Para iniciar este análisis debemos partir de la siguiente premisa:
- Las aspiraciones a la liberación universal del hombre y el trabajo socialmente organizado están insertadas, de un modo u otro, en la larga evolución intelectual, moral y religiosa de la civilización desde hace miles de años.
¿Es posible dominar el mundo llamado unipolar sin una sólida base filosófica y cultural? Este precisamente este es el nuevo reto que tenemos ante si los que vivimos en el siglo XXI y trabajamos por una vida mejor para nuestros hijos y nietos.
El mayor mérito en torno al marxismo por parte de Marx consistió en darle contenido y proyección científico-social a una antigua aspiración utópica presente en diversas etapas de la historia de la humanidad, los cuales podemos encontrar los antecedentes en el cristianismo primitivo.
La mayoría de la sociedad actual ha sido aplastada por civilizaciones nacidas y desarrolladas a partir de la codicia, la ambición personal y el egoísmo, pero actualmente la furia por la defensa de estos factores negativos amenaza aplastar todos los valores que defiende nuestra sociedad.
Para enfrentar esta amenaza, los cubanos creamos y perfeccionamos la república con todos y para el bien de todos, que soñara Martí y que identificamos con el ideal socialista, también en Marx estaba presente la aspiración de alcanzar la liberación radical del hombre y la igualdad social.
El pensamiento socialista en general representa la cumbre mas alta de la cultura en el pensamiento contemporáneo.
En esta etapa posmodernista se siguen evidenciando las dos corrientes fundamentales del pensar occidental y que en el idioma filosófico marxista se conoce como oposición entre el idealismo y el materialismo, vale aclarar cuales son esas dos corrientes:
- la evolución del pensar científico que concluyo en su mas alta escala con el pensamiento científico, racional y dialéctico; a lo cual después de Marx y Engels no se ha alcanzado nada mas elevado en filosofía, a no ser por aquellos que partiendo de sus fundamentos los enriquecieron.
- La tradición del pensamiento utópico que tiene raíces asentadas en las antiguas ideas religiosas de las primeras etapas de la historia de la vida humana y que en la civilización occidental se nutrió, inicialmente, de lo que conocemos por cristianismo.
Ambas tendencias han venido siendo desvirtuadas por la acción de los hombres. Unas veces cayendo en el materialismo vulgar y otras en el intento de situarse fuera de la naturaleza ignorando sus potencialidades creativas. Martí hablaba de la capacidad de relacionar la capacidad intelectual del hombre y sus facultades emocionales. Por esto hablamos del pensamiento filosófico de un lado, sobre el respeto a lo mejor y mas depurado de las ideas científicas, y del otro, lo que se ha llamado utópico; es decir, las esperanzas y posibilidades de realización hacia el mañana.
Una filosofía que se corresponda con los intereses de los pueblos será aquella que articule uno y otro plano partiendo de la idea leninista de que la práctica es la prueba definitiva de la verdad; y del principio martiano de procurar la fórmula del amor triunfante.
Toda utopía supone un ideal y no se invalidan en los forjadores de los socialismos científicos, los móviles ideales, la utopía en si, sino que se plantea la necesidad de estudiar sus orígenes económicos, sociales y culturales. Martí afirmo que no había poesía mayor que la observaba en los libros de ciencia. Einstein aseguraba que la confirmación de sus leyes matemáticas muchas veces la encontraba en la belleza estética de la conclusión. En el siglo XXI se debe exaltar la utopía y las razones científicas que puedan ayudar a su confirmación en la realidad.
Marx sostenía que la poesía de la revolución europea del siglo XIX solo podía generarse desde el futuro y afirmaba:
Entonces no habrá dudas de que el mundo ha poseído durante largo tiempo el sueño de una cosa, de la cual solo le basta la conciencia para poseerla realmente. Entonces no habrá dudas de que el problema no lo constituye el abismo que se abre entre los pensamientos del pasado y los del futuro, sino la realización de los pensamientos del pasado.
La historia de la sociedad humana es en efecto un combate muchas veces abierto y otras encubierto entre explotadores y explotados, esto es así por factores económico- sociales, y porque como decía Martí, los hombres van de dos bandos, los que aman y fundan, y los que odian y destruyen. Esto también es una verdad científica; es decir, junto a los condicionamientos económicos que determinan, en última instancia, la división clasista, están presentes las ambiciones individuales que por naturaleza posee el hombre. En un mundo idealizado donde todos fueran altruistas, triunfaría el socialismo de manera natural, pero ese mundo no existe, debemos entender que los hombres solo poseen ambición y egoísmo, mientras tienen enormes posibilidades de generar la bondad, la solidaridad y la inteligencia en su más pleno alcance y esto es una verdad científica. Estos sentimientos y facultades están presentes en la naturaleza social de los hombres pueden ser estimulados con la educación y la cultura.
Una concepción de la inteligencia como la presente en Martí confirmada por los modernos progresos de las ciencias psicológicas , nos subraya su integralidad de forma tal que penetra y se sintetiza no solo en la capacidad intelectual del hombre , sino también , en las emocionales y en su voluntad orientada hacia su acción transformadora; pensamiento, acción, sentimiento y vocación están presentes en la naturaleza humana; Martí consideraba que la inteligencia se vincula con la bondad y la brutalidad con la maldad lo cual ha sido confirmado por la psicología moderna.
En las ideas de ambas figuras hay una completa complementación que nos orienta a tomar en cuenta los factores socio-económicos en que insisten; otro aspecto a tener en cuenta es la visión del imperialismo que poseían, Martí denuncia los gérmenes funestos que se gestaban en Norteamérica en las décadas finales del siglo XIX, estudio al imperialismo y lo caracterizó económicamente después, ejemplo de ello son sus comentarios en a la Conferencia Panamericana de Washington de 1889, su elemento fundamental radica en la constatación de un desarrollo económico-material orientado hacia el individualismo en una sociedad que frenaba o desviaba el desarrollo cultural y espiritual.
El transito del capitalismo de libre concurrencia al monopolista es analizado por Martí que lo denuncia de manera ejemplar:
El monopolio esta sentado como un gigante implacable a la puerta de todos los pobres. Todo aquello que se puede emprender esta en manos de corporaciones invencibles formadas por la asociación de capitales desocupados a cuyo influjo y resistencia no puede sobreponerse el humilde industrial […] Este país industrial tiene ya un tirano industrial. Otro aspecto clave radica en que tanto en la filosofía de Marx como en el pensamiento del prócer cubano podemos encontrar una concepción orientada a proyectar la cultura hacia la transformación del mundo, lo cual es muy importante porque la tradición europea solo se había limitado a una función descriptiva; para Martí siempre fue un empeño la transformación del mundo unida a una interpretación cultural que ayudara esto y llegó a plantear: Hacer es la mejor manera de decir.
De Marx a su muerte dijo:
Ved esta gran sala. Karl Marx ha muerto. Como se puso del lado de los débiles, merece honor. Pero no hace bien el que señala el daño, y arde en las ansias generosas de ponerle remedio, sino el que enseña remedio blando al daño. Espanta la tarea de echar a los hombres sobre los hombres. Indigna el forzoso abestiamiento de unos hombres en provecho de otros. Mas se ha de hallar salida a la indignación, de modo que la bestia cese, sin que se desborde, y espante. Ved esta sala: la preside, rodeado de hojas verdes, el retrato de aquel reformador ardiente, reunidor de hombres de diversos pueblos, y organizador incansable y pujante. La Internacional fue su obra: vienen a honrarlo hombres de todas las naciones. La multitud, que es de bravos braceros, cuya vista enternece y conforta, enseña más músculos que alhajas, y más caras honradas que paños sedosos. El trabajo embellece. Remoza ver a un labriego, a un herrador, o a un minero. De manejar las fuerzas de la naturaleza les viene ser hermosos como ellas.
La cuestión social , para Martí, ocupaba un lugar especial en la politica lo cual se puede apreciar en muchas de sus escritos: [con los pobres de la tierra/ quiero yo mi suerte echar]
Sobre Marx dijo: no fue solo movedor titánico de las cóleras del trabajador europeo sino veedor profundo en la razón de las miserias humanas, y en los destinos de los hombres, y hombre comido de ansia de hacer bien,
Marx estudio los modos de asentar al mundo sobre nuevas bases, y despertó a los dormidos, y les enseño el modo de echar a tierra los puntales rotos.
Martí incluía en su ideario político la cuestión social e internacional y esto es demostrable al analizar el partido fundado por él, este tenia como base social original a los trabajadores de Tampa y Cayo Hueso; no formulaba su radicalismo social en la forma en que se exponía en la cultura europea sino en la mejor tradición literaria de nuestra América. En la esencia de sus concepciones estaba el drama social del hombre presente también en el viejo continente.
Si analizamos las formas, principios y métodos organizativos del PRC , comprobaremos la precisión alcanzada en relación con cómo apoyar políticamente la guerra y en las bases se ve como la practica le llevó a aplicar principios de organización, similares a los desarrollados por Lenin en el Partido Socialdemócrata Ruso; el PRC no era una simple suma de afiliados, sino, un complejo de organizaciones y sus Estatutos Secretos establecen textualmente:
El PRC se compone de todas las asociaciones organizadas de cubanos independientes que acepten su programa y cumplan con los deberes impuestos en él….. El PRC funcionara por medio de las asociaciones independientes, que son las bases de su autoridad.[… ]
El PRC fundado por Martí era un complejo de organizaciones, poseía bases programáticas y estatutos democráticamente aprobados, así como una definida política antiimperialista, lo cual en la Cuba de 1892 era algo nuevo y extraordinario,
La historia mostró que el programa del PRC era un antecedente necesario del programa socialista de nuestra Revolución. ¡Así lo vio Mella; así lo vio Fidel!
Otro elemento que muestra el acercamiento al ideal socialista en Martí es visible cuando señalo que el secreto de lo humano estaba en la facultad de asociarse; el principio de liberación radical del hombre que enunciaran los forjadores del socialismo científico y que estaba presente en el centro del ideal martiano, son puntos de coincidencia muy profundos que permitieron, en el siglo XX, que los primeros comunistas cubanos surgieran del pensamiento martiano, y estas ideas las podemos defender hoy como martianos y socialistas que somos.
El humanismo es lo que mueve a Marx como a Martí, su visión del comunismo se corresponde con la idea martiana de que patria es humanidad y hombre es más que raza.
Desde la posición del materialismo dialéctico Marx piensa que el sistema capitalista tiene por misión crear, con el desarrollo del proletariado, las condiciones para la revolución socialista, que implica el regreso a la humanización de los hombres que caracterizo la comunidad primitiva; no cree que eso sea un postulado moral, en lo que coincide con Martí, sino el resultado necesario de la acentuación de la lucha entre la burguesía y el proletariado, que lleva a la revolución social de nuestra época, como solución de las crisis inexorables del capitalismo. Martí fue certero al decir: Los problemas que engendran cambios, sobre todo, no se resuelven sino en momentos criticas y extremos, en que accidentes, acaso inesperados y futiles, ponen en brusco relieve los daños que hacen necesaria la transformación, exacerban y precipitan a grado de resolución, las cóleras y raciocinios paciente y dolorosamente acumulados, y despiertan de súbito al héroe, dormido siempre en el fondo del hombre.
Marx considera que siendo un ser social, el trabajo de uno se enriquece con el de todos y enriquece el de todos, lo que universaliza la cultura y la libertad. El comunismo destruye la enajenación del hombre hacia las cosas que crea, es la victoria plena de la libertad y la cultura. Si el humanismo fue obra de la ignorancia, que hacia imposible que nadie sobreviviera por sí mismo, el nuevo lo será de la cultura, que no puede ser reducida a automatizar al hombre, convertirlo en simple consumidor, crear condiciones para exterminar la naturaleza y la especie humana por los dictados de los Jay Gould.
Martí afirmaba: Ser cultos es el único modo de ser libres. Esto es algo que nuestra sociedad ha aprendido muy bien y que ahora se materializa aún más con la revolución educacional que lleva a cabo el país. La solución que el socialismo de Cuba esta ensayando es llegar en el futuro(necesariamente lejano) a suprimir la división social del trabajo mediante la revolución del conocimiento, y conquistar la creación de un capital humano cualitativamente diferente al que surge en el capitalismo por su espíritu de máxima solidaridad y su cultura general integral. En ese empeño, el florecimiento masivo del hombre nuevo encarnado por el Che, se dan las manos Marx y Martí, doblemente nuestros contemporáneos. En este presente de lucha contra al inhumanidad del imperialismo y en el futuro en que vencerá en todo el planeta el humanismo conciliador en ambos.
Bibliografía
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Marx, Karl y F, Engels: Obras Escogidas, Editorial Progreso, Moscú, 1974
Marx, Karl Obras escogidas " Correspondencia de 1843"
Marx, Karl "Tesis sobre Feuerbach." Obras Escogidas, Editorial Progreso, 1973, t1 p. 7
Marx, Karl y F. Engels: La ideología alemana. Editorial Política, La Habana, 1979
Vitier, Medardo Las ideas y la filosofía en Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, 1970, p. 214
Yuselis Ramírez Hernández
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