Contexto familiar, rol de género y sociedad: Una reflexión (página 2)
Enviado por Vivian Mu�oz Franco
El ser una mujer de los siglos XX y XXI me situa en una posición privilegiada con respecto a mis antecesores, pero sumamente comprometedora al mismo tiempo, se trata de que he crecido y como yo una generación, entre dos momentos históricos y en un mundo caótico por una parte y de lucha constante por la otra, un mundo donde tanto el hombre como la mujer luchan por minimizar la diferenciación por sexo conocida como rol de género; si bien que las nuevas sociedades, esta diferenciación que abarca normas de comportamiento, aptitudes, valores, tareas, etc. va cambiando, dado que lo femenino se entorna una perspectiva de ocupación y perfilación de un terreno más amplio al que hasta hace poco tiempo estuvo relegada la mujer, hoy la realidad no dista mucho de ello se ha avanzado pero aun falta un gran trecho,; no piensen que en mi perspectiva daré una explicación feminista, no, señalaré además que el hombre en ocasiones también es víctima de las expectativas sociales que se tienen sobre su comportamiento y desempeño, de él se espera fortaleza, valentía, control emocional e independencia, entre otras cosas; ¿dónde comienza este fenómeno?, ¿Dónde buscar la punta de esta madeja?, sin dudas el concepto familiar como algunos plantean "constituye el espacio primario para la socialización de sus miembros, ?, siendo el lugar donde se lleva a cabo la transmisión de los sistemas de normas y valores que rigen a los individuos y a la sociedad como un todo"(1)
Desde muy temprano la familia va estimulando el sistema de diferenciación de valores y normas entre ambos sexos, asentando así tanto la identidad como el rol de género. La sociedad también por su parte va dictando reglas que de manera clara trazan las expectativas relacionadas con los roles que las personas deben asumir, así también la idea que se tiene sobre el rol de padre, madre, esposo o esposa, están condicionadas en gran medida por la sociedad de la cual somos resultados.
El contexto familiar al trazar las líneas de formación y educación de sus hijos si nos referimos al caso de una familia tradicional en ella se ve reforzada la diferenciación genérica, dándole a los hijos según el sexo actividades diferentes, a las niñas se les destinan aquellas relacionadas con el hogar, servir, atender a otros, mientras que los niños se reservan actividades de competencia que le permitan tener un mayor control sobre el medio externo, lo cual es una forma de ir delimitando las normas de comportamiento y dejando claro de madera sexista las expectativas sociales. "La familia por tanto, es el principal eslabón del proceso de tipificación sexual dado que es formadora por excelencia y de difícil sustitución" (2).
Hoy día se da la existencia de otro tipo de familia ,la transicional, o de otro tipo, que ya no es la tradicional, allí se puede observar otra dinámica familiar donde el objetivo estará en superar todas las expropiaciones históricas que hasta hoy se han tenido, y en este tipo de familia se notará un avance respecto al modelo tradicional, pero ojo, la familia tradicional a la vista sin profundizar aparece para muchos todavía como el modelo básico, así por ejemplo son esas las familias en las que el padre es la cabeza y suministrador del bienestar desde su posición de vínculo exterior, se desprende entonces que el peso del ámbito doméstico incluida la educación de los hijos recaerá más en ella que en él, ¿Qué metas se traza ese tipo de familia en la educación familiar? – generalmente en este caso los padres desean que sus hijos lleguen más allá de lo que ellos llegaron, que sean hombres y mujeres de bien, que estudien, que vayan a la universidad, se hagan profesionales, obtengan un buen empleo, encuentren un enlace amoroso favorable, con una buena pareja, se casen y formen su propia familia, y así la historia se repita, pero eso es lo que los padres tradicionalmente se plantean o en algunos casos se planteaban; hoy resulta que se han producido cambios en la estructura social y familiar, unido al aumento de las presiones económicas que sufre la familia, el tiempo se reduce y la energía en algunos padres también, sucede además que los padres pueden estar separados, o tener más de un empleo, o sencillamente pasan todo el día fuera y por tanto tienen un espacio de tiempo menor para compartir e interactuar y comunicarse con sus hijos,; en el caso cubano se han producido además cambios en el sistema de enseñanza que de una forma u otra influyen en los niños y jóvenes. Quiere esto decir que se ha venido produciendo una ruptura progresiva con la familia típica y se transita hacia la búsqueda de nuevos modelos de interacción individuo ? familia ? sociedad.
De los cambios operados en la familia tradicional cubana se puede notar la amplitud de posibilidades dadas a la mujer para su integración plena a la sociedad acompañado de un mayor reconocimiento social lo cual favorece su independencia económica y su autonomía, a ello se une que se han producido cambios en las formas tradicionales de asumir los roles y la distribución de las responsabilidades domesticas, aunque esto a veces trae conflictos entre lo asignado y lo asumido. Unido a un mayor nivel de realización personal de la mujer, se nota la disolución de los vínculos de dependencia, las jerarquías se hacen más flexibles y se dan cambios en los conceptos de autoridad y obediencia.
Todas estas transformaciones unidas a los cambios ocurridos en Cuba a raíz del Periodo Especial han generado cambios en la escala de valores y patrones asignados genéricamente, y por tanto presuponen cambios en las pautas de realización intrafamiliar, en nuestro país ello está avalado por legislaciones sociales como El Código de la Niñez y la Juventud y el Código de Familia, lo cual debe contribuir a que la sociedad se perfile cada vez más equilibrada y flexible en cuanto a los roles de género y favorezca la armonía y salud familiar, pero esto es visto desde el discurso oficial y quizás hasta visto desde la lógica debería transitar de esa manera solo nos faltaría poner el concebido final de los cuentos de hadas "y todos fueron muy felices?", pero no es así, la realidad nos transporta del cuento de hadas a la cotidianidad, donde si bien dadas las transformaciones el modelo de relación hombre ? mujer que hoy trasmite la familia cubana es más simétrico y más equitativo que en el pasado, aunque el discurso desde la masculinidad cambie, siguen pesando sobre la madre el triple rol, a esto hay que agregar que existen otros problemas a los que antes no nos teníamos que enfrentar, por ejemplo: un medio social agresivo, lleno de peligros, indisciplina social, desinterés, posibilidades de ganar dinero fácil o por otros medios que no son los acostumbrados sin necesidad de estudiar una carrera universitaria, sin trabajar con el estado, etc.
Si bien el estado, las instituciones y la propia familia en gran medida tratan de luchar contra todos esos problemas de nuestra realidad cotidiana ello ha influido sin dudas en la educación familiar, en el discurso familiar, en general en las relaciones intrafamiliares y en las relaciones familia ? sociedad. De ello se desprende que la familia hoy afronta toda una serie de peligros y dificultades dado el signo de los tiempos, en ella se manifiestan malestares y contradicciones propias de la situación, y además crecen las expectativas en cuanto al bienestar personal, económico y total; la vida es hoy multifacética, por ello la calidad de vida es vista de manera multidimensional, ello hace necesario valorar la diversidad de aspectos, factores, causas y consecuencias del contexto actual a la hora de hacer estudios de roles y familias, máxime si se trata de la educación de los hijos.
Por todo ello, nos planteamos realizar un pequeño estudio con un grupo de padres que fueran profesionales y trabajaran con el estado, estos continúan teniendo como metas educar a sus hijos lo mejor posible en los valores familiares y sociales establecidos desde las generaciones anteriores, que sean profesionales, motivarlos en el enriquecimiento espiritual, que tengan buena salud; para lograr esto este grupo de personas plantean que es necesario permanecer con los hijos el mayor tiempo posible, orientarlos, mantener una buena comunicación, comprensión, participación conjunta en las actividades, crear hábitos sanos de vida y brindarles mucho amor.
Ahora bien ¿Qué sucede en otros casos? Para otros padres lo importante está en el bienestar material, algunos quieren que sus hijos estudien pero no necesariamente en la universidad, les preocupa más que creen todo un conjunto de habilidades para andar por la vida, que sepan lograr en cada momento lo que desean sin pensar mucho en los medios empleados para lograr su objetivo y por supuesto "que vivan bien", por ello se desarrollan el individualismo, el egoísmo, el mercantilismo, la ética del tener, y en los peores caos la antisocialidad, la marginalidad, la drogadicción, la delictividad y la prostitución, claro que como dije esto es en el peor de los casos, pero no estamos exentos de ello.
Debemos señalar que la familia cubana de a pie confronta hoy problemas de orden material, de vivienda, de alimentación, de energía eléctrica ,de escoceses de ropa y calzado, de carencia de productos que garanticen las condiciones higiénico sanitarias adecuadas, eso en el plano objetivo,; y en el subjetivo otros tantos como: dificultades de comunicación intrafamiliar, dificultades de convivencia, conflictos intergeneracionales, problemas en la transmisión y formación de valores a partir de los patrones existentes y en el desarrollo de la espiritualidad, e incongruencia en la utilización de los métodos educativos.
A pesar de todo esto el estado y la sociedad continúan asignándole a la familia un rol esencial en la educación de los hijos y sería cuestión de lograr que la familia sea considerada como un verdadero agente activo del desarrollo social, que realmente sea esa "célula básica o fundamental" donde se puedan vivenciar y enfrentar mejor las crisis sociales y donde todo sus miembros encuentren apoyo, afecto y especialmente seguridad.
Creemos que la familia cubana está atravesando momentos de reacomodo y transformación y que aun sigue siendo ? "el primer recurso y el ultimo refugio para la mayoría de sus miembros" (3)
Pensamos además que es imprescindible que los padres participemos más en la educación de nuestros hijos, que la familia debe estimular la curiosidad de los hijos, el poder de observación, el aprender juntos, el cuestionamiento, esforzarse por aumentar la autoestima de los hijos, trazarse metas compartidas en las que estén de acuerdo la familia y la escuela y que cuenten con el deseo, las motivaciones y el interés de los hijos, puntos indispensables serán además una comunicación abierta y una afectividad constante, que sepan los hijos que sus padres y su familia están ahí, que sepan que con ellos pueden contar siempre.
"nunca alcanzaras una meta más elevada que la
que te hallas propuesto"
E.G. White.
Nota: Al final se anexa documento de autor desconocido, el cual solo he querido compartirlo con Ud.
- Arce M. L. El proceso de socialización y los roles en la familia, en Teoría y Metodología de la Investigación en Familias. San José. Universidad Nacional de Costa Rica, 1995: 32 ? 5.
- Artiles Ll. de. Violencia y Sexualidad. 1 ed. La Habana: Editorial Científico Técnica, 1998: 113 -33.
- Investigadores (CIPS) Centro de Investigación Psicológicas y Sociológicas. La Familia Cubana: Realidades y Proyección Social. Revista Temas N0 36 enero/marzo 2004.
De lo que hacen los buenos padres
Los buenos padres no le dan a su hijo todo lo que necesita, le enseñan que él es capaz de conseguir lo que quiere.
Los buenos padres no buscan hacer feliz a su hijo, le enseñan que la felicidad depende de cada uno.
Los buenos padres no le dan oportunidades a su hijo, le enseñan a buscarlas, a crearlas y a aprovecharlas.
Los buenos padres no le dan a su hijo lo mejor para que sea feliz, le enseñan a disfrutar y a encontrar lo mejor, aún en lo más sencillo.
Los buenos padres no le enseñan a su hijo a superar siempre a los demás, le enseñan a superarse a sí mismo.
Los buenos padres no le enseñan a su hijo a decir todo lo que piensa, le enseñan que lo que pensamos no es la verdad absoluta y que debemos ser cautelosos al expresar nuestras opiniones y tener en cuenta los sentimientos de los demás.
Los buenos padres no le resuelven los problemas a su hijo, le enseñan a asumir responsabilidad y a aprender de sus errores.
Los buenos padres no le enseñan a sus hijos a evitar los fracasos, le muestran que el fracaso es parte del camino hacia el éxito.
Los buenos padres no convencen a su hijo de su importancia en la sociedad, le enseñan que sirviendo se volverá importante para ella.
Desconozco autor
Datos de la autora:
Lic. Vivian Ester Muñoz Franco.
Licenciada en Pedagogía, especialidad: Filosofía e Historia. Sello de Oro.
Profesora Principal de Cultura y Turismo. Escuela de Hotelería y Turismo Villa Clara. Cuba. Diplomada en Cultura Cubana. Diplomada en Trabajo Comunitario. Maestrante del Centro de Estudios Comunitarios. Universidad Central de Las Villas. Cuba.
Datos de la coautora:
Lic. Rosa Reina López Nieves.
Licenciada en Pedagogía, especialidad: Literatura y Español.
Profesora Principal de Cultura y Turismo. Escuela de Hotelería y Turismo Villa Clara. Cuba. Diplomada en Patrimonio Cultural. Diplomada en Trabajo Comunitario. Maestrante del Centro de Estudios Comunitarios. Universidad Central de Las Villas. Cuba.
Lic Vivian Ester Muñoz Franco
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