Pero como siempre, hay alguien a quien se toma como un compañero más afín, Juan, el mayor del grupo, un hombre de edad que dominaba el dialecto Dariano, el que criticaba con mas ahínco, el que se rescribiera sin exponer la poesía culterana, pues para mi buen amigo Juan el escribir sin preceptiva era el pecado mas grabe que se pudiera cometer. Así es pues que por lo general, después de asistir a la reunión nos dirigíamos a una cafetería en donde al calor de una cuantas copas nos regalábamos el placer del diálogo poético. Algunas veces ese placer se llevaba más tiempo del esperado pues al hablar de cosas agradables al oído el tiempo se hace corto y más, si el servicio que las bellas jovencitas se personaliza y al cliente se le brinda la atención y amistad mas allá de la solo atención al cliente.
Este día en particular había sido diferente, pues dos de mis poemas fueron no solamente ovacionados sino que discutidos por haber tocado temas delicados. Se ha generalizado en nuestra sociedad que cuando se critica a algún político o a una actitud de los gobernantes, el ciudadano firma automáticamente su pasaje al más profundo estigio, un boleto misterioso, que no tienen cara y mucho menos fecha de retorno.
Por lo mismo ese día el "festejos fue doble", primero recreamos unos momentos en un bar, en donde la administradora (siendo la mujer de un policía) a todas luces y en forma abiertamente directa quería entablar de alguna manera, relación con el poeta ese día galardonado. Así como un ave real, extiende su plumaje y esparce eróticos graznidos alrededor del macho, contoneándose para ser vista, hasta acercarse al aparejamiento
Amoroso… Para luego irnos al lugar de siempre. Ya estrada la noche cada unos de "los ALEROS" tomó su camino al hogar con la satisfacción de haber llevado a cavo una labor con dignidad, de haber descollado en el helénico gusto con los poetas, neófitos algunos y otros con su literatura ya bien calificada , el haber dado gusto a los placeres del mundo y emprender el retiro al hogar.-
Entrada la noche y de la sombra,
un rayo de luz, veo, y con el batallo,
a su trueno duermo en mortal desmayo
y al rodar -la banqueta- fue mi alfombra.
Átropos guiaba mi regreso a casa, yo me sentía envuelto en una nube de falso orgullo que ponía un velo a mis ojos y no podía medir la imprudencia de estar fuera del hogar en altas horas de la noche, en una ciudad en donde no hay seguridad. Llegaba a mi destino en los brazos de Euterpe, la diosa de la música y que traicioneramente se fue quedando detrás de mí hasta que en un sobresalto veo un estrenuo rayo de luz-
Tan estruendoso como cuando las olas del rencoroso ponto impelidos por el céfiro, braman con doloroso grito al romperse en la rocosa playa. A la vez que todo mi cuerpo se estremecía en los brazos de la Parca, y por más que quise sobreponerme fui perdiendo fuerza. Así como un águila en las alturas, ve a un insignificante ratón en la pradera y se dirige a el en un vuelo hacia abajo directo, definido, y vertiginoso.
Así me hundí en un calígine suspiro y una nube fue cubriendo de oscuridad mis sentidos hasta que. De la misma manera que un sauce baja su ramas por el peso de sus hojas, con suavidad, benevolente, dejándose acurrucar al arrullo del viento.
Mi cuerpo apoyado a una pared de espaldas, se fue deslizando lentamente, como una hoja de papel que caprichosamente se desliza en donde no hay viento, hasta llegar a quedar sentado en la banqueta en donde Cloto (la hilandera de la vida) me hizo ver que mi destino había llegado a su hora y extendiéndome su mano derecha en la que sostenía el principio de una borla y en la izquierda la madeja de la vida me dijo: Toma mi mano y recorre todo tu destino. Diciendo esto. Tal como cuando estamos viendo una película vi mi pasado sin perder una sola etapa por insignificante que hubiese sido, lo mismo vi mi presente y cuando ya me disponía a ver el futuro, dejándome probar la amargura de la muerte, se apagó mi tea.
Me sumerjo en desgarrador instante
oyendo liras entre efluvio brisa
como una transparencia veo delante.
Y en viendo esto Láquesis (la distribuidora de la suerte) no me hablo, sino que hizo llegar hasta el Olimpo sus ruegos mas ardientes y le pide a Palas Minerva que no me dejes a la deriva pues ya antes me tenía entre sus hijos adoptivos. Minerva asintió y colocando una nube que envolvió sobre mi cuerpo lo tomó y traslado hasta las mismas puertas de mi hogar.
