- Introducción al trabajo
- El adelantado: introducción
- Apartado primero: Rafael Fdsotrr en la escuela
- Apartado segundo: oficialidades y no oficialidades
- Apartado tercero: más rarezas y anécdotas de Fdsotrr
- Apartado cuarto: inagotables influencias de Fdsotrr en lingüística
El siguiente trabajo tiene como objetivo intentar reflejar a modo de integración los temas que más me agradaron de la materia Lingüística I. La arquitectura del mismo es muy arriesgada y, en términos de Sklovski, "desautomatizadora", pero tomo ese riesgo y me hago cargo de los golpes. El hilo conductor del trabajo es una historia totalmente ficticia de una persona que asegura que los principales "padres" de las investigaciones lingüísticas son sólo estafadores y ladrones de ideas, y que les han arrebatado todas las teorías a un tal Rafael Fdsotrr. Con esta excusa ficcional, intento aplicar de una manera poco convencional y lo más original posible algunos de los puntos de mayor importancia sobre lo visto en clase y lo estudiado.
Jamás dejaba de cuestionarse, hasta la mayor profundidad, el por qué de todas las cosas. Claro que eso es una actitud normal en un niño que ingresa en la preadolescencia. El problema es que este niño tenía sólo siete años cuando empezó a hacerlo, y su capacidad reflexiva era un poco exagerada para su edad. Más aún, su vocabulario general era elevadísimo, producto de su sin precedentes fanatismo por la lectura.
Nunca dejó, desde los dos años, edad en que aprendió a leer digamos "de corrido", de abrir textos literarios como cuentos, poesía y hasta novelas. Para los cuatro años creo que había leído ya las obras completas de Julio Verne. En seis meses más leyó las de Borges, incluida la poética. Lo peor es que lograba llegarle todo a su corazón, no leía nada por el sólo hecho de leerlo. Leía y analizaba. Sin embargo, jugaba fútbol y con los muñecos con sus amigos, como cualquier chico. Sólo los padres sabían lo mucho que leía, lo mucho que reflexionaba. Por lo demás, era, cuando quería, un niño normal, e incluso adaptaba su código lingüístico con sus amigos.
La historia se sitúa en Zdrlkjuhbdvgkjb, en el año 1860, cuando al parecer las escuelas lingüísticas comenzaban a hacer sus aportes. ¿Por qué pongo a cuento el comentario de las escuelas lingüísticas? No es que quiera hablar de lingüística, pero sucede que cuando comience a desarrollar unas breves reseñas de la conducta de este muchachito, pondré en peligro la autoría de teorías lingüísticas que se atribuyen con tanta seguridad a sujetos como Saussure, Peirce y otros.
Siempre tuve la seguridad de que la historia hace trampa, constantemente; de que la historia es injusta, roba, etiqueta a unos para desplazar a otros. Y, no nos engañemos: el hombre siempre está sediento de trascendencia. Pero el caso que nos compete es mucho más que injusto, y tengo documentos para demostrarlo. Para empezar diré, con la soberbia del que tiene la verdad, que Ferdinand de Saussure es un mafioso, quizá el primero de la historia, y debe figurar antes como mafioso que como lingüista. ¿Con que no me creen? ¿Acaso se sabe realmente a quién le arrebató de sus manos la primer teoría relacionada a la lingüística, "Ensayo sobre las lenguas", e incluso "Memoria sobre el sistema primitivo de las vocales en las lenguas indoeuropeas"? ¿Se conoce de dónde tomaron despóticamente Ch. Vally y A. Sechehaye la primera edición del "Curso de Lingüística general"? ¿No les parece un poco extraño que este canalla ladrón haya volcado sus estudios tan bruscamente desde el sánscrito, la física y las ciencias naturales hasta la lingüística y las revolucionarias teorías que se le atribuyen?
Veamos sólo unos detalles de pasajes de la vida de este niño, que no sólo resulta ser el verdadero autor de todo origen de los estudios lingüísticos, sino también de todo lo que derivó de ellos. Veamos ahora a Rafael Fdsotrr. Y revolucionemos la historia.
