- Clasificación de la violencia
- ¿Qué es ser hoy un barra brava?
- ¿Policías en acción?
- La Asociación de Fútbol Argentina (AFA)
- Árbitros, también generadores de violencia
- El rol de la prensa
- Papel del Estado
- Conclusión
- Bibliografía
En la actualidad la violencia se hace presente en diferentes actos de la vida humana, como por ejemplo en las relaciones laborales, familiares, personales, etc., con lo que se hizo inevitable su aparición en el deporte, una de las actividades más importantes de la vida contemporánea.
Para comprender este fenómeno, creemos conveniente aclarar el concepto de violencia:
"El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones[1]
Clasificación de la violencia
Violencia autoinflingida: La violencia autoinfligida comprende el comportamiento suicida y las autolesiones. El primero incluye pensamientos suicidas, intentos de suicidio también llamados "parasuicidio" o "intento deliberado de matarse" en algunos países y suicidio consumado. Por contraposición, el automaltrato incluye actos como la automutilación."
Maltrato a los mayores: el maltrato de los ancianos consiste en realizar un acto único o reiterado o dejar de tomar determinadas medidas necesarias, en el contexto de cualquier relación en la que existen expectativas de confianza, y que provocan daño o angustia a una persona mayor". Por lo general, el maltrato se clasifica en las categorías siguientes:
• Maltrato físico: causar dolor o lesiones, ejercer coerción física o restringir la libertad de movimientos mediante la fuerza o el uso de drogas.
• Maltrato psíquico o emocional: infligir sufrimiento psíquico.
• Abuso económico o material: explotar a una persona mayor o hacer uso de sus fondos o recursos en forma ilícita o indebida.
• Abuso sexual: mantener contacto sexual no consentido de cualquier tipo con una persona mayor.
• Descuido: negarse a cumplir con la obligación de atender a una persona mayor, o no cumplirla. Esto puede entrañar o no la tentativa, consciente e intencional, de causar sufrimiento físico o emocional a la persona mayor.
Maltrato al menor: El maltrato de menores abarca todas las formas de malos tratos físicos y emocionales, abuso sexual, descuido o negligencia o explotación comercial o de otro tipo, que originen un daño real o potencial para la salud del niño, su supervivencia, desarrollo o dignidad en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder.
Violencia Juvenil: Los adolescentes son la población más afectada por todo tipo de violencia. Esta no sólo se limita a la agresión física, sino que también incluye el abuso sexual, verbal y emocional y el abandono. Al mismo tiempo, se ve a menudo influenciada por los mensajes agresivos y violentos producidos por los medios de comunicación masiva. Además de ser las víctimas más usuales, los jóvenes son quienes con mayor frecuencia ejecutan actos violentos. Las características individuales, experiencias familiares, el acceso a armas de fuego, alcohol, drogas, violencia política y social afectan con más frecuencia a este grupo de edad, principalmente a los varones. Estas conductas son aprendidas y con frecuencia se originan en un ambiente familiar violento.
Lesiones por tragedias en el tránsito: Se refiere a todo evento que genere pérdidas materiales, muerte o lesiones a personas involucrando cualquier tipo de vehículo de motor en movimiento.
Violencia colectiva: La violencia colectiva se subdivide en violencia social, violencia política y violencia económica.
A diferencia de las otras dos categorías generales, las Subcategorías de la violencia colectiva indican los posibles motivos de la violencia cometida por grupos más grandes de individuos o por el Estado.La violencia colectiva infligida para promover intereses sociales sectoriales incluye, por ejemplo, los actos delictivos de odio cometidos por grupos organizados, las acciones terroristas y la violencia de masas.La violencia política incluye la guerra y otros conflictos violentos afines, la violencia del Estado y actos similares llevados a cabo por grupos más grandes.
La violencia económica comprende los ataques por parte de grupos más grandes motivados por el afán de lucro económico, tales como los llevados a cabo con la finalidad de trastornar las actividades económicas, negar el acceso a servicios esenciales o crear división económica y fragmentación.Violencia interpersonal: la violencia Interpersonal se divide en dos Subcategorías:
La violencia familiar o de pareja: esto es la violencia que se produce sobre todo entre los miembros de la familia o de la pareja, y que por lo general, aunque no siempre, sucede en el hogar.Violencia comunitaria: es la que se produce entre personas que no guardan parentesco y que pueden conocerse o no, y sucede por lo general fuera del hogar.En el primer grupo se incluyen formas de violencia, como el maltrato de los menores, la violencia contra la pareja y el maltrato de las personas mayores. El segundo abarca la violencia juvenil, los actos fortuitos de violencia, la violación o ataque sexual por parte de extraños y la violencia en establecimientos como escuelas, lugares de trabajo, estadios de fútbol, prisiones, y hogares de ancianos."
