- Situación alimentaria en el contexto actual. Incidencia de la Producción Porcina
- Aspectos socioculturales y motivación laboral de los trabajadores de la rama Porcina
- Selección de futuras hembras y verracos a partir de los lechones
Situación alimentaria en el contexto actual. Incidencia de la Producción Porcina.
La humanidad continua enfrentándose a importantes desafíos relacionados con un incremento de población mundial sin precedentes, que pone en tensión la producción de alimentos y el agotamiento de la energía fósil, sobre la cual se han desarrollado las tecnologías de la sociedad moderna. Para el hombre, recursos vitales no renovables se derrochan en lujos y vanidades; la naturaleza es destrozada, el clima cambia a ojos vista, las aguas para consumo humano escasean y los mares ven agotarse las fuentes de alimentos (Castro, 2000).
Se impone entonces la necesidad de un desarrollo social (Cabrera, 1997), conjuntamente con el económico, que permita a millones de personas, garantizar sus necesidades alimentarias, creativas, asistenciales, de salud, y espirituales (García- Trujillo, 1996), unido a un fuerte deterioro del medio ambiente provocado por la actividad del hombre, su expansión, y los métodos tecnológicos desarrollados en los últimos 150 años.
Si bien el siglo XX fue testigo de aumentos espectaculares de la producción de alimentos, por ejemplo, con la Revolución Verde y los sistemas de la producción animal intensivos, en los decenios que siguen la simple supervivencia, dependerá de la identificación y adopción de métodos alternativos y más sostenibles de la producción de alimentos. Las tecnologías apropiadas serán las de mayor utilización de los recursos locales disponibles (Lukerfarhy y Preston, 1999).
Según Robayo, (1999), mas de 200 millones de niños padecen hoy de malnutrición proteica- energética, y cada año cerca de 13 millones de menores de 5 años mueren directamente o indirectamente por desnutrición. La baja disponibilidad de insumos alimentarios, aumenta la dependencia de los costosos ingredientes importados (Sánchez, 1999).
Se impone romper los mitos de la Revolución Verde, en la búsqueda de una conciencia y resultados agropecuarios más racionales, económicos, y saludables, a partir de una agricultura orgánica que permita el empleo y utilización del reciclaje de nutrientes, la generación de biomasa a partir de la energía solar, el fraccionamiento de la misma en alimentos y combustibles renovables (Pérez, Rena, 1996), y una producción animal sostenible sobre la base de los recursos locales.
Corresponde a la producción animal, aportar la cantidad de leche y de carne en condiciones económicas difíciles, en las cuales la importancia de las materias primas de buena calidad están costosas y ante tal situación, la producción de alimentos concentrados sufren la contingencia de un mercado en crisis que paraliza las plantas de producción, eleva los precios de mercado y coloca en lugar inaccesible e incongruente los niveles de productividad alcanzado en el sub.-sector animal. La producción animal contribuye entre un 30-40 % del valor total de la producción de alimentos y los servicios que se obtienen de la agricultura en el mundo (Hammond, 2000). Se estima que aproximadamente 1960 millones de personas dependen al menos directamente de la crianza animal para satisfacer al menos en parte sus necesidades diarias (Anon, 2000).
Con el triunfo de la Revolución Cubana se produjo una transformación social en nuestro país, mediante la cual fueron creadas las bases para el desarrollo de la economía y se priorizo la atención al sector agropecuario, y dentro de este a la producción porcina. La explotación intensiva se podría definir como aquella en que el cerdo depende totalmente de lo que el hombre pueda brindarle y en ellas su eficiencia y productividad serán, tanto mayor, cuanto mayor sean las posibilidades de brindar adecuadas condiciones de alojamiento (ambiente), de tecnología de la producción y de alimentación
Es ampliamente conocido que Cuba no es un país productor de cereales y, por consiguiente, la alimentación porcina se sustenta en gran medida en fuentes no convencionales, autóctonas, que eliminan la competencia entre el cerdo y el hombre por los alimentos. No obstante una parte importante de nuestras dietas está representada por cereales y otras materias primas de importación, necesarias en la actualidad para cubrir los requerimientos de la masa y lograr una eficiente explotación del potencial genético de la misma. La alimentación de los cerdos representa alrededor del 70% de los gastos en que incurre la explotación intensiva de esta especie, además su marcada influencia en el rendimiento animal, la convierte en uno de los elementos más importantes dentro de la producción porcina (NRAG, 1981.).
Aspectos socioculturales y motivación laboral de los trabajadores de la rama Porcina
Un aspecto de máxima importancia para la economía del país lo constituye la estabilidad laboral de los trabajadores de la rama porcina, tema que se ha tratado de solucionar a través del perfeccionamiento de los mecanismos económicos, los cuales pueden arrojar resultados productivos favorables. (Valdés, 2001).
Es necesario profundizar en el estudio de los aspectos socioculturales que influyen en el comportamiento de los trabajadores porcinos, los cuales se encuentran presentes en el entorno en el cual trabajan, donde viven y desarrollan su vida social (Molina, 1994), de esta forma es posible realizar una caracterización mas integral de la actividad, pues los mismos ejercen mayor influencia sobre el hombre que los aspectos económicos. Este enfoque es compatible con la estrategia de encauzar la producción porcina, hacia un modelo de desarrollo sostenible participativo, y de bajos insumos, capaz de garantizar no sólo a la población la carne necesaria, sino además condicionar el mejoramiento de la calidad de vida de los porcinos y los rebaños; es por ello, que una tarea de primer orden debe ser elevar el reconocimiento social del trabajo que realizan (Valdés, 2001).
La presente etapa, por la que atraviesa la Revolución Cubana, caracterizada por la agudización de las relaciones internacionales producto del recrudecimiento del bloqueo económico norteamericano sobre la isla y fortalecido aun mas con la Ley Anticubana Helms-Burton y por las difíciles condiciones económicas internas, consecuencia del deterioro de los términos de intercambio de nuestro país con el exterior, la escasez de divisas y de recursos materiales exige la búsqueda de nuevas vías que permitan elevar la eficiencia productiva de todas las esferas y sectores económicos del país , y muy especialmente en el sector agropecuario dado que es en este, donde se deben obtener los mejores resultados para garantizar con nuestros propios recursos la alimentación del pueblo y los productos para la industria.
Especial atención requiere en este proceso la producción porcina que ha sido uno de los sectores golpeados por el periodo especial y uno de los más difíciles, y exigentes para su recuperación económica, en lo que se refiere a recursos laborales, dada las características que tiene este trabajo. Esta actividad tiene particularidades especiales en relación con otras ramas, y sectores de la economía e inclusive, que la diferencian de los trabajadores de otras ramas dentro de la agricultura.
A diferencia de otros países subdesarrollados, Cuba tiene una distribución geográfica de la población, donde el mayor por ciento, aproximadamente 75%, vive en la zona urbana y el resto en la zona rural; esta estructura de la población no significa que Cuba se haya convertido en un país industrial (Ramonet, 2000). Este aspecto condiciona la necesidad de tener una política en el desarrollo de la agricultura que permita a este 25% de la población rural, producir con calidad y cantidad los productos necesarios para alimentar a la población o que promueva el regreso de los trabajadores al campo.
El paso a una agricultura sostenible entraña un modelo de desarrollo agrícola que integre las dimensiones económicas, ecológicas, y sociales como un todo, y el papel mas importante recae sobre el trabajador, ya que es uno de los
componentes básicos de este tipo de agricultura, y a su vez una de las exigencias en la búsqueda y conservación de las tradiciones culturales que aun existen en una parte de la población rural.
Los trabajos sobre motivación laboral Abraham Maslow (citado por Koontz y Weihrich, 1994), en lo que va de siglo se han basado en la idea de que el hombre tiene una serie de necesidades que lo impulsan a determinadas acciones para su consecución. Siendo los motivos, las expresiones de las necesidades que dan lugar a una acción voluntaria es decir los motivos, las causas o móviles que inciden a realizar una acción, por tanto, cuando se motiva a los trabajadores se hacen aquellas cosas que satisfacen sus impulsos y deseos, y los inducen a actuar en una forma deseada.
Dado que el punto de partida para estudiar la motivación laboral no puede ser otro que el estudio de las necesidades del trabajador, la determinación de las motivaciones se hace un proceso complejo, por cuanto la estructura de las necesidades de los trabajadores están en dependencia de sus características personales, de su ambiente laboral y del ambiente sociocultural y político en que estos se desenvuelven; las necesidades pueden ser conscientes o inconscientes, primarias, como los requerimientos fisiológicos del aire, agua, alimentos, sueños, y vivienda; y secundarias , como es el caso de la autoestima, la posición social, la afiliación con otros , el afecto, el dar, el auto respeto, etc.
La mayoría de las ramas de la economía cubana evidencian resultados positivos en el incremento de sus producciones, lo que representa un signo de recuperación. La producción de cerdos reviste gran importancia en Cuba y el mundo, dentro de la producción animal, pues el beneficio social de la explotación del cerdo es enorme, por lo económico de su producción, y las grandes posibilidades que ofrece a la alimentación humana y a la economía nacional.
Según va aumentando la población mundial, disminuye la tierra disponible para criar animales, por lo que la explotación del cerdo se hace, cada vez, más intensiva y especializada, (Cabrera, 1997)
La especie porcina requiere de la aplicación de conocimiento y habilidades de años precedentes y de la adquisición de nuevas técnicas y métodos que puedan develar resultados positivos en todo el proceso productivo. Al aparecer la domesticación del cerdo, y debido a la selección artificial efectuada desde ese momento por el hombre, según su criterio de producción, desaparece casi completamente el papel de la selección natural y, por tanto, se operan grandes cambios en la evolución de esta especie, estos cambios se aceleran violentamente debido al corto ciclo biológico de la especie y son realmente apreciables en períodos de tiempo breves (López et al, 2001).
La aplicación de la dialéctica en la producción porcina, ha demostrado que cada día surgen nuevas experiencias y se alcanzan resultados novedosos en las investigaciones, las cuales podrían variar en aras de lograr un mejor resultado productivo de donde dependerá, que esta actividad alcance la excelencia productiva de que es acreedora la especie porcina. La producción de carne de cerdo se fundamenta en dos fases igualmente importantes la reproducción; que comprende las áreas de fecundación, gestación y maternidad; y el crecimiento-ceba donde se encuentran las áreas de iguales nombres, (Arias et al, 1999).
Todos los trabajadores porcinos deben regirse por los lineamientos generales en los que se deberá enmarcar el trabajo en todas la unidades de producción, siendo el objetivo básico el aumento de la eficiencia, constituyendo un paso indispensable en dicha actividad, para alcanzar el nivel necesario de cumplimiento en los planes técnicos-económicos, así como para garantizar en todo momento productos que cumplan la calidad requerida. En esta gran batalla los trabajadores del sector porcino, constituyen el principal punto de partida, a partir de sus conocimientos prácticos en la transferencia tecnológica, y el uso de los diferentes alimentos, y su manejo en la producción porcina.
La reproducción es la base fundamental de la continuidad y el crecimiento del rebaño dentro de una unidad porcina (Solar, García, 1998)
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