La formación de valores. Algunas reflexiones en el ámbito de la educación
Enviado por María Teresa Agüero
- Introducción
- La educación en valores morales
- La ética del profesor en la misión de educar
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
La formación de valores morales es tarea primordial en la sociedad contemporánea, caracterizada por profundas desigualdades como expresión del desarrollo del capitalismo transnacionalizado actual, en un mundo globalizado de todos los procesos socioeconómicos, políticos e ideológicos-culturales.
Como valores morales se definen la bondad, la justicia, la libertad, lealtad, amistad, honestidad, entre otros, que de cumplirse convertirían a la sociedad en su conjunto en una maquinaria perfecta, donde todo sería amabilidad y convivencia fácil, pero sucede que la falta de estos en los seres humanos se convierte en un elemento dañino que afecta todos los ámbitos de la vida.
El enfrentamiento de grandes desafíos por parte de la humanidad, desde la lucha por la propia existencia, los llamados problemas globales de la contemporaneidad, la imposición de nuevos modelos culturales, conllevando al problema a escala mundial. Comprender la importancia que ha adquirido, a escala universal, la relación cultura–educación-valores y especialmente, el problema de la formación humanista, sugiere un enfoque dialéctico-materialista y la integralidad con sensibilidad, estilo de pensamiento, actuación y espiritualidad.
Es un reto, formar hombres que tienen que enfrentar los vertiginosos cambios y resultados científicos-tecnológicos y a su vez enfrentarse a los graves males que se derivan del hegemonismo y el uso de la fuerza. Alcanza honda significación la lucha por la paz, por la cultura, por la defensa de todo lo valioso, creada por el hombre, por la propia existencia como naciones o como humanidad.
Es importante reconocer que el hombre individualmente durante su vida va conformando sus propios valores, bien por oposición, o por aceptación de los valores prevalecientes en el seno familiar, o en los grupos sociales afines.
Los sentimientos y valores se inician en la niñez, como resultado de la educación familiar, en la escuela, con los amigos etc. Al llegar a la adolescencia, los valores aprendidos se modifican; por eso, con frecuencia los adolescentes tienden a rechazar o a cuestionar los valores adquiridos en la infancia, como una forma de autoafirmarse como individuos independientes.
Es fundamental orientar al adolescente durante su formación docente, para que tenga claridad en cuanto a su propia escala de valores, pues así podrá mantener y desarrollar una actitud crítica, y, a la vez reflexiva ante las múltiples influencias que recibe constantemente de los diferentes entornos sociales.
El proceso educativo tiene como objetivo general la formación de los estudiantes y como específico, su perfección intelectual y moral. Por tanto educar en valores, involucra de manera directa al educador, por cuanto no es posible formar valores si este como tal, no los ha experimentados por si mismo
La formación de valores, es trascendental en la sociedad cubana actual, si se toma en consideración todos los acontecimientos sucedidos en los últimos veinte años, que han conllevado a un mundo unipolar y a una grave crisis económica con el consiguiente deterioro en la vida espiritual y socia.
En este trabajo se reflexiona sobre la educación en la formación de valores morales en los estudiantes, para contribuir no solo a la toma de conocimientos sino también al fortalecimiento de una conciencia social que responda a los intereses de esta sociedad.
La educación en valores morales
Cuba es un país bloqueado y asediado hace cincuenta años, por el imperialismo norteamericano. Con situaciones complejas de carácter nacional e internacional, conllevando a restricciones de
carácter económico trayendo en sí limitaciones y conflictos sociales. Las generaciones que se forman en este contexto viven estos procesos y son partícipes de ellos.
"Educar en valores es la acción planificada, orientada y controlada que ejercen las familias, la escuela y la comunidad, mediante el ejemplo personal en la actuación de todos los adultos responsabilizados con la tarea o encargo social de formar a las nuevas generaciones"[1]
"Si hablamos de educar en valores, lo primero sin lugar a dudas, es dar explicaciones convincentes con ejemplos creíbles de lo que acontece, sin errores y dando además los argumentos suficientes y necesarios para los que puedan entender a nivel de las diferentes edades, insistimos en que solo teniendo en cuenta las premisas planteadas anteriormente es lo que nos permite afirmar que estamos EDUCANDO EN VALORES"[2]
Juega un papel extraordinario, la escuela, como formadora de valores morales y de la formación política-ideológica de los educandos. Esto explica la relación educación y concepción de valores.
Mirando esta formación desde la concepción dialéctico materialista se comprenden los valores morales que caracterizan el contexto histórico-social y que devienen significativas tanto para los individuos como para aquella. Los valores son reguladores de la conducta en el orden individual y al mismo tiempo constituyen fuerzas movilizadoras en la sociedad, en tanto "componentes de la ideología", lo que expresan tendencias del desarrollo social.
