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El Rosismo: Prácticas políticas del Régimen Rosista 1829-1852 (página 2)

Enviado por Miguel A. Anfuso


Partes: 1, 2

Los sucesivos gobiernos comprenden que para sostener a la elite local no hay otro medio que bajar aún más los costos; la producción extensiva era el medio adecuado, para ello era necesaria la incorporación de grandes extensiones de tierra y mano de obra barata, ambos escasos.-

Esta necesidad de incorporar tierra y mano de obra barata en los próximos años será motivo de desvelos de las elites dominantes porteñas, tierra limitada por la frontera india, tierra que debía conquistarse, creando varios espacios de convivencia de indios, paisanos, terratenientes. La frontera es ampliada por el gobierno de Rivadavia, en ese sentido la ley de enfiteusis dictada en 1822 busca este cometido, consistía en trasladar en alquiler por un precio fijo la tierra para la producción ganadera por un periodo de veinte años; beneficiando casi exclusivamente a la clase terrateniente y dominante de la provincia; el campesinado, el paisano quedan excluidos del reparto. La violencia atraída como consecuencia de la invisibilidad de las clases bajas rurales será parte del paisaje típico de la ruralidad de la provincia de Buenos Aires hasta su momento culminante en 1829. Violencia que también ejerce el indio porque sus espacios de subsistencia se ven reducidos, violencia porque el campesino ubicado en las adyacencias de las estancias es presionado para abandonar las tierras. No hay Tranquilidad ni paz, en los centros urbanos ni en el campo. La paz Asunto de gran importancia si se tiene en cuenta las posibilidades de negocios y comercio perdidos, la pacificación rural era demandada por los hacendados y comerciantes; el control era necesario luego de las experiencias vividas hasta 1820; pero además el orden cumplía con otros objetivos como obtener mano de obra disponible, hizo necesario controlar los flujos de individuos así como también sus asentamientos, para ello prestaron excelente servicio los jueces de paz, la libreta de conchavo etc. El paisano o estaba en la leva o de peón en una estancia; eran pocos los que lograban independencia, ya que le era negada por el estado y el hacendado.-

Otro aspecto de la economía porteña es el puerto, motor económico que desde la colonia era la caja indiscutible para cualquier proyecto; por lo tanto el dominio este y del interior ganadero eran asuntos prioritarios. Paralelamente lo que estaba en juego eran los modelos políticos imaginados sobre el ex virreinato por el puerto de Buenos Aires y por el otro el interior del país; en ese contexto aparecen individuos de la naciente burguesía de Buenos Aires como Rivadavia, Dorrego y Rosas, los dos últimos empresarios ganaderos .-

Rivadavia y su grupo, con sus planes centralizadores; llegan en 1820 al gobierno pretendidamente nacional buscando dar orden a los centros urbanos y rurales de la provincia de Buenos Aires y apaciguar los intereses independentistas del interior a fin de terminar la guerra civil. Este proyecto político ilustrado concito simpatías entre las clases dominantes porteñas, entre ellos Rosas. El orden y paz interior se hacía imprescindibles como ya se dijera, en cuanto a los indios por las características propias del modelo, que ampliaba el territorio productor de ganado sobre el territorio indio y este contestaba con malones. Por otro lado el régimen adolecía de las mismas carencias políticas de sus antecesores, consistía en la insistencia en la centralización y hegemonía del puerto de Buenos Aires; el régimen buscaba por todos medios legales amarrar el interior, en esa dirección fue creada la ley de capitalización de 1826, esta implicaba la desaparición de instituciones que hacían a las autonomías provinciales incluida la de la provincia de Buenos Aires. Ideológicamente formados en la economía liberal, el dejar hacer y dejar pasar entroncaba con el principal suministro económico de Buenos Aires, este era el cobro de derechos y aranceles aduaneros por importaciones en el puerto, alentando al negocio con bajas tasas. Esta política trajo consecuencias serias a las manufacturas y talleres industriales locales, invadidos de productos extranjeros más baratos y de mejor calidad. Este conjunto de aspectos genero la oposición del interior a las ideas unitarias, aún de la misma provincia de Buenos Aires y se manifiesta con el rechazo a la Constitución de 1826; y desde ese momento es que el federalismo fue la forma política de resistencia aceptada por las provincias; y así se hacía mencionar en cada tratado que aspirara a una unión republicana[5]

La Confederación de 1831 surgida del Pacto Federal no era otra cosa que la continuidad a la resistencia de todas las políticas ejercidas por el centralismo porteño antes y después de 1820. El Pacto permitirá los consensos del interior del país con la esperanza de acotar las ambiciones de los porteños, pero solo sirvió para que nuevamente Buenos Aires termine por hacerla un instrumento de su hegemonía. Desde lo político al hacerse más notorias la diferencias entre unitarios y federales conduce a un acentuado antagonismo de ideas y de los grupos dominantes, antagonismos que como veremos más adelante es una practica política del régimen de Rosas.-

Luego del fracaso del gobierno interprovincial Rivadaviano en 1827, asume como gobernador de la Provincia de Buenos Aires el Coronel Manuel Dorrego, inaugura así un nuevo periodo secesionista que lidera Buenos Aires; junto a las otras catorce provincias del interior. Dorrego lidera el partido Federal, el capital político del partido y el suyo personal esta en los sectores populares, cuya fidelidad a sus jefes los distingue, asimismo la relación de estos con la plebe debe considerarse de la misma forma y se concretaba a través de favores, proteccionismo y dadivas; no pasa mucho tiempo para que el Gobernador de la Provincia se encuentre jaqueado por fuerzas políticas y militares simpatizantes del unitarismo, es que algunas de las medidas gubernamentales fueron poco felices para los ganaderos beneficiados por la ley de enfiteusis; Dorrego trata de detener la especulación y venta de tierras entregadas por este medio. Los así llamados Decembristas, movimiento sublevado el 1º de diciembre de 1828, compuesto por soldados y oficiales del ejercito regular liderados por Lavalle, es una consecuencia de la política de Dorrego.

Ganaderos y comerciantes estaban más que molestos, era necesario detener al causante de que los negocios no continuaran; con el fusilamiento de Dorrego se cree facilitar la continuidad de la enfiteusis; sin embargo, son las clases populares y su fidelidad al ex coronel, que abren brecha en la política ganadera que continúa con Lavalle es por ello que el tampoco dura mucho; y contra la opinión de algunos autores, la autonomía y conciencia de los grupos subalternos y rurales, pareciera muy real ya que estos provocan la caída en abril de 1829[6]Es durante este levantamiento que se manifiestan grupos de milicianos, organizados militarmente, también ordenes jerárquicos del ejercito del mando medio y alto, pero además la población "relativamente suelta, vecinos, vagos y facinerosos"[7], más adelante veremos esta revuelta tiene características políticas y como se articula en las practicas políticas de la época. Por otro el Federalismo, que en principio el oponía, ahora es un ferviente defensor. Es en este contexto desde 1829, Rosas puede construir su poder con el respaldo de las clases populares y de la sala de representantes, institución de la provincia que legaliza las acciones de Rosas, cede en forma constante ante los caprichos de superpoderes constitucionales del dictador. Luego de 1835 en su segundo periodo gubernamental Rosas terminara de hacerse nuevamente de los superpoderes, coartando libertades individuales y políticas.-

Con los instrumentos del pacto Federal del 31 la provincia de Buenos Aires es un territorio enorme y autónomo, no era imprescindible para Rosas la unión confederal con otros estados provinciales, por lo tanto no una constitución no era necesaria cuando todo lo que se necesitaba estaba atomizado en Buenos Aires; el puerto y el campo, que estaba listo para ser conquistado y explotado; por otro lado el interior era controlado en forma clientelar, es decir los estados sumisos recibían participación de los ingresos de la aduana, y se castigaba a aquellos rebeldes.

