Bosques de quebrada y Cerros chatos: Áreas de prioridad para la conservación de la Biodiversidad (página 2)
Enviado por Sebastián Güida Machado
Los bosques de quebrada están asociados a cursos de agua, con la particularidad de estar restringidos a las profundas gargantas donde las drásticas condiciones topográficas (laderas abruptas, paredones casi verticales, etc) determinan una situación muy especial en humedad y temperatura, que sumado a la existencia de buenas condiciones edáficas, permiten el desarrollo de una vegetación exuberante y muy agresiva.
A la vez se trata de un sistema sumamente frágil ya que depende dl mantenimiento de esas condiciones favorables para poder perpetuarse, el suelo adquiere un alto riesgo de erosión al eliminarse la cobertura vegetal.
Este tipo de vegetación densa por lo general no alcanza los límites superiores de las laderas de la quebrada quedando claramente definido el límite entre la pradera y el bosque, el que muchas veces puede pasar inadvertido en una apreciación rápida.
Existe una alta diversidad de especies y de formas vegetales, desde árboles de gran tamaño pasando por árboles de menor porte adaptados a condiciones de sombra, enredaderas y trepadoras, epífitas, hasta un tapiz herbáceo en el que se destacan los helechos.
Estas características le dan a los bosques de "quebrada" un aspecto que recuerda a las selvas subtropicales paranaenses, aunque empobrecidas desde luego en cuanto al número de especies y de individuos que la componen.
La vegetación de los "cerros chatos" florística y fisonómicamente son diferentes a los del resto de la región (Brussa y Grela, 2002).
Se trata de un tipo de vegetación arbórea y arbustiva abierta y baja asociada a vegetación herbácea, a veces con predominio de arbustos y sufrútices. Su delimitación es clara, relacionada precisamente a las características geomorfológicas y geológicas ya que están restringidas a los mencionados cerros, cuchillas tabulares y cornisas. Los núcleos principales de vegetación arbórea se dan sobre los paredones ubicados al sur, donde la insolación es menor y la disponibilidad de agua es mayor.
Fauna
Con respecto a la herpetofauna en el Departamento de Rivera Hasta el momento han sido registradas 28 especies de anfibios (anuros), cabe destacar que dos de ellas poseen estatus de conservación del tipo: "Vulnerables" (V) y cuatro de ellas estatus de "En peligro" (EP) y 42 especies de reptiles de los cuales tres presenta problemas de conservación "Vulnerables" y uno "En peligro" según el libro rojo de la UICN (Achaval, et al, 2007).
En cuanto a la mastofauna en Rivera han sido registradas actualmente 30 especies de mamíferos de los cuales solamente uno presenta problemas de conservación con estatus de "En peligro" (Achaval, et al, 2007).
Propuesta
Las áreas propuestas para formar parte de una Red para la conservación de la biodiversidad son el área que abraca toda la Represa de OSE, el Parque Gran Bretaña y el campo del Abasto Municipal.
Estas áreas además de contar con un gran valor paisajístico y cultural, han sido objetos de estudio de varios profesionales en los últimos años; a modo de ejemplo la tesis de doctorado del Biólogo Herpetólogo, Raúl Maneyro (Padroes de atividade espaço-temporais em uma comunidade neotropical de anuros); por las características de las composiciones de la fauna y la flora que muchas veces provienen del sur de Brasil y encuentran aquí su límite de distribución.
En el caso particular de los anfibios (anuros) sabemos que en el departamento habitan alrededor de 30 especies de anfibios anuros (62.5 % de todas las de Uruguay), constituyéndose de ese modo el departamento con mayor riqueza de especies; (Núñez et al, 2004; Achaval & Olmos, 2007) cabe destacar que en el campo del abasto se encuentran casi la totalidad de especies citadas para el Departamento. Una de estas especies, Melanophrynicus langonei, es endémica del departamento de Rivera (Maneyro et al., 2008), y varias han sido registradas en Uruguay sólo en este departamento, como es el caso de Hypsiboas albopunctatus (Kwet et al. 2002), Leptodactylus furnarius (Canavero et al. 200) o Physalaemus cuvieri (Maneyro & Beheregaray, 2007), Este último ejemplo es particularmente significativo ya que las únicas poblaciones conocidas de esta especie en Uruguay, se encuentran a tan sólo seis kilómetros de la ciudad de Rivera en una laguna semipermanente en el campo del Abasto Municipal (Maneyro & Beheregaray, 2007).
En estudios más actuales ya se han tomado registro de otras dos especies de anfibios como: Melanophryniscus pachyrhynus y Rhinella fernandezae, dos especies de reptiles como: Boiruna maculata y Tantilla melanocephala y 9 especies de mamíferos como: Dasypus novemicinctus, Cavia aperea pamparum, Hydrochoerus hidrochaeris, Myocastor coypus bonariensis, Lepus europaeus, Lycalopex gymnocercus gymnocercus, etc; que aún no estaban registradas, además de las especies potenciales.
En lo referente a los valores paisajísticos en estas áreas existe una gran diversidad de ambientes además de los bosques de quebrada y los cerros chatos encontramos sus respectivas zonas de transición en las cuales hallamos bosques de tipo parque, pajonales, humedales, bosques de galería, etc.
Los valores culturales de estás áreas van pasando de generación en generación ya que estas áreas son las predilectas por el público en el momento de decidir un destino para la recreación y esparcimiento en el tiempo libre; esto también puede traer consecuencias negativas si no existe una gestión de los residuos generados por este público y por los vecinos aledaños. Existen varios focos de deposición de residuos sólidos a lo largo de las rutas de acceso a los diferentes predios.
Hace tres años comenzó a funcionar en el Uruguay el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), con la finalidad de posibilitar el uso sustentable de estos recursos, permitiendo la construcción de planes de manejo beneficiando la economía local, podrá generarle valor agregado a la productividad del área, fomentando el turismo y generando actividades alternativas dentro de un modelo ambientalmente sustentable, buscando conciliar el desarrollo de la comunidad local con la conservación de estos ecosistemas. Es por esto que se hace tan importante que tanto a nivel nacional como departamental se definan y delimiten áreas de protección representativas de cada tipo de ambiente natural, para asegurar su conservación.
Se proponen estos predios para formar una Red de Áreas Prioritarias para la Conservación de la Biodiversidad ya que además cuentan con la facilidad de ser predios Municipales lo que ayudaría en el momento de la gestión y temas burocráticos.
Cuando se designa un área natural protegida es importante conocer los distintos elementos que la componen, generando bases de datos que permitirán la elaboración de planes de manejo adecuados, cuadros de situaciones actuales y prospectivas a su debido tiempo, generando además insumos para posteriores trabajos y/o investigaciones.
Si se va a implementar una figura de protección para esta área es fundamental la realización de muestreos estaciónales para que se pueda determinar la abundancia y diversidad de especies ya que es de singular importancia al momento de evaluar la calidad del hábitat y para la elaboración de planes de manejo (Ojasti, 2000).
Bibliografía
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Achaval, F.– Olmos, A. 2007. Anfibios y Reptiles del Uruguay 3ra. Edición corregida y aumentada. Zonalibro Industria Gráfica, impresora, Montevideo, Uruguay, 159 pp.
Brazeiro A, Achkar M, Canavero A, Fagúndez C, González E, Grela I, Lezama F, Maneyro R, Barthesagy L, Camargo A, Carreira S, Costa B, Núñez D, da Rosa I, Toranza C (2008): Prioridades Geográficas para la Conservación de la Biodiversidad Terrestre de Uruguay. Resumen Ejecutivo. Proyecto PDT 32-26. 48 pp.
Brussa, C.; Grela, I. 2002. Riqueza de especies y B-diversidadde las comunidades arbóreas del Departamento de Rivera-Uruguay. In Congreso Latinoamericano de Botánica, (VIII, 2002, Cartagena de Indias, Colombia). Resúmenes. Cartagena de Indias. Pp. 473.
Brussa, C.;Grela, I. 2007.Flora arbórea del Uruguay, Con énfasis en las especies de Rivera y Tacuarembó. Empresa Gráfica Mosca, Montevideo, Uruguay, 543 pp.
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Ojasti, J. 2000. Manejo de Fauna Silvestre Neotropical. SI/MAB Biodiversity Program. Washington, DC. 290pp. [Internet]. Disponible desde:http://nationalzoo.si.edu/ConservationAndScience/MAB/documents/SIMAB5.pdf: (Acceso: 2008(
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Autor:
Téc. Sebastián Güida Machado
Curso: "Biogeografía de la Conservación"
Dr. José Carlos Guerrero
LDSGAT
Departamento de Geografía
Facultad de Ciencias
Diciembre, 2009
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