Los valores asumen un papel en el complejo y contradictorio presente, estando en juego la propia existencia humana, resultando valioso, determinar y defender todo lo del ser humano para la vida. Esta formación de valores tiene etapas, no está encerrado en una edad determinada, hay principios y convicciones personales en la vida de los individuos desde edades tempranas y tienen sus reajustes en transcurso de la vida, de acuerdo al desenvolvimiento casuístico de cada persona y de las condiciones macro social y época.
La educación en valores morales es un proceso complejo de carácter social, en que intervienen diversos factores (familia, escuela, instituciones, organizaciones…) dirigido a la transmisión y asimilación de valores sociales, (como expresión de tendencias progresivas) que orienten la actuación de los individuos formando parte de un proceso más amplio: la educación de la personalidad, constituyendo de hecho, componente, esencia y fin de la educación.
En las vías para su formación por su contenido los más importantes: estudio-trabajo, actividad político-social y actividad informal, y por su vida (padres, hijos, escuela, alumnos, comunidad); por las formas en que se proyectan e inciden sobre el sujeto: directa o indirecta, y a su vez la auto educación.
Los métodos en su formación, constituyen procedimientos que reflejan la naturaleza del proceso e interrelación con los restantes elementos de este, dirigiéndose al logro de los objetivos propuestos. Por ser un proceso complejo, no existe un método específico, sino de gran diversidad, que al aplicarlos pueden resultar eficaces atendiendo a los fines y a las características de los sujetos que intervienen.
Los valores son expresión de la cultura y componentes de la ideología, son formaciones complejas que sirven como elementos reguladores de la conducta, se convierten en norma ideal y constituyen un sistema, pues guardan relación unos con otros, así como con otros aspectos de la personalidad, entre los cuales están los sentimientos, las actitudes, las cualidades, los intereses o las motivaciones personales.
Los valores morales están asociados a la significación social positiva de los hechos y acciones. Son el resultado de la actividad humana, las relaciones con las personas y el progreso social humano, se manifiestan en los sentimientos, las acciones, comportamientos, el trato, la comunicación que caracterizan las cualidades morales buenas de las personas y las acciones de buena voluntad humana.
La complejidad radica en la concepción, proyección y ejecución del proceso de formación y/o educación en valores, a partir de las condiciones, presupuestos, problemas y componentes, especialmente lo relativo a las vías y métodos para su desarrollo. Los valores son una parte importante de la vida espiritual e ideológica de la sociedad y del mundo interno de los individuos, los mismos son una producción de la conciencia (social e individual) y existen en unidad y diferencia con los anti valores.
En el sistema de valores de la sociedad se encuentran los valores políticos, jurídicos, morales, estéticos, religiosos, filosóficos y científicos. Su contenido son una expresión específica de las condiciones económica, social y clasista de una época histórico-concreta, en su dialéctica con el contenido humano universal que estas encierran.
Los valores morales en su carácter de orientadores y reguladores, hace que ocupen un lugar especial como integradores a nivel social (objetivo) y en lo (subjetivo) lo de cada individuo al estar presente en la premisa, el fundamento y la finalidad de todo acto de conducta humana en cualquier esfera de la vida.
"Los valores existen en la sociedad como parte de la conciencia social y a su vez están en dependencia del tipo de sociedad donde estos se formen"[3]
El joven no nace con esos valores, se forman a lo largo de un proceso de interacción social donde la familia primero y luego la escuela y la sociedad en general, desempeñan papeles decisivos cuando son portadores de los modelos sociales que desean transmitir.
Es la escuela la que puede aprovechar las vivencias y reflexiones sobre ella e intercambiar puntos de vista. Dar un enfoque histórico-cultual, la escuela debe aprovechar las experiencias y conocimientos previos que poseen los educandos para llevar a cabo la formación de los valores, utilizar los conocimientos adquiridos.
Para la educación en valores en el proceso de enseñanza–aprendizaje, el componente cognitivo que existe en cada valor, se define que la honestidad, el patriotismo y la solidaridad (entre otros) se hace necesario hacerlos incuestionables, lograr claridad en cuanto a o que es un valor y su forma de manifestación, para que el alumno pueda llegar a valorar el sentido que para sí tiene cada valor, el para qué y lo que se hace en la actividad práctica.
Para esta educación se deben utilizar todos los medios con que cuenta la escuela con el fin de preparar mejor al estudiante, alcanzar una mayor significación social y estar en mejores condiciones para enfrentarse a las influencias espontáneas positivas o negativas del medio en que viven y se desarrollan.
Si se logra todo lo anteriormente expuesto al terminar su educación, el alumno deberá ser portador de una actuación independiente, con la aparición gradual de puntos de vista, juicios y opiniones propias con un basamento moral que se irá consolidando en el transcurso de su vida.
La realización de tareas escolares y otras específicamente humanas, permite al alumno de la apropiación de la experiencia histórico-social, de la cultura, material y espiritual acumulada por las generaciones anteriores .Cuanto valor puede tener para un mejor desarrollo de la personalidad del individuo, conocerse a sí mismo y gradualmente poder, en el transcurso de su vida, reajustar aquellos comportamientos que no resultan los más acordes con los valores sociales aceptados Cuanto aporta en el proceso de aprendizaje en cuanto a su enriquecimiento afectivo, a sus orientaciones valorativas.
En este proceso no solo se busca la asimilación por el alumno de conocimientos, procedimientos, estrategias, sino la búsqueda de un proceso, que en el orden personal, el alumno se provee de saberes dirigidos a la formación más integral, más consciente y responsable, siendo partícipe en los contextos sociales donde se desarrolla y le permitan un mayor crecimiento personal.
Aprender a ser, es algo difícil y complejo, pero para ello es necesario aprender a conocer y a convivir. Si se detiene en el aprender a conocer, observarán que no se puede aplicar un valor moral, si se desconoce lo que es; no se es responsable, si no se conoce lo que es, no se es laborioso, si no se sabe el cómo se ama la patria, si se desconoce lo que ella tiene para contar y ejemplificar con hechos, su mensaje histórico-social el cuál encierra los valores morales del ser humano, tangibles, palpables y reales.
El proceso para el desarrollo y formación de valores morales no fluirá a menos que, la realización de las tareas y actividades que contribuyan al desarrollo y formación de valores y cualidades morales, posea una significación para los alumnos, donde se vinculen a los contextos sociales en los que él participa.
Otro aspecto lo constituye la comunicación estudiante-profesor, la cual es un acto de formación de valores que hay que entrenar y desarrollar, no es un don que la naturaleza asigna; que se expresa del mismo modo a través del estilo comunicativo del profesor y donde el adulto actúe como el modelo portador de la cualidad.
Los valores no se desarrollan si no existen espacios de comunicación imprescindibles entre los profesores, la dirección y la comunidad. .La tendencia a separar la educación de la instrucción, a no aprovechar las potencialidades que brinda los contenidos como proceso en sí para incidir en la formación de sentimientos y valores, ha traído como consecuencia que el estudiante tenga muy pocas posibilidades de proyectarse en la clase, en las actividades curriculares; es decir; de participar de forma activa e independiente, de plantear sus puntos de vista, intereses, juicios, estados de ánimo y valoraciones acerca de todo hecho, fenómeno, objeto o proceso que tienen un significado, una repercusión social o un valor para ellos.
La formación permanente de los valores morales, culturales, éticos y estéticos en los estudiantes tanto a nivel personal como social deben impregnar al sistema educacional y ser evaluado sistemáticamente por la propia organización escolar, de forma tal que permita la identificación de los factores que están incidiendo positiva o negativamente en su consolidación y sirvan para trazar estrategias que conlleven al fortalecimiento de dichos valores.
La ética del profesor en la misión de educar
Los vocablos ética y moral están estrechamente relacionados por cuanto la ética como ciencia filosófica tiene como objeto de estudio a la moral. La ética ofrece el soporte teórico – científico a la moral para que establezca su sistema de valores, principios y normas que permitan describirla, explicarla y trasmitir su enseñanza.
En los diferentes sistemas sociales a cada grupo social le ha correspondido un sistema de normas morales particular, que manifiesta las ideas espirituales y sociales de la clase económicamente dominante, reflejando con ello, el carácter clasista de la moral.
Los hombres en la actividad laboral forman comportamientos morales que se derivan de esa interacción y que van a ir regulando su conducta en el entorno de trabajo. Estas conductas conforman un sistema de normas de actuación y principios en un campo de actividad específica, que establecen los denominados códigos morales, los cuales van a tener un carácter normativo y educativo.