La Esposa dulce, la que no descansa con tranquilidad si no esta toda la familia reunida. Como una gallina que bajo sus alas protege a todos sus pollitos y cacarea constantemente sin alguno no llega.
La esposa que vela el regreso de su amado para ir a su encuentro. Oye un ruido solamente perceptible por un sexto sentido, sale, ve al esposo en la banqueta, toma el cuerpo ya inerte y lo deposita en la mesa de centro de su sala. Se pone a orar y eleva sus más sinceros ruegos al Todopoderoso.
Se fue borrando, apagando mí risa
ya sin plegarias, me abrazó la muerte,
aspiró profundo… y se fue indecisa.
II Vida
¡Un disparo en el corazón! – ya es mío-
dice la muerte… y vio que le cubrían
velaron, sollozaron, no dormían.
pero no dejaron el cuerpo frío.
Cloto y Láquesis entablaban fiera discusión, la primera esgrimía el criterio de que los dioses ya tenían mi nombre en el libro del destino y estaba escrito con sangre indeleble.
La segunda con firmeza sostuvo que respetando el designio del ser superior, aceptaría su última resolución pero eso no le quitaba el derecho que como diosa tenía de procurar enderezar ese malogrado destino. Antes de yo ver mi propia diapositiva, vi como un arma apuntaba hacia mi pecho, todo fue tan rápido que el ver el fogonazo no pude ni siquiera moverme, un plomo penetro en dirección exacta hacia el corazón. Como cuando del árbol, se desprende, por el Abrego, una hoja ya seca y por su poco peso cae lentamente hasta reposar en el polvoriento suelo. Pero con el permiso que el creador da a los humanos aun pude expresar ¡Dios mío, perdóname!
Así dije. Fui oído y el Supremo envío a su hijo predilecto de entre todos los santos que hay en el cielo "San Francisco de Asís" quién atendió presuroso las ordenes del creador y señor de todas las cosas dirigió su vista hacia el plomo y muy estoico dio un soplo para cambiar el rumbo del disparo.
El proyectil primero quemó la ropa, luego rompiendo la piel como que si se tratara de un cuchillo que se incrusta en el agua, rompió la octava costilla, dio un beso al corazón y perforó la pleura que se fue inundando de sangre hasta ahogar la existencia. Lo demás ya está dicho.
Los cuatro cirios no encendieron su luz
cuando el rígido cuerpo recibieron;
¡Ya falleció! dicen quienes le vieron,
que con ojos fijos, miraba la cruz.
Fueron diecisiete días los que un cuerpo inerte estuvo en capilla ardiente, el Hades me esperaba inquieto y ya reclamaba el alma que allí debería purgar su paso por el mundo terreno.
Las personas que le querían y debido a los muchos días de gravedad ya solamente esperaban que les fuera entregado el cadáver.
Fueron las oraciones de la esposa las que doblegaron la furia de Cloto y esta cuchicheando sabias palabras se retiró al olímpico.
Apenas y después de toda una vida mis ojos parpadeaban nuevamente. Como cuando en los azafranados reflejos matutinos van rompiendo la parte intima de Apolo. Y al costado de mi inerte cuerpo estaba sentada y con una sonrisa Átropos (la inexorable) guardando en su bellísima túnica toda de plata y bordada con mil borlas de oro, las tijeras de la vida, ya que obedeciendo las órdenes de Júpiter anunciaba que se había decidido mi nuevo destino.
Diecisiete días en capilla ardiente
¡Vi de nuevo! la risa de los míos,
¿Si creo en los milagros?, no pregunte.
Euterpe dejaba escapar lo mejor de los sonidos celestiales pues como deidad se permitía amenizar a todo el firmamento. Con el beneplácito de Neptuno, las cincuenta nereidas hijas de Nereo emergieron del mar, los lagos y los ríos; y de las arboledas, fuentes, bosques, praderas, todos los espíritus de la naturaleza, las más garridas ninfas. Ya en mi retorno, de la lúgubre muerte, a la vida, me vuelo a Dios, padre de todos los dioses, Señor de todos los señores y derramando abundantes y sinceras lágrimas, el devolverme el espíritu, alma y cuerpo convirtiendo la blanquecina palidez de mi rostro retornando a mi color Maya-Cakchiquel, para que en compañía de Plutón el dios de las fuentes himnodar al creador en agradecimiento de la nueva vida de este humilde mortal.
Con la calma imprecisa de los ríos,
ligera, leve, voluble, se siente
la vida, retornar de mis desvíos.
Léxico
Estigio Profundidades infernales.
Aleros Compañeros de copas.