LO REPITO: TENGO DOCUMENTOS.
APARTADO PRIMERO: RAFAEL FDSOTRR EN LA ESCUELA
Es hasta desagradable ver que un niño se comporta como un adulto. ¿Cuántas veces hemos visto en programas de televisión a los niño-maduros que actúan en elencos de programas infantiles y tienen una manera de hablar igual a la de los contaminados adultos? Si hay algo rescatable en un niño, es precisamente que no es un adulto. Por eso es que quiero dejar bien en claro que Rafael Fdsotrr es sólo un niño, y no habla, aunque pueda hacerlo tranquilamente, como una persona mayor de lo que es. Y cuando lo hace, sólo está jugando.
Pero (e insisto, tengo pruebas) cuando un día la profesora preguntó con dulce sonrisa a la clase de quinto año qué era para ellos la palabra (con el único fin de comenzar a hablar de poesía, ¡pobrecita!), nuestro amiguito salió con la siguiente respuesta:
– Palabra es un término incluido en una disciplina a la que yo llamaría tal vez "Lingüística"; no sé, tengo que ver cómo voy a llamar a esta disciplina. Pero lo cierto es que, ya que me hicieron "romper el silencio", ahora opino un ratito: …
– ¿Lingüística? – preguntó la profesora, entre desconcertada y curiosa.
– Sí, si, Lingüística, por ahora- respondió el particular jovencito, y continuó. -El problema es que no se bien, aún, cómo definir bien este nuevo campo que estoy haciendo mientras no tengo nada más divertido que hacer, jiji. Lingüística puede definirse a la ciencia que estudia el lenguaje. Pero no me convence esta definición. Al menos, si los términos "ciencia" y "lenguaje" fueran menos polisémicos, sería más reconfortante. Pero tanto uno como otro término son en esencia difíciles de definir. Cada uno define de un modo distinto "ciencia". Lo mismo pasa con "lenguaje". Me temo que el término "lenguaje" es tan abarcativo, que cada uno de los que está aquí podría "recortar" una parte de ese objeto con propiedades comunes que todos conocemos en general como "lenguaje". Estaríamos trabajando con pedazos distintos de esa definición y, sin embargo, seguiríamos dentro del campo del estudio del lenguaje.-
La profesora, un poco atónita ante semejante discurso y totalmente descarrilada su clase, no tuvo mejor ocurrencia que atinar, defensivamente, a preguntarle: – ¿no te parece que estás hablando de lo mismo que hablamos en gramática, pero con palabras más… difíciles?
-No, – respondió. -La lingüística, a comparación de la gramática que estamos viendo siempre en la escuela, no sería una ciencia normativa. Es decir que lingüística no es gramática, para nada: la gramática establece siempre qué está bien expresado o dicho, y qué está mal. La gramática es estrictamente normativa. La lingüística es más descriptiva o explicativa; no juzja: explica. –
Uno de los alumnos rió, y mirando a la profesora, dijo: -Ja, la gramática no sirve para nada.-
El jovencito le respondió: -La gramática sí sirve: es como parte de la lingüística. Lo que pasa es que, para partir de cualquier cosa, necesitamos de convenciones, de reglas. Y la gramática es el principio ordenador de esas convenciones, y por eso tiene que ser normativa y llena de reglas. Esto es un poco despótico, un poco fascista, pero es así: somos hijos de las reglas, de la arbitrariedad, de la convención. Sin la convención, muere el hombre.-
-Eso es mentira, yo no pienso así- , le dijo una compañera que no podía soportar esta definición.
-¿Ah, sí? – respondió nuestro adelantado niño: -¿cómo hiciste recién para responderme lo que me respondiste? Tuviste que hablarme, ¿no? ¿Y qué es hablar? Hablar es usar el lenguaje. ¿Y qué es el lenguaje? Un montón de signos que se mezclan para la buena comunicación. ¿Y qué son estos signos? Convenciones, símbolos que se materializaron "porque sí", sin ningún principio racional, sino con un principio de total arbitrariedad.- La señorita no volvió a discutirle nada más a este personaje, que continuó: – Si, la Lingüística podría ser tranquilamente una ciencia, porque se puede estudiar (según unas notitas que estoy haciendo sobre el tema cuando estoy aburrido) de una manera sistemática. También puede ser observacional y, fundamentalmente, tiene un objeto de estudio que es el lenguaje. Pero como dijimos que Lenguaje es difícil de definir, sospecho que los que me den algo de bolilla sobre este estudio nuevo no van a poder hablar sobre una sola LINGUISTICA, sino sobre varias teorías lingüísticas en base a qué punto se le de importancia y a cuál no sobre este polosémico término.-
Era evidente que nuestro jovencito estaba jugando con sus compañeros. Supongo que, si bien le agradaban mucho sus improvisados monólogos, no sospechaba que el estudio de la lingüística podría hacerse verdadero y científico, como lo hiciera luego el ladrón de Ferdinand de Saussure. Pero como dijo Einstein: "La imaginación es más importante que el conocimiento"; aquí, Rafael Fdsotrr estaba haciendo peligroso uso de esa imaginación que menciona Einstein.
APARTADO SEGUNDO: OFICIALIDADES Y NO OFICIALIDADES
Cualquiera que haya revisado un poco la historia oficial de la Lingüística debería decir que Saussure es su Padre auténtico, que mediante la corriente denominada "los jóvenes gramáticos", y específicamente dentro de la corriente de los neo-gramáticos, constituye las bases de su revolucionaria ciencia. La historia oficial también dice que en la escuela de los neogramáticos, se investigaba cómo una lengua cambia en distintos momentos y en distintas épocas, y que por principio de analogía se trabajaba el estudio de esos cambios. También empieza el cuento de que Saussure es el que decide recortar la lengua del objeto de estudio enorme que es el lenguaje (= lengua + habla), porque en la lengua se puede sistematizar el estudio y explicarla de manera rigurosa, mientras que en el caso del habla, las cosas son muy relativas a la cultura, al contexto, y esto a Saussure ya deja de interesarle un poco (Sapir será, en alguna medida, el interesado en lo que deja Saussure). También se le atribuye históricamente a Saussure los términos "significado" y "significante", que están estrechamente relacionados a la arbitrariedad de la que hablaba (mucho tiempo antes!) en el apartado anterior nuestro Rafael. Estos términos fueron polémicos en los escritos de los alumnos de Saussure, ya que esta imagen dual del signo (SIGNO = significado + significante) tenía, en un principio, una relación de arbitrariedad pura; es decir que cuando se nombraba por ejemplo el elemento MESA, que es en esencia el CONCEPTO, la representación que el receptor se hace de ese concepto (la imagen psíquica de la mesa; el mueble), o sea la IMAGEN ACUSTICA, se crea por convención y por arbitrariedad, y no por ningún principio lógico o racional: la palabra MESA nada tiene que ver con una mesa, sino que sólo la simboliza, la evoca. Por eso, "arbitraria" tal vez no sea la palabra adecuada para mencionar esta relación, sino quizás "inmotivada". En esto también se corrige el propio Saussure.
Luego y oficialmente, Benveniste empieza de nuevo a aclarar este problema entre significado y significante y su relación, señalando que ésta es más bien una relación de NECESIDAD. Esta explicación es del todo válida, ya que cuando simbolizamos una mesa mediante el conjunto de fonemas M-E-S-A, inmediatamente la masa fónica es inseparable e imprescindible para la masa conceptual. Es sólo una definición más apropiada para aclarar las palabras inexactas de Saussure.
Está bien, todo esto es correctísimo. Ahora: ¿cómo se explica que, un poco antes de que estas escuelas y obras salieran a la luz, nuestro amigo Rafael ya estaba discurriendo acertadamente sobre exactamente lo mismo? ¿Cómo explico los cuadernos de quinto año de la secundaria que tengo aquí, a mi lado, sin que se le atribuyan al estafador de Saussure? ¿Cómo detallo que uno de sus compañeros, en 1869, le prestaba una especial atención a sus monólogos juguetones? ¿Cómo explico la manera compulsiva de tomar apuntes que tenía este joven llamado Ferdinand de Saussure, compañero de Rafael Fdsotrr? Pero díganme, los que vayan comenzando a hilvanar este diabólico enredo: ¿no es injusto…?
APARTADO TERCERO: MÁS RAREZAS Y ANÉCDOTAS DE FDSOTRR
El joven Fdsotrr, en ese último año de la escuela, escribió en sus momentos de ocio todo lo que se le atribuye a Saussure. También, cuando se habla de Peirce y su signo triádico, se lo compara de nuevo a Saussure y, obviamente, no a nuestro Rafael, verdadero padre de la lingüística. Peirce, de quien se dice que no conoció a Saussure, sí conoció a Rafael. Claro, es todo tan lógico… Saussure no decía a nadie sobre los conocimientos que estaba robando a Fdsotrr, por eso cuando una vez se encontraron él, Fsdotrr y Peirce en un Congreso internacional en Ginebra, al que Peirce asistió casi por casualidad (y Saussure y Rafael asistieron por obligación de la escuela), Peirce y el joven Rafael se unieron en seguida por una simple casualidad, como siempre ocurre. También, como Saussure estaba constantemente pegado a Fdsotrr robándole descaradamente sus ideas y tomando apuntes casi en su presencia de las genialidades que su creatividad emanaba, también él estaba con Fdsotrr y Peirce, sólo que Saussure ocultaba sus conocimientois (extraídos de Rafael), mientras que Fdsotrr no mostraba egoísmo alguno en repetir conceptos que le habían gustado. Y, como no podía ser de otra manera, al joven Peirce le alcanzó esa tarde que duró el Congreso para tomar algunos apuntes sobre sus brillantes discursos acerca del lenguaje. Pero claro, todo esto no figura en ninguna cronología ni biografía. Lo único diferente en el robo de Peirce es que éste, al tener un poco más de escrúpulos éticos que Saussure y también un poco más de creatividad y genio propio, decidió introducir algunas modificaciones a esa teoría que después le conocimos sobre el SIGNO TRIÁDICO. Peirce también robó de Rafael el SIGNIFICADO (al que rebautiza como FORMA) y el SIGNIFICANTE (al que rebautiza PENSAMIENTO). Pero además le robó el tercer elemento que denomina REFERENTE, que es el objeto real al que evoca, mediante la forma, al pensamiento de ese objeto. Por ejemplo: si se nombra SILLA (forma), esa forma producirá un pensamiento determinado que no será ni la imagen de una mesa ni la de un sombrero, sino, justamente, la del mueble que tiene cuatro patas, una superficie plana y un respaldo; es decir, la silla. Pero también existe el elemento real, verdadero, tangible, que sólo evocan estas palabras y que no pueden traer siempre a los sentidos del receptor. Ese elemento empírico, concreto, es el referente. Estos datos conceptuales que estoy dando son sólo algunos de los inescrupulosos robos y plagios que, entre Saussure y Peirce, se encargaron de confundir maquiavélicamente la historia.