La ética profesional no es más que el surgimiento de distintos sistemas de códigos morales vinculados a determinadas profesiones que se enriquecieron en el avance del progreso moral. Dicha ética profesional es un reflejo del proceso histórico social que se producían en las demandas a los diferentes grupos de profesionales como resultado de la diferenciación del trabajo social,
.Ella es una particularidad de la Ética y tiene como objeto de estudio el análisis de la formación y desarrollo de la moral profesional en las condiciones concretas de la realidad objetiva y comprende como señalan los autores Bombino y Fernández " el conjunto de principios, normas, requisitos y exigencias morales adoptados en un medio profesional determinado, con el objetivo fundamental de normar y regular la conducta moral por la cual pueden regirse los distintos profesionales.[4]
En este sentido la ética profesional debe caracterizar al profesor en su actividad, pues le sería imposible desarrollar su misión social social al margen de la misma y por tanto cobra una importancia esencial en su labor de educador.
Si tomamos en consideración la misión del maestro como educador de las nuevas generaciones y las condiciones de una crisis económica mundial y específicamente la realidad nacional, que han provocado un deterioro de las condiciones de la vida social y espiritual; los principios éticos constituirán una herramienta fundamental para lograr el desarrollo de la cultura, la conciencia y el empleo adecuado de los valores en los estudiantes.
La experiencia profesional, así como sus conceptos éticos sobre los conocimientos científicos en Cuba y en el mundo, le ayudarán a realizar un enfoque metodológico integrador de la realidad nacional y del desarrollo del socialismo de la Revolución Cubana en un mundo unipolar.
Conclusiones
La existencia de un nuevo orden económico mundial, significa un reto para enfrentar la formación de valores, es urgente la acción educativa a través de todas las partes involucradas para afrontar las contradicciones existentes y atenuar sus efectos
El proceso educativo tiene como propósito la preparación del hombre para la vida y en este sentido, debe tenerse en cuenta el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción inherentes a las mismas, además de las relaciones ideológicas existentes.
La educación como parte de la superestructura está determinada y condicionada por el desarrollo de cada proceso histórico y de la actividad productiva de los hombres.
La educación debe constituir una vía esencial de reproducción social de lo más valioso de la herencia cultural de la humanidad, significa asumirla desde posiciones verdaderamente humanistas que no pueden estar divorciadas de aquellas que promuevan la transformación social.
Los valores morales están asociados a la significación social positiva de los hechos y acciones. Son el resultado de la actividad humana, las relaciones con las personas y el progreso social humano, se manifiestan en los sentimientos, las acciones, comportamientos, el trato, la comunicación que caracterizan las cualidades morales buenas de las personas y las acciones de buena voluntad humana
La labor de todo el personal involucrado en la tarea educativa de los adolescentes, no debe limitarse a los resultados docentes alcanzados por estudiantes en las diferentes asignaturas, el objetivo a alcanzar debe ser más amplio; la formación de un hombre capaz de pensar sentir y actuar integralmente en correspondencia con las necesidades de la sociedad lo que implica la trasmisión de sus vivencias.
Es importante reconocer el papel formativo que juega la ética no solo para el profesor en su labor educativa sino en la creación de valores en el estudiante; en las condiciones en que se desarrolla el socialismo en Cuba bajo una fuerte crisis económica.
La profesionalidad del educador deberá orientar su trabajo de manera integradora hacia la disposición de todas las oportunidades que la obra de la Revolución brinda, para lograr niveles superiores en ideología y en la instrucción de los estudiantes.
Bibliografía
1. Baxter Pérez, Dra. Esther: "Compendio de Pedagogía", Editorial Pueblo y Educación.
2. _____________________: "Educar en valores. Tarea y reto de la sociedad", Editorial Pueblo y Educación, Ciudad de La Habana, 2007
3. _____________________: La Formación de Valores, una tarea pedagógica. Editorial Pueblo y Educación, La Habana 1989.
4. Castellanos, D. y otros: Editorial Pueblo y Educación, 2001.
5. Castro Ruz, Fidel: "Palabras en ocasión del XX Aniversario del Destacamento pedagógico Manuel Ascunce Domenech", Palacio de las Convenciones, La Habana 29 de mayo de 1992.
6. ________________: Acto de inicio del curso 2004, Periódico Granma.
7. _________________: Selección de discursos (soporte digital).
8. Colectivo de autores. Manual de Estudios Éticos. Tomo I y II Cap. VII Ética profesionalpp115 – 145 Fac. Filosofía Universidad de La Habana. La Habana 1987
9. Colectivo de autores. Por una nueva ética. Editorial Félix Varela 2006
10. Chacón Arteaga, Nancy: "Dimensión Ética de la Educación", Editorial Pueblo y Educación, Ciudad de La Habana, 2002
11. López Bombino, Luis R:"El saber ético de ayer a hoy", Editorial Félix Varela, 2004
12. Mendoza Portales Lissette. La formación de valores: Un problema de la filosofía de la educación. p. 8
Autor: