente problema: Existe desconocimiento de las dosis adecuadas del humus de lombriz a utilizar, lo cual ha traído como consecuencia que en muchas ocasiones las plantaciones no se encuentren en optimas condiciones, trayendo consigo la disminución de la supervivencia, la producción de posturas de Caoba Hondureña (Swietenia macrophylla). Planteándose la siguiente hipótesis: aplacándose dosis adecuadas del humus en el término de tres meses se logra alcanzar un buen desarrollo en el sistema radical, en vigor del tallo, en altura y en el follaje con la utilización de la dosis adecuada. A partir de la utilización de las diferentes normas de humus de lombriz traza como objetivo general: seleccionar la dosis adecuada para que en el término de tres meses esta especie alcance su mayor desarrollo.

Objetivos específicos:

  • Determinar la norma idónea de humus de lombriz para la mezcla de sustratos.

  • Alcanzar el máximo potencial de desarrollo general de la postura de caoba hondureña.

Revisión Bibliográfica

2.1 Generalidades de la Caoba Hondureña.

Estudios llevados a cabo sobre la estructura poblacional horizontal y vertical de la caoba han demostrado consistentemente que la mayoría de los árboles existentes representan una clase, son coetáneos y presentan tamaños similares, otras clases están pobremente representadas dentro de estos estándares. (Rico, 2005).

Los árboles maduros de Caoba se encuentran diseminados en la zona, formando manchas en los bosques naturales, lo que en resumen significa que considerando grandes superficies, se hallan en densidades inferiores a un árbol por hectárea. Tiende a crecer en grupos formados por algunas centenas de árboles maduros, intercalados por extensas áreas de bosques en los cuales no se encuentra dicha especie. Los primeros colonizadores europeos en América Central asociaron a la Caoba con los cursos de agua de los ríos que desembocan a la costa atlántica de Belice. La proximidad con los ríos facilitó la explotación y la exportación de esta especie hasta llegar al agotamiento de las reservas naturales. (Rico, 2005).

La especie es marcadamente caducifolia, lo cual significa que bota o se desprende de su follaje durante la estación seca, y el árbol se mantiene así completamente desnudo durante 3 ó 4 meses. Curiosamente, el nuevo follaje aparece masiva y repentinamente no al inicio de la estación lluviosa como sería lógico suponer, sino más bien unas semanas antes justo en la época más seca y más caliente de la estación estival. (Salas, 1993).

Clasificación taxonómica

Clase. Magnoliopsida

Orden. Sapindales

Familia. Meliáceas

Género. Swietenia

Especie. Swietenia macrophylla G. King

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2.2 Distribución natural geográfica.

S. macrophylla es la especie del género que tiene el área de dispersión más extensa. Por lo que la especie se le encuentra en las zonas húmedas y subhúmedas, desde el sur de México (Oaxaca, Veracruz, Tabasco y al sur de la Península de Yucatán); en las vertientes del Atlántico de América Central, desde Belice hasta Panamá; en Venezuela, Colombia y en parte de la Región Alta del Amazonas, en Perú, Bolivia y Brasil. Su presencia en el Amazonas es abundante.

La caoba ha sido introducida con buen suceso en el sur de la Florida, Puerto Rico, Islas Vírgenes, Cuba, Trinidad y Tobago, la India y otros países tropicales. (Rico, 2005).

Hábitat y ecología.

En la Región Atlántica de Honduras, la Caoba se encuentra desde el nivel del mar hasta los 600 – 800 msnm; se le encuentra en suelos profundos y semiprofundos, pedregosos, bien aireados, de buen drenaje, de pendientes moderadas a abruptas, de climas lluviosos con inviernos lluviosos y generalmente en asocio con otras especies forestales importantes. (Maca 1998).

Los extremos tolerables de temperatura y altitud para el cultivo de la Caoba, fluctúan entre los 12ºC a los 37°C y 0 a 1.400 msnm. La mínima precipitación anual aceptable es de alrededor de 800 mm por año, y puede ser cultivada en regiones con precipitaciones hasta los 5.000 mm/año. De hecho las plantaciones con más alto rendimiento son encontradas en regiones con precipitaciones mayores a 2.000 mm/año.