Ágora; reunión
Atenea ; Diosa del trabajo y de las artes
Átropos ; la muerte
Parca: muerte
calígine: oscuro
Tea: antorcha
Hades: Purgatorio
Apolo : Dios del sol
Neptuno: Dios del mar.
Átropos: La inexorable
Euterpe: la diosa de la música
Nereidas: Ninfas del mar, lagos y ríos.
Ninfas: Divinidades menores de las arboledas,
fuentes, bosques, prados,
Garridas: Galanas, Bellas, Preciosas.
Plutón: Dios del mas y de las fuentes.
Ábrego Viento sudoeste.
Himnodar Cantar himnos.
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RETRATO
Mi nacimiento y primeros años fue tormento
que sólo el amor de madre sabe mitigar.
Recuerdos vagos que tengo de mi amado hogar…
una amplia casa, tres patios, la higuera y el pimiento.
Entre jardines pasa mi niñez ¡-rememoro-!
con nostálgica alegría, al calor de la familia,
el café de las cuatro y sombra de buganvilia;
fuente serena y en el lustroso corredor, un loro.
"Juventud divino tesoro" escolares días
de los bulliciosos descansos del recreo alegre;
cuando en las navidades hacíamos el pesebre
hincados, entre regocijantes melodías.
Fui tocado por la piedad del mismo Dios vivo
y esa vocación me llevó años al seminario,
y comprender, de Cristo su agonía, su calvario,
pero no fui escogido, el mundo me hizo cautivo.
Ya el Señor me tenía preparado gran presente,
morenito, delgado y lejos de ser hermoso,
predispuso en mi camino al ser más cariñoso…
la mujer que cambiaría mi mundo, mi horizonte.
Mi madre sufrió gran pena ¡Mi padre había partido!
Con humildad la nueva hija se ganó el cariño
con dificultad, tropiezos pero como un niño.
Se comprendió que el hijo no se había perdido.
Nació el primer nieto, cambió todo el panorama
capilla iluminada de espirituales velas
pues llenó de regocijo y contento a las abuelas
que presumen heredada raza, nueva rama.
¡La familia crece! pasa el tiempo ufano, inerte,
verdugo tirano, himnodas gregoriano coro,
¡Juro! por haber escuchado el tropel sonoro,
puedo hablar de "La vida después de la muerte"
llevé en mano un estandarte, símbolo de viajes,
Después de pasar Centro América llegué a México
fueron muchos años toda una vida y eso es lógico,
llegamos a USA y se cerraron los equipajes.
Deberá agradecer de por vida al Soberano,
debo pregonar, de la manera más sincera,
cuidando mucho de la palabra lisonjera
que todo es de Dios, quién me llevó de la mano.
He visto que el tiempo terreno, he despilfarrado
solo quiero dejar "el sueño de mi poseía"
oigo canción profana, comprendo en mi agonía,
que lo que he perdido, lo tengo bien ganado.
Rafael Mérida Cruz-lascano.
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La poesía y el poeta
Dicen, del "artista plástico" que en las tardes de madrigal, entre los sílfides arrullos el poeta; ¡HACE POESIA!
Viendo a través del cristal, de amapola, al romance que eleva mi intelecto, crecer, con alimento de otros huertos, abarcar, con su prosa al universo y nacer -en la poesía- el poeta. Es una mansión que carga memorias, ora expuestas a los sílfides arrullos ora, al pavuro cuento de un drama, dentro del laberinto, de las musas, que con su poesía, formó, al poeta.
Con las sílabas, se encuentran paisajes, unos, lloran en la tumba, una elegía, otra es, la enamorada sonatina, otras en adioses, inspiran canto y el poeta, así, hace poesía. Con letras y agua, forma la arcilla, como, autor y obra, paralelas, como égloga voy por la existencia ornando, con esa materia; "cónyuges", como la poesía y el poeta.
En el nadir del impreciso abismo, soy el carcelero de la soledad, donde esculpe, su pluma, el hemisferio y un simple librejo me encandila, con poesía, en pedazos, de poeta. Para que mi soneto se ilumine, cuelgo una estrella en la ventana, camino, buscando algo, entre los siglos, con la espiga, pongo apellido a la flor; …como poeta que hago poesía.
Renace con la estrella soñadora, elevando astrales pensamientos, y sus tardes, de madrigal, que evoca, dar al sol, cerúleas pinceladas; dibujando, al poeta… la poesía. ¡sí, yo soy ese!: "El artista plástico" con sangre de son, huesos de hormigo, raíz de chirimía, ojos marimberos. Soy el hombre castellano, perpetuo; moriré poeta … ¡No mi poesía!
Rafael Mérida Cruz-Lascano
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LA MARIMBA
Gime tu nota, mi lira
tiene aroma de madera,
en tu son mi sangre delira
como eterna primavera,
¡de la tierra platanera!
Une tu fuerza a mi duelo
con tu ritmo misterioso,
en sonoro eco de cielo
peregrino y melodioso,
¡su tañido es precioso!
Alma indígena y fecunda
cuna del Quetzal: El Laúd
lleva alegría o profunda
melancolía de ataúd,
¡y por la marimba, salud!
Tú, la de luz golondrina
iluminas los güisquiles
y toda la casta chapina
en alfombra de güipiles,
¡de los Mayas y Pipiles!
Eres el pan de justicia
sonar de hormigo, el origen
marimbero y la delicia
de tu registro aborigen,
¡por tu trino te eligen!
Más allá de la humana
sinfonía, en sus abrazos
que la música emana…
al alma hace pedazos,
¡o ilumina sus ojazos!
Amo bañarme en tu arroyo;
soñar tu épico teclado
monorrimo grito criollo,
del sonido derramado,
¡al oírla … yo, he llorado!
Le he mirado en sus ojos
alegría de chirimía
vibrar, y con sus antojos
hacer, la marimba, mía,
¡mágica melancolía!
Amas duerma en tu arrullo
de música y violineta
y me duermo en tu murmullo
que inunda todo el planeta
¡quizás, porque soy un poeta!
Rafael Mérida Cruz-Lascano
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Redondillas A: La Virgen de Guadalupe
Mariología
Virgencita del Tepeyac, morena,
tu eres mi madre, Señora Divina
tu eres la luz donde el mundo camina,
Dios te forjó pura y de Gracia Plena.
Desde el cielo bajaste envuelta de Sol
de entre toda escogida Doncella,
con el fulgor de la más bella estrella
para dar belleza a la mar tornasol.
Oigo cantar, a la madre más bella
una voz canora en el paraíso,
a la Reina del cielo que dios quiso
que con pureza siguieran su huella.
En la campiña no existe la rosa,
en toda la tierra no hay oro mejor
siquiera comparable a tu resplandor
ni pureza de Santísima Esposa.
De los humanos eres Sagrario
y me cubre tu Venerable Aliento…
el dulce Ayate, tu Tilma, tu Manto
y todo se calma en tu Rosario.
Te canto porque soy guadalupano
y con esa voz, traigo un solo ruego
"Mi Niña" como dijo el indio Diego,
no olvides a tu siervo franciscano.
Rafael Mérida Cruz-Lascano
===
"Cantiga a Maura Ilse"
A Maura Ilse Salinas Mérida
Cantiga poli-rítmica
Arte menor. Octavillas:
1ª. estrofa ABABABCC, Real
2ª. estrofa ABABABCC, Real
3ª. estrofa ABCABCDD, Estancia enlazada
4ª. estrofa ABBC CDDC, Bimétrico
5ª. estrofa ABBC CDDC, Cantata aguda
6ª. estrofa ABBAACCA, abrazada
7ª. estrofa ABCB ADáB, Finida compuesta, aguda.
Hoy es el solemne día
de tus quince primaveras
por ti, cantos de alegría
como antes jamás oyeras,
serenata y algarabía
ouroboro quinceañeras
y al son de la violineta
la clara luz que arrebata.
El Edén ¡deslumbrante destello!
con liras agradece al Creador,
La niña abraza una estrella
en su vena hay savia de amor.
"Te dio la madre más bella
y por padre un gran señor,
gallardos como violeta
con claridad que arrebata.
Hoy no es mi voz, es mi pluma
la que jugando en la arena
escribe que eres amada
como música en la bruma.
Lirio del valle y serena
tienes frente coronada
es tu raza castellana
Eres norteamericana.
Soy el juglar que le canta
a la niña más hermosa
con sus poemas y su prosa…
para la ninfa de un edén, "divina"
que en el cielo los prados apergamina
los griegos quieren himnodar,
en el orbe tuyo, tu hogar…
toda la tierra latina.
Admiro el eterno brillo
de tu corazón sincero:
de tu natural salero;
tu casta estructura, altiva.
Podrías vivir cautiva
pero sin el poema, no,
por ti alzo mi copa, yo,
¡Oh, salud! la siempre viva.
Fulgido fuego y ceniza
fraguan tu recto cariño
y con joyeles de armiño
la alondra lleva en su risa,
risa que a ti diviniza
con sonoros madrigales,
eclipsando los trigales
con la piedad de una misa.
Con el trino de las aves
y tu abierto el corazón
muchos alegrijos traen
serenatas a tu balcón.
Embárcate en esas naves,
con arrullo de un querube,
Gózate con su vaivén.
¡Tú eres una bendición!
Bibliografía
Poemas extraídos del "Canto de Minerva", poemario de Rafael Mérida C. en donde nos dice él, la da al lector como su única arte de presentación.
Breve Biografía
Rafael Mérida Cruz-Lascano
15-05-38/—-
AUTOR
Por descendencia materna miembros de esa familia han sido des- tacados escritores, una celebridad en los estudios de las ciencias heráldica e Históricas: "Don Francisco Barnoya y Gálvez" y así- mismo la primera tipografía de gran renombre y destacada fama mundial: " Sánchez & de Guise" que actualmente y por la muerte de sus propietarios y administradores ha cerrado sus puertas
Rafael Mérida Cruz-lascano, (1938- )
Poeta, escritor, periodista (- Escuela Centro Americana de Periodismo (1969) Facultad de humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala-), contador, tecnificado en la contabilidad de costos de empresas constructoras,… siendo su especialidad la Administración de Empresas.
Es aficionado a artes de la arquitectura, escultura y pintura. Las primeras letras las recibió de la Padres Salesianos en donde se le inculcó la vocación religiosa. Religioso de la tercera orden Franciscana y seminarista en El Colegio Seráfico de Nicaragua. No fue de los escogidos.
Hijo de Don Rafael Mérida De León y de Doña Conchita Cruz-Lascano y Gálvez de Mérida, señora de familia con reconocida honorabilidad y en la que hubo título de nobleza. Nació un quince de Mayo en la ciudad capital en la 3ª. av. sur No.15, propiedad que se vendió al Dr. Chávez luego paso a ser
la Radio Ciros y hoy es un enorme Centro Comercial. Ya antes de los 14 años tomaba como un juego el hacer acrósticos, pues se le facilitaba la rima. De su primer libro publicado "Ensayos de un poeta" recibió criticas constructivas, por lo que se sintió obligado e estudiar el difícil arte de la Preceptiva Literaria.
Su obra poética:
1.-Ensayos de un poeta, poemario breve../ 1.-A : segunda versión del único libro publicado;/ 2.-El canto de Minerva: Antológico/
3.-Florilegio de la poesía para todos: florilegio poético/: Debido a que este libro se hizo muy extenso se formo la colección "Poetas
Latinos" –del 7 al 25– / Número 3, Historia de la Marimba.4.- Soledades;/ Poemas breves./ / 06… Mis Sonetos, compilación de sonetos de mi autoría (75 páginas)
POETAS LATINOS, integrado por: 07… Sonetos. 205 páginas./ /08… Biografías de Poetas.- 333 páginas./ 08 y 09… 190 páginas con más de 300 biografías. 10…Grandes poetas. De todo el mundo castellano.403 páginas/11… Versificación poética,60 páginas/ 12…Pareados,127páginas./ 13…Tercetos,164páginas./ 14…Cuartetos, 141 páginas/ 15…Quintetos y sextetos. 75 páginas./ 16…Combinación Estrófica. 229 páginas De Octavas a Décimas,/ (17) Poetas Latinos, una breve colección de Poesía libre.// (18) Y se tiene la ilusión de llegar a hacer un libro "Léxico poético Castellano" compendio de palabras culteranas, será una leve ayuda para el poeta./ (19) Historia de Amatitlán;(20) Poental, todo dirigido hacia el poeta… la poesía;/ (21) Mujer, Madre. Amiga… compilación de poemas dedicados a la mujer.;/ (22) Guatemala… mi historia. Éste libro narra a manera de cuento, mi historia, y la historia política, geológica y social de mi país, a mi personal punto de vista pero con datos reales.;/ (23)… igual que el número 18, y este se trata de "Rimas" / (24) Genealogía, de la familia "Mérida Cruz-Lascano" Heráldica de mi linaje.;/ y (25) Personajes de la Historia de Guatemala… en donde se da a conocer las biografías de los Próceres de la Independencia, Presidentes y personajes que han tenido relevancia: Religiosa, Poética, Arquitectos, escultores, pintores y de sitios importantes. /Al margen de la Herencia
Autor
Rafael Mérida Cruz-Lascano
Agosto del 2006
Su Musa y maestra Amparito de león Barrios de Mérida AL MARGEN DE LA HERENCIA, novela con la que actualmente trabajo y que no tengo terminada.
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