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La computación en México durante su primer década (página 3)

Enviado por miguel soriano


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En octubre se desarrolló un trabajo en el lenguaje FORTRAN en la GAMMA-30S, sobre un proyecto de recursos humanos en Centro América con datos de los censos de 1962 y 1963, que contenía el número de profesionistas y puestos que ocupaban, así como los dirigentes de las empresas, nacionalidad de los mismos y nivel académico. Ese trabajo fue hecho para la Universidad de San José de Costa Rica por medio de la UNESCO, con lo que se obtuvieron más de 80 cuadros estadísticos; donde se resaltó que las cifras mostraron una mayor dependencia tecnológica del extranjero que la que existía en México.

Otro hecho importante que se suscito fue que a partir del año anterior, el Ing. Beltrán entabló una relación persuasiva y persistente con el Dr. Alejandro Medina Meléndez quien dio varios seminarios en el C.C.E. No se pretende hablar sobre este sabio mexicano, pues para ello se requeriría mucho más espacio del contenido en este artículo, pero sí mencionar que su paso por este centro dejó una huella imborrable.

A la luz de la guía del Dr. Medina se vio que la computadora MAYA era imposible de fabricar, ya que el costo era tan elevado que no se contaba con los medios económicos para sufragar su fabricación, pues de todos aquellos nacionales a quienes se les invitó a cooperar sólo el director general de Banco Nacional de Comercio Exterior, el Sr. Ricardo J. Zebada, cumplió con su compromiso, así como las firmas extranjeras Olivetti, Loockheed Computer Division y Plessey de Inglaterra, que contribuyeron con partes electrónicas, pero que no eran todo lo necesario, ni lo suficiente para empezar tan ambicioso proyecto.

El Dr. Medina llegó a estimar al Ing. Beltrán, pues acepto ser miembro del C.C.E., dirigió varios proyectos, y dictó innumerables conferencias. Para conocer un poco de este sabio mencionaremos la siguiente anécdota:

Cada vez que dictando un seminario tenía una nueva idea, se iba a su casa para desarrollarla dejando pendiente el seminario, se encerraba hasta llegar a la solución, que después hacía participe a todos sus alumnos.

En una de estas ocasiones el Ing. Beltrán fue a buscarlo a su casa, en donde vio su coche afuera y por una de las ventanas también lo pudo ver, por lo que se fue derecho a la puerta y tocó el timbre, después de un rato apareció la sirvienta que sin preguntar nada dijo que el Sr. Medina no se encontraba y cerró la puerta. Así era él, hasta que terminaba con sus investigaciones volvía a salir, esto lo conoció muy bien una de sus más cercanas seguidoras y colaboradoras de él, la M. en C. "Frau" Gertrudis Kurts quién prácticamente conoció toda la experiencia del Dr. Medina.

Los ingenieros Jorge I. Bustamante, Rapoport y Flores, así como el Ing. Tomás A. Brody y al Dr. Manuel Méndez eran personas con necesidades de uso de equipos de cómputo, pues mucho de su trabajo era masivo, de ahí que principalmente usaban grandes programas tanto en el C.C.E. como en el CeNaC e inclusive por teleproceso o correo con computadores de diversas Universidades de E.U. pues la capacidad de los equipos que ellos requerían era enorme. De ahí que se viera que era importante hacer de los centros de cómputo, lugares con mejores equipos, pues su uso se empezaba a intensificar con mayores aplicaciones y la solución que estaban usando era altamente costosa.

El control, almacén y velocidad de resultados de los equipos de cómputo, eran notorios y se empezaban a incrementar a tal grado que se empezaron a hacer indispensables, tanto que por primera vez en los juegos olímpicos de Tokio, como de invierno en Innsbruck se usaron para registrar todos los eventos e imprimir los resultados a todos los medios.

CRÓNICA DE 1965

El C.C.E. adquiere una nueva computadora, la CDC G-20, no cabe duda que su tecnología era sumamente avanzada, tenía "buffers" inteligentes que hacían que los equipos periféricos trabajaran simultáneamente entre ellos y la memoria central, estaba totalmente transistorizada, con memoria de ferritas, tenía cuatro unidades de cinta de 3600 bpi en 14 canales, con brazos mecánicos, también tenía una unidad lectora y perforadora de cinta de papel, lectora de tarjetas de 1,000 tarjetas por minuto e impresora de 1,000 líneas por minuto (figura 10).

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La G-20 también había sido adquirida por el Carnegie Institute of Technologie, quien tenía dos G-20's interconectadas, y las referencias de ellos eran de un equipo inmejorable, sólo que en ese 1965 Control Data Computer había adquirido la compañía Bendix Computers y se sabía que el equipo estaba descontinuado.

Debido a ello Mel Robin ofreció una computadora CDC 3100, acabada de salir al mercado, con 1.2 microsegundos de ciclo de memoria, con instrucciones para manipular caracteres, cadenas de caracteres, números enteros y números reales, con varios lenguajes; a muchas empresas que adquirieron esta computadora les fue difícil deshacerse de ella, después de más de 10 años de adquirida, ya que su tecnología tanto de "hadware" como de "software" fue insuperable como consta por los usuarios del CeNaC quien en 1966 la adquirió y varías secretarías del gobierno, la compañía Seguros Monterrey la adquirió en substitución de una 1401, al comprobar que podía simular a esa con una velocidad superior al doble.

PEMEX prefirió contar con un equipo mayor, tuvo la CDC-6400 con 11 procesadores y palabras de 48 bits, 4 unidades de discos de 299 millones de caracteres, 10 terminales, 4 unidades de cintas de 7 canales y una sola impresora de 1,200 líneas por minuto, lo que se volvió en un cuello de botella, tanto que el tercer turno no procesaba trabajos, sino que se pasaba imprimiendo los resultados de los turnos anteriores, por lo que más tarde adquirieron 2 impresoras y 40 terminales más, así como conexiones a algunas microcomputadoras.

En esa organización luchó por crear y formar el centro de cómputo el Ing. Raúl Meyer, quien empezó utilizando los servicios del C.C.E., desde sus inicios, así como sus colaboradores el Ing. Arturo Ramírez G. y el Ing. Samuel Ramos.

La G-20 (figura 11a) ofrecía un sistema operativo de cintas, con un ensamblador y un compilador FORTRAN muy poderoso, nunca se han vuelto a ver manuales mejor escritos y diseñados que esos de la G-20.

El buffer de entrada de tarjetas se llamaba DC-11 (Data Communicator), que estaba comunicado con un lector de tarjetas IBM 1402, que era el mismo que utilizaba la IBM-1401, cuando el CPU ordenaba la lectura de una tarjeta, la información era transferida del DC-11 a la memoria mientras que le ordenaba a la lectora leer otra tarjeta y almacenar dicha información en el propio DC-11.

Tenía una memoria de 32 K palabras, la cual constaba de 32 bits para información y dos más para paridad, era octal, por lo que cada palabra tenía 10 dígitos octales y dos bits que eran banderas de control, que al ser prendidas (utilizadas) y procesarse provocaban una interrupción, la cual siempre era para saltar a la dirección 100, donde el sistema operativo analizaba el tipo de interrupción, pues también las interrupciones de E/S y aritméticas eran analizadas a partir de esa dirección (figura 11b).

La G-20 manejaba cuatro tipos de datos:

Punto Flotante sencillo.- Ocupaba una palabra con 7 dígitos octales de mantisa y dos de exponente.

Punto flotante doble.- Ocupaba dos palabras con 14 dígitos octales de mantisa y 2 de exponente. Un bit adicional era para indicar este tipo, otro para indicar el signo del exponente y otro para el signo de la mantisa desperdiciándose 3 dígitos octales en la segunda palabra.

Pickapoint.- Manejaba 9 dígitos octales, un bit para indicar este tipo dato y otro para el signo, que correspondían a la mantisa de un número, el exponente estaba preestablecido bajo las instrucciones de "pickapoint", el que si se establecía como cero, se estaban manejando números enteros de 9 dígitos octales.

Datos lógicos.- Que utilizaban lo 10 dígitos octales.

Debido a las facilidades de la G-20, en el Carnegie Institute se desarrolló un muy poderoso IPL-V primero y después un ALGOL. Es necesario hacer notar que en 1960 esta computadora fue la más adelantada, aún hoy en día todavía no se han llegado a implantar todos sus adelantos. Fue la primera que contó con un sistema de interrupción automático, es decir, que cualquier error que ocurriese durante su proceso o señal de E/S, era guardada en un registro especial y el proceso era desviado a continuar en la palabra 1008, donde analizaba la interrupción y podía tomar la decisión de continuar ya que en otro registro estaba almacenada la dirección de la última instrucción ejecutada.

También en este año se adquiere en el C.C.E. una computadora LGP-30, con características de mini, especial para la enseñanza de operación y mantenimiento de circuitos integrados, la cual fue destinada al departamento educacional.

Desde 1961 el ingeniero Beltrán había tenido la idea de crear la división educacional, no solamente para el C.C.E. o la UNAM, de ahí que se entablaron relaciones con la UNESCO y se crearon los cursos regionales para graduados en Ciencias de Computación y en Planeación Económica, así como seminarios avanzados en Ciencias Gerenciales bajo los auspicios de The Institute of Managnent Sciences (TIMS), también se entablaron relaciones con otras universidades, por lo que la primera en recurrir al C.C.E. fue la Universidad Iberoamericana, cuyos estudiantes tuvieron acceso al uso de las computadoras, dos de los cuales participaron en la creación de su propio centro, que fueron el Ing. Rafael Rivera Sánchez y el Ing. Nat Aboumrad.

También en este año se adquiere en el C.C.E. una computadora LGP-30, con características de mini, especial para la enseñanza de operación y mantenimiento de circuitos integrados, la cual fue destinada al departamento educacional.

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Desde 1961 el ingeniero Beltrán había tenido la idea de crear la división educacional, no solamente para el C.C.E. o la UNAM, de ahí que se entablaron relaciones con la UNESCO y se crearon los cursos regionales para graduados en Ciencias de Computación y en Planeación Económica, así como seminarios avanzados en Ciencias Gerenciales bajo los auspicios de The Institute of Managnent Sciences (TIMS), también se entablaron relaciones con otras universidades, por lo que la primera en recurrir al C.C.E. fue la Universidad Iberoamericana, cuyos estudiantes tuvieron acceso al uso de las computadoras, dos de los cuales participaron en la creación de su propio centro, que fueron el Ing. Gerardo García Espinosa, Ing. Rafael Rivera Sánchez y el Ing. Nat Aboumrad.

Con la idea de expandir el conocimiento básico del uso de las computadoras en la república mexicana, se creo el CEMOCE (Centro Móvil de Cálculo Electrónico), cuya finalidad fue la de llevar la computadora G-15 fuera del Distrito Federal, para impartir cursos mínimos con la intención de despertar el interés en esta tecnología y con el tiempo seguir dando servicio y asesoría a los centros donde se hubiesen impartido los cursos de programación.

Se envío el equipo e instructores a las universidades de Jalapa, Puebla, Guanajuato y Monterrey.

El entusiasmo que despertó este tipo de cursos realmente fue sorprendente, pues como ejemplo se menciona que Petróleos Mexicanos patrocinó un curso en la ciudad de Salamanca en el estado de Guanajuato, donde se suponía que durante una semana se daría diariamente un curso de dos horas de teoría y dos más de práctica a un cupo máximo de 40 personas.

Cuando se llegó a dar el curso, se indicó que no se podía dar en el aula, dado que habían girado una invitación a la Universidad de Guanajuato, y el grupo era mayor de lo esperado, por lo que era necesario impartir dos cursos en la biblioteca de 100 asistentes cada uno.

La experiencia obtenida fue contraria a la suscitada en la UNAM, donde cursos que comenzaban con 40 alumnos, terminaban 15, allá se terminó el seminario con 204, habiendo podido usarse la maquina unas 5 veces cada uno para entregar cinco diferentes programas. Después de ello al C.C.E. diariamente llegaban paquetes procedentes de la Universidad de Guanajuato, conteniendo programas que semanalmente se devolvían con resultados procesados. Al comunicar esto a la Universidad de Guanajuato se becaron a 50 de sus mejores alumnos, enviándolos al C.C.E., durante dos semanas, para que aprendieran el lenguaje FORTRAN y utilizarán directamente las computadoras.

Debido a la poca importancia que el gobierno le daba a esta tecnología como ya se ha mencionado anteriormente, los recursos de las universidades que se tenían para estos cursos eran mínimos, por lo que el transporte de la G-15 se tenía que hacer en un camión de redilas, envuelto en cobertores y firmemente amarrado, lo que ocasionó que una noche al regresar después de dos semanas de impartir cursos en la Universidad de Nuevo León, Monterrey, al parecer una colilla de cigarro se quedó atorada en las colchas que cubrían a la G-15 y empezó a incendiarse el camión. En un acierto de heroísmo o de ignorancia, entre el chofer y el instructor Miguel Soriano con las manos empezamos a arrojar arena que había suelta a la orilla de la carretera, pudiendo al cabo de 20 minutos apagar el fuego, en ese transcurso varios camioneros y una patrulla de caminos con extinguidores los ayudaron. Después de revisar las condiciones del camión, se vio que se podía proseguir la marcha, no sin antes haber sentido un profundo terror al haber constatado que una de las maderas de la plataforma había sido perforada por el fuego, la cual quedaba justo arriba del tanque de gasolina.

El departamento de componentes electrónicos requirió de algunos centenares de metros de cable y varios meses, para volver a poner a trabajar esa computadora.

Por ese tiempo la CFE había adquirido una nueva computadora la 160-A de CDC, y al tener conocimiento de este hecho, de acuerdo con CDC donaron su G-15 al C.C.E. Con todo y eso, el CEMOCE dejó de existir.

En Mayo de 1965 se dio el congreso de IFIP en la ciudad de Nueva York, a donde asistieron el Ing. Beltrán, Lian Karp, Manual Sunderland y Miguel M. Soriano desde México, así como Enrique Calderón que estaba becado en la Universidad de Philadelphia y Renato Iturriaga que estudiaba en el Carnegie Institute of Technology.

En esa ocasión Enrique Calderón le planteó al Ing. Beltrán, que al recibir su maestría se quería regresar, pues todo lo que había aprendido era tanto y tan necesario de darlo en el C.C.E., que sentía la necesidad de enseñarlo, pero el Ing. Beltrán no quiso que regresara, sino hasta hubiera obtenido su doctorado.

Ese pensamiento hizo ver la necesidad de buscar mas becas para preparar a mas gente, ya que lo que se estaba indicando esa actitud era que existía mucho atraso.

Esa idea se generalizó, pues el CENAC también tenía varios estudiantes becados, y por ello mismo las empresas de equipos de cómputo, ofrecían a sus nuevos integrantes capacitación en el extranjero, lo que hizo que muchos buenos elementos entraran a trabajar en estas empresas.

A principios de este año el Dr. Pierre Lelong, Profesor de la Facultad de Ciencias de París y presidente del Comité Ejecutivo del Centro Internacional de Cálculo de Roma presentó una ponencia acerca de la Organización y Clasificación de la Investigación Científica de Francia en la UNAM. Después de conocer el C.C.E., y haber platicado con sus miembros, quedó impresionado por el nivel de conocimientos y desarrollo que entonces se tenía e invitó al señor Ranfiel Castañeda al seminario en Procesamientos Automáticos de Datos que se llevaría a efecto en octubre del mismo año, en el Centro Internacional de Calculo de Roma.

A mediados del año el Dr. Harold V. McIntosch vino a trabajar al C.C.E. como director del Departamento de Programación, con la principal idea de desarrollar un Lenguaje LISP en la PDP-8 y en la G-20. Desdichadamente la gente con experiencia tenía mucho trabajo y los nuevos elementos sabían muy poco, tanto de programación, como de técnicas y métodos de programación y sobre todo de compiladores, por lo que este proyecto al cabo de 4 años finalmente tuvo que ser abandonado.

El VII Coloquio fue llevado a cabo en C.C.E., donde se invita en esa ocasión al Dr. Kenneth Iverson, quién también dicta varios cursos sobre su concepto del APL, que entonces lo usaba como descriptor de programas, una especie de diagramas de flujo con la idea primordial de enseñarlo desde preparatoria, para ayudar a los estudiantes a razonar ordenadamente y en el futuro entender mejor la computación.

El porqué no existen registros de los trabajos, de los boletines, de los coloquios y de tantos visitantes durante esa época, es otra demostración de la apatía y la ignorancia de quienes deberían hacer controlado esta situación. La historia sirve para conocer los aciertos, para seguirlos y mejorarlos, así como los errores para evitarlos, es seguro que mucho de lo desarrollado entonces sigue siendo un problema latente en la actualidad.

En el C.C.E. los trabajos mas destacados fueron los diseños y fabricación de fuentes de poder, contadores digitales y reconstrucción de circuitos, así como todo el diseño de la computadora digital MAYA, en el área de Biocibernética el programa de diagnóstico médico, con matrices automodificables bajo fórmulas probabilísticas de Bayes, donde se utilizaron datos del Hospital de Neumología de la S.S.A., para crear las matrices de probabilidades y cuyo sistema funcionaba con mas del 90% de aciertos, fue un trabajo que desafortunadamente la Facultad de Medicina no lo tomó en cuenta y los estudiantes lo despreciaban, pues creían que de aceptarse, el médico general tendería a desaparecer, este trabajo finalmente fue publicado en los Estados Unidos, diez años mas tarde los hospitales americanos empiezan a desarrollar este tipo de sistemas y en México siguen cerrados a este avance.

También el Dr. Negrete desarrolló una interesante investigación con los ojos de varios animales como gatos, caracoles, etc., los cuales eran interconectados a través de la computadora analógica a la digital y en tiempo real eran analizados los datos obtenidos con objeto de discernir el cifrado del sistema biocentral. Esos trabajos están publicados en el boletín de Estudios Médicos y Biológicos de la U.N.A.M.

El proyecto del descifrado del lenguaje Maya que el matrimonio de investigadores Cazes supo desarrollar muy bien, dio a la UNAM mucho prestigio internacional, ya que se mantenía una relación constante con las principales universidades.

Dentro de los primeros graduados de los cursos de postgrado del C.C.E., se cuenta con la Dra. Victoria Bajar que después de haber terminado sus estudios en la Universidad Nacional de Buenos Aires y antes de ir a obtener su Doctorado a la Universidad de Grenoble, llevó dichos cursos.

En este año se estiman existían alrededor de 50 instalaciones de cómputo, siendo las principales casas proveedoras de equipo: IBM, CDC, RCA-BULL y UNIVAC-SPERRY. En este año General Electric compra a RCA División de Computadoras, con lo que se crea una nueva empresa, la BULL-GE.

El Banco Nacional de México adquiere dos de las computadoras de General Electric, cuya característica importante es que tenía, era que una instrucción movía el acumulador a lo largo de toda la memoria y obviamente en donde se señalaba que estaba el acumulador era donde se efectuaban las operaciones aritméticas.

En esos momentos la computadora mas comentada en todos los ámbitos era la IBM-360, que el propio Dr. Kenneth Iverson demostró en su anotación de APL, que tenía muchos circuitos duplicados, así como algunos sin sentido de existir, posiblemente esto fue lo que decidió a IBM a contratarlo para rediseñar la 360 y crear además el lenguaje APL en sus computadoras, así como también se diseñaron terminales especiales para ese nuevo lenguaje.

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CRÓNICA DE 1966

En este año, el 5 de mayo fue electo rector de la UNAM, el Ing. Javier Barros Sierra (1915 – 1971), que bajo su rectoría se propone la adquisición de una nueva computadora la IBM-360 para Unidad de Sistematización de Datos de la rectoría. El C.C.E., publica la revista llamada CINCO (Ciencias de la Información y la Computación), que tuvo un final muy rápido.

La Universidad Iberoamericana crea su centro de cómputo y adquiere una 1620 de IBM.

El Puerto de Liverpool después de tener durante varios años equipo periférico BULL-150 adquiere la GAMMA-30S, que el C.C.E. devolvía a Bull de México, también este almacén recurrió al C.C.E. para tratar de sacar el mayor provecho de su equipo, con la experiencia de sus anteriores dueños.

Nacional Financiera, S. A., después de casi dos años de estudios, cambia su equipo GAMMA 10 por una CDC 3300 con terminales, la cual opera normalmente después de otros dos años.

Varios miembros de C.C.E. y del CeNaC se ven envueltos en el proyecto de automatizar los próximos Juegos Olímpicos que se deberán realizar en la capital mexicana. Eso hizo que varios de los buenos elementos fueran contratados por varias dependencias del gobierno, ya que a través del comité olímpico tenía conocimientos de quienes solicitaban trabajar en el área de computación.

Aunque el Ing. Beltrán estuvo relacionado con el Comité Olímpico de la Ciudad de México, no pudo conseguir que el C.C.E. participara.

A pesar de que el Dr. McIntoch reclutó nuevos elementos en programación para el C.C.E., el servicio externo prácticamente se perdió, así como el servicio que se les daba a las escuelas, facultades e institutos de la propia UNAM, puesto que solamente quedó el prestárseles el equipo, lo que provocó un enorme descontento, haciendo que la rectoría tomara la decisión de intervenir en la reestructuración de ese centro.

Lo terrible de esta situación es que por diversas razones, al ser reestructurado, se perdieron la secuencia e historia de los trabajos realizados.

CRÓNICA DE 1967

Tal vez por la falta de apoyo del nuevo gobierno de la UNAM y cada vez más presiones y envidias de los institutos, facultades y escuelas, provocaron que el C.C.E., estuviera sumido también en presiones internas, creando desavenencias entre sus miembros, lo que suscitó varias renuncias a todos niveles, que debido a ello se dejaban proyectos incompletos, creando problemas con los organismos a quienes se les daba servicio, los cuales también rompieron relaciones con el C.C.E., lo que acrecentó e hizo más fuertes los ataques de quienes ansiaban convertirse en directores de este centro. El hecho afortunado suscitado el 2 de mayo de 1967, fue la aceptación de alguien formado en el propio Centro y con preparación dentro de esta materia para dirigirlo, el Dr. Renato Iturriaga.

Desafortunadamente a partir de entonces se crearon clases en los puestos y mucha de la gente que empezó a trabajar en la nueva organización se preocupaba por el desarrollo propio más que por el del C.C.E. Anteriormente todo aquel que ingresaba al C.C.E., tenía que empezar por aprender desde los equipos periféricos, después las computadoras, a programar y así ganarse el puesto de que eran capaces de desarrollar.

A mediados de este año llegó al Centro de Cálculo la nueva computadora BURROUGHS B-5500 (figura 12) con un solo procesador, con 32,768 palabras de memoria de 48 bits cada uno, es decir de 12 caracteres hexadecimales, con un sistema de intercambio de memoria (memoria virtual), basado en un módulo de discos de 96 millones de caracteres, 4 unidades de cinta de 7 canales, 2 lectoras de tarjetas de 1,400 tarjetas por minuto, una perforadora de 300 tarjetas por minuto, con 16 adaptadores para terminales de teleproceso.

Esta computadora fue diseñada para manipular eficientemente el Lenguaje Algol, inclusive su propio lenguaje de máquina era un subconjunto de él. También tenía el lenguaje Cobol, así como un transformador directo de FORTRAN a ALGOL, con la idea de que en el futuro se manejaran sólo programas en ALGOL. Aquí también es conveniente hacer notar que la B-5500, fue otra computadora de grandes adelantos sobre la tecnología existente.

Las empresas privadas que tenían IBM-14's empezaban a cambiar sus equipos por los 360"s, ya que eran obsoletas, pero debido al mal servicio que les daba IBM hubo varias empresas que cambiaron de marca, pero al cambiar usaron emuladores de 1401, el colmo fue con los equipos 360, que por más de un año seguían usando ese simulador, lo que reflejó la mala capacitación y la mala preparación de los nuevos elementos conocedores de esos equipo, como le sucedió a la empresa Colgate.

En este año General Electric se asocia a la compañía BULL creando la BULL-GE. También se emprende el estudio de unificar el país a un solo ciclaje, ya que la mayoría operaba a 50 ciclos, buscando unificar el servicio a 60 ciclos.

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CRÓNICA DE 1968

En este año surgen con un impulso tremendo las microcomputadoras que pertenecen a la tercera generación, cuya tecnología estaba basada en usar circuitos integrados (LSI), memorias de películas magnéticas, terminales de vídeo, sistemas de interrupción y multiprogramación, lo que abre paso a los pequeños negocios en el uso de esta tecnología.

En el C.C.E. en el mes de junio es invitado el Dr. Thomas Standish a dar una conferencia sobre programación Avanzada SYMBOLIC, en estas fechas prácticamente todos los becados habían regresado y empiezan una labor titánica en cuanto a la reestructuración del propio Centro y la reestructuración de cursos, no sólo de enseñar a codificar lenguajes, sino cursos completos dentro de la programación, el diseño y el análisis.

Cabe mencionar aquí que se dio mucho enfoque al lenguaje principal de la máquina, el Algol, pero cuando los ingenieros, actuarios, matemáticos, etc., terminaban sus estudios, se encontraban con que ese lenguaje no les servía para nada en la industria, ni en el comercio de México, por que no lo usaban.

En este año se inicia el teleproceso en la UNAM, cosa que en la iniciativa privada ya se había iniciado desde el año anterior, ciertamente muy restringido, quienes más avanzados estaban eran PEMEX, NAFINSA y el IMSS.

Para ello las Secretarías lo requieren al igual que la Banca y varias empresas privadas, como el Grupo Alfa, Liverpool, etc.

Ahora es cuando la Secretaría de Telecomunicaciones empieza a reglamentar este uso, pues ya los requerimientos eran en un volumen muy elevado, pero por una torpeza se frena este avance, pues se le otorga la concesión a una sola empresa con muy poca experiencia y mucha restricción.

Mencionaré que la Banca contaba con importantes departamentos de proceso, los que tenían diferentes equipos de todos tamaños y de todas las marcas que había en el mercado Mexicano, así como el propio Banco de México quien trataba de crear un Banco de Información. Sin embargo la Comisión Nacional Bancaria y de Seguros, sólo tenía equipo de registro unitario y una gran cantidad de personal que verificaba la información de toda la Banca prácticamente en forma manual, al querer avanzar en técnicas automáticas adquieren una GAMMA-10, que no les sirve, y todavía pasan tres años antes de adquirir un buen equipo.

Así podríamos citar a la Secretaría de Educación, que todo su control lo llevaban manualmente, a un costo elevado y con atrasos enormes, también pasaron tres años para que se aceptara este avance.

Durante este año la Comisión de Energía Nuclear construye el laboratorio Nuclear en los llanos del Valle de Salazar, cercano a la Ciudad de Toluca con muchos de los adelantos de punta de ese tiempo.

Debido a los problemas suscitados en este año, tales como las manifestaciones estudiantiles tanto en México, como en Italia, Francia, Alemania, Inglaterra, España e incluso en los países socialistas, así como los asesinatos de Martín L. King y de R. Kennedy, la invasión de las tropas del pacto de Varsovia a Checoslovaquia y para terminar, con la celebración de los Juegos Olímpicos de México, acciones que hicieron que se detuvieran en este país toda la investigación y desarrollo tecnológico en el campo de la cibernética por casi medio año.

La idea del Ing. Beltrán en convertir el Centro de Cálculo en Instituto, y que el nuevo director el Dr. Renato Iturriaga que también lo deseaba, no pudo realizarse de inmediato, aunque más adelante en febrero de 1971, cambió su nombre por el de CIMASS (Centro de Investigaciones de Matemáticas Aplicadas, Sistemas y Servicios), previamente dándose la fusión del C.C.E. y la Dirección General de Sistematización de Datos, y que tres años después con el nuevo rector Guillermo Soberón se hiciera una separación en dos centros, uno en un Instituto de investigación y otro un Centro de Servicios.

EPILOGO

Ni México, ni la UNAM, ni los institutos pueden haber dejado de percibir la necesidad de unir las fuerzas de avance, desafortunadamente los individuos que conforman estos grupos son los que ciegos persisten en su egoísmo, quieren que las glorias y los reconocimientos sean individuales.

No creo que exista un solo hombre capaz de dirigir atinadamente un grupo, pero menos podrá, si otros grupos lo atacan en lugar de unirse y tratar de entender su trayectoria. La época de los feudales terminó hace mucho, la unión es la única salida para progresar.

El advenimiento de la computación le dio al hombre una fuerza mucho más poderosa que todas las técnicas anteriores sumadas. Este nuevo recurso abre un cambio en su existencia, en su conciencia y por ende en sus instrucciones, lo malo es que el hombre no ha advertido lo suficiente que esta evolución es de tal magnitud que no puede manejarla en forma individual. Se debe crear una nueva sociedad donde la cooperación sea básica, donde trabajen conjuntamente investigadores, productores, operadores y gobernantes.

Desafortunadamente la historia de los primeros diez años de computación en México ha sido desperdiciada y sobre todo desaparecida de todos los archivos donde debió permanecer, que como excepción se conserva por aquellos que la vivieron, ya que siempre estarán agradecidos y desarrollando sus mejores esfuerzos sobre la base de la experiencia, encaminados al bien de este tan aporreado México.

No se incluye bibliografía, ya que toda esta información fue obtenida de apuntes personales o publicados en los boletines desaparecidos, de cursos tomados, así como de las experiencias relatadas por quienes vivieron esa época.

COLABORADORES:

MIGUEL M. SORIANO LOPEZ. DR. CHRISTIAN LEMAITRE

 

 

 

 

 

 

Autor:

Miguel M. Soriano López

Junio de 2004

Partes: 1, 2, 3
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