La comunidad del pacífico: Valorización geoestratégica, relaciones de poder
Enviado por Rodolfo Antonio Ortega Prado
- Resumen
- Introducción
- Reseña geográfica de Asia Meridional-Oriental y Pacífico Sur
- Valorización geoestratégica
- Potencias militares y alianzas estratégicas
- Conflictos vigentes
- Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
La Alianza del Pacífico trae consigo asumir compromisos que están relacionados con los desafíos de las grandes potencias que tienen intereses en el área del Pacífico, y Chile está empeñado en proyectar sus relaciones comerciales al Asia y Pacífico Sur. Por lo cual, este artículo deja ver que no se trata tan solo de comercio, sino que a partir de este tipo de contactos y beneficios, surgen vínculos que están más allá de los asuntos económicos y que involucran compromisos estratégicos formando parte de alianzas o al menos concordando respecto de su cometido.
Palabras claves: Alianza del Pacífico – Geopolítica – Geoestrategia – Estrategia.
Summary:
The Pacific Alliance brings with it assuming compromises that are related to the challenges of the great powers that have interests in the pacific area and Chile is focused in projecting its commercial relations to Asia and the South Pacific. That is why this article let us see that is not only about trade, but from this kind of contacts and benefits new links appear that are beyond economic issues and that they involve strategic obligations being part of alliances or at lease coincide about their commitment.
Key words: Pacific Alliance – Geopolitics – Geostrategy – Strategy.
Introducción
El interés de Chile por proyectarse hacia el Asia Pacífico no es reciente. Desde hace décadas las miradas se han dirigido hacia el oeste y los esfuerzos han dado algunos frutos, pero la reciente conformación de la Alianza del Pacífico marca un hito en este sentido, porque tal como lo indicara Henry Kissinger hace más de cuatro décadas, los intereses de seguridad de todas las grandes potencias mundiales se cruzan en Asia, y China contiene el corazón del continente.[1]
En 2011, Chile, Colombia, Perú y México concuerdan en definir acciones conjuntas para la vinculación comercial con Asia Pacífico, sobre la base de los acuerdos comerciales bilaterales existentes entre los Estados parte y con la clara intención de estimular la integración regional, así como un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad de las economías de sus países, a la vez de avanzar hacia un objetivo superior, como es el de alcanzar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas.
El desafío de estrechar una relación con la comunidad del Pacífico no se limita a los aspectos meramente económicos o comerciales, sino que también implica un desafío en el área de la defensa y seguridad nacional.
Por ello, la Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa de Chile –en proceso de consulta al Honorable Senado de la República–, es precisa en señalar, que los corredores bioceánicos, la integración física chileno – argentina y el dinamismo de la economía de los países sudamericanos, supondrá, un incremento del desarrollo de la Cuenca y una mayor interdependencia de las costas asiática y americana, que requerirá de esfuerzos compartidos a ambos lados del océano Pacífico para preservar su seguridad y estabilidad. Por ello dice la estrategia aludida, Chile priorizará los esfuerzos de cooperación en materias de seguridad en la Cuenca del Pacífico en tres ámbitos:
El primero corresponde a la seguridad del área oceánica de la costa chilena, sudamericana y centroamericana del Pacífico, donde se encuentran los territorios insulares, la Zona Económica Exclusiva y la plataforma continental de nuestro país, así como los intereses nacionales más inmediatos.
El segundo, corresponde al Pacífico Sur, donde tiene especial gravitación la Antártica y las obligaciones que le competen a Chile respecto de las seguridades marítimas y aéreas otorgadas por acuerdos internacionales de navegación. En esta zona geográfica, se contribuirá a enfrentar requerimientos de seguridad, explorando nuevas formas de cooperación con Australia, Nueva Zelandia y la Polinesia Francesa.
En tercer lugar, a Chile le interesa el fiel cumplimiento por parte de los países de la Cuenca del Pacífico de los acuerdos suscritos, en especial los relativos a la cooperación frente a desastres naturales y antrópicos, la seguridad del comercio y el enfrentamiento del terrorismo.
Conforme a lo señalado, los tres ámbitos son motivo más que suficientes para efectuar una valorización del área geográfica en cuestión, más aún cuando prima la incertidumbre –desde la perspectiva de los asuntos de seguridad y defensa– respecto de los compromisos que implica.
Para lo anterior, inicialmente se realizará una reseña del escenario que comprende Asia Meridional-Oriental y Pacífico Sur. Luego, y desde una perspectiva geoestratégica, se procederá a efectuar una valorización de las principales áreas geográficas y dejar ver cómo influyen en las comunicaciones y transportes de la economía mundial. Posteriormente, se expondrá sobre las principales potencias militares del área y alianzas para sus fines de seguridad y defensa. Finalmente, se incluirá una reseña de los conflictos más importantes. Y así, se concluirá estratégicamente sobre las relaciones de poder en la zona en estudio y por ende los desafíos que éstas implican para los países que integran la Alianza del Pacífico.
Desarrollo
Reseña geográfica de Asia Meridional-Oriental y Pacífico Sur[2]
El Asia Meridional y Oriental comprende cuatro áreas: India y su periferia, Asia del Nordeste, Península Indochina, y Asia del Sudeste Insular (Fig.1)
La zona de India y su periferia abarca: Bangladesh, Bután, India propiamente tal, Maldivas, Nepal, Sri Lanka.
Asia del Nordeste incluye a China, Corea del Norte, Corea del Sur, Japón, Mongolia, y Taiwán.
La Península Indochina implica a Camboya, Laos, Myanmar, Tailandia y Vietnam.
El Asia del Sudeste Insular, comprende Brunéi, Filipinas, indonesia, Federación de Malasia, Singapur y Timor Oriental.
El Pacífico Sur comprende Australia, Nueva Zelanda, los Estados independientes de Melanesia, de Micronesia y de Polinesia, además de territorio bajo control de Francia y de los Estados Unidos de América.
Fig. 1
En este amplio espacio geográfico, coexisten economías en pleno crecimiento, como Corea de Sur, Hong Kong, Singapur y Taiwán. Los denominados tigres menores, Malasia, Indonesia, Tailandia y Filipinas; los dos gigantes asiáticos que son la India y China; y la tercera economía del mundo, Japón.
Pero además, los Estados precedentes conviven con algunos de los más pobres del mundo, como Bangladesh y Timor Oriental, entre otros.
Las diferencias económicas entre los Estados es mayor que en los otros continentes, pues bastan unas decenas de kilómetros para pasar de los híper modernos barrios altos de las megalópolis asiáticas como Shanghái, Chongqing, Bombay, Hong Kong, Singapur, Bangkok o Manila; a inmensos barrios de pobreza y zonas rurales muy marginadas donde aun se practica una agricultura de subsistencia con medios rústicos, sin verdaderos apoyos o infraestructuras públicas.[3]
Observemos algunos datos para sustentar la aseveración anterior:
La población que comprende la zona en estudio incluye a países que poseen menos de medio millón de habitantes, como Maldivas, Bután y Brunéi; y otros Estados que cuentan con más de cien millones, como Bangladesh, Japón e Indonesia; así como también los que sobrepasan los más de mil millones como la India y China.
En general estamos hablando de un área que comprende una población aproximada de 3.500 millones. Por lo mismo, los Productos Internos Brutos son en extremo opuestos. China, Japón, India, Australia y Corea del Sur se ubican entre los quince primeros a nivel mundial; mientras Bután, Bangladesh, Maldivas, Timor Oriental y Laos, destacan entre los países de menor Producto Interno Bruto mundial.
En directa relación, podemos señalar, que el Índice de Desarrollo Humano (salud–educación-riqueza) varía de igual forma ostensiblemente. Australia y Nueva Zelandia se ubican en el segundo y quinto lugar a nivel mundial, mientras Birmania, Timor Oriental, Bangladesh y Bután están entre los más bajos del mundo.
Las formas de gobierno son otro elemento distintivo. Éstas varían entre los sistemas monárquicos parlamentarios, monarquías absolutas, repúblicas presidenciales y repúblicas parlamentarias entre otros.
Esta simple mirada, basta para aseverar, que Asia es el lugar en el que se revelan las grandes problemáticas contemporáneas y fundamentalmente se dejan ver las relaciones de poder a partir del desarrollo económico e industrialización; las alianzas estratégicas y los desafíos implicados en la defensa y seguridad de los Estados.
A lo anterior, se agregan diferencias, que posicionan a la geopolítica como una disciplina preferente para entender cada uno de los procesos y controversias derivadas a partir de la diversidad de idiomas, variedad de religiones y fundamentalismos; la explotación de los recursos naturales; las migraciones entre y al interior de los Estados; la inclusión cultural y étnica, entre otros aspectos, que representan la pluralidad y las variables asociativas o distanciadoras entre los países del área.
Valorización geoestratégica
Asumiendo que la geoestrategia es la influencia de los factores geográficos en las decisiones relativas a la defensa nacional de un Estado o de un grupo de Estados en una determinada zona geográfica del mundo. Como también, que en la perspectiva de los grandes espacios mundiales esta disciplina relaciona el espacio geográfico con las necesidades de desarrollo de los Estados y el desenvolvimiento de la economía mundial; entonces podemos distinguir las siguientes áreas de importancia geoestratégica en Asia Meridional Oriental y Pacífico Sur.
Para estos efectos, es conveniente partir vinculando esta área del mundo con el Estrecho de Bab el-Mandeb y Golfo de Adén El Estrecho de Ormúz y Golfo de Omán.[4]
Golfo de Tailandia o Golfo de Siam
Está localizado en el mar de la China Meridional y está rodeado por Malasia, Tailandia, Camboya y Vietnam. El golfo es relativamente poco profundo y poseedor de riquezas petrolíferas y de gas y es un medio trascendente para el intercambio turístico y comercial entre los países que tienen costa en él.
Estrecho de Malaca
Está localizado entre la costa occidental de la península malaya y la isla indonesa de Sumatra (Fig.2)
Es un importante corredor marítimo que une, al norte, el mar de Andamán, mar marginal del océano Índico, y al sur el mar de la China Meridional. Tiene alrededor de 800 km de largo, con un ancho medio entre 50 km y 320 km.
Tiene solo 2,8 km de ancho en su punto más angosto, el estrecho de Philips, en el estrecho de Singapur. En su parte media se encuentra su mínima profundidad la que condiciona el calado de los buques que lo atraviesan. En la parte sureste, el estrecho comunica con el estrecho de Singapur y está cerrado por varias islas del grupo del archipiélago de Riau que permiten la navegación por varios canales de paso.
Fig.2
Es la principal vía de abastecimiento de petróleo de dos de los principales consumidores mundiales, Japón y China. En promedio, 150 barcos pasan a diario a través del estrecho que es una ruta de navegación importantísima ya que vincula todo el mar de la China Meridional con el océano Índico y con Europa vía canal de Suez.
Estrecho de Singapur
Es una vía navegable de aguas profundas que conecta el sur del mar de la China Meridional, al este, con el estrecho de Malaca, al oeste, una ruta obligada para todo el tráfico marítimo que vincula el océano Pacífico y el océano Índico por lo que es una zona de altísima densidad de navegación, ya que proporciona el paso a las aguas profundas del puerto de Singapur (Fig.3).
Tiene una longitud de 105 km de este a oeste y 16 km de norte a sur. En su orilla norte se encuentra el puerto de Singapur uno de los mayores del mundo en cuanto a volumen de carga movida anualmente. El estrecho se bifurca hacia el sur en los estrechos de Durian y Riau.
Fig.3
Estrecho de Makasar
Separa la isla de Borneo y la isla Célebes, en Indonesia. Comunica el mar de Célebes, al norte, con el mar de Java, al sur. Su importancia radica en que es un área de navegación alternativa para los navíos oceánicos que encuentran dificultades para pasar por el estrecho de Malaca (Fig.4)
Fig.4
Estrecho de Corea
Es el canal occidental del estrecho que se encuentra entre el extremo meridional de la península de Corea y la isla japonesa de Kyushu, conectando el mar del Japón con el mar de China Oriental. Es la continuación del estrecho de Tsushima de gran utilidad en las comunicaciones entre Corea y Japón (Fig.5).
En Corea del Sur existen varios puertos cercanos al estrecho, como los de Busán, Jinhae o Masan. Varias líneas marítimas atraviesan diariamente los trayectos Busan-Fukuoka o Busan-Shimonoseki.
Fig.5
Así se podría continuar incluyendo información sobre la importancia geográfico-estratégica del área, pero lo importante ha sido dejar ver la perspectiva de algunas áreas de valor estratégico, que son decisivas para el comercio con Asia y que no por eso están exentas de conflictos entre los Estados tributarios.
Potencias militares y alianzas estratégicas
Al igual que los indicativos económicos y sociales, las diferencias del potencial militar también son extremas. China sobresale por sus cantidades de personal y material, seguida por India y Corea del Norte. Como también es notorio, que países con Índice de Desarrollo Humano de los más bajos del mundo, poseen un gran potencial militar. Pero fácilmente la explicación se encuentra en los desafíos y amenazas a la seguridad y soberanía de los Estados.
Tampoco puede estar ausente en esta perspectiva el potencial militar y la influencia en las relaciones de poder que ejercen los Estados Unidos. Más aún al conocer la jurisdicción del Comando del Pacífico de los Estados Unidos, USPACOM, que abarca aproximadamente 105 millones de millas cuadradas, casi sesenta por ciento de la población mundial, treinta y seis países, veinte territorios dependientes, y diez territorios que son posesiones de Estados Unidos.
Este comando se encarga de preservar y proteger cinco de los tratados de defensa mutua que ha firmado Estados Unidos con sus aliados de Filipinas, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Japón.
Además, la zona de responsabilidad abarca la defensa de Taiwán, cuya relación con los Estados Unidos se rige por la Ley de Relaciones con Taiwán (firmada en 1979). Por otra parte, el Tratado de Defensa Colectiva, todavía existe y une formalmente a los EE.UU. con Francia, Australia, Nueva Zelanda, Tailandia y Filipinas.
A la perspectiva reseñada, se agrega el rol que están ejerciendo las organizaciones internacionales gubernamentales, como las Naciones Unidas; la Asociación Sudasiática para la Cooperación Regional; el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC); y fundamentalmente la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Esta última, creada en 1967, tiene como objetivos acelerar el crecimiento económico y fomentar la paz y la estabilidad regionales. Además, la ASEAN ha establecido un foro conjunto con Japón, y sostiene un acuerdo de cooperación con la Unión Europea.
Conflictos vigentes
Los conflictos vigentes en la zona de estudio y que involucran de diferentes formas a los Estados que nos hemos referido, dejan ver que la mayoría de las controversias están relacionadas con problemas de delimitación territorial y acceso a recursos estratégicos. Pese a ello, también al interior de cada uno de los países existen diversos problemas de criminalidad y violencia de todo tipo.
Por lo anterior, la primera referencia a tomar en cuenta, es el Índice de Paz Global, respecto del cual, cabe recordar, que se trata de un indicador que elabora el Instituto para la Economía y la Paz, junto al Centro para la Paz y Estudios de los Conflictos de la Universidad de Sydney, con datos procesados por la Unidad de Inteligencia del semanario británico The Economist.
Los parámetros considerados en este índice incluyen variables internas como los niveles de violencia y criminalidad, pero también externas, como el gasto militar y las guerras en las que los Estados están participando.
En el Índice aludido, se observa que de los países respecto de los cuales nos hemos referido en esta exposición, cinco de ellos están catalogados dentro de los más conflictivos del mundo, como India, Corea del Norte, Myanmar, Tailandia y Filipinas.
Como asimismo, cinco están catalogados dentro del grupo de los menos conflictivos, como Japón, Malasia, Australia, Singapur y Vietnam. Nótese que en esta clasificación, China ocupa el lugar 89 y Estados Unidos el puesto 88, uno menos que China.
Conflictos específicos
En India, los conflictos de Assam y Nagalandia. En Assam, al nordeste de la India, lugar al cual han llegado numerosos inmigrantes procedentes de Bangladesh, lo que ha creado una serie de grupos nacionalistas que buscan la liberación de la región. En Nagalandia, el problema es con las tribus tibetano-birmanas cristianizadas que luchan por su independencia desde mediados del siglo XX.
Además, perdura el conflicto entre India y Pakistán por la región de Cachemira, con dos dimensiones: una interestatal, con la disputa de la frontera entre la India y Pakistán por la región de Cachemira; y una intraestatal, la lucha de los grupos armados de oposición musulmanes dentro del estado indio de Jammu-Cachemira contra el poder central de la India.
En China, el Tibet continúa luchando por su autonomía. En las últimas décadas, tanto el Dalai Lama como numerosas organizaciones de derechos humanos han denunciado la represión, la colonización demográfica y los intentos de aculturación que sufre la población tibetana, una parte de cuyo territorio tiene el estatus de región autónoma.
Respecto de Taiwan, basta decir, que el 14 de marzo del 2005 China aprobó la Ley Anti-Secesión, que autoriza de forma explícita el uso de la fuerza para recuperar el control de un territorio sublevado, ley hecha "a la medida" para el caso de Taiwán, considerado como un territorio rebelde desde que el comunismo tomó el poder en la zona continental en 1949.
En Myanmar persisten dos tipos de conflictos: el derivado de la lucha por la democratización del país y el de los derechos reclamados por minorías étnicas. Para dimensionar el problema, cabe señalar que es un país poblado por 50 millones de personas, divididas en 135 grupos y subgrupos étnicos que practican diferentes religiones, mientras que el régimen es budista.
En Filipinas, aunque se trata de un país predominantemente católico, en las últimas décadas han surgido grupos armados musulmanes, así como también guerrillas comunistas. En los años noventa, surgió un nuevo grupo radical y terrorista, Abu Sayyaf, que pretende instaurar un estado islámico en el sur del país, opera principalmente en el archipiélago de Sulu.
Se agregan al panorama anterior, las situaciones confrontacionales entre Corea del Norte y Corea del Sur; la controversia entre Corea del Sur y Japón por las islas Dokdo o Takeshima; la fuerte disputa entre Japón y China por las islas Senkaku o Diaoyu en el Mar del Este de China; las islas Paracel que China le disputa a Vietnam; y las Spratly, donde se cruzan los intereses de China, Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunei. Por mencionar algunas de las situaciones conflictivas de Asia.
Conclusiones
Chile y diversos países se proyectan con expectativas comerciales y de todo tipo hacia Asia y el Pacífico Sur. La Alianza del Pacífico es un claro indicativo de ello. Pero junto a los beneficios económicos que esta relación puede representar, se generan relaciones de dependencia desde el punto de las conveniencias estratégicas, ya que las alianzas implican beneficios pero también compromisos.
Los mejores ejemplos de ello, son las relaciones de Estados Unidos con la India y Pakistán, los estrechos vínculos que ha ido forjando con Australia y Filipinas, como también las relaciones de Estados Unidos con Corea del Sur y Japón. De paso, no podemos olvidar las bases norteamericanas en los últimos países mencionados.
Desde la perspectiva anterior, el realismo implica aceptar, que las relaciones de poder en Asia están circunscritas a la forma en cómo las vean China y Estados Unidos, y particularmente, que estos Estados comprendan el rol regional que a cada uno le compete. Por ende, la sintonía en la política exterior entre ambos países, será el referente del orden internacional y la posibilidad cierta de facilitar el progreso mundial.
El rápido desarrollo económico de algunos países ha llevado implícito un mayor presupuesto para adquirir y actualizar material bélico, como es el caso de China, India, Singapur, Malasia, Tailandia, Indonesia y Vietnam. Desde el punto de vista de los poderes nacionales, una simple mirada a los gastos comparativos de defensa de China y Estados Unidos y sus eventuales aliados, permite apreciar las extremas diferencias y el predominante poder militar de Estados Unidos, que pese al desarrollo y crecimiento de China, todavía deberán mediar muchos años para disminuir la brecha en capacidades militares.
Se agrega a lo anterior, que en esta área del mundo, la competencia por los misiles estratégicos con diferentes capacidades está desatada. China, India, Corea del Norte y Corea de Sur están dando continuas demostraciones de sus capacidades y sus respectivas industrias de defensa se esfuerzan por el aumento del alcance de estas armas, a tal extremo, que Estados Unidos ha convenido e intensificado con la Unión Europea el despliegue del escudo antimisiles.
En la actualidad, países del Sud este asiático como Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia, Filipinas y Vietnam, se encuentran enfocados en potenciar y modernizar su poder naval, principalmente por el resurgimiento de demandas territoriales en el mar sur de la China.
En el mismo sentido, potencias militares regionales ya consolidadas como son la India, China, Corea del Norte y del Sur, continúan aumentando sus inventarios navales, incluyendo portaviones y submarinos nucleares. Ahora último, China ha realizado el mayor ejercicio naval de los últimos años en el mar de China Oriental, con la velada intención de demostrar fuerzas y disuadir a Japón de sus pretensiones de territorio insular.
En el caso de los EE.UU., que cuenta con el despliegue de sus principales bases militares en Corea del Sur, Japón y Filipinas, se ha visto obligado a fortalecer su influencia en la región a través del Pacific Command, materializando nuevos acuerdos de cooperación militar con India, Singapur y Tailandia. Continuando con el apoyo y entrenamiento junto a las fuerzas armadas de Corea del Sur y en un corto plazo se comprometió a efectuar la reubicación e incremento de sus bases militares desplegadas en Japón y Filipinas respectivamente. Además de negociar los acuerdos para construir nuevas instalaciones militares en Nueva Zelandia y Australia.
La respuesta a lo anterior, se encuentra en la importancia geoestratégica del estrecho de Malaca, del Golfo de Omán, del Estrecho de Ormúz y Golfo de Tailandia o de Siam y del Estrecho de Singapur, entre otros, que son motivo suficiente para valorizar esta área del mundo a partir del impacto que tienen en las comunicaciones marítimas, y por ende, en los intereses de las principales potencias mundiales.
Finalmente, proyectar las relaciones comerciales al Asia y Pacífico Sur no es un desafío menor. No se trata tan solo de comercio más o menos, sino que a partir de este tipo de contactos y beneficios, surgen vínculos que están más allá de los asuntos económicos y que involucran compromisos estratégicos, formando parte de alianzas o al menos concordando respecto de sus fines.
Bibliografía
Bertrand Badie y Dominique Vidal (dirs), El Estado del Mundo 2012, Madrid: Editorial Akal, 2011.
Brzezinski, Zbigniew, El gran tablero mundial, Barcelona: Editorial Paidós, 1998.
Brzezinski, Zbigniew, El Juego Estratégico, Buenos Aires: Editorial Planeta, 1988.
Coutau-Bégarie, Hervé, Traité de Statégie, Paris: Económica, 2006.
Kissinger, Henry, China, Buenos Aires: Editorial Debate, 2012.
Kissinger, Henry, Diplomacia, Barcelona: Ediciones B, S.A., 1996.
Kissinger, Henry, Mis Memorias, Buenos Aires: Editorial Atlántida, S.A., 1979.
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Autor:
Crl (R) Rodolfo Ortega Prado[5]
Doctor por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente se desempeña como profesor del Departamento de Estudios Estratégicos de la Academia de Guerra.
[1] Kissinger, Henry, Mis Memorias, Buenos Aires: Editorial Atlántida, S.A., Tercera edición, 1979. p.226.
[2] Bertrand Badie y Dominique Vidal (dirs), El Estado del Mundo 2012, Madrid: Editorial Akal, 2011.
[3] Caquette, Dominique, El Estado del Mundo 2012, Madrid: Editorial Akal, 2011, p.326.
[4] Ver el artículo de Ortega Prado, Rodolfo, “Oriente Próximo: Escenario Geopolítico y Geoestratégico. Remanentes disociadores”, AA.VV. , Memorial del Ejército Nº 488, 2012, pp.53-72.
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