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La moratoria, La II: La etapa que Erikson desconociera

Enviado por Felix Larocca


  1. Adolescencia: ¿Nature vs Nurture?
  2. El pensamiento de Erikson
  3. La moratoria
  4. La consolidación de una identidad
  5. Las labores hercúleas de la juventud: No doce sino dos tareas
  6. El caso de Jonás
  7. En Resumen
  8. Bibliografía

Cuando de la adolescencia se habla, la "identificación", como parte esencial la misma, se insinúa en el tema. Pero, la identificación —- en este período de la vida — carece de la importancia, por tantos asignada, como más adelante, aprenderemos… FEFL en Adolescencia: Quo vadis

En esta ponencia se examina el fenómeno psicosocial que llamamos "adolescencia" como función y — en algunos casos — como proceso interminable. A veces, intervenido adversamente por moratorias que, de acuerdo a Erikson, hasta que sean resultas, impiden su progresión.

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Adolescencia: ¿Nature vs Nurture?

La pubertad — que indica la transición entre el período de la niñez y el de la etapa reproductiva — comienza con los cambios hormonales que culminan en la fase del desarrollo conocida como la adolescencia. La adolescencia, constituye la suma total de todas las adaptaciones psicológicas a los efectos en el cuerpo de dichos cambios. Basados en esta definición, puede decirse que la pubertad (los cambios físicos) es una obra de la Naturaleza, y que la adolescencia (los ajustes psicológicos) es una obra del hombre y la civilización.

Apoyados en nuestra experiencia profesional, entendemos que la etapa siendo estudiada se extiende cronológicamente, desde el inicio del desarrollo de los rasgos sexuales secundarios, los cuales transforman al niño en una persona formada (capaz de reproducirse sexualmente) hasta que ocurren los cambios psicosociales finales que concluyen en la selección de una carrera, de compañero y en la independencia económica. Desdichadamente, de acuerdo con esta definición, la adolescencia puede extenderse muy lejos dentro de los años de la vida adulta de cualquier individuo — tanto así, que, para muchos, nunca termina.

La adolescencia, por sus demandas psicológicas y sociales, es un período de vaivén emocional que acarrea en sí un aumento en la vulnerabilidad personal.

En la adolescencia tienen su comienzo algunas de las enfermedades psiquiátricas más debilitantes y donde emergen comportamientos y tendencias que, a veces, trastornan la homeostasis del entorno familiar.

Por razón de que la sociedad en que vivimos impone progresivamente mayores demandas en los seres jóvenes, la mocedad y sus fenómenos asociados, son asuntos de la mayor importancia, recibiendo el escrutinio y las atenciones más minuciosas de investigadores dedicados al entendimiento del impacto que ésta tiene en el desarrollo emocional del ser humano.

Su entendimiento, reiteramos entonces, es asunto de la mayor importancia para todos. ¡Punto!

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Este autor, habiendo anteriormente contribuido al proceso del entendimiento de la adolescencia en general, en esta lección propone hacer un estudio de las "moratorias"; que son las fases menos estudiadas y peor entendidas de esta fase del desarrollo.

El pensamiento de Erikson

Uno de entre los teóricos y expertos más destacados, el psicoanalista Erik H. Erikson, ha sugerido, que cuando el ser humano termina el bachillerato y se lanza en búsqueda de carrera o vocación, que es en este preciso momento cuando, por primera vez, se establece el principio de lo que él ha llamado una "Moratoria Psicosocial" en su desarrollo individual. Esta moratoria — como la misma adolescencia — es única al ser humano, siendo, especialmente saliente para los miembros de nuestro género residentes en el llamado "Mundo Civilizado".

La moratoria

Los cambios psicológicos que se presentan durante el transcurso de la moratoria, siempre han estado influidos por las adaptaciones que fueran hechas por cada individuo durante el transcurso de su precedente desarrollo lineal. Debido a que muchas de estas adaptaciones envuelven experiencias dentro del ámbito familiar y social, se postula, que la transición desde la niñez a la vida adulta (a través de la juventud) ocasionalmente no puede proceder de modo armonioso. Este fenómeno adverso sucede si existieron obstáculos dificultando el desenvolvimiento de etapas antepuestas del desarrollo, comenzando en la segunda fase.

En el proceso de establecer una identidad sexual (madura) de adulto, algunos jóvenes padecen de ansiedades características, debido a su falta de preparación psicológica para efectuar esta mutación. Este fenómeno ha recibido, de Erikson, el nombre de una "Crisis de Identidad" (Identity Crisis).

Estas crisis de identidad, si son prolongadas, o si permanecen irresueltas, pueden manifestarse en la expresión psicológica de síntomas particulares, conocidos como una "Difusión de la Identidad" (Identity Difussion). Las manifestaciones psíquicas — diagnósticas de este estado — se traducen en los síntomas siguientes (similares, pero no idénticos, a los de la depresión o, en casos profundos, a los de la anhedonia):

  • Una inhabilidad de hacer decisiones

  • Un sentimiento sostenido de aislamiento

  • Una percepción de vacío interno

  • Una incapacidad de formar relaciones interpersonales satisfactorias

  • Un concepto distorsionado de la dimensión del tiempo

  • Un sentimiento angustiante de urgencia y de inquietud, y

  • Una dificultad pronunciada en la capacidad para llevar a cabo trabajo alguno y para concentrarse.

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Anhedonia

(Para leer más acerca de la anhedonia:

http://www.monografias.com/trabajos49/la-anhedonia/la-anhedonia).

Este cuadro clínico, que a menudo se desata en sitios donde personas jóvenes del mismo sexo se hacinan (como en los servicios militares, los conventos y monasterios entre otros); cuando se presenta, necesita ser entendido y solucionado para retornar el sujeto a su estado de equilibrio emocional tan pronto como sea posible.

Lograr lo antedicho, es solo viable por medio de la psicoterapia, conducida por terapeutas hábiles.

Debido a la creencia falsa, popularmente aceptada, de que los años durante los cuales se hace la transición de la niñez a la vida madura son tiempos de mucho goce y de regocijo infinitos, numerosos adolescentes (y sus familiares) fallan en reconocer el proceso de pesadumbre que deriva — en un número considerable de los individuos — de las pérdidas de las dependencias de otrora, características de la niñez añorada, que ya pasara. Esto puede resultar en cuadros clínicos de ansiedad y de melancolía.

Toda transición, toda separación humana, aun la que resulta en la culminación de una jornada exitosa, se acompaña de sentimientos de pena y expresiones de congoja. Por ello, no debe de sorprendernos que aun eventos felices se entiendan por diversos investigadores como siendo estresantes para quienes atraviesan esta época de la vida.

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¿Quién soy?

Para complicar esta situación, a menudo, el adolescente, concibe lo que le está aconteciendo como una crisis personal, única para sí, e íntimamente privada, sin otros paralelos, ya que generalmente las cosas tristes que les suceden no las comparten con nadie. Esta actitud puede traer consecuencias desastrosas, incluyendo el uso de las drogas estupefacientes, la ingesta de comida como droga y el suicidio, como desenlace final.

(Más acerca del suicidio:

http://www.monografias.com/trabajos57/suicidio-juvenil/suicidio-juvenil).

La consolidación de una identidad

Repito, que cuando de la adolescencia se habla, la "identificación", como parte esencial de la misma — que desde que Erikson la destacara en sus teorías — se insinúa en el discurso, porque es en esta misma etapa donde el varón se convierte en hombre y la hembra se torna en mujer.

Pero, esta llamada identificación, sea lo que sea que su significado represente — que se dice es característica de este período de la vida carece del impacto — por tantos (aún por el mismo Erikson) asignado, como más adelante veremos…

(Para leer más acerca de la maduración del niño:

/trabajos72/maduracion-nino/maduracion-nino).

Algunos postulan que la consolidación de una identificación harmoniosa y estable siempre se consideró una tarea ardua para el adolescente. Ya que, de acuerdo a ellos, ésta constituye la labor principal de este período en el ciclo vital. Tarea que hoy se haría más difícil — según el autor de este ensayo –– en tiempos en que, bajo la crisis de identidad de la sociedad en general, los adultos mismos atraviesan una desorientación, que sólo podría resolverse a través del escrutinio recíproco y mutua dialéctica entre generaciones, por todas partes del mundo civilizado.

Dejemos claramente establecido, desde el principio, que: la identificación –– sexual — que es lo que al término que la palabra "identificación" sesgadamente alude. No es tarea de la adolescencia — sino que es tarea de la pre-pubescencia (II Etapa), la que, para estos tiempos, debería estar rebasada.

Respecto a esto último, el infante posee una genitalidad embrionaria y tiene muchas veces sentimientos de curiosidad y temores conflictivos asociados a la misma. Por la última razón creemos que es este período cuando debe iniciarse la tarea de la educación sexual del niño.

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¿Latencia? ¿Quién dijo "latencia"?

Las labores hercúleas de la juventud: No doce sino dos tareas

La tarea de la adolescencia, no es una sino que son dos tareas: el logro de la autonomía y la adquisición de la independencia.

Ambas estas faenas, son labores cuyos orígenes tuvieron sus comienzos en fases previas, y, que, presuntamente debieron de haber sido resueltas dentro del esquema psicosocial del desarrollo que fuese bosquejado por Erikson.

Pero, antes de proseguir, revisemos en breve, la tercera etapa, conocida como la de la Iniciativa que se consolida en medio de la edad natural del juego infantil, como preámbulo al desarrollo cognitivo y emocional. Ésta es la época cuando el niño despliega mayor actividad física, utiliza la imaginación con constancia, es más curioso y locuaz, aprende a desenvolverse con mayor libertad; haciéndolo mientras que su conocimiento del lenguaje se incrementa de manera exponencial. Comprendiendo mejor, el párvulo hace preguntas constantemente; lo que le permite expandir su imaginación. Todo esto en preparación para ingresar a una educación formal que recibirá en la escuela y que, su comienzo actualmente, se ha venido adelantando a edades tan tempranas que rayan en lo absurdo.

Por coincidencia, he aquí donde comienza la fase de la "latencia" psicosexual de Freud.

Ambos pensadores, Erikson y Freud intuyeron lo mismo, con Freud tomando la iniciativa en el sentido cronológico.

Todos los cambios de comportamiento observados en el niño fueron programados genéticamente en el cromosoma, y son estos los que permiten al infante adquirir una capacidad para ejercer la iniciativa que constituye la base realista de perseguir el logro de un sentido de ambición y de propósito sin inhibiciones neuróticas.

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Kibbutz

El caso de Jonás

Yo tuve ocasión de asistir a este paciente en dos oportunidades. La primera al cumplir quince años, cuando manifestara síntomas del exhibicionismo (considerado una parafilia) y a los 22, cuando fue puesto en licencia voluntaria en medio de sus estudios de aspirante a ser rabino.

Lo del exhibicionismo, manifestado en medio de la celebración de los quince años propios y los de su hermana gemela, resultó alcanzando una resolución feliz por medio de la psicoterapia.

En la segunda ocasión, el joven aspirante a ordenarse como rabí hizo la decisión de pausar sus estudios porque se sentía atormentado por dudas y sentimientos de culpa que le impedían la libertad de consagrarse a sus labores de estudio en el prestigioso Jewish Union College de Cincinnati.

Desde que nos despidiéramos cuando la terapia terminara a los dieciséis años no mantuvimos contacto alguno, sin embargo ambos, cuando nos viésemos de nuevo, nos recordaríamos mutualmente en términos cordiales.

Anamnesis y detalles de interés

Su papá, en conjunto con su madre, había ejercido por varias décadas la especialidad de la pediatría en la urbe donde todos residiéramos, gozando de una reputación excepcional.

La hermana, por su parte, luego de graduarse con honores en la escuela médica de WUSL, también se especializó en la sobredicha área de la medicina, la que ejerciera en Carbondale, Illinois, donde viviera en compañía de su esposo quien, a la sazón, fuera profesor en la universidad estatal de esa localidad cercana a Saint Louis.

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Después de haber concluido la terapia por sus problemas de exhibicionismo sexual y otros de índole semejantes, "Jon" (como prefiera ser llamado) se dedicó al estudio de los clásicos y de la literatura pacifista. Pasando varios veranos alojándose en un kibutz en Israel.

Fue en uno de esos veranos cuando conoció a un joven estudiante rabínico quien ejerciera una enorme atracción física y emocional en él, la que culminara en la idea de enrolarse en el mismo centro de estudios al que el amigo asistiera.

No duró mucho tiempo antes de que una relación sentimental y erótica se desarrollara entre ambos, la que terminara de manera inesperada cuando el amante le expresó dudas a poder seguir en la misma porque les traería reprobaciones sociales, y, porque era de esperarse que el uno y el otro, después de ordenarse debían mantener un hogar con esposa e hijos para poder ser verdaderos rabíes.

Jon se sintió devastado emocionalmente por el rechazo afectivo que sufriera.

Como individuo — desde la niñez — nunca sería persona directa ni decidida en ningún respecto. En su humillación por el rechazo, el joven hombre hizo un inventario de su breve existencia, concluyendo, luego de haber leído Identity Youth and Crisis por Erikson, como parte de un taller que tomara en el entendimiento del ser humano, que necesitaba encontrarse a sí mismo dentro el ejercicio de una terapia similar a la que, conmigo recordara.

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¿Cómo procedió la nueva terapia que juntos emprendiéramos?

Esta segunda terapia tomó un curso intensivo de cuatro sesiones semanales concediendo al paciente su manifiesto deseo del uso del diván, en la manera prescrita por el mismo Freud.

En ésta el paciente descubrió cómo, desde su edad más temprana, nunca tuvo el coraje de comportarse como Esther, su hermana, quien disfrutaba las libertades que su voluntad rebelde le ganara sin obstáculos.

"Mientras que yo… yo debí haber sido la hembra. Siempre un romántico. Siempre un soñador, siempre deseoso de esperar que me asignaran mis roles en la vida; los que acatara sin dificultades. Esther no sólo se casó con un miembro de la Iglesia Unida de Cristo, sino que, también este hombre era muy mayor, estaba divorciado y tenía hijos adultos, de más edad que ella…"

El tratamiento llegó a una conclusión feliz cuando el joven estudiante recuperó las "riendas", o — literalmente (anatómica y fisiológicamente) — la abénula de su existencia para resumir su progresión en el ciclo de su vida relegada al hielo de los sentimientos de culpa y al temor de ser dueño de una identidad hecha confusa por la presencia de la "hermana todopoderosa", a quien envidiaba, amaba y odiara a la vez sin poder reconocerlo.

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En Resumen

En esta lección hemos utilizado técnicamente, en la terapia de Jon, una adaptación de las teorías de Erik Erikson, las que conformadas al estudio de las mismas asistieron al paciente en realizar su propia identidad y en resolver sus problemas existenciales.

La adolescencia es un período psicosocial y psicosexual, que se extiende desde el principio de los cambios de la pubertad, y que concluye cuando la persona establece una identidad personal y cohesiva, cuando se logra la independencia total de la familia y cuando se puede iniciar el establecimiento de relaciones maduras, íntimas y duraderas. Como período evolutivo existe, como tal, solamente en el ser humano y está rodeada de obstáculos que pueden impedir su estabilidad final.

Nuestro propósito inicial, en esta tesis, ha sido, enfatizar la relevancia de la "etapa olvidada" por Erikson y por otros, que está contenida en la llamada "etapa de latencia" donde todos pretenden que nada ocurre en la mentalidad incipiente del niño; mientras que al mismo tiempo conjeturan que mucho está germinando en las mentes de los impúberes, aunque subrepticiamente.

Erikson tenía — sin, en muchas maneras, saberlo — toda la razón en sus conjeturas. Sin embargo, ignoró, por no comprenderlo, el hecho de que la adolescencia — por ser invención sociocultural nuestra — no era la más importante de sus fases propuestas, sino, que la segunda etapa, donde la niñez comienza, es la más importante de todas las que decidiera instituir, porque es en la misma donde la niñez (también invención nuestra) donde el ser humano experimenta su primera identidad.

(Leer más:

/trabajos94/ninez-y-su-escolaridad-historias-nunca-dichas/ninez-y-su-escolaridad-historias-nunca-dichas).

Fin de la lección.

Bibliografía

  • Erikson, E: (1963) Childhood and Society Norton

  • Erikson, E: (1968) Identity Youth and Crisis Norton

  • Erikson, E: (1980) Identity and the Life Cycle Norton

  • Larocca, F: (2007) El Caso Difícil Número 16 – La Depresión Suicida de los Niños en monografías.com, en academia.edu y en researchgate.net

  • Larocca, F: (2007) Adolescencia: ¿Quo Vadis? en monografías.com, en academia.edu y en researchgate.net

  • Larocca, F: (2008) Las Teorías de Erik H. Erikson en monografías.com, en academia.edu y en researchgate.net

  • Freud, A: (1937). The Ego and the Mechanisms of Defense. Hogarth Press

  • Freud, A: (1964) Writings of Anna Freud Internat. Univ. Press

  • Bruch, H: (1957) The Importance of Overweight Harvard

  • Larocca, F: (2007) La Anorexia Nervosa: La Realidad y los Hechos: Así Hablan los Expertos en psikis.cl, en monografías.com, en academia.edu y en researchgate.net

  • Larocca, F: (2007) The Understanding, Prevention and Treatment of Overweight en monografías.com, en academia.edu y en researchgate.net 

Además, extensivos enlaces (links), bibliografía adicional y referencias de contribuciones a este tema y otros temas mencionados por este mismo autor, pueden obtenerse en los siguientes portales:edu.red

  • AcademiaEdu

  • ResearchGate y

  • Monografías.com

 

 

Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca