Descargar

Tópicos de la teología lucana (página 2)


Partes: 1, 2

  1. INDEPENDENCIA TEOLÓGICA DE LUCAS

Para poder hablar de la teología lucana, debemos estar concientes de que Lucas es independiente teológicamente a los otros evangelistas y escritores del nuevo testamento. Es una teología rica por estar dirigido el evangelio a los griegos. Lucas como ya sabemos era griegote nacionalidad y judío de linaje, bien preparado, pensador profundo de la teología de su tiempo. Para explicar la cristología en su evangelio, utiliza de una forma asombrosa la historia, pero paulatinamente va demostrando que el Jesús histórico también es divino y está interesado por toda la humanidad.

Este comentarista de formación helénica, es el único que da a Jesús es título de Salvador, y es que, en efecto, la idea soteriológica preside sus esquemas redaccionales sobre la historia de Jesús.

El Cristo que nos presenta Lucas, es el Hijo del Hombre, el siervo de Dios, que ama a todos y los quiere salvar, aunque está incluido en los sinópticos, y como tal también habla del arrepentimiento, demuestra que el hombre debe arrepentirse de sus pecados para ser salvo. La salvación es el fin del arrepentimiento.

Como ya hemos mencionado, Lucas tiene un elevado interés teológico, más que los otros sinópticos. A mi manera de pensar la teología lucana es sistemática, ordenada y por lo tanto sucesiva, programática y paradigmática. Sucesiva, porque narra por sucesos los acontecimientos de la vida de Cristo, el Espíritu Santo y la iglesia primitiva. Programática, porque estos sucesos llevan un orden tanto en Lucas como en Los Hechos, este orden programático nos muestra las actividades de Jesús y la iglesia primitiva, todas las actividades están debidamente ordenadas. Y paradigmática, porque es independiente de las otras teologías del Nuevo Testamento, pues para Lucas Jesús es el ejemplo a imitar y menciona los sucesos de la iglesia primitiva, como un ejemplo para la iglesia de hoy.

Debemos considerar que las doctrinas de nuestra iglesia, así como su liturgia, se han aprendido de las de la iglesia primitiva mencionada en Hechos. Por estos motivos, considero de esta manera la teología lucana.

Debemos decir que al momento de escribir el Evangelio y los Hechos, Lucas tenía un interés teológico, transmitido a través de historia.

Lucas, al igual que los otros evangelistas, sí tenía un interés teológico que fue al mismo tiempo histórico.

Según Stronstad, el interés de Lucas era teológico e historiador. Considero que el objetivo de Lucas, era expresar sus pensamientos y su teología, en su contexto helénico. Para lograrlo debía escribir algo importante, la gente de su entorno no podía prestar atención a su teología si no sabía acerca de quién estaba hablando, no podrían entenderle. Lucas por eso dirige su Evangelio y su libro aparentemente histórico a un distinguido señor llamado Teófilo, a quien explica con lujo de detalles la historia de Jesús y la Iglesia.

Esta historia a diferencia de las otras que se han escrito contiene una teología mucho más fuerte y directa para todo aquel que lea estos escritos. Para lograr dicho propósito, se habla mucho acerca del Parakletos, el nuevo Dirigente de la Iglesia, el Espíritu Santo, el lector se siente atrapado en la lectura de los sucesos sobrenaturales de este libro. Es curioso que no existan otros escritos con respecto a la iglesia primitiva, la respuesta que tengo es sencilla, mientras los apóstoles llenos del Espíritu se preocupaban por llevar el evangelio a las naciones en obediencia al mandato de Cristo, Lucas impactado por lo que estaba sucediendo en Jerusalén y las ciudades vecinas, se preocupa por escribir la historia e inyectar su concepción teológica de estos acontecimientos.

Esa diferencia entre narración y teología en la literatura del Nuevo Testamento, es lo que suscita los debates metodológicos fundamentales en cuanto a la doctrina del Espíritu Santo.

La doctrina del Espíritu Santo tiene sus bases en los escritos Lucanos. Me asusta pensar en nuestra situación si Lucas no se hubiera dedicado a presentar su teología carismática, no tendríamos tanta base para hablar de esta doctrina. Afortunadamente encontramos en los escritos lucanos una fuerte base de datos para esta doctrina. Aparentemente nuestra base para hablar de la pneumatología, son los escritos paulinos, en Pablo pensamos cada vez que tratamos este tema, sin embargo esta doctrina está basada en el libro de los Hechos, por lo tanto, nuestra base principal son los escritos lucanos.

Es importante recordar que en nuestros días se habla de esta doctrina desde una perspectiva personal y de interpretación subjetivista.

Para ampliar un poco más este tema de la independencia teológica de Lucas, debemos mencionar algunos temas que demuestran esa línea de pensamiento independiente. Este pensamiento es netamente teológico, puro e independiente en el sentido de conceptos, no de doctrinas y de formas mas no de fondo.

a. Conceptos Carismáticos

En primer lugar debemos mencionar los conceptos más utilizados por el escritor, me refiero a los conceptos carismáticos. Entre estos conceptos podemos mencionar:

  • Bautizado en el Espíritu Santo

Este concepto ha creado conflictos entre los eruditos, porque Pablo lo menciona solamente una vez y con diferente connotación. Lucas está hablando de una segunda experiencia después del la conversión, una experiencia para judíos y gentiles, mientras que Pablo menciona este concepto como la integración del individuo al cuerpo de Cristo. Como el bautismo en agua.

