Tomado de la obra Filosofía Jurídica y Política de Miguel Omar Cevedo Marín
"El capital y el trabajo son dos poderes independientes unidos por lazos naturales, pero que se mantienen generalmente en campos opuestos"
Lewis Henry Morgan
(1818-1881)
Hijo de Jedediah y Harriet Morgan, nació en Aurora (Nueva York) el 21 de noviembre de 1818, estudió en la Cayuga Academy y en el College Union donde conoció al indio Ely Parker quien le interesó en los problemas de los aborígenes americanos. Fue electo como miembro de la American Association for the Advancement of Science y del Smithsonian Institute. Se casó en 1851 con Mary Steel quien era una pariente suya lejana. Aunque se graduó de abogado, su vocación real fue la de antropólogo, pero prefirió hacer fortuna como abogado, para luego dedicarse libremente a lo que más le gustaba, que era el trabajo de campo en las zonas indígenas, ya que de lo contrario, seguramente, sería un profesor universitario en alguna universidad neoyorquina. Llegó a dominar el griego antiguo y el latín. Murió en Rochester N.Y. el 17 de diciembre de 1881. Fue llamado por Marx y Engels como "el yanqui Morgan".
Al igual que Jefferson Davis, consideraba al centralismo como una tiranía, y a la descentralización, como paradigma de la libertad. Por ello, y pese a la influencia prebisteriana que en él ejercía el Reverendo J. H. Mc. Llavame (amigo de su esposa), Morgan se rehusó a pertenecer a esta iglesia cristiana donde la descentralización de la autoridad no era su principal virtud; por eso, Morgan sostuvo la frase "Centralicemos la propiedad en unos cuantos y los otros millones estarán sometidos a la propiedad".
Esta posición contra Jefferson Davis se radicalizó cuando a raíz de la guerra civil norteamericana entre los unionistas y los confederados, Morgan se manifestó partidario de estos primeros declarándose abolicionista, y solicitó que a éste (Jefferson Davis), les fueran confiscadas sus propiedades, y que igualmente, fuera expulsado del país. Inclusive, en 1868 denunció el plan de transición del Presidente Johnson con los sureños dueños de esclavos.
Evidentemente, su ascendencia yanqui y el momento histórico que le tocó vivir, le impedía una mayor y mejor comprensión de la realidad que se vivía en la Confederación del Sur.
En los muchos viajes que realizó a distintas partes de los Estados Unidos en la década de los cincuenta, notó que las formas de organización social en más de 139 tribus, eran impresionantemente similares a la estudiada por él de los indios iroqueses. También en esta década se mostró como buen inversionista al colocar grandes cantidades de dinero en la Morgan Iron Co., y en un ferrocarril de Michigan que le permitió acumular una buena fortuna, por lo que decidió en 1862 retirarse para dedicarse a la investigación científica. Al morir dejó una herencia de cien mil dólares.
Si bien, el evolucionismo ―desde el punto de vista cientνfico―, aparece con Lamarck y Darwin en el campo de las ciencias naturales; y el positivismo, tiene su fundador en Augusto Comte, podríamos indicar, que el puente de enlace entre las ciencias naturales y las ciencias sociales, entre el evolucionismo y el positivismo será indudablemente Lewis Henry Morgan.
Las distintas formas de parentesco familiar examinadas en las familias consanguínea, punalúa, sindiásmica, patriarcal y monógama darán a Morgan, no sólo el merecido calificativo de Padre de la Etnología; sino más aún, Padre de la moderna Antropología Social.
Su trabajo sobre los indios iroqueses, no se conforma con ser el primero que se realiza, con rigor científico sobre una tribu indígena en la historia de la humanidad; sino que también, su seriedad y profundidad lo llevan a convertirlo más que una obra clásica, es decir, será una cásica referencia de estudio sobre cualquier tipo de investigación científica que hasta hoy en día, se pretenda realizar sobre cualquier variedad de grupos indígenas en el mundo.
Las correcciones que se les han hecho a este trabajo "La Sociedad Primitiva", no han sido para descalificarlo ni para mellar su calidad, sino por lo contrario, han servido para mejorarlo y para refundar en los investigadores, el gran alcance y significado del mismo.
Morgan no sólo es un estudioso del presente y del pasado; sino que también, su obra se proyecta positivamente para el futuro de la humanidad dentro de una concepción de democracia, fraternidad, igualdades en los derechos y educación cuando asienta: "It Hill be a revival, in a higher form, of the liberty, equality and fraternity of the ancient gentes".
De ahí, que Alfredo L. Palacios, al referirse a la supervivencia del hombre, con palabras propias, cree que en Morgan: "La vida del hombre y de los grupos sociales se concreta en una acción y reacción permanente entre la materia y el espíritu".
Posteriormente, Palacios interpretando a Carle, enlaza el pensamiento morguiano al mundo jurídico cuando dice: "La idea de Justicia, es la idea directriz de la sociedad. De ahí, el afán misterioso por alcanzar el ideal dentro de los hechos humanos, contingentes y transitorios, en los cuales debe aplicarse el Derecho, y que sin duda, constituyen el elemento particular mudable y caduco, frente al elemento unificado que es la idea de Justicia, según lo reconoce Carle, quien afirma con razón, que el Derecho se desenvuelve entre dos corrientes opuestas, una que parece corresponder al elemento espiritual, la otra al elemento material, y de cuyo enlace resulta la personalidad humana; y así ésta, mientras de una parte, tiende a satisfacer las más nobles aspiraciones del espíritu, por la otra, lleva el sello de las más humildes necesidades de la vida. Y la fuerza se va subordinando a la razón, en virtud de la ley de espiritualización progresiva".
Entre sus obras encontramos: "The League of the Iriquois" o "La Liga de los Ho-de-no sau-nee o Iroqueses" (en 1851); "Systems of Consanguinity and Affinity of the Human Family" o "Sistema de Consanguinidad y Afinidad de la Familia Humana" (en 1864); Ancient Society of Research in the Lines of Human Progress from Savagery through Barbarium to Civilization" o "La Sociedad Antigua", también, como "La Sociedad Primitiva" (en 1877); Houses and House-life of the American Aborigines" o "Casas y Vida casera de los Aborígenes Americanos" (en 1881).
Para Morgan, los gérmenes del gobierno deberán ser buscados en la organización de "gentes" en el estadio del salvajismo, siguiendo progresivamente esta institución hasta el establecimiento de la sociedad política. Él piensa, que la "gentes", la "fratria" y la "tribu", se inician en el estadio superior del salvajismo; y luego estas tres, cubrirán todo el período de la barbarie.
La propiedad tuvo una formación lenta y endeble durante largos períodos en el salvajismo, pero, a través de la experiencia, se pudo desarrollar el germen que permitirá en la civilización, que el cerebro humano desarrollara su pasión por ésta ―la propiedad―, por encima de otras pasiones.
Esto condujo ―segϊn Morgan―, a establecer la sociedad polνtica sobre la base de territorio y de propiedad. Considera la propiedad, como la parte más notable de la historia mental del género humano.
Al lado de las invenciones y descubrimientos, crecieron las ideas de gobierno, familia y propiedad.
El gobierno (según Morgan), está sustentado en dos planes generales; siendo el primero de orden cronológico y fundándose en las personas, y sus relaciones puramente personales, en la que se distingue como sociedad. La "gens" como unidad, al lado de la "fratria" y de la "tribu", al confederarse cada una, constituyen un pueblo o nación ("populus"). Posteriormente, la coalición de tribus sustituyó a la confederación de tribus, que al ocupar áreas independientes, conformaron una nación.
El segundo orden ―segϊn Morgan―, se funda sobre el territorio y la propiedad para constituir el Estado ("civitas"). La sociedad política está conformada sobre áreas territoriales que se ocupan, tanto de la propiedad, como de las personas. Por ello, es que Morgan considera a la propiedad como la parte más notable de la historia mental del género humano, ya que va a ser ―la propiedad―, el corolario de la propia civilizaciσn.
La organización de la sociedad en Morgan, se inició sobre la base del sexo; luego la del parentesco; y finalmente, la del territorio.
Al respecto, consideraba que los antepasados remotos de las naciones arias (léase indo-europeas o germánicas y latinas), pasaron por una experiencia semejante a los de las tribus bárbaras o salvajes del tiempo actual (en la época de Morgan debe entenderse como la correspondiente a los indígenas americanos).
En cuanto a los períodos étnicos, considera que existen tres: el salvajismo, la barbarie y la civilización.
El salvajismo, lo divide en tres subperíodos que son: el inferior, el medio y el superior.
La barbarie, igualmente la divide en tres subperíodos que son: el estadio inferior, el medio y el superior.
De la civilización, aunque es sólo una, sin embargo se observa en ella una antigua y otra moderna.
El período inferior del salvajismo, es aquél que comienza con la infancia del hombre y culmina con la adquisición de una subsistencia a base del pescado y del conocimiento del uso del fuego. El hombre comía frutas y nueces, y comenzaba a hacer uso de la palabra articulada.
El período medio del salvajismo se inicia al final de inferior, y termina con la invención del arco y de la flecha. El hombre comienza a migrar a distintos territorios en pos de la caza y de asentarse en nuevos territorios.
El período superior aparece donde había finalizado el anterior, es decir, con el arco y la flecha, y en él, se crea y desarrolla la alfarería.
El estadio inferior de la barbarie la divide ―Morgan―, segϊn sea, para el hemisferio oriental (lιase el continente europeo), donde se traduce en la domesticación de animales; mientras que en el occidental (léase el continente americano), se caracteriza por el cultivo del maíz y el riego de las plantas.
El estadio medio de la barbarie culmina con la fundición del hierro. Aquí podrían estar otros minerales, lo que importa en todo caso, es la fundición de los mismos.
En cuanto al estadio superior de la barbarie, lo identifica Morgan con el alfabético fonético y el uso de la escritura en la composición literaria.
La civilización ―como hemos dicho―, la divide en antigua y moderna, observαndose dentro de ella, que la disciplina que nos compete (la filosofνa), y especialmente, la Filosofía del Derecho y del Estado, surgirían dentro de la clasificación morguiana (opinión nuestra), en la antigua ―greco-romana― la propia filosofνa y sus reflexiones sobre la Justicia, la moral y el Estado. Durante el cristianismo el Derecho Natural. En la civilizaciσn moderna, y de manera más formal y específica en el Renacimiento la Filosofía Política, y dentro del historicismo con Hegel la Filosofía del Derecho.
Con relación a la demarcación de estos períodos étnicos, el mismo Morgan admite su flexibilidad, al indicar que Edgard B. Tylor observaba: "…que el arte de tejer era desconocido en la mayoría de las islas apartadas del Asia".
Igualmente, que el Reverendo Lorimer Fison apuntaba que: "…los australianos no poseían géneros tejidos ni alfarería, y desconocían, el arco y la flecha".
Para Morgan, las tribus griegas y latinas de los períodos de Homero y Hesíodo ofrecían el más alto ejemplo del estadio superior de la barbarie.
Inferior: uso del fuego.
Salvajismo Medio: invención del arco y de la flecha.
Superior: creación de la alfarería.
Estadio Inferior: domesticación de animales, cultivo. Períodos étnicos Barbarie Estadio Medio: fundición del hierro.
. Estadio Superior: alfabético fonético y escritura.
Antigua (griegos y latinos)
Civilización
Moderna (nuestra era)
Clasificación de los períodos étnicos según Lewis H. Morgan.
En cuanto a la subsistencia de los hombres, Morgan la divide en cinco formas, que cubren los dos períodos del salvajismo y de la barbarie.
La primera correspondía al hombre recolector de frutas y de nueces, que debió haber existido dentro de un clima tropical.
A ésta, se le añadió como segunda, la subsistencia a través de la pesca, que le permitió vivir en muchos lugares y en todos los climas ya que los peces tanto por su distribución geográfica, como por sus condiciones de adaptación climática, resultan universales y abundantes en su cantidad, pudiendo pescarse en cualquier tiempo, y en aguas dulces y saladas.
Posteriormente, se produjo la caza y el cultivo de cereales. Paralelamente a esto último, en las naciones arias, se domesticaron los animales, cerrándose así el ciclo del salvajismo, y naciendo el de la barbarie.
Consideraba Morgan, que la horticultura parecía haber surgido más bien para satisfacer las necesidades de los animales domésticos, que las del hombre.
La subsistencia a base de carne y de leche; así como las ilimitadas por medio de la labranza de los campos, corresponden
fundamentalmente ―segϊn Morgan―, a la barbarie.
Estos períodos étnicos conformaban también, un determinado grado de desarrollo social en cuanto al parentesco de los individuos. Aquí es donde Morgan, se separa de otros científicos positivistas que no se habían detenido a observar este fenómeno social.
Morgan nos va a hablar de cinco tipos de familia atendiendo a su parentesco filial que son: la consanguínea, la punalúa, la sindiásmica, la patriarcal y la monógama.
La primera (consanguínea), es la que se constituye por medio del matrimonio entre hermanos y hermanas en un mismo grupo. Fue la más antigua y universal. El término hermano ―en Morgan―, supone tanto a los grados mαs cercanos como a los más remotos.
Podríamos señalar hoy, que este tipo de relación que en nuestra sociedad conocemos mejor como incestuosa, fue probablemente la que mayor tiempo haya durado en la historia de la humanidad; tanto así, que ella sola, probablemente haya sido mucho más larga que todas las demás juntas.
La segunda (punalúa), deriva su nombre de la relación familiar hawaiana. Es el matrimonio de varios hermanos con las esposas de los otros, o de varias hermanas, con los esposos de las otras.
Uno de los hechos históricos que nos recuerdan este tipo de relación fue el conocido y legendario "rapto de las sabinas".
La tercera forma de familia (sindiásmica), proviene de la palabra "syndyazo", "parear", "syndyamos", "unir" a dos juntamente. Es la unión de un hombre y una mujer bajo la forma de matrimonio, pero sin cohabitación exclusiva.
Este tipo de familia es ubicada por Morgan exclusivamente en el período de la barbarie; sin embargo, podríamos afirmar que muchos matrimonios contemporáneos, en donde dentro de la relación de pareja cada uno es infiel al otro, no es más que una forma renovada de la familia sindiásmica.
En la "Civitas Solis" de Campanella, vemos como el Príncipe Amor, hacía algo similar con el denominado apareamiento libre de las parejas. No se queda atrás Aldous Huxley, cuando en su obra "Un mundo feliz", dentro de un mundo fordiano nos presentaba algo similar.
La cuarta forma de familia (patriarcal), que era muy común entre los antiguos hebreos, y recientemente en los mormones en Utah en los Estados Unidos, en Dahomey dentro del África septentrional, y en los musulmanes, se funda en el matrimonio de un varón con varias esposas, pero con cohabitación exclusiva.
En esta familia patriarcal, que algunos asocian al llamado "harem", se puede decir que con ella comenzó la deseada fidelidad entre hombres y mujeres. En algunas sociedades como la mongol se da la poliandría, que significa, la unión entre una mujer y varios hombres.
Sin embargo, la patriarcal, calificada como poligamia en las legislaciones contemporáneas, permitía que los hombres, atendieran a sus esposas diligentemente en sus obligaciones conyugales. Evidentemente, si admitimos las ideas de Schopenhauer, que señalaba la fidelidad como natural en las mujeres y artificial en los hombres, la poligamia dentro de la historia de la humanidad no sólo se justificaba en los hombres por su predisposición a lo atractivo de la diversidad dentro del sexo; sino también, por la desigualdad numérica entre miembros de cada sexo, ya que las continuas guerras traían como consecuencia la pérdida de millares, y muchas veces millones de hombres, sólo dejando muchas veces, poblaciones llenas de mujeres de todas las edades, niños, ancianos y hombres incapacitados. Amen, que esas mujeres jóvenes, se consideraban codiciados botines de los triunfadores para saciar sus deseos sexuales.
En otras oportunidades, además del número alto de hombres que se entregaban al celibato religioso, existían otros que por lo contrario, tenían numerosas esposas para poder con ello propagar su fe religiosa a través de su progenie. Tal es el caso de Joseph Smith quien tuvo unas 27 esposas; hecho éste recogido en la obra "La esposa 26" del célebre novelista Irving Wallace.
La quinta y última forma de familia de Morgan (monógama), se fundamenta en la unión de un hombre y una mujer, pero con cohabitación exclusiva. Es la más generalizada dentro de los códigos civiles de la sociedad contemporánea.
Lo importante de toda la anterior clasificación morguiana, es que por un lado, determina los grados de desarrollo material y cultural del hombre con los vínculos de afinidad que por el parentesco se conforma en las familias; y por otro lado, el surgimiento paralelo que se presenta en cada una de estas formas de organización social, implicándose dentro de esta, el Estado y el Derecho.
Dentro de un período histórico, donde el cientificismo pretendía hacer estragos en el pensamiento filosófico, y por ende, en el iusfilosófico, sirvió esta taxonomía morguiana, no sólo para entender el origen y el desarrollo de las normas jurídicas dentro de cada estadio de la humanidad; sino también, para explicar porqué es necesario la aplicación del "Principio de la comunicabilidad" como método jurídico, atendiendo en ello, el grado de desarrollo de los pueblos.
Morgan indudablemente, logró tender puentes entre el evolucionismo y el determinismo reinante en el positivismo de los siglos XVIII y XIX y la filosofía social, jurídica y política desde ese entonces hasta nuestros días.
"Cuando se presente la crisis de nuestro destino como República libre, se verá que los de nuestro país, que son principalmente campesinos, mecánicos y jornaleros, serán los preservadores de nuestras instituciones y los defensores de nuestras libertades".
"La historia de la raza humana es una en su origen, una en su experiencia y una en su progreso"
"Los inventos y descubrimientos se hallan en una relación seriada en las líneas del progreso humano y registran sus etapas sucesivas; mientras que las instituciones sociales y civiles, en virtud de su contacto con las necesidades humanas, se han desarrollado de unos pocos gérmenes primarios del pensamiento".
"Las principales instituciones del hombre se originaron en el salvajismo, se desarrollaron en la barbarie y maduraron en la civilización"
"La idea de propiedad ha experimentado un crecimiento y un desarrollo semejantes. Comenzando en cero en el salvajismo, la pasión por la posesión de la propiedad, como exteriorización de la subsistencia acumulada, ha llegado ahora a dominar la mente humana en las razas civilizadas".
"El hombre es el único ser, de quien se pueda decir, que ha logrado el dominio absoluto de la producción de alimentos".
Miguel Omar Cevedo Marín