Una región con una precipitación total alta, pero con una larga estación seca puede ser menos adecuada para la Caoba que una región con precipitaciones bajas y estación seca corta; la especie puede tolerar una estación seca de hasta cuatro meses, la estación seca más larga reportada en un país donde crece la Caoba es de 5 meses, pero las tasas de crecimiento durante largos períodos secos son bajas. El incremento medio del diámetro en un año seco en Sri Lanka fue solo de 2-3 mm; lo esperado sería 8-10 mm, en un año normal. Las plantaciones en regiones con estaciones secas largas, no tendrán una alta productividad. (Rico, 2005).

Suelos

Los árboles de Caoba requieren suelos con buenas características agrológicas (fértiles, profundos y bien drenados) para tener un óptimo desarrollo, turnos de rotación entre 25 y 50 años; pero también crece en suelos aluviales, arcillosos y pesados, lateríticos, superficiales tipo rendzina y no tolera anegamientos. (Cairo y Fundora 2002).

En Indonesia, ha sido ampliamente reportado que la Caoba crece bien en suelos infértiles. Los suelos considerados más óptimos no han producido crecimiento en altura significativamente más rápido que en suelos menos fértiles. Sin embargo la Caoba puede desempeñarse mejor que otras especies en suelos estériles, las especies parecen preferir suelos bien drenados y fértiles. El PH del suelo preferido fluctúa de alcalino a neutral (6.0 a 7.5). Se piensa que el sistema radicular profundo de la Caoba provee un efectivo medio de estabilización del suelo.

Experimentos sobre la erosión bajo diferentes tipos de vegetación revelaron, que las tasas de erosión del suelo bajo la Caoba fueron las más bajas. La topografía del sitio de plantación está estrechamente vinculada a las variables de profundidad del suelo y drenaje. Su desarrollo óptimo se produce en suelos profundos, fértiles y bien drenados. El árbol no tolera el anegamiento. Además esta especie crece en tierras bajas tropicales, hasta unos 1000 m sobre el nivel del mar.

En Cuba es común encontrar la Caoba Hondureña en suelos vertisuelos (gleysosos y oscuros plástico), aluviales y hasta en los fersialíticos cálsico, predominantemente en los suelos aluviales: (Navarro. C. Hernández .M, 1998).

2.3 Características de los suelos aluviales.

En estos suelos es característica la ausencia de horizontes genéticos bien definidos. El Ph, la saturación o la carbonatación, la capacidad de cambio y otras propiedades son variables entre amplios límites, principalmente en relación con el material de origen, así como, las condiciones de sedimentación. (Cairo y Fundora, 1992).

Los suelos aluviales: son pocos diferenciados, solo el horizonte húmico se diferencia, contienen no menos del 3 % de materia orgánica con una profundidad de 15 cm o más. A este pertenecen los suelos de la parte de los valles aluviales, que se inundan. (Cairo y Fundora, 1992).

Clima.

La Caoba hondureña alcanza su óptimo desarrollo en las condiciones climáticas del bosque tropical seco de la clasificación de Holdridge. Ésta formación vegetal está limitada por el parámetro de una pluviosidad media anual de 2000 mm. Bajo ciertas condiciones ecológicas, esta especie se encuentra en las formaciones del bosque tropical húmedo, con temperaturas por encima de 24ºC. Crece bien en lugares donde las precipitaciones pluviales son del rango de 1200 mm a 2000 mm anuales, soporta sequías estaciónales bastante prolongadas, al menos sobre suelos con una capa freática al alcance de las raíces durante todo el año. (Maca, 1998).

2.4 Dendrología.

Árbol: La Caoba es un árbol grande con una altura de 20 a 35 m, el diámetro varía de 1.5 cm a 2 m. Su fuste es cilíndrico y tiene usualmente raíces tablares de hasta 1.5 m de alto. La ramificación comienza a partir del segundo tercio del árbol. Tiene pocas ramas ascendentes y torcidas y la copa es abierta y redondeada. (Romero, J. O 1983).

Corteza externa: la corteza externa es agrietada de color marrón claro a rojizo, el ritidoma se desprende en placas alargadas. (Romero, J. O 1983).