Lucas tenía derecho a tener sus propios puntos de vista y no se debe pensar mal de él por el hecho de que difieran de algún modo de los de Pablo en ese punto. Al contrario, él es teólogo por derecho propio y se le debe tratar como tal.

En la teología no importan tanto las cantidades que repitió un escritor un término, pero cabe mencionar que Lucas utiliza este término muchas más veces que Pablo. Este no es un concepto netamente Lucano, y por lo tanto él sabe a qué se está refiriendo, mientras que Pablo está hablando una sola vez de este aspecto y no podemos asegurar que era lo que Pablo en realidad quería dar a entender. No olvidemos que Lucas y Pablo viajaron juntos, es la mejor respuesta que tenemos, no podían estar pensando de manera diferente de este tema. Pablo da a entender que una persona nacida de nuevo es miembro ya del cuerpo de Cristo, pero me parece muy importante que mencione el bautismo del Espíritu Santo para que los nuevos convertidos se preocupen un poco más en la búsqueda de este don de Dios. Lucas lo veía de una manera más sistemática, y Pablo de una más necesaria.

Hasta que no recibieran su Pentecostés, no estaban calificados para salir.

Lucas nos enseña que la unción del Espíritu Santo es parte fundamental en el trabajo de la Iglesia. Menciona las últimas palabras de Jesús de una manera más directa con respecto a lo que estaba pidiendo de los discípulos y lo que les estaba prometiendo. Los discípulos debían comprender que no era con sus propias fuerzas, sino con la fortaleza que les estaba dando el Espíritu Santo. Menciono una vez más que los escritos de Lucas son paradigmáticos, pues es un ejemplo para la iglesia de hoy buscar la llenura del Espíritu.

  • La oración

Otro de los temas carismáticos de Lucas es la oración. Tanto en su evangelio, como en Hechos, se refiere a la oración como la fuerza de la iglesia. Jesús instruyó a sus discípulos en cuanto a la oración, ellos debían seguros de esta práctica, pues es el ejemplo que Jesús les ha dado. Si estamos hablando de conceptos carismáticos, la oración es uno de ellos, todo cristiano necesita estar en comunión con Dios. El mejor ejemplo de esto es Jesús, pues siempre estuvo en comunicación con su Padre Celestial.

Lucas habló más de la oración que cualquier otro evangelista. Nos muestra al Señor en oración en los grandes momentos de su vida.

Childers nos muestra como es este evangelio a comparación de los demás en cuanto a este tema. Jesús antes de tomar grandes decisiones, como por ejemplo elegir a sus discípulos, oró. No debemos olvidar la cantidad de veces que se menciona y la importancia de la oración el Hechos. La iglesia primitiva está viviendo un gran avivamiento, los cojos andan los ciegos ven etc., pero para que todo esto acontezca, la iglesia necesita la oración.

Es de suma importancia en la teología carismática, porque se pide que todo cristiano esté en comunión con Dios y pueda ejercer sus dones. Un puente, entonces, para poder alcanzar las bendiciones de Dios y sus promesas carismáticas, es la oración. Podemos mencionar la fuerza trascendental de la oración en el quehacer teológico. Nadie puede hacer teología sin un conocimiento previo de Dios, de otra manera esa teología sería errada. Los apóstoles sabían del poder que contenía la oración, por lo tanto enseñaban a los cristianos en sus epístolas a que oraran sin cesar.

b. El Retraso de la Parusía

Otro tema inquietante de la teología lucana es el del retraso de la parusía. Mientras que los demás evangelistas hablan del regreso de Cristo, pero sin dar más información de tiempo, Lucas narra el suceso de la ascensión. Parece ser que Lucas fue el creador de la idea de la ascensión de Jesús. Al mencionar este suceso, deja claro que este Jesús, descenderá del cielo de la misma manera que fue llevado. Esta es la única pista que da Lucas al respecto. Pero aclara que no les corresponde a los discípulos saber el tiempo y que el Mesías regresará como ladrón en la noche.

La teología lucana entonces tiene relevancia escatológica. Lucas nos enseña que Jesús terminó su camino en Jerusalén, pero ese camino continúa en los Hechos, camino que debe ser terminado por la iglesia al fin de los tiempos. No quiso dar mayores detalles de ese tiempo, sino las instrucciones de la iglesia, que predique "hasta lo último de la tierra". Es lógico para Lucas que la tarea misionera necesitará tiempo, pero no se atreve a decir cuanto tiempo queda aún.

Puesto que esta instrucción la ofrece el Señor resucitado en su última aparición a los discípulos, se puede pensar que en ella se incluye la idea de que la resurrección de Jesús que marca el giro escatológico fundamental, no anuncia tampoco el final inminente.

Este problema escatológico que sufre la comunidad de este tiempo incluyendo a los apóstoles, se revela en Lucas, cuando se menciona que la gente creía que el reino de Dios aparecería de un momento a otro, había algunos que pensaban que el fin estaba muy cerca. Lucas nos da luz en este tema cuando incluye en sus escritos una parábola de Jesús, en la que se implica el retraso de la parousía. En Lucas 19:11-27. Me refiero a la parábola de las minas. El hombre importante que confía sus bienes a sus siervos es Jesús, cuando se menciona un país lejano, implica la ampliación del tiempo, el retraso de la parousía.

En este momento la comunidad de cristianos está orientada al final, pero este llegará repentinamente. Hasta el día de hoy este sigue siendo un misterio, pero el período intermedio, hay que aprovecharlo y llenarlo de vida cristiana enfocada al cumplimiento de la gran comisión. Lucas también menciona la importancia de cumplir con la tarea. Los discípulos estaban viendo hacia el cielo, pero son exhortados a no seguir viendo hacia el cielo, sino a la tierra, cumplir con lo que el que se fue y pronto regresará les ha pedido. Para nosotros es la misma connotación del pasaje. Miremos las necesidades del mundo y atendamos a nuestro llamado, es la mejor manera de esperar a Cristo.

Recordemos que la parousía mencionada es la manifestación gloriosa del Mesías, esta incluye la restauración del Israel como pueblo de Dios con las 10 tribus perdidas y la reunión de todos en el Monte de los Olivos para que El Mesías reine sobre todas las naciones con justicia.

El propósito de retrasar la parusía, es que todos sean salvos. De esto estamos seguros, Cristo quiere que la iglesia cumpla fielmente con el quehacer misionero. Por el hecho de estar escribiendo a los gentiles, Lucas aclara que Cristo es para todos.

Lucas no insiste tanto en el reino como el primer evangelio, tampoco presenta la persona del Mesías desde el punto de vista de los judíos. Cristo es para todos los hombres sin distinción de raza

Lo que Hoff explica, tiene que ver con los problemas que está sufriendo la iglesia en ese momento. Los judíos tenían la idea que la salvación y promesa carismática de Cristo es solamente para el linaje judío, por lo que Lucas es claro al decir que todas las promesas de Cristo son para todos, no importando de qué raza sean. Todos los nuevos miembros de la comunidad creyente tienen en claro que deben cumplir con su rol misionero, ese fue el secreto de su crecimiento. La parusía, entonces, es atrasada por causa del cumplimiento de la Gran Comisión.

c. Homogeneidad de Lucas y Hechos

Si estamos hablando de independencia teológica, debemos mencionar también que Lucas reflejó sus pensamientos en dos partes. Es interesante notar como une los dos escritos, el evangelio y el libro histórico. La unicidad que existe entre estos dos escritos es muy importante para entender los pensamientos del autor, son libros verdaderamente homogéneos e inseparables, por lo tanto deben ser vistos conjuntamente. El prólogo de los dos escritos es similar y consecutivo. Lucas utiliza mucho conocimiento y fineza al momento de escribir estos libros gemelos. Nadie a estas alturas de investigación puede negar esta homogeneidad. La línea de pensamiento es la misma. En el primer escrito, Lucas da a conocer ordenadamente los sucesos de la vida y ministerio de Jesús, y en el segundo, los sucesos de la vida de la Iglesia primitiva.

  1. La deidad de Cristo fue un tema bastante controversial en los tiempos de Lucas, muchos no podían concebir la idea de un Cristo humano y a la vez divino. Lucas en su evangelio, como en Hechos, da a conocer a un Cristo humano, pero también divino. No es solamente un escrito histórico dividió en dos partes, sino que son los pensamientos de un teólogo, transmitidos de una manera narrativa. Encontramos muchas alusiones a la divinidad de Cristo en los escritos Lucanos.

    Muchos eruditos pensaban que solamente en Juan se encontraban estas bases, pero realmente Lucas nos muestra a un Cristo humano, pero también divino. Berkhof nos da luz con las siguientes palabras:

    Algunos sostienen que los sinópticos son los únicos que nos proporcionan un verdadero retrato de Cristo. Dicen que ellos dibujaron al Jesús humano y en verdad histórico tal como se le contrasta en la figura idealizada del cuarto evangelio. Pero es de perfecta evidencia que el Cristo de los sinópticos es tan verdaderamente divino como el Cristo de Juan.

    La deidad de Jesús es encontrada en los sinópticos y en los Hechos. La vida de los discípulos de Jesús fue impactada profundamente por la deidad de Cristo, por este mismo motivo ellos escribieron es sus evangelios estos sucesos en los que se demuestra la divinidad de Cristo, (porque en los cuatro evangelios se da por sentado que Jesús era humano, pero también divino) porque lo habían visto con sus propios ojos. Lucas y Marcos no estuvieron viviendo con Jesús esos tres años y medio, pero al momento de escribir, consultaron con los que sí estuvieron conviviendo con Cristo.

    Lucas también hace mención de los dichos de Cristo, que hablaban de él como Hijo del Hombre. Sabemos muy bien que los destinatarios de estos escritos, es gente que desea estar satisfecho con lo que lee, por lo que da seguridad de estas palabras, basándolas en que Cristo mismo las dijo.

    Sus declaraciones y promesas son reflejadas en su Deidad. Si no fuera así, serían solamente dichos insensatos.

    Fue Cristo el que reflejó con hechos milagrosos que era divino, no se puede decir esto de nadie, solamente de Cristo. Demostró ser Hijo de Dios, es llamado así y es el único que tiene este nombre. Pearlman dice al respecto:

    El es Hijo de Dios por excelencia, en el sentido especial y único.

    La deidad de Cristo es mencionada por Lucas de una manera única, pues, dedica 106 versículos para presentar la concepción virginal, obra del Espíritu Santo. Esta es la mejor manera de presentar a un Cristo Humano, pero también divino. Es todavía un misterio la concepción virginal, si no fuera misterio, no lo tomaríamos como divino.

    Cuando Cristo es llamado Hijo de Dios, estamos dando por sentado que es divino. En este tiempo existen muchas doctrinas que niegan la deidad de Cristo, pero nosotros tenemos suficiente base para afirmarla.

    En las profecías del Antiguo Testamento, se habla mucho del Mesías, ahora que este Mesías está en la tierra, se debe saber que se trata de El, su nombre da a entender que es divino, es una manifestación de Dios.

    El Nombre Hijo de Dios también se le aplicó a Jesús en un sentido oficial mesiánico. Hace notar que El es una persona del trino Dios, que nació como ser humano de manera sobrenatural.

    Mas adelante hablaremos de la encarnación de Cristo, pero debemos dejar claro que su divinidad se basa en su santidad. Cristo no tuvo el pecado original como todos nosotros, pues no fue fruto de la relación de un hombre y una mujer. La deidad de Cristo tiene que ver con su comportamiento en esta tierra, sus milagros, su mensaje, pero sobre todo, por su obra redentora, incluyendo la resurrección y la ascensión.

    La Biblia hace hincapié en que Jesús no participó en el pecado que caracteriza a todos los humanos.

    Todos nosotros hemos sido participantes del pecado, pero en el caso de Cristo, El no participó de ese pecado. Lucas demuestra en su evangelio la deidad de Cristo y no deja lugar a dudas de esto.

    Los judíos sabían que cuando llegara el cumplimiento de los tiempos, (tema que también fue tocado por Lucas, el cual dividió el tiempo en períodos, el tiempo del Antiguo pueblo de Israel, el centro del tiempo, que es el tiempo de Cristo y el tiempo de la iglesia.) llegaría el Santo de Israel, el Siervo del Señor, ese tiempo era de suma importancia pues era el cumplimiento de las profecías de Isaías. Este fue el profeta que más habló del nacimiento de Cristo. En la comunidad helénica que era el contexto de Lucas, el libro de las profecías de Isaías estaba al alcance de muchos, pues era parte de la literatura leída en ese entonces, recordemos qué era lo que leía el etíope. Es por este motivo Lucas dedica la introducción de su evangelio con el nacimiento de Cristo de una virgen, pues solamente en Cristo se había cumplido esta profecía.

    Es cierto que el cumplimiento pleno se realizó en Cristo, nacido muchos siglos después, ya que sólo él había de nacer de una virgen y había de llamarse Immanuel.

    Todas estas profecías cobran fuerza cuando los evangelistas mencionan este hecho sobrenatural en sus escritos. Lucas menciona este maravilloso suceso, de esta manera sus lectores podían comprobar que las profecías del antiguo pueblo de Israel se habían cumplido en Jesús. Todo el pueblo de Israel deseaba que esas profecías se cumplieran.

    Vendría un espléndido día, en, que había de llegar el gran libertador de Dios para traer al pueblo de Dios el alivio de todas sus necesidades.

    De una manera solemne Lucas habla del nacimiento de Jesús y deja claro que Jesús es el hijo de Dios y el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento. El pueblo sufrido de Israel necesitaba con carácter urgente la llegada de el Salvador, Lucas hubiera deseado expresarlo a gritos, pues para el era muy importante y debía ser tratado de esta manera.

    a. La Kenosis

    Cuando hablamos de la deidad de Cristo, no debemos olvidar la encarnación de Cristo, pues es uno de los misterios más inquietantes de la Cristología. Para poder hablar de un Jesús divino, Lucas explica con lujo de detalles la encarnación de Jesús en el vientre de María. Desde este momento, (aunque es un misterio el momento exacto de la encarnación) El Espíritu Santo es el que permite y realiza el milagro de la Encarnación de Jesús.

    La palabra griega Kenosis, significa vaciamiento, se refiere a la auto humillación de Cristo al tomar la naturaleza humana.

    No nos referimos a una simpleza cuando hablamos de la encarnación, ni al solo hecho de tomar forma humana, nos estamos refiriendo a la auto humillación de Cristo, al dejar su gloria, su total naturaleza divina, para tomar la naturaleza humana, logrando así poseer las dos naturalezas. Esto es la kenosis, el vaciamiento de Cristo, su encarnación, pues sabemos que para poder dar su mensaje al mundo debía ser como nosotros y vivir entre nosotros. La pregunta que se hizo mucho tiempo es: Si Jesús es Dios y Dios es inmutable, cómo pudo cambiar de naturaleza? La respuesta es clara, Jesús no cambió, la naturaleza divina no tuvo cambio ni variación alguna, fue unida (sin mezcla) a la naturaleza humana para lograr así la famosa y profunda verdad teológica de la Unión Hipostática. Que será explicada más adelante.

    La teoría de la kenosis es generalmente un punto de vista sobre el auto-anonadamiento de Cristo, el cual sucedió en la encarnación cuando él cambió lo que pudiera llamarse su modo de existencia eterna, por el modo de existencia relacionado con el tiempo, la forma de Dios por la forma de siervo o esclavo.

    Chafer nos da un importante aporte en cuanto a esta doctrina. Cuando hablamos de kenosis, estamos hablando entonces de la auto desconcertación de Cristo, no estamos hablando del Logos, estamos hablando de la parte humana, que se desconcertó por esta simbiosis. Es, entonces muy interesante estudiar esta verdad teológica, pues uno se siente maravillado por esta encarnación sobrenatural, inexplicable e inentendible, porque es un misterio divino. Realmente lo que podemos decir es que Cristo (como dice Pablo) dejó todo, se humilló a sí mismo para tomar forma de hombre, Filipenses 2. Esta es la base más fuerte para hablar de la kenosis.

    El término kenosis se usa teológicamente en doble sentido. Originalmente fue usado por los teólogos luteranos para denotar la limitación propia, no del Logos, sino del Dios-hombre. Lugo en unión con la naturaleza humana, se desarrolló de nuevo en una persona divina-humana.

    El que se vio limitado en el momento de la encarnación, no fue el Logos, sino el Dios-hombre (Dios y hombre a la vez, no una sola naturaleza como hemos dicho). Entendemos entonces que el Logos, se humilló, se despojó a si mismo para unirse a la naturaleza humana, desarrollando una persona Divina, pero también humana.

    En la encarnación fue el Hijo -y no el Padre ni el Espíritu- quien tomó la naturaleza humana en el vientre de María.

    No debemos preocuparnos en el problema de como la Triunidad se separó al momento de la encarnación (como señalan ciertas doctrinas), sino estar seguros que ellos siempre estuvieron unidos. El logos estuvo unido al Padre por medio del Espíritu. El ministerio de Cristo no fue desarrollado de forma independiente. Permaneció en todo momento obediente a la voluntad de su Padre. Esta unión de las dos naturalezas, era imperfecta hasta el momento de la resurrección, a mi manera de pensar, esta unidad llegó a su perfección cuando Jesús resucitó de entre los muertos, llegando a ser el primogénito de los muertos, todos los logros y títulos mencionados en Filipenses 2, fueron logrados por su sufrimiento y resurrección.

    Cuando se nos dice que el verbo se hizo carne, no se quiere decir que el logos dejó de ser lo que había sido antes. En cuanto a su ser esencial, el logos fue exactamente el mismo antes y después de la encarnación.

    Debemos dejar claro que Jesucristo no tuvo su origen en la concepción en María, sino que ese fue el primer paso fisiológico para entrar en la humanidad.

    Se nos menciona que en cuanto a su ser esencial siguió siendo el mismo. Esto es lo que hace maravillosa la encarnación de Cristo y por eso sigue siendo un misterio. Cristo nunca dejó de ser Dios, El siguió siendo Dios. El siguiente tópico aclara este punto.

    b. La Unión Hipostática

    Otra de las fuertes bases de la teología lucana, es la unión hipostática. Este término significa naturaleza sustancial, esencia. Es la unión en Cristo de las dos naturalezas, deidad y humanidad, como lo explica el doctor Chafer:

    Este es un término cristológico que se refiere a la unión de las dos naturalezas divina y humana en Jesucristo.

    Solamente a Cristo le corresponde esta unión, no hay ninguna mezcla entre estas dos naturalezas, las dos permanecieron inmutables. Podemos decir que hubo preservación completa de cada una de sus dos naturalezas sin confusión ni alteración en su unidad.

    La unión de la naturaleza humana con la divina es un misterio para la mente finita, puesto que fue la única en la historia, nuca más esto a ocurrido ni ocurrirá pues Jesucristo es único.

    Esta palabra hipóstasis significa el ser o la sustancia. Lucas dedica sus dos primeros capítulos para hablar de esta unión, explica a los griegos, que Cristo es divino, pero también humano. Se habla de Cristo como el Hijo del Hombre por esta misma razón. Debemos recordar que en ese tiempo existía mucha mitología griega, por los tanto hablar de deidades era algo familiar para ellos, pero Lucas lo menciona, no como una mitología sino como algo real. Los griegos estaban entonces leyendo una historia verídica y Lucas no deja lugar a las dudas, pues Lucas demuestra la deidad de Cristo unida a su humanidad.

    La expresión unión hipostática, le corresponde a la teología y solo es aplicable a Cristo en quien, como en ningún otro se unen dos naturalezas distintas y disímiles.

    Solamente en Cristo se unen estas dos naturalezas, según Chafer. Esta es la unión de la que habla Lucas, para que la encarnación sea comprendida, se debe entender la unión hipostática. Para la iglesia, como dice Berkhof, esta unión es un gran fundamento.

    La Iglesia reconoce a Cristo en sus dos naturalezas inconfundibles, incambiables, indivisibles e inseparables.

    Debemos comprender que la Manifestación Divina única que desde el principio poseyó una naturaleza divina, asumió una naturaleza humana, y ahora posee las dos de una manera glorificada, pues no está sujeta a las leyes físicas y biológicas. Muchos dicen que la "persona divina" "asumió" una naturaleza humana, pero esto pone en peligro la integridad de las dos naturalezas, pues son concebidas como fundidas o mezcladas, formando "una sola" especie de naturaleza divino-humana.

    Cristo es para nosotros Dios, pero también lo reconocemos como hombre, hoy está a la diestra de Dios intercediendo por nosotros. Sabemos que en El están estas dos naturalezas como en ningún otro. Este es el gran misterio de la deidad de Cristo.

    c. Siervo de Dios

    En este evangelio de Lucas, también se menciona a Cristo como el Siervo de Dios. Este es el contraste de la divinidad de Cristo. El es Dios, en El estaban las dos naturalezas, obraba milagros bajo el poder sobrenatural de Dios que estaba en El todo el tiempo. Pero en contraposición de estas obras sobrenaturales, El es Siervo de Dios. Existen muchas alusiones a este nombre en las profecías, y en los salmos. Se menciona el Siervo del Señor, y es Cristo el Siervo de Dios. Fue obediente a la voluntad de Dios en todo tiempo, estuvo dispuesto a dar todo por el Señor y El mismo dijo que había venido para servir y no ser servido.

    Jesús dio instrucciones por estar lleno del Espíritu Santo y esto daría un resultado favorable a la cristología de Lucas.

    Todo lo que Cristo hizo en esta tierra, su obra, sus palabras, los milagros, las profecías y todo lo demás que incluyó su ministerio terrenal, fue hecho en obediencia a la voluntad de Dios. Lucas por eso lo mencionó, porque su cristología se refiere a la salvación de los gentiles y la obediencia a la perfecta voluntad de Dios. En esa obediencia estaba incluida la observación y cumplimiento de la Ley.

    Jesús sabía perfectamente sobre su misión en esta tierra, pues en la sinagoga al momento de leer la ley, leyó el pasaje de Isaías en el que lee de sí mismo diciendo que el espíritu de Dios está sobre El.

    Cristo tuvo conciencia divina de si mismo en el cumplimiento de misión profética redentora.

    Para dar cumplimiento a las profecías, tenía que tener esta conciencia profética. Lucas amplía con esto su evangelio, porque Jesús siempre recuerda a los judíos las profecías dadas a sus padres. Cristo es para nosotros el Hijo de Dios, pero también el Siervo de Dios.

    d. Sus Atributos como Deidad

    No solamente debemos decir que Jesús es divino por las obras que realizó, sino por sus atributos como deidad, los nombres que demuestran su deidad. El dijo de si mismo: Yo soy el pan de vida que descendió del cielo, Yo soy la puerta, Yo soy el buen pastor, Yo soy la vid verdadera, Yo soy el camino, la verdad y la vida, Yo soy la resurrección y la vida, Yo soy la luz del mundo y Yo soy el Alfa y la Omega. Es también llamado el Ángel del Señor, Dios, El Hijo del Hombre, Jesús, Cristo, Señor.

    El posee los atributos de la deidad, entre ellos podemos mencionar, que El es Eterno, Omnipresente, Omnisciente, Omnipresente, Inmutable.

    El Señor Jesucristo posee las prerrogativas de la deidad, pues tiene capacidad para perdonar, resucitará a los muertos, juzgará.

    También es importante que sepamos que El se comportó como Dios, puesto que aceptó la adoración de los hombres, recibió la aprobación del Padre Celestial de una manera única, enseñó con autoridad, les dio a sus discípulos autoridad sobre los demonios y las enfermedades, enseñó a sus discípulos a orar en su nombre, dijo que El y el Padre eran uno y afirmó que sus obres testificaban acerca de su deidad.

    e. El Cristo Carismático

    Si mencionamos como Cristo en su divinidad es para nosotros el Siervo de Dios, debemos también mencionar al Cristo carismático, que llena las páginas de los evangelios con sucesos llenos de compasión a la gente y en el caso de Lucas, compasión, salvación y milagros también para los gentiles. El Hijo de Dios, vino no solo a predicar, sino a demostrar su amor hacia toda la humanidad haciendo muchos milagros y prodigios. Los gentiles no quedaron exonerados de estas señales, por ese motivo Lucas se preocupa en demostrarlo en sus escritos. Debemos observar que los milagros, significaron en la vida de Jesús un medio y no un fin. El fin o la meta del ministerio de Cristo es la salvación de todos, pero los milagros se constituyen en un medio para llegar a las personas. En muchas ocasiones, cuando la gente se acercaba a Jesús para pedirles milagros, El se negó, por el simple hecho que El obedecía la voluntad de su padre.

    Cuando el Señor hacia milagros procuraba evitar que los mismos fueran vistos como un simple espectáculo. Cuando los judíos los pedían con este propósito, el se negaba.

    Los milagros de Jesús eran hechos para que la gente conociera que el reino de los cielos estaba entre ellos y no eran solamente para ganar popularidad entre la gente. Jesús nunca buscó fama entre las personas.

    Milagro es un evento en el que Dios interviene para mostrar su poder para ayudar al hombre.

    Esta es la mejor definición de la palabra milagro, Dios obraba en la gente de manera sobrenatural, El siempre ha obrado en las personas poderosamente. Jesucristo realizó los milagros en las personas por amor y compasión. Es esta una fuerte base para decir que Jesús era Divino, su Divinidad no fue perdida en ningún momento, pero fue subordinada a la voluntad del Padre.

    Es una intervención sobrenatural en el mundo externo que aporta una revelación singular de la presencia y el poder de Dios.

    A través de estas señales y maravillas, Jesús demostró el poder de Dios, Como un ejemplo claro tenemos el momento cuando Juan el Bautista le mandó a preguntar si realmente era El el Mesías, Cristo entonces le responde que las maravillas que se ven entre la gente hablan por sí mismas. Este es entonces el Cristo Carismático que encoframos en cada evangelio y en este caso en el evangelio de Lucas. Los milagros mencionados por Lucas tienen doble relevancia, pues hablan del poder de Dios obrando en la gente, pero también habla de este mismo poder de Dios obrando en gentiles. Estos milagros hechos a los gentiles los notamos cuando Jesús sanó a diez leprosos incluyendo a un samaritano, o la curación de la hija de una mujer extranjera, por mencionar unos ejemplos.

  2. LA DEIDAD DE JESUCRISTO
  3. EL ESPÍRITU SANTO

Otro de los grandes temas de la teología Lucana es el del Espíritu Santo. Este ha sido un tema que más se le ha atribuido a Pablo, pero realmente la teología carismática de Pablo tiene como base la teología carismática de Lucas. Es Lucas el que da las primeras explicaciones del Espíritu Santo y el que explica en el libro de los Hechos la llegada y el ministerio del Espíritu Santo en la vida y ministerio de la iglesia primitiva.

Lucas deja por sentado que el Espíritu Santo es Dios mismo, así como explicó que Jesucristo es Dios.

El espíritu Santo no es solo una persona, sino que es Dios mismo, tanto como el Padre y el Padre y el Hijo.

Turner nos dice que no solamente es una persona de la Trinidad, sino que es Dios mismo que está ministrando aquí en la tierra pero a diferencia de como ministró Jesucristo, no es de manera física. Esta es la verdad del Espíritu Santo, pero debemos ver cual es su función según Lucas.

a. Prepara a Cristo para su Obra

En primer Lugar debemos decir que el Espíritu Santo prepara a Jesús en su ministerio terrenal. De está manera explicamos como la Trinidad estuvo en todo momento unida. Cristo aquí en la tierra ejerciendo su ministerio y el Espíritu Santo guiándole a hacer la voluntad de su Padre que estaba aprobando dicho ministerio en el Cielo. La Triunidad siempre estuvo unida. Así como Cristo vino al mundo en una época señalada, el Espíritu Santo también lo hizo de este mismo modo. Hemos mencionado que Lucas dividió el tiempo en tres períodos, el tiempo del antiguo pueblo de Israel, el centro del tiempo y el tiempo de la Iglesia. Ahora estamos hablando del tiempo de la iglesia.

De igual manera el Espíritu Santo vino al mundo en una época señalada, para una misión definida y dejará el mundo cuando esa misión haya sido cumplida.

En ese tiempo señalado el Espíritu Santo empezó a realizar su función en esta tierra, todo lo que está haciendo lo hace obedeciendo a la voluntad del Padre. Lucas revela en sus escritos la relación que existe entre Jesucristo y el Espíritu Santo durante su ministerio en esta tierra.

En el Nuevo Testamento se revela al Espíritu Santo en una relación dual con Jesucristo. En los sinópticos el Espíritu Santo es el principio que da energía y controla la vida y ministerio de Jesús

Es muy importante que digamos que durante el ministerio de Jesús en esta tierra, el que le dio fuerzas para seguir y controló su vida, acciones y poder, fue el Espíritu Santo. Los milagros realizados por Cristo, fueron regulados por el Espíritu Santo. Cristo necesitaba del Espíritu para actuar de acuerdo a la voluntad de su Padre. Recordemos que Jesús tenía la naturaleza humana y estaba en El así como en todos los hombres, con todas las necesidades, tentaciones. En Cristo estaba la naturaleza humana completa y perfecta. A su naturaleza humana no le faltó ninguna de la cualidades esenciales que pertenecen a dicha naturaleza, por este motivo necesitaba que el Espíritu Santo le ayudara.

Es importante mencionar que el Espíritu Santo le proporcionó a Cristo de un cuerpo y le habilitó para que llegase a hacer el sacrificio por los pecados.

b. Enseña y Dirige a la Iglesia

También debemos mencionar que el Espíritu Santo testifica de Cristo y dirige a la Iglesia a toda verdad. El manifiesta la gloria de Dios y de Cristo, haciendo mayor nuestro conocimiento acerca de Dios. Protege a la iglesia del error, cuando ésta se somete a El y la prepara para su destino glorioso. El Espíritu Santo tiene esa función en esta tierra, y cuando Cristo venga por la iglesia, terminará este ministerio.

La enseñanza es de vital importancia en nuestros días, ya que últimamente se ha abandonado en muchas iglesias y como fruto de ese error han surgido múltiples denominaciones cuasi cristianas que interpretan a su manera las Escrituras, provocando que la gente se mueva mediante una psicosis colectiva hacia donde quieran llevarla. Esto por la falta de una correcta interpretación de los Escritos que ha venido como consecuencia de la poca o nula importancia que se la da a la preparación teológica de los ministros o maestros de la Palabra. En nuestros días escasea la Palabra correctamente interpretada desde el punto de vista inductivo, pues es la Escritura la que se debe interpretar a si misma.

El Espíritu que fue derramado, realiza profundas actividades transformadoras y por el constante suministro de poder los integrantes del cuerpo gozan de triunfos singulares en la vida cristiana.

La iglesia ha sido y es victoriosa, gracias a la ayuda del Espíritu Santo. En una ocasión escuché una pregunta, y decía que si se estará cometiendo en este tiempo el error de hablar mucho del Espíritu Santo y se le está restando importancia a Jesucristo, pedí la palabra para responder a la interrogante, diciendo que en ningún momento es un error hablar del Espíritu Santo, recordemos que el ministerio de Cristo sobre la tierra fue consumado, dejando al Consolador en esta tierra para que El continuara con su Ministerio que tiene un enfoque de seguimiento al ministerio de Cristo enfocado en la instrucción de los que quieran estudiar a fondo las escrituras. Si hace dos mil años era el tiempo del ministerio de Cristo, éste es el tiempo del Espíritu Santo, para que El realice su ministerio en la iglesia de Cristo.

Por medio del espíritu santo Dios concede dones espirituales o capacidades particulares a cada creyente, habilitándolo para servir en su reino .

La tarea del Espíritu Santo es también la de preparar a la iglesia, recordemos el enfoque misionero que Lucas le da a sus escritos, por lo tanto el Espíritu Santo da a cada miembro del cuerpo de Cristo dones para que éste realice su trabajo dentro de la iglesia.

c. El Espíritu Santo y las Misiones

Como hemos dicho, el enfoque de los escritos de Lucas es un enfoque misionero. Para que esto sea reconocido por los lectores de estos escritos, es claro en decir que el movimiento cristiano era considerado como una religión de respeto. Bultmann dice al respecto:

El autor de Hechos coloca al cristianismo como una religión dentro de la historia del mundo, cuando escribe acerca del discurso de Pablo en el areópago.

Al momento de mencionar este concepto, pone en alto el conocimiento que la gente tenía referente a la iglesia. Para convencer a los gentiles, había que hablarles en esta forma y Lucas lo hizo. El libro de los Hechos, habla de esta comunidad carismática que dejó al mundo estupefacto por las señales que se veían dentro de ella.

Esta congregación nació por el impacto de la autoridad de Dios. El predicador lleno del Espíritu Santo expuso ante una basta concurrencia el cumplimiento de los dichos proféticos aplicados a ellos.

Esta comunidad nació como resultado del cumplimento de la promesa del Padre dada por Jesús a los discípulos. Es muy interesante notar cómo termina el evangelio de Lucas y cómo empieza el libro de los Hechos, es de la misma manera, demostrando así el interés del autor por que sus lectores sepan la relación del Espíritu Santo y las misiones

Desde mi punto de vista, el Espíritu Santo es que realiza en esta tierra parte del pacto de Dios. Lo que encontramos en Hechos 1:8, es el pacto de Dios con sus hijos. Todos sabemos que un pacto se puede establecer entre dos personas, en este caso, entre Dios y nosotros. Cada uno de los que establecen este pacto, tienen que cumplir con la parte que les corresponde. La parte de Dios es llenar de poder del Espíritu Santo a sus hijos.

Yo creo firmemente que esta es la parte de Dios y hasta el momento El está cumpliendo con esa parte y el Espíritu Santo es el encargado. Pero la parte que a nosotros como hijos de Dios nos corresponde es ser testigos a todas las naciones. Nosotros debemos cumplir con nuestra parte del pacto. Este es el propósito del avivamiento que Dios da a su pueblo. El avivamiento no es una fenomenología abrupta que solamente deja confusión, sino que es el momento en el que la iglesia encuentra las fuerzas necesarias para poder enseñar con autoridad la Palabra y realizar la obra misionera de una forma sorprendente.

Lucas sabe que Jerusalén será el punto de partida para la misión en el mundo El Espíritu Santo es el gran objetivo del Cristo Resucitado.

Lucas sabe muy bien que debe recordar esto a los discípulos. Este es el motivo del empeño de Lucas al hablar de este pacto. Ahora que los discípulos han recibido la promesa del Padre, deben cumplir con la tarea que les corresponde, que es la de predicar por todo el mundo, esta es la relación que existe entre el Espíritu Santo y las misiones. En el autor existía el interés de recordar que la Promesa del Padre no era para formar imperios y organizaciones monstruosas, tampoco para llevar a cabo construcciones faraónicas, sino para que la Noticia del Mensaje de Dios llegara a todo el mundo, porque: "ha nacido en la ciudad de David, un Salvador, que es Mesías y Señor".

CONCLUSIÓN

Lucas es entonces el escritor carismático, teológico y misionológico del Nuevo Testamento. Se énfasis es misionero y el que más habla del Espíritu Santo. Los temas tocados por Lucas son enfocados al pueblo de Dios y deben ser estudiados de esa manera. El propósito de Lucas es que los discípulos gentiles conozcan ordenadamente la historia de Jesús, sepan que la salvación es para todos sin distinción de raza, se interesen por recibir la promesa del Padre que es para todos que cumplan con su función dentro del cuerpo de Cristo. Realmente la teología lucana es enfocada a estos aspectos y llena las expectativas de todo aquel que lee con entendimiento para conocer la perfecta voluntad de Dios para su vida.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Teología del Nuevo Testamento. Rudolf Bultmann. Ediciones Sígueme. Salamanca. España. 1993.
  2. Teología Carismática de Lucas. Roger Strondtad. Editorial Vida. Miami. 1994.
  3. Los Profetas de Israel. León J. Wood. Outreach Publications. Michigan. 1990.
  4. Sobre Esta Roca Edificaré Mi Iglesia. Raúl Caballero Yoccou. Editorial Unilit. Miami. 1993.
  5. Biblia Nácar Colunga. Biblioteca de Autores Cristianos. España. 1978.
  6. Doctrina de Dios. Donald. D. Turner. Editorial Portavoz. USA. 1999.
  7. Teología Bíblica y Sistemática. Myer Pearlman. Editorial Vida. Miami. 1992
  8. Se Hizo Hombre. Pablo Hoff. Editorial Vida. Miami. 1989.
  9. Comentario Bíblico Beacon. Tomo 6. Charles Childers. Casa Nazarena de Publicaciones. USA. 1991.
  10. Teología Sistemática. Lewis Sperry Chafer. Publicaciones Españolas. Wisconsin. 1986.
  11. Teología Sistemática. Luis Berkhof. T.E.L.L. Michigan. 1987.
  12. Diccionario Teológico Beacon. Richard. S. Taylor. Casa Nazarena de Publicaciones. USA. 1995.
  13. Diccionario Bíblico Ilustrado. Editorial CLIE. España. 1985.
  14. Diccionario de La Biblia. A. Lockward. Editorial Unilit. Miami. 1992.
  15. El Mundo del Nuevo Testamento. James I. Packer. Editorial Vida. Miami. 1985.
  16. El Nuevo Testamento y su Mensaje Tomo 5. Josef. Kurzinger. Editorial Herder. Barcelona. 1985.
  17. Teología del Nuevo Testamento. Joachim Gnilka. Editorial Trotta. Madrid. 1994.
  18. Los Desafíos de la Iglesia ante el Nuevo Milenio. Erick Saúl Cifuentes. 1999.

 

Erick Saúl Cifuentes Chávez

Profesor en Teología.

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente