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Síndrome Urémico Hemolítico en Argentina

Enviado por Yanina


  1. Objetivos
  2. ¿Cómo se produce el contagio?
  3. ¿Qué podemos hacer para evitarlo?
  4. Estudio sobre la asociación de SUH y Toxina Shiga de Escherichia Coli (STEC) en niños de La Plata, Argentina
  5. Contaminación de carne molida con cepas de STEC según nivel socioeconómico
  6. Incidencia de SUH en Argentina respecto a otros países
  7. Casos de SUH atendidos por el Departamento de Epidemiología Alimentaria entre 2007 y 2011
  8. Conclusión general
  9. Bibliografía

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Síndrome Urémico Hemolítico

Objetivos

La Escherichia coli es una enterobacteria habitual en el intestino del ser humano y de otros animales de sangre caliente. Esta y otras bacterias son necesarias para el funcionamiento correcto del proceso digestivo. Aunque la mayoría de las cepas son inofensivas, algunas pueden causar una grave enfermedad de transmisión alimentaria.

La E. Coli junto a otros agentes infecciosos como Shigella dysenteriae y Streptococcus pneumoniae es productora de toxinas del tipo Shiga, que se encuentran presentes en las heces de animales, especialmente rumiantes, y son transmitidas al hombre a través de alimentos contaminados, agua o mediante el contacto directo con personas o animales portadores, afectando particularmente a niños, ancianos y aquellos que, por padecer otras enfermedades, tienen su sistema inmunológico deprimido.

En este trabajo describiremos las manifestaciones clínicas más frecuentes del Síndrome Urémico Hemolítico dado que, de no identificarse a tiempo y tratarse de manera conveniente, puede llegar a producirse la muerte.

  • ¿Cuáles son los síntomas y las causas del SUH?

  • Establecer cuáles son los síntomas, las causas y las consecuencias del SUH

  • ¿Qué medidas deben tomarse para minimizar la exposición a esta toxina?

  • ¿Qué prevalencia se obtuvo en las distintas regiones analizadas?

El síndrome urémico hemolítico (SUH) es una enfermedad caracterizada por presentación de daño renal agudo (insuficiencia renal, hematuria y/o proteinuria), anemia hemolítica microangiopática y trombocitopenia, que puede afectar intestino, páncreas, corazón y sistema nervioso central. Esta enfermedad puede presentar dos formas, una típica de etiología infecciosa y de características endemoepidémicas, precedida por un período de síntomas generales, dificultando determinar qué patología afecta al huésped como diarrea generalmente sanguinolenta, además de fiebre, vómitos y dolor abdominal. La forma atípica puede ser desencadenada por distintos cuadros como neoplasias, hipertensión arterial, rechazo de trasplante renal, uso de anticonceptivos orales, drogas, post parto, etc.

Fue descripta inicialmente en Suiza por Gasser y col en el año 1955, y en Argentina los primeros casos fueron estudiados por el Dr. Carlos Gianantonio a partir del año 1964.

Su relevancia clínica reside en constituir la causa más frecuente de insuficiencia renal aguda y de hipertensión arterial en lactantes y niños pequeños, además de ser la segunda causa de insuficiencia renal crónica y de transplante renal en niños en la Argentina.

Se presenta generalmente en primavera y/o verano pero puede ocurrir también durante el resto del año. Actualmente nuestro país presenta el registro más alto de S.U.H en todo el mundo con aproximadamente 420 casos nuevos declarados anualmente y una incidencia de 12,5/100.000 niños menores de 5 años de edad. En cuanto a las razas, la mayoría de los estudios muestran que los niños blancos son más susceptibles que los negros. La mortalidad ocurre entre el 2.5 al 5% de los casos. El 20 al 30% de los trasplantados renales son pacientes con secuelas de esta patología.

¿Cómo se produce el contagio?

La E. Coli productora de la toxina Shiga se encuentra frecuentemente en el intestino de animales bovinos sanos y otros animales de granja, y llega a la superficie de las carnes por contaminación con materia fecal durante el proceso de faena o su posterior manipulación. Las carnes picadas son uno de los productos de mayor riesgo ya que durante el picado, la bacteria pasa de la superficie de la carne al interior del producto, donde es más difícil que alcance la temperatura necesaria para eliminarla durante la cocción. También puede encontrarse en el agua, la leche sin pasteurizar y las verduras, que pueden contaminarse por contacto con las heces de estos animales.

También existe la contaminación cruzada, que ocurre cuando alimentos contaminados se ponen en contacto con alimentos no contaminados. Esto es especialmente riesgoso en alimentos que se consumen crudos.

La transmisión de persona a persona cada vez es más frecuente y se produce por el lavado inadecuado de manos luego de ir al baño.

¿Qué podemos hacer para evitarlo?

Para lograr una mayor efectividad, la prevención debe realizarse en todos los eslabones de la cadena.

Puntos a tener en cuenta:

  • Se sugiere que los menores de 2 años no ingieran comidas rápidas.

  • Productor fruti-hortícola: no riegue los cultivos con aguas servidas, no abone la tierra con estiércol y evite el ingreso de animales a la zona de cultivo.

  • Productor de carne: durante la faena evite el contacto de la materia fecal con el resto de la res (ligue correctamente el recto), higienice bien todos los elementos de corte utilizados y mantenga la higiene en todo el establecimiento. Utilice materia prima de origen comprobado y mantenga la cadena de frío.

  • Productor lácteo: realice una Manipulación higiénica del ordeñe, una correcta pasteurización de la leche y mantenga la cadena de frío.

  • Transporte: proteja de contaminación la mercadería transportada, que las medias reses no estén en contacto con el piso, y controle la temperatura correcta de la unidad de frío mediante un termómetro visible desde el exterior.

  • Comerciante: asegúrese de que la materia prima posea avales sanitarios, mantenga la cadena de frío desde la recepción hasta el expendio, impida el contacto entre los alimentos crudos y los ya cocidos o aquellos que no llevan cocción, ya es la mejor forma de evitar la contaminación cruzada. Lave y desinfecte las superficies y los elementos de corte utilizados en la manipulación de alimentos. Lave las frutas y verduras con agua potable. No permita el ingreso de animales al local. Si usted posee una carnicería, la carne debe ser picada a la vista del cliente.

  • Elaborador: lávese las manos antes, después y cada vez que abandone y vuelva a retomar la tarea de manipular alimentos, cocine bien los alimentos usando temperaturas elevadas (mayores a 70º C en su interior) y tiempos prolongados o hasta la eliminación de sus jugos. No reutilice restos de alimentos. Impida el contacto entre alimentos crudos y los ya cocidos o aquellos que no llevaran cocción, para evitar la contaminación cruzada. Lave y desinfecte las superficies y utensilios utilizados en la manipulación de alimentos. Lave frutas y verduras con agua potable. Mantenga la cadena de frío. No deje enfriar a temperatura ambiente los alimentos cocidos. Utilice materia prima debidamente rotulada y con avales sanitarios.

  • Instituciones: lavarse las manos antes, después y cada vez que abandone y vuelva a retomar la tarea de manipular alimentos y luego de cambiar pañales. No permita la concurrencia de niños y docentes con síntomas de diarrea. Sólo podrán reingresar luego de realizarse 2 coprocultivos con resultado: NEGATIVO. Intensifique al máximo la higiene en guarderías y hogares de ancianos. Controle que los alimentos tengan una correcta y homogénea cocción.

  • Clubes y natatorios: no permita el ingreso de niños o adultos con diarrea. Coloque carteles con esta advertencia. Mantenga debidamente clorada el agua de la piscina.

  • En casa: Lávese las manos antes, después y cada vez que abandone y vuelva a retomar la tarea de manipular alimentos y al cambiar pañales. Procure que sus hijos adquieran el hábito del lavado frecuente de manos. Evite el contacto de las carnes crudas y el goteo sobre otros alimentos listos para consumir. No use el mismo cuchillo o superficie con el que cortó carne cruda para cortar otros alimentos. Lave las frutas y verduras con agua potable. Elabore hielo con agua segura. No compre productos sin rótulo o de elaboración casera como chacinados, conservas, quesos y otros lácteos. Cuando coloque sus alimentos en la heladera y el freezer cúbralos, envuélvalos o colóquelos dentro de recipientes con tapas. Descongele completamente el alimento en la heladera o en el microondas. Nunca descongele los alimentos a temperatura ambiente ni aproximándolos a una fuente de calor o bajo el chorro de agua. Adquiera los alimentos refrigerados y congelados al final de la compra para evitar cortar la cadena de frío. Lávese las manos luego de tocar mascotas y animales de granja. No alimente a sus mascotas con carne cruda. Elimine frecuentemente la materia fecal de sus mascotas. Cocine bien los alimentos usando temperaturas elevadas (mayores a 70º C en su interior) y tiempos prolongados o hasta la eliminación de sus jugos.

Estudio sobre la asociación de SUH y Toxina Shiga de Escherichia Coli (STEC) en niños de La Plata, Argentina

Materiales y métodos:

En el período comprendido entre enero de 1997 y diciembre de 2002 se internaron en el  Servicio de Nefrología del Hospital Interzonal de Agudos Especializado en Pediatría "Superiora Sor María Ludovica" de la ciudad de La Plata, Buenos Aires, Argentina, 231 pacientes con diagnóstico de SUH. La edad promedio de los pacientes fue 22 ± 19 meses.

Los pacientes fueron definidos como niños previamente sanos, que presentaron anemia hemolítica microangiopática, trombocitopenia e insuficiencia renal aguda.

Se tomó muestra de materia fecal en el momento de la internación para la detección de patógenos reconocidos. Se obtuvieron dos muestras de suero: una al ingreso del paciente y otra, cuando fue posible, 20 días después.

Resultados:

Se encontró una prevalencia de infección por STEC en casos de SUH en un 47,6% de los niños.

Se obtiene una razón de 0,91, por lo tanto 0,91 de la población que no sufre el evento puede presentar SUH.

El Odds de ratio es de 1.1, lo que significa que 1 de cada 1.1 niños que no presentan el evento, van a desarrollar SUH.

Proporción: niños con SUH / población total de niños

Razón: nos permite determinar de la población que no sufre el evento, la probabilidad de que un grupo pueda presentarlo [población que presenta el evento / (población total – población que presenta el evento)]

Odds de ratio: nos da información respecto a una de cada cierta cantidad de personas expuestas a un evento, pueden llegar a sufrirlo (1 persona / probabilidad de personas que puedan llegar a sufrir el evento)

Evidencias de infección por STEC en casos de SUH, 1997-2002

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Fuente: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0325-29572007000100004 (2007)

Conclusión

Se demuestra la asociación entre SUH y STEC en 52,9% de los 208 casos en los que se hicieron pruebas de laboratorio

El mayor número de niños fue de clase social media y acorde a su edad en peso y altura. El alto número de niños con diarrea como síntoma inicial, fundamentalmente mucosanguinolenta y una distribución estacional con tendencia a aumentar en primavera / verano, es similar a lo publicado en otros países. La enfermedad afectó en igual forma a varones y mujeres, y la mayor frecuencia se presentó en menores de 24 meses. 

La incidencia de SUH puede disminuir con la información y capacitación de la población respecto al consumo de alimentos bien cocidos, bien lavados y lácteos pasteurizados, además de una correcta higiene personal.

Contaminación de carne molida con cepas de STEC según nivel socioeconómico

Dentro de los alimentos implicados se destaca la carne bovina insuficientemente cocida. La contaminación de la carne molida y su relación con los estratos socioeconómicos no ha sido estudiada, es por eso que se realizó este estudio para identificar en muestras de carne cepas STEC y establecer su perfil de virulencia, considerando la zona socioeconómica de procedencia y la persistencia de la contaminación en el local de venta.

Materiales y métodos:

Se analizaron 72 muestras de carne molida obtenidas por compra durante la misma semana epidemiológica, con una repetición a los 60 días, en 36 comercios minoristas del partido de General San Martín, Buenos Aires entre octubre y diciembre de 2009. Las muestras en su envase original provisto por el comerciante fueron colocadas en envoltorios individuales y transportadas refrigeradas hasta el laboratorio.

Para este estudio se definieron tres niveles:

  • A: alto y medio-alto

  • M: medio

  • B: medio-bajo y bajo

El total de locales identificados fueron 11 A, 13 M y 12 B. En cada visita se completaron fichas epidemiológicas evaluando la higiene general del establecimiento, del manipulador y de la picadora de carne, presencia de insectos y presencia de carne molida en bandeja expositora.

Resultados:

La prevalencia de contaminación por STEC es de un 36,11% de las 72 muestras analizadas. La distribución por nivel socioeconómico de las 26 muestras sospechosas fue 10 de la zona B, 10 de M y 6 de A, por lo que la mayoría de las muestras sospechosas y positivas provinieron de carnicerías de las zonas M y B, con una prevalencia del 38,5% para ambas, frente a una prevalencia del 23% de la zona A.

Para el total de las muestras remitidas se obtiene una razón de 0,56 que nos da la pauta de que 0,56 de las muestras libres de contaminación podrían contaminarse. El odds de ratio es de 1,77 lo que significa que 1 de cada 1,77 muestras está contaminada.

La razón obtenida es de 5 para la zona B y de 3,33 para la zona M, y los odds de ratio calculados son 0,2 y 0,3 respectivamente.

ZONA A

ZONA B

ZONA M

MUESTRAS

CONTAMINADAS

6

10

10

MUESTRAS

NO CONTAMINADAS

5

2

3

TOTAL

11

12

13

Fuente: propia

Conclusión:

De este estudio se puede señalar que el agente presenta mayor circulación en las áreas de medios y bajos recursos, en las cuales la población susceptible estaría más expuesta al contacto con el agente. Esto podría relacionarse con un estado inmunitario reactivo que impide o disminuye la frecuencia de enfermedades severas como el SUH en los niños. Sin embargo sería necesario realizar un nuevo estudio más extenso para poder validar los resultados aquí obtenidos.

Cabe destacar que los datos mencionados anteriormente refuerzan la necesidad de incorporar medidas de control a lo largo de la cadena agroalimentaria para asegurar la calidad de los alimentos, y el control en el cumplimiento efectivo de las buenas prácticas, como así también de implementar programas de control y educación para la salud sostenidos en el tiempo, destinados a la comunidad en general y a los manipuladores, alertando sobre los riesgos de este patógeno, sus vías de transmisión y las estrategias de prevención que deben aplicarse.

Incidencia de SUH en Argentina respecto a otros países

En un estudio realizado en 2009, según el Instituto Dr. Carlos Malbrán, la tasa de notificación fue de 12 casos por cada 100.000 niños menores de 5 años. Es decir hasta 11 veces más que en otros países que padecen esta enfermedad.

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Fuente: Departamento de epidemiología alimentaria – DGHYSA

Conclusión:

Esto podría deberse a que somos un país con alto consumo de carne per cápita (aproximadamente 52 kg por persona por año).

Casos de SUH atendidos por el Departamento de Epidemiología Alimentaria entre 2007 y 2011

En un estudio realizado entre los años 2007 y 2011 por el Departamento de Epidemiología Alimentaria de la Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria (DGHYSA) en la Ciudad de Buenos Aires, se obtuvieron los siguientes resultados.

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Fuente Departamento de Epidemiología Alimentaria – DGHYSA

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Fuente Departamento de Epidemiología Alimentaria – DGHYSA

Conclusión:

Las edades de los menores enfermos variaron de menos de un año hasta 13 años, con predominio de la franja etaria de 1 a 4 años.

En el 87% de los casos pertenecen a familias de nivel socio-económico medio.

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Fuente Departamento de Epidemiología Alimentaria – DGHYSA

Conclusión:

En promedio el sexo predominante fue el masculino.

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Fuente Departamento de Epidemiología Alimentaria – DGHYSA

Conclusión:

Dentro de los alimentos denunciados, el 39% corresponde a carne picada vacuna cruda, el 23% a hamburguesas, otro 23% a cortes cárnicos varios, el resto se reparte en cortes de pollo, empanadas de carne y pollo y chorizo.

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Fuente Departamento de Epidemiología Alimentaria – DGHYSA

Conclusión:

El lugar de consumo del alimento sospechoso es, en un 70%, en el domicilio, lo que significa que el producto se lo ha comprado crudo y en la casa no se lo ha cocinado debidamente o no se ha tenido en cuenta las medidas higiénicas para elaborar un alimento seguro. El 20% fue consumido en un local comercial y el resto en instituciones.

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Fuente Departamento de Epidemiología Alimentaria – DGHYSA

Conclusión:

Los lugares de compra más frecuente fueron los supermercados y las carnicerías siguiendo en importancia los locales de comida rápida, institucional, restaurantes y bares.

Conclusión general

El SUH trae complicaciones severas en la salud de nuestros niños. Ya que comparte los síntomas iniciales con otras infecciones, puede confundirse y no tratarse adecuadamente y llegar a un punto irreversible, el cual necesitará de controles y tratamiento de por vida.

En este trabajo realizamos una recopilación de casos y estudios donde se demostró la conexión entre la toxina Shiga y el comienzo de la enfermedad.

De todo lo expuesto anteriormente, se infiere que los factores que contribuyen a provocar el SUH en niños son sociales, afectando en su mayoría a niños menores de 5 años por sus hábitos y los de sus progenitores, y su sistema inmune poco desarrollado. En base a los estudios descriptos, el sexo no parece influir en la posibilidad de infección, así como tampoco su clase social.

Se deben aplicar controles en cada punto de la elaboración de alimentos, tanto en instituciones y negocios donde se compraron y/o consumieron los mismos. Es primordial mantener la higiene desde que se obtiene el producto hasta que se consume.

Ya que es una cuestión de falta de información y de malos hábitos, es de suma utilidad realizar campañas de prevención a través de la creación y difusión de folletos, trípticos y pósters por parte del Estado, medios de comunicación, consultas al pediatra, como así también visitas a instituciones públicas y privadas de nivel inicial, con el objeto de concientizar sobre la importancia de la prevención del SUH y disminuir al mínimo su contagio.

Presupuesto: Mínimo

Tiempo demandado: 4 meses

Recursos Humanos

TEC. SUP. De Sousa Teixeira, Yanina Elizabeth

Coordinación y tutoría: Lic. Prof. Silvina Pérez

Procesamiento de datos

Observación, elaboración, revisión, conclusión, coloquio tutor

Bibliografía

  • http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0325-29572007000100004

  • http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0025-76802013000200005

  • http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1668-34982011000100004&lng=es&nrm=iso

  • http://www.medicinabuenosaires.com/demo/revistas/vol66…/v66-s3-27-32.pdf

  • http://www.agcontrol.gob.ar/pdf/AGC_InformeSUH.pdf

  • http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs125/es/

  • http://www.sap.org.ar/docs/suh.pdf

  • http://www.anmat.gov.ar/Alimentos/suh.pdf

  • http://www.anlis.gov.ar/inst/consulta/consulta_SUH.htm

  • http://www.msal.gov.ar/index.php/component/content/article/48/103-sindrome-uremico-hemolitico-suh

  • http://www.msal.gov.ar/zoonosis/index.php/informacion-para-adolescentes/itengo-una-duda/sindrome-uremico-hemolitico-suh

 

 

Autor:

De Sousa Teixeira, Yanina E.

Téc. Sup. en Análisis Clínicos

Coordinador: Lic. Prof. Perez, Silvina A.