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Impacto del financiamiento de Carbona en Honduras


Partes: 1, 2, 3

  1. Antecedentes
  2. Marco Teórico
  3. Método de la investigación
  4. Resultados de la investigación
  5. Conclusiones
  6. Recomendaciones
  7. Bibliografía
  8. Anexos

Capítulo 1

Antecedentes

Honduras es un país donde predomina el clima tropical y las temperaturas son más templadas en las elevaciones del interior, alcanzando un promedio anual de 21 ºC. Las regiones costeras bajas, no obstante, son más cálidas y húmedas, con una temperatura promedio anual de 27 ºC. La estación seca se extiende de noviembre a mayo; las precipitaciones tienen un promedio anual que oscila entre los 1.016 mm en algunos valles, hasta los 2.540 mm a lo largo de la costa del Caribe. (PRODESAMH, 1995)

Más del 80% del territorio hondureño es montañoso es decir de vocación forestal, lleno de diferentes tipos de bosque, bosque Pinar, bosque Manglar, bosque Húmedo, bosque Seco y bosque nuboso, en los cuales hay una gran variedad de flora y fauna. Los cultivos en terrenos con pendientes superiores al 30% sin ningún tipo de obras de conservación de suelos, provocan una fuerte erosión hídrica, La deforestación ha alterado el régimen hidrológico del país, provocando grandes inundaciones, sequías y altos niveles de erosión. (SERNA ,2000).

Honduras tiene mucho potencial al ser un país de vocación forestal, de alcanzar mayores y mejores niveles de desarrollo, mediante el uso sostenido de sus recursos naturales, sin embargo el enfoque de un desarrollo agropecuario en algunos casos en detrimento con el resto de los sectores, ha dado lugar a una fuerte erosión causada: por el mal uso que los habitantes le dan a la tierra, por la fuerte desforestación, y por el poco apoyo brindado por los entes gubernamentales que solo han enfocado sus inversiones en el aspecto netamente agrícola. Así mismo, el enfoque forestal en el país se ha visto limitado por la mentalidad de sus habitantes ya que ven el bosque únicamente como fuente proveedora de madera proveniente de bosques naturales (con ciclos muy largos); sin embargo, existen otras alternativas que pudieran cambiar este enfoque como ser la de fijación de carbono.

En la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD) celebrada en Río de Janeiro, Brasil en 1992, 155 países, incluyendo Honduras, firmaron un acuerdo con el fin de estabilizar las emisiones de gases que causan el efecto invernadero y reducir sus efectos negativos sobre el clima mundial. El acuerdo denominado Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMCC), fue ratificado por el Congreso Nacional de Honduras el 29 de Julio de 1995. (Forest Carbon Partnership Facility, 2009).

A finales del año 1997 en Kioto, Japón, durante la tercera Conferencia de las Partes (COP3) los países incluyendo los industrializados (alrededor de 170 países) se comprometieron al firmar el Protocolo de Kioto, con el fin de: reducir sus emisiones de los seis gases con efecto invernadero más importante resultado de una serie de análisis realizados en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la contaminación que está ocurriendo en el planeta y los efectos del agotamiento de la capa de ozono de nuestra atmósfera así como otros efectos negativos del ambiente en general.

Se firmó el protocolo con el fin de promover el desarrollo sostenible, detener en lo posible el deterioro ambiental, estipulándose metas acerca de las emisiones antropogénicas agregadas y estableciendo compromisos cuantificados de limitación o reducción de emisiones.

Actualmente no se cuenta con proyectos aprobados en el área de plantaciones y algunas normas y lineamientos generales para bosques naturales. En el caso de las plantaciones forestales, la generación de energía limpia y la supresión de emisiones están ya aceptadas por los firmantes del protocolo.

Zamorano en la actualidad está entrando en un proceso agresivo de cambio en el uso productivo de sus plantaciones forestales para que no solo sean lugares destinados a realizar trabajos de campo, sino que al mismo tiempo enriquezcan el aprendizaje de sus estudiantes a través de investigaciones e implementación de proyectos, entre otros, de fijación de carbono y prepararlos así para las demandas tecnológicas mundiales y el exigente mercado laboral.

Los mercados internacionales para la reducción de gases de efecto invernadero y certificados de electricidad renovables están fragmentados. Hasta ahora, el mercado para los Certificados de Reducción en Emisiones (CER) del Protocolo de Kyoto han estado dominados por pocos jugadores (Ej., Fondo Prototipo de Carbono del Banco Mundial y el Programa Cerupt del Gobierno de los Países Bajos). Sin embargo, nuevos jugadores en el mercado están cambiando rápidamente el panorama. Varios programas gubernamentales, tales como el Programa de Mecanismos de Desarrollo Limpio del Gobierno de Finlandia, así como una participación creciente de empresas privadas están haciendo el mercado más complejo y cada vez más competitivo.

Varios sistemas no-Kyoto, tales como los esquemas de certificados de energías renovables, iniciativas voluntarias (Ej. El Intercambio de Clima de Chicago) y regímenes de los EEUU a nivel estatal, hacen que la situación sea aún más complicada. Una gran cantidad de conocimiento y entendimiento es requerida por los desarrolladores de proyectos que desean maximizar sus beneficios de carbono para sus proyectos. Por otro lado, el financiamiento de carbono no convierte a un mal proyecto en uno bueno; desde el punto de vista profesional es la rentabilidad de un proyecto sano, sostenible y bien estructurado de por sí.

Muchas veces las buenas ideas no llegan a ser proyectos porque hay una deficiencia en la capacidad para desarrollar propuestas de proyectos financiables. En una situación ideal, un buen concepto puede ser desarrollado en una propuesta de proyecto financiable y sólida, de esta forma el financiamiento de carbono puede ser utilizado para mejorar aun más la factibilidad del proyecto.

Muchos países, sobre todo europeos, ya han reemplazado la mayor parte de sus bosques por plantaciones de árboles, las Partes en el Protocolo de Kyoto adoptaron una definición de "bosque" que incluye cualquier conjunto de árboles. Además, como es práctica habitual en países como Canadá el deforestar vastas superficies de bosques y plantar nuevos árboles en su lugar (a menudo como monocultivos, es decir, filas de árboles de la misma especie, todos de la misma edad), también se decidió que esta práctica no se contaría como deforestación. Tales bosques son considerados "temporalmente sin árboles" hasta que se planten nuevos ejemplares.

1.2. Definición del problema

Unos de los problemas actuales en nuestro país como a nivel mundial, es el impacto de los cambios climáticos en el diario vivir del ser humano. El cambio climático es un fenómeno íntimamente relacionado con los bosques debido al alto índice de deforestación que existe, sin considerar que estos generan lluvias, donde el agua del suelo sube por los árboles (en un proceso conocido como transpiración), sale por las hojas y llega a la atmósfera, dando lugar a la formación de nubes y la lluvia. De igual manera los bosques se ven afectados por el cambio climático.

Se ha pronosticado un gran riesgo de pérdida de bosques en Eurasia, China oriental, Canadá, América Central y la Amazonia. Se sostiene que superficies mucho mayores serán afectadas si la temperatura aumenta más de 3°C. Un cambio de estos en la temperatura promedio del planeta podría aumentar la Pluviosidad en zonas de alta precipitación, principalmente en el trópico, afectando los ciclos agrícolas, agravando las inundaciones y la erosión de los suelos. Puede también causar una menor precipitación en épocas de sequía, con considerables efectos sobre la agricultura, así como sobre el suministro de agua y alimentos a zonas pobladas. (SERNA; PNUD/GEF. 1998).

El planeta Tierra está sufriendo un calentamiento global como efecto de actividades de desarrollo humano no sostenible que resultan, entre otros, en emisión de gases que producen efecto invernadero y están destruyendo la capa de ozono (03), que es una delgada cubierta de moléculas de ozono (03) que se forman en la estratosfera que sirven de protección a las plantas y animales, contra los dañinos efectos en especial sobre la salud humana de los rayos ultravioleta provenientes del Sol.

La deforestación también tiene un impacto sobre los ecosistemas y la producción de alimentos, ya que al no dedicarle el tiempo necesario damos lugar a los gases de efecto de invernadero. Es por ello que Las reducciones de emisiones pueden efectuarse en cualquier lugar a través de la forestación, lo que nos da la oportunidad de comercializar créditos de carbono que nos conllevaría a elegir un mercado donde el disminuir las emisiones resulten más baratas y viables. En la práctica, este enfoque está plagado de problemas, y el principal es que el comercio de carbono permite que los países industrializados del Norte compren una salida fácil para no cumplir con sus promesas de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

El asegurar que no hay reducciones de emisiones falsas, significaría que los países y comunidades que no poseen la tecnología compleja, necesaria para contabilizar el carbono en sus bosques, obtendrían mucho menos financiamiento que los países y comunidades que sí cuentan con dichas tecnologías.

Otra complicación es el llamado aspecto de la "equidad": donde los países, pueblos indígenas y comunidades que efectivamente han puesto en práctica los compromisos asumidos ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, o en base a tantos otros acuerdos internacionales que exigen frenar la desaparición de los bosques, y aquellos que nunca causaron una gran deforestación, no pueden reducir ésta. Así, Pueblos y comunidades que siempre han utilizado y manejado sus bosques de manera sostenible no recibirán pago alguno por "reducir" la deforestación.

Pero esto no es cierto aún: hay muchas propuestas diferentes, y algunos países como Brasil y Bolivia se oponen a la idea de vincular los mecanismos de Reducción de Emisiones debidas a la Deforestación, al comercio de carbono, sobre todo porque amenazaría con transferir la soberanía sobre los recursos naturales de los países a los mercados mundiales de capital. En base a la problemática anterior se plantean las siguientes preguntas:

¿El financiamiento de carbono ayudara a disminuir los índices de deforestación en el país?

¿El proceso de financiamiento de carbono es viable en nuestro país?

¿Cumplirá Honduras con los requisitos para ser certificado para el financiamiento de carbono?.

1.3. Objetivos

1.3.1 Objetivo General

Analizar las implicaciones que conlleva la implementación de financiamiento de carbono, enfocado en la reforestación en Honduras.

1.3.2 Objetivos Específicos

  • Evaluar la situación de viabilidad para financiamiento de carbono en Honduras, mediante un análisis FODA.

  • Identificar organizaciones que apoyen el desarrollo que traerá consigo un ambiente saludable.

  • Conocer los índices de deforestación para incentivar la producción de Carbono en Honduras y su aplicabilidad.

  • Proponer iniciativas estratégicas para condicionar el financiamiento de carbono, enfocado en la reforestación en Honduras.

1.4. Hipótesis

H: 1 Las limitaciones existentes en materia del bosque y distribución de la tierra impiden la posibilidad de ingresar al financiamiento de carbono enfocado en la reforestación con beneficio al desarrollo sostenible de Honduras.

1.5. Justificación

La destrucción de los bosques provoca cambios significativo en el tiempo y el clima, los bosques tienen una función extremadamente importante en la regulación del clima, sobre todo porque "secuestran" o absorben carbono de la atmósfera, utilizándolo para crecer, debido a esto muchos países o administradores de proyectos son recompensados por "reducir" su deforestación, ya que es atractivo para ellos fingir que la deforestación hubiera sido realmente alta en ausencia de un proyecto o estrategia. Por ejemplo, esto podría incluso

impulsar a nuestro país a construir nuevos caminos a través de los bosques para que exista más presión sobre ellos y así poder reclamar una "compensación" por no deforestar.

Lo que nos incita a buscar fuentes de financiamiento e involucrarnos con organismos internacionales que enfocados en la producción del carbono, nos permitirán mejorar el cambio climático presente a nivel mundial y por ende a nivel de país. Está previsto que los bosques deberán soportar con mayor frecuencia eventos climáticos extremos, como huracanes, sequías inesperadas, incendios, fuertes lluvias, inundaciones y tormentas de hielo. También aparecerán nuevas formas de daños causados por plagas de insectos.

Actualmente en nuestro país, no se cuenta con la implementación de programas, ni herramientas que permitan elaborar inventarios forestales a nivel de país y mucho menos la concientización de la población en si para la aplicabilidad de la generación de carbono, careciendo de un enfoque que genere un beneficio al financiar proyectos de carbono, lo que permite el ingreso al mercado internacional, que nos generara un beneficio como la generación de empleo, disminución de la deforestación y el gozar de un ambiente sano y agradable.

El reemplazo de bosques por plantaciones podría incluso aumentar debido a las nuevas propuestas de algunos países, que sugieren calcular las tasas "netas" de deforestación. Esto les daría la posibilidad de expandir la explotación maderera y agrícola hacia los bosques en una zona, y compensarlo plantando árboles en praderas y otras zonas no boscosas (con lo cual sacarían provecho de ambas). Ya que no es lo mismo tener una deforestación "neta" igual a cero que detener la deforestación.

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Fuente: Global Green carbón ,2009

La implementación de proyectos de captura de carbono en Honduras permitirá reducir la tasa de deforestación actual que es de aproximadamente 86.000 ha por año. Así mismo se tendrá un mayor control de los bosques de pino, que hasta los momentos no han disminuido significativamente en cobertura forestal, pero son objeto de una degradación gradual debido al sistema de aprovechamiento de la madera, que se caracteriza por ser selectivo y sin control; a la falta de manejo; a la práctica de la agricultura migratoria y de la ganadería extensiva; y a la alta tasa de incendios forestales. Todo ello se puede regular con la implementación de proyectos de Reducción de emisiones y degradación de (REDD).

El financiamiento de carbono es viable debido a que, en términos de cambio climático global, el impacto de una tonelada de CO2 emitida en Finlandia es igual a una tonelada emitida en Centroamérica. Siendo Honduras un país Centroamericano y uno de los países que están dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas de Cambio Climático, del protocolo de Kyoto, y otros organismos que están interesados en la reducción de los gases de efecto invernadero y por ende de la disminución del calentamiento global, genera al país la oportunidad de ser participe en proyectos de captura de carbono.

Instituciones gubernamentales como la Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA), el Instituto de Conservación Forestal (ICF), la Secretaria de Agricultura y Ganadería (SAG), han estado generando iniciativas que le ayuden a Honduras a ingresar al mercado de Carbono y de esta forma tener un mejor aprovechamiento de los suelos donde tendrían lugar las plantaciones que capturaran el dióxido de carbono generado en otros continentes como en el propio; hace de Honduras un país competitivo.

El fenómeno antes descrito es la base para el desarrollo del llamado mercado de carbono internacional, donde las asignaciones de emisiones o reducciones de emisiones (como las certificaciones de reducción de emisiones) son tranzadas y la deforestación es reducida considerablemente afectándose de esta forma el desarrollo sostenible del país.

Capítulo 2

Marco Teórico

Oportunidad de poseer bosques y suelos adecuados para Honduras

Honduras tiene los bosques tropicales adecuados en Centroamérica. Más del 75 por ciento de Honduras es o era bosque, principalmente de pino. Las áreas protegidas contienen principalmente árboles tropicales como caoba y cedro. Según varias fuentes gubernamentales hondureñas y Organizaciones no Gubernamentales (ONG"s), el crecimiento de la población, la pobreza, y la falta de planificación han contribuido a la deforestación de entre 2 y 3 por ciento anual durante las últimas décadas. De acuerdo a la Oficina de Bosques de Honduras (COHDEFOR), la tala de árboles para obtener leña es la causa principal de la deforestación. (Beaumont y Merenson, 1999)

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Fuente: Global Green carbón ,2009

Más de la mitad de la demanda total de energía se satisface con madera. Una reconocida organización forestal realizó un estudio que reveló que en promedio una familia rural tala y consume 30 árboles al año para obtener energía. La segunda causa más importante de deforestación es la preparación de la tierra para la agricultura, seguida por el corte de madera para la construcción de casas y muebles. Debido a que tanto el consumo de madera para producir energía como la preparación de la tierra no requieren el transporte de troncos a través de una distancia considerable, estas actividades son muy difíciles de prevenir dentro de las áreas protegidas. (SERNA, 2008)

Honduras tiene una cobertura forestal de 5,989.6 khas de las cuales 2,404.13 corresponden a zonas boscosas en áreas protegidas de las cuales 821.68 khas están en condiciones de equilibrio en las zonas núcleo, 236.6 khas de cultivos permanentes de café de sombra, cardamomo y cacao, y, 1,345.85 khas de bosques con regulaciones de uso en las zonas de amortiguamiento.

La cobertura de bosque sin manejo es de 3,419.59 khas de las cuales 165.88 khas corresponden a microcuencas que están protegidas por el estado y las municipalidades. El área de bosques con planes de manejo alcanza 520.47 khas. y se ha estimado que los esfuerzos de reforestación para 1995 fueron 7.66 khas. De acuerdo a la información disponible, se deforestaron 70.27 khas de bosque distribuidas así: 0.83 khas de manglar, 8.45 khas de bosque de pino, 54.09 khas de bosque latifoliado y 6.9 khas de bosque mixto (SERNA, 1999).

Durante los últimos 30 años se ha avanzado significativamente en los intentos por establecer el vínculo entre las políticas ambientales y de conservación con la economía ambiental. La población depende totalmente o en parte de los recursos forestales para poder cubrir sus necesidades mínimas de subsistencia. Una gran parte de pobladores de zonas rurales son también productores, comunidades indígenas que manejan recursos forestales y/o agricultores individuales que cosechan conjuntamente los productos de los bosques.

  • Efectos del cambio climático en los distintos niveles de organización de los sistemas biológicos

El Panel de las Naciones Unidas sobre Cambios Climáticos (IPCC) ha reunido a cientos de científicos. Su primer informe, publicado en 1990, confirma que de duplicarse la cantidad de C02 en la atmósfera, el efecto amplificador producirá un incremento total en la temperatura del planeta de 2.5 grados Celsius (Beaumont y Merenson, 1999).

La estrategia contenida en este documento refleja solamente las políticas y acciones relacionadas con la reducción de gases de efecto invernadero conocidas en el lenguaje de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático como MITIGACION, que los sectores analizados están realizando al momento de preparar éste documento, el cual ha sido ampliamente consultado y validado.

Se proponen medidas de reducción que nuestro país puede realizar con el apoyo financiero de los organismos internacionales que incluye, entre otros, la eficiencia de los procesos de producción y utilización de la energía, producción de energía por fuentes alternas ambientalmente amigables, implementación de sistemas agroforestales, el manejo adecuado de pastizales, el mejoramiento de las técnicas de producción agropecuaria, y el desarrollo forestal sostenible,

Existen otras acciones que se estarán realizando en un futuro muy cercano como ser los Proyectos que se están gestionando dentro del Mecanismo de Desarrollo Limpio y la ejecución del Reglamento de Control de Emisiones Vehiculares Aprobado por el Soberano Congreso Nacional y que entrará en vigencia en el año 2001.

Los recientes eventos relacionados con el Calentamiento Global (El Evento Niño de 1995-96 y el Huracán Mitch) han puesto en evidencia la vulnerabilidad de Honduras a los efectos negativos de los eventos extremos del Cambio Climático. Los impactos de la sequía en las zonas más secas del país trajeron como consecuencia hambruna, muertes, aparición de enfermedades de origen hídrico; enfermedades cardiovasculares y respiratorias relacionadas con la contaminación atmosférica y las temperaturas extremas, pérdida de cosechas y aumento de los incendios forestales.

El Huracán Mitch y las lluvias de 1999 que trajeron pérdidas de vidas humanas, pérdidas y deterioro en la infraestructura vial, pérdida de cosechas y deterioro de las cuencas hidrográficas y los procesos de erosión y salinización de aguas subterráneas por la elevación del nivel del mar. La vulnerabilidad climática de Honduras asociada a las condiciones topográficas complejas del país, así como a su vulnerabilidad económica y social, hacen que los tomadores de decisiones, planificadores y científicos del país inicien un proceso a futuro que les permita desarrollar adecuadas medidas de mitigación y/o adaptación a estos impactos, de manera tal que la vulnerabilidad de Honduras pueda reducirse (CMNUCC, 1995)

  • . El problema de los gases que provocan el efecto invernadero

La atmósfera es una mezcla gaseosa que envuelve la tierra. Esa mezcla gaseosa contiene minúsculas partículas de gases que dejan pasar la radiación solar e onda corta. Dicha radiación calienta la superficie de la Tierra, pero no ejerce ningún efecto térmico directo en la capa más baja de la atmósfera. Después la superficie emite radiaciones de onda larga, las cuales, debido a que pueden ser absorbidas por ciertos gases, calientan la atmósfera baja, este calor en condiciones normales, es reflejado por la acción del viento a las capas superiores de la atmósfera y de ahí al espacio. Esos componentes naturales llamados "Gases de Efecto Invernadero", si bien son invisibles para el ojo humano, se pueden detectar y medir con instrumentos creados por el hombre (SERNA; PNUD/GEF, 1998).

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Los gases de efecto invernadero, reducen la transparencia de la atmósfera evitando que la radiación infra roja o radiaciones de onda larga sean reflejadas al espacio y por lo tanto la radiación queda atrapada cerca de la superficie elevando significativamente la temperatura.

A ese fenómeno se le denomina Efecto Invernadero. Si no existiera éste efecto, la temperatura media de la tierra sería de 17 grados centígrados bajo cero. En otras palabras, éste fenómeno de la atmósfera ha permitido que la temperatura media de la tierra sea más confortable y al mismo tiempo que se dé el desarrollo de las formas de vida que conocemos (Guía, C.A de Carbono, 2007).

Sin embargo, a partir de la revolución industrial, algunos de los gases de efecto invernadero (GEI) se han incrementado drásticamente lo cual ha producido un aumento en la temperatura media global de 0.3-0.6 grados centígrados, lo que está causando efectos negativos relacionados con el clima de la Tierra (SERNA, 1999).

  • La deforestación y la degradación de los bosques y su impacto en el clima.

La deforestación y la degradación de los bosques son la segunda causa del calentamiento global, responsable por, aproximadamente, el 20% de las emisiones de los gases de efecto invernadero; lo que hace que la desaparición de los bosques sea un problema fundamental para el cambio climático. En Brasil e Indonesia, la deforestación y la degradación de los bosques, en conjunto, son la principal fuente de emisión de los gases de efecto invernadero.

El ochenta por ciento del carbono terrestre superficial y el cuarenta por ciento del carbono terrestre bajo el suelo se encuentran en los bosques. Además de la inmensa contribución de la deforestación y de la degradación de los bosques a las emisiones globales; combatir ambos fenómenos ha sido identificado como una de las maneras más eficiente, en cuanto a costos, para disminuir las emisiones.

Actualmente, parece existir un consenso para combatir efectivamente el problema de la deforestación y de la degradación de los bosques; de lo contrario se limitarían las opciones disponibles para reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero, la concentración de dichos gases y el incremento de la temperatura a unos niveles aceptables. Cualquier reducción en la tasa de deforestación y de degradación de los bosques tiene el beneficio de evitar una fuente significativa de emisiones de carbono y de reducir otros problemas ambientales y sociales, asociados con la deforestación.

A diferencia de las actividades de deforestación y reforestación, las cuales causan cambios anuales muy pequeños en las reservas de carbono por largos períodos de tiempo, frenar la deforestación causa cambios muy grandes en las reservas de carbono en un corto período de tiempo. La mayoría de las emisiones causadas por la deforestación, se llevan a cabo rápidamente, mientras que la absorción del carbono de la atmósfera a través de las actividades de deforestación y reforestación es un proceso mucho más lento. Mientras que la acumulación de reservas de carbono significativas a través de la deforestación y de la reforestación puede tomar largo tiempo, el evitar la deforestación y la degradación de los bosques, inmediatamente reduce una gran cantidad de emisiones. (Chi Ham A, 2009).

  • Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático

Con la firma, de 155 países en Río de Janeiro en 1992, de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), Actualmente 186 países han ratificado la Convención (Honduras, 1995). Se reconoce que las actividades humanas de producción y consumo de bienes pueden llegar a representar una de las más grandes amenazas para el ambiente y el desarrollo económico mundial, al aumentar las emisiones de Gases de Efecto de invernadero (SERNA, 1999). .

El objetivo fundamental del CMNUCC es la estabilización de las concentraciones de los gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel adecuado para prevenir un nivel peligroso de interferencias antropogénicas con el sistema climático. En el Convenio se insta a todas las partes a que se comprometan a alcanzar los objetivos acordados, uno de los cuales es la elaboración y publicación periódica, de sus inventarios nacionales de gases de efecto invernadero (SERNA, 1999).

  • Nivel eco sistémico: ambientes terrestres: El Cambio Climático supone una importante presión adicional sobre los ecosistemas terrestres, afectados ya seriamente en la actualidad por la contaminación, la sobreexplotación y la fragmentación del territorio.

El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, 2002) indica, en base a modelos predictivos, que en promedio el 33% del área forestal actual se verá afectada a causa de cambios en la frecuencia e intensidad de los fuegos, la distribución del agua y la diversidad de la vida silvestre (Dale, 2001). Scott et al.

Además de mitigar el cambio climático, frenar la deforestación y la degradación de los bosques y respaldar un manejo sostenible de dichos bosques ayuda a conservar los recursos hídricos, a evitar las inundaciones, a reducir la escorrentía, a controlar la erosión del suelo, a reducir la sedimentación de los ríos, a proteger la pezca y las inversiones en infraestructura hidroeléctrica, a preservar la biodiversidad, las culturas y las tradiciones. Con todo esto en juego, está claro lo que tiene que ocurrir. Con todos los servicios que los bosques les prestan tanto a la humanidad como al mundo natural; ahora hay un entendimiento generalizado de un hecho simple, pero profundo: los bosques son mucho más importantes de pie que cortados. Surgido de este entendimiento, nace el Fondo Cooperativo Para El Carbono De Los Bosques (FCPF, por sus siglas en inglés).

  • Protocolo de Kyoto

El Protocolo de Kyoto constituye la primera iniciativa global de orden práctico para promover el desarrollo sostenible con el cumplimiento de compromisos cuantificables de reducción o limitación de las emisiones de gases contaminantes. No sólo complementa al Protocolo de Montreal al incluir aquellas emisiones de gases de efecto invernadero no incluidas en 1987 (emisiones del sector transporte), sino que además, plantea las condiciones para la creación de un mercado de "títulos verdes" representativos de reducción de gases de efecto invernadero, que puedan ser adquiridos por los países con compromisos cuantificables para limitar las emisiones que causan el efecto invernadero. (Jiménez Mori Pag.4).

En una primera etapa, comprendida del 2008 al 2012, el Protocolo de Kyoto se plantea el objetivo global de reducir en un 5.2% las emisiones de gases contaminantes con relación a los niveles registrados en el año 1990. Dentro del Compromiso legal establecido en el protocolo de Kyoto, 39 países se comprometieron a reducir sus emisiones, de Gases de efectos invernaderos antes mencionados.

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Fuente: Oficina de Cambios Climáticos

Para tal propósito, bajo el Protocolo de Kyoto se establecieron dos alternativas para alcanzar los compromisos establecidos. El primero se refiere a las medidas de carácter interno, en los países firmantes, para reducir la emisión de gases. Ello se refiere a los proyectos de aplicación conjunta (AC) que permiten que tales países implementen proyectos que reduzcan las emisiones contaminantes, como por ejemplo, la sustitución de una central eléctrica a carbón por alguna fuente de energía más eficiente y menos degradante del medio ambiente.

Alternativamente, se establecen los denominados Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) a través de los cuales los países industrializados (suscriptores del Protocolo) pueden invertir en proyectos que reduzcan emisiones en países en desarrollo (fuera del Protocolo) a cambio de los Certificados de Reducción de Emisiones (CER). Bajo este último esquema los países inversores deben asistir a los países anfitriones a alcanzar un desarrollo sustentable. (Jiménez Mori 2007 Pág.11).

Ambos mecanismos permiten el comercio internacional de las reducciones comprobadas de gases contaminantes dando como resultado la aplicación de tecnologías más eficientes. Dichas reducciones son cuantificadas y reflejadas en los Certificados de Reducción de Emisiones. Como resultado, se tiene la posibilidad de transferir dichos certificados, con lo cual el adquiriente podrá incrementar sus emisiones con cargo a los derechos adquiridos.

Es decir, sin necesidad que una parte realice cambios en sus tecnologías de producción (que puede resultar sumamente costoso) se puede reducir las emisiones globales de gases contaminantes (conforme al compromiso establecido en Kyoto) al financiar proyectos de implementación de tecnologías limpias en aquellos países (generalmente menos desarrollados) donde sea más factible.

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Fuente: FCPF, (2008)

El hecho de permitir la transferencia de Certificados de Emisiones de Emisiones introduce cierta flexibilidad frente a los compromisos adquiridos en el Protocolo de Kyoto, lo cual es sumamente conveniente dadas los importantes montos de inversión que pueden llegar a significar dichos compromisos. La justificación del intercambio de Certificados de Emisiones de Emisiones (CER) se basa en que, mientras las emisiones contaminantes, donde quiera que se realicen, tienen un impacto uniforme sobre la atmósfera; los costos de adaptar nuevas tecnologías, ambientalmente eficientes, varían considerablemente de región a región.

El Protocolo de Kioto contempla también los llamados proyectos de MDL entre las partes no incluidas en el Anexo I conformados por los países desarrollados de la CMNUCC, por tanto sin objetivos cuantitativos de reducción de emisiones; El objetivo es ayudar, por un lado, a

las primeras a lograr un desarrollo sostenible facilitando inversiones en su territorio, y por otro a las Partes incluidas en el anexo I, dar cumplimiento a sus compromisos cuantificados de limitación y reducción de emisiones mediante las denominadas reducciones certificadas de emisiones («RCE») que se les expedirá tras los proyectos de MDL sobre la base de:

• La participación voluntaria acordada por cada Parte participante;

• Los beneficios reales, mensurables y a largo plazo en relación con la mitigación del cambio climático; y

• Las reducciones de las emisiones adicionales logradas.

2.5.1. Mecanismos de flexibilidad

El Protocolo de Kyoto establece cuantitativamente y por País parte la obligación de reducir los porcentajes de sus emisiones de Gases de Efecto de Invernadero. Asimismo, articula una serie de mecanismos para facilitar a los países a cumplir conjuntamente su obligación de reducción sin tener que sacrificar el nivel de actividad o producción de los agentes industriales responsables de estas emisiones.

En concreto, el Protocolo introdujo tres medidas, llamadas "Mecanismos de Flexibilidad", a saber:

• Comercio de Derechos de emisiones: Corresponde a un régimen de transacción internacional de emisiones que permite a los países industrializados comprar y vender créditos de emisiones entre ellos mismos.

• Proyectos de Aplicación Conjunta (AC): Este mecanismo permite a los países adquirir unidades de reducción de emisiones a través del financiamiento de ciertos tipos de proyectos en otros países miembros.

• Mecanismos para un Desarrollo Limpio (MDL): Los países industrializados pueden financiar proyectos de reducción de emisiones a través del financiamiento de ciertos tipos de proyectos en otros países.

Mediante estos mecanismos se prevé alcanzar un equilibrio entre aquellos países que no hayan conseguido individualmente reducir sus emisiones de Gases de Efecto de Invernadero

conforme al porcentaje comprometido de emisión, y aquéllos otros que no han emitido todo lo permitido (o no tienen que reducir cuantitativamente sus emisiones por tratarse de países en desarrollo).

El comercio de derechos de emisión de GEI, permite asignar a las Partes "cuotas" (denominadas también, "permisos", "contingentes" o "topes") para sus emisiones que, posteriormente, pueden intercambiar con otras Partes. Por tanto, mediante el comercio de emisiones, las Partes pueden transferir parte de su "cuota" de emisión (cantidad máxima permitida en el periodo de compromiso) a otra parte, o adquirirla, con lo que su nivel permitido de emisión se reducirá o aumentará en esa misma cantidad transferida o adquirida.

El total de cuotas asignadas entre las Partes que participan en el comercio representa el límite global de emisiones permitido, por lo que una de las ventajas de este comercio es precisamente la certeza del resultado desde la perspectiva medioambiental. No obstante, este comercio es una medida suplementaria a las medidas nacionales que se adopten. Es decir, el Protocolo no permite que los compromisos adquiridos se cumplan únicamente haciendo uso de este mecanismo de flexibilidad.

  • Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL)

Es el único que incluye a los países en vías de desarrollo, con proyectos que reduzcan o fijen (secuestren) CO2.

Tiene dos aspectos fundamentales:

  • Asistir a los países en desarrollo a preparar proyectos Mecanismo de Desarrollo limpio para lograr el desarrollo sostenible.

  • El Mecanismo de Desarrollo limpio es el único que incluye a los países en vías de desarrollo, con proyectos que reduzcan o fijen (secuestren) CO2.

El mayor potencial para este tipo de inversiones se encuentra en los países en desarrollo, donde el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) ofrece la posibilidad de realizartransferencias de tecnologías limpias, generando mayor inversión extranjera directa e ingreso por la venta de los Certificados de Emisiones de Emisiones (CER).

Se hace evidente entonces las oportunidades para los países de América Latina y el Caribe de desarrollar e implementar MDL no sólo como un medio de atraer inversiones sino también de acceder a mejores tecnologías de producción, coherentes con la explotación sostenible de sus recursos. En tal sentido, cabe destacar que el propio Protocolo de Kyoto establece que los países industrializados cooperarán en la promoción de modalidades eficaces para el desarrollo, la aplicación y la difusión de tecnologías, conocimientos especializados, así como el otorgamiento de recursos financieros para cubrir la totalidad de los gastos convenidos en que incurran los países en desarrollo. Esto último incluye la posibilidad de obtener recursos por conductos bilaterales, regionales o multilaterales.

En consecuencia, el MDL estará sujeto a la autoridad y la dirección de la Conferencia de las Partes y a la supervisión de un organismo de la Convención Marco llamado la Junta Ejecutiva de MDL. Asimismo, la reducción de emisiones resultante de cada actividad de proyecto deberá ser certificada por las entidades operacionales que designará la Conferencia de las Partes. Por último, la Conferencia de las Partes se asegurará de que una parte de los fondos procedentes de las actividades de proyectos de MDL certificadas se utilice para cubrir los gastos administrativos y ayudar a las partes que son países en desarrollo.

Los proyectos a ejecutarse bajo el MDL pueden originarse en cualquier sector económico. El ciclo del proyecto comienza con la identificación de la oportunidad y la formulación del proyecto propiamente. Dicha propuesta es evaluada por la "Autoridad Nacional Designada" por la Convención sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas sobre la base de la ganancia en reducciones que el proyecto aportaría. Asimismo existe una validación otorgada por una entidad independiente denominada "Entidad Operacional Designada" que debe ser contratada directamente por el responsable del proyecto. (MDL, 2007 Pág. 16)

Una vez aceptado oficialmente el proyecto queda listo para ser implementado, debe ser sistemáticamente monitoreado por el período entero de acreditación para que la reducción de emisiones reales pueda ser calculada. Los participantes del proyecto deben incluir un plan de monitoreo en el documento del diseño del proyecto.

El plan de monitoreo dice como la data es recolectada y archivada de manera que se pueda:

  • Estimar las emisiones del proyecto;

  • Determinar la línea base del proyecto

  • Calcular la reducción de emisiones y posibles fugas del proyecto

El plan de monitoreo debe reflejar una buena práctica de monitoreo y ser apropiado a las circunstancias del proyecto. Los participantes del proyecto son responsables de la implementación del plan de monitoreo contenido en el PDD. Ellos deben archivar la data relevante monitoreada y reportarlo al DOE. . (Gomes. 2008)

Los MDL ayudarán según sea necesario a organizar la financiación de las actividades de los proyectos. En este sentido también se podrá solicitar los servicios y la cooperación de organismos internacionales, intergubernamentales y no gubernamentales competentes. Asimismo, la reducción de emisiones resultantes de cada actividad de proyecto deberá ser certificada por entidades operacionales previamente establecidas.

2.6.1 Adicionalidad

Partes: 1, 2, 3
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