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Conversatorio con Agustin Peinate en Carayaca. Edo.Vargas. Venezuela (página 2)

Enviado por León Morales


Partes: 1, 2

Doña María Regina trabajó en Caracas con el Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa en la Sociedad de Maestros. Yo creo que ella como que falleció en esa ciudad en 1.938. Ya que en los corrillos caraqueños se decía que el papá de Ramón J. Velásquez y que había estudiado para cura en su patria, Colombia. Yo paso a creer que ella fue una de las creadoras de las Escuelas de Artes y Oficios que fue conocida como la Escuela Pública de Labores, y fue una de las mujeres baluartes en la enseñanza comercial en Venezuela.

Esas cosas originaban atrasos en la producción; ya que hace 60 o 70 años, más o menos. En el año mil 1.946, vino un sistema de gobierno adeco; en donde un ministro de educación transformó la historia y vinieron de esa manera unos días de iluminación. Y a pesar de eso la gente se oponía a que le quitasen los días festivos para que trabajasen más. El maestro Luís Beltrán Prieto Figueroa fue el Ministro de Educación en 1.946

Ante tal hecho, la gente decía que el nuevo Ministro de Educación era comunista o anticatólico, era nada más y nada menos, que el Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa; a pesar de que yo creo en Dios. Ya que en eso tiempos se pregonaba que un hacendado era un verdugo, pero de esa forma era como los pueblos tomaban fuerza y eran poderosos.

Esas asperezas se fueron aliviando y decían que era nulo aceptar las nuevas formas de trabajo en las haciendas; al fin se convencieron que tenían que trabajar. Para el año 1.933, en el pueblo de Carayaca había solamente 13 familias; todas emigraron por la gran crisis económica que se presentó en esos tiempos; debido a que los hacendados fracasaron por la baja del producto del café; ya que el quintal se vendía a 60 bolívares.

Indalecio Padilla Rodríguez y su padre don Eduardo Padilla compraban el café barato; y en donde está Machín se sacaban una o dos cosechas en el año. Ciertamente, había un movimiento o relación entre los hacendados y los trabajadores, con el fin de recoger el café y medir el almud. Indalecio Padilla Rodríguez falleció el 11 de julio de 1.948. Ya que él estaba casado con doña Teresa Álvarez de Padilla quién falleció en la ciudad de Caracas el 12 de julio de 1.956.

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Indalecio Padilla Rodríguez

Esa situación era muy precaria porque había que vivir en los caneyes; y los cafeteros tenían que ir en la tarde a realizar la receptoría o tener que ir a las torvas, adonde se llevaba el café; el cual era medido en una caja, cuya capacidad era más de una lata de café; eso era un almud y costaba dos bolívares; cuando estaba en cama o café en baba lo pagaba el hacendado a dos bolívares o a tres reales, máximo cinco reales y se conseguía por allí en Sabana de Matías (Matías Blanco), El Güire y Petáquire en donde llovía mucho.

Lo menos grueso que medían estaba entre el 50% y un 60% de la cosecha; al recogerlo y deserezarlo se daba un receso de 15 días para la segunda vuelta; quedando un granero suelto, que era para los vecinos. De esa manera, era como se les pagaba en las recolectas del café.

Eduardo Padilla se fue para Caracas en el año 1.926. Para esa entonces nosotros vivíamos en Los Aguacates, y él le dijo a mi mamá estas palabras: "… Leoncia, te vas pá allí; allá está Delfina que está en estado avanzado…".

Ella estaba en estado de su hijo Vicente Marrero; siendo asistida por Vicente Navarro y Magdalena Hidalgo Arias, mi padrino y mi madrina de bautizo.

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Eduardo Padilla y sus hijas en la hacienda "Curiana"

Vicente Marrero murió hace un año. Entonces, mamá fue y estuvo allí; y Delfina Marrero le dijo estas palabras: "… Leoncia, yo sabía que tu venías…".

Yo recuerdo que en ese tiempo yo tenía como 10 años de edad y después cuando Eduardo Padilla regresó de Caracas, bajándose de su mula le dijo, a mi mamá estas palabras: "… Leoncia, te vas, que ya se está aproximando un granero grueso, lo recogen hecho y parejo…".

En relación al General Juan Rodríguez, debo decir que con él y su familia estuve en muchas ocasiones con ellos en su casa de Puerto Carayaca. Él fue parte de una de esas revoluciones, como de las tantas que hubo en Venezuela en esos tiempos.

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Teresa Álvarez de Padilla

Entre mis familiares habían unos que eran oscuros y otros que eran claritos. Ellos fueron unos personajes que sufrieron esas cosas, entre ellos: Valentín Mayora quién peleó en la batalla de Guenque en Mamo, y quién acompañaba al General Esteban Lujan.

Mi tío Lope Peinate fue un soldado de la revolución en esa época. Él estuvo con el General Juan Rodríguez; como ya dije en esas acciones de arma estuvo el General Esteban Lujan quién era pariente de Antonio Trujillo, padre de Obdulio Trujillo; el mismito que se fue en tiempos de Marcos Pérez Jiménez al exilio en Colombia.

En la batalla de Guenque en el año 1.903, el General Juan Rodríguez como oficial que era en las tropas del General Esteban Lujan vio que el combate era muy fuerte; ya que se estaba peleando cuerpo a cuerpo, y en eso él vio a mi tío Lope Peinate, según palabras del negro Valentín Mayor quién fue el único sobreviviente en esa contienda, y que de hecho manifestó que hubo ciertas controversias sobre la muerte del General Esteban Lujan en esa batalla de Guenque.

Ante tales hechos, el General Juan Rodríguez, una vez vista la situación le dijo a mi tío el Sargento Lope Péinate, estas palabras: "… Sargento Lope Péinate, dígale al General Esteban Lujan que se vaya; que estamos rodeados y no tenemos posibilidades de escape. Sargento, dígale que no podemos soportar esto…". ".

Pero el General Esteban Lujan en esos momentos estaba tomando aguardiente en el alambique que había en Mamo, y en eso, el Sargento Lope Péinate le dio la información que le había enviado el General Juan Rodríguez.

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General Cipriano Castro

Jefe de la Revolución Restauradora en 1.899

El General Esteban Lujan le dice al Sargento Lope Péinate estas palabras: "… Sargento Péinate, dígale al General Juan Rodríguez que se vaya; porque para matar al General Esteban Lujan, hay que matar mucha gente…".

Esa batalla de Guenque fue el resaque de lo que fue la Guerra Federal en Venezuela; las cuales se vivió su parte final entre los años 1.908 y 1.910. En verdad, el General Juan Vicente Gómez apoyó todas esas cosas; como en épocas anteriores se vieron otros grupos, como fue el caso del General Joaquín Crespo Torres quién salió a combatir al General José Manuel Hernández "El Mocho" y lo mataron en la batalla de "La Mata de La Carmelera".

Hecho que permitió que más luego entrara en escena el General Cipriano Castro Ruiz con sus restauradores andinos, y que después vendría a gobernar a Venezuela el General Juan Vicente Gómez. Después de la Guerra Federal, vinieron nuevos guerreros como el General y banquero Manuel Antonio Matos quién estaba vinculado a los generales Antonio Guzmán Blanco e Ignacio Andrade; el General José Manuel Hernández "El Mocho" y Rafael Cabrices, este último era el bisabuelo de Andrés Merentes.

Lo curioso del caso, fue que mi bisabuela Juliana Madera y mi abuela Ursula fueron las últimas de esa generación. Mi tío Lope Peinate era uno de los ayudantes del General Esteban Luján y con ellos anduvieron el tarmeño Narciso Iriarte y el chichivirichero Valentín Mayora. Este último era de Chichiriviche.

Por aquí estuvo un señor llamado Martín Tortoza quién decía que era hijo natural del General José Tadeo Monagas. Él no era del pueblo de Tarmas; ya que él vino desde Catia de la Mar. Él tenía cicatrices como si hubiera tenido viruela.

Ladislao y Javier Iriarte eran hermanos y ya murieron; igualmente, Ezequiel Mayora murió. En cuanto a Encarnación Díaz Carrasquel, yo vi su matrimonio con Julia Huizi. Tomás Benítez Capote también murió; Martín Benítez está entre aquí y allá, en cuanto a salud se refiere. Esa gente si sabían algo de esta historia que estoy contando.

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El Almendrón en Carayaca, año 1.933

Siguiendo con la batalla de Guenque, les diré que la gente del General Esteban Lujan estaba rodeada por las fuerzas del general andino Emilio Antonio Ríos; había muchos muertos de entre ellos y bajo esas condiciones no podían seguir con el combate. Ese era el mismo movimiento, ya que en tres ocasiones el General Juan Rodríguez le mandó a decir al General Esteban Lujan que se retirara del sitio y este no lo hizo.

Ante tal situación, el General Juan Rodríguez tratando de salvar su vida se metió bajo una pila de bagazos de cedro; ya que por los lados de Mamo, Cire y El Papelón pasaban los elementos de tropas del gobierno; por aquí pasaron, vale.

Él fue se fue por el río hasta llegar a la quebrada de Tacagua, encontrándose en el camino con otros compañeros y juntos marcharon hasta Caracas; y de esa manera se entregaron a las fuerzas del gobierno, quienes bajo custodia los llevaron a entregarse en el propio Palacio de Miraflores ante el mismito General Cipriano Castro Ruiz quién era el Presidente de la República de Venezuela.

En esa ocasión, el "Cabito" Cipriano Castro le dijo al General Juan Rodríguez, estas palabras: "… General Juan Rodríguez, ya que su voluntad es esa; estése por aquí donde no lo observen mucho, y más luego veremos el destino que se les puede dar a usted y a sus hombres de tropa…".

En esos tiempos, el General Nicolás Rolando Monteverde conocido como "El Indio" estaba alzado en el oriente del país con la Revolución Libertadora, la cual estaba dirigida desde Guayana por el General Manuel Antonio Matos. Ante tal situación, el General Juan Vicente Gómez seleccionó entre su grupo de oficiales al General Juan Rodríguez, quien con sus tropas se fueron a Cumaná a combatir al General Nicolás Rolando Monteverdi.

General Nicolás Rolando Monteverde

Jefe militar de la Revolución Libertadora

Tío maternal del hacendado Ramón Alvins Rolando

El General Juan Rodríguez combatió con fuerza al General Nicolás Rolando quién era el abuelo de Iván Alvins Rolando, dueño de las haciendas Tarma Abajo, Guasca, Guaricuay y Guare. Allí hirieron al General Juan Vicente Gómez, y el General Juan Rodríguez al sabor del cachimbo lo sacó del combate ocultándolo en un bosque. La guerra es seria, o se muere o se sigue.

El General Juan Rodríguez le cocinaba al General Juan Vicente Gómez y en algunas ocasiones lo cuidaba. Cuando el General Juan Vicente Gómez, una vez caído del poder el General Cipriano Castro Ruiz; se va al Palacio de Miraflores o de Misia Jacinta y desde allí designa al General Juan Rodríguez como jefe civil de Carayaca. Eso sería entre los años 1.912 y 1.913. Mi partida de nacimiento dice que fue así.

El General Juan Rodríguez siempre estuvo en el puerto de Carayaca; ya que el General Juan Vicente Gómez lo designó su representante en esas costas; por que por allí había mucho contrabando. Eso duró por muchos años, ya que el General Juan Vicente Gómez hizo sus alzamientos para él mantenerse en el poder.

El General José Vicente Gómez Bello quién era hijo del General Juan Vicente Gómez, valiéndose de su tío el General Juan Crisóstomo Gómez Chacón quién era el gobernador de Caracas en esos tiempos, y del General Eustoquio Gómez, primo hermano del General Juan Vicente Gómez; viendo los problemas que el Teniente Magdaleno Rodríguez, hijo del General Juan Rodríguez, tenía con un juez en Carayaca; se aprovecharon de la situación para tratar de sacar de una vez por todas al General Juan Rodríguez como jefe civil de Carayaca; ya que ellos no querían que él estuviese más tiempo mandando aquí.

Ellos lograron agarrarle la estrategia a Magdaleno Rodríguez, para de esa forma perjudicar al General Juan Rodríguez. Él agarró un membrete y el sello de la jefatura civil y se lo envían al gobernador de Caracas, y desde allí le remiten un telegrama al General Juan Rodríguez, en donde le dicen que le envié a su hijo Magdaleno Rodríguez a la sede de la gobernación en Caracas, para que compareciera ante el General Eustoquio Gómez Prato, quién era el ser más temible y terrible dentro de la familia Gómez, ya que bajo una gran borrachera había matado al Dr. Matas Illas quien era el anterior gobernador de Caracas.

El General Eustoquio Gómez actuaba siempre bajo el nombre de Evaristo Prato. Pero, un amigo del General Juan Rodríguez le dijo estas palabras: "… General Rodríguez, este caso de su hijo Magdaleno, le va a costar a usted el puesto de jefe civil en Carayaca…".

Eso sucedió en el año 1.915. El General Juan Rodríguez se fue a Caracas y al llegar allá le dijeron: "… General, enfréntese a esto; porque esto es peligroso…".

Y el General Juan Rodríguez conociendo lo grave de la situación y manejando su intranquilidad, agarró su mula y dijo: "… Yo no voy a Caracas, porque allá no cuento con nadie; yo me voy directo a Maracay, a que el General Juan Vicente Gómez…".

Tomando él su bestia alazana se dirigió por el viejo camino que conducía a la Colonia Tovar. En el trayecto para llegar a Maracay tardó dos días. El General Juan Rodríguez era un hombre muy tímido y de raza negra, muriendo en el año 1.931. Él siempre andaba vestido con un liquí liqui, usaba camisa y su ropita caqui; en sus andares le tenía gran confianza al General Juan Vicente Gómez; a pesar de que le tenía miedo; ya que en Maracay, el General Juan Vicente Gómez vivía solo, con su caporal de confianza quién lo cuidaba; ese hombre era el Coronel Eloy Tarazona. El General Juan Vicente Gómez vivía en una colina.

El General Juan Rodríguez contaba que allá en Maracay iban muchas personalidades a visitarlo y quienes los atendían era el personal de más baja jerarquía. En eso lo vio el General Juan Vicente Gómez y abriendo los brazos, le dijo estas palabras: ¿Qué haces por aquí, negro?

¿Qué te pasa, negro?

Y a una voz del presidente Juan Vicente Gómez, la gente de protocolo se lo llevó a su oficina privada. Y el General Juan Rodríguez, le dijo estas palabras: "… General Gómez, he venido aquí a conversar con usted; reciba usted los saludos que le envía Narciso Iriarte desde el pueblo de Tarmas…".

"General Gómez estoy por aquí, porque tengo un problema; por eso he venido ante usted hoy".

Más luego, el General Juan Vicente Gómez le hizo la siguiente pregunta: ¡Juancho, anjaá; dime!

¿Cuántos hijos tienes?

Y él le respondió bajo estas palabras: "… General Gómez, tengo dos hijos…".

Y el General Juan Vicente Gómez, le dijo: "… Vustéd, mándame a esos muchachos por aquí; para meterlos en la Academia Militar, Juan…".

Si no… ¿Qué quieres para tu pueblo?

¿Necesitas carretera, viaducto?

Y ante la insistencia del General Juan Vicente Gómez; el General Juan Rodríguez le respondió con estas palabras: "General Gómez, yo no necesito de usted esas cosas; porque el construir carreteras en Carayaca se nos puede llenar el pueblo de gente mala que vengan de otros lugares".

En esos tiempos la recluta era difícil; hasta el año treinta y uno (1.931) era muy fuerte. Más sin embargo, el General Juan Vicente Gómez en su conversa con el General Juan Rodríguez, le dijo estas cosas: "… Juan, buenos mal que viniste a hablar conmigo; porque lo que me has contado sobre tu hijo Magdaleno; te puedo decir, que si ese muchacho va a Caracas y se entrevista con mi primo Eustoquio, regresa muerto…".

"Vusted Juancho, váyase tranquilo para Carayaca; que a mi primo Eustoquio Gómez, yo lo designaré Presidente del Edo. Lara, para que se le quite ese asunto contigo…".

¡Uh, yuyuy negro; con el General Gómez no se juega!

Lo cierto de todo eso, fue que esa conversación con el General Juan Vicente Gómez la logró el General Juan Rodríguez en el año 1.929, que es cuando el General Eustoquio Gómez Prato es designado presidente del Edo. Lara. Ya que el General José Vicente Gómez Bello había entrado en desgracia desde el año 1.923, con la muerte de su tío el General Juancho Gómez Chacón en el Palacio de Miraflores.

Y ese hijo del Benemérito se metió en problemas; ya que él estaba enredado en el alzamiento militar que se dio el 7 de abril de 1.928 en Caracas, ya que su mujer tenía que ver con ese asunto, debido a que estaba vinculada su familia con los golpistas, de aquel entonces.

Si se quiere, debo decir que lo que salvó a Magdaleno Rodríguez fue el alzamiento en los andes trujillanos del General José Rafael Gabaldón Iragorry, el padre de los doctores Joaquín Gabaldón Márquez, Argimiro Gabaldón Márquez y Alirio Ugarte Pelayo. Todos ellos eran familia del Dr. Mario Briceño Iragorry y del presidente constitucional de la República Victorino Márquez Bustillo, y también de la madre del poeta Andrés Eloy Blanco Iragorry.

Allí podemos ver la clase de gente que fueron esos hombres, quienes indirectamente salvaron a ese cuñado de Ricardito Luy Acosta de su propia muerte; y esos hombres después llegaron a ocupar parte importante en la historia de nuestra patria. Cuando muere el General Juan Vicente Gómez en diciembre del año 1.935, el General Eustoquio Gómez casi se apodera del poder; quién llegando casi a las puertas de la gobernación en Caracas gritó estas palabras: "… Aún hay Gómez para rato…".

Y allí fue cuando Ángel Corao recibiendo una picada de ojo del General de División Eleazar López Contreras, le dio un tiro desde un balcón de la gobernación en Caracas; cayendo muerto de esa forma, el General Eustoquio Gómez.

Magdaleno Rodríguez murió en una tragedia; Dionisio su hermano fue secretario en la jefatura civil de Carayaca. Pero, hay versiones que son inciertas, ya que cuando Víctor Luján fue jefe civil en Carayaca, en los tiempos del gobierno de Rómulo Gallegos, hubo esos comentarios; por ello llamaron a Eugenio Ochoa.

Curva en donde mataron a Víctor Lujan entre Tarmas y Tirima en Carayaca, foto año 1.980

Víctor Luján murió asesinado en los años cincuenta del siglo pasado, en el camino que va a Tarmas. Él era hijo del General Esteban Lujan y tenía un hermano llamado Rosso Lujan. Al morir el General Juan Vicente Gómez vinieron muchas cosas y eso no lo ha cambiado nadie.

El General Juan Rodríguez murió un día jueves santo del año 1.931. Para esa entonces, su hijo Magdaleno Rodríguez aún vivía; ya que él murió en el año 1.932. En esa época yo tenía 16 años de edad y estaba allí con ellos.

En esos tiempos Carayaca pudo haber sido el centro con el apoyo del Presidente de la República, donde no hubiera intermediarios, ya que el presidente transmitía las órdenes y esas se cumplían. En esos años, la empresa la Electricidad de Caracas comenzaba a realizar sus trabajos en la construcción del dique de Petáquire. Eso sería entre los años 1.912 y 1.915. Las obras concluyeron con las construcciones de las plantas eléctricas, en el año 1.927.

Yo recuerdo que en esos tiempos había un muchacho llamado Domingo Navarro quién era el que recolectaba cogollos de caña para darle de comer a las bestias. Ya que tenía entre 50 y 60 bestias de carga para transportar el material que se usó en la construcción de las plantas y del dique de Petáquire.

La educación era fuerte; mi maestra en los dos primeros años fueron Adela Iriarte y Amanda Díaz; esta última era hermana del señor Ramón Díaz Carrasquel. La escuela estaba cerca de la plaza del pueblo de Tarmas y entre mis compañeros de estudios estuvieron José Benítez (difunto), Javier Iriarte (difunto), Cecilia Izquierdo (difunta), Manuel Baritto Sazzo (difunto), Mónico Kienzler Tortoza (difunto) y Bruno Kienzler Tortoza (difunto); los únicos que quedan son María Domínguez y Dionisio Pedrón Yánez; este último es hijo de Juan Bautista Pedrón Véliz y de Lola Yánez.

El Almendrón que está en Carayaca lo sembró el General Juan Rodríguez. El jefe civil era el Coronel Juan de Jesús Méndez quién le mandó a hacer una redoma en el año 1.933. Ya que para ese tiempo, una vez muerto el General Juan Rodríguez, las autoridades eran foráneas.

Cabe decir, que el andino tachirense Juan de Jesús Méndez fue el primer jefe civil de Carayaca, después de la muerte del General Juan Vicente Gómez. El Coronel Juan de Jesús Méndez puso muchas condiciones en el pueblo de Carayaca a sus pobladores; obligando a todos los vecinos a tener que limpiar el frente de sus casas y cuando él pasaba revista, les decía a sus comisarios: "… No está limpio; usted apúnteme allí a fulano de tal…".

Yo recuerdo que al comerciante Francisco Sánchez Jiménez, conocido en la subida de El Pardillo como Pancho "El Narizón", le dijo estas palabras: "… O barres o pagas la multa de dos bolívares…".

Juan Bautista Lamboglia, Lucio Navarro, Gregorio Grillo Robles (nació en 1.894 y falleció en 1.970), José Bianculli, Juan Padilla, Emilio Salomón, Nicolás Sandoval, César Goebels e Indalecio Padilla en la jefatura civil; la cual se encontraba en donde está la Flor de Carayaca y si ellos no barrían tenían que pagar una multa de 4 bolívares.

Yo recuerdo que Lucio Navarro era un hombre catire, quién se había venido desde las tierras de Aragua a Carayaca. Él tenía un negocito de preparar las varillas para preparar y prensar tabaco, por los lados en donde está el Pool en Carayaca Arriba o El Silencio. Además, él le trabajó en esos mismos afanes, al hacendado don Valentín González en la hacienda de "Tarma Abajo".

Sus alijos de tabaco se los vendía al comerciante Francisco Sánchez Jiménez en su bodega que tenía por los lados de El Pardillo y quién era conocido como Pancho "El Narizón". Pancho en algunas ocasiones llevaba a su niña Angelina para visitarlo en su negocio; ya que ambos eran muy buenos amigos. Angelina, si aún vive debe acordarse de los caramelos que ese señor les daba a los niños en esa época, y que ella era una de esas beneficiarias.

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José Benítez León (el de sombrero)

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Bruno Kienzler Tortoza

Lucio Navarro vivió con dos hermanas y con ambas tuvo hijos e hijas; una de ellas se llamaba María de los Reyes y era de color; quienes se llamaban Otto Chantal, Julio, Esteban, Jacobo, Ricardo y Emperatriz quién vivió con Guillermo Castro y también tuvo un hijo con el isleño Severiano Hernández. La otra hija de Lucio Navarro se fue a vivir a Caracas, en donde se convirtió en enfermera; ya que ella venía siempre en semana santa a visitar a sus hermanos.

Lució Navarro murió el 12 de julio de 1.942. Sus restos mortales reposan en el cementerio de Carayaca. El jefe civil Juan de Jesús Méndez no contento con las órdenes que había dado mandó a que cada dueño del frente de su propia casa tenían que construir una acera; dándole un plazo de 15 días.

La gente se atemorizó y protestaban; más sin embargo, el jefe civil Juan de Jesús Méndez cortó orejas y rabos; hasta que un día un salido llamado Guadalupe Mújica, evitando que le aplicaran esas medidas, le dijo: "Mire Coronel Méndez, yo tengo unos realitos; si usted los necesita, dígamelo".

Y él le preguntó: ¿Cuánto tiene vustéd, Guadalupe?

Y Guadalupe Mújica, le respondió: "… Cien pesos, Coronel Méndez…".

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El Almendrón en Carayaca

Seguidamente, el Coronel Juan de Jesús Méndez le dijo a Guadalupe Mújica estas palabras: "Mire, vustéd me trae ese dinero para guardarlo aquí".

De esa forma, el Coronel Juan de Jesús Méndez en su condición de jefe civil de Carayaca, le quitó los 100 pesos a Guadalupe Mújica. Yo lo vi, ya que yo estaba allí. Caramba, el país estaba dominado por los andinos. Yo recuerdo que los escoltas del General Juan Vicente Gómez eran corianos; ya que él desconfiaba hasta de su propia gente.

La escuela en donde yo estudié no tenía nombre y allí se celebraba el día del árbol; se cantaba el himno nacional y el horario de clases que teníamos era desde las 7 de la mañana hasta las 12 del mediodía. Y después en la tarde, desde la una y media hasta la cinco y media de la tarde. En esos tiempos no existían escuelas mixtas. Allí estuvieron Teotiste y Felicia Huizi; para oír clases se hacía en un salón donde colocaban un tabique o taburete, bancos y un pizarrón grande. Los niños y niñas estaban separados.

En una ocasión, la vieja Adela Iriarte me pegó por estar viendo por debajo. Ella me dio 12 palmetadas; hincándome después, sobre granos de maíz y arena. Eso fue cerca de la casa de la señora Catalina León; después vino el maestro Villarroel. Por aquí vino como supervisor el maestro Luís Beltrán Prieto Figueroa y dio clases.

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Calle y casa del General Juan Rodríguez en Carayaca, año 1.937

Antigua jefatura civil de Carayaca

En el año 1.924, están en la escuela Luís Pérez Padilla y Felipe Díaz. En esos tiempos no había grados en la escuela; la cual estaba allí donde está la farmacia. Las actividades eran muy pocas; no se usaban verbenas y no habían exigencias. Se iba a la escuela con la ropita y los zapatos que se tenían.

Además, era obligatorio ir a la escuela; ya que había una multa de 4 bolívares. Yo creo que eso le tocó en el pueblo de Tarmas a Ezequiel Mayora; ya que Nicanor León Mayora tiempo después fue a la escuela.

General de División (Ej.) Isaías Medinas Angarita,

El gran demócrata venezolano

Yo siempre fui aficionado; ya que era un yerbero y pacotillero. Yo recuerdo que en los días festivos venían muchas personas del campo con sus bestias, quienes se alojaban en las casas de sus familiares y amigos. Y a las bestias se le cortaban alijos de pastos para su comida y por eso le daban a uno un real.

Entre las personas de Carayaca, habían algunos que ya se habían destacado en Caracas; como lo fueron: los Morales y los Díaz. Y aquí Rafael Silverio.

Yo me doy el lujo de haber usado el pantalón de caqui aquí en Carayaca. Yo recuerdo que contento me fui a donde está El Almendrón y me paré allí, para que todos me vieran mi pantalonzote; ya que eso era una novedad en este pueblo. En relación al oficio de panadería, que he hecho en gran parte de mi vida; puedo decir, que eso comenzó en el año 1.936, en un sitio llamado Tiburón Grande; cuando amarraba bestias allí.

Yo recuerdo que allí estaban Chucha y Laura Padilla, Panchita Mota, Panchita Nahmens y Misia Juanita de Gottberg; esta última era la esposa del dueño de la botica que está en La Aplanada y quién además es madrina del señor Armando Pardo Rivero, padre de la señora Rebeca Pardo Poleo, naturales de Caracas y quienes hoy viven en el pueblo de Tarmas. Ya que ellas iban a que Julio Chalbaud Urbano quién era el jefe civil de Carayaca.

Allá ellas hablaban de que necesitaban una carretera, porque en verdad tenían que irse caminando hasta El Pozo. Julio Chalbaud Urbano habló con su tío el General Esteban Chalbaud Dávila quién era el Ministro de Guerra y Marina en los gobiernos de los generales Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, graduado en la Escuela Militar de Venezuela en la promoción del año 1.914. Y quienes alegaron que no había dinero para construirla; ya que la carretera llegaba hasta la planta eléctrica y había que subir hasta El Malacate.

En esos tiempos la gente no salía porque no había carros para salir; pero desde los campos salieron los descendientes de los Péinate, Cedeño y Lozano, quienes con un grupo de gente se atrevieron a venir al pueblo de Carayaca. Ya que aquí se hablaba de libertad.

Julio Chalbaud Urbano le habló a la gente con gran sentir y les dijo que había que hacer algo; ya que en La Guaira se encontraba Jesús Corao con las fuerzas vivas de ese pueblo. Después de la muerte del General Juan Vicente Gómez se vivió una etapa de transición de una nueva era que comenzaba con el gobierno del General Eleazar López Contreras. Eso fue feo de verdad, ya que la gente se odiaba entre los unos y los otros, y cobardemente se mataban a machete.

Yo recuerdo que había un tocayo mío llamado Agustín González, quien era conocido como Mata-tigre. Ese era un negrito que vivía cerca de la planta y Nemesio Oses vivía en el pueblo de Tarmas. Pero Dionisio Moreno le mamó el gallo a mi tocayo en Tarmas y este defendiéndose de la mamadera de gallo, ante la gente le dijo a Dionisio Moreno estas palabras: "… Déjate de esas cosas conmigo Dionisio; no recuerdas que cuando estuvimos en combate, una bala te pasó rozando y con la carrera que diste, fuiste a parar a Choroní, ja, ja, ja…".

Dr. Diógenes Escalante, General de División Eleazar López Contreras, General de División Isaías Medina Angarita, Teniente Coronel Antonio María Arévalo, General Esteban Chalbaud Dávila, año 1.941.

(Izquierda a derecha)

¿Qué tal?

Carayaca comenzó a abrirse a la sociedad fue con el asunto de la carretera porque la gente no salía del pueblo, hasta que los hermanos Francisco José y Ricardito Luy Acosta fueron hablar con Jesús Corao quién era el prefecto en La Guaira y con el General Isaías Medina Angarita quién era el Ministro de Guerra y Marina en el gobierno del General Eleazar López Contreras.

Aquí se cantaban serenatas todas las noches. Yo era uno de esos serenateros y recuerdo cuando Francisco José Luy Acosta en una de esas ocasiones, dijo que se iba a buscar algunos hombres para hacer algo en relación a la carretera de Carayaca; y en esos momentos se escuchó la caída de un tremendo palo de aguacero.

Yo recuerdo exactamente que se consiguieron 8 hombres. Entre ellos estaban los hermanos Valenzuela, Joaquín Quintero, Juan Marrero y yo (Agustín Peinate). En verdad pagaban 4 bolívares por día, y había que leer y conocer los números.

Esos trabajos los comenzamos un día lunes y en esa ocasión llegó el Dr. Santiago Alfonzo Rivas y Ravard quién era hermano del comerciante Miguel Alfonzo Rivas, hijos de don Francisco de Paula Alfonzo y doña Lola Rivas. A su vez ellos eran familia del General Rafael Alfonzo Ravard quién recorrió el río Orinoco hasta sus orígenes y durante muchos años fue presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), perteneciente a la Promoción "Simón Bolívar" egresada de la Escuela Militar de Venezuela en el año 1.939.

General en Jefe Eleazar López Contreras

Presidente de la República de Venezuela

El Dr. Santiago Alfonzo Rivas era muy aristócrata; ya que él pertenecía a la clase alta. A él no le gustaba el pueblo de Carayaca y no sabía nada de ingeniería. Además, él hablaba muy fino y en una ocasión dirigiéndose a nosotros despectivamente, nos dijo estas palabras: "… Ustedes no conocen nada de Caracas…".

Francisco José Luy Acosta oyendo esas palabras del Dr. Alfonzo Rivas Ravard, le dijo lo siguiente: "… Usted que conoce todo, córteme unas estacas y me las lleva a la planta y lo demás lo hace usted Dr. Alfonzo…".

El Dr. Alfonzo Rivas Ravard se alojó en la casa de Leonardo Izaguirre. Ellos trajeron sombreros de corcho, instrumentos y carpas, y una tienda que servía de dispensario; se la dio el Dr. Tejera nada más y nada menos que al Dr. Jacinto Convit, quién hoy tiene 94 años de edad.

Lo curioso de esto, fue que el Dr. Alfonzo Rivas Ravard le dijo al Dr. Tejera, lo siguiente: "… Doctor Tejera, esta es la oportunidad para recolectar algunos reptiles…".

Estas cosas sucedieron en el año 1.936. Yo recuerdo que Francisco José Luy Acosta me dijo en esa oportunidad estas palabras:

"Agustín, como baquiano conocedor de las cosas que eres, me vas a ayudar en esta carga que está llevando ese muchacho alto que ves allí, de apellido Pérez. De pronto, el Dr. Alfonzo Rivas Ravard preguntó que donde estaba el cuerpo de hombres que formaban el equipo que trabajaba en la construcción de la carretera".

Él mismo se paró con el teodolito y dirigiéndose a uno de sus ayudantes, le dijo estas palabras: "…Un poquito para allá; un poquito para acá…".

Y luego él anotaba en su cuaderno de campo sus mediciones. Se trabajaba 2 horas en la mañana y nos pagaban 12 bolívares diarios. Eso comenzó en el mes de febrero del año 1.936. Para construir la carretera de Carayaca, el Dr. Alfonzo Rivas Ravard venía con los Zuloaga. Todas estas cosas sucedieron a raíz de la muerte del General Juan Vicente Gómez.

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Valentín González y su esposa Cándida Padilla Rodríguez

Los hermanos Alfonzo Rivas crearon la Maicena Americana "Gran Producto Nacional" en el año 1.915, bajo la marca de "El Águila". La mismita que aún se vende por ahí; y su empresa se llamaba Alfonzo Rivas y Compañía.

Yo recuerdo que Valentín González Pérez vino a Carayaca con un poco de gente; ya que él era amigo de Julio Chalbaud Cardona y ante tal situación que se presentaba con la gente, le dijo: "… Julio, la gente está muy brava y quieren que le den…".

Entre ellos estaba el abuelo de Magdalena Martínez quien era del pueblo de Tarmas y con él había gente de todas partes de Carayaca, quienes con sus pantalones enrollados y sus capas colocadas sobre sus hombros se dirigieron a la jefatura a matar al jefe civil de Carayaca.

Y Juan Padilla que era el juez, se fue adonde se encontraba Julio Chalbaud Cardona, diciéndole estas palabras: "… Julio, allá vienen una gran cantidad de personas proveniente de los campos, quienes no se pararían hasta verle cortada la cabeza al jefe civil o a cualquier persona".

En esa situación, Juan Padilla le dijo a Julio Chalbaud Urbano, lo siguiente: "… Julio, yo voy en estos momentos a hablar con mi compadre Valentín González y a esa gente le llevaré una botella de aguardiente para que se calmen…".

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Atrás, José de la Cruz Hügle, José Ramos, Teodoro Ramos, Francisco Sánchez Jiménez, sin identificar. Adelante, sin identificar, Jesús "Chucho Padilla Rodríguez, Julián Sandoval. Iglesia de San José de Carayaca, año 1.940

Juan Padilla llega a donde está Valentín González y le dice lo que ha conversado con Julio Chalbaud Cardona, y en ese momento Valentín González le dice estas palabras: "… Compadre Juan Padilla, no se meta usted en estas cosas, porque usted también va a llevar…".

En vista a que se ponía muy tensa la situación, ya que la gente buscaba al jefe civil para matarlo. Julio Chalbaud Urbano se trasladó adonde se encontraban Valentín González, Juan Padilla y la gente que venía del campo en son de protesta.

Y Julio Chalbaud Urbano dirigiéndose al hacendado Valentín González, le preguntó lo siguiente: ¿Si yo fuera el jefe civil de Carayaca, usted se metería conmigo, Valentín?".

Y Valentín González le contestó con estas palabras: "… No, con usted no, Julio…".

Y más luego Julio Chalbaud Urbano, dirigiéndose a las personas que protestaban, les manifestó lo siguiente: ¿Si yo fuera jefe civil?

¿Ustedes me apoyarían?

Y en eso, la misma gente que estaba allí, le gritaron: "… Nosotros mismos, lo vamos a nombrar a usted, jefe civil de Carayaca, ya…".

Todos bajaron desde El Pardillo con Julio Chalbaud Urbano hasta el pueblo de Carayaca y lo llevaron a la jefatura civil, que era una casona de la trilla de café de los alemanes; de esa reunión salieron los nuevos comisarios y se les daban 10 pesos al nombrarlos, y a los que estaban en las carreteras abriendo picas.

Allí estaban mi compadre Martín y Francisco José Luy Acosta quién era el caporal en la construcción de la carretera de Carayaca. Como en esos momentos no había nada que hacer, mandaron a cortar 250 estacas y se les hicieron unas puntas como para unas trampas. Ellos iban rozando con sus machetes, escardillas y picos por donde hoy está la carretera.

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Maestro Francisco Santiago Sánchez Aranguren "Pinocho"

Año 1.946, en Tarmas

Claro está, se presentaron unos líos por la casa de Erasmo Benítez, y a él era a quién le llevaban los informes sobre la construcción de la carretera. La carretera de Carayaca se comenzó a construir por aquí. Justamente, donde está la Calle "Tamanaco" y se llegó hasta la puerta de Valle Hondo.

Allí trabajaron todos los Yépez viejos. Simón Yépez y Toribio Yépez; esos eran entre 5 o 6 hermanos. También trabajaron Pablo Yánez y Valentín Mayora; este último venía de la guerra que se dio en tiempos del General Cipriano Castro Ruiz.

Específicamente, en la batalla de Guenque, en donde también combatieron Ramón Rivero y su hermano, siendo Valentín el único sobreviviente en esa acción de armas. Cabe decir, que Ramón Rivero se salvó porque se internó en una montaña y terminó volviéndose loco; pero su hermano si murió en ese combate, en donde las fuerzas del General Esteban Lujan fueron derrotadas en Mamo y a causa de la traición que cometió Vicente Viana, cuando por los lados de Tarmas llevó a las fuerzas del gobierno; y de esa forma acorralaron y exterminaron al General Luján.

Pablo Yánez era primo hermano de José Balbino Yánez García "Canuto", ya que ambos trabajaron arduamente en la construcción de la carretera de Carayaca a Catia la Mar. Yo trabajé echando pico al mérito y un día José Ramos, me dijo estas palabras: "…. Agustín, vente conmigo. Yo te pago lo mismo…".

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Comerciante Francisco Sánchez Jiménez

Pancho "El Narizón

Iglesia de Carayaca, año 1.940

Esposo de la señora Catalina Aranguren Bravo

Y de esa forma estuve trabajando con él por 10 años; desde el año 1.936 hasta el año 1.946, pero como siempre hay un paréntesis. Lo cierto del caso, fue que la gente de Tarmas y los descendientes de los antiguos esclavos de las haciendas que hay por allá, entendieron lo que en verdad estaba sucediendo en Caracas semanas después de la muerte del General Juan Vicente Gómez.

Aquí supimos que se trataba de un programa político hecho por los miembros de la generación del año 1.928, y que ellos llamaron Programa de Febrero debido a los alzamientos civiles que se dieron a partir del 14 de febrero de 1.936.

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Casa en donde funcionó la antigua escuela

En el pueblo de Carayaca, hoy oficina de la EDC.

La gente reclamaba justos derechos al trabajo y a no continuar bajo la explotación desmedida de los hacendados, y es por eso que se abrieron algunas obras importantes para Carayaca como fue a la carretera, ya que Julio Chalbaud a través de su familia sabía que eso era lo que le podía ofrecer a la gente para apaciguarla en esos momentos.

En esa época en Carayaca no había harina de trigo para hacer pan; ya que eran los tiempos de la segunda guerra mundial. Aquí en el pueblo de Carayaca hubo una panadería que fue de Indalecio Padilla; también hubo la de Mónico Morales.

Yo trabajé con Pío Díaz, quién también tuvo una panadería en la casa de Ascensión Vega, cerca de la iglesia de Carayaca, que se construyó en el año 1.890. Ella era casada 2 veces y Pepe Vega murió con el esfuerzo que hizo sobre unas piezas que traían para Carayaca en el año 1.936.

La escuela de primaria en el pueblo de Carayaca estaba ubicada en donde hoy están las oficinas de la Electricidad de Caracas al lado del Hospital "Eudoro González.

Yo recuerdo cuando el niño Francisco Santiago Sánchez Aranguren "Pinocho", hijo de Francisco Sánchez Jiménez "Pancho El Narizón", con una hojilla cortó en los brazos y en la cara a Carlos Díaz, hijo de Pío Díaz. En esa pandilla estuvieron con él Venancio Carapaica Vega y Vicente Marrero.

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Iglesia de San José de Carayaca,

Terremoto del año 1.967

El joven Francisco Santiago Sánchez Aranguren con el tiempo llegó a ser maestro en mi pueblo natal, Tarmas; y más luego en Carayaca. Ya que el calabozo en donde metían a las personas presas estaba ubicado en donde hoy está el garaje de la Electricidad de Caracas, y lo llamaban "La Pegonera", porque ese sitio estaba lleno de pegones.

A veces uno oía cuando decían: "… Mételo en la Pegonera…".

Sobre las fiestas religiosas en el pueblo de Carayaca debo decir lo siguiente: que ante todo somos un pueblo católico y con relación a la carretera, la gente va tomando otra cara; ya que venían gente de La Guaira y eran quienes estaban más al tanto de las cosas.

En esos tiempos se llegaron a presentar algunas incidencias; ya que en las misas que se hacían en la iglesia de aquí, las mujeres usaban sobre sus cabezas las andaluzas; las cuales eran unas mantillas. Después vinieron los velos de color negro que se usaban muy usualmente en los momentos en que se hacían los rosarios; era muy común ver a las Corao, Pérez y Padilla, usar las mantillas

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Padre Elvio Di Buenaventura y Luís Pérez Padilla

Ellas eran de la clase media más distinguida en el pueblo de Carayaca; como lo eran Luisa Pérez Padilla y Chucha Padilla. Esas cosas se acabaron aquí en Carayaca, cuando el padre Elvio Di Buenaventura vino como párroco de la iglesia de San José de Carayaca.

En Carayaca a veces no había ni para comer; pero nos manteníamos a base de raíces. El cambur es para mí lo primero en nuestras comidas, ya que lo había en todos los solares de nuestras casas. Yo recuerdo que uno sembraba el ocumo y entre los 3 o 4 meses salía para su venta.

En La Gruta había una hacienda de café; en donde estaba Sarita Luy Acosta eran tierras de los Rivodó, y donde están los Mayora había ocumos y ñames. En verdad, había para todos; cuando lo llevábamos y lo cambiábamos en los comercios, nos daban sal. Ahora los cambures hay que comprarlos por kilos.

La primera revolución que conocí fue la del año 1.945, y más luego la del año 1.948. Yo recuerdo cuando tumbaron al maestro don Rómulo Gallegos; ya que en esa ocasión, el nuevo gobierno que llegó al poder designó al Teniente Loreto Loreto como nuevo jefe civil de Carayaca. Ese gobierno estaba dirigido por los comandantes Carlos Delgado Chalbaud y Marcos Pérez Jiménez.

En el año 1.952, yo iba por la bajada de Arrecifes y de pronto oí, cuando algunas personas dijeron estas palabras: "… Esto está malo, mataron al Coronel Carlos Delgado Chalbaud…".

Desde esos momentos o quizás desde el mismo año 1.948, vino el verdugo de la política venezolana; ese era el General Marcos Pérez Jiménez, quién para esa ocasión era el Ministro de la Defensa.

Yo me casé en el mes de diciembre de 1.947.

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La Junta de gobierno que tumbó el gobierno

Del General Isaías Medina Angarita el 18 de octubre de 1.945

En esos momentos la situación mía era muy precaria y Gregorio Carapaica, el tío de Marina Carapaica González, me dijo estas palabras: ¡Entonces, Agustín!

¿Con quién te quedas trabajando?

"Mira Agustín, yo no me quiero quedar solo".

Carmen de Péinate, Margarita de González, Magdalena de Torres, Flor de Carapaica, Cipriano Carapaica, Agustín Péinate, Agustín Péinate Carapaica (hijo), año 1.948.

Yo trabajaba 2 días a la semana con Pío Díaz en ese tiempo. Pero, lo que son las circunstancias de la vida; ya que me encontré con Armando Rodríguez quién era el papá de Miriam Cruzco y él me dijo que vivía en Mamo.

Y le respondo que yo tenía a la mujer preñada y más luego él me dijo que le consiguiera esta casa, y es cuando voy adonde Gregorio Carapaica, y él me la alquila diciéndome: "… Agustín, tú te quedas aquí…".

Así lo hizo y de esa manera me vine para acá, y después me dijo: "… Agustín, usted se queda con Miriam, aquí…".

Y de esa forma seguí con mi trabajito en la ferretería. Claro está, yo me había venido para acá, pero no tenía como vivir. En verdad la situación económica era muy precaria, al extremo que Carmen Carapaica, mi mujer estaba en estado de mi hijo Agustín.

No teníamos nada, pero yo le dije a Carmen, estas palabras: "… No se preocupe mamá, que usted va a tener…".

En verdad, no teníamos nada, ni siquiera para que el niño naciera y esa era la pura verdad. Pero, yo me dije estas palabras para mí mismo: "… Pero si yo soy panadero y he tenido iniciativas para mis cosas…".

"Yo hablo por mi boca, paso por mi boca los alimentos y como por mi boca".

Antonio Chiquito, Manzanilla, Trina López, Lázaro en "La Aplanada" y Florencio Hernández eran comerciantes de Carayaca. De manera tal, que hice un horno con un estante de madera.

Justo allí en donde está Severiano Hernández, quién es isleño de Canarias, había un horno de alfarería. Y la harina y esto, y la cosa estaba fea; ya que no tenía los recursos para que mi mujer diera a luz a mi hijo Agustín, a sabiendas de que ella iba a parir.

Al fin le metí la leña al horno y vi que se podía hacer algo; ya que con Pío Díaz trabajaba 2 días. Todo esto estaba sembrado de cambures y quinchonchos (matahambre). Yo trabajé con Pío Díaz esa semana 2 días solamente, a quién tuve que decirle que no podía seguir trabajando con él y que lo haría hasta el 30 de octubre de ese año.

Hasta que un día, le dije estas palabras: "… Maestro Pío, hasta hoy trabajo con usted…".

Yo recuerdo que en ese momento estaban allí Carlos y Damaceno. Más sin embargo, él me pago 12 bolívares; ya que yo le había pedido algo. Él me dijo lo siguiente: "… Agustín, tú me ayudas bastante…".

¿Qué vas hacer?

Cipriano Carapaica

En la tarde me fui a la casa de mí compadre Venancio Carapaica Vega a quién le dije estas palabras: ¿Me puede usted vender un saco de harina, compadre Venancio?

"Porque le voy a hacer competencia".

Y él me respondió lo siguiente: "… Agustín, no tengo inconveniente en vendértelo…".

Yo llegaba a los 40 bolívares y una parte que me vendió tu abuelo Cipriano Carapaica quién montó el saco de harina. Y ese 30 de octubre en horas de la tarde del año mil 1.948, trabajé y preparé la masa; hice pan isleño y me llevé mi cesta. Ese día vendí el pan e hice real para comprar 2 sacos más. Sin recursos y sin nada, pero con el esfuerzo hecho no se necesita saber, sino querer. Para ello debes tener alguna idea.

Si algún día una persona decide ser buhonero o recoge latas, debe tener algo en su mente que le permita decir, yo soy yo; pero no debes imponer. Yo soy analfabeta y lo que sé, es porque lo he adquirido con mis propios esfuerzos.

En relación a la disciplina que tenían los fieles en la iglesia era una cosa tan profunda y muy romántica. Una mosca que se movía en la misa o en las procesiones, el sacerdote se daba cuenta; porque eran muy estrictos y rígidos. En esos tiempos, yo vi discrepar a una dama; eso es antiestético y más si era una persona que no era de aquí. Yo vi al padre salir de la iglesia y discreparle, eso no es legal y eso resta importancia a las cosas.

Ahora viene la crisis en todo el mundo con las religiones; ahora es como se sabe como vive la gente. En China ordenaron 2 sacerdotes sin órdenes de El Vaticano y eso crea un cisma. Yo soy un hombre abierto a la conversación, porque soy analfabeta en algunas cosas; a veces pienso que se debe abrir una conversación que sea civilizada entre los líderes del mundo.

Yo he leído historia sagrada. Antes era obligatorio saber acerca de los 3 que forman estas cosas: Salomón, David y Jesucristo. Desde esos tiempos vienen las discrepancias. Esas cosas tienen miles de años y todavía están enfrascados con la situación de la globalización. La realidad es esta, pero deben juntarse las 3 iglesias: católica, ortodoxa y anglicana.

Pueblo de Tarmas en 1.928

Yo recuerdo que cuando era pequeño lo golpeaban a uno por la boca o cuando se les veían los senos a las mujeres; pero no le explicaban las cosas. Si me tropezaba con una piedra me hincaban; porque mi madre decía que era pecado, "o esto es mentira y aquello también". Todo tiene que ser por raciocinio, razón y sentido común.

El amor propio se pica cuando te dicen que eres un muerto de hambre. A Elena le he dicho estas palabras, cuando despotrica: "… Quédate tranquila, porque la cosa es así…".

En el mundo no hay un amor conyugal que formen los 2 extremos; ya que se crean barreras, sean nobles o no. Por esas circunstancias, desde hace 2.000 años hasta hoy, se han creado controversias en el mundo. La prensa actualiza a la gente, si lees y ves que avanzas. Lo puedes ver en el Evangelio de Judas; ya que parte de esas historias vienen desde hace 3.000 años atrás.

El ser humano siempre ha sido igual; ya que tiene más de 150.000 años de historia, como parte que es de la humanidad. En la edad de piedra todos éramos iguales; vivíamos bien y todo cambió por la desaparición de las especies. Algo sucedió, a menos de que haya habido epidemias.

La Tierra tiene millones de años que se formó y se mueve todavía, como dijo Galileo. No sabemos si de otros asteroides o de otras civilizaciones más avanzadas nos envían cosas. El canal de Panamá para comunicar ese estrecho y poder unir 2 mares; ya que México está más alto en relación con Costa Rica. Usted lanza una concha de coco y cae en Costa Rica; ya que estamos en un movimiento terráqueo inmenso. Nada se estanca, el tiempo es lo que tiene vigencia.

Fíjense ustedes, en un hombre guapetón; siempre hay gente que le tienen miedo y no creen que le puedan dar. Pero ante tal situación, uno debe buscarse una estrategia; porque él es más fuerte y ante esa situación uno se mete 2 piedras en el bolsillo, y es cuando uno se va detrás de él, y le da. Esa es la estrategia de la persona.

Siempre hemos sido egoístas, porque quienes nos han ayudado son los que han venido de otros lugares; ya que somos tímidos y a su vez somos parte de una cultura tan estrecha. Nosotros somos tímidos, porque no somos abiertos para conversar. En Tarmas, mi pueblo natal, la gente desde sus casas veían las cosas del pueblo por un huequito de las ventanas y al día siguiente decían: "… Yo lo vi cuando salió y pidió un vaso de agua…".

Ese es mi pueblo y ese es el pueblo nuestro.

Váyanse uno de ustedes a un pueblo del Edo. Miranda y allí todavía se matan a cuchillo y a machete. Mi abuelo decía que esta era la costa de sotavento y que iban en lanchas o en cayucos. La cultura de nosotros es sería; ya que es asiática, africana y europea.

No somos nosotros los españoles, ni ellos los más recalcitrantes, a pesar de que mi abuela Juliana Madera vino de allá. Mándela, el líder surafricano sufrió en carne propia lo que sufrió Mahamat Gandhi con los Vedas.

Pida que usted se va a beneficiar, pero tengo que pagarlo. Hay quienes dicen: "… Tengo pena…".

Y eso se ve ridículo en algunas personas hasta el momento de la muerte.

La naiboa es la misma harina de yuca. La echan en un budare y luego le riegan el melado grueso de papelón, y después le colocan el anís con queso. Seguidamente, se le echa la otra capa fina de harina de yuca. En el casabe no se le puede echar la harina fresca, porque se pone acido; la yuca amarga una vez rayada, para sacarle el yare hay que prensarla con 2 palos y al otro día se vuelve a prensar por el otro lado.

Aquí en esta casa se sentó Luís Miquelena, ex ministro del gobierno de Chávez, ya que él perteneció al partido Unión Republicana Democrática (URD) al igual que el Dr. Isaac José Pardo, quienes son miembros fundadores del partido en donde milité toda mi vida. Agustino y Sucerine Morales eran mis primos. Jóvito Villalba les decía a ellos: "… Vayan ustedes, que Agustín Péinate está en Carayaca y allá se comen un sancocho…".

Martincito Torres estaba pequeño y en esa época lo traía Bernardo Hernández. Y recuerdo que Vinicio Ochoa era el cocinero; con ellos venía Justino Morales. El político tiene que saber ser político y el fanático es chismoso porque pelea con todo el mundo. Con el correr de los años llegó a ser ministro de Luís Herrera Campins.

Cuando Ismenia de Villalba vino me dijo estas palabras: "… Agustín, ahora vamos a apoyar a Jaime Lusinchi. Tengo entendido, que él está haciendo un curso en República Dominicana. Además, él es primo de nosotros…".

Y yo le dije a Ismenia de Villalba, estas palabras: "… Ismenia, yo soy un urredista de corazón…".

Yo recuerdo en esos días a Ramón Alvins, Valentín González y a Ricardo Luy Acosta. El número de mi carnet en el Partido Unión Republicana Democrática (URD) era el N° 470. En esos días vino el Dr. Héctor Calles y me dijo que lo viniera a buscar; para ese tiempo habían muerto Joaquín Quintero y otra persona de apellido Castañeda. Ellos fueron amigos míos hace 60 o quizás 70 años atrás.

En una ocasión fui citado a la Seguridad Nacional (SN) en donde hoy está la bomba. Eso fue por el año 1.948. Yo tenía mi negocito de panadería y aquí entraban Antonio Trujillo, Manuel Pérez, Regalado y el viejo Romero (abuelo de Francis Romero de Camacho). Todos ellos me ayudaban y yo también los ayudaba.

Pero, allá en la Seguridad Nacional creían que yo era un conspirador; ya que allí se montaba la gente que trabajaba con Mayorca. Yo le enviaba el pan a Adolfo Mayorca, el padre de la muchacha que se casó con el General de Brigada (Ej.) Ovidio Jesús Poggioli Pérez; el mismito que está preso en la cárcel de Ramo Verde en Los Teques.

Él me decía: "… Agustín, mándame el pan frío a que Higinio Brizuela…".

En eso, Adolfo Mayorca me llama y me dice estas palabras: "… Agustín, no te metas en vainas…".

Y yo le conteste con estas palabras: "… Señor Mayorca…".

General de División (Ej) Marcos Pérez Jiménez

Presidente de la República de Venezuela

Y él me respondió nuevamente con estos términos: "… Agustín, sabemos que en tu casa se están reuniendo los conspiradores…".

Ante tal situación, yo le dije al señor Adolfo Mayorca estas palabras: "… Señor Adolfo, las personas que usted está viendo allí, lo que hacen es ayudarme a hacer el pan…".

Y él me volvió a decir lo siguiente: "… Agustín, allí en tu negocio van fulano y fulano, esos son enemigos del gobierno…".

Yo recuerdo que un día me ofrecieron un puesto de policía, y cuando cayó el General Marcos Pérez Jiménez vinieron aquí para atacarme. Ellos decían que yo era perejimenista; ya que en esos momentos, yo iba a buscar unas armas que estaban escondidas, y Mayorca lo sabía. Eso sería por allá en el año 1.956. Para esa época, yo tenía 36 años de edad.

Yo le llevaba alimentos a una persona que estaba escondida y después ese se convirtió en mi enemigo. José Vicente Rangel Vale es hoy, lo que ayer fue Luís Miquelena. Primero mi familia que todo. Yo tengo amigos comunistas, adecos y perejimenistas.

En una ocasión vino Gloria Duque de Martínez y el director de la Seguridad Nacional, y ellos se fueron a ver a Carmen Beatriz allá en el hospital, quién en esos momentos era una niña recién nacida. Yo recuerdo que el telégrafo primeramente funcionó en donde estuvo la casa en donde hoy funciona el laboratorio y clínica del Dr. Moubayé, cerca de El Almendrón; ya que yo viví muy cerca de allí. Debo decir, que allí también funcionó una escuelita en donde iba Margarita Lugo y Sarita Luy Acosta.

Después la oficina del telégrafo funcionó en una casita que estaba entre las casas de Emilio "El Panadero" y Domingo Mesa. Años después, don Rafael María Gallegos quién era primo hermano del Presidente Rómulo Gallegos en su condición de jefe del telégrafo en Carayaca hizo algunas peticiones ante el Ministerio de Comunicaciones en Caracas y logró que la familia Castillo le vendiera la casa y sitio en donde más luego funcionaría la CANTV, el telégrafo y el correo.

Esa casa fue también de don Antonio Párraga. Allí por muchos años vivió con su familia el señor Rafael María Gallegos, desde el año 1.960, en adelante; hasta que en el primer gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez Rodríguez se logró adquirir esa casa para la CANTV. Debo destacar, que la señora María, viuda de Oswaldo Pérez trabajó allí por muchos años; al igual que la hija de Gregorio también trabajó allí.

Al señor Rafael María Gallegos se le casó una hija en esa casa con un portugués; después ella se fue a vivir a Portugal con su esposo. Yo de ese gran hombre guardo una anécdota que es la siguiente:

En una ocasión, mi hijo Agustín tenía que ir a estudiar a la Escuela Técnica Industrial en Caracas, ya que él estudiaba de noche y ese día yo no tenía real que darle a mi hijo. Inmediatamente, yo acudí a su presencia y le dije estas palabras: ¿Puede usted prestarme 5 bolívares para darle a mi hijo para que vaya a la escuela en Caracas, señor Rafael?

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Momentos en que la nueva junta de gobierno tumbaba

Al General Marcos Pérez Jiménez en el año 1.958

Y él se jurungó los bolsillos y como no tenía real alguno, me dijo estas palabras: "… Agustín, déjame revisar allá adentro el puyero que hay en la caja, para ver si me queda algún excedente de los telegramas que hemos enviados hoy…".

Y revisando, reunió los 5 bolívares y me los dio; diciéndome estas palabras: "… Usted, no me debe nada, Agustín…".

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Ángela Sánchez Aranguren

Rafael María Gallegos era un hombre de un gran corazón; inclusive, tengo entendido que él metió a trabajar a Ángela Sánchez Aranguren de Garrido en el telégrafo de Maiquetía, una vez que ella quedó viuda de José Antonio Garrido Manzano en el año 1.959. Él señor Gallegos tenía una casita por los lados de Piedra Azul en Maiquetía.

Ángela Sánchez Aranguren es hija de Francisco Sánchez Jiménez y de la señora Catalina Aranguren Bravo. La señora Catalina era una mujer muy bonita, pero de un carácter terrible; y Ángela era muy bella cuando joven.

En verdad, cuando niños hacíamos cosas que no tienen explicación alguna; fíjense, que le quitábamos los botones a los pantalones y a las camisas, y con esas cosas jugábamos. Al llegar a la casa nos pelaban, porque llegábamos con los pantalones en las manos. También teníamos otros juegos como metras, trompos, entre otras cosas.

Catalina Aranguren Bravo de Sánchez

Cuando yo iba por la calle me decían Juan Centella, y lo que me digan yo lo acepto; y lo bonito es que uno se lo lleva a todo el mundo. A veces pasamos necesidad en casa, ya que cuando tengo un fuerte se lo doy a un necesitado.

Todo en la vida deja de ser. No podemos pensar que un solo planeta es habitable, lo dijo Camille de Flamarion: "… No hay poder sin unión que no se desintegre…".

Nosotros, los de abajo, somos los que sostenemos todos los poderes y el día que la mujer deje de parir se acaba la vida; de nada te vale que tú le quites a todo el mundo para tener tú; y has por ti, lo que te corresponde hacer.

"Ponme, dame, pero no me ofrezca".

Anexos: El 24 de mayo del año 2.006, a eso de las tres de la tarde se le hizo una consulta al octogenario compatriota don Armando Pardo Rivero (*1.922), caraqueño de nacimiento, de Viento a Pinto, en la caraqueñísima Parroquia Santa Rosalía, titular de la cédula de identidad N° V-80.978 y residente en el pueblo de Tarmas, quién sobre la familia Gottberg Rivero mencionada en este conversatorio por el cultor popular don Agustín Peinate, nos dijo lo siguiente:

"Juanita Rivero Ruiz de Gottberg nació en la ciudad de Caracas, y era de profesión boticaria, o lo que llaman ahora farmaceuta. Ella era mi tía maternal, ya que era hija de mi abuela Clara Eligia Ruiz de Rivero quién era natural del pueblo de Altagracia de Orituco en el Edo. Guárico y quién se dedicaba a las cosas del hogar; y de mi abuelo Emilio Rivero, natural del pueblo de Chaguaramas en el mismo Edo. Guárico, quién era de oficio topógrafo".

Mi tía Juanita Rivero Ruiz de Gottberg estaba casada con el señor César Augusto Gottberg, quién era farmaceuta. Ellos fueron los dueños de la botica "Carayaca"; la misma que hoy está en su sitio en la Calle Real de Carayaca, al lado de la panadería que está frente a la entrada de la Calle "Los Totumos".

Mapa de Carayaca

Sus hijos César y Carlos Gottberg Rivero eran mis primos hermanos. Este último fue el Ministro de Información y Turismo en el primer gobierno del Presidente Carlos Andrés Pérez Rodríguez.

Ellos estuvieron aquí en Carayaca en la década de los años cuarenta del siglo pasado. Más luego, por los años cincuenta de ese mismo siglo se fueron a Macuto; ya que allá fue donde murió mi tío político César Augusto Gottberg.

Él les pidió a sus hijos antes de morir que lo enterraran en el pueblo de Carayaca. Debo decir, que mi tía Juanita también está enterrada en ese cementerio, justamente como a 25 metros de la entrada del mismo; hoy la tumba de ambos está descuidada, ya que parte de su loza de mármol está algo deteriorada, fui en días pasado a verla y se lo informé a mis primos para tratar de rescatarla y repararla.

Ellos antes de venir a Carayaca vivían en Los Teques; pero César Augusto Gottberg se enfermó de los pulmones y el Dr. Vizcarrondo le recomendó que se fuese a un lugar frío, bien fuera El Junquito o Carayaca. Mi tío César Augusto se vino con mi tía Juanita a pasar una temporada en el pueblo de Carayaca y al poco tiempo compraron una botica; gustándole a ambos esta tierra y quedándose allí, en donde compraron una casa.

Nosotros vinimos en el año 1.946, a visitar a mi tía Juanita en su casa de Carayaca. En esa ocasión me vine por El Junquito acompañado de mi esposa y caímos en la Hacienda "Caoma". Yo recuerdo muy bien que la Calle Nueva no existía; la única que existía era la Calle Real de Carayaca y la casa que ellos tenían allí era de tierra".

Los Gottberg Rivero vivían cerca de la casa de los alemanes en Carayaca, cerca donde hoy está la sede del Partido Acción Democrática. El día que enterraron a mi tío César Augusto Gottberg cayó un tremendo palo de agua; eso seria por allá en 1.954. Él era un hombre bajito, como de 1,68 metros de altura aproximadamente; era blanco de color, con mechones medio amarillento en su cabeza, así era su pelo. Mejor dicho, era un hombre canoso.

Procesión en un Viernes Santo en el pueblo de San Joseph de Carayaca a mediados del siglo XX

Yo recuerdo que cuando veníamos con la carroza fúnebre hacia Carayaca, al llegar al Río Mamo se apagó la carroza y no quiso prender nuevamente. Entonces hablamos con el conductor que manejaba una camioneta de una panadería y le pedimos el favor de que llevara el ataúd con el cadáver de mi tío en su interior para Carayaca.

Al principio el conductor nos dijo estas palabras: "… Entiendan ustedes, que este no es un carro fúnebre, sino un vehículo para repartir pan…".

Finalmente, colaboró con nosotros y de esa manera fue como lo llevamos a enterrar al cementerio de Carayaca, conforme a sus deseos. Debo decir, que la tumba de ellos aún está abierta en el Cementerio General del Sur en Caracas.

 

 

Autor:

León Morales

Partes: 1, 2
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