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La enseñanza de nutrición en la Escuela de Medicina Facultad de Salud de la Universidad del Valle

Partes: 1, 2

    Publicación original: Colombia Médica, 2003; 34: 97-103 – ISSN 1657-9534, Reproducción autorizada por: Corporación Editora Médica del Valle, Universidad del Valle, Cali, Colombia

    RESUMEN

    Varias de las ciencias necesarias para la comprensión de la nutrición se encuentran en el currículo de los primeros semestres de las disciplinas de la salud. Sin embargo, con frecuencia no existen espacios formales donde este conocimiento pueda integrarse alrededor de individuos aparentemente sanos. Los egresados refieren no haber recibido entrenamiento en nutrición que les permita responder a las necesidades de sus pacientes o comunidad. El núcleo de nutrición tiene como objetivo primordial el que los estudiantes integren los conocimientos adquiridos en el área básica y los utilicen para resolver situaciones individuales y de grupos. Se centra en el estudiante quien en el proceso es su propio paciente y utiliza información de si mismo y su grupo para identificar riesgos de enfermedades y da recomendaciones de cambios para disminuirlos. La medición e interpretación de su composición corporal, ingesta de alimentos, actividad diaria, capacidad física de trabajo, lípidos, estilo de vida y antecedentes personales y familiares le permite utilizar los conocimientos adquiridos en semestres anteriores con el apoyo de docentes de diferentes disciplinas. La experiencia les ayuda a crear conciencia sobre la utilidad de las ciencias básicas en el manejo de pacientes y sobre todo en la prevención de enfermedad. No se discuten en esta reflexión otros cursos que se han desarrollado después de la experiencia con la Escuela de Medicina.

    Palabras clave: Enseñanza. Nutrición. ESE. Medicina.

    SUMMARY

    Many of the sciences required in the understanding of nutrition are present in the curricula of health related disciplines. There are, however, few opportunities for the student to formally integrate this knowledge around apparently healthy subjects. With this purpose the Medical School selected Nutrition and Physical activity as one of the subjects in the 6th semester of medicine. The course was structured around the student who in the process measure his body composition, food intake, activities, work capacity, blood lipids, life styles, family and personal background. Using this information interpret his own and group risks reviewing structure and functions of the different systems with the support from teachers with different disciplines. It is made of 5 modules distributed for a period of 6 weeks. The experience appears to increase the awareness of the value of basic sciences in the management of patients and health promotion. Not discussed here, an elective course for all the schools was initiated in 2000.

    Key words: Nutrition teaching. Medical schools.

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    La evidencia indica el papel central de la dieta como componente de los estilos de vida en la prevención de enfermedades y la promoción de la salud. En Colombia, las enfermedades crónicas no trasmisibles (infarto del miocardio, hipertensión, diabetes, accidente cerebrovascular no hemorrágico) producen más de 30% de las muertes. Dieta y vida sedentaria tienen asociaciones con morbilidad y mortalidad por enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

    Las características fisiológicas del hombre urbano actual no son diferentes a las de los cazadores recolectores primitivos pero no se ajustan a las condiciones de vida que las seleccionaron. La composición de la dieta y la vida sedentaria en las ciudades son muy diferentes a aquellas para las cuales nos hemos adaptado. Genes y respuestas fisiológicas que permitieron la supervivencia en la antigüedad hoy representan un riesgo, p.e., las manifestaciones de los llamados genes frugales asociados con la obesidad, la diabetes tipo II, la hipertensión y sus consecuencias cardiovasculares. Los programas de salud, el aumento de cobertura de agua potable y la disposición de desechos disminuyeron la incidencia de enfermedades diarreicas, de las prevenibles por inmunización y la mortalidad infantil, produciendo una estructura demográfica muy diferente a la de los antepasados y de otras especies animales. De otro lado, las sociedades modernas, urbanas en su mayoría, convergen hacia el consumo de dietas de alta densidad calórica, ricas en grasas y azúcares libres y bajas en fibra, que se asocian con una vida cada vez más sedentaria.

    Todos estos factores han contribuido a la disminución de la desnutrición por defecto en la mayoría de los países en el mundo para dar paso a una verdadera epidemia de enfermedades crónicas no trasmisibles asociadas con los estilos de vida urbana moderna a los que se tendrán que enfrentar los profesionales de la salud y la sociedad entera. Se conoce también que las enfermedades y condiciones de salud asociadas con la alimentación se inician desde la concepción y que se pueden descubrir manifestaciones tempranas antes de los 10 años1,2. En deseable entonces que los programas de prevención y la promoción de la salud deben comenzar desde la concepción y los primeros años de la vida.

    Los médicos y en general los profesionales de la salud deben estar preparados para responder a las demandas de la sociedad y de los pacientes para descubrir riesgos individuales desde la infancia para una mejor calidad de vida en la edad adulta. En el pasado la desnutrición infantil y las enfermedades crónicas eran consideradas como problemas separados y esta división ha limitado acciones efectivas para detener la epidemia de enfermedades crónicas. Además, el uso sesgado de indicadores puede llevar a ignorar la presencia de obesidad tal como se aprecia en programas de alimentación que, en Latinoamérica cubren aproximadamente a 90 millones de personas de las cuales sólo 10 millones tienen deficiencias.

    Un estudio efectuado en Estados Unidos mostró que la educación nutricional en ese país es inadecuada3. En Colombia, no existe un entrenamiento formal en nutrición en la mayoría de las escuelas y facultades de salud para estudiantes de pregrado. Algunas instituciones incluyen programas para estudiantes de postgrado que por lo general se orientan a deficiencias nutricionales especialmente en menores de 5 años.

    Es evidente el interés del público en aspectos generales de nutrición y el aumento de la demanda de información y de servicios a todos los niveles. Varios países han decidido hacer exenciones de impuestos a aquellos gastos que se generen por manejo de obesidad y otros problemas crónicos; en Inglaterra, se ha propuesto el cobro de la consulta médica a aquellas personas que no atiendan sugerencias para el manejo de sus riesgos. También permanentemente se genera gran cantidad de propaganda por los medios hablados y escritos promoviendo productos, conductas y dietas especiales los cuales requieren del profesional capacitado de la salud para su aclaración.

    Hoy se acepta que los servicios de nutrición son un aspecto integral de la atención básica de salud. El trabajo en equipo para la atención del paciente es un enfoque que aumenta la comprensión de cada disciplina en su campo respectivo y cada miembro del equipo de salud debe estimular a los miembros de otras profesiones para mejorar el conocimiento básico de cada disciplina. El diagnóstico oportuno de riesgos de enfermedades y condiciones relacionadas con la nutrición, se traduce en «resultados positivos en la salud, con el consiguiente beneficio económico y una mejoría en la calidad de vida»4. En la medida que las intervenciones oportunas tienen un papel más relevante en el cuidado y atención de la salud, se hacen esenciales la evaluación y el tamizaje nutricional, la orientación sobre la alimentación y la referencia del paciente al nivel apropiado de atención.

    Así, el nutricionista-dietista debe enseñar durante las etapas iniciales de formación en cada profesión los componentes de evaluación y tamizaje nutricional, consejo y orientación del consumo, educación y criterios de referencia y ayudar en la planificación de programas de educación continua a diferentes tipos de proveedores de atención de salud. Cuando esto no sea posible, el nutricionista-dietista debe participar por lo menos en el diseño del currículo y en el componente clínico de la formación profesional.

    Al mismo tiempo, los cambios en los sistemas de salud hacen que el profesional responsable de la atención de salud y no necesariamente el nutricionista-dietista, sea quien tenga el contacto inicial con el paciente. Los profesionales de la salud, además de satisfacer la demanda del público por información seria sobre nutrición, evaluación y atención nutricional, tendrán que integrar servicios de nutrición en su práctica profesional.

    La enseñanza de nutrición en el currículo de cada programa de formación de las profesiones de la salud, debe corresponder con las competencias en nutrición que son esenciales para estos profesionales, de manera que puedan cumplir adecuadamente su papel en la atención de salud del paciente5. P.e., la Sociedad de Profesores de Medicina Familiar de EUA6 y asociaciones de estudiantes apoyan firmemente la inclusión de la nutrición en el currículo para médicos de la familia7. Un estudio efectuado por los Institutos de Medicina de EUA apoya la necesidad de que los odontólogos tengan competencia para educar a los pacientes sobre cómo modificar los hábitos de alimentación para mejorar la salud oral8. El Colegio Americano de Enfermeras Obstétricas (American College of Nurse Midwives)9 incluye la evaluación nutricional y la orientación sobre alimentación en las áreas básicas de su competencia profesional.

    Partes: 1, 2
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