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Los Aztecas (página 2)

Enviado por Paola Martirena


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Organización Política

El organismo más importante del estado en el Imperio Azteca era el llamado Tlatocán o Gran Consejo.

Este organismo tenía funciones directivas, administrativas y judiciales, lo integraban un representante por cada calpullis(20 en total) estos eran elegidos de los varones más sabios o distinguidos del calpullis.

La misión del Gran Consejo era elegir y formar un pequeño consejo de cuatro miembros, a estos le correspondía elegir al jefe de Estado, Tlatecuhtli, Emperador para los españoles. Desde la época de la triple alianza Tlacopàn y Tetzcoco aportaban un representante cada una, así quedaba integrado por seis electores.

Además de la designación del Emperador el consejo cumplía funciones de asesoramiento en el tiempo de mandato de aquel, su ejercicio terminaba con el del Emperador; entonces el Tlatocán repetía su ejercicio electivo.

También había un Co-Emperador, su origen es algo incierto, se cree que surge de la figura de un héroe nacional de las guerras tepanecas, sus funciones eran administrativas y de reemplazo temporal.

Podemos decir que el sistema de los Aztecas era una monarquía electiva no hereditaria, sus emperadores salían de familias nobles y se sucedían grandes disputas a la hora de elegir un candidato.

El llamado Imperio Azteca era una confederación de tres ciudades-estados, Ttenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopán con predominio de la primera. El territorio restante lo formaban provincias que tributaban al estado de las formas más diversas, alimentos, vestidos, esclavos, metales etc.

Algunas provincias mantenían sus gobernantes, en otras éste quedaba rehén en la capital, todas conservaban su lengua y divinidades.

Organización económica

La economía Azteca estaba basada en el cultivo de la tierra, es decir la agricultura.

La forma en que el territorio se dividía y quienes lo trabajaban estaba directamente relacionada con su organización social. Así encontramos tres clases diferentes de grupos sociales que se pueden describir del siguiente modo:

El grupo social llamado Calpulli poseía grandes extensiones de tierra, cada familia tenía un lote de acuerdo a su necesidad; era heredable de padres a hijos pero si no había herencia o pasaban dos años sin cultivarlo (delito grave) el lote volvía al estado para su redistribución. Las tierras no se podían vender, ni transferir.

Se destinaban algunos lotes comunes para mantenimiento de sacerdotes, guerreros, etc.

Un grupo de jefes y nobles poseían tierras dadas como recompensa por servicios prestados al estado, eran heredables y podían ser enajenadas. Las trabajaban siervos ligados al agro y en época de cosecha los vecinos estaban obligados a trabajar.

Los guerreros distinguidos poseían tierras en el país conquistado, heredables, las trabajaban los naturales del país conquistado.

Dado que las tierras escaseaban en el valle de México siempre bien poblado, los Aztecas tomaron de culturas antecesoras el método de chinampas, una suerte de islotes artificiales hechos de cañas y estacas de sauce, rellenados con barro apelmazado con hojas acuáticas. Las chinampas se colocaban en lagunas bajas o pantanos. Tenían gran fertilidad.

Poseían sistema de riego por acequias sacadas de ríos y arroyos para las tierras altas o laderas de montañas; para las zonas bajas el sistema de roza o milpa era el más usado.

La coa fue el instrumento más empleado para sembrar, consistía en un palo con la punta inferior ensanchada.

Los productos cultivados eran variados, porotos, tomates, calabazas, ajíes, batata, también cacao y aguacate. Pero el producto principal y base de la dieta Azteca era el maíz, con el preparaban tortillas, tamales y sopas (atole).

Tuvieron pocos animales domésticos, no conocieron los camélidos andinos, si tenían una clase de perro al parecer antecesora de la raza Chihuahua y la destinaban para consumo y sacrificios. El pavo y las abejas fueron sus otros animales domésticos.

Los Aztecas complementaron su dieta con la caza y la pesca por sobre la recolección de productos agrestes, cazaban aves acuáticas y pescaban con tridentes en zonas bajas y redes atadas a cañas con calabazas de flotadores en zonas profundas.