Poco después vendrán todas las discusiones acerca de las diferencias entre Semiología y Semiótica, que se pueden reexplicar a partir de este trágico error histórico de falsos padres y verdaderos creadores tapados por la tiranía de la vida. El problema a este respecto es que actualmente se explica que las diferencias entre semiología y semiótica tienen mucho que ver con las diferentes escuelas; el término SEMIOLOGÍA es asociado inmediatamente con la "escuela" de Saussure, ya que también se conoce a través de Saussure el estudio de la lengua en términos de sistema; esto implica ver al sistema de la lengua como cualquier otro sistema, con sus propiedades particulares, con un todo constituido por cada una de las partes, por la interacción y armonía de cada una de esas partes y por la alteración del todo si una de esas partes se elimina. Ejemplos de otros sistemas son: el sistema solar, el cuerpo humano, etc. Sin embargo, Saussure, aunque es considerado estructuralista, nunca habla de estructura sino de sistema, aunque lo plantea con la misma definición con la que hacemos referencia a la estructura. En cambio, cuando hablamos de SEMIÓTICA, el término nos lleva a nuestro amigo Peirce. También se ha dicho que una importante diferencia entre estos dos autores es que, mientras Saussure piensa en términos de sistema, Peirce lo hace en términos de signos, lo cual es mucho más abarcativo. ¡Las autorías y las escuelas son una mentira! Todo ha partido de Rafael Fsdotrr, la teoría de Peirce y la de Saussure, no hay escuelas ni diferencia entre semiótica y semiología porque todo fue creado por una misma persona! ¡Y la organización de la experiencia humana en primeridad, segundidad y terceridad de Peirce fue también extraída de las ideas de Rafael! Recuerdo el diálogo perfectamente:
Fdsotrr: -…imagina que una rama se te cae encima de tu cabeza (decía, ya entusiasmado por su propia idea en esa tarde en la que se encontró por única vez con Peirce): ¿qué te pasaría? Tres cosas: primero, el propio hecho de que se te caiga esa rama; después te dejaría inconsciente el golpe; y después, en el hospital, te dirían que fue una rama la que te golpeó en la cabeza. En unas notitas que hago cuando no tengo nada que hacer, bauticé estas cosas que pasan como Primeridad a la cualidad de la cosa, segundidad a lo que te está pasando y terceridad a cómo decodificas en tu cabeza lo que sucedió contigo. ¿Entiendes?-
Peirce: -…cla…claro, espera que lo anote, ¿puedo?-
Esa tarde, Rafael también le habló de la composición triádica del signo, casi expresamente, cuando le explicó la importancia de la clasificación en tres, ya que un tercer elemento es algo que pone en relación a un elemento con otro. Así, discurrió nuestro amigo sobre la intervención del signo entre el objeto y el interpretante (es decir, el concepto que se atribuyó a Peirce sobre la idea triádica del signo). El objeto, o aquello que el signo representa, es representado por el representante o signo propiamente dicho. El interpretante es un nuevo signo generado por el intérprete, según los usos de su cultura. Todos estos conceptos fueron recibidos por Peirce esa tarde, y todos ellos fueron inescrupulosamente robados.
Está bien que luego Peirce evolucionó teóricamente con sus clasificaciones: una sumamente importante es aquella que clasifica los signos según la relación que estos tienen con el objeto que representan. Si, por ejemplo, se representa un dibujo de una vaca, una cabeza de una vaca o la palabra vaca son tres signos diferentes del objeto vaca. El dibujo de la vaca, por ejemplo, es un Icono, y se asemeja por similaridad con el objeto vaca, ya que este dibujo, que representa las cualidades del animal, guarda con él una relación analógica. En cambio, con respecto a la cabeza de la vaca, es un signo Indicial: no representa a la vaca por similaridad, sino más bien por proximidad, ya que damos por sentado que la cabeza de la vaca y su cuerpo son partes indivisibles en el imaginario, y entonces se vincula la cabeza a la vaca "entera". Por último, la palabra VACA, en si misma, no se asemeja a una vaca ni por proximidad, sino que su relación con el objeto está dada por pura convención (Símbolos se llama a estos casos). Estos niveles pueden darse mezclados según las características determinadas de la comunicación en un ámbito social determinado.
Esta interesante clasificación fue realizada íntegramente por Peirce, está bien; pero… ¿de dónde la sacó? ¿Quién fue su directo inspirador? Peirce le ha robado menos cosas a Rafael; pero no por ello deja de ser Peirce un ladrón.
Además, respecto a la parcela teórica de Peirce en donde trata el tema de una nueva triple clasificación en tres componentes, que son: el intérprete – el signo – el designado, puedo señalar sin titubeos que en el instante en que Rafael y Peirce se hallaban juntos en una de las salas del establecimiento en donde se llevaba a cabo el congreso esa tarde, mantuvieron el siguiente diálogo:
Peirce: Lloverá pronto.
Rafael: Signo natural.
Peirce: ¿qué?
Rafael: Signo natural, claro. Tiene que ver con un proceso semiótico. Un proceso semiótico es cuando un intérprete reconoce un signo y comprende lo que designa. Es lo que yo, cuando estaba bastante aburrido, apunté como tal. Hay en la comunicación signos naturales y signos convencionales. Un signo natural es lo que tú interpretaste recién en tu proceso semiótico: para decir "Lloverá pronto" tuviste que darte cuenta antes de que había una gran cantidad de nubes negras en el cielo. En el caso de los signos naturales, hay una relación con lo que designa que es el resultado de una relación natural. Por ejemplo: si tú ves nubes (que es el signo), sabes que probablemente lloverá (que es el designado). ¿Entiendes?
Peirce: Claro, …cla…
Rafael: El caso de los signos convencionales es lo contrario: entre los signos convencionales y sus designados, inventados por el hombre y no por la naturaleza, hay una relación arbitraria, predeterminada por el hombre, convencional. Por ejemplo, la campana que acaba de sonar anunciando una nueva ponencia. Fue el hombre, y no la naturaleza, quien decidió que la campana iba a significar el anuncio de una nueva ponencia. Esta relación es convencional, no natural. ¿Entiendes?-
Peirce: Yo…
Rafael: También están los signos icónicos, que guardan una relación de similitud con el objeto designado, pero que a la vez esa relación es también arbitraria; por ejemplo, algunas señales de tránsito, que por un lado están hechas con dibujos similares al designado, pero por otra, los colores, por ejemplo, transmiten mensajes de modo arbitrario.
Este fue el último diálogo interesante (mejor dicho, monólogo) que sostuvieron nuestros amigos. Observen bien las partes en las que habla Peirce y díganme si sus atisbos de palabra merecen llamarlo el padre de la Pragmática. Saquen sus propias conclusiones de la verdadera autoría y paternidad de las teorías…
APARTADO CUARTO: INAGOTABLES INFLUENCIAS DE FDSOTRR EN LINGÜÍSTICA.
¿Quiénes siguen a Peirce, es decir a Fdsotrr? Eco, por ejemplo, con su notable definición: "signo es cualquier cosa que esté en lugar de otra", es decir, representando otra. Esto es un gran aporte a la semiótica, ya que no son signos únicamente los fonemas que conforman morfemas, sino también muchos otros, que señalara casualmente el mismo Rafael, proféticamente, cuando le habla a Peirce de signos naturales y signos convencionales. Eco seguramente ha tomado esto de los miserables apuntes de Peirce, pero no tengo datos sobre ello. Me llama, sí, poderosamente la atención la similitud de los conceptos.
Se dice que la perspectiva de Peirce es más amplia que la de Saussure, quien no se ocupa del referente por recortar sólo la lengua en su estudio. Yo reescribiría esta frase y diría que Rafael ha ido evolucionando en su propia teoría, fragmentada y manoseada por los lingüistas "conocidos".
En el campo de la pragmática, de donde se desprenden también las influencias evidentes de nuestro Rafael, aunque más indirectamente robadas a él, se han desprendido muchísimas teorías sobre el estudio del lenguaje "en acción", en uso. La pragmática comienza más intensamente con el estudio del manejo y decodificación de los mensajes lingüísticos a partir de determinados contextos y no sólo del sistema de la lengua. Algunos contextos importantes son el lingüístico (cotexto), el situacional o pragmático (las circunstancias en las que se produce el intercambio comunicativo), el sociocultural (pautas socioculturales que determinan el intercambio comunicativo), etcétera. Pero algo sumamente importante es el aporte de alguien que, por fin, no ha robado inescrupulosamente a Rafael sus teorías. Sí es innegable que ha sido, sin saberlo, fuertemente influenciado por él. Paul Grice, entonces, propone el concepto de Significado intencional (no natural); por ejemplo: he estado todo este trabajo intentando convencerlos de que el verdadero padre de la expansión lingüística es Fdsotrr y no Saussure ni Peirce ni Sapir ni Benveniste ni Grice. He tenido la intención de que lo que dije y escribí les causara un efecto, el efecto, en este caso, de la justicia de reconocer verdaderamente al genuino padre de esta ciencia. La intención mía está estrechamente relacionada con la forma en que emito cada palabra de este trabajo. Lo que realmente importa en estas buenas proposiciones de Grice es que no es la aceptación del receptor, sino el reconocimiento de mi intención. La intención es un concepto poco desarrollado, aunque sugerido, en nuestro Rafael. Lo interesante de este concepto es que desenmascara la pura e ingenua linealidad de la comunicación (emisor-receptor-mensaje) para empezar a marcar que, mientras el emisor emite su discurso, tiene la intencionalidad de producir algún efecto en el receptor (véase todo este trabajo). También entra en juego, como se dijo, el rol esencial del contexto como el gran "desambiguador", como el encargado de enhebrar los códigos entre el emisor y el receptor. Sólo así puede producirse una comunicación: si el contexto logra, para decirlo de algún modo, compatibilizar la competencia cultural del emisor y del receptor. Es por ello, también, que en pragmática no sólo importa aquello que se dice linealmente (lo explícito), sinjo también aquello que se quiere decir (lo implícito). Grice, en su Teoría de las implicaturas, analiza la manera en que la gente utiliza el lenguaje. De algún modo, el emisor le da a su interlocutor muchas pistas para que aquél vaya decodificando, mediante su capacidad para inferir, el verdadero peso del mensaje y no su linealidad. Por eso existe entre ambos una intencionalidad compartida y, por lo tanto, un pacto cooperativo. Las implicaturas son, entonces, "inferencias centradas en el plano de la intencionalidad". Las implicaturas conversacionales se obtienen cuando se violan ostensiblemente las máximas. ¿Qué quiere decir esto? Grice da cuatro máximas mediante las cuales está regulado el pacto cooperativo. Estas son De Cantidad (de información en la situación comunicativa), De Calidad (tiene que ver con la comprobable que sea lo que se está diciendo y, en consecuencia, con su condición de verdad o falsedad), De Relevancia (está relacionada con aquello que importa decir o con lo que no es relevante decir; o sea, con el criterio de selección de información que el emisor tenga al momento de la situación comunicativa) y De Modo (claridad de expresión, evitando la ambiguedad o, por el contrario, la excesiva prolijidad). Estas cuatro normas, para que se produzca una óptima situación comunicativa, no deben respetarse "a rajatabla", sino muy por el contrario, deben violarse, y en especial OSTENSIBLEMENTE, manifiestamente, abiertamente. La violación de las máximas, cuando es en complicidad con el interlocutor, llevan al mensaje a una dimensión más profunda y más implícita, pero que no excluye a ninguno de los interlocutores del círculo comunicativo sino que, muy por el contrario, lo transportan a la verdadera esencia de la comunicación en pragmática: la comunicación condicionada por el contexto, el lenguaje en uso.
Debo pedir disculpas al haberme inmiscuido en fragmentos importantes de teorías que no fueron arrebatadas a Rafael, pero me ha emocionado y me emociona, hasta el día de hoy, el saber que pudo haber existido gente con genio propio, como Grice, y que no todos fueron arrebatadores de teorías, como los mencionados. Quiero hacerle saber a la comunidad científica que la historia roba, ofende, es despótica hasta la perversión. Y yo, Rafael Fdsotrr hijo, en nombre del genio de mi padre, tengo el deber, la obligación, de subvertir el orden de la injusticia y de la tolerancia.
Mi padre, a los ochenta y nueve años, murió después de sólo dos días de agonía, con un cuaderno en su mano, lleno de notas, con apuntes que contenían letras extrañas que no formaban parte de ningún idioma, y con otras palabras que nunca ohí en mi vida, como "oclusivas", "guturales", "nasales", "africadas", y demás palabras extrañas. Seguro que para ese momento estaba ya un poco loco, o alterado. El inteligente y joven (14 años) hijo de su último médico, que creo que se llamaba Charles Hockett, me pidió el cuadernito de papá con tanta ingenuidad, que decidí regalárselo. No sé si lo habrá cuidado. Pero está en buenas manos.
Serafín Campaña
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