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El perfil profesional adecuado de los docentes en educación universitaria (página 2)


Partes: 1, 2

  1. ¿ Cuál es el perfil profesional adecuado los Docentes de las diferentes Universidades. Y de qué manera contribuiría y/o fortalecería a que dichas Universidades de que los Docentes cuenten con el perfil profesional adecuado ?.

    Hemos afirmado, inicialmente, con suficiente capacidad de demostrarlo, y que además es ampliamente conocido que la mayoría de los Docentes de las diferentes Universidades, no poseen un Perfil profesional docente adecuado, a fin de ejercer la Docencia Universitaria en cada Universidad.

    Podemos afirmar que, resulta necesario que la aplicación de un Sistema Educativo, en cualquier Centro Universitario, en particular, el tema de investigación, que nos importa, en las diferentes Universidades, la mayoría de sus Docentes no cuentan con un Perfil profesional adecuado, para ejercer el ministerio de la Docencia Universitaria.

    Asimismo, nos preguntaríamos, cuántos de ellos realizan o han realizado trabajos de investigación ?.

    Del mismo modo, cuántos de ellos conocen si su rol como Docentes Universitarios; quien debe ser la de un facilitador y no un mero transmisor de conocimientos; mejor dicho, cuántos de ellos manejan la didáctica horizontal, en reemplazo de la desfasada didáctica vertical, es decir, ser solamente simples "monólogos" en el dictado de sus clases?.

    Y por último, por así decirlo, cuántos de ellos poseen actitudes y aptitudes de aplicar valores, tratando de recuperar los ya desnaturalizados desde tiempo atrás.

  2. Formulación del Problema:

  3. Sistematización:

  1. ¿ Qué factores determinan que la mayoría de los Docentes de las diferentes Universidades, carezcan de un Perfil profesional adecuado, para ser considerados realmente como Docentes Universitarios en éllas ?
  2. ¿ Cuál es la formación docente de los profesores de las diferentes Universidades ?
  3. ¿ Qué perfil profesional docente deberían tener los profesionales educadores de las diferentes Universidades ?
  1. MARCO TEÓRICO.

Como ya se dijo, según el Diccionario de la Lengua Española, editado por la Real Academia Española, "Perfil", entre los diferentes conceptos que da a este término, podemos mencionar que significa: "Conjunto de rasgos peculiares que caracterizan a alguien o algo".

"Docente", según la misma fuente bibliográfica, significa: "Que enseña; perteneciente o relativo a la enseñanza". "Enseñanza", está referido a: "Sistema y método de dar instrucción. Conjunto de conocimiento, principios, ideas, etc., que se enseñan a alguien". Según Manuel Ossorio, "Docente", es: "El que enseña; como el maestro, el profesor, el catedrático". "Enseñar", según la primera fuente bibliográfica citada, significa: "Instruir, adoctrinar, amaestrar con reglas o preceptos".

Con los conceptos antes citados, podemos esbozar sobre el perfil profesional adecuado del Docente Universitario", exponiendo lo siguiente: El perfil profesional adecuado del Docente Universitario, está dado por un conjunto determinado de cualidades que todo docente debe adquirir, a fin de transmitir conocimientos, principios, ideas, preceptos, etc.

El Profesor MSc. Fabián Benzo, de la Facultad de Química en la Universidad de Rusia, sobre el tema hace algunas propuestas sobre el "perfil" de la carrera docente, trazándose objetivos, que enunciaremos los que nos resulta importante para nuestro trabajo, siendo estos: "a) Actualizar los criterios de evaluación de méritos para que se reconozca la opinión de un docente a seguir una carrera con un perfil determinado (enseñanza, investigación, extensión, asistencia técnica. b) Mejorar el aprovechamiento de las capacidades de los docentes, contando con docentes más motivados y mejor formados en actividades específicas de relevancia…"

El autor aludido, en la obra citada, fundamenta su propuesta en los siguientes fundamentos, que a continuación citamos los más relevantes: "3.1.) Lo que distingue a un docente universitario es la capacidad para generar conocimientos. Por esta razón, se considera que en algún momento de su carrera docente debe demostrar objetivamente que tiene esta capacidad. 3.2.) Dada la realidad actual, (…) no se puede dar el lujo de tener un docente que no dicte clases. Por lo tanto, la enseñanza es la única función que necesariamente debe todo docente. 3.3.) La propuesta contempla tanto al docente que le interesa desarrollarse en todas las áreas (enseñanza, investigación, extensión, asistencia técnica), como especializarse en alguna de ellas. (…)".

"El perfil del profesorado universitario ha estado muy relacionado, a través de la historia, con el modelo de universidad imperante del momento, (medioeval, napoleónico, investigador-alemán). El docente su magisterio en función a modelos subyacentes de profesor-alumno: el modelo docente, tiene como característica principal, la transmisión del saber como algo dado y cerrado (memorismo, apuntes en clase, examen como único método de evaluación en clases, etc.). (…). Por otro lado el modelo investigador, ha puesto de relevancia que la gran importancia del proceso, estaría en la creación de conocimiento innovador, productivo, donde transmitir lo último sería lo verdaderamente lo importante y significativo en el rol del profesorado; la investigación sería la ‘niña bonita’ y la docencia ‘carga’, que de alguna manera hay que evitar, olvidando de paso tal vez, que la universidad no existiría sin el alumno. (…). …Detrás de todo esto se propone un nuevo modelo en educación, el de las universidades anglosajonas. El alumno es el centro de la acción docente: la evaluación de su trabajo, sus horas de estudio, de prácticas, trabajos en grupo tutorías, serán el eje de actuación con el alumno, quedando así relegado a un segundo plano la figura del profesor, pasando a ser un guía, orientador en la información relevante… (..)..

El Docente Universitario, es aquel profesional que ha de provocar procesos de aprendizaje en el aula, conocer la dinámica de la misma, seleccionar y organizar contenidos, facilitar el surgimiento y la formulación de interrogantes, alimentar la discusión y el debate, mesurado, por supuesto.

Sierra Bravo, en su trabajo de investigación científica, para optar el grado de doctoral, quien expresamente manifiesta en el sub tema de su obra, sobre "rasgos del método científico" que expresamente señala: "En esta descripción del método de investigación científico no sólo se comprenden sus distintas fases, sino de ellas se deriva su carácter complejo, especificado por los siguientes rasgos. (…) . e) a la vez es, inductivo y deductivo. Es inductivo en cuanto procede mediante la clasificación sistemática de los datos obtenidos durante la observación, con el fin de determinar las regularidades que presenta.".

En nuestra Constitución Política del Estado, en su artículo 18°, cuerpo normativo recogido por la Ley Universitaria (Ley Nº 23733), en sus primeros preceptos de ésta, donde se precisa que: "La educación universitaria tiene como finalidad la formación profesional, la difusión cultural, la creación intelectual y artística y la investigación científica y tecnológica. (…)".

Sobre el tema, el constitucionalista, Enrique Bernales, al comentar el artículo 18° de la Carta Magna, manifiesta que: "Con el artículo transcrito la Constitución de 1993 mantiene, como en su caso lo hizo la Carta de 1979, el tratamiento a nivel constitucional de los asuntos relativos a la Universidad. (…) En su afán de reducir el número de artículos de la nueva Carta, el constituyente ha agrupado a punto seguido un conjunto de materias que debieron merecer un tratamiento por separado, para una mejor comprensión de los asuntos pertinentes a la identidad universitaria. (…)". Agrega el autor citado, "La universidad es un centro de creación y difusión de conocimiento y cultura. (…) Por ello, los fines que le reconoce la primera parte del artículo 18° de la Carta, son los que efectivamente le corresponden. (…)".

El mismo autor citado, en otra de sus obras nos menciona: "el espíritu creativo de la libertad académica, la investigación y el trabajo científico, no dependen de ningún señalamiento jurídico, aunque sea de nivel constitucional, antes bien, ese tipo de mención puede en la práctica generar situaciones de restricción e intolerancia".

En la Universidad de Xalapa de México, el Área de Investigación en Educación Superior de la Facultad de Educación y Ciencias Humanísticas, han desarrollado un tema sobre el perfil profesional docente adecuado, materia de investigación, del cual podemos resumir algunos contenidos de dicho trabajo: "Teniendo en como certeza que la participación de los profesores es sustancial para el logro de calidad en la educación superior, en esta investigación se profundiza en la búsqueda de evidencias que permitan contestar ¿Cuál es el perfil del profesorado de la Universidad de Xalapa; ¿Cómo responde a los requerimientos actual es de la enseñanza superior?; ¿Cómo encuadra ante las necesidades de la Universidad de Xalapa?; ¿Hasta que punto podemos hablar de la necesidad de la formación continua del profesorado?; ¿Cuáles son las ventajas y desventajas a las que se enfrentaría un programa de formación continua?;¿Es viable la aplicación de programas de formación continua?; ¿Qué líneas de formación se tendrían que contemplar?; y, ¿Cómo se formaría el programa de formación continua para los docentes?.".

Para aprender a mejorar su práctica profesional, el docente ha de constar sus teorías previas con las evidencias de una reflexión rigurosa sobre su quehacer.

La actividad del Docente Universitario no puede regirse por la rutina o por la aplicación mimética o imitación de teorías que otros han elaborado para situaciones concretas. De ser así, el docente se convertiría en un simple ejecutor.

Es la investigación de los Docentes sobre su propia práctica lo que se convierte en eficaz impulsora de la mejora profesional. Ha de comprender cómo se utiliza y elabora o reconstruye el conocimiento científico, cómo se resuelven situaciones inciertas y desconocidas, cómo se toman decisiones, cómo se experimentan hipótesis de trabajo, cómo se utilizan técnicas, instrumentos, procedimientos, recursos.

El Docente Universitario ha de favorecer y potenciar en el alumno la creación de destrezas cognitivas de alto nivel: crítica, especulación y dialéctica.

El perfil profesional adecuado del Docente Universitario, viene condicionado por un devenir histórico, marcado por el modelo educativo, institucional, legislativo y social del proceso docente. Su rol vendrá enmarcado en un modelo sistemático e interdisciplinar, donde la docencia, la investigación, su saber, saber hacer y querer hacer conformarán su acción educativa.

Citando a Fernando Cortés, en su Ensayo intitulado: "Profiss± o: Professor: ¿Sábio, anjo ou demónio". Traducido al español, "Profesión: Profesor: ¿Sabio, ángel o demonio", nos manifiesta, que para el presente trabajo resulta de vital importancia su punto de vista sobre la formación profesional y su "perfil", expresando lo siguiente: "Quiero con ello insinuar –al preguntarse inicialmente, si ¿El profesor es un generalista o un especialista? – que de sabios, de locos y de aprendices todos los profesores deben tener un poco y que la disponibilidad para el hetero-aprendizaje es hoy una contingencia necesaria para la supervivencia de la especie social en que se construyó el profesorado. En otras palabras: sólo está en condiciones de enseñar quien está disponible para aprender permanentemente. (…) Ahora, preguntémonos: ¿qué sabe el profesor? Sabe, con seguridad, de su especialidad (por lo menos académica y científicamente a ella está vinculado); como persona (única e intransmisible) sabe de si mismo y como ciudadano sabe también de los demás. (…)".

V. MARCO CONCEPTUAL.

Según el marco teórico descrito en punto precedente, podemos afirmar que gran mayoría de las investigaciones desarrolladas sobre la enseñanza superior se han realizado dentro del paradigma proceso-producto, analizando la conducta, aptitudes y actitudes; un perfil profesional adecuado y campos profesionales –en particular del Docente Universitario–, se manifiestan en función del tipo de conocimiento, destrezas, y actitudes; y que han de poseer ciertas cualidades, que las consideramos válidas, por citar:

1) Cognitivas; información básica, habilidad de razonamiento; capacidad de conocimiento.

2) Técnicas; destrezas físicas, manipulativas, esenciales para desarrollar la profesión.

3) Actitudinales; intereses, valores, ética, argumentos, racionalización, acción y resolución de problemas morales.

4) Psicosociales; interacciones humanas e interpersonales; comunicación entre colegas.

5) Socialización; internalización gradual de los valores de la profesión.

6) Destreza de aprendizaje; destrezas para decidir qué se necesita aprender, cómo aprenderlo y cuándo se ha aprendido.

La cognoscitiva, está dada básicamente en la capacidad de conocimiento que debe tener el docente, a efectos que el nivel de pensamiento han de ser promovidos en los alumnos, en la información básica, la habilidad de razonamiento, a efectos que aquél promueva en sus alumnos un nivel de pensamiento, crítico, analítico y dialéctico.

Las técnicas, son las características que debe poseer el docente, como son: destrezas físicas, manipulativas, esenciales para desarrollar la profesión de docente, estar capacitado y dominar la didáctica, como elemento esencial para formar adecuadamente a los nuevos profesionales que han de egresar de las instituciones de educación superior.

Las actitudinales; está constituido por intereses, valores, ética, argumentos, racionalización, acción y resolución de problemas morales. De allí que el docente no solamente debe serlo, sino también parecerlo.

Los psicosociales; están dados por las interacciones humanas e interpersonales, para con los demás que lo rodean y forman parte de su universo, esto es, su centro de labor académica, por citar, la comunicación entre sus colegas, el personal administrativo de quien depende.

La socialización; es la internalización gradual de los valores de la profesión, como docente.

La destreza de aprendizaje; constituye propiamente dicho en la habilidad para decidir qué se necesita aprender, cómo aprenderlo y cuándo se ha aprendido.

El perfil profesional adecuado de un docente, sea universitario o no, viene constituido por una confluencia entre "patrones internos", personales, formas de ser y concebir su profesión; y "patrones externos", sociales, académico que expresan el sentir de la sociedad, respecto qué se espera de él.

Los "patrones internos" de un docente, están dados por las cualidades personales, formas de ser y concebir su profesión como parte de su vocación, distinta pero a la vez complementaria a la vocación de la profesión que ejercen y se ha preparado.

Los "patrones externos" de un docente, están dados por factores sociales, académicos, que expresan el sentir de la sociedad, respecto qué se espera de él.

No resulta fácil afirmar que, la formación del Docente Universitario en nuestro país, ¡ NO RESULTA SER EL MÁS ADECUADO !, por lo que resulta necesario tomar como referencia lo que sucede en otros países más desarrollados, así por ejemplo:

1) Académica; asume que lo importante en la enseñanza es la transmisión de información; debiendo agregar además que el docente es conciente que su rol es más de facilitador, pero asumiendo que este nuevo rol es de mayor responsabilidad, que el ser mero transmisor de conocimientos.

2) Práctica; destaca el componente práctico de la enseñanza, artístico, de oficio y del docente como práctico.

3) Tecnológica; esta concepción se centra en que el docente ha de conocer y dominar la destreza de la enseñanza.

4) Personal; deriva de la psicología personalista, asume que prender a enseñar es un proceso construido para comprender, desarrollar y usar eficazmente en sí mismo.

5) Crítica-Social; asume una concepción del como un sujeto crítico con respecto al conocimiento.

  1. BIBLIOGRAFÍA:

  1. Cortés Leal, Fernando: "Profiss± o: Professor: ¿Sábio, anjo ou demónio" (Profesión: Profesor: ¿Sabio, ángel o demonio?) Traducido del Portugués al Español por el Dr. Carlos Xavier Obando Peralta; Diplomático y Secretario General de la Embajada en New York (EE.UU.); Consultor Permanente del Embajador por el Perú ante la "Comisión de la Paz de la ONU".Instituto de Administración Escolar. Portugal. Disponible en .
  2. Fabián Benzo: "Propuestas sobre perfil de la carrera docente". Profesor MSc de la Facultad de Química de la Universidad de Rusia. pp. 01. 2003. Disponible en: http://www.educa.ue.es.
  3. Navarrete Obando, Luis Alberto: "Perfil Profesional del Docente Universitario". Cajamarca-Perú. 2005. Ensayo. Disponible en: http://www.rie[arroba]oei.uh.cu; y, http://www.monografías.ue.es.
  4. Navarrete Obando, Luis Alberto: "Apuntes de Legislación Universitaria". Cajamarca-Perú. 2002. Ed. Área de Investigación Universitaria de la Universidad Nacional de Cajamarca.
  5. Osorio, Manuel: "Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales". Bs.As. 1986. Ed. HELIASTA S.R.L.
  6. Real Academia Española: "Diccionario de la Lengua Española". MadridEspaña. 2001. 22° edición. Ed. ROTAPAPEL S.R.L. Pág. 1730.
  7. Revista Iberoamericano de Educación. Organización de Estados Iberoamericanos Para la Ciencia y la Cultura (OEI): "Hacia un nuevo perfil del docente universitario". Disponible en: http://www.campus-oei.org/oeivirt/profdocente.htm.
  8. Sierra Bravo, R.: "Trabajos de Investigación Científica". (Tesis Doctoral).(no se consignan más datos).
  9. Universidad de Xalapa-México. Facultad de Educación y Ciencias Humanísticas. Área de Investigación en Educación Superior. Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Revista Iberoamericana de Educación.: Disponible en http://www.campus-oei.org/oeivirt/profdocente.htm.

ANEXO

E S C U E L A

A mis maestros de toda la vida…

Es tarde. Ya se han ido todos y he quedado sola. Me espera un largo fin de semana. Hace frío, llueve y es posible que me ponga melancólica. Pero esta noche, cuando las sombras han invadido cada sector de mi estructura, cuando ha quedado flotando en el aire el eco de las conversaciones y los gritos de una semana intensa… quiero bajar al corazón de mi misma, para recorrerme y revisar mi pasado y mi presente.

Pienso en mis orígenes, en la construcción que me permitió convertirme en una entidad real, en una presencia familiar en la comunidad. No voy a entrar en los detalles de los planos, los movimientos de tierra, la acumulación de materiales, el laborioso trabajo de los constructores y los obreros. Fue un estreno glorioso encontrarme con las paredes nuevas, los pisos brillosos, los techos seguros, los fundamentos sólidos, las aberturas aceitadas, el mobiliario reluciente…

Me resulta difícil ver en las paredes de hoy los muros de entonces: estas paredes descascaradas, manchadas, escritas, mil veces pintadas –son todavía sólidas pero necesitan cada vez más de cimientos confiables. Es cierto que en algunos sectores– comprobados ciertos riesgos hubo que rellenar grietas, agregar columnas, construir encadenados… pero en el corazón de la tierra, en un fondo oscuro y húmedo, resiste el corazón del hierro y el cemento. Las paredes protectoras no pueden arreglarse por sí mismas; no lo pudieron nunca… y menos en estos tiempos de movimientos frecuentes.

Levanto la vista. Allá está el techo: nadie discute su necesidad, porque es realmente lo que protege y cubre… Pero nada es para siempre… y es el que más ha sufrido cambios y transformaciones: no pudo aguantar tantas modificaciones producidas. ¿A cuántos especialistas tuvieron que llamar a lo largo de todos estos años para resolver su estado crítico?

Cuando aparecí en el horizonte de la ciudad era una de las construcciones más sólidas y mi fortaleza se imponía en un paisaje de casas bajas y de construcciones sencillas. A mi alrededor el escenario fue cambiando y las casitas de entonces se transformaron en las suntuosas casas de hoy, los terrenos baldíos se convirtieron en imponentes edificios de departamentos y la tranquilidad de las calles, en el infierno de la gran ciudad.

Ustedes pensarán que estoy hablando de las cosas materiales. En parte sí, en parte no. Una escuela es mucho más que una construcción. Es una de esos significantes que remiten a un significado material y a "otra cosa"… La casa es la casa, el estadio es el estadio, el banco es el banco, la cárcel es la cárcel, pero la Escuela, es algo más: "la escuela festeja años", "la escuela está en crisis", "la escuela se está renovando"…

Todas estas frases reflejan mucho más que lo material. Cuando me observo a mi misma y miro los pisos, los techos,… ¿Sucede lo mismo con las Iglesias, los Tribunales, las Empresas? ¿Los lugares remiten a realidades que los contienen y los desbordan? ¿Sus usuarios utilizan la denominación para designar de manera indistinta a lo material y a lo institucional?

Los cimientos, las paredes y los techos… estoy pensando además en otras cosas; en quienes diariamente me habitan, en los que comprometen por años su existencia y su labor profesional, en los educandos a quienes acompaño en sus crecimientos. Y pienso también en los quehaceres, que imaginariamente ubico en mi estructura: allá en el techo, los conocimientos; aquí, en mis paredes, los contenidos procedimentales; y abajo, en los cimientos, las actitudes y los valores.

Soy la escuela. La escuela de hoy y de siempre. La escuela material que refleja la otra escuela. Una estructura exterior que permite reconocer los secretos de mi cara oculta. La noche se ha tornado más fría. Tengo ganas de volver al interior de mí misma. Recorro los rincones de este cuerpo… y veo en las aulas, en los patios, en las amplias galerías, en los huecos de las ventanas, las historias más dispares. Las de ayer, las de hoy, las de siempre… ¡Cuántos esfuerzos para llevar adelante lo imposible! ¡Qué mezquinas y lejanas las recompensas! Casi no duermo, pero ciertas noches me sobresaltan algunos sueños. Hoy es una de esas noches.

Mis pesadillas son terribles y curiosas. Me veo a mi misma como una construcción y tengo miedo de proyectar allí lo que me sucede como institución de la sociedad. Contemplo una película de escenas fugaces y sucesivas, con implacables saltos en el tiempo… y observo un proceso paulatino y devastador sobre la escuela: un deterioro progresivo, implacable, inhumano. De pronto veo que se caen los techos a pedazos, un viento huracanado arrebata las chapas, se agrietan las lozas, una lluvia intensa perfora los cielorrasos. En medio del sueño, levanto mi mirada temerosa y veo un cielo impecable, lejano, perfecto y una escuela totalmente desprotegida. El sueño va y viene: primero aparecen, silenciosas, algunas grietas, pequeñas fisuras… y luego van cayendo los históricos ladrillos en un caos destructivo…

Sobreviene una furiosa implosión o el juego de topadoras alocadas destruyendo todos los muros… Al final algo –terremoto seguramente– remueve, con sonido de película, los cimientos y deja al desnudo los grandes abismos… Parece curioso, pero nada hace prever el desenlace: los controles en orden, las planillas correctas, los registros perfectos… y hasta las previsiones de los constructores que en sus diseños me habían…

Los conocimientos (como el techo) son el paraguas protector y la razón de ser de la escuela… pero tienen una difícil tarea: proteger (hacia abajo) y afrontar (hacia arriba) todas las inclemencias del tiempo; no le podemos pedir una fortaleza y una eternidad para la que no fueron preparados; Los contenidos procedimentales exhiben una consistencia que se afianza con los años y sobre su estructura – sólida o endeble – descansa el techo. A veces se desdibujan y parecen ocultarse, como si no existieran… pero las paredes que cumplen la función de delimitar y contener, también deben brindar protección, sino, ¿qué sería de la escuela? En los cimientos moran los contenidos actitudinales: es lo que originalmente me dio origen deberían seguir allí –en la oscuridad y el silencio– dando consistencia al resto.

¿Cómo comprobarlo en el fragor de la lucha diaria y del bombardeo de problemas? Sin su acerada presencia es fácil que la pared se agriete y que los techos se desplomen. Sobran experiencias al respecto. Los hábitos y las actitudes están allí abriendo las puertas, marcando el camino, tramando las condiciones de posibilidad de todo… porque sin ellas no hay forma de construir. Esa ha sido la razón de ser de mi histórica presencia. Los hierros firmes y eternos que encadenan mi estructura en las bases, se proyectan en forma de columnas en las paredes y terminan en las vigas del techo. Hay una red (oculta) que me recorre y enlaza todo… pero yo no podría sostenerme sin los cimientos. Las actitudes claramente definidas y consolidadas se proyectan en contenidos procedimentales y se cierran en la apertura hacia los siempre dinámicos contenidos conceptuales.

El universo de los valores recorre y sostiene desde la base; los muros del saber hacer (y transferir) otorgan las estructuras, y la vastedad del conocimiento (cambiante pero sistemático, variado pero organizado, expansivo pero nucleado en torno a grandes ejes, alternante pero capaz de soportar cualquier crítica) permite constituirme definitivamente en escuela.

Entonces, despierto enloquecida, me levanto de mi letargo y voy apresurada a mirarme: toco las paredes, observo la quietud y la firmeza del piso, la aparente seguridad del techo… y respiro tranquila. Todo ha sido un sueño. Pero el sobresalto llega siempre a la mañana siguiente. Recorro la estructura material, acerco mis oídos al imperceptible murmullo de los rincones, y observo que hay otra escuela, un espejo en el que necesariamente me reflejo, otra realidad en la que yo misma estoy padeciendo mi demolición.

El proceso destructivo sigue los mismos pasos: primero me roban los conocimientos: los cambios tormentosos van desnaturalizando su presencia y terminan por hacerlos volar; las sustituciones son pasajeras e inservibles: un techo lejano e infinito se alza sobre la escuela, definitivamente desprotegida.

Luego van perdiendo valor los contenidos procedimentales, los van carcomiendo la repetición y el aburrimiento y los desploman la inutilidad y la falta de imaginación. Finalmente se produce el perjuicio mayor: se deshacen las actitudes y los valores. Un estadillo y miles de acciones me van quitando lo poco que me queda, la única, definitiva posibilidad de reiniciar el proceso de re-construcción… Y como escuela, siento que quedo vacía.

Y una escuela vacía, hueca, vieja, fría no tiene ningún atractivo. A menos que me vuelvan obligatoria, me disfracen de superficiales intereses o me sostengan con otras intenciones, manifiestas u ocultas Tal vez solamente se trate de un sueño, de una pesadilla de fin de semana o de noche de lluvia.

¡Ayúdenme a despertar por favor, ayúdenme a conocer la realidad o regálenme otro sueño: la posibilidad de llegar a ser la que era… y para siempre!

No. No estoy soñando. Una escuela nunca duerme. Hay sobresaltos y sufrimientos que uno quisiera que no fueran reales, pero a Ustedes no puedo engañarlos. Creo que mis estructuras se han ido debilitando y que muchos se han aprovechado de mi fragilidad.

Pero soplan vientos de conciencia crítica y de entusiasmos renovados, se deja oír el murmullo de un mundo que se va y de una civilización que nace, florecen caminos abiertos y nuevos heroísmos urdidos en la trama de esfuerzos cotidianos. Siento que la presencia de tantos educadores preocupados por mis padecimientos es mi mejor remedio. Y que la esperanza se instala en cada uno de ustedes para recrearme para siempre.

Luis Ernesto*

Cajamarca, Ciudad del Cumbe, Cajamarca la Hermosa,

julio, mes de calor y frio; y de mucha alegría y jolgorio matinal; 2006.

 

Luis Alberto Navarrete Obando

ABOGADO / DOCENTEUNIVERSITARIO

Maestrando en Ciencias de Educación Superior

Universidad Privada "San Pedro"

Filial Cajamarca

Cajamarca, setiembre del 2006.

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