Corteza interna: la corteza interna es homogénea y fibrosa, de color rosado blanquecino, esta tiene un sabor amargo y astringente. El grosor total de la corteza es de 10 a 25 mm. (Romero, J. O 1983).

Ramitas terminales: las ramitas terminales tienen sección circular, son de color castaño claro cuando están secas. Estas son menudamente lenticeladas y glabras. Cada cierto tramo presenta cicatrices a consecuencia de la caída de hojas. (Romero, J. O 1983).

Hojas: las hojas de la Caoba son compuestas, paripinnadas, a veces imparipinada, alternas y dispuestas en espiral, con tendencia a agruparse en los extremos de las ramitas, estas miden de 12 a 40 cm de largo incluyendo el pecíolo. Los foliolos se presentan de 4 a 6 pares, pudiendo ser opuestos o sub opuestos, son ovados y asimétricos, estos tienen una longitud de 9 a 13 cm y un ancho de 3 a 4 cm. El ápice de lo foliolos es agudo, falcado, la base es obtusa o aguda, marcadamente asimétrica y el borde es entero. Los nervios secundarios se presentan en 8 a 11 pares, son promínulos en ambas caras y los nervios terciarios se presentan en forma reticulada. (Romero, J. O 1983).

Inflorescencias: las inflorescencias son panículas de 15 a 25 cm de longitud.

Flores: las flores son pequeñas y unisexuales por atrofia de uno de los sexos, las que miden de 8 a 10 mm de longitud. El cáliz y la corola están presentes. El pedicelo de la flor es de 3 a 4 mm de longitud, el cáliz es cupuliforme de 2 a 3 mm de longitud, tiene 5 sépalos y 5 pétalos estos últimos de 5 a 6 mm de longitud, son elípticos y glabros. El androceo se presenta con un tubo estaminal en el ápice en el cual hay 5 estambres o estaminodios. El gineceo tiene el ovario globoso, con el estilo columnar y el estigma discoide. (Whitmore, 1983) La floración ocurre durante la estación seca, entre Agosto y Octubre; fructifica generalmente a fines de año. La Caoba comienza a florecer entre los 12 y 15 años.

Frutos: el fruto es climatérico, por lo cual se puede cosechar en estado aun verde, son cápsulas ovoides, leñosas, erectas y grandes, mide unos 15 a 20 cm de longitud y 6 a 8 cm de diámetro; tiene 5 valvas leñosas y son dehiscentes desde la base. Las semillas son haladas, de color castaño claro y se encuentran de 45 a 70 en cada fruto, estas son de 8,5 a 9 cm de longitud y de 2 a 2,5 cm de ancho. Estas últimas son sumamente amargas y astringentes: (Whitmore, 1983)

Semillas: las semillas son esponjosas y frágiles, son de color castaño y miden, incluyendo el ala, de 8 cm a 10 cm de largo y 2 cm a 2.5 cm de ancho. El endospermo tiene entre 1.5 cm y 1 cm de largo y está alojado en la masa esponjosa. (Whitmore, 1983)

Recolección de la semilla

Los frutos de la Caoba deben ser recolectados preferentemente cuando está maduro en el árbol, antes de que la cápsula se abra o caiga al suelo. El tamaño de la semilla varía entre las regiones geográficas y también entre los árboles y los frutos. En las plántulas cultivadas en el vivero, el crecimiento varía considerablemente con la calidad del sitio del vivero y la época del año. Cuando se provee de luz plena, un suelo bien drenado y una provisión abundante de agua, el crecimiento es rápido y las plántulas alcanzan una altura de 60 a 90 cm en meses. (Whitmore, 1983)

Procesamiento de la semilla

Una vez removidas las semillas cuidadosamente de la cápsula, éstas deben de ser secadas al ambiente y el ala es removida de forma manual. Bajo condiciones naturales, el poder germinativo se pierde en pocos meses. (PROSEFOR, 1997).

Calidad física: el número de semillas por kg varía entre 1,800 a 3,000. Los porcentajes de pureza varían entre 95 y 99%, con un contenido de humedad inicial entre 9 y 12% (PROSEFOR, 1997).

Germinación: la germinación se inicia de 1 a 2 semanas después de la siembra y finaliza a la sexta semana. Los porcentajes de germinación reportados varían de 80 a 95%, la germinación es hipogea (PROSEFOR, 1997).

Tratamientos pregerminativos: la especie no los requiere (PROSEFOR, 1997). Almacenamiento: las semillas son ortodoxas y conservan su poder germinativo hasta por 7 a 8 meses almacenadas a temperatura ambiente en bolsas de papel. Almacenadas en refrigerador, en bolsas plásticas herméticamente selladas, conservan la viabilidad por más de 4 años. (PROSEFOR, 1997). Las semillas conservan su poder germinativo por 8 años si son almacenadas a 4ºC y con contenido de humedad de 4% (PROSEFOR, 1997).

Prácticas de vivero.

Para el cultivo en vivero se siembra en surcos o bolsa de polietileno negro, calibre 400, de 13 x 15 cm ó de 18 x 23 cm; con fuelle y suficientes perforaciones en la base para facilitar el drenaje, a una profundidad de 2 a 4 cm. La germinación se inicia después de14 a 28 días de la siembra, es necesario proteger las plántulas con media sombra (mallas, palapas, ramas, etc.), para evitar la evaporación y prevenir daños. Después de 20 ó 30 días de haber realizado el repique de plántulas o la siembra de las semillas, se debe retirar la sombra para lograr una adecuada lignificación de la planta y posteriormente se realiza el repique de las plántulas, las plantas alcanzan alturas adecuadas para plantación (30 cm aproximadamente) en 3 a 4 meses. (PROSEFOR, 1997).

Preparación de tierra.

Si el terreno presenta problemas de malezas se recomienda realizar deshierbes manuales o mecánicos dependiendo de las condiciones del terreno. Si éste presenta pendientes mayores a 12%, se recomienda para evitar la erosión del suelo, remover la vegetación solamente en los sitios donde se sembrarán las plantas, en franjas o alrededor de las cepas, esta actividad podrá realizarse por medio de chapear la vegetación con machetes, o retirarla manualmente. (PROSEFOR, 1997).

Subsolado.

Aplica solamente cuando se presentan capas endurecidas a escasa profundidad, ¡Üƒn15 cm, siempre y cuando los terrenos presenten pendientes ¡Üƒn10% (PROSEFOR, 1997).

Trazado.

Se recomienda arreglar las cepas sobre curvas a nivel en un a disposición de tres bolillo. La distancia entre curvas de nivel dependerá de la pendiente del terreno y de la densidad de plantas que se desee establecer (Romero, J. O 1983). El tamaño de las cepas dependerá de las dimensiones del envase que se haya utilizado para la producción de las plantas. Esto implica que las cepas deberán realizarse con 3 a 5 unidades de volumen adicional al tamaño del cepellón de la planta; no obstante, dependiendo de las condiciones del terreno las dimensiones y tipo de cepas podrán variar, esto en función de las estrategias de conservación de suelo que se deseen emplear, de las características del suelo y de las condiciones climáticas. (Romero, J. O 1983).

Plantación.

En ciertos países se han dado espaciamientos de 3 x 2 m, 3 x 3 m entre plantas y un hoyo de 30 cm de profundidad; pero la siembra de este árbol no se recomienda para plantaciones puras ya que se podría contar con un serio ataque de Hypsipyla sp. (PROSEFOR, 1997). Ésta puede sembrarse asociada con otras especies forestales tales como Tectona grandis o en sistemas agroforestales asociado con papaya en los cuales se han dado buenos resultados. (Whitmore, 1983).

Es recomendable hacer limpieza de las plantaciones al menos 2 ó 3 veces en el primer año, 3 en el segundo, 2 ó 3 en el tercero y en caso de ser necesario 1 ó 2 en el cuarto. A partir de esa edad, se pueden suspender las operaciones de limpieza, si el crecimiento es bueno; pero si hay abundantes plantas trepadoras dentro de la plantación, se debe continuar cortándolas para que no se enreden con los árboles y lleguen a las copas. (Dossier y Cordero, 2003).

La Caoba muestra una buena autópoda en especial cuando se tiene sombra lateral. Si se quiere obtener madera para aserrío, es necesario podar y dejar un fuste limpio y único y solo la cantidad de follaje que necesita el árbol. De no realizarse las podas adecuadamente, se tendrán ramas desde una altura muy baja que disminuirá el volumen comercial del árbol. Si se quieren realizar podas sanitarias debido al ataque del barrenador, se elimina el brote que ha sido atacado y después de un cierto tiempo se deja solo el eje dominante, eliminando los demás brotes (Dossier y Cordero, 2003).

2.5 Crecimiento y Rendimiento.

Las tasas de crecimiento en diámetro y volumen de los árboles individuales de Caoba Hondureña son impresionantes, pero los rendimientos por área son menos impresionantes debido a las moderadas áreas básales mantenidas por la especie. Los árboles en una pequeña plantación en Perú alcanzaron unas alturas de 6.5 m en 3 años, 9.3 m en 5 años y 11.4 m en 7 años. En un área con una alta precipitación en Sri Lanka, una plantación de 15 años de edad alcanzó una altura de 16 m, y otra extensa plantación alcanzó un diámetro a la altura del pecho (d.a.p.) promedio de 58 cm en 50 años . Las mejores fuentes de semillas (de Nicaragua) de una prueba de procedencias en Puerto Rico promediaron entre 21 y 23 m de altura y 26 cm en d.a.p. a los 20 años de edad (22). En otra plantación de Caoba Hondureña en Puerto Rico, cuatro parcelas de 23 a 26 años de edad tuvieron un incremento anual promedio en el d.a.p. de 0.94 ± 0.01 cm por año.

Varios cientos de hectáreas de plantaciones de 50 años de edad de Caoba Hondureña en el Bosque Experimental de Luquillo, en Puerto Rico sostuvieron un área basal promedio de 21 m2 por hectárea, de la cual la Caoba Hondureña comprende una pequeña parte hasta casi toda el área basal. Las cifras para la productividad general para esta especie se han dado como de 7 a 11 m3 por hectárea por año. Se encuentran disponibles una tabla de índice de sitio y unos modelos para predecir el rendimiento basado en el índice de sitio y la edad para la Caoba Hondureña en las Filipinas. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio Forestal, proyecta unos períodos de rotación de 40 a 60 años para la especie, en el Bosque Experimental de Luquillo, en Puerto Rico. (Dossier y Cordero, 2003).

2.6 Plagas y enfermedades.

La plaga más seria que ataca principalmente los brotes tiernos, frutos y semillas, es la Hypsipyla grandella. Esta plaga provoca los mayores daños, tanto a nivel de vivero como de plantaciones jóvenes, y ha limitado el establecimiento de plantaciones puras a lo largo de los trópicos (PROSEFOR, 1997). El barrenador de yemas es una plaga que ataca la yema apical de la planta, ocasionando su muerte, para sobrevivir la planta desarrolla una nueva yema apical, debido a este ataque inicial y otros posteriores no se desarrolla un fuste recto, no obstante, el barrenador solo vuela hasta alturas de 2 a 2.5 m., por lo tanto es una plaga que afecta en los 2 a 3 primeros años (Herrera, 1996). Otras plagas, son los perforadores del género Platypus que producen pequeños orificios en la madera, para aliviar un poco el ataque de Hypsipyla, que en general suele presentarse con mayor frecuencia en plantaciones (monocultivos), es conveniente hacerlo en franjas en condiciones de bosques naturales, o en plantaciones mixtas (PROSEFOR, 1997).

Características de la madera.

Generales: se considera que la madera de esta especie es una de las mejores conocidas en el mundo, por lo que ha sido el patrón de comparación durante mucho tiempo para todas las otras especies en la fabricación de muebles.

Color: su madera es de duramen rojizo, rosado, salmón coloreada o de color amarillento cuando esta fresca poniéndose más oscura después de secarse al aire, la albura es delgada y de color amarillento (Maca, 1998).

Grano: grano recto ligeramente entrecruzado, algunas veces con abigarramientos (Maca, 1998).

Textura: textura mediana (Maca, 1998).

Dureza: de dura a moderadamente blanda y quebradiza (Aguilar, 1992).

Veteado: figura atractiva (Maca, 1998).

Brillo (lustre): superficie brillante y lisa al tacto después de cepillada (González, 2002).

Sabor: sabor dulce a insípido (González, 2002).

Olor: olor característico debido a los aceites y resinas que posee (Maca, 1998).

Propiedades físicas.

Moderadamente liviana a moderadamente pesada, peso específico de 0.50 a 0.60 gr/cm³, de 25 a 53 libras por pié cúbico (Aguilar Cumes, 1992), 0.45 a 0.85 (González, 2002), 0.45 (Romero 1983).

Propiedades Físicas. Valor y clasificación.

Peso específico verde (gr/cm 3)

Peso específico seco al aire (gr/cm3)

Peso específico anhidro (gr/cm 3) 0.50 – 0.52 Mediano

Peso específico básico (gr/cm 3) 0.45 – 0.46

Moderadamente pesada

Contracción volumétrica total (%) 7.80 – 8.40 Baja

Contracción tangencial total (%) 4.11 Baja

Contracción radial total (%) 3.00 Baja

Relación: contracción tangencial total 1.10 – 1.40 Favorable (Baja) Contracción radial total.

Propiedades mecánicas.

Sus propiedades mecánicas se clasifican desde bajas a algo medianas (Romero 1983).

Propiedades Mecánicas (contenido de humedad 12%) . Valor Clasificación.

Flexión estática Módulo de Rotura (kg/cm²) 842 Algo mediana.

Módulo de Elasticidad (kg/cm²) 100,000 – 106,000 Algo mediana.

Compresión. Paralela a la fibra

Resistencia máxima (kg/cm²) 491 Baja.

Perpendicular a la fibra Límite proporcional (kg/cm²) 67 Baja.

Características microscópicas:

La madera está formada por vasos, fibras y parénquima. La porosidad vasal parenquimal presenta las mismas características de la porosidad vasal (González, 1991).

Canales: Muy largos y finos paralelos, con depósitos de goma en su interior (González, 91).

Marcas estriadas: Estratificadas que se aprecian muy bien (González, 91).

Parénquima: visible a simple vista, apotraqueal en fajas marginales, con 2, 4 ó mas células de ancho; difuso escaso; con óleo-resina y cristales (IRENA, 1992).

Poros: poco visibles a simple vista; en distribución difusa; de forma ligeramente ovalada a circular; solitarios y múltiples; muy pocos a numerosos de 2 a 14 poros por mm²; medios en su mayoría variando de 91 a 232 u m de diámetro tangencial (IRENA, 1992).

Vasos: vasos con placa de perforación simple oblicua; puntuaciones intervasculares alternas, poligonales, muy pequeñas; elementos vasculares predominantemente sin prolongaciones y en menor proporción prolongaciones cortas en el extremo; cortos a largos. Poros obstruidos con óleo-resina y sustancia blanca (IRENA, 1992).

Radios: visibles bajo lupa en sección transversal y tangencial; homocelulares y heterocelulares multiseriados; extremadamente bajos a muy bajos variando de 202 a 758 u m de altura; estratificados; pocos a poco numerosos de 2 a 7 radios por mm; puntuaciones radiovasculares semejantes a intervasculares (IRENA, 1992).

Fibras: estrechas a medias, de paredes muy delgadas a delgadas; muy cortas a largas; septadas (IRENA, 1992).

Anillos de crecimiento: delimitados por fajas o líneas de parénquima marginal (IRENA, 1992).

Punteaduras: Intervasculares simples alternas con abertura incluida. De pequeñas a medianas 93-5u), punteaduras radiovasculares de circulares a oblongas (MAGA, 1973).

Inclusiones inorgánicas y orgánicas: algunas veces se presentan cristales, así como líneas de estratificación. Depósitos de goma son comunes (MAGA, 1973).

Durabilidad natural: el duramen de Caoba es resistente a hongos de pudrición, moderadamente resistente a termitas y tiene baja resistencia a los taladradores marina (IRENA, 1992).

Preservación: difícil de tratar con productos preservantes en duramen y por el sistema vacío-presión (IRENA, 1992).

Secado: la madera de Caoba seca fácil y rápidamente sin defectos apreciables, ya que posee una alta estabilidad dimensional, gracias a sus bajas contracciones (IRENA, 1992). No presenta problemas considerables de secado como torceduras y colapso (González 1991). Para el secado al horno se recomienda el Programa de Secado (IRENA, 1992).

Trabajabilidad: es una madera de fácil trabajabilidad con herramientas manuales y con maquinaria; fácil de aserrar y cortar, cepillar, encolar, clavar, atornillar, tornear y se obtienen excelentes acabados (IRENA, 1992).

Usos de la madera:

La madera de Caoba debido a su belleza, alta durabilidad natural, fácil trabajabilidad y alta estabilidad dimensional corresponde al grupo de maderas denominadas de utilidad general y puede usarse en: Construcciones livianas y molduras, embarcaciones (cobertura, pisos); parquet doméstico, acabados y divisiones interiores, muebles de lujo, gabinetes de primera clase, chapa plana decorativa, contrachapados, artículos torneados, cajas para joyas, instrumentos musicales (o parte de estos), instrumentos científicos, fósforos, palillos, lápices (IRENA, 1992).

Mueblería en general, ebanistería, esculturas, artesanías finas, puertas talladas, paneles, armería, juguetes educativos, pisos, utensilios domésticos (ESNACIFOR, 1988).

Otros usos.

Reforestación: es una especie apta para la reforestación (IRENA, 1992). Melífera: Excelente melífera (IRENA, 1992).

Medicinal: la corteza tiene propiedades astringentes, tónicas y febrífugas. El té de sus semillas es recomendado para el dolor de pecho (IRENA, 1992).

2.7 Característica del Humus de Lombriz.

El humus de lombriz es un abono orgánico producido por las deyecciones de las lombrices conocido como vermicompost, es el abono orgánico más completo e integral que se conoce, de fácil manejo y obtención, su presencia física es de color negro, similar a la borra de café, muy liviano e inodoro, posee los nutrientes esenciales para las plantas tales como: N, P, K, Ca, Mg, Fe, Zn y Mo, tiene la facilidad de convertir el nitrógeno y el fósforo orgánico a formas asimilables para las plantas. Su composición química es muy compleja, ya que se trata de un compuesto de alto peso molecular, constituido por diferentes grupos, ácido húmico, fúlvicos y humina (Torres et al., 1985).

Es una enmienda orgánica, totalmente natural, biológicamente activo y muy rico en flora microbiana (2,4 x 1012 colonias/gramo equivalente a 2,4 billones de colonias/gramo) con nitrógeno, carbono, potasio y fósforo. Rico en encimas y auxinas ácidos húmicos y fúlvicos regenera la tierra dándole vida a las plantas. Directamente asimilable por todas las plantas. Puede emplearse sin contraindicaciones. Producto extractado, concentrado, enriquecido y estabilizado, y puesto a punto para su empleo en fertirrigación (aspersión, goteo, exudación, a manta, etc.) (Baldoquín, 2007). Comparado con otros abonos orgánicos como puede ser gallinaza, porquinaza, bovinaza, etc., el humus tiene las siguientes ventajas.

Una tonelada de humus equivale a diez de las producidas por estos animales. Además en el manejo de los otros abonos se pierde el nitrógeno, el fósforo no es asimilable y se produce un grave desbalance en los suelos, que posteriormente debe corregirse, así como los gastos que se producen por concepto de transportación. Experiencias en Cuba indican, que ahorra del 20% al 25% de nitrógeno, fósforo y potasio con la aplicación a varios cultivos. El valor de la tonelada de humus en el mercado internacional es superior a los 100,00 USD, dentro del país se comercializa a 36.00 MN. En varias unidades de la provincia el costo por peso de la tonelada es inferior a los 0.50 pesos MN, utilizando una dosis promedio de humus de 4 – 6 toneladas por hectárea el ahorro de fertilizante en las hortalizas es del 30 % (ACTAF, 2001).

Dentro de las ventajas que presenta el humus de lombriz, se encuentra su baja relación carbono-nitrógeno (13 a 9), lo cual permite al ser utilizado evitar fenómenos de competencia por nutrientes (nitrógeno) entre los microorganismos del suelo y los cultivos que en él se desarrollen. Por otra parte el uso directo de residuos orgánicos en suelos agrícolas, debido al hecho de presentar por lo general relaciones carbono-nitrógeno muy superiores a 20 desencadenan, por un período variable de tiempo, fuertes competencias por el nitrógeno presente en la solución del suelo, entre microorganismos telúricos edáficos y los que en el suelo crecen y se desarrollan, con la consiguiente depresión de la tasa de crecimiento de los primeros (Baldoquín, 2007). Los ácidos que constituyen la porción más importante del humus influyen marcadamente en las propiedades del suelo, fundamentalmente en las estructuras, gracias a sus características y en lo que a capacidad de absorción se refiere (ACTAF, 2001).

Composición:

– 1.51 % de Nitrógeno total

– 1.27 % de Potasio total (K2O)

– 1.64 % de Fósforo total (P2O5)

– 1.90 % de Magnesio (Mg)

– 0.64 % de Hierro total (Fe)

– 32.83 % de Materia orgánica total-calcinación

– 14.24 % Ácidos húmicos

– 19.26 % extracto húmico total

– 12.61 % relación Carbono/Nitrógeno

– 63.35 % de Cenizas

– 36.65 % de Materia orgánica total calcinación

– 62.03 % de Materia seca.

– 5.02 % Ácidos fúlvicos.

– 8.44 % PH

– 37.97 % Humedad relativa

– El humus de lombriz ecológico de lombrimur tiene la base idónea para la planta o árbol que vayamos a plantar o transplantar por su estructura y composición especial evita el "shock" del transplante, estimulador biológico de la fertilidad y crecimiento por el aporte equilibrado de vitaminas fitoreguladoras naturales, auxinas, enzimas, micro y macro elementos, ácidos húmicos y fúlvicos, completo en sustancias orgánicas. En las plantaciones realizadas con Humus de Lombrimur no hay fallos y las plantas llevan un equilibrio parejo, con resultados sobresalientes, doblando en muchas ocasiones el crecimiento.

Materiales y métodos

3.1 Descripción de la zona objeto de estudio. Consideraciones generales para la investigación.

El presente trabajo se desarrolló en el vivero de Vicana Abajo perteneciente al Área de manejo de Santa María (Unidad Silvícola, Media Luna). El cual limita al norte con la finca de semilla, al sur Río Vicana, al oeste fincas de usufructuarios y al este Río Vicana. Con el objetivo de elevar la calidad de las posturas de Caoba Hondureña mediante el empleo de diferentes normas o dosis de humus de lombriz, es decir, sustrato al 10, 20 y 30 % de humus de lombriz. El experimento se inició el 25 de enero y concluyó el 30 de Abril del 2011. La especie a investigar fue Caoba Hondureña (Swietenia macrophylla) para el cual se utilizaron semillas de buena calidad. El área total para el experimento estuvo compuesta por 5 m2, dividida ésta a su vez en 3 parcelas de 1.6 m2 por cada tipo de sustrato. Cada parcela contó con 3 tratamientos de 1.6 m2 y estas a su vez estuvieron divididas en tres réplicas cada una de 1.6 m2. Las condiciones climáticas en las cuales se desarrolló el experimento se reflejan en la Tabla # 1 y los datos fueron tomados de la estación meteorológica de Cabo Cruz en el municipio de Niquero. Las precipitaciones fueron tomadas del pluviómetro de la UBPC "Vicana Abajo".

Tabla 1. Comportamiento de las variables meteorológicas. (2010)

edu.red

3.2 Preparación del área.

El cantero se realizó en áreas aledañas al lugar del experimento. El experimento se efectuó en suelo aluvial, con diferentes dosis de humus de lombriz según la segunda clasificación de los suelos (Cairo y Fundora, 2004). Posteriormente a la selección y preparación del terreno para el experimento, se realizó el montaje del cantero, y a los 30 días después de germinadas las semillas, se comenzaron a tomar las mediciones.

Las actividades agrícolas para la conducción de los experimentos fueron realizadas según metodologías del sistema intensivo de trabajo con viveros forestales (Manual técnico para las actividades agropecuarias y forestales en las montañas Agrinfor, 2003).

Partes: 1, 2
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