Religión

El culto a los dioses formaba parte indisoluble de la vida de todos y de cada uno de los habitantes de México. Desarrollaron una religión en la que fueron incorporando las divinidades de los pueblos conquistados

La religión azteca, principalmente el culto a Huitzilopochtli, expresaba una verdadera ideología imperialista. El principal dios de los aztecas les había prometido, a cambio de los sacrificios humanos que les exigía, el dominio del mundo. La armonía del universo dependía de dioses que recuperaban su vigor mediante la sangre de los hombres más eminentes y, en especial, de los guerreros valerosos, provistos a los dioses mediante la guerra.

En algunos relatos se informa que practicaban la antropofagia con los cuerpos sacrificados. Una de las posibles causas de este ritual es la creencia de que, consumiendo el cuerpo del guerrero valeroso, se incorporaría en uno el espíritu del mismo, reforzando así su propia fuerza. Otra de las creencias era que el sacrificado era un enviado frente al dios, y que consumiéndolo se estaría más cerca de la dividid

Los sacrificios humanos aztrecas impresionaron desde el comienza a los españoles. Los aztecas confundieron a los primeros conquistadores con los dioses, y les enviaron todo tipo de ofrendas. Esta impresión hizo decir a los españoles que no pasaba día sin que inmolaran por lo menos a una persona.

El sacrificio anual de mayor emotividad se realizaba en homenaje a Tezcatlipoca. Con un año de anticipación los sacerdotes elegían a un prisionero joven para representar al dios, y durante ese año lo educaban en distintas artes –por ejemplo a tocar la flauta de cerámica-, lo vestían con trajes muy bellos, y todo el mundo lo reverenciaba como si fuera la imagen viviente del dios. Cuando comenzaba el mes del sacrificio, lo casaban con cuatro vírgenes –que tenían el nombre de cuatro diosas-, y se hacían grandes fiestas.

El día señalado, era acompañado por las mujeres en una embarcación por el lago hasta llegar a una pequeña isla donde estaba el templo. Allí se dirigía solo a la pirámide, subiendo lentamente los peldaños y quebrando las flautas de cerámica que había utilizado para adorar al dios. En la plataforma, cuatro sacerdotes lo recostaban sobre la piedra del sacrificio sujetándole los brazos y las piernas, y un quinto le habría rápidamente el pecho con un cuchillo de sílice, y le arrancaba el corazón con la mano, para ofrecérselo a la divinidad. La sangre se recolectaba luego en un vaso sagrado, y su corazón luego se quemaba en homenaje al dios.

En otras ocasiones la víctima debía combatir contra otros guerreros hasta morir, incluso en el juego de la pelota, el jefe del equipo vencido era sacrificado ceremonialmente.

Además de Huitzilopochtli (el colibrí), dios tribal de los aztecas, habían adoptado otros de diferentes pueblos, como Tlaloc, dios olmeca de la lluvia; Quetzalcoatl (serpiente emplumada), dios de la sabiduría tolteca, y Tezcatlipoca, uno de los dioses creadores, de origen mixteca.

La escultura azteca

Las manifestaciones artísticas más importantes se dan en el campo de la escultura monumental, de carácter religioso, que sirvió para representar las numerosas divinidades del panteón –con sus símbolos y atributos divinos, como calaveras, serpientes, corazones o manos- así como animales, tanto reales como mitológicos. La estatuaria estaba al servicio del culto religioso y guerrero. Los templos se decoraban con estatuas colosales que servían para narrar hechos míticos o representar divinidades.

En los edificios públicos las estatuas se utilizaban para dar a conocer acontecimientos relacionados con la historia. Todo este arte evidencia el alto grado de perfección técnica de los artistas aztecas.

La Piedra del Sol

Muy relacionado con la religión, el calendario azteca servía como fundamento de una elaborada serie de rituales y ceremonias llevados a cabo por los sacerdotes. Dicho calendario contemplaba un año solar de 365 días y un ciclo ritual de 260. el ciclo ritual estaba dividido en 13 períodos de 20 días, y el solar en 18 meses de 20 días más otros 5 sueltos. El ciclo ritual y el solar concordaban cada 52 años, lo que era celebrado con grandes ceremonias que incluían sacrificios humanos.

La llamada Piedra del Sol es un disco de basalto de gran relieve de 3,60m de diámetro y más de 24 toneladas de peso, que se colocaba sobre un pedestal en la casa del Águila. En el centro está representado el Sol, Tlacatecutli, como divinidad que da la vida y engulle a los muertos (aparece con la boca abierta reclamando su sangre humana), con sus dos garras de águila a los lados rompiendo corazones. Le flaquean cuatro rectángulos, las direcciones cardinales, con los cuatro soles o épocas con la que ha pasado la humanidad, siendo el Quinto Sol la era actual y el centro de la piedra. El círculo siguiente contiene los veinte jeroglíficos de los días del calendario. El tercero presenta unos triángulos, los rayos solares. En el círculo más externo aparecen dos enormes serpientes de fuego, de cuyas fauces abiertas salen el dios mismo y sus atributos, el fuego y la lava.

El idioma de los Aztecas

Los aztecas o mexicas, hablaban el dialecto náhuatl y al extenderse su imperio la lengua se difundió considerablemente. Sin embargo, los vencedores no intentaron imponer su idioma entre los pueblos conquistados. Una parte de estos, en primer lugar, ya lo hablaba en alguno de sus dialectos, ante todo en la zona que hoy abarcan el Distrito Federal y otros estados de México. Pero muchos grupos otomíes, , totonacos, huaxtecos, zapotecos y muchos otros han conservado sus lenguas nativas hasta la época moderna.

Es cierto que en todas partes del imperio vivían gobernadores, caciques, recolectores de tributos y mercaderes cuya lengua era el náhuatl, pero el habla de las masas no parece haber sufrido grandes cambios, a menos que hayan sido introducidas algunas palabras prestadas. Sin embargo, las fuentes históricas nos aseguran que los pueblos tributarios se vieron obligados a entrenar un cuerpo de náhuatlatos o traductores. Recién llegados a la costa veracruzana en 1519, Hernán Cortés tuvo contacto con cinco oficiales totonacos, de los cuales, según se descubrió, dos hablaban la lengua de Moctezuma. En México-Tenochtitlan el grupo dirigente se preocupaba sobremanera del cultivo de la lengua. Existían escuelas y academias en las cuales, entre otras actividades culturales, se enseñaba a la juventud a hablar bien, a memorizar, a recitar, cantar, a "ensartar palabras bellas". En los templos había toda una escuela asalariada de compositores de poesía y canto en servicio del sacerdocio y la nobleza. En toda comunidad, por pequeña que fuera, había oradores quienes eran llamados a hablar en las ocasiones solemnes del ciclo de vida. Recitaban los famosos huehuetlatolli o discursos morales, llenos de retórica y metáforas elegantes.

Una de las mayores empresas culturales de los antiguos nahuas fue el registro de textos en libros escritos. Estos libros, que hoy llamamos "códices", eran fabricados de fina piel de venado o de papel, y doblados en forma de biombo. En ellos se encuentra la primera grafía de la lengua náhuatl que conocemos con seguridad, aunque es posible que existan caracteres en monumentos arqueológicos por pueblos nahuas anteriores a los aztecas. Desgraciadamente, la desaparición a través de los siglos de los libros antiguos no ha permitido una reconstrucción satisfactoria del sistema de escritura prehispánico. No obstante, la existencia de centenares de códices coloniales que contienen elementos jeroglíficos proporcionaría datos para un estudio minucioso del sistema, estudio que todavía no se ha realizado.

Literatura y música

Las obras literarias en náhuatl previas a la conquista toman la forma de escritura pictográfica que seguramente se usó para memorizar las tradiciones orales. La introducción del alfabeto romano por los frailes españoles jugó un importante papel en la preservación de parte de la cultura azteca, siendo la otra parte destruida por los mismos españoles. También a la llegada de estos

muchos de los textos de los códices prehispánicos fueron recopilados en libros escritos en lengua náhuatl con caracteres latinos. La poesía azteca era cantada y bailada, los temas eran los héroes, la historia, la vida y la muerte, cargados de significación religiosa. Componían también himnos a los dioses: los cantos divinos (teocuícatl) y los cantos guerreros (yaocuícatl).

El mundo de la música y la danza corría parejo al de la literatura. Por lo que sabemos existieron gran variedad de instrumentos musicales de los que se sirvieron para realizar escalas penta-tónicas y, en ocasiones, de seis, siete o más tonos.

Arte

Sus manifestaciones (1250-1521 d.C.) se encuentran entre las más importantes de Mesoamérica antes de la llegada de los europeos. El arte azteca es un lenguaje utilizado por la sociedad para transmitir su visión del mundo, reforzando su propia identidad frente a la de las culturas foráneas. De marcado componente político-religioso, el arte azteca se expresa a través de la música y la literatura, pero también de la arquitectura y la escultura, valiéndose para ello de soportes tan variados como los instrumentos musicales, la piedra, la cerámica, el papel o las plumas.

Lo primero que llama la atención es la asimilación azteca de las tradiciones artísticas anteriores y la impronta personal que otorgaron a sus manifestaciones. El arte azteca es violento y rudo pero deja entrever una complejidad intelectual y una sensibilidad que nos hablan de su enorme riqueza simbólica.

Orfebrería

Los orfebres aztecas alcanzaron gran pericia en la fundición, combinando oro y plata. Los metales se utilizaban fundamentalmente para hacer joyas: collares, pendientes, pectorales, orejeras, bezotes (adornos que se colocaban en un orificio practicado bajo el labio inferior) y pulseras. También se hacían figuras y recipientes. Utilizaban la cera perdida y eran maestros en la fundición, hasta el punto de fabricar figuras articuladas. Frecuentemente se combinaban los metales con piedras semipreciosas como el jade, la amatista y la turquesa, formando collares y adornos de gran belleza.

Plumería

Fue una de las expresiones más originales y características de los aztecas, especialmente la elaboración de mosaicos de plumas. Las aves utilizadas para estos trabajos procedían de los bosques tropicales del sur de México y Guatemala, o bien eran criadas en cautividad y cazadas con técnicas refinadas que no dañaban el plumaje de la presa. Los especialistas dedicados a estos menesteres se llamaban amanteca y eran muy apreciados.

Se conservan buenos ejemplares de escudos y tocados en museos de América y Europa. Destacan el escudo del Dios de la Lluvia, y el gran tocado de plumas de quetzal con adornos de oro, conocido como el Penacho (Corona) de Moctezuma, conservado en el Museo Etnográfico de Viena.

Cerámica

Constituye la forma de expresión más popular, sobre todo en lo relativo a las figuras de personas y divinidades entre las que destacan figurillas femeninas de fertilidad y representaciones de dioses. Las figurillas femeninas aparecen de pie, con el cabello dividido en dos crestas o bucles que se elevan sobre la cabeza, un faldellín decorado que llega hasta los pies, y suelen llevar en sus brazos otras dos figuras más pequeñas. Se ha interpretado como una representación de la diosa madre azteca , aunque en la actualidad son consideradas como un símbolo de la maternidad. Otras figuras son representaciones de los dioses.

Herencia cultural de los Aztecas

Los Aztecas dejaron mucha historia detrás de ellos. Al observar la bandera nos daremos cuenta de la influencia de la cultura Azteca e indígena en este país. Visitando México, leyendo, observando esta cultura podemos descubrir las principales costumbres, sitios arqueológicos, ciudades e historia para poder viajar tiempo atrás, y así comprender los amplios conocimientos con que contaba esta civilización.

Las grandes estructuras que hoy sirven como centros turísticos, las costumbres que forman parte de los ciudadanos de México actual forman gran parte de esa herencia viva.

En el lenguaje mismo se pueden ver muchos vocablos de origen en el náhuatl y sus dialectos.

Aún si observamos bien los utensilios, las vestimentas, el aspecto religioso (a pesar de que son unos de los países más católicos del mundo) podemos ver el respeto por sus orígenes y el valor que le dan a los mismos.

Los Aztecas fueron una gran civilización y no se puede resumir en pocas palabras lo mucho que le han dejado a sus descendientes.

Bibliografía

  1. Enciclopedia Encarta 2005
  2. Enciclopedia Quillet
  1. "Las civilizaciones prehispánicas de América", Canals Frau
  2. "Historia precolombina colonial y argentina hasta 1820"-Juan Antonio Bustinza- Ciro René Lafón- Ed. A-Z 1994.
  3. "La cultura Azteca. Patrimonio de la Humanidad" Ed.Incafo- ediciones S.M y UNESCO-1991.

Páginas web

  1. www.portalplanetasedna.com.ar
  2. www.wikipedia.org
  3. www.proel.org/mundo
  4. www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/literaturaaborigen/literaturaazteca.asp

 

Paola Martirena

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