A continuación explicaremos a que clasificación pertenece la violencia en el fútbol.
Incluimos a la violencia en el fútbol dentro de la Violencia Colectiva, y dentro de la misma en la Violencia Social. El fundamento a esta afirmación radica en el concepto explicitado de Violencia Social, ya que definimos a la violencia en el fútbol como actos delictivos cometidos por grupos organizados y como violencia de masa.
A su vez también se encuentra dentro de la Violencia Interpersonal, dentro de la misma en la Violencia Comunitaria ya que en la violencia en el fútbol se producen agresiones a personas que no guardan parentesco y que pueden ser conocidas o no por los agresores, generalmente este tipo de violencia sucede en establecimientos como escuelas, lugares de trabajo, estadios de fútbol, etc.
Cuando hablamos de deporte hacemos referencia a la "práctica metódica de ejercicio físico[2]Además este concepto trae aparejado la existencia de valores necesarios como la lealtad, solidaridad, auto superación, etc.
La violencia en el deporte ha existido siempre pero en los últimos años su aumento fue desmedido y el grado de violencia, en estos casos, es extremo.
Para poder introducirnos en la problemática de la violencia en el deporte debemos clasificarlos:
Deporte Educativo: se lleva a cabo dentro del horario y en instalaciones escolares, formando parte de los contenidos de la educación física, dirigido por profesionales.
Deporte Recreativo: con una finalidad de diversión y pasatiempo para sus participantes.
Deporte Competitivo: practicado de manera sistemática y organizada, a través de federaciones y clubes, buscando resultados o triunfos como objetivo final.
Deporte Competitivo-Espectáculo: donde esta práctica va unida a un sinnúmero de factores, ya sean económicos, políticos, sociales, que lo convierten en el centro de atención, desplazando a los anteriormente citados en cuanto a su trascendencia social e influenciándolos en lo referido a la creación de estereotipos y transmitiendo valores discutidos en cuanto a sus ventajas inconvenientes[3]
Consideramos a la violencia en el deporte como una problemática muy abarcativa, es por eso que a lo largo de esta monografía nos especificaremos sobre la violencia en el fútbol.
Cuando hacemos referencia al fútbol, nos referimos al "deporte practicado por dos equipos de once jugadores cada uno, en el que éstos intentan con los pies enviar el balón hacia la portería, sin intervención de las manos y siguiendo determinadas reglas[4]
Es importante destacar por qué consideramos a la violencia en el fútbol como un problema, más exactamente, un problema social.
El fundamento a esta afirmación lo encontramos en las causas y consecuencias de este fenómeno. Ambos, causas y consecuencias, nacen y repercuten en la sociedad, parte de la sociedad provoca, incentiva y concreta la violencia, y sus consecuencias vuelven a los generadores, es decir, es una relación de ida y vuelta, aunque en muchos casos las consecuencias también las sufren personas que se encuentran al margen de la violencia en el fútbol, tan solo por ser éstas partícipes de la sociedad.
Con respecto a los resultados de los comportamientos violentos, podemos afirmar que la mayoría son físicos (agresiones y muerte) y económicos. También destacamos las consecuencias en la integridad de las personas involucradas, a lo que se le suma la pérdida del verdadero sentido de este deporte recreativo, competitivo-espectáculo, el fútbol, según la clasificación anteriormente nombrada.
En la actualidad encontramos un grupo de personas, bastante numeroso, que no posee valores, que los ha perdido y que incentiva a otros para que los pierdan. El egoísmo, la violencia, el individualismo y varios antivalores más se apoderaron de muchos ciudadanos.
Por todos estos motivos afirmamos que la VIOLENCIA EN EL FÚTBOL ES UN PROBLEMA SOCIAL.
La violencia en el fútbol es un problema muy complejo, por lo que los responsables del mismo son muchos.
Comenzaremos atribuyéndole el mayor grado de responsabilidad de esta problemática a los barras bravas. Como segundo responsable encontramos a los dirigentes futbolísticos, siguiéndole a los mismos las autoridades públicas (policías), luego la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), los jugadores, técnicos y árbitros, seguido de la prensa, y por último la responsabilidad estatal y de la sociedad en general.
Respetando el orden anteriormente citado comenzaremos explicando la participación de los barras bravas en la violencia en el fútbol.
Al hablar de las personas que asisten a la cancha nos referimos a los hinchas, que no es lo mismo que decir barrabravas. Creemos necesario definir estos dos conceptos para poder utilizarlos correctamente y comprender mejor la problemática.
Los hinchas son aquellos que concurren a la cancha, jóvenes, adultos, ancianos, niños, que tienen una relación afectiva con el club: amor por los colores, por la institución, por el equipo, etc. Si bien estas personas están en contra de la violencia, muchas veces algunas de ellas tienen comportamientos violentos, que se manifiestan a través de canciones, insultos, peleas o algún otro tipo de agresión física, como por ejemplo, el arrojar objetos al campo de juego.
El barra brava se define por una relación económica y/o política con el club y agentes extras (dirigentes, políticos, jugadores, técnicos, etc.). Es decir, el barra brava comienza siendo un hincha que tiene amor por su equipo pero deja de serlo cuando en esa relación de afecto se abre paso a un vínculo por el que puede obtener beneficios propios.
La violencia es aceptada y justificada por los barra bravas como el medio para conseguir sus intereses y asegurar la continuidad del negocio y como obligación moral por la pasión que genera el ser fanáticos de un equipo.
Las causas de este comportamiento y en algunos casos, se relaciona con factores socioeconómicos como el aumento en el índice de pobreza en nuestro país, el contexto en general (familia, amigos) y la falta de educación. Sin embargo, la violencia en el fútbol no sólo es producida por personas de bajos recursos, de hecho, la ausencia de valores como la tolerancia y el respeto se observa en todas las clases sociales. Ejemplo de esto, son las personas que asisten a las plateas, que en su mayoría son de clase media- alta, que no sólo gritan barbaridades a los jugadores, árbitros y técnicos, sino que también arrojan botellas, comida y hasta lanzan escupitajos; agravándose este hecho al manifestarse frente a menores.
¿Qué es ser hoy un barra brava?
En la actualidad existen cada vez más grupos violentos identificados como barra bravas. En la mayoría de los clubes es común la presencia de más de uno, cuyos integrantes por intereses particulares y en una lucha por mantener esta relación económica y/o política, llegan a producir enfrentamientos entre las mismas barras, quedando al margen el afecto por los colores, el club, el equipo.
Los resultados deportivos, la historia de cada club, las rivalidades con opuestos y con policías llevadas al extremo y las concepciones racistas son también factores que producen en algunos hinchas y en los barra bravas la necesidad de manifestarse violentamente, porque este comportamiento es un medio fácil y hasta históricamente utilizado para demostrar quién es el más fuerte, el mejor. Además, la violencia resulta necesaria porque la ostentación de cicatrices y marcas son las prueba indiscutible de la participación en peleas y grescas, lo que afirma el honor y la fuerza del individuo o del grupo.
Uno de los "rituales" respetados al pie de la letra por las barras es el consumo de drogas y alcohol, ya que el mostrar fortaleza también se logra soportando las alteraciones en la conciencia que producen estas sustancias. Además, el estar excitados y descontrolados constantemente, debido al consumo de estas drogas, les permite saltar y cantar durante todo el partido, pero también los hace ser más propensos a generar violencia. Esto no es sólo defendido por los barra bravas, los demás hinchas se unifican, consciente o inconscientemente en esta "defensa" en los cantos y en los insultos, generando así violencia verbal.
La ocupación de espacios, hacer bullicio y empezar los cantos es indispensable para los barra bravas como forma de identificación y por ello es muy común que ocupen un lugar central y visible para todo el estadio. Pero también estos grupos ocupan espacios mayores: los barrios. Esto explica los enfrentamientos que se producen cuando los adversarios o incluso policías transitan por estos lugares, muchas veces para "provocar" o porque simplemente tienen que hacerlo.
Volviendo a la relación económica y/ o política anterior, es importante destacar que los barra bravas logran mantener esta relación por la debilidad o la falta de ética de dirigentes, jugadores, técnicos y políticos, que también tienen sus propios intereses. El negocio aparece cuando barra bravas presionan y/ o amenazan para conseguir dinero, colectivos para ir a los partidos de visitante, puestos de trabajo importantes, entradas para la reventa, camisetas, pelotas, etc. y los agentes nombrados anteriormente, por temor, no tienen otra opción que acceder. Sin embargo, muchas veces este proceso se da a la inversa: son algunos dirigentes futbolísticos y políticos, jugadores y técnicos quienes encuentran en los barra bravas a los candidatos indicados para realizar trabajos sucios o para hacer cantos a su favor o en contra de otros.
Muchas veces, existe también el negocio con los policías, quienes permiten el ingreso a la cancha a los barras bravas (algunos identificados) con drogas, armas, alcohol, explosivos peligrosos, etc. a cambio de dinero o por las mismas amenazas.
Como podemos observar, el círculo que conforma el negocio de la violencia en el fútbol se hace cada vez más complejo e interesante para analizar.
A la responsabilidad de los barras bravas le sigue la de los dirigentes futbolísticos , que son uno de los mayores involucrados en las causas de la violencia en el fútbol.
Como fundamento encontramos al deber, es decir, la responsabilidad atribuida a los dirigentes futbolísticos, ya que son éstos los responsables de lo que suceda dentro de las instalaciones de sus clubes, no desligando así la responsabilidad de los barra bravas, y por lo tanto, deberían ser ellos los que velen por la seguridad de cada hincha que concurre a la cancha.
Por ello es fundamental tener en cuenta la importancia que tiene una adecuada infraestructura en un estadio. Para que éste sea seguro se deberían tomar varias medidas, una de ellas es que las personas que ingresen a la cancha sean socios (lo que implica políticas de los dirigentes futbolísticos para poder atraer a la sociedad a hacerse socios); se deberían eliminar los molinetes por cuestiones de organización y seguridad, ya que si llegase a ocurrir un incidente se haría muy difícil salir; también se debería contar con rampas para poder calmar la salida de las personas, y en caso de que tengan escaleras deberían estar en condiciones por si se presentase algún improvisto. A lo que se le agrega contar con luces artificiales y un grupo electrógeno que las asistan.
Otra cuestión importante a destacar en las medidas de seguridad, es que la mayor cantidad de gente o simpatizantes que asisten al evento se encuentren sentados individualmente en una butaca, así se evitarán incidentes y/ o accidentes que pueda sufrir cualquiera de ellos; también, a su vez, es importante que los servicios que se brinden dentro del estadio (venta de bebidas, alimentos, etc.) se encuentren a una distancia prudente para el espectador.
Cumplidas todas éstas medidas de seguridad, un estadio podría ser considerado seguro. No debemos olvidarnos de la evacuación del mismo, éste debe contar con los medios físicos necesarios, con su respectiva señalización para poder ser evacuado rápidamente.
Las medidas anteriormente nombradas son las que todo estadio debería cumplir, según especialistas en el tema, a partir de la inversión por parte de los dirigentes y aportes de la AFA para los clubes más afectados. También se debería concientizar a las personas sobre el cuidado del estadio en general y de la necesidad de cooperación en las actividades institucionales, así como el pago a tiempo de las cuotas.
Si bien todas estas cuestiones son necesarias a tener en cuenta, la realidad de nuestro país, nos evidencia las precarias y obsoletas estructuras edilicias de la mayoría de los estadios argentinos.
Lo que también esta claro es que el "ideal" de un dirigente futbolístico se encuentra muy lejos de la realidad, sean variadas las causas de éstos.
La actual relación de los dirigentes, en la mayoría de los casos, es de "socios" con los barra bravas. Muchos comparten negocios con éstos, ya que es más que evidente que estos grupos violentos no pueden mantenerse, económicamente hablando, solos, y es en este momento en donde aparece la relación con las máximas autoridades de los clubes. Es precisamente la comisión directiva la que se encarga de dar un cierto número de entradas a los barra bravas para que las revendan, y éste es solo uno de los "pequeños negocios" que realizan ambos, barra bravas-dirigentes futbolísticos. Entre los "trabajos" más comunes de los barras se encuentran: la apropiación de las inmediaciones de los clubes, en donde se hacen cargo del estacionamiento, el "apoyo" a sus equipos, "acompañantes y fomentadores" de algunos políticos (en especial, en momentos de campaña), entre otros.
La influencia de los barras dentro de los clubes, en el presente, es demasiada y en algunos casos los dirigentes no pueden tomar las riendas en sus propios clubes.
Es por esta crítica y grave situación que los "buenos dirigentes" deben aunar fuerzas conjuntamente con las autoridades para combatir la problemática de la violencia en el fútbol.
La solución en gran parte depende de ellos, ya que son ellos los que en el presente tienen el poder para frenar esta triste realidad.
Para poder analizar con mayor precisión la situación actual de las políticas y medidas tomadas por los dirigentes acerca de la violencia en el fútbol, decidimos acercarnos a los dos clubes más importantes de la ciudad de Santa Fe: Unión y Colón.
Al solicitar una entrevista con el actual presidente de Colón, Germán Lerche, obtuvimos una respuesta positiva.
Durante la entrevista hablamos sobre la violencia en el fútbol en general. La opinión del presidente sobre este fenómeno, es que el mismo es un problema social que se plasma dentro del estadio, por consecuencia, sus causas se encuentran en la sociedad y no en el fútbol.
Lerche, no admite la presencia de barras bravas dentro de su entidad, sino que denomina a éstos como hinchas pasionales excitados del fútbol ya que el término "barra bravas" resulta, a su criterio, peyorativo para cualquier persona.
Afirma que el Club Atlético Colón no ha sufrido numerosos ni graves hechos de violencia, gracias a la actuación policial con la cual poseen una estrecha relación de cooperación.
Responsabiliza, además, a la legislación debido a que esta no pena ni sanciona como correspondería, hablando específicamente de la Ley 23.184, conocida como "Ley De la Rua", en la cual el artículo 51 dice:
"Las entidades o asociaciones participantes de un espectáculo deportivo, son solidariamente responsables de los daños y perjuicios que se generen en los estadios".
La solución para el presidente de la entidad, se encuentra en la justicia, la aplicación de leyes y sanciones y una adecuada infraestructura de seguridad, como por ejemplo: un sistema de información computarizado y de última tecnología para controlar quiénes ingresan al estadio y sus antecedentes.
Además para lograr un mayor orden y una mejor convivencia dentro del estadio, la comisión directiva del club atlético Colón elaboró diez recomendaciones para los simpatizantes:
1. Adquirir las entradas con la debida anticipación evitando congestionamiento y molestias previas al evento, logrando de esta manera un ingreso más rápido y cómodo.
2. Las personas que no posean entradas deberán permanecer alejadas de los portones y puertas de acceso.
3. Evitar pagar la cuota societaria el mismo día del partido.
4. Concurrir al estadio con la debida antelación, recomendándose treinta minutos antes del horario de comienzo del partido, a los efectos de evitar situaciones que conlleven peligros a la integridad física.
5. No intentar el ingreso con objetos que puedan ser utilizados como medios contundentes o con elementos de pirotecnia.
6. No ingerir bebidas alcohólicas en las adyacencias del estadio.
7. En todo momento y situación el comportamiento debe ser acorde a las normas impuestas, evitando situaciones que perjudiquen a la institución. respetando en todo momento las indicaciones de la organización del espectáculo.
8. No arrojar elementos dentro del campo de juego.
9. Abstenerse de trepar el tejido perimetral del campo de juego.
10. Permanecer en sus lugares y butacas una vez finalizado el evento, esperando que se habiliten las puertas de salida a los efectos de lograr una desconcentración más segura y tranquila, evitando la concentración sobre las puertas de egreso cuando permanecen cerradas.
En el club Unión realizamos una entrevista a Mónica Ediguer, representante de la Comisión de Damas del Club Atlético Unión, ya que cuando solicitamos una entrevista con el actual presidente del club, Juan Vega, no tuvimos respuesta positiva.
Esta representante nos informó acerca de su labor contra la violencia en el fútbol, a través de campañas, bajo el lema "Viví Tu Pasión en Paz".
Sus proyectos y sugerencias fueron presentados en encuentros con otras comisiones de damas de diferentes clubes, también llevaron sus propuestas a la AFA pero hasta la actualidad no obtuvieron respuesta.
Sus proyectos y sugerencias son los siguientes:
1. En primer lugar solicitar autorización a comisión directiva, presentando la propuesta, ya que una vez aceptada, es muy importante su apoyo.
2. Conseguir adherentes publicitarios para tal fin.
3. Que toda la documentación, sobres, formularios, membretes, etc. lleve impreso el logo y lema con el color a elección para cada club.
4. Que el periodismo oral, grafico y televisivo la adopten y mencionen siempre.
5. Que en todos los encuentros deportivos que se realicen en la institución, en sus distintas disciplinas, este siempre " viví tu pasión en paz", en la manera que sea conveniente( banderas, carteles, afiches, etc)
6. Adjudicar un lugar en el estadio de fútbol para pintar logo y lema.
7. Del mismo modo, en cada lugar de las distintas disciplinas del club (fútbol amateur – básquet – pensión – escuela – estadio – etc)
8. Si el club edita su revista que se destine una fracción de pagina para publicitar periódicamente logo y lema con algun mensaje, como asi tambien en programas de radio o televisión.
9. Que la bandera con logo y lema este siempre presente cuando se juegue de local, sacada por jugadores infantiles o amateur.
10. Que uno o mas jugadores d primera que sean referentes con la hinchada, graben una publicidad o slogan llamando a la reflexión, para el club y los medios de comunicación.
11. Colocar en las cabinas de periodistas, vestuarios de autoridades deportivas, y vestuarios de jugadores, cuadritos con leyendas que el club propone.
12. Tratar de conseguir sponsors para confeccionar globos, banderas, remeras, llaveros, monederos, almanaques, etc., sonde se identifique al club y lleve el logo y lema de esta cruzada.
13. Organizar al menos una vez al año un evento importante, amplio, donde expongan en relación a la paz, personalidades idóneas del medio, de otras ciudades o de otros clubes, si es posible que tengan vinculación con la AFA, con la asociación de árbitros, con la policía, la justicia, etc. , participando a escuelas, clubes de la ciudad o región, ligas, periodismo, etc.
14. Lograr que todo el club, desde directivos hasta personal de limpieza, se pongan la camiseta de esta propuesta, la incentiven y la defiendan.
15. Si es posible, realizar un concurso con las escuelas del radio del club, donde pinten, ya sea en laminas o tapiales, dibujos y mensajes por la paz, pensando con que premiar en mayor y menor medida a todos, para que reine el entusiasmo en los participantes y otros se contagien con la propuesta.
16. Salir del club con charlas al respecto para llevarlas a las escuelas. (si es posible dejando material)
17. Insistir para conseguir una audiencia en la AFA y llevar nuestra inquietud, ya sea por medio de mujeres determinadas en este encuentro de dos o mas clubes o representantes de un club en nombre de todas.
¿Policías en acción?
Con lo que respecta a la actuación policial en la violencia en el fútbol, podemos decir que la misma tiene un importante grado de responsabilidad, ya que como todos saben, la seguridad en el fútbol mueve mucho dinero, y muchos policías están relacionados con los barras bravas y los dirigentes.
La relación de algunos policías con los barras bravas es, en la mayoría de los casos de "negocios"; ciertos policías se "asocian" a las barras, como por ejemplo: en los estacionamientos de los alrededores de los clubes, donde la policía les deja la "libertad" para manejar dicho "negocio", del cual ellos también son parte.
Otro de los negocios que realiza la policía con los barras bravas, es la denominada zona libre, que es cuando la policía deja lugares sin cuidar para potenciar la probabilidad de choques de barras. Muchas veces ocurre que los "operativos" policiales custodian los micros con barra bravas pero no los revisan, esto hace que ingresen con cualquier sustancia u objeto, haciendo más propenso que puedan ocurrir graves incidentes dentro del estadio.
La participación policial en los partidos de fútbol, es indispensable: la policía debe proteger a todas las personas que concurren a la cancha y sancionar a los violentos que deseen provocar un daño o lesión dentro y /o fuera del estadio. Muchas veces no sólo falla la actuación policial, sino que algunos jueces no sancionan como deberían a los causantes de estos hechos violentos, siendo ésta una situación que escapa la responsabilidad policial.
La Asociación de Fútbol Argentina (AFA)
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA), no asume su responsabilidad en la violencia en el fútbol ya que las medidas aplicadas para restablecer la tranquilidad en los estadios, no dieron resultado. Algunas de ellas fueron: la quita de puntos, la clausura de estadios, el derecho de admisión, entre otras. Paralelamente, la Corte Suprema asumió parte de la responsabilidad al imponer las sanciones jurídicas necesarias ante un hecho violento.
Muchas veces la AFA sostuvo que la culpa de la inseguridad en los estadios debería caer en sus respectivos clubes; ya que ésta "se ocupa del fútbol y no de la seguridad" (testimonio de Julio Grondona), pero ni las entidades organizadoras, ni la asociación de clubes asumieron jamás la responsabilidad que les cabía para poner fin a las barras bravas y a la violencia en el fútbol.
La Corte estableció con claridad la responsabilidad de la AFA, que no es una simple federación de clubes, sino una organización muy especial con un importantísimo grado de intervención sobre las instituciones asociadas, por lo cual tiene el deber de preocuparse por la seguridad en cada evento futbolístico. La AFA debería afrontar las pérdidas materiales, como así también se ocupa de recaudar las ganancias y generar políticas adecuadas conjuntamente con los dirigentes para acabar con este problema, por ejemplo: los clubes deberían ser controlados por la AFA, tratando de evitar que los barras bravas tengan participación directa en la vida de la entidad.
En estos organismos esenciales, como la AFA, la falta de autoridad en la política de los dirigentes hace que, por temor o por conveniencia individual, no denuncien a los barras bravas en caso de violencia.
Todos estos hechos de violencia obligan a reflexionar y a encontrar medidas adecuadas, creativas e inmediatas para que este fenómeno no siga cobrándose vidas o daños irreparables.
En la actualidad no se podrá solucionar esta problemática si los dirigentes del fútbol, las autoridades públicas y las fuerzas policiales no acompañan con su accionar la tarea de erradicar la violencia en este deporte. La AFA tiene el deber de preocuparse en grado extremo por la seguridad de las personas que asisten al espectáculo del fútbol; pero es necesario destacar que los numerosos acontecimientos de violencia que existen en la actualidad no puede pasar desapercibido para dirigentes prudentes y razonables.
Jugadores y técnicos: otros agentes involucrados
Los jugadores, técnicos y algunos ex jugadores son personas que hacen posibles la relación económica de los barrabravas con el club. Semanal o mensualmente, algunos jugadores y técnicos realizan aportes económicos a las barras porque éstas los presionan y/ o amenazan. Pero a veces ocurre al revés: son ellos quiénes acuden a los barrabravas para que "estén de su lado" y canten a su favor en los partidos, todo eso, como bien dijimos, a cambio de dinero, camisetas, colectivos gratis, etc.
Muchas veces, los jugadores y los técnicos producen violencia en las canchas: son intolerables hacia sus compañeros (otros jugadores y el técnico oponente) y hacia los árbitros (muchas veces injustos) y fingen algunas infracciones y reclaman otras inexistentes, siendo capaces de "ir a las manos". Mientras tanto, hinchas y barrabravas que creen defender a su equipo, extienden esta violencia que comienza en el campo de juego con el comportamiento de los protagonistas, arrojando proyectiles, gritando barbaridades, produciendo enfrentamientos a la salida y como se observa en muchos casos, traspasando alambrados, por lo que los partidos deben ser suspendidos.
Los jugadores y técnicos, y más aún al ser profesionales que trabajan continuamente con otras personas en un deporte altamente competitivo y cotizador como lo es el fútbol, deberían manejarse con valores éticos como el compañerismo, la solidaridad y la honestidad. La labor moral de los técnicos también resulta fundamental porque es la cabeza del equipo y porque en la actualidad los jugadores comienzan a formarse a edades cada vez más tempranas. Es importante destacar, además, que niños y jóvenes idolatran a estas figuras y se identifican con ellas, resultando importantísimas las cuestiones anteriormente nombradas porque a partir de esta forma, ética, de vivir, se limitaría el gran negocio de los barrabravas.
Árbitros, también generadores de violencia
Nombrados los responsables debemos atribuirles a los árbitros la cuota de responsabilidad que poseen dentro de la violencia en le fútbol.
En muchos episodios la falta de ética profesional, ya sea por beneficios económicos o cuestiones personales, causa un sentimiento de tensión en los espectadores y genera comportamientos violentos, especialmente en los barrabravas, dentro del estadio o finalizado el partido, fuera de las instalaciones.
Anteriormente nombramos la decadente realidad de la función que cumplen los árbitros y como cooperan en el fenómeno de la violencia en el deporte.
La función ideal o el deber del arbitro dentro de la cancha es fundamental, es él el encargado de hacer cumplir las reglas del juego y por este motivo debe reglarse éticamente.
El árbitro no debe mantener relaciones (personales) con jugadores, directores técnicos o persona del ambiente.
Tampoco debe aceptar ningún tipo de soborno y en caso de ofrecimiento, denunciarlo inmediatamente.
El rol de la prensa
Los medios de comunicación cumplen un rol fundamental en el ámbito del deporte. El fútbol, un consumo de masas, nació casi simultáneamente con el periodismo deportivo, lo que significó un mayor número de lectores que esperaban ansiosos las noticias de su equipo, siendo el trabajo de periodistas muy valorado y respetado.
En un primer momento, los hinchas sólo aparecían como marco del espectáculo, sin embargo, esto ha cambiado notoriamente en los últimos años: los encargados de la sección de deportes en los diarios y programas y televisivos han visto la necesidad de incluir noticias sobre casos de violencia en el fútbol en sus páginas e informes. Esto se debe en gran medida a que los partidos que son suspendidos quedan en resultados indefinidos e injustos porque no fue cumplido el tiempo reglamentario, también porque deben ser analizadas infracciones dudosas sancionadas por árbitros y que pueden modificar el resultado de un partido y definir el futuro de un equipo y sus jugadores, o porque los clubes a veces reciben sanciones económicas y deportivas por organismos como la AFA. Estas, entre otras cuestiones, deben ser crítica y continuamente analizadas con profundidad y responsabilidad por periodistas, ya que éstos tienen las herramientas para poder mostrar valores como la honestidad, el respeto y el compromiso a todos los oyentes y lectores.
El problema está cuando esto no ocurre y cuando algunos periodistas, comentaristas y locutores se convierten en otro de los eslabones que conforman las causas de la violencia en el fútbol. Existen casos en los que estos comunicadores reciben dinero de jugadores, dirigentes y políticos para que hablen a su favor, o lo que es peor, en contra de otros. Esto es lo que muchas veces genera que los hinchas y barrabravas, convencidos de que lo que se dice es verdad, se comporten de manera violenta y creen rivalidades inexistentes con otras hinchadas, jugadores, árbitros, etc., lo que se ve claramente en los insultos. La "bronca" también se produce cuando los periodistas utilizan calificativos como "inadaptados", "enfermos" al referirse a barrabravas y/o hinchas violentos, dejando a la luz la falta de ética y de capacidad de realizar análisis crítico que hoy se requiere de cualquier profesional.
Papel del Estado
Encontramos involucrado al Estado en esta problemática, ya que éste debe velar siempre por el bienestar y la integridad física y emocional de todas las personas de la sociedad.
En la actualidad, tanto el gobierno provincial como nacional, parece no querer ver a este fenómeno como un problema social, ya que aceptarlo implicaría una importante intervención a través de nuevas medidas y leyes.
Aún más grave es lo que ocurre actualmente con algunos futuros políticos, que contratan "la mano de obra" de los barras bravas para que los apoyen durante sus campañas. Los barra bravas realizan este tipo de trabajos a cambio de dinero y/ o algún puesto de trabajo en la actividad pública.
Hoy en día el gobierno interviene directamente a través de sus representantes como lo son la policía y los jueces, pero la realidad evidencia que algunos no cumplen con su deber, representando así a un Estado liberal, insensible y despreocupado por la seguridad de sus habitantes.
Conclusión
Luego de haber realizado la búsqueda de información y analizar detalladamente la realidad a cerca de la VIOLENCIA EN EL FÚTBOL, podemos afirmar que en nuestra ciudad los casos de violencia no son demasiados, pero si existe un leve aumento de estos hechos cada año.
No sólo son responsables los barra bravas, dirigentes, jugadores, técnicos, policías, árbitros y miembros de la AFA, etc., sino que también las personas que asisten a la cancha, tienen cierto grado de responsabilidad ya que muchas veces insultan y se muestran indiferentes ante la gravedad de este problema.
En lo que respecta a los dirigentes futbolísticos de los clubes de Unión y Colón de la ciudad de Santa Fe, podemos afirmar que éstos no reconocen a la violencia en el fútbol como un problema importante a resolver. El fundamento a esta afirmación lo encontramos en la entrevista realizada a Germán Lerche, actual presidente del club Colón; en la misma, el dirigente no reconoció la existencia de "barra bravas" en la institución, sino que denominó a estos como "hinchas apasionados" y negó que dentro de las instalaciones del club se hayan producido hechos violentos de gravedad. Por otro lado, Juan Vega, el presidente del club Unión, no respondió a nuestro llamado para realizar la entrevista, lo que demuestra su poca preocupación por el tema y su falta de responsabilidad. Si bien no obtuvimos una entrevista con el presidente de Unión, tuvimos una breve conversación con Mónica Ediguer, representante de la Comisión de Damas del Club Unión, quien nos informó acerca de los proyectos que desean realizar para concientizar a los simpatizantes sobre la violencia en el deporte y la importancia de disfrutar los partidos en forma pacífica; dichos proyectos, por el momento no se pueden realizar ya que no cuentan con los recursos económicos necesarios. Nuestra opinión con respecto a esta situación es que siendo la violencia en el fútbol un problema que afecta directamente a la vida de las personas, se debería apoyar a estas iniciativas desde los directivos de las instituciones.
En cuanto a la actuación policial, la realidad nos muestra que la misma no es suficiente, en su gran mayoría corrupta, cómplice con barra bravas y dirigentes, y en muchos casos no se encuentra lo suficientemente capacitada. Además, muchas situaciones de violencia son provocadas por los mismos policías y en otras no reaccionan, dejando que se produzcan peleas, enfrentamientos y/o agresiones. Creemos que la actuación policial es de suma importancia ya que encontramos en la policía una de las bases para solucionar dicha problemática a partir de una actuación en un marco de valores y responsabilidad.
No podemos olvidarnos de la importancia de la AFA en este tema ya que creemos que este organismo no sanciona medidas ni normas suficientes y adecuadas (teniendo los elementos suficientes para hacerlo) para asegurar que no ocurran hechos violentos en los partidos.
Los jugadores, técnicos y árbitros no son los mayores responsables de la violencia, pero sí muchas veces exaltan a los hinchas. En el caso de los árbitros, por sanciones injustas, comportamientos poco profesionales, etc. En el de los jugadores y técnicos, por reacciones inadecuadas ante sanciones y hacia sus compañeros, árbitros y/ o técnicos oponentes.
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