A fin de lograr un completo control del espacio adyacente al puerto, espacio de mayores riquezas, era prioritario la conquista de las planicies húmedas del interior, territorio todavía en manos de los indios, su conquista tiene fines económicos pero también políticos; apoderarse del territorio indio finalmente es otro de los elementos del poder Rosista. Sobre este espacio se definen intereses económicos de la elite, pero también aspectos ideológicos que son necesarios para afianzar su poderío, entre ellos la pacificación, el control, el orden institucional y poblacional. Como vemos aunque aparentan distancia ideológica en el hacen síntesis; por un lado Rivadavia unitario y por otro Dorrego Federal.-

Rosas como hijo de la época, industrial del saladero, dueño de tierras, patrón de capataces y peones, no le es difícil incorporarse a proyectos políticos que buscan el beneficio económico de la minoría ganadera.-

El Rosismo se impregna del Dorreguismo y de los Rivadavianos; de estas dos se hace de instrumentos y practicas políticas que integro a lo largo de todo su periodo y que sin dudas intensifica y deja su propia huella desde 1829 hasta 1852.-

Las practicas políticas de Rosas son diversas; y en cada caso acondiciono para el momento y circunstancia que así lo exigiera. La política era el medio de legalizar las acciones; política que se encontraba presente en todo el ámbito urbano y rural de la provincia de Buenos Aires aún antes de la creación de la ley electoral de 1821. Aunque la actividad se desenvolvía en ámbitos ajenos a los partidos, la política era algo habitual, expresado en deseos e impresiones sobre lo que la gente común aspiraba, y esto lo defendía tenazmente, eran diferentes los actores y espacios donde se hacia política, desde el cura, la pulpería, el pulpero y las autoridades civiles de la campaña, todos ellos recepcionaban y difundían el descontento general. La difusión además de los pasquines que competían con los periódicos o prensa organizada[8]tenían por objeto los primeros en confirmar o desmentir los rumores y el rumor como practica política acentuaba los temores y terrores de la población, más si estos se confirmaban con la palabra escrita.-

La comandancia de Rosas en las milicias iniciada en 1827, le permite unir su posición de estanciero y militar, su peonada, la de la estancia los Cerrillos al borde del Salado son una fuerza tanto laboral como militar, son trabajadores y soldados con la estructura vertical del ejercito y fidelidad al jefe, no había diferencia, dentro o fuera de la estancia[9]Fuerza que utilizó en cuanta situación requirió, como contrapartida el paisano encontraba en las filas de la milicia lugar de refugio a las demandas constantes de estado, en particular sobre la leva; una cosa era el ejercito regular y el frente de guerra con Brasil y otro el reclutamiento de defensa india que no requería de deslocalizarlo, también servia de asilo a las persecuciones de la justicia, ya sea desertores o cuatreros, algunos de estos son los anarquistas de la revuelta del 29. Montoneras, anarquistas que se integraban a lucha, algunas con sus propios caudillos, cuya organización permitía golpes al gobierno que finalmente derrotaron, en el caso de Viamonte, como se dijera anteriormente, milicianos, ex militares, y paisanos fueron parte por lo menos durante este periodo del uso político de Rosas[10]

Utiliza el ceremonial de entierro de Dorrego, acontecimiento que no desperdicia termina de colocarlo en el puesto de liderato dejado por este con su asesinato; no se exime de ningún recurso para ello, desde la oportunidad que ofrece la situación, hasta su discurso; queda claro a partir de este, que el nuevo jefe Federal comprometido con las clases populares es el[11]El federalismo es una posición frente al unitarismo, cosa bien vista por la elite y por las clases bajas; el unitarismo representaba la aventura de guerra, guerra despreciada por las clases dominantes que la ven como obstáculo para la mejora de negocios y por otro lado por las clases populares la guerra era motivo del aumento de levas.-

Las ideas unitarias como orden y justicia son parte de su política de los Federales para el disciplinamiento tanto urbano y rural, así las milicias cumplen con este fin, reproduce la justicia rural y multiplica los jueces de paz[12]

La ley electoral de 1821, importante herramienta para las practicas políticas de Rosas, las masas populares encuentran por medio de estas participación electoral compromiso con un modelo, aunque ajeno por el logro de sus intereses, no lo era tanto en la identidad que este le ofrecía, como clase los unía la idea de defensa del orden republicano, tal defensa la ejercían en la milicia, juntos en las armas y juntos para ir a votar; es por eso que estos últimos eran los únicos que estando bajo un régimen militar votaban, cosa distinta para el ejercito que estaban excluidos y prohibidos para el ejercicio del voto. Algunos mecanismos electorales como los votos por unanimidad y listas únicas después de 1835 permitieron excluir a los opositores políticos, todo ello tenia un único e importante propósito de legitimar el régimen[13]

Así como las elecciones eran motivo de fiestas cualquier otra oportunidad para tenerlas era bienvenida por el régimen, participaba activamente todo el pueblo, las fiestas patrias o los carnavales eran una excusa para acercar la clase gobernante a las clases populares, momento de manifestación de fidelidad y compromiso con la causa federal "De hecho la política estaba constituida por una serie de practicas tendientes a que los ciudadanos federales acompañaran las decisiones gubernamentales"[14].-

Se festejaba en la vía publica, con comparsas, con personajes, disfraces, carteles y pinturas del dictador que paseaban en procesiones a lo largo de las calles, se adornaban las plazas y casas, permitía unir en el ideario popular los acontecimientos de mayo de 1810 y la independencia de 1816 con su propia realidad"con el entusiasmo colectivo por la victoria de los ejércitos federales" .

La vestimenta es sin dudas una de las practicas políticas más conocidas del régimen, era el medio por el cual las clases medias y bajas tanto rurales como urbanas manifestaban su adhesión a la causa federal, aunque federales había de distintos tipos, también debe considerársela una practica política, dirigida al control social de la política, determinando fidelidades y traiciones. Estaban los federales llamados de "bolsillo" aquellos que popularmente se les conocía su acercamiento a la causa por cuestiones económicas, podían ser proveedores del estado o gente que hacia negocios con el; estaban los de "servicio", eran los conocidos milicianos y participes de movimientos militares, segmento importante de la población en cuanto a su influencia, este era un componente duro del régimen, también los beneficiados por este; fueron los mejores adeptos, eran aquellos pequeños propietarios rurales, que por obra de Rosas "ascendieron a posiciones de relevancia política y social"[15]. Luego los federales de "opinión" son todos aquellos que en los habituales lugares públicos de debate político como las pulperías daban defensa del partido y sus jefes; por último los federales "decididos", los que además de servicio ofrecían su bienes, cualquiera fuera su condición económica rico o pobre estos tenían más oportunidades de conseguir un puesto publico. Para todos la vestimenta debía ser la expresión de una forma de vida, esto evitaba sospechas e investigaciones acerca de la opinión política, en consecuencia el uso de la divisa punzo era obligatoria para lo hombres, para las mujeres un moño azul en el cabello, pero además la ropa permitía la diferenciación social, esto hacia más federales a unos sobre otros, también servia para que los que menos tenían de "canalizar sus resentimientos", las mujeres pudientes eran acusadas por las sirvientas de la casa por tener vestidos celestes, los hombres de frac y levita recibían el desprecio del común vestidos con chiripa, solo podía atenuarlo el uso de alguna prenda color rojo.-

El régimen en apariencia era sostenido por las clases populares, sin embargo los impuestos que les imponían, el reparto de la tierra que nunca los alcanzaba y las levas que en forma permanente los tenían militarizados no los hacía seguramente los auténticos simpatizantes del Rosismo.-

El régimen en tanto necesitaba en forma permanente del antagonismo, siempre disponía de un enemigo que mantenía en vilo a la población urbana, rural, ricos y pobres, practica utilizada para generar el temor tanto a los arriba como los de abajo, para que el, Rosas en su "padronazgo", más allá de su estancia ejerciera protectorado extendiéndolo a todos; pero al fin y al cabo la paz y tranquilidad deseada por unos y otros nunca llegó. Rosas utilizo en sus practicas políticas diferentes enemigos como, los unitarios, los invasores, los extranjeros, Brasil, la constitución [16]etc. La guerra fue lo permanente, practica política necesaria para perpetuarse en el poder, la guerra además generaba importantes dividendos a la burguesía porteña, proveedores del estado. Como dijéramos anteriormente a cerca de la elite urbana de Buenos Aires, compuesta por patrones de talleres artesanales y comerciantes, íntimamente ligados la nueva clase agraria y a los negocios del saladero y son los que sostienen ideológicamente a Rosas. La continuidad de los conflictos armados que propone, necesita del abastecimiento de armas, con el puerto de Buenos Aires sometido al asedió de fuerzas extranjeras, el comercio de armamentos y demás equipamiento recibido del extranjero estaba prácticamente paralizado, la demanda es suplida en parte por la fabricación local en talleres de Buenos Aires, estos fabricantes de manufacturas eran receptores de una buena parte de los ingresos del estado. Esta nueva clase en ascenso tanto comerciantes y ganaderos, sin dudas los más beneficiados del régimen eran estos poderosos ganaderos, convertidos en clientela del dictador. la practica política de Rosas sobre estos últimos consistía en mantenerlos a raya mediante la protección de lo productos de exportación, y como vimos proveerles mano de obra barata; también les permitió a los grandes ganaderos mejores aranceles de importación, particularmente por materias primas y artículos de lujo que solo ellos podían pagar. Rosas y el grupo de elite económico de Buenos Aires eran libre cambistas, no les interesaba mucho la protección de la industria nacional, todo aquel producto manufacturado local que no tuviera las condiciones de calidad y precio comparativo con los extranjeros no era digno de ser protegido, solo fue hasta 1835 que se establecen tarifas acordes al deseo de los proteccionistas[17]En su mayoría son reclutados; servían en la milicia urbana, o componían La Sociedad Popular Restauradora, aparato policial al servicio del régimen, tenia por objeto controlar socialmente a la población, en particular a la oposición política, ya fueran estos federales o unitarios; a los peores disidentes se les daba tratamiento con la Mazorca, grupo de choque que respondía directamente al caudillo. La organización formada por ex oficiales de la milicia y de la elite política, dirigida personalmente por la mujer de Rosas Encarnación Escurra, conocida entre los mismos federales como la "Mulata Toribia", activa defensora del poder de su marido, el poder lo ejercía con los de abajo por lo tanto simpatizaba con la plebe. Cuando en 1833 Rosas se encontraba en la campaña del desierto después de su primer gobierno, y estando en la gobernación de Buenos Aires Balcarce, las ambiciones de este son controladas por la disidencia y rebeldía popular, desde levantamientos en la barriadas, apedreamiento de viviendas de los federales Apostólicos, que para entonces eran opositores de Rosas. La planificación y actividades estaba fogoneada por Encarnación Escurra hasta forzar la renuncia de este.- La violencia ejercida por el aparato policial paralelo ejercía como método el terror, amenazas y violencia física, hasta el asesinato; el degüello era una forma simbólica de deshacerse de los enemigos políticos. Los negros eran también funcionales en aparato represivo de Rosas, componían las fuerzas de milicias, era conocida como la tercera brigada integrada por negros exclusivamente. La practica política era establecer lazos y relaciones con todos de los grupos, los de arriba y los de abajo, no tenia otro fin que lograr afianzar la fuerza social, como vemos el régimen atravesaba toda la escala social[18]

La difusión del mito del buen hacendado era otro de los medios políticos de Rosas, no era otra cosa que una invención; el hacendado protector del gaucho e interesado en su bienestar, no tenia otro objeto que aprehender la mano de obra de los campesinos libres.-

Las concesiones ofrecidas a la plebe por servicios al régimen consistente en tierras, terminaron en mentiras e incumplimientos y en aquellos casos de individuos que efectivamente recibieron tierras por sus servicios en la milicia u otras prestaciones como la campaña del desierto en muchos casos incapaces económicamente de explotar la tierra ya sea por las dimensiones o por falta de financiación, fueron victimas de los grandes hacendados que ampliaban sus estancias[19]

El periodo de Rosas puede considerarse como una experiencia política enriquecedora en la formación republicana y Democrática del país; la política presente desde 1810 durante el régimen adquirió una madures que lo hizo perdurable, es posible que muchas de las practicas políticas contemporáneas nos resulten familiares y hasta parecidas, no puede uno escapar a la tentación de comparar los lazos del proletariado con la dirigencia política Rosista con las dirigencia políticas de la mitad del siglo veinte, la utilización de la movilización popular y de la violencia que es ejercida por esta y de los medios represivos del estado.-

Tan importante como lo anterior referido a las practicas política de Rosas, es que estas no fueron exclusividad e invención del régimen personalizado en Rosas; respondían a las practicas de una clase dominante hegemónica que luego de la revolución de mayo bajo signos políticos o partidarios, unitarios y federales tenían en común objetivos de apropiación y control del gran y complejo espacio de la pampa húmeda.-

El periodo de Rosas para las clases bajas o Plebe urbana y rural, significo la conquista de derechos en territorio Americano que todavía muchos pueblos de Europa no imaginaban tener; los lazos con la política, la construcción de idearios políticos aún aquellos que solo los relacionaban con la patria en el sentido del territorio circundante, los símbolos y rituales que más allá del dictador se relacionaban con un proyecto, ejercieron sobre estas clases un poder que les había sido negado, y les dieron identidad, el resultado no fue lo auspicioso que se deseara, ya que el paisano, el gaucho poco logro materialmente de este periodo, el reparto injusto de la tierra, lo dejo al margen, La vivencia en áreas rurales se hacia en soledad, hombres en la leva, la estancia o fugitivo de la ley. Mujeres solas criando hijos, la constitución familiar se hizo difícil, sin embargo la resistencia fue ejercida por estos grupos, con la aparición del bandidaje, la Montonera, que no eran simples ladrones o malvivientes, era el reclamo político legitimo de individuos y grupos capaces de reclamar sus derechos y evitar la explotación; el rosismo cumplió en este caso ese papel movilizador de estas ideas igualitarias de los de abajo.

 

 

 

 

Autor:

Miguel A. Anfuso

Equipo de cátedra: Dra. Graciela Blanco

Prof. María Susana Palacios

Universidad Nacional Del Comahue

Facultad De Humanidades

Departamento De Historia

Centro Regional Universitario Bariloche

Profesorado Y Licenciatura En Historia

edu.red

[1] TULIO HALPERÍN DONGHI, La formación de la clase terrateniente bonaerense, Buenos Aires; Prometeo 2008. Cap. "La expansión ganadera en la campaña de Buenos Aires (1810-1852)" p.46

[2] Op Cit, p.41

[3] JHON LYNCH, "Rosas y las clases populares". En: A.A.V.V. De historia e historiadores. Homenaje a José Luis Romero. México, Siglo XXI, 1982,p. 316

[4] TULIO HALPERÍN DONGHI, La formación de la clase terrateniente bonaerense, Buenos Aires Op cit. p.65

[5] Rosana Pagani, Nora Souto y Fabio Wasseman, " El ascencso de Rosas al poder y el surgimiento de la confederación (1827-1835), en Goldman, N., Directora, Revolución, Republica, Confederación (1806-1852) p. 288

[6] Ibid, p. 296

[7] Pilar, Gonzalez Bernaldo, "El Levantamiento de 1829: el imaginario social y sus implicancias en un conflicto rural". En: Anuario IEHS, 2 Tandil, UNCPBA 1987, pp. 150, 151

[8] ibid, p. 151

[9] John Lynch, "Rosas y las clases populares". Op.cit p.322

[10] Pilar, Gonzalez Bernaldo, "El Levantamiento de 1829: el imaginario social y sus implicancias en un conflicto rural", Op. Cit, p.152

[11] Gabriel Dimeglio, ¡Mueran los salvajes unitarios!. La Mazorca y la política en tiempos de Rosas, Bs. As., Sudamericana , 2007p. 41

[12] Ricardo, Salvatore, "Reclutamiento militar, disciplinamiento y proletarización en la era de Rosas". En: Boletín de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani, nº 5 Bs. As. UBA, 3º serie 1 semestre 1992, p.42

[13] Ricardo, Salvatore, "Consolidación del régimen rosista (1835-1852), en GOLDMAN N, Directora, Revolución, Republica, Confederación (1806-1852 pp.357, 358

[14] Ibid, p. 360

[15] Ibid, p. 365

[16] Ricardo, Salvatore, "Reclutamiento militar, disciplinamiento y proletarización en la era de Rosas". En: Boletín de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani, nº 5 Bs. As. UBA, 3º serie 1 semestre 1992, p.72

[17] Ibid, p.339

[18] Ricardo, Salvatore, "Consolidación del régimen rosista (1835-1852), Op.cit p.338

[19] ibid, p.327

Partes: 